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Casa de la Cultura Ecuatoriana



Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión (Abreviado CCE). Institución autónoma de gestión cultural en la República del Ecuador. Funciona desde el año 1944 y tiene su sede principal en la ciudad de Quito D.M.. Cuenta además con sedes en casi todas las provincias del país. Tiene por objeto coadyuvar al desarrollo de los derechos culturales y principios programáticos, enmarcados en la política pública cultural del Estado ecuatoriano (Art.3, Ley Orgánica de la Casa de la Cultura Ecuatoriana).

La idea de crear una institución de este estilo nace de la mente del político y periodista lojano Benjamín Carrión, quien veía en la cultura una fuerza superior que podría levantar la moral del país después de la derrota militar en la Guerra peruano-ecuatoriana de 1941, en la que el país perdió casi la mitad de su territorio y su acceso al río Amazonas. Carrión citaba el ejemplo de naciones pequeñas como Grecia e Israel, capaces no obstante, de figurar entre las más civilizadas y cultas de la historia universal, en sus propias palabras:

El 11 de noviembre de 1943, el presidente Carlos Arroyo del Río fundó el Instituto Cultural Ecuatoriano, dotándolo de amplios fondos, que se transformó en la actual Casa de la Cultura Ecuatoriana mediante decreto ejecutivo emitido el 9 de agosto de 1944, durante la presidencia de José María Velasco Ibarra.[1]​ El documento, numerado como 707, describe el propósito de esta institución como: «(...) dirigir la cultura con espíritu esencialmente nacional, en todos los aspectos posibles a fin de crear y robustecer el pensamiento científico, económico, jurídico y la sensibilidad artística de la colectividad ecuatoriana.»

El primer presidente de la misma fue el propio Benjamín Carrión, mentalizador de la obra y en cuyo honor sería nombrada la institución posteriormente.

Según la ley orgánica de la CCE indica algunos de sus finalidades:

1966-1967

La Casa de la Cultura Ecuatoriana tiene su sede principal en la ciudad de Quito, que es conocida como Matriz y es la que genera la mayoría de eventos y concentra la mayor cantidad de museos y salas de cultura. Además está representada en las provincias de Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Galápagos, Guayas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Manabí, Morona Santiago, Napo, Orellana, Pastaza, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos, Tungurahua y Zamora Chinchipe por medio de núcleos que fueron creados en épocas diferentes y por distintas personalidades. Asimismo, las actividades y tamaños difieren entre las provincias.

Para las funciones que fue creada, la CCE debía surtirse de una serie de edificios a lo largo y ancho del país, pero sobre todo en su sede principal en la ciudad de Quito, donde funcionarían los principales museos, galerías, teatros y oficinas.

También conocido como Casona de la CCE. Se ubica en los predios donados por el municipio de Quito a la institución, frente al histórico parque El Ejido, en el centro de la ciudad. Comenzó su construcción en 1946 basado en los planos del Ing. Alfonso Calderón Moreno, quien lo concibió como una estructura de estilo clásico.

Dentro de su estructura funcionan oficinas administrativas como la Presidencia, Secretaría General, Financiero, Recursos Humanos, Publicaciones, Planificación; además de espacios destinados a la difusión de la cultura como la Cinemateca Nacional, las salas Jorge Icaza, Benjamín Carrión, y salas de Exposiciones Miguel de Santiago, Eduardo Kingman, Oswaldo Guayasamín, Manuel Rendón Seminario y Víctor Mideros.

También conocido como "el Circular", concebido en planos en febrero de 1953 por el arquitecto quiteño René Denis Zaldumbide, previo un informe suscrito por una comisión de ingenieros y arquitectos integrada por el ingeniero Jorge Casares Levoyer, y los arquitectos Sixto Durán Ballén y Gilberto Gatto Sobral, se constituiría con el tiempo en el edificio ícono de la institución.

La construcción del edificio no solo respondía a las necesidades propias de la institución para albergar sus salas de exposicíón, sino que fue concebido además con miras a la X Conferencia Interamericana, que debía realizarse en Quito en 1959.

Causas de tipo político, contrarias a la CCE, afectaron gravemente la construcción del complejo, proyecto que quedó diferido hasta cuando fue acogido por el último gobierno militar del Gral. Guillermo Rodríguez Lara, quien ayudó a terminar los locales donde funcionarían los Museos, la Biblioteca Nacional y la Radiodifusora de la institución. A partir de entonces y gracias al Presidente de la República Jaime Roldós Aguilera, la gran obra prosiguió su construcción.

Se construyó también la sala de cine Alfredo Pareja Diezcanseco y el teatro Demetrio Aguilera Malta con capacidad para más de cuatrocientas personas cada uno. Básicamente, se ha conservado el proyecto original del arquitecto René Denis Zaldumbide. Sin embargo, han variado algunos aspectos del mismo, por razones obvias. Sumándose salas nuevas como la Sala de Apoyo y la Sala de Artes Escénicas Mariana de Jesús, donde funciona el Frente de Danza Independiente

El edificio tiene actualmente más de cincuenta mil metros cuadrados de construcción, y en el funcionan:

El complejo de la Casa de la Cultura de Quito posee varias salas y teatros, entre ellos:[3]

En el recinto, especialmente el Ágora, también se han presentado artistas importantes, como:

En el año 1938, el gerente del Banco Central del Ecuador, Guillermo Pérez Chiriboga, reflexionó sobre la importancia de salvaguardar los bienes culturales del país como una misión trascendente para el Ecuador; es así como la entidad empezó a guardar aquellos que llegaban a sus bóvedas, ya sean estas piezas de metalurgia precolombina o en monedas coloniales, para evitar que sean convertidas en lingotes de oro para la reserva monetaria del país.[4]

Más adelante la institución adquirió la colección arqueológica del ciudadano suizo Max Konanz, coleccionista que residió más de 30 años en el país, convirtiéndose esta en el núcleo inicial del futuro Museo. Los nuevos tesoros (junto con los que se habían ido guardando en las bóvedas del banco) fueron organizados en la antigua sede de la institución, ubicada en las actuales calles García Moreno y Sucre, en el Centro Histórico de Quito; dándose así inicio a la conformación científica de las colecciones arqueológica, artística y numismática. Desde 1965, inició la conformación de las colecciones artísticas, recuperando de científicos y coleccionistas privados, como Luis Felipe Borja Pérez (hijo), Luis Cordero Dávila, Wilhem Baum, Víctor Mena Caamaño y otros, las más asombrosas obras de arte colonial y republicano, con una existencia de 5.261 obras de escultura, pintura, grabados, muebles, textiles, orfebrería y joyería, porcelana, cristales y más artes decorativas coloniales y republicanas, todo lo cual ha afirmado nuestra identidad mestiza, fruto incomparable del sincretismo europeo-americano.[4]

Después de diez años en los que las piezas fueron sistematizadas, investigadas, clasificadas e incrementadas, se inauguró el "Museo Arqueológico y Galerías de Arte del Banco Central del Ecuador" un 1 de diciembre de 1969; el museo se ubicaba los pisos cinco y seis del nuevo edificio del Banco Central sobre la avenida 10 de Agosto y la calle Briceño en el sector del Parque La Alameda. En 1992, con el propósito de brindar al público espacios más amplios de exposición, las autoridades del Banco Central del Ecuador resolvieron trasladar la mayor parte de sus colecciones a un nuevo y amplio local en el Edificio de los Espejos, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana; mientras que el Archivo Histórico y la Musicoteca se trasladaron a uno de los edificios del Antiguo Banco Central, en el Centro Histórico. Para entonces, el Museo cubría con sus colecciones el amplio espectro de la cultura del país tanto cronológica como espacialmente por lo cual se lo empezó a llamar "Museo Nacional del Banco Central del Ecuador".[4]

Paralelamente, al propiciar la adquisición de la producción más selecta de los artistas plásticos ecuatorianos, se organizaron colecciones artísticas modernas y contemporáneas con alrededor de 800 obras de escultura, pintura, dibujo, grabado y fotografía; la colección incluye algunas muestras de arte internacional, destacándose la gran muestra donada por Estuardo Maldonado. Así, el Banco Central del Ecuador, a través de sus Museos, ha logrado a lo largo de cuarenta y cuatro años de existencia (1959-2003), reunir en su matriz en Quito, los siguientes bienes:[4]

Desde octubre del 2010, y atendiendo la instrucción de la Ley Reformatoria a la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado, las áreas culturales del Banco Central pasaron a ser manejeadas por el Ministerio de Cultura del Ecuador, razón por la cual el nombre del Museo también recibió su actual denominación.[4]

El 28 de diciembre de 1981, se funda la Cinemateca Nacional del Ecuador, y esta asume la responsabilidad de recuperar, restaurar y proteger el patrimonio cinematográfico nacional y transmitirlo a la posteridad en las mejores condiciones posibles, como la representación más fiel del trabajo de sus creadores; siendo a su vez el único archivo en el país que preserva imágenes en movimiento.[5]

La Cinemateca es un archivo vivo, en el que no solamente se conservan los filmes, sino que se propicia la investigación, la educación y divulgación, como actividades permanentes. Además, se especializa en la divulgación de obras del cine universal (clásico y contemporáneo), en especial con las imágenes patrimoniales del país y de Latinoamérica, con la prioridad a la exhibición de filmes que tratan la diversidad cultural, procurando la elevación del nivel de apreciación crítica de los espectadores, y también el incentivo de la educación por las imágenes para de esta manera consolidar los valores éticos y estéticos.[5]

Es una sala de cine permanente con capacidad para 350 personas. Dispone de dos salas de apoyo y eventualmente se utiliza para actividades académicas de diversa índole. Especificaciones técnicas: Equipo de proyección Christie de 35 mm, audio digital, proyector de video y datos de 2500 lumens, amplificación, mixer y micrófonos inalámbricos.[6]

Se trata de un espacio de exhibición pública con una amplia colección de materiales referidos a la cultura audiovisual de Ecuador y del Mundo.[6]

Este es un espacio multifuncional y multiactivo, diseñado para conferencias, con capacidad para 20 personas. Especificaciones técnicas: equipo de proyección de 35 mm, audio, amplificación, mixer y micrófonos inalámbricos.[6]

Este archivo funciona en una bóveda climatizada para la preservación efectiva de películas con control de humedad y temperatura.

Cuenta actualmente con 1400 obras de producción ecuatoriana.

Cuenta con tres cubículos de visionamiento con televisores LCD para proyecciones de videos en formatos Betamax, VHS, UMATIC, DVD, DVCAM, MiniDV, HDV y una pantalla para proyecciones de cine en formato 16mm.

Cuenta con 10000 unidades de papel, relacionadas con la historia del patrimonio fílmico ecuatoriano.[6]

En Guayaquil, sede de la sucursal mayor del Banco Central del Ecuador, el Museo Nacional mantuvo salas abiertas de arqueología y arte contemporáneo en el edificio situado en la calle Antepara y avenida 9 de Octubre. Actualmente posee un nuevo local en el Malecón 2000. La institución recibió en comodato el célebre "Archivo Histórico del Guayas", desarrollado por el guayaquileño Julio Estrada Icaza. En la actualidad este repositorio es administrado por la fundación creada con este propósito por el Municipio de Guayaquil, pero patrocinado por el Ministerio de Cultura; igualmente se dispone de una biblioteca de consulta estudiantil. Sus colecciones incluyen, entre otras:[4]

En Cuenca, el Museo Nacional cuenta con un edificio situado en la Calle Larga, en el histórico lugar conocido como Pumapungo; allí existen salas de arte colonial y republicano así como de etnografía y un interesante fondo bibliográfico documental. Sus colecciones incluyen, entre otras:[4]

Ubicada actualmente en la Calle Bolívar, entre las Avenidas Nueve de Mayo y Juan Montalvo. La sede posee un archivo histórico con cerca de 400 textos, actas cívicas y monografías cantonales. Cuenta además con la Biblioteca Matilde Hidalgo de Procel que contiene cerca de 8.500 libros , el auditorio: Dr. Nicolás Castro Benítez ubicado en el edificio principal y el Centro Cultural Zoila Ugarte de Landívar, en cuyo interior se encuentra el Teatro Pepe Quevedo Mera.

Tanto la sede principal como los distintos núcleos de la Casa de la Cultura realizan reconocidos concursos literarios. Entre ellos destacan:

El Concurso Nacional de Literatura Miguel Riofrío es realizado cada año por la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo Loja y premia a la mejor novela inédita.[7]



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