Rotrou III (antes de 1080 – 20 de enero/6 de mayo de 1144), a veces hispanizado como Rotrón o llamado con el epíteto de el Grande (le Grand), fue un noble normando, conde de Perche y Mortagne desde 1099. Fue famoso como cruzado y participante en la Reconquista en España oriental, llegando a gobernar la ciudad navarra de Tudela de 1123 a 1131. Es generalmente considerado el introductor de los caballos árabes en Perche, dando origen a los percherones. Con su fundación en 1122 de un monasterio en La Trappe en memoria de su mujer, Matilda, hija de Enrique I de Inglaterra sentó las fundaciones de los trapenses.
Rotrou era hijo de Geoffrey II, conde de Perche, y Beatrice de Ramerupt, hija de Hilduino IV, conde de Montdidier. Pertenecían por parte paterna al linaje de Rotrou, uno de los principales linajes de la nobleza anglonormanda de la marca fronteriza del sur del ducado, Perche. Su padre Geoffrey era el señor de Mortagne-au-Perche y Nogent-le-Rotrou, en el Ducado de Normandía, elevado a condado en 1190, y hermano de los señores de Châteaudun y Montfort-le-Rotrou. Como otros nobles normandos, su padre había hecho fortuna con la conquista de Inglaterra tras la batalla de Hastings (1066).
Su madre pertenecía a una familia noble de Champaña que pese a ser del norte de Francia había emparentado con dinastías españolas a través de la tía de Rotrou, Felicia de Roucy, lo que generó una red de relaciones que influyó poderosamente en la vida de Rotrou.
Rotrou participó en la Primera Cruzada, viajando con el ejército del duque de Normandía, Roberto Curthose. Los motivos de Rotrou fueron probablemente familiares: una hermana suya se casó con Raimundo de Turena, también cruzado en el ejército de Raimundo IV de Tolosa. Su madre, Beatriz, era hermana de Ebles II de Roucy, quién había realizado una campaña en España en 1073, y Felicia, mujer del rey de Aragón Sancho Ramírez que también se vio envuelto en varios conflictos cruzados. Tampoco puede descartarse que concurriera una motivación religiosa.
Según la Chanson d'Antioche, Rotrou estuvo a las órdenes de Bohemundo de Tarento durante el asedio de Antioquía y fue uno de los primeros en pasar sus muros mediante escalas el 3 de junio de 1098. Cuando los cruzados se enfrentaron a una fuerza de socorro selyúcida dos semanas más tarde en batalla campal, Rotrou fue uno de los comandantes del frente. Cumplió sus votos y llegó a Jerusalén. La Chanson también menciona su valentía en la batalla de Nicea.
El padre de Rotrou, Geoffrey de Mortagne, falleció en 1099 durante la ausencia de Rotrou dejándole como heredero de las tierras familiares. En el primer domingo después de regresar a Francia, Rotrou visitó el monasterio de Nogent-le-Rotrou, fundado por su familia y ubicación de la tumba de su padre. Allí pidió convertirse en confrater (hermano) de la Abadía de Cluny, casa madre de Nogent, y para mostrar su sinceridad y probar el cumplimiento de su juramento cruzado colocó en el altar una carta que confirmaba las donaciones de sus predecesores a la abadía y la palma que trajo desde Jerusalén.
El puesto de Rotrou en el ducado de Normandía era el de defensor de la frontera con la Isla de Francia. Este carácter militar probablemente fuera reforzada por su participación en la Primera Cruzada y por los conflictos con otros nobles normandos. Mientras que su padre sólo detentó el título de vizconde, Rotrou normalmente usó el de conde. En 1105 se enfrentó a Robert de Bellême, venciéndole en una disputa por tierra en Bellême. Se trataba de un conflicto entre señores vecinos que se remontaba a su padre dado que la casa de Bellême había sido el principal competido de los Rotrou en Perche.
En la guerra entre Enrique I de Inglaterra y Roberto Curthose, Rotrou apoyó al primero mientras su rival de Belleme apoyaba al segundo. Rotrou fue una figura importante en la administración ducal tras la captura de Roberto en Tinchebray en 1106 y la subsecuente toma de Normandía por Enrique I. Rotrou era también un vasallo directo de Enrique en Inglaterra, donde tuvo feudos jure uxoris en nombre de su mujer Matilda, la hija del rey. No estuvo a menudo en Inglaterra pero según las fuentes estuvo muy unido a su mujer.
En 1107, Rotrou construyó un castillo en un terreno parcialmente alodial y parcialmente en señorío de Hugo II de Le Puiset, desafiando los derechos de Hugo a la propiedad. Como el papa Urbano II había tomado las “casas, familias y todos los bienes de los cruzados bajo la protección de San Pedro y la Iglesia Romana”, y tanto Hugo como Rotrou eran veteranos de la Primera Cruzada, la disputa era compleja. El obispo y abogado Ivo de Chartres no lo pudo resolver, al implicar un juicio por combate que la iglesia no podía presidir, y lo remitió al tribunal del Condado de Blois. Allí Hugo perdió, pero en la violencia que siguió su inquilino, quién tenía el usufructo de la tierra como feudo, fue capturado por los hombres de Rotrou. El papa reinante, Pascual II, que se encontraba en Chartres en abril, envió el caso a Ivo, quién se quejó en una letra que ya que “esta ley de la Iglesia que protege los bienes de los caballeros que van a Jerusalén era nueva... No sabían si la protección aplicaba sólo a sus propiedades o también a sus fortificaciones.” Rotrou negó que el caso tuviera nada que ver con la nueva ley.
Rotrou podría haber participó por primera vez en la Reconquista duranta la primera década del siglo XII (posiblemente 1104–5). Luchó según algunas fuentes junto a un grupo de normandos al servicio de su primo materno Alfonso I el Batallador, entonces rey de Aragón y Pamplona, hasta que el aragonés conspiró contra ellos y regresaron en casa. Se ha especulado con que dicha historia fue inventada para desacreditar a Alfonso por los cluniacenses, aliado del rival de Alfonso, Alfonso VI de León. Más probable es que el grupo lograra poco para ser útil o incluso no llegara a combatir a los musulmanes dada la protección a cambio de parias entre Alfonso el Batallador y la taifa (reino musulmán) de Zaragoza en el periodo. En tal caso, la expedición podría haber sido desbandada. Quizás la "conspiración aragonesa" fuera un rumor entre los normandos que regresaban descontentos.
Después de la muerte de su mujer, su hijo mayor y dos de sus sobrinos en el hundimiento del Barco Blanco (1120), Rotrou regresó a España. Puede haber sido un acto de penitencia (quizás creyendo que sus pecados habían traído la tragedia) o quizás una manifestación pública de duelo, dado que su mujer era hija del rey inglés que también perdió a su heredero, Guillermo Adelin, en la catástrofe. Según la Crónica de San Juan de la Peña, Rotrou participó en las conquistas de Zaragoza (1118) y Tudela (1119), pero esta crónica ha sido tachada de apócrifa. Muchos barones franceses pueden ser confirmados en la expedición contra Zaragoza en los Anales de la Corona de Aragón (que también mencionan a Rotrou en otros periodos) del cronista Jerónimo Zurita. Sin embargo, Zurita le omite entre la ayuda transpirenaica de la campaña de Zaragoza. Así mismo Rotrou consta luchando para Enrique I en Normandía en 1119, con lo que no podría haber participado en la conquista de Tudela, a pesar de que la Crónica de San Juan le hace el líder durante la conquista y el primer y gobernante independiente de la ciudad. Tampoco es mencionado en los documentos de la rendición de Tudela.
Por ello lo más probable es que Rotrou siguiera en Normandía hasta 1120, cuándo firmó un acto de confirmación relativo a la abadía de Arcisses. Ya que sí consta que recibiera tierra en Zaragoza después de la conquista, podría haber enviado dinero u hombres para asistir en la empresa. No firmó los fueros de la ciudad, a diferencia de otros nobles de Francia que habían participado personalmente en la conquista. Llegó a Aragón sobre 1121-1123. Su primera participación constatable fue probablemente la campaña contra Lérida de 1123. Una carta aragonesa de abril de 1123 se refiere a Rotrou como "conde en Tudela", a pesar de que no se refiriera específicamente a él como el gobernante de la localidad. El señor normando Robert Burdet, que posteriormente fue señor de Tarragona puede haber luchado junto a Rotrou en Normandía y haberle seguido a España c. 1123. Robert es mencionado por primera vez en una carta emitida por Rotrou en España, en la que le concede algunas casas en Zaragoza a un caballero suyo de nombre Sabino en agradecimiento por sus servicios (diciembre de 1124). Hay una referencia ligeramente más tardía qué muestra a Rotrou en control de Tudela y en la que se nombra a Robert como su alcalde o comandante militar de la ciudadela y a un Duran Pixon como juez. Esta carta también afirma, contra la Crónica de San Juan, aquel Rotrou regía Tudela como vasallo de Alfonso el Batallador, al que llama “emperador” en el documento. Cartas similares de febrero de 1128 y noviembre de 1131 muestran que continuó en el poder durante casi una década, incluso aunque Rotrou estuviera a menudo ausente en Normandía y Robert Burdet en Tarragona. Cuándo Alfonso le concedió fueros a Tudela en 1127 también menciona a Rotrou, Robert y Duran. Se ha sugerido que el cargo de Rotrou al mando de una ciudad de importancia en el reino de Alfonso fue una compensación por el trato de la campaña de 1104-1105 o una muestra la importancia que su ejército normando tenía al servio de Alfonso.
En el invierno de 1124–25, Alfonso lanzó una campaña hacia el sur. Rotrou dirigió una expedición contra la fortaleza musulmana de Peña Cadiella (Benicadell), que guardaba la carretera de Alicante a Valencia. Dado que las tropas musulmanas de Murcia a menudo usaban esta ruta hacia Valencia, era de importancia estratégica para cualquier campaña en el oriente de Al-Ándalus. La expedición de Rotrou, parte de la campaña real, fue planeada en paralelo. Rotrou fue asistido por los caballeros aragoneses de la Confradía de Belchite y su maestre, Galindo Sánchez. Rotrou regresó a Normandía con sus tropas en 1125, dejando a Robert Burdet a la cabeza de Tudela (dónde está atestiguado en cartas de 1126 a 1128). Rotrou no participó en la campaña andaluza de Alfonso, y circularon rumores en Normandía de que Alfonso hizo su campaña por envidia de los logros de Rotrou.[cita requerida]
Rotrou regresó junto a Alfonso en 1130, durante el sitio de Bayona. El 26 de octubre, Alfonso concedió el fuero de Tudela a la ciudad aledaña de Corella. Rotrou fue uno de los firmantes, ya que el castillo de Corella le había sido concedido por el rey en diciembre de 1128 (posiblemente en pago a los servicios prestados durante la repoblación de Cella en el año precedente). Es atestiguado finalmente como gobernante en Tudela con Robert como su segundo en un acto privado de noviembre de 1131, del que sobreviven dos originales. Siguió en Iberia hasta marzo de 1132, cuándo actuó de testigos en los fueros de Asín.
En algún momento antes de que 1144, Rotrou regresó a las cruzadas en Oriente Medio, siendo uno de los pocos barones del norte de Francia en hacerlo.La Trappe.
En este segundo viaje Rotrou obtuvo algunas reliquias que donó al monasterio fundó enEn España, Rotrou estableció vínculos con García Ramírez, futuro rey de Navarra. García se casó con Margarita de l'Aigle, hija de la hermana de Rotrou Juliana y de Gilbert, señor de l'Aigle. Margarita tuvo una hija llamada Margarita de Navarra, que sería reina de Guillermo I de Sicilia. Durante el periodo de regencia para su hijo (1166–71), hizo canciller a su primo Esteban du Perche, el hijo menor e ilegítimo de Rotrou. Gilberto, nieto de Rotrou (aunque se desconoce a través de qué hijo) fue nombrado conde en Gravina.
Rotrou se casó originalmente con una mujer de nombre desconocido, con la que tuvo una hija:
Su segunda mujer fue Matilde, hija ilegítima de Enrique I de Inglaterra y su amante Edith Ansfried. Matilde se ahogó en el hundimiento del Barco Blanco el 20 de noviembre de 1120. Habían tenido dos hijas:
Su tercera mujer fue Hawise, hija de Walter de Salisbury y hermana de Patrick, Conde de Salisbury. Tuvieron dos hijos:
Rotrou también tuvo dos niños ilegítimos con amantes desconocidas:
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