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La guerra de los mundos (novela)



La guerra de los mundos es una novela de ciencia ficción escrita por H. G. Wells y publicada por primera vez en 1898, que describe una invasión marciana a la Tierra. Es la primera descripción conocida de una invasión alienígena de la Tierra, y ha tenido una indudable influencia sobre las posteriores y abundantes revisiones de esta misma idea. De la novela de Wells se han hecho numerosas adaptaciones a diferentes medios: películas, programas de radio, videojuegos, cómics y series de televisión.

La historia de la novela es relatada por un narrador sin nombre en 1904, seis años después de la invasión marciana, y comienza con una cita de Johannes Kepler, seguida por una introducción dada por el protagonista, un escritor de artículos de ciencia especulativa (cuyo nombre nunca es mencionado), contando la visita por entonces a un observatorio en Ottershaw con la invitación de un "notable astrónomo" llamado Ogilvy. Allí son testigos de una explosión en la superficie del planeta Marte, parte de una serie de sucesos de ese tipo que despiertan mucho interés en la comunidad científica, que los supone actividad volcánica. Días después, lo que se cree un "meteoro" impacta en el campo comunal de Horsell, cerca de Londres. El narrador tiene su hogar cerca, y él es uno de los primeros en descubrir que el objeto es un cilindro artificial lanzado desde Marte, el cual se abre, dando paso a los "marcianos" grandes y grisáceos, de piel "marrón aceitosa", "del tamaño, tal vez, de un oso", con "dos grandes ojos de color oscuro y bocas en forma de uve sin labios, que gotean saliva" y "dos grupos de tentáculos de górgona", seres que el narrador encuentra "a la vez vitales, intensos, inhumanos, lisiados y monstruosos". Como tienen dificultades para moverse y respirar debido a la gravedad y atmósfera terrestres, se retiran rápido otra vez al cilindro.

Una delegación humana, que incluye al astrónomo Ogilvy, se acerca con una bandera blanca, pero los marcianos los incineran a ellos y espectadores cercanos con un rayo calórico, antes de empezar a ensamblar su maquinaria dentro del agujero. Esa noche el ejército rodea el campo, y su presencia tranquiliza a los lugareños.

En la lucha que se acaba desatando la ciudad resulta dañada por el rayo marciano. Tras el ataque, el narrador lleva a su esposa a Leatherhead para permanecer con sus parientes hasta que los marcianos estén muertos; al regresar a casa en un pequeño carruaje de dos ruedas alquilado, ve por primera vez lo que los marcianos han estado construyendo: un enorme trípode, una "máquina de guerra", gigantescos trípodes andantes metálicos de 30 metros de alto, coronados por una "capucha" de latón de la cual cuelgan tentáculos metálicos. Miraban alrededor por medio de una placa de vidrio en la capucha y en la parte de atrás llevaban una cesta gigante de metal blanco, en la que capturaban humanos. Las máquinas guerreras aplastan las unidades que el ejército británico coloca ahora en todos los cráteres y atacan a las comunidades circundantes. Al llegar a su casa el narrador conoce a un artillero, que le dice que otro cilindro ha aterrizado entre Woking y Leatherhead, separando al narrador de su esposa. Los dos hombres intentan escapar juntos, pero al llegar al río Támesis se ven trípodes en el horizonte y empiezan a destruir el pueblo con el rayo calórico. Las baterías inglesas empiezan a atacar y una granada explota en la capucha de una máquina guerrera. El robot se tambalea, se tropieza con la iglesia de Shepperton y cae en el río produciendo una gran explosión. Al caer el generador del rayo calórico en el agua provoca una gigantesca ola que mata mucha gente. El narrador por poco muere ahogado. Al salir del agua es casi aplastado por la pata de una máquina guerrera. El narrador conoce a un cura, y al escapar junto a él observan a los marcianos utilizar una nueva arma, el humo negro.

Más cilindros caen en todo el campo inglés y comienza una gran y frenética evacuación masiva de Londres, gigantesca y desordenada, sin rumbo alguno. Entre las multitudes que huyen está el hermano del narrador, el cual ayuda a dos señoras a librarse de unos ladrones que querían quitarles su carruaje. El hermano recibe una tremenda paliza y sólo se salvan porque la señora Elphinstone (una de las señoras) tenía escondido un revólver bajo el asiento. Después, ellos tres logran subir a un barco, y cruzar el Canal de la Mancha mientras un barco de guerra, el HMS Thunder Child trata de proteger valientemente a los demás barcos y lucha con las máquinas guerreras, que se adentran en el agua y al final vuelan en pedazos junto con el navío.

El narrador y el cura son atrapados en medio de una casa destruida, con vista al cráter de uno de los últimos lugares de aterrizaje marciano. Es así testigo encubierto de las acciones de los marcianos, incluida su utilización de los seres humanos capturados como suministro de alimento a través de la absorción directa de sangre. Se oculta allí junto con el cura, que ha sido traumatizado por los eventos, y se comporta como un demente. Fruto de su locura el cura comienza a gritar. Aterrado de que sean escuchados, el narrador lo golpea y deja inconsciente. El cuerpo del cura es descubierto por los marcianos y arrastrado lejos. La máquina marciana captura al cura y el narrador apenas puede evitar la misma suerte. Los marcianos finalmente abandonan su campamento. El narrador entonces viaja a una Londres desierta, pero en el camino se encuentra nuevamente con el artillero. Éste ha planeado que la humanidad comience a vivir bajo tierra, en las cloacas de Inglaterra, con el fin de oponer resistencia a los marcianos.

Al llegar, descubre que tanto la hierba roja como los marcianos han sucumbido abruptamente al interactuar con bacterias terrestres (por efecto del inicio de una contaminación interplanetaria de regreso), a las que no tienen inmunidad natural. El narrador regresa a Woking y se reúne inesperadamente con su esposa, y, junto con el resto de la humanidad, se establece para hacer frente a las nuevas y más amplias vistas del universo que la invasión ha hecho caer sobre ellos.

Diez llegadas marcianas son mencionadas en la novela comenzando en junio "en los primeros años del siglo XX":

La duración de la guerra es de tres semanas:

La novela fue adaptada por Orson Welles, en octubre de 1938 para crear un serial radiofónico que en su momento creó gran alarma social. Welles cambió algunos aspectos del argumento, incluso el lugar del primer aterrizaje marciano: Grover's Mill, Nueva Jersey. Se emitió con el formato de noticiario de carácter urgente (aunque hubo un aviso al principio sobre su carácter ficticio, pero muchos oyentes se incorporaron con la narración ya iniciada, por lo que se perdieron el aviso y creyeron que era real). Esto provocó escenas de pánico entre ciudadanos de Nueva Jersey y Nueva York, que creyeron que se estaba produciendo una verdadera invasión alienígena de la Tierra. La ingenuidad de un público que aún no conocía la televisión contribuyó al éxito de la propuesta de Welles, que, sin embargo, debió ofrecer disculpas públicamente a los radioyentes.

Casi 11 años de la adaptación radial neoyorquina, un fenómeno similar pero de consecuencias mayores, ocurrió en Ecuador, al sur del continente. El 12 de febrero de 1949, mientras se realizaba la transmisión de un programa musical nocturno por medio de Radio Quito, en aquel tiempo uno de los medios de comunicación más importantes del país, los locutores decidieron interrumpirla para dar paso a una adaptación de la obra radial de Orson Wells, dándole a esta un toque quiteño, haciéndole pasar como un reporte periodístico. Los locutores habían contratado a actores de radionovelas para llevar a cabo con éxito esta transmisión radiofónica. Cada uno de ellos, personificaría a gente huyendo desesperada,soldados, autoridades locales y nacionales, con el fin de darle a la obra, el toque más realista posible. Esta transmisión se inició cuando los radiodifusores anunciaron, que un objeto volador había sido visto cerca de las Islas Galápagos, y otro, estaba sobrevolando la ciudad de Latacunga, y que ya había sido destruida, y, que se estaba aproximando a Quito rápidamente.

Ante esta "información radial", la ciudadanía quiteña se había concentrado en las calles de la ciudad, en masivos éxodos hacia las montañas, huyendo todos desesperados para salvar sus vidas, porque pensaban que esto era real. Asimismo, muchas personas también se congregaron en largas filas de los confesionarios de las iglesias, creyendo ingenuamente que el fin de la Tierra estaba cerca. Sin darse cuenta muy bien del asunto, la transmisión radiofónica siguió su curso durante unos veinte o quince minutos más, hasta que se les fue comunicado sobre la gravedad de esta situación en las calles. En consecuencia, tuvieron que dar por finalizada la obra, y anunciar a la ciudadanía, que tan solo se trataba de una obra ficticia.

En ese momento, la multitud que estaba evacuando la ciudad, pasó en cuestión de minutos del pánico a la furia. Dieron media vuelta, y se dirigían ahora a las instalaciones de Radio Quito. Al llegar, muchos otros quiteños se habían unido a ellos, y empezaron a apedrear y a apalear el edificio, con el fin de desaparecer a Radio Quito del aire. Sin embargo, alguien había traído gasolina y fuego,lanzándolos hacia el edificio. El fuego y la gasolina hicieron una magnífica combinación con el papel, la tinta y los aceites de la imprenta de diario El Comercio, (otro prestigioso medio periodístico ecuatoriano), que funcionaba en las mismas instalaciones de la emisora. Así empezó uno de los incendios más memorables en la historia del país.

El fuego se propagaba con rapidez por el edificio, y la vida de todos los que se encontraban allí, estaba en alto riesgo. Muchos lograron salvarse saltando desde las ventanas y balcones, o hacia el techo de algún edificio colindante. No obstante, cinco personas fallecieron calcinadas y asfixiadas, y otros cuantos, quedaron gravemente heridos. Esto, sin contar con los muchos suicidios por parte de algunas personas que habían creído que la invasión marciana era verídica.

Ambos medios volvieron al aire pocos años después del desastre, manteniéndose en vigencia hasta la actualidad.

La novela ha sido adaptada muchas veces al cine y una serie televisiva (considerada La Guerra de los Mundos 2; secuela de la primera adaptación al cine); en cuanto a las películas realizadas se cuentan adaptaciones realizadas como dos cinematográficos y otros dos "directos a video". La más famosa y exitosa adaptación fue la de 1953 a pesar de alejarse mucho de la trama de la novela. En esta versión los protagonistas son un científico y una guapa jovencita y los extraterrestres utilizan vehículos voladores con forma de manta raya para destruirlo todo a su paso; los eventos tienen lugar en los alrededores de Los Ángeles, California. En ningún momento aparecen los trípodes, la maleza roja, el Thunderchild, los ingenios manuales ni el personaje del artillero. Además, en una escena, se intenta destruir a la raza invasora utilizando la bomba atómica, idea que no tiene éxito. La serie televisiva que le precede como secuela directa tiene elementos tanto del libro como de la película; la serie tuvo dos temporadas de relativo éxito.

La última adaptación fue estrenada en 2005, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Cruise y Dakota Fanning, lo que ha contribuido a que la popularidad de la novela permanezca casi inalterable desde su publicación. La versión de Spielberg es más humana y se apega ligeramente más a la versión de Wells al narrar la invasión desde la perspectiva de un hombre común tratando de sobrevivir. Los personajes del cura y el artillero son unidos en un solo personaje interpretado por Tim Robbins que representa al "veterano loco". Aparece la famosa "maleza roja" de la novela, aunque no como un método de colonización sino como un sistema de los alienígenas para guardar su alimento, la sangre humana; en esta versión se retoma la imagen clásica de las máquinas trípode desintegrando a los humanos con el rayo abrasador, sin embargo aquí se sugiere que las máquinas fueron enterradas en la Tierra millones de años atrás y que los extraterrestres que habían planeado esto durante siglos (lo cual plantea incógnitas como, por ejemplo, por qué no vinieron antes o cómo pueden verse afectados por las bacterias terrestres). Esta versión tampoco ocurre en Inglaterra (ocurre en el noreste de Estados Unidos, posiblemente como homenaje al programa de radio de 1938), la heroica batalla del Thunderchild vuelve a ignorarse y se retoman los "escudos protectores" de la versión de 1953.

Las otras dos versiones del filme son también de 2005, directamente para video doméstico. Una de ellas, de la factoría "The Asylum", es bastante fiel a la novela aunque vuelve a transcurrir en Estados Unidos en la actualidad y sustituye los trípodes por robots orgánicos con forma de cangrejo de bajo presupuesto. La otra, "HG Wells' The War of the Worlds. We can't stop them" es una reproducción exacta de los acontecimientos descritos en el libro, dirigida por Timothy Hines y editada por Pendragon Pictures, pero es poco apreciada entre los aficionados por sus efectos especiales de bajo nivel y la exagerada interpretación de los protagonistas.

Jeff Wayne's Musical Version of The War of the Worlds (en español: Versión musical de Jeff Wayne de La guerra de los mundos) es un álbum conceptual producido por Jeff Wayne lanzado a la venta en 1978. El álbum adapta la historia de esta novela. En 1998, la empresa Rage Software Limited se basa en dicho álbum para crear un videojuego de computadora de estrategia militar en tiempo real, distribuido por GT Interactive llamado Jeff Wayne's The War of the Worlds.

Algunos escritores han hecho historias derivadas de La Guerra de los Mundos, sobre la misma invasión marciana fuera de la Gran Bretaña. Dos notables novelas son Night of the Cooters de Howard Waldrop, sobre una máquina marciana en Texas, y Foreign Devils de Walter Jon Williams, sobre la invasión marciana en China.

El canadiense Jean-Pierre Guillet escribió la novela La Cage de Londres, una secuela de La guerra de los mundos que relata una nueva invasión marciana a Londres.

El libro War of the Worlds: Global Dispatches (ISBN 0-553-10353-9) de Kevin J. Anderson es una antología que incluye la historia original de Wells y las historias derivadas de otros autores.

En 1934, seis semanas después de la publicación de las series de la novela como en revistas, la revista New York Journal American hizo una secuela llamada la Conquista de Marte de Edison de Garret P. Serviss, que relata un contraataque contra los marcianos dirigido por Thomas Alva Edison. La secuela se publicó en novela hasta 1947. En 1969, Forrest J. Ackerman publicó una versión llamada La invasión de Marte.

En la novela W. G. Grace's Last Case' de Willie Rushton, W.G. Grace y el Doctor Watson, se relata que se detiene a una segunda invasión marciana atacando a la flota marciana, aparcada en el lado oculto de la Luna, con bombas biológicas de influenza.

En 1975, el escritor Manly Wade Wellman y su hijo Wade Wellman publicaron la novela Sherlock Holmes' War of the Worlds, que relata como Sherlock Holmes, el Dr. Watson, y el Profesor Challenger experimentan la invasión marciana relatada por Wells.

Eric Brown escribió un corto relato llamado Ulla, Ulla en el año 2002, que relata sobre una expedición a Marte que descubre la verdad detrás de la novela de Wells.

The Tripods es una trilogía de ciencia ficción para adultos escrita entre 1967 y 1968 por John Christopher. Relata la historia de la Tierra dominada por extraterrestres que pilotan máquinas de tres patas, los humanos son esclavos y un grupo de adolescentes liberarán al mundo de los extraterrestres.

En el segundo volumen de la serie de historietas de Alan Moore, The League of Extraordinary Gentlemen, la liga compuesta por héroes y antihéroes de otras obras clásicas de ficción se enfrentan a la invasión extraterrestre en plena época victoriana tal y como la describe Wells, excepto que los marcianos reciben la ayuda del “Hombre Invisible” (también creado por Wells). Al final el servicio secreto lanza un híbrido de estreptococo y ántrax con lo cual derrotan a los invasores pero también matan a muchos humanos. Bond, de quien la liga recibe órdenes revela que a la población se les dirá que los marcianos murieron de gripe y los humanos murieron asesinados por los marcianos, (el final escrito por Wells).

En los años 1990, Marvel Comics creó un superhéroe llamado Killraven, guerrero de los mundos que pelea contra los marcianos un siglo después de haber conquistado el planeta tierra en la segunda invasión.

Películas que se han inspirado en la invasión marciana son Footfall por Larry Niven y Jerry Pournelle, el serial Worldwar de Harry Turtledove, Independence Day y Mars Attacks!.

En 2017, para coincidir con el 150 aniversario del nacimiento de H. G. Wells y tras vencer el copyright de la novela original el 31 de diciembre de 2016, se publica una secuela oficial autorizada, The Massacre of Mankind (La Masacre de la Humanidad) por Stephen Baxter. La historia está ambientada 14 años después de la original y narra como los marcianos vuelven una segunda vez mucho mejor preparados.

A partir de esta novela se creó la subcultura extraterrestre, de la cual sólo el público de Estados Unidos o Reino Unido comprende el doble significado del término "alien" no sólo como sinónimo de "extraterrestre", de seres de otros mundos invadiendo la Tierra, sino también como inmigrantes de diferentes culturas invadiendo sus países.

El libro fue interpretado como una crítica a las acciones coloniales en África, Asia y América. La justificación de la conquista de pueblos no europeos fue normalmente "el poder de la razón"; por ejemplo, Europa siempre ha tenido una tecnología superior, lo cual ha otorgado a los europeos la condición de seres superiores, cuya misión era conquistar todos los países y pueblos y llevarles el progreso. Este argumento se desvanece con la llegada de unos marcianos, que a su vez estaban tecnológicamente mucho más avanzados. Haciendo caso de los argumentos de los colonizadores, deberían subyugar a Europa. Wells parece disfrutar con la destrucción literaria de lugares donde pasó una infancia infeliz. Si bien la historia narra una invasión extraterrestre procedente de Marte, la verdadera intención del autor es, en realidad, criticar los usos y costumbres de la sociedad victoriana. Para ello, Wells se vale de unos marcianos que aplastan la Inglaterra de finales del siglo XIX para denunciar las prácticas colonialistas de sus conciudadanos:

la hipocresía de la sociedad victoriana:

y hasta la cobardía y displicencia de sus conciudadanos, valiéndose para ello de personajes como el cura:

o el artillero:

- ¿Por qué andaba caminando por el campo comunal en vez de estar aquí? -le pregunté.
- Estaba tomando aire -repuso-. Ya volvía. Es menos peligroso de noche.
- Pero ¿y el trabajo?
- Uno no puede trabajar siempre -dijo.
De inmediato lo vi tal cual era. Él titubeó un instante, con la pala en la mano.
- Ahora deberíamos hacer un reconocimiento desde arriba, pues si se acerca alguno de ellos podría oír el ruido y tomarnos de sorpresa- manifestó;
[...]

Así, la novela se convierte en un magnífico ejemplo de lo que realmente es la ciencia ficción: no se trata tan sólo de una serie de historias más o menos imaginativas en las que la ciencia cobra cierta importancia, sino un género literario que se basa en situaciones falsas pero más o menos plausibles para plantear temas de importancia para el autor o su época.

Buena parte del mensaje de Wells sigue vivo más de un siglo después de que él escribiera la novela. Hace tiempo que la Inglaterra victoriana quedó atrás, pero la naturaleza del hombre no ha cambiado: cuando una situación excepcional lo libera de los condicionantes sociales, el ser humano se transforma por completo. Por esta razón, la historia puede ser retomada siempre, como hizo Spielberg con su adaptación cinematográfica.



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