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Óblast Autónomo Hebreo



El Óblast Autónomo Hebreo, también llamado Óblast Autónomo Judío (en ruso: Еврейская автономная область, tr.: Yevreyskaya avtonomnaya óblast; en yidis: ייִדישער אױטאָנאָמער געגנט, tr.: Yiddisher autonomer gegnt; antiguamente República Autónoma Judía; abrev. OAH), es uno de los cuarenta y siete óblasts que, junto con las veintidós repúblicas, nueve krais, cuatro distritos autónomos y tres ciudades federales, conforman los ochenta y cinco sujetos (entidades subnacionales) de la Federación Rusa. Su capital y centro administrativo es Birobidzhán. Está ubicado en el distrito Lejano Oriente y limita al norte con Jabárovsk, al este y sur con China y al oeste con Amur.

El artículo 65 de la Constitución de Rusia de 1993[1]​ establece que la OAH queda como único óblast autónomo de Rusia,[2][3]​ siendo de iure una de dos jurisdicciones judías oficiales del mundo (la otra siendo el Estado de Israel).[4]​ Sin embargo, de los 176 558 residentes del territorio en 2010, solo 1628 eran judíos, es decir, menos de un por ciento. El resto de habitantes del territorio, de 36 244 km² de extensión, son principalmente rusos étnicos (casi un 90 %) y ucranianos. Eso, junto a la ausencia de un gobierno local judío, la centralización de las actividades político-sociales (sobre todo después de la reforma constitucional de 2020) y la intervención de las autoridades rusas para mantener una «neutralidad étnica»,[5]​ que el óblast en la actualidad es considerado por muchos un proyecto histórico más que una jurisdicción autónoma o judía.

El Óblast Autónomo Judío está localizado en la zona horaria de Vladivostok (VLAT/VLAST). El clima en el territorio es monzónico, con veranos cálidos y húmedos debido a la influencia de los monzones de Asia del Este; y con inviernos ventosos, secos y muy fríos, debido al anticiclón siberiano.

La economía se basa en la minería (oro, estaño, hierro y grafito), madera, agricultura limitada y manufactura ligera (principalmente textiles y procesamiento de alimentos).

La información confiable sobre los judíos en este territorio no existe sino hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Los que allí vivían, era una pequeña cantidad y llegaron por accidente. Las primeras comunidades judías surgieron en Siberia a principios del siglo XIX. La mayoría de los judíos siberianos eran exiliados y sus descendientes, a los que posteriormente se les agregaron cantonistas retirados.[6]​ Los primeros documentos de archivo sobre los judíos del Lejano Oriente se remontan a 1875, y solo había unas pocas docenas de ellos. Sin embargo, estas cifras no incluían a los judíos que vivían allí ilegalmente.[6]

A principios de la década de 1880, la proporción de judíos en la región del Amur era de aproximadamente el 2%. En este territorio no solo hubo protestas antisemitas y pogromos característicos de la parte europea de Rusia en ese momento, sino también antisemitismo interno. Sin embargo, la política de las autoridades locales hacia los judíos era discriminatoria y restrictiva, en pleno cumplimiento de la legislación vigente en ese momento. En particular, a los judíos se les prohibió establecerse en la franja fronteriza de 100 millas con China.[6]​ Además de las restricciones legislativas, también hubo una arbitrariedad generalizada de las autoridades locales antisemitas.[6]​ La doctora en Ciencias Históricas Victoria Romanova señala que en las condiciones de escasez de mano de obra y recursos financieros en Siberia y el Lejano Oriente, la política restrictiva hacia los judíos, que no representaban ninguna amenaza ni para la población local ni para el sistema estatal, no tenía una justificación razonable.[6]

Según el censo de 1897, de los 120 hombres judíos de la región del Amur que caían en la categoría de "población independiente", había 10 comerciantes, 9 mercaderes, 41 campesinos, 26 militares, 11 trabajaban como sirvientes privados y 9 se dedicaban a la manufactura de ropa. En total, según el censo en la región del Amur, había 394 judíos (0,33% de la población).[6]​ El cargo de rabino en Jabárovsk fue desempeñado en la segunda mitad de la década de 1880 por el "judío erudito", el arquitecto principal del Departamento de Construcción y Unidades de Carreteras bajo el Gobernador General de Priamursky, Samuel Yosifovich Ber.[6]

La Revolución de Octubre dio un nuevo impulso al desarrollo de este territorio.[7]​ La abolición de la zona de Asentamiento permitió que una gran cantidad de judíos se trasladaran a tierras libres dentro del antiguo imperio. Los bolcheviques vieron la solución de la cuestión judía en Rusia en la "sovietización" de los judíos, es decir, en desviarlos de las actividades que consideraban burguesas (finanzas, comercio, pequeñas artesanías) e introducirlos en el trabajo físico. La revolución socavó los cimientos económicos tradicionales para la existencia de la población judía, y esto fue un duro golpe para los judíos pobres en la parte europea del país, privados de su sustento. Debido al hecho de que, como resultado de la guerra civil, se paralizó la industria a gran escala en Rusia, la sovietización de los judíos solo pudo realizarse a través de la "agrarización", es decir, la transformación de los judíos en campesinos. Para ello, era necesario estimular el reasentamiento de judíos en las tierras disponibles en Rusia en abundancia, vacías y aptas para la agricultura.[8][6]

Lenin planteó en 1919 la creación de una unidad autónoma judía en su política nacional, mediante la cual cada grupo nacional de los que componían la Unión Soviética recibiría un territorio sobre el que tendría autonomía cultural en un marco socialista. También se buscó dar una solución a los problemas que el judaísmo, que iba en contra del ateísmo marxista; y el sionismo, el cual iba en contra de la visión soviética sobre el nacionalismo, suponían para la Unión Soviética. La idea era crear una nueva "Sion soviética", donde una cultura judía proletaria pudiera surgir.[9]​ Establecido en enero de 1918, el Comisariado Judío bajo el Comisariado del Pueblo de las Nacionalidades se comprometió, entre otras cosas, en la búsqueda de tierras libres para el reasentamiento de los judíos.[10]​ La cuestión de la formación de la autonomía judía en la URSS se discutió en el Politburó del Comité Central del Partido Comunista de los Bolcheviques de la Unión desde 1923. Se creó una comisión apropiada bajo el liderazgo de Alexander Tsiurupa.[11]

Con el fin de organizar y apoyar el movimiento de reasentamiento judío, en agosto de 1924, por Decreto del Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS, se creó el Comité de Ordenamiento Territorial de los Trabajadores Judíos (KomZET), encabezado por Pyotr Smidovich. En diciembre del mismo año, se creó el Comité Público para la Organización de la Tierra de los Trabajadores Judíos (OZET) bajo el liderazgo de Yuri Larin. La tarea de este último era movilizar al público, principalmente extranjero, para apoyar los proyectos de gestión de la tierra.[6]

Primeramente se comenzó a crear una región autónoma judía en Crimea, a la cual empezaron a llegar los primeros habitantes, y en Pryazovia, el litoral del Mar de Azov.[12][13][14]​. Sin embargo, pronto surgieron problemas entre la población autóctona y los recién llegados judíos, iniciándose ataques antisemitas y pogromos. Esta discriminación sufrida por la comunidad judía ocasionó que en la primavera de 1927 se eligiese como alternativa reasentar a los judíos en el Lejano Oriente y se determinó que el área de la futura región sería Birobidzhán. En agosto del mismo año, una expedición de científicos agrícolas dirigida por Borís Lvóvich Bruk, en la que había también representantes del KomZET y de la OZET, evaluó positivamente las perspectivas de la zona para un futuro asentamiento.[15][16]

La teoría de Stalin sobre la cuestión nacional sostenía que un grupo solo podía ser nación si tenían un territorio, y como no había un territorio judío, los judíos no eran una nación y no tenían derechos como tal.[9]​ Los comunistas de origen judío argumentaban que la manera de resolver este dilema ideológico era creando un territorio judío, de ahí la motivación para formar un óblast autónomo judío.[9]​ Políticamente hablando, era considerado deseable crear una patria judía dentro de la URSS como una alternativa al sionismo y a la teoría propuesta por sionistas socialistas como Dov Ber Borojov, que afirmaba que la "cuestión judía" se podía resolver creando un territorio judío en Palestina.

Gennady Kostirchenko en el libro «La política secreta de Stalin. El poder y el antisemitismo» escribió:

De esta manera, se resolvió radicalmente el problema de encontrar trabajo para decenas de miles de comerciantes, artesanos y artesanos judíos que quebraron y se encontraron desempleados como resultado de la política de restricción de la Nueva Política Económica, y la gravedad del antisemitismo al reasentarse los judíos de la parte europea urbanizada a un área casi desierta, por el contrario, disminuyeron.[18]​ Los partidarios activos del proyecto del Lejano Oriente fueron el presidente de la CCA, Mijaíl Kalinin, y el presidente de KomZET, Pyotr Smidovich. El jefe de OZET, Yuri Larin, se opuso a esta opción, creía que las difíciles condiciones naturales y el importante aislamiento de las regiones centrales eran de poca utilidad para la gente del pueblo que se estaba cambiando a la agricultura por primera vez.[6]

Otra meta importante del proyecto de Birobidzhán era incrementar el número de asentamientos humanos en el Lejano Oriente soviético, especialmente a lo largo de la vulnerable frontera con China.[6]​ Los asentamientos se organizaron en el área después de que comenzara la revolución en 1925. Según el censo de fines de 1926, la población del distrito era de 34.195 habitantes, incluidos 30.417 rusos, 3178 coreanos y 600 autóctonos.[19]

En 1928, prácticamente no había asentamientos en el área, mientras que los judíos tenían raíces profundas en la parte occidental de la Unión Soviética, en Ucrania, Bielorrusia y la propia Rusia (la antigua Zona de Asentamiento). De hecho, inicialmente había propuestas de crear una República Soviética Judía en Crimea o en partes de Ucrania, pero éstas fueron rechazadas por temor de rechazo entre los gentiles de esas zonas.

El 28 de marzo de 1928, el Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS adoptó una resolución “Sobre la asignación a KomZET para las necesidades del asentamiento continuo de tierras libres para trabajadores judíos en la zona del Amur del Territorio del Lejano Oriente” [7][20]​ en la cantidad de aproximadamente 4,5 millones de hectáreas. [11]​En abril-mayo de 1928, los trenes con los primeros colonos judíos comenzaron a llegar a la estación de Tikhonkaya.[21][7]​El 7 y 8 de julio de 1928, se creó el primer consejo de la aldea judía "Birefeld" en el área del campo experimental de Birsk y varios asentamientos en el área de Ekaterino-Nikolsky. [19]

El Óblast Autónomo Judío fue fundado en 1928 como "Distrito Nacional Judío". El idioma oficial sería el yidis, en lugar del idioma hebreo, y las nuevas artes y literatura socialistas reemplazarían finalmente al judaísmo como expresión de cultura.

Birobidzhán fue importante para los propósitos propagandísticos contra el sionismo, que era una doctrina que rivalizaba con el marxismo entre los judíos izquierdistas. El impacto de la propaganda fue tan efectivo que miles de judíos emigraron hacia Birobidzhán incluso desde fuera de la Unión Soviética, incluyendo a algunos que ya estaban establecidos en los kibutz de Palestina.

La geografía y el clima de Birobidzhán eran extremos, y los nuevos pobladores tendrían que reconstruir sus vidas desde el principio. A pesar de las dificultades, un pequeño flujo migratorio de judíos comenzó a llegar a la región. Para los años 1930, el Distrito Nacional Judío fue promovido al estatus de Región autónoma y una propaganda masiva estaba ya en marcha para incitar a más pobladores judíos a establecerse allí. Algunos de estos avisos incluían los elementos típicos de la propaganda soviética del momento, la cual incluía pósteres y novelas en yidis describiendo la utopía social allí. Otros métodos utilizados para la promoción de la región fueron, por ejemplo, la distribución de volantes que fueron arrojados desde un aeroplano sobre un barrio judío de Minsk, en la RSS de Bielorrusia. En otra ocasión, una película en yidis producida por el gobierno llamada Buscadores de la Felicidad, narraba la historia de una familia de judíos estadounidenses que había huido de la Gran Depresión para asentarse en Birobidzhán.

De acuerdo con un censo de población de 1939, la población de origen judío instalada en la región ascendía a 17.695 personas, lo que suponía para ese entonces un 16% del total.[22]​ A medida que la población judía crecía también creció el impacto de la cultura yidis en la región. Se creó un diario en yidis, una compañía de teatro y fueron construidas calles en la nueva ciudad, nombradas en homenaje a destacados autores en lengua yidis, como Sholom Aleichem y Isaac Leib Peretz.[23]

Durante la Gran Guerra Patria 6 700 habitantes de Birobidzhán fueron llamados a fila para combatir con el Ejército Rojo. Después de esta, 14 residentes fueron condecorados con el título honorario Héroe de la Unión Soviética y 4 recibieron la Orden de la Gloria.[24]

Tras la Segunda Guerra Mundial, resurgió la idea de crear en Birobidzhán un posible hogar para los refugiados judíos. Para ese entonces la población judía de la región creció hasta alcanzar casi la tercera parte del total. Pero tales esfuerzos terminaron al crearse el Estado de Israel en 1948. Durante los años que siguieron, la idea de una comunidad autónoma judía en ese óblast fue olvidada por completo. El censo de 1959, a seis años después de la muerte de Stalin y a once de la fundación del Estado de Israel, revela que la población judía comprendía no más de 14.269 individuos.[25]

Con la disolución de la URSS y las nuevas políticas de emigración, la mayor parte de la población judía que quedaba en el país partió hacia Alemania e Israel. En 1991, el Óblast Autónomo Judío fue transferido desde la jurisdicción del krai de Jabárovsk a la jurisdicción federal, pero para cuando esto ocurrió, la mayoría de los judíos se habían ido del lugar y representaban menos del 2 % de la población. A pesar de esto, el idioma yidis ha vuelto a enseñarse en las escuelas, existe también un periódico en yidis y todavía sigue operando una estación de radio en ese idioma.

Un documental llamado ¡Lejayim, camarada Stalin! sobre la creación del Óblast Autónomo Judío y el asentamiento de una colonia judía fue publicado en 2003. Además de ser una historia de la creación de la propuesta como patria judía, también recrea escenas de la actual Birobidzhán y entrevistas con residentes judíos de la región.

Existe un pensamiento radical defendido por antisionistas, antiisraelíes y simpatizantes de la solución de una Palestina única (defendiendo la desaparición del Estado de Israel), de hacer resurgir la República Autónoma Judía como alternativa patria judía, generalmente negando cualquier relación de los judíos con la Tierra de Israel.

El Óblast Autónomo Judío consiste de los siguientes distritos:

Población (2002): 190.915

Grupos Étnicos: según el censo de 2002, el grupo étnico ruso, con 171 697 personas (89,9 %), constituye el grupo más grande, seguido por ucranianos, con 8 403 personas (4,4 %), judíos, con 2.327 personas (1,22 %), tártaros, con 1 196 personas (0,63 %) y bielorrusos, con 1 182 personas (0,62 %). Los residentes se identifican a sí mismos como pertenecientes a 95 grupos étnicos diferentes.



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