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Donostia/San Sebastián



Extensión del municipio en la provincia

San Sebastián (en euskera y cooficialmente, Donostia) es una ciudad y municipio español situado en la costa del golfo de Vizcaya y a 20 kilómetros de la frontera con Francia. La ciudad es la capital de la provincia de Guipúzcoa, en la comunidad autónoma del País Vasco. La población del municipio es de 188 240 habitantes (2020),[7]​ y su área metropolitana alcanza los 436 500 (2010). Es la cabecera de la Eurociudad Vasca Bayona-San Sebastián, una conurbación de más de 620 000 habitantes.

Sus principales actividades económicas son el comercio y el turismo,[8]​ constituyendo en el pasado uno de los más famosos destinos turísticos de España. Su paisaje, dominado por la bahía de La Concha, así como su desarrollo arquitectónico moderno iniciado en la segunda mitad del siglo XIX, que configuró una ciudad de corte francés y aburguesado, propiciaron el desarrollo de la actividad turística a escala europea. Todo ello, unido a eventos internacionales como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Festival de Jazz de San Sebastián, la Quincena Musical o el Festival de Cine de Terror, ha dado proyección exterior a la ciudad, a pesar de sus pequeñas dimensiones. Fue Capital Europea de la Cultura en 2016 junto con Breslavia, Polonia.

San Sebastián tiene diversas denominaciones:

El escudo de San Sebastián muestra, en campo de azur, sobre ondas de azur y plata, un bergantín de oro, de tres palos, habillado de plata y acompañado de las letras SS, de plata, una en cada cantón. Bordura de plata con la leyenda "Ganadas por fidelidad, nobleza y lealtad", en letras de sable. Al timbre corona real.

La bandera de la ciudad es blanca con un cantón de color azul, en una proporción de tres partes de largo por dos de ancho. Se corresponde con la contraseña de la Provincia marítima de San Sebastián.

San Sebastián se asienta a orillas del mar Cantábrico, y tiene varias playas (siendo la más conocida la de La Concha, en la bahía homónima) y un pequeño puerto al abrigo del monte Urgull. Posee además otras montañas, tanto promontorios costeros como tierra adentro, estando su cima más alta, Urdaburu (599 metros), en un exclave homónimo, si bien la cima no pertenece al término municipal, dándose la máxima altitud del municipio, de unos 585 metros, en la cara sur de la misma montaña, cerca de la cima.[2]​ Aunque el relieve es accidentado se encuentran algunas zonas llanas de cierta amplitud en los valles y planicies, donde se concentra buena parte del núcleo urbano.

La altitud del municipio oscila entre los 585 metros en el exclave de Urdaburu y el nivel del mar, aunque destacan los montes Igueldo (205 m) y Urgull (127 m) al oeste y al este de la ciudad. La ciudad se alza a 12 metros sobre el nivel del mar.

El río Urumea, procedente de Hernani, atraviesa la ciudad y desemboca en el mar Cantábrico entre el monte Urgull y la playa de Zurriola.

La ciudad tiene tres playas urbanas: Ondarreta, La Concha y la Zurriola, las dos primeras situadas en la bahía de La Concha y la tercera al otro lado del río Urumea. Las tres están englobadas en un mismo Sistema de Gestión Medioambiental, que trata de garantizar un uso sostenible de las mismas.[14]

Además de estas tres playas, también es utilizable la pequeña playa que se forma en la isla de Santa Clara, a la que se puede acceder en barco en los meses de verano,[18]​ o a nado, pues se encuentra a escasos 500 m de Ondarreta en marea baja.

San Sebastián tiene un clima oceánico de tipo Cfb de acuerdo a la clasificación climática de Köppen y es una de las ciudades más lluviosas de España, con una media anual de unos 1500 mm. Las lluvias son abundantes en todas las estaciones del año, especialmente en otoño, habiendo un mínimo en verano poco destacable. En 2007, San Sebastián fue la ciudad con más lluvia de España, con 1536,1 milímetros, según se desprende de los datos de los que dispone el Instituto Nacional de Estadística, recogidos en su anuario estadístico. Las precipitaciones en forma de nieve son escasas (entre 1 y 3 días al año, aunque hay inviernos como el 2004-05 y en el 2009-10 en los que el número de días fue superior a 10). A su vez, el número de heladas suele variar entre 5 y 10 anuales. A finales de septiembre y principios de octubre suelen darse «mareas vivas», pleamares más altas y bajamares más bajas de lo normal.

Las temperaturas son suaves y templadas (con una media de 15 °C), aunque en verano e invierno la gran humedad (en torno a un 70-80 % la mayor parte de los días del año) provoca sensaciones térmicas de mayor calor/frío. Los días en los que sopla el viento del sur (que provoca el efecto foehn) eleva las temperaturas hasta los 20 °C en pleno invierno y hasta los casi 40 °C en verano: la humedad desciende considerablemente (aunque esta situación de altas temperaturas en verano suele durar unos pocos días o incluso unas horas, al interrumpirse con un giro de viento a componente NO, el cual proviene del mar Cantábrico; este fenómeno es la galerna y viene acompañado de un brusco descenso de las temperaturas y en ocasiones de nubes, tormentas o incluso niebla marina).

En situación de invasión de aire frío procedente de Europa (vientos del NE), San Sebastián es una de las primeras ciudades en notar el frío y suele ser una de las capitales costeras españolas más afectadas, dada su proximidad a Francia. Esto se debe a que los vientos no tienen recorrido marítimo y por lo tanto se templan menos que en otras ciudades, por lo que no es raro ver la playa de la Concha cubierta de nieve. Las temperaturas extremas registradas en el observatorio meteorológico de San Sebastián van desde –12,1 °C hasta 38,6 °C.

Estos son los valores medios y extremos de temperaturas y precipitaciones para San Sebastián:

Consta la existencia de asentamientos romanos (de alrededor de los años 50-200 d.C.) en la actual Parte Vieja de la ciudad, según excavaciones realizadas en el convento de Santa Teresa, en las faldas del Monte Urgull.[20]​ En el mismo lugar se han constatado restos ya desde del siglo X, anteriores, por tanto, a la fundación de la villa y a las primeras menciones escritas.[21]

Si bien se desconoce de manera exacta su fundación, el primer dato lo aporta un documento —considerado falso por la mayoría de los historiadores[cita requerida]— del año 1014 de Sancho el Mayor de Navarra, según el cual el monasterio de San Sebastián se pone en manos del abad de Leyre y obispo de Pamplona. Dicho documento será confirmado, en 1101, por el rey Pedro Ramírez (Pedro I de Aragón, rey de Navarra y Aragón). Las primeras noticias escritas de San Sebastián hacen referencia a un monasterio, situado en el barrio que aún hoy se denomina San Sebastián El Antiguo. A aquel lugar se le conoció primitivamente, según algunos historiadores, como Izurum. El término español San Sebastián y la palabra vasca Donostia hacen referencia etimológicamente a dicho santo; en el caso del euskera, de la evolución de la palabra Donesebastian, de Done (del latín, Domine) + Sebastian.

En los siglos XI y XII, el monasterio de San Sebastián El Antiguo, al mismo tiempo que centro espiritual, lo era de la naciente vida social y administrativa de la población de esta zona, que, con el tiempo, de no ser por diversos avatares que tendrán lugar posteriormente, habría cristalizado en un municipio.

San Sebastián fue fundada hacia 1180 por Sancho el Sabio, rey de Navarra, para ser puerto marítimo de Navarra, e inicialmente cumplió su misión como tal. Guipúzcoa a partir del año 1200 rindió vasallaje al rey castellano Alfonso VIII, enemigo de Sancho el Fuerte. Tradicionalmente, se ha tendido a creer que ese cambio de un reino a otro se dio a través de una negociación o pacto. Sin embargo, a tenor de la relectura de fuentes históricas conocidas, parece que San Sebastián pasó a Castilla mediante conquista militar.[22][23][24]​ En cualquier caso, los comerciantes de San Sebastián se acostumbraron rápidamente al cambio, puesto que pasó de ser el puerto de un pequeño Estado sin posibilidades de expansión territorial (Navarra), a servir de salida al mar de una monarquía, la castellana, mucho mayor, más rica y en plena expansión.

Los Reyes de Castilla contaron en 1248 por primera vez con fuerzas navales de San Sebastián, que tomaron parte en inutilizar la escuadra de moros y el puente de Triana, cuyo resultado fue la rendición de la ciudad de Sevilla.

Alfonso VIII juró los fueros e inició la larga serie de privilegios otorgados a San Sebastián, tendentes unos a mantener vivo el tráfico navarro y otros a conservar una situación privilegiada de los comerciantes donostiarras en el mercado español. Esta prosperidad es la que la hizo resurgir de los múltiples incendios que padeció a partir de 1266, llegando a arder por completo seis veces en dos siglos y cuarto.

La guerra de los Cien Años, las guerras de bandos y la evolución de Navarra en dirección francesa por motivos dinásticos trajeron para San Sebastián, en la segunda mitad del siglo XIV, una consecuencia grave: el desplazamiento de las principales líneas de tráfico hacia Bilbao, sustituyendo a San Sebastián como centro de gravedad del tráfico comercial. En enero de 1489 un incendio redujo a cenizas la villa. Este desgraciado acontecimiento tuvo como medida la construcción en piedra de la villa. Este incendio sería el último de la época medieval de San Sebastián.

A partir del último cuarto del siglo XV, San Sebastián pasó de ser un emporio mercantil gracias su situación estratégica, a ser plaza militar y su puerto principal, Pasajes, de ser esencialmente comercial a cumplir las funciones de base naval.

Tras la catástrofe de 1489, más que de una reconstrucción de la villa hay que hablar de una nueva forma de vida de la colectividad donostiarra. A partir del último cuarto del siglo XV, San Sebastián pasará de ser un emporio mercantil, por su situación estratégica, a ser plaza militar; y su puerto principal, Pasajes, pasará de ser esencialmente comercial, a cumplir las funciones de base naval de la Escuadra Cantábrica, fuerza marítima que mantendrá durante siglos (hasta el XIX) la lucha contra las escuadras francesa, holandesa y británica.

Este nuevo papel de San Sebastián como fortaleza, encargada de frenar las acometidas de los franceses, dará lugar a que la villa tome nuevos derroteros, por los cuales ganó los títulos de Noble y Leal. En el período entre los Reyes Católicos y Felipe V, trescientos años aproximadamente, la villa sufrió numerosos sitios. Este continuo estado de guerra supuso para San Sebastián un fuerte deterioro de su economía, motivado por los gastos en las fortificaciones, el mantenimiento de la guarnición y la continua caída del comercio marítimo, que, a partir de 1573, se agravó aún más, pues Sevilla adquirió el monopolio de las transacciones con América.

Después de llevar dos siglos cumpliendo heroicamente su misión bélica, Felipe IV le concedió en 1662 el título de Ciudad. Hasta su fundación sólo había pequeñas zonas residenciales en el barrio del Antiguo, en la Parte Vieja y en el valle del Urumea, emprendiendo hasta el siglo XV un lento proceso de crecimiento.

En 1719 San Sebastián fue tomada, por primera vez, por un poderoso ejército francés mandado por el duque de Berwick, quien se encontró una ciudad débil en fortificaciones y una pequeña guarnición con escasez de víveres y munición. La ciudad estuvo ocupada por una guarnición de 2000 soldados franceses hasta el 25 de agosto de 1721 en que fue evacuada por el Tratado de La Haya.

Durante la guerra de la Independencia, San Sebastián fue ocupada en 1808 por las tropas napoleónicas. Nombrado José I (José Bonaparte) soberano de España, entró el 9 de junio en San Sebastián y recorrió la calle Narrica, en la que permanecieron todas las ventanas cerradas. En junio de 1813, los aliados (las tropas anglo-portuguesas, bajo el mando directo de sir Thomas Graham y teniendo por generalísimo al duque de Wellington, con un fuerte contingente de tropas y armas), sitiaron la ciudad. Después de varios días de intenso bombardeo y un primer asalto fallido, el 31 de agosto tuvo lugar el asalto definitivo, realizado a través de la brecha abierta en las murallas, lo que obligó a las tropas francesas a replegarse hacia el Castillo, donde capitularon el 8 de septiembre.

El saqueo de las tropas anglo-portuguesas causó un gran incendio, del que solo se salvaron treinta y cinco casas, que servían de alojamiento para los oficiales británicos y portugueses, situadas en la misma calle, que hoy en día lleva el nombre de 31 de agosto en honor a ser la única calle que se salvó del incendio. Las tropas también iniciaron el ataque al Castillo, así como las edificaciones situadas al norte de la calle de la Trinidad (iglesias de Santa María y de San Vicente y conventos de San Telmo y de Santa Teresa).

Tras la guerra, los vecinos más representativos se reunieron en las afueras, en Zubieta, y decidieron reconstruir la ciudad.

En él año 1823, durante la invasión conocida como de Los Cien Mil Hijos de San Luis a pesar de la mala situación de sus defensas, aún no reconstruidas en su totalidad, la ciudad optó por la resistencia frente al ejército absolutista francés. Este, en vez de un sitio formal optó por un bloqueo por tierra y mar que duró desde 9 de abril hasta el 27 de septiembre, cuando la ciudad capituló.[25]

La división del reino en cincuenta y dos provincias establece la capitalidad de Guipúzcoa en San Sebastián; hasta entonces esta se había turnado entre San Sebastián, Tolosa, Azpeitia y Azcoitia, en función de dónde se realizaban las reuniones de Juntas y residiera el corregidor (representante del rey en la provincia). Tras un nuevo traslado a Tolosa (1844), en 1854 se declara San Sebastián capital de la provincia. Se decide el retroceso de las aduanas al Ebro y el cierre de San Sebastián como puerto habilitado para el comercio con América.

En la provincia se formaron dos bandos, carlistas y liberales, estos últimos partidarios de la Constitución. Ambos defendían los fueros, pero de diferente manera. San Sebastián optó por el liberalismo frente a la mayor parte de la Guipúzcoa rural.

En 1863, y tras un intenso debate, se derribaron las murallas, que limitaban el desarrollo de la ciudad. El 4 de mayo, a los acordes de una marcha expresamente realizada para tal acontecimiento, se procedió a quitar la primera piedra que, hecha pedazos, se repartió entre los invitados de primera fila.

San Sebastián cambió de orientación: terminada su etapa como fortaleza, pasó a cumplir la función de capital de la provincia, comenzando su expansión reflejada en el plan de Antonio Cortázar para la nueva ciudad.

A la muerte del rey Alfonso XII de España, en 1885, su viuda, la Reina Regente María Cristina, traslada todos los veranos la corte a San Sebastián, residiendo en el Palacio de Miramar. El Ayuntamiento de San Sebastián, en reconocimiento a la gran labor en favor de la ciudad, la nombró alcaldesa honoraria. Más adelante, ya en pleno desarrollo del Ensanche Cortázar, que dotó a la ciudad de su actual atractivo arquitectónico, la construcción del Casino en 1887 aumentó el número de veraneantes.

De esta etapa son todos los edificios reseñables de la ciudad (aparte de los presentes en la Parte Vieja, los más antiguos), como la Catedral del Buen Pastor de San Sebastián, la Escuela de Artes y Oficios (actual sede de Correos) y el Instituto Peñaflorida (luego ocupado por la Escuela de Ingenieros Industriales y hoy en día por el Centro Cultural Koldo Mitxelena), el Palacio de Miramar, el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, las villas del Paseo de Francia o la estación del Norte, así como el resto de edificios del Área Romántica, todos ellos con un marcado estilo francés que hizo acreedora a San Sebastián del sobrenombre de Pequeña París o París del Sur.

En 1914, y con el inicio de la I Guerra Mundial, San Sebastián se convirtió en la ciudad más cosmopolita de Europa. En su Casino se dieron cita todos los personajes de la vida europea, Mata Hari, León Trotsky, Maurice Ravel, Romanones, Pastora Imperio, el torero de fama, el banquero ostentoso...; fueron los tiempos de la Belle Époque donostiarra, y en San Sebastián actuaron la compañía francesa de opereta, los ballets rusos, cantantes de ópera y muchos otros artistas famosos.

En 1930, la ciudad acogió la reunión de políticos republicanos que se dio en llamar Pacto de San Sebastián, que tuvo una gran trascendencia en el posterior advenimiento de la II República el 14 de abril de 1931; de hecho, el primer gobierno republicano estuvo formado, en gran medida, por el núcleo de políticos participantes en el «pacto». La elección de la capital donostiarra se debió, por una parte, a la proximidad de la ciudad con la República Francesa y al hecho de que San Sebastián fuera la capital de verano de la Corte. Fernando Sasiaín, anfitrión del Pacto, fue el alcalde de San Sebastián durante la República.

Al comenzar la Guerra Civil, el nacionalista vasco Telesforo Monzón se hizo cargo de la Comisión de Orden Público, creada por la Junta de Defensa de Guipúzcoa, en la que se reunían nacionalistas vascos, republicanos, comunistas y socialistas. Constituido el Gobierno de Euskadi, el 7 de octubre de 1936, Telesforo Monzón ocupó asimismo el Ministerio de la Gobernación.[26]

Al poco de estallar la Guerra Civil Española, San Sebastián cayó en manos de los golpistas el 13 de septiembre de 1936. La dictadura mantuvo a San Sebastián en el papel de Ciudad Capital de Veraneo. Franco residió durante los meses de agosto desde 1940 hasta 1975 en el palacio de Ayete, que, comprado por el ayuntamiento, fue ofrecido al general. Durante ese período se celebraron en dicho lugar los Consejos de Ministros.

En 1946, durante el mandato de Rafael Lataillade Aldecoa, se llevó a cabo la recuperación del Gran Casino para reconvertirlo en Casa Consistorial.[27]

En 1953, y a iniciativa de un grupo de comerciantes de la ciudad, nació el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con el doble objetivo de alargar el veraneo en la capital donostiarra y de devolver a San Sebastián la actividad cultural y el glamour perdidos desde la Guerra Civil. El éxito de la primera edición llevó a la dictadura a hacerse cargo del evento, que progresivamente fue ganando peso y prestigio hasta convertirse en uno de los eventos culturales más importantes y con mayor proyección exterior de España, y en uno de los mejores festivales de cine del mundo, escenario de algunos estrenos cinematográficos históricos y punto de encuentro de buena parte de las más importantes estrellas del séptimo arte.

En 1955 se inició el segundo y más importante proceso de ensanche de la ciudad, en lo que se denominó Ensanche de Amara, dando lugar a un barrio del mismo nombre (que aludía a las marismas que había en dicho terreno antes de su construcción). Uno de los primeros pasos en la construcción del ensanche fue el traslado de la Escuela de Artes y Oficios y Comercio, situada en el centro, a unas escuelas de nueva construcción, así como el del Instituto Peñaflorida, pasando a denominarse Instituto Usandizaga en su sección femenina. Puede considerarse que el proceso de consolidación del barrio de Amara finalizó en 1993, con la construcción del Estadio de Anoeta y la renovación total de la ciudad deportiva de la ciudad (situada en Amara).

Tras ambos ensanches la ciudad consolidó su eje principal, alrededor del cual continúa expandiéndose aunque a un ritmo mucho menor. Hoy las prioridades de la ciudad son la mejora de las infraestructuras (potenciación del aeropuerto, mejores comunicaciones ferroviarias, mejora de las carreteras), la regeneración de los barrios de la periferia, el mantenimiento y potenciamiento del turismo, principal fuente de ingresos, y hasta hace unos años la lucha contra el terrorismo de ETA y la violencia callejera, que castigaron a la ciudad con intensidad. El crecimiento urbanístico pretende combinarse con el cuidado del medio ambiente, la lucha a escala municipal contra el cambio climático y la sostenibilidad. Fruto de los esfuerzos realizados en dicha dirección, San Sebastián fue premiada en 2008 por la Federación Española de Municipios y Provincias como la ciudad más sostenible de España.[28]

A la muerte del dictador Francisco Franco se constituyó, en 1978, una gestora presidida por el socialista Ramón Jáuregui encargada de dirigir las instituciones municipales hasta las primeras elecciones municipales de la democracia, en 1979. En dichos comicios electorales resultó vencedor el PNV y el primer alcalde de la nueva etapa democrática fue Jesús María Alkain. Le sucedió, en 1983, Ramón Labayen, también del PNV, quien a su vez fue sustituido por el nacionalista Xabier Albistur, de Eusko Alkartasuna, en 1987. En el marco de la fuerte reconversión industrial que vivió el País Vasco en la década de 1980 y el clima de tensión interno, algunos informes de la época situaron a San Sebastián como la ciudad con mayor proporción de adictos a la droga del mundo.[29]​ El socialista Odón Elorza, del Partido Socialista de Euskadi, alcanzó la alcaldía en 1991 a pesar de ser el candidato de la tercera fuerza más votada, gracias al apoyo del PNV y el PP. El 23 de enero de 1995, en vísperas de las elecciones municipales de mayo, la banda terrorista ETA asesinó al teniente de alcalde, Gregorio Ordóñez, candidato del Partido Popular. Ordóñez había mejorado progresivamente sus resultados electorales en el País Vasco, al punto que las encuestas le daban como ganador. Tras su asesinato, el candidato del Partido Socialista, Elorza, revalidó su cargo, aunque fue la lista del PP de Ordóñez la más votada, y ostentó la alcaldía de la ciudad ininterrumpidamente desde entonces hasta su derrota en las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011.

En 1991 Odón Elorza (PSE-EE) se convirtió en alcalde, con el apoyo del PP vasco y de EAJ-PNV. Con diversos pactos (con EAJ-PNV y EA en 1995; con PP en 1999) se mantuvo al frente del consistorio hasta las elecciones locales de 2011. En 2007, formó gobierno con el grupo municipal de Ezker Batua-Berdeak/Aralar.

En 2011 el candidato de Bildu, Juan Carlos Izagirre, fue elegido alcalde con los votos de los 8 concejales de su coalición; el PSE y el PP votaron por el candidato socialista, Ernesto Gasco (en total 13 votos) y el PNV votó por su candidato Eneko Goia (6 votos). Al no tener ningún candidato mayoría absoluta (14), fue elegido alcalde el candidato de la lista más votada por los ciudadanos. Por barrios, el PSE-EE fue la fuerza más votada en Bidebieta, Alza y Loyola; el PP en Ayete, Centro y Amara, y EAJ-PNV en Ibaeta y Antiguo. La coalición Bildu fue la fuerza más votada en la Parte Vieja, Añorga, Igueldo, Inchaurrondo, Eguía, Gros, Ulía y Martutene.

En 2015 el candidato del PNV Eneko Goia fue elegido alcalde con los votos de su partido y del PSE-EE, cargo que reeditó en 2019.[30]

La población de San Sebastián creció de manera progresiva a lo largo del siglo XX. Entre 1900 y 1930 el crecimiento fue regular, pasando a duplicarse en los apenas 35 años que separan 1930 de 1965. Este repunte en el crecimiento demográfico se vio atenuado por un menor crecimiento a partir de la década de los años 70, llegando a reducirse la población por primera vez en el siglo a finales de los años 80, como consecuencia de la caída generalizada de la natalidad en todo el país.[32]

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal de 2010 del INE.

El crecimiento actual de la población es lento, si bien el fenómeno de la inmigración, aún incipiente en la ciudad (los inmigrantes, a 2006, llegan al 5 % de los empadronados, según la Sociedad de Fomento del Ayuntamiento de San Sebastián), puede incidir en un repunte del crecimiento demográfico. Según los últimos datos, a 1 de enero de 2009, la población total es de 185 357 habitantes, de los cuales 97 192 son mujeres (53 %) y 86 116 hombres (47 %).[33]

El 59,86 % de la población de Guipúzcoa (sin contar Hendaya, por no estar en Guipúzcoa) se concentra en su área metropolitana, que cuenta con 436 500 habitantes.

Desde 2003, el Ayuntamiento de San Sebastián divide la ciudad oficialmente en 17 barrios:[34]

Otros barrios tradicionalmente identificados por los donostiarras son considerados oficialmente por el ayuntamiento como parte del Centro de la ciudad.

San Sebastián posee tres enclaves:

Además de dichos exclaves, el Ayuntamiento de San Sebastián posee la finca de Articuza, situada en territorio navarro, dentro del término municipal de Goizueta. En él hay un embalse (es el punto más lluvioso de la península ibérica) y tiene un gran valor ecológico.[35]​ Su superficie es de 37 km² (equivalente a más de la mitad del término municipal de San Sebastián).

A pesar de ciertas incursiones en el mundo de la banca en la segunda mitad del siglo XIX, con la creación del Banco de San Sebastián (que posteriormente se integraría en el Banco Hispano-Americano) o el Banco Guipuzcoano, la ciudad no destacará por su actividad bancaria, sino que lo hará en el sector del turismo. La elección de la ciudad como lugar de descanso y veraneo por parte de la Casa Real española fue la catalizadora del desarrollo de la actividad turística y de su consiguiente configuración arquitectónica afrancesada a partir del derribo de las murallas que limitaban la expansión de la ciudad. Algunos organismos fueron creados ya a comienzos del siglo XX para atraer al turismo, entre los que destacan la Sociedad de Fomento de San Sebastián, creada por iniciativa privada para la construcción de un hotel de lujo (el Hotel María Cristina) y de un teatro (el Teatro Victoria Eugenia). Aún hoy el turismo sigue siendo la principal actividad económica de San Sebastián, que sigue la misma estrategia de atracción de los turistas mediante reclamos como los festivales de verano.[36]

También es importante el sector del comercio, una constante a lo largo de la historia de la ciudad.[36]​ La actividad comercial es intensa en el Centro, sobre todo en la Avenida de la Libertad, con una gran concentración de entidades bancarias y comercios de importancia. Los comercios familiares del centro están siendo relegados, progresivamente, por grandes multinacionales, algunas de las cuales poseen varios locales en la ciudad. La proximidad con Francia atrae a numerosos visitantes, que llenan los comercios y las grandes superficies locales. En lo que a las últimas se refiere, en la ciudad existen cuatro, una en el barrio de Amara, dos en el centro y otra cuarta, la más grande, situada entre los barrios de Alza e Inchaurrondo. En cualquier caso, el fenómeno de las grandes superficies fue tardío, ya que no se abrió la primera de ellas hasta 1996.

La industria, por su parte, tiene poca presencia en la ciudad y se concentra en otros puntos de la provincia de Guipúzcoa.

Durante los años 2010 y 2011, y debido a la construcción de nuevas infraestructuras viarias como la GI-40, GI-41 y del Segundo cinturón de San Sebastián, la Diputación Foral de Guipúzcoa se vio obligada a renombrar los accesos y las circunvalaciones del área metropolitana de la ciudad. Los accesos por carretera a la ciudad son los siguientes:

La ciudad consta de las siguientes circunvalaciones:

El carril bici, también llamado bidegorri ("camino rojo" en euskera, por ser ese el color del carril), es un medio de transporte que está creciendo mucho en el municipio. La red de carriles bici de San Sebastián supera los 56 kilómetros[37]​ y está previsto ampliar dicha red hasta alcanzar una extensión suficiente como para poder recorrer en bicicleta toda la ciudad. El proyecto no ha tenido una acogida unánime: junto a quienes se felicitan por ella, hay quienes la critican porque dificulta el aparcamiento en la ciudad y crea en algunos lugares conflictos con los peatones. La red de carriles bici llega hasta los municipios colindantes (Lasarte, Pasaia y Astigarraga), enlazando con sus propias redes ciclistas.

El autobús urbano es el principal medio de transporte público municipal de San Sebastián. De dicho servicio se encarga, desde 1886, la Compañía del Tranvía de San Sebastián, que opera bajo el nombre comercial d·bus. En San Sebastián, el uso del autobús urbano por habitante es el más alto de España, dándose en 2015 un índice de 153 viajes por habitante al año.[38]​ El servicio ofrece más de 30 líneas que abarcan toda la ciudad y un servicio de taxi bus para los barrios altos o a los que no pueden llegar los autobuses convencionales. También dispone de 9 líneas nocturnas para los viernes y sábados de madrugada, y líneas de refuerzo para los días de partido de fútbol y baloncesto.

Para llegar a San Sebastián desde otras localidades de la provincia, existen numerosas líneas de autobuses interurbanos integradas en Lurraldebus, la sociedad dependiente del Departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio de la Diputación Foral de Guipúzcoa, entre las que se encuentran Autobuses Garayar, Autobuses Interurbanos Interbus, Autobuses La Guipuzcoana, EuskoTren, Herribus, Hijos de Antonio Areizaga, Transportes PESA y TSST. Las líneas enlazan la capital con el resto de la provincia y con otras ciudades del País Vasco como Bilbao, Lequeitio o Vitoria.

Las líneas interurbanas, nacionales e internaciones de autobuses tenían como destino la Estación de Atotxa, que se encuentra abajo y junto la Estación del Norte de Renfe.[39]

En la ciudad existen dos redes diferenciadas: la de ancho métrico (dependiente de ETS) y la de ancho ibérico+UIC (dependiente de Adif).

Actualmente prestan servicio dos compañías: EuskoTren y Renfe .

La compañía estatal Renfe tiene la Estación del Norte como estación principal, y además tiene estaciones en Martutene, Loiola, Gros, Ategorrieta, Intxaurrondo y Herrera. De la Estación del Norte parten dos Alvia diarios a Madrid (por Valladolid), además de diversos servicios diarios de Intercity y otros nocturnos, a Madrid (por Pamplona), a Barcelona o a A Coruña. También paran aquí los trenes de Renfe Cercanías, que enlazan distintos puntos de la ciudad con diversos pueblos de Guipúzcoa. Está previsto que a esta estación llegue el futuro Tren de alta velocidad, en 2023.[40]

Sin embargo, en 2019 la estación será renovada para acomodar los trenes de alta velocidad procedentes de París; que podrán llegar hasta el municipio una vez se termine de renovar la vía a ancho mixto, lo que también permitirá trenes regionales a Bayona o Burdeos.

Además, a partir de 2020 se liberalizará el sector ferroviario para recorridos de larga distancia, por lo que habrá más compañías que operen en la ciudad.

La red de ancho métrico es operada por EuskoTren, que centraliza sus servicios en la Estación de Amara, situada en la Plaza Easo, y que además tiene también las estaciones de Errekalde, Añorga, Lugaritz, Anoeta, Loiola, Intxaurrondo, Herrera y Altza que forman parte de la línea del servicio de transporte metropolitano Metro Donostialdea, popularmente también llamado 'topo' debido a que gran parte de su trazado es subterráneo. Metro Donostialdea supone la modernización y ampliación de la línea E2 de EuskoTren. De la estación de Amara parten trenes en dirección a Lasarte-Oria, Irún y Francia. La última estación del metro es Hendaia, con lo que es habitual tomar este servicio para enlazar con el TGV dirección París.

EuskoTren, el Gobierno Vasco y la corporación local también han anunciado que, antes de 2019, se procederá a la construcción de una estación intermodal entre el Cercanías de San Sebastián operado por RENFE y el metro; así como a prolongar la línea hasta el centro de la ciudad para 2022, con la creación de las nuevas estaciones Centro-La Concha y Benta Berri, así como la renovación y sustitución de la actual estación central de Amara.

También parten desde dicha estación los servicios de cercanías-regionales hasta Éibar y Bilbao, haciendo paradas en muchos de los pueblos de la costa.

En total, tres líneas ofrecen sus servicios en San Sebastián:

El funicular de Igueldo, inaugurado en 1912, enlaza la playa de Ondarreta con el parque de atracciones en la cima del monte Igueldo.

Así mismo, se ha construido un funicular moderno para subir al barrio de Aiete, que conecta el paseo de Morlans con la rotonda de Melodi.[41]​ El proyecto también ha incluido un ascensor para conectar el paseo Pío Baroja y el Paseo de Aiete.

El municipio cuenta con numerosos ascensores y escaleras y rampas mecánicas en la ciudad, para facilitar el desplazamiento a los vecinos de los barrios altos, que representan al 50% de la población.[42]​ Se trata de la 4ª ciudad de España con más infraestructura de movilidad vertical (Por detrás de Barcelona, Bilbao y Éibar).[43]​ El plan de movilidad vertical del ayuntamiento tiene, asimismo, localizadas y ordenadas por prioridad futuras actuaciones para construir hasta 43 nuevos ascensores por la ciudad.[44]

El Aeropuerto de San Sebastián, que se encuentra en la localidad fronteriza de Fuenterrabía, dispone de vuelos diarios a Madrid y Barcelona, además de otros destinos ocasionales. Según AENA el número de pasajeros en 2011 fue de 248 054, hubo 9562 operaciones y se transportaron 31 966 kg de carga.[45]​ La ausencia de líneas de bajo coste, así como sus reducidas dimensiones y la existencia de dos aeropuertos cercanos, limitan las posibilidades de uso del aeropuerto. La Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián mantienen negociaciones con el Gobierno central para la ampliación de la pista.[46]​ Actualmente operan Iberia y Vueling.

Los festivales son una de las principales características de la ciudad. Los certámenes de cine y música son numerosos en la ciudad, y algunos de ellos tienen gran prestigio internacional.

San Sebastián es Capital Europea de la Cultura en 2016.[48]​ Este título le fue concedido oficialmente el 28 de junio de 2011, tras la evaluación del proyecto definitivo por parte del jurado español y europeo encargado de la deliberación. Culminaba así con éxito un proceso de tres años iniciado en 2008 cuando todos los grupos políticos de la ciudad apoyaron la iniciativa del entonces alcalde socialista Odón Elorza de presentar oficialmente la candidatura de la ciudad. En septiembre de 2010 la ciudad pasó la primera fase de selección,[49]​ y finalmente alcanzó el título en junio de 2011. La capitalidad donostiarra explorará el rol de la cultura para la regeneración de la convivencia y la resolución de los problemas sociales derivados del terrorismo y de la división política y cultural de la sociedad donostiarra y, en general, de la sociedad vasca.

En lo que se ha dado en llamar Donosti Sound se engloba a los exitosos grupos de indie-pop/pop-rock surgidos en la ciudad durante las décadas de los 80 y los 90. Le Mans, La Buena Vida o Family, a los que a menudo se suma a Duncan Dhu (Mikel Erentxun y Diego Vasallo), 21 Japonesas, Álex Ubago o La Oreja de Van Gogh, son algunos de los grupos surgidos en San Sebastián en torno a este estilo musical, inequívocamente marcado por la climatología gris y la fisonomía aburguesada de la ciudad.

Se dice que San Sebastián es la ciudad del mundo con mayor número de estrellas Michelin por metro cuadrado. De hecho, es la única ciudad del mundo, junto con París, que posee tres restaurantes con tres estrellas, la máxima calificación.[50]​ Así pues, la gastronomía es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Como representantes de la Nueva Cocina Vasca, prestigiosos cocineros como Juan Mari Arzak, Pedro Subijana o Martín Berasategui, los tres con las respectivas tres estrellas Michelín ya comentadas, tienen sus restaurantes en San Sebastián. También son muy populares los bares de pintxos de la Parte Vieja, obras de arte culinarias en miniatura, de los que San Sebastián es un gran referente en España.

Actualmente el restaurante Mugaritz está considerado como uno de los mejores del mundo.[51]​ Se encuentra entre Astigarraga y Rentería a escasos 10 kilómetros del centro de San Sebastián.

La principal fiesta de la ciudad es la Tamborrada, que se celebra el 20 de enero, día de San Sebastián. La noche del 19 al 20 de enero la Plaza de la Constitución de la Parte Vieja se llena de donostiarras alrededor del tablado en el que se sitúa la tamborrada de la Sociedad Gaztelubide, para realizar la izada de la bandera y comienzo de las fiestas. A lo largo de la mañana del día 20 desfila la Tamborrada Infantil, con más de medio centenar de compañías infantiles de centros escolares de San Sebastián y a lo largo de las 24 horas que dura la fiesta circula una centena de tamborradas de adultos. El día 20 a las doce de la noche, la Unión Artesana arría la bandera en la Plaza de la Constitución como fin de fiesta. Se trata de una fiesta con raíces históricas surgida a finales del XIX. La música que se interpreta, que incluye el himno de la ciudad (Marcha de San Sebastián, cuya letra fue obra de Serafín Baroja, padre del también donostiarra Pío Baroja), fue escrita por Raimundo Sarriegui, originalmente para piano, siendo adaptadas posteriormente para banda).

Entre la citada fiesta de San Sebastián y los carnavales existen distintas fiestas culturales y populares, entre las que cabe destacar la de los Caldereros, que se celebra el sábado más cercano a la Virgen de la Candelaria, que trata de recordar el paso de tribus nómadas por San Sebastián. Otra de estas festividades se celebra un día después de Caldereros, bajo el nombre de Iñudes eta Artzaiak, una fiesta completamente carnavelesca, donde se disfrazan, de alcalde, obispo, panadero, mikelete, cuidadoras, pastores...

En agosto, durante la semana del día 15 (la Asunción), se celebra la Semana Grande donostiarra, la gran fiesta veraniega de la ciudad. Entre las diversas actividades que se organizan, destacan el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales y los desfiles de la comparsa de Gigantes y Cabezudos.

A finales de agosto y principio de septiembre se celebran las Euskal Jaiak (Fiestas Vascas), que se han celebrado bajo diferentes formas y no sin interrupciones desde la década de 1920. Son una suma de eventos culturales, deportivos y festivos relacionados con la cultura vasca que se programan a lo largo del último mes del verano. El plato fuerte de las mismas es la celebración de la Bandera de La Concha, la principal competición de traineras disputada en el Cantábrico. Esta excede el ámbito estrictamente deportivo, ya que la ciudad se llena de decenas de miles de seguidores de los equipos participantes en un ambiente de fiesta. Las tandas clasificatorias se celebran un jueves y la Bandera propiamente dicha los siguientes dos domingos en dos tandas. En el programa de las Euskal Jaiak se incluye la celebración del 31 de agosto en la que se recuerda el incendio que arrasó la ciudad en 1813, durante la guerra de la Independencia, que dejó en pie una sola calle, la más antigua de la ciudad: la calle 31 de agosto, de la Parte Vieja. Esta efeméride se conmemora con un conmovedor desfile de antorchas que se realiza por dicha calle. Otro punto fuerte es el ''Sagardo Eguna'' (Día de la Sidra) que suele celebrarse el sábado anterior al segundo domingo de regatas y que a la feria propiamente dicha une un gran número de actividades festivas paralelas.

El 21 de diciembre es el día de Santo Tomás. Durante este día se pueden ver por toda la ciudad puestos de productos artesanales entre los que destacan, por ser la comida típica del día, el talo, la chistorra (o txistorra, en euskera) y la sidra. Los puestos en cuestión suelen estar colocados en lugares como la plaza de Guipúzcoa o la plaza de la Constitución de la ciudad, y suelen estar atendidos por organizaciones o grupos de escolares.

El ocio nocturno de la ciudad se centra en varios puntos: la Parte Vieja, el entorno de la calle de los Reyes Católicos junto a la catedral del Buen Pastor y las discotecas de la bahía de la Concha y de la playa de la Zurriola.

En la Parte Vieja se concentran grupos variados de jóvenes de todas las edades, muchos de los cuales se desplazan a las discotecas de La Concha tras el cierre de los bares de dicha zona. Las tres discotecas situadas en la bahía acogen a todo tipo de público, si bien son consideradas discotecas de público con alto poder adquisitivo. Estas tres discotecas, principalmente las situadas en el edificio del Real Club Náutico de San Sebastián y junto al balneario de La Perla, acogen las fiestas del Festival Internacional de Cine. Otras opciones de ocio nocturno son el café situado en el Teatro Victoria Eugenia, la discoteca a orillas de la playa de la Zurriola, el centro de Ocio Illumbe formado por la plaza de toros y un centro comercial con pubs, restaurantes y discotecas o los mencionados bares del centro de la ciudad en el entorno de la Catedral.

Según datos de la Sociedad de Fomento del Ayuntamiento, casi el 70% de los donostiarras tiene estudios similares o superiores al bachillerato. El 26,6% dispone de algún título universitario o de estudios técnicos.[53]

Al margen de los numerosos colegios privados de carácter religioso y laico y de las escuelas e institutos públicos, dependientes del Gobierno Vasco, la tradición musical de la ciudad pone de relieve el Conservatorio de Música Francisco Escudero, creado en 1879 y que posee una notable biblioteca musical con uno de los fondos históricos más importantes del país.

En lo que a la enseñanza superior universitaria se refiere, en la ciudad tienen presencia cuatro universidades y un conservatorio superior.

La investigación científica se está desarrollando de forma considerable principalmente en tres núcleos. En el campus donostiarra de la Universidad del País Vasco, donde tienen su sede la Facultad de Ciencias Químicas, la Escuela Universitaria Politécnica y cerca del cual se halla el Tecnun, Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Navarra, se encuentra el Nanogune, centro de investigación de nanotecnología, y un centro de investigación mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad del País Vasco. Asimismo, en el campus se encuentra la sede del Donostia International Physics Center.

Otro núcleo de investigación es el Parque Tecnológico de Miramón, situado cerca del barrio de Ayete en un entorno natural. En él tienen su sede diversas empresas dedicadas a la investigación científica y tecnológica y el Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Guipúzcoa (CEIT), y está previsto que nuevas empresas se vayan instalando en Miramón en los próximos años.[54]​ Además de esta vertiente científica, el entorno de Miramón acoge también la sede de las Juntas Generales de Guipúzcoa y próximamente la nueva sede y auditorio del Orfeón Donostiarra.[55]

Por último el Hospital Universitario Donostia con su Instituto de Investigación Biodonostia canaliza gran parte de la investigación biosanitaria de Guipúzcoa.

La ciudad deportiva de San Sebastián, situada en el barrio de Amara, es Anoeta, donde se encuentra el Estadio de Anoeta (que sustituyó, en 1993, al Campo de Fútbol de Atocha), el Velódromo de Anoeta, una piscina olímpica, una piscina de ocio, varias canchas polideportivas polivalentes, un polideportivo, tres frontones, gimnasio, miniestadio, el Palacio de Hielo, un hotel, así como un circuito para la práctica del skate. Se trata de uno de los complejos deportivos más completos de España. Asimismo, existen otros polideportivos repartidos por los respectivos barrios (Antiguo, Ibaeta, Gros, Altza,...). El Hipódromo de San Sebastián, también llamado Hipódromo de Lasarte, está situado en el barrio de Zubieta. Se trata del hipódromo más importante de España junto con el Hipódromo de la Zarzuela, en Madrid. Fue creado en 1916.

La Real Sociedad o «La Real», fundada en 1909 como sucesora directa del Club Ciclista de San Sebastián, es el equipo de fútbol de San Sebastián. Fue campeón de la Liga en dos ocasiones, ha ganado otros trofeos como la Copa del Rey y ha estado en varias ocasiones a las puertas de ganar otros campeonatos nacionales e internacionales. Después de unas décadas de fútbol en 1.ª división, el club de la ciudad jugó en 2ª división desde la temporada 2007–-2008 hasta que consiguió el ascenso, quedando campeona de 2ª división en la temporada 2009-2010, por lo que desde la temporada 2010-2011 milita de nuevo en 1.ª división.
El campo de fútbol de La Real es el Estadio de Anoeta, pero los entrenamientos se desarrollan en las Instalaciones de Zubieta que el club posee en el barrio de Zubieta.

De la misma forma, la Sociedad Deportiva Lengokoak Kirol Elkartea es uno de los clubes convenidos con la Real Sociedad que mayor aportación de jugadores realiza a dicho club, entidad que cumplirá en 2013 su quincuagésimo aniversario y que ha estado desde su fundación fielmente ligada al club de referencia de Guipúzcoa. Entre los deportistas de renombre forjados en el Lengokoak podemos destacar a Luis Miguel Arconada y Javier Urruticoechea, llegando a convertirse ambos en figuras internacionales de la portería. David Zurutuza, actual centrocampista blanquiazul, también tuvo su origen en la S. D. Lengokoak K. E.

En el ámbito del baloncesto, el principal club es el San Sebastián GBC. El 23 de mayo de 2006, en el Polideportivo José Antonio Gasca de Anoeta, el Bruesa GBC, equipo profesional del San Sebastián Gipuzkoa Basket Club, aseguró su ascenso de la liga LEB-1 (de la que se proclamó campeón) a la liga ACB, con lo que el baloncesto donostiarra volvió a situar a un equipo local en la principal liga española y segunda más importante del mundo. Ese año, el equipo se mudó a la Plaza de Toros de Illumbe, recinto con una capacidad de 11 000 espectadores, que fue reacondicionada como cancha de baloncesto. Tras consumar su descenso a la liga LEB-1 en abril de 2007, volvió de nuevo a la máxima categoría en junio de 2008. Con el patrocinio de Seguros Lagun Aro el club donostiarra se ha asentado en la Liga ACB, en la que compite en la temporada 2011-2012 por cuarta temporada consecutiva, habiendo disputado por primera vez la Copa del Rey.

El C.D. Fortuna K.E. es un club deportivo fundado en 1911 dedicado a la promoción del deporte de base. Cuenta con numerosas secciones deportivas y organiza la popular carrera pedestre Behobia-San Sebastián. En el 2003 fue galardonado con la medalla al mérito ciudadano.

El Atlético San Sebastián es un club polideportivo fundado en 1958 de gran tradición e implantación social en la ciudad. Cuenta con equipos de hockey hierba masculino y atletismo femenino situados entre la élite del deporte español. En el pasado sus secciones de baloncesto masculino y rugby estuvieron también a primer nivel.

El Bera Bera Rugby Taldea es un club polideportivo fundado en 1986. Destacan sus equipos de rugby masculino: el Pegamo Bera Bera que juega en la Liga Española de rugby y el equipo de balonmano femenino, el Balonmano Bera Bera, que está en la Liga española de balonmano femenino y que ha sido dos veces campeona de la División de Honor de balonmano femenino y cuatro veces de la Copa de la Reina.

El Club Deportivo Egia Balonmano, que tiene su sede en el barrio de Egia, es el club de balonmano con más tradición de la ciudad. Tiene equipos masculinos en varias categorías, desde cadete hasta senior.

El remo donostiarra actualmente tiene como mayor representación la trainera del club Donostiarra, aunque en otras modalidades siguen en total actividad los históricos Ur-Kirolak y Donostia Arraun Lagunak.

El Real Golf Club de San Sebastián, fundado en 1910, tenía sus instalaciones en Lasarte-Oria y en 1969 se trasladaron a Fuenterrabía.

San Sebastián constituye un importante destino turístico tanto en el ámbito español como en el europeo. Son habituales las referencias periodísticas internacionales a las bondades turísticas de la ciudad. De hecho, y a modo de ejemplo, San Sebastián fue elegida por el periódico inglés The Guardian como «una de las cinco mejores ciudades de veraneo» del mundo, junto con Berlín, Estocolmo, Nueva York y Ámsterdam.[56]

Uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad es la gastronomía. También lo son los festivales de verano (Jazz, Quincena Musical y Cine). La bahía de La Concha, bordeada por su característica barandilla, es el símbolo turístico de San Sebastián. En el centro de la bahía se encuentra la perla de La Concha, que es la isla de Santa Clara.

Junto a la playa de Ondarreta, y siguiendo hasta el final el paseo que bordea la bahía, se llega al Peine del Viento, un conjunto escultórico elaborado por Eduardo Chillida y convertido en otro de los símbolos de la ciudad. Avanzando en sentido oeste por el paseo de La Concha se encuentra el singular Palacio de Miramar, construido en estilo inglés por la Casa Real española en 1893 y vendido al Ayuntamiento en los años setenta. Los jardines del palacio, abiertos al público, ofrecen unas espectaculares vistas a la bahía, al igual que el Parque de Atracciones Monte Igueldo, pequeño parque de atracciones de principios del siglo XX desde el que se obtienen unas vistas espléndidas de la bahía. Desde el Peine del Viento hasta Mompás, una salida de tierra al mar bajo el monte Ulía en el extremo oriental de la ciudad, recorriendo la bahía de La Concha, el pequeño puerto, el paseo Nuevo, la desembocadura del río y el paseo de la playa de la Zurriola, puede recorrerse un paseo marítimo de unos siete kilómetros de longitud sin cruzar un solo semáforo.

Los paseos por el centro de la ciudad, la denominada Área Romántica de la Belle Époque, cuyas calles principales están totalmente peatonalizadas, y junto al río Urumea, son otro de los puntos fuertes de la oferta turística de San Sebastián. Son reseñables los edificios de la Diputación Foral de Guipúzcoa (inspirado en el edificio de la Ópera de París), la Catedral del Buen Pastor y los edificios de Correos y el Centro Cultural Koldo Mitxelena, situados en la misma plaza, o el Ayuntamiento (antiguo casino). En la parte vieja son destacables el Museo San Telmo, la iglesia de Santa María y la parroquia de San Vicente. Junto a la desembocadura del río se encuentran el Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina, que configuran uno de los conjuntos monumentales más atractivos de la ciudad. Cruzando el río por el puente de María Cristina, el más vistoso de los puentes donostiarras, se encuentran la estación del Norte y las villas de estilo puramente francés situadas al borde del río.

La ciudad de San Sebastián está hermanada con nueve ciudades.[57]




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