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Robin de Locksley



Robin Hood es un arquetipo de héroe y forajido del folclore inglés medieval. Inspirado por Ghino di Tacco (ladrón histórico italiano cuya fama lo llevó a ser mencionado en la Divina Comedia y el Decamerón), su personaje es un hombre llamado Robin Longstride o Robin de Locksley (o Loxley), quien sería de gran corazón y viviría fuera de la ley, escondido en los bosques de Sherwood y Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham. El mejor arquero, defensor de los pobres y oprimidos, según la leyenda luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan sin Tierra, quienes utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se les oponían. En la Inglaterra medieval, todo individuo que se oponía a los edictos reales era considerado forajido.

En inglés, Robin Hood significa "Caperuza de petirrojo"[1]​ pero también "Robin el truhan".[2]​ La traducción "Robin de los Bosques" es un error que seguramente proviene de la confusión entre hood ("capucha" o "truhan") y su parónimo wood ("madera").[2][3]​ Se puede concretar que hood pudiendo significar "truhan" en inglés, Robin Hood podría ser originalmente "Robin el truhan" y no "Robin de los Bosques". La famosa capucha, elemento distintivo del personaje, podría ser un elemento añadido a posteriori por la leyenda anglosajona a fin de explicar el nombre por el sombrero y ya no asociarlo con su lado criminal.[4]

Los historiadores buscaron ávidamente un Robin Hood real, y encontraron personajes con nombres parecidos, que bien pudieron ser el legendario bandido, aunque en épocas posteriores al reinado de Juan sin Tierra.

Las investigaciones de Joseph Hunter revelaron que un hombre llamado Hood vivió en Locksley y Wakefield, en el condado de York. Era sobrino de un herrero al servicio de un noble y había nacido en 1290. En 1322, Thomas, conde de Lancaster, alzó en armas a sus súbditos, entre los que se contaba Bob o Robin Hood, contra el rey Eduardo II de Inglaterra. La rebelión fue aplastada y se supone que Robin se refugió en el campo de Barnsdale, lindante con el de Sherwood. Se suponía también que Robin atacó constantemente a los comerciantes que atravesaban el campo, hasta que el propio rey y otros nobles, disfrazados de monjes, fueron por él y lograron que el bandido prometiera fidelidad al soberano. Todas estas suposiciones, adosadas a los datos sobre la existencia de un Robin Hood en tiempos de Eduardo II, fueron recogidas en La pequeña gesta de Robin Hood, de Wyrkyn de Worde, primero en popularizar el uso de la imprenta en Inglaterra y primero en señalar a Robin como Fulke Fitzwarin, conde de Hunttington. Esta obra fue publicada en 1459. Hay quien sostiene que el Conde de Hunttington, un noble que en 1160 inició un enfrentamiento con el rey de Inglaterra tras ser despojado previamente de su título, dio origen a tal ficción. El Robin histórico reaparece en registros de 1324, que prueban que recibió salarios en el palacio real. La leyenda dice por su parte que este Robin volvió a los bosques para continuar sus aventuras, hasta que, herido de muerte, se refugia en el convento de Kirklees. Antes de expirar, dispara con su arco a través de una ventana y pide que lo entierren donde caiga esa flecha. Cerca del convento, una antigua lápida señala el lugar en el que supuestamente cayó la flecha y Robin fue sepultado.

Los datos históricos arrojan como posibles personajes en los que se habría inspirado la leyenda a algunos nobles autoproscriptos, y también a simples hombres de pueblo. Entre el reinado de Juan, rey de Inglaterra entre 1199 y 1216, y la aparición de las primeras baladas en el siglo XV, parece haber registros de una decena de bandidos que usaron el apelativo Robin Hood, al punto de que los historiadores creen que era la forma en que se denominaba genéricamente a los bandoleros de los bosques. En el siglo XVIII, el doctor William Stukeley atribuyó la personalidad de Robin Hood al noble Robert de Kyme, quien vivió entre 1210 y 1286. Cronológicamente, debió actuar como bandido después del reinado de Juan. En 1936, fueron publicados documentos en los que consta que en 1226 se vendieron en York muebles y enseres de un fugitivo llamado Robin Hood.

Este marco histórico permite suponer que la leyenda se inspira en la existencia de bandas armadas formadas por campesinos y leñadores que se dedicaban tanto al pillaje como a hostigar a la nobleza, posteriormente al triunfo de la invasión normanda, en el siglo XI.

En junio de 2006, arqueólogos británicos de la Universidad de Sheffield dicen haber ubicado las ruinas de la vivienda de Robin Hood en el condado de Yorkshire del Sur, cuestionando la tradición que afirmaba que el legendario héroe medieval había vivido en los bosques de Sherwood, en el norte de Inglaterra.

El equipo de expertos halló las ruinas de un castillo cerca de South Yorkshire y no en el condado de Nottingham, donde se creía que había vivido el mítico personaje. La noticia puede tener un impacto negativo para Nottingham y el bosque de Sherwood, que reciben cada año miles de visitantes de todo el mundo, interesados en la vida de Robin Hood. También se cree que su nombre era Barón Fitz Warin, aunque también era conocido como Robin de Locksley.

El manuscrito Sloane del Museo Británico contiene un escrito anónimo con la vida de Robin Hood. De acuerdo con esta descripción, se cree que nació en Lockesley, en el condado de Nottinghamshire o Yorkshire, alrededor del año 1160. El lugar nombrado ya no existe, aunque sí hay un pueblo llamado Loxley en el condado de Staffordshire.

Varias regiones de Inglaterra reivindican el haber sido el lugar del nacimiento y las correrías de Robin Hood, siendo el más conocido Nottingham y su bosque de Sherwood.[5]​ No obstante, al comienzo de varios relatos se le cita como Robin de Barnsdale, colocando a sus seguidores en los bosques alrededor de Pontefract, en Yorkshire, cerca de la "Bahía de Robin Hood".[6]

Pero también hay un gran número de historias que abogan por la existencia real de Robin Hood. Una de ellas cuenta que fue un defensor de Simón de Montfort, y que con sus rebeldes luchó contra Enrique III en la Batalla de los Barones de 1260. Otra tradición afirma que nació en Wakefield y tomó parte en la rebelión de Thomas Lancaster contra Eduardo II en 1322.

Sin embargo, la historia más real puede ser la que presenta a un hombre llamado Robert Hood, nombre que aparece en un documento legal de 1226, al que se le califica como fugitivo. No se sabe a ciencia cierta si este Robert Hood fue el que más tarde dio lugar a la leyenda de este personaje.[7]

Hay una tradición en la que se cuenta que Robin Hood fue indultado por el rey de Inglaterra. No se sabe cuál fue el rey en cuestión, aunque se habla de Ricardo Corazón de León, si bien un escrito medieval lo cita con el nombre de Eduardo. Históricamente hablando, Eduardo II pudo ser el monarca que se esconde tras esta historia.

La búsqueda del verdadero Robin Hood se complica, ya que Hood, Hod y Hoder eran apellidos muy comunes en la Inglaterra medieval, y lo mismo pasaba con los nombres Robert y Robin. Lo cierto es que la palabra “Robinhood” se convirtió pronto en un apodo que utilizaron muchos funcionarios para describir a los exiliados de la ley. Hay evidencias de al menos 8 personas antes de 1300 a las que se le adjudicaron el seudónimo. De hecho, la palabra “hood” sigue significando “gángster” o “persona fuera de la ley” en Norteamérica.

Por su parte, Hood (o Hud) –siempre según Graves– no correspondía a la capucha, sino que ha sido el nombre dado al leño (en inglés actual, wood) tallado de una encina sagrada y quemado para las fiestas rituales de la primavera europea (en el mes de mayo). Dentro de tal leño se suponía la existencia de un insecto, una especie de "piojo" que era llamado también hood, que se suponía que lograba saltar junto a las chispas del fuego, quedando así alegremente siempre libre del peligro.

Como curiosidad cabe señalar que con el tiempo se utilizó la popular figura de Robin Hood como ícono reivindicativo defensor de la causa sajona contra los normandos. La figura de Lady Marian, como novia de Robin, que aparece por primera vez en baladas del siglo XV, también sirvió como reivindicación de la conciencia femenina a partir del siglo XIX.

Según la leyenda, Robin Hood está a punto de casarse con la bella Marian Gilewater, hija del barón de Arlongford. Pero la ceremonia es interrumpida por una banda de soldados del Príncipe Juan, quienes irrumpen en la capilla y declaran a Robin Hood "un hombre fuera de la ley". Este consigue huir con sus fieles amigos y compañeros y se refugia en el bosque de Sherwood, convirtiéndose así en el príncipe de los ladrones.

Marian, encerrada con su propio padre, se escapa y se reúne con su novio, seguida por el cura-confesor, el Hermano Miguel, que cambiará de nombre después por el de "Pequeño Juan".

Mientras tanto, el príncipe Juan se enamora de Marian, la busca desesperadamente y quema el castillo de su padre. Tras mil aventuras en el bosque, Robin Hood y sus amigos encuentran un caballero desconocido: el rey Ricardo, que vuelve de la Tierra Santa. Éste devuelve sus títulos nobiliarios a Robin y a los demás perseguidos y puede, por fin, desposar a su amada.

Los acólitos del forajido Robin Hood, también llamados "Hombres alegres", eran, entre otros:

La primera mención manuscrita de Robin Hood se encuentra en Pedro el Labrador (Piers Plowman), de William Langland, en 1377, donde el sacerdote Sloth declara: “Conozco las rimas de Robin Hood”. Años más tarde, el cronista escocés Juan de Fordun escribe que de los personajes de baladas, Robin Hood “es el que más me gusta”.

Scotichronicon (1377), crónica de Walter Bower, es una de las primeras menciones del personaje legendario de Robin Hood y de Little John (Pequeño Juan).

Al comienzo del siglo XVI, cuando se imprimen numerosas baladas, Robin aparece en ellas como un caballero (gentleman), nombre dado en esta época a los comerciantes o granjeros independientes. Recién hacia fines de este siglo adquiere un título de nobleza y toma el nombre de «Robin de Locksley», o «Robert Fitz Ooth, conde de Huntington», y comienza a ser un personaje situado alrededor de 1190, cuando el rey Ricardo Corazón de León parte hacia Jerusalén en la Tercera Cruzada. La asociación romántica con Marian (o Marion, a veces también llamada Matilde) data de este período. El poeta romántico John Keats la menciona como personaje central en el poema que dedicó a Robin Hood a comienzos del siglo XIX.

Es en este siglo que Robin Hood se vuelve un rebelde sajón que combate a los señores normandos y aparece en la novela Ivanhoe (1820), de Walter Scott. El novelista recrea esta época en su novela, que narra los conflictos entre los normandos y los antiguos anglosajones. Allí aparece Robin de Locksley, con su gavilla de arqueros, aliado al héroe del relato, Ivanhoe, un noble sajón que regresa de una cruzada en la que combatió junto a Ricardo Corazón de León, hermano de Juan Sin Tierra.

En la obra de Howard Pyle, Las alegres aventuras de Robin Hood (1883), excepto Marian, están todos los personajes que luego aparecen en las incontables adaptaciones de la leyenda.

Las diferentes recreaciones incluyen más o menos los mismos episodios: el encuentro de Robin con Little John en el bosque y el combate con palos sobre un tronco que atraviesa un arroyo; la aparición del pícaro fraile Tuck en el bosque y su captura; la burla de Robin al sheriff en el concurso de arqueros, en el que Robin participa disfrazado de mendigo tuerto; el rescate de Will Stutely; un gran número de batallas con los hombres del sheriff; el regreso del legítimo rey Ricardo Corazón de León y, finalmente, el casamiento con Marian.

Desde la Edad Media hasta el presente, libros, canciones y baladas, piezas de teatro y comedias musicales, películas y series de televisión han ido construyendo un mito de acuerdo a sus respectivas épocas. Así, Marian puede jugar tanto el papel de una guerrillera como el de una jovencita sumisa, o el mismo Robin es representado ya sea como un bandido o como un resistente que combate por una causa justa.

En 1958 dos obras de teatro recuperaron la figura del Conde de Hunttington, que celebra su matrimonio y recupera el título nobiliario perdido. Walter Scott en su novela publicada en 1820, titulada Ivanhoe, incorpora la figura de Robin como un noble sajón de apellido Locksley; este lucha por recuperar el trono para el rey Ricardo Corazón de León frente a su hermano Juan sin Tierra.

En 1953, en el contexto del macartismo y de la persecución de los "comunistas" en los Estados Unidos, Robin Hood fue considerado "propaganda comunista" por el Estado de Indiana y eliminado de las bibliotecas.[8]

Algunas adaptaciones al cine y la televisión fueron:

La figura de Robin Hood ha sido popularmente descrita como alguien que “le saca dinero a los ricos y se lo entrega a los pobres” o bien desestimando la "legalidad" del cobro de impuestos o cualquier otra acción del poder político; es decir, alguien que justifica un acto inmoral con argumentos legales.

Aunque popularmente su interpretación ha ido cambiando con el paso del tiempo de desestimar al poder político por el cobro de impuestos mediante el uso de la fuerza a personificar la figura de Robin Hood en el poder político por la distribución de los impuestos a las clases bajas.

Robin Hood es un Servant de clase "Archer" que el protagonista del videojuego para teléfonos inteligentes Fate/Grand Order puede invocar. Su rol es brindar apoyo junto a otros servants para reparar la historia de Estados Unidos en la singularidad de E Pluribus Unum.

Robin Hood también aparece en el videojuego para consolas PlayStation Portable y serie de anime Fate/Extra CCC como un antagonista secundario y en Fate/Extella LINK como uno de los personajes jugables.



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