Burundi, oficialmente República de Burundi (en kirundi, Republika y'u Burundi, pronunciado /buˈɾundi/; en francés, République du Burundi, pronunciado /by.ʁynˈdi/), es un pequeño estado soberano, ubicado en la región de los grandes lagos en África Oriental, que carece de salida al mar. Limita al norte con Ruanda, al sur y este con Tanzania, y al oeste con la República Democrática del Congo. Tiene una población estimada de aproximadamente 10,5 millones de habitantes[cita requerida] y su territorio se extiende sobre una superficie de 27 830 km². Su capital es la recientemente establecida Guitega. Otras ciudades importantes son Buyumbura, la ciudad más poblada con 1.000.000 habitantes [EIU 2013], y Ngozi. A pesar de carecer de litoral, parte de su frontera occidental limita con el lago Tanganica.
Los pueblos twa, tutsi y hutu han ocupado el país desde su formación hace cinco siglos. Burundi fue gobernado como un reino por el pueblo Tutsi durante más de doscientos años. Sin embargo, al inicio del siglo XX, Alemania y Bélgica ocuparon la región, y Burundi y Ruanda se convirtieron en una colonia europea conocida como Ruanda-Urundi.
El antiguo nombre del país era Urundi-Ubrundi-Bruwanda. Urundi es la abreviación de "Urundi Rwanda" ("La otra Rwanda"), tal como las fuerzas coloniales belgas solían referirse al territorio. El nombre actual del país proviene del lenguaje bantú Kirundi.
La inestabilidad política ocurrida en la región debido a diferencias entre los tutsi y los hutu, provocó dos guerras civiles y genocidios en el año 1970 y de nuevo en los años 1990. Actualmente, Burundi es gobernado como una república representativa presidencial democrática. El 62% de la población es católica, el 8% es musulmana y el porcentaje restante es animista o pertenece a otras religiones cristianas.
Burundi es uno de los países más pobres del mundo y tiene el segundo PIB per cápita más bajo según el Banco Mundial, después de la República Centroafricana. El PIB de Burundi es bajo debido a las guerras civiles, la corrupción, el pobre acceso a los servicios de educación y salud, infraestructura débil y los efectos del VIH/SIDA. Burundi está densamente superpoblada, con una emigración sustancial. El cobalto y el cobre son sus principales recursos naturales, y algunas de las principales exportaciones son azúcar y café. Hoy en día, Burundi sigue siendo una sociedad abrumadoramente rural, con solo el 13% de la población viviendo en zonas urbanas según datos del 2013 y la ocupación de las poblaciones rurales ha provocado la deforestación masiva, erosión del suelo y pérdida de hábitat.
Burundi es uno de los pocos países de África que, junto con la vecina Ruanda con la que está muy relacionado, es la continuación directa de un antiguo estado africano. Los orígenes de Burundi se conocen solo a través de una mezcla de fuentes históricas orales y de arqueología. Existen dos leyendas principales que narran la fundación de Burundi. La más popular cuenta la historia de un ruandés llamado Cambarantama, al que atribuye la fundación de la nación. La otra versión, más habitual . La noción del origen ruandés del reino fue promovida por los colonizadores europeos, porque se adaptaba a su ideal de una clase dirigente que provenía del noreste hamítico. La teoría ha continuado hasta convertirse en un dogma semioficial en el moderno estado de Burundi. Los historiadores dudan del origen hamítico de los Tutsi, aunque aún se cree que sus ancestros migraron desde el norte a lo que es hoy Burundi en el siglo XV.
La primera prueba de la existencia del estado de Burundi es del siglo XVI, cuando este emerge al pie de las colinas orientales. Durante los siguientes siglos se expande, anexionándose pequeños vecinos y llegando a competir con Ruanda. Alcanzó su mayor extensión durante el reinado de Ntare Rugama, que rigió la nación entre 1796 y 1850 aproximadamente y vio como el reino doblaba su tamaño.
El Reino de Burundi se caracterizaba por la autoridad política jerárquica y el intercambio económico tributario. El rey, conocido como el (U)mwami encabezaba una aristocracia ((a)baganwa) que poseía la mayor parte de las tierras y exigía un tributo o tasa de los campesinos y ganaderos locales. A mediados del siglo XVIII, esta realeza Tutsi consolidó su autoridad sobre la tierra, producción y distribución con el desarrollo del ubugabire— una relación clientelar similar a las características de la Europa del feudalismo, en la que el pueblo recibía protección real a cambio de tributos.
Aunque los exploradores europeos y los misioneros hicieron breves incursiones en la zona tan pronto como en 1856, no fue hasta 1899 que Burundi se convirtió en parte del África Oriental Alemana. A diferencia de la monarquía ruandesa, que decidió aceptar los avances alemanes, el rey de Burundi Mwezi Gisabo se opuso a toda influencia europea, rechazando llevar atuendo europeo y resistiéndose al avance de los misioneros y administradores. Los alemanes utilizaron la fuerza armada con éxito, aunque no pudieron acabar con el poder del rey. Finalmente, apoyaron al yerno del rey, Maconco, en una revuelta contra Gisabo. Gisabo tuvo que aceptar la tutela de los alemanes y los alemanes le ayudaron a acabar con la revuelta de Maconco. Los pequeños reinos que se encontraban a lo largo de la orilla occidental del lago Victoria fueron anexionados a Burundi.
Antigua colonia alemana y belga, en 1962 consiguió la independencia y se restauró la antigua monarquía tutsi, bajo la figura del rey Mwambutsa IV. Se proclamó la república en 1966. Burundi ha sido desde los años 60 escenario de varios golpes de estado y masacres producidas por la rivalidad entre las dos etnias principales del país, los hutus y los tutsis, especialmente entre 1993 y 1999, en que la violencia étnica entre facciones hutu y tutsi en Burundi produjo centenares de miles de refugiados y unos 250.000 muertos. A pesar de que algunos refugiados han vuelto desde países vecinos, los enfrentamientos inter-étnicos han obligado a otros a huir. Las tropas de Burundi, para asegurar sus fronteras, han intervenido en el conflicto de la República Democrática del Congo.
Aunque la élite política de los tutsi han gobernado el país durante siglos, tras la última reforma constitucional del 2005 un hutu, Pierre Nkurunziza, fue elegido como presidente. El 13 de mayo de 2015 se produce un intento de golpe de estado liderado por el Mayor General Godefroid Niyombare, el cual fue arrestado el 15 de mayo.
En noviembre de 1995, los presidentes de Burundi, Ruanda, Uganda y Zaire (actualmente República Democrática del Congo) anunciaron una iniciativa regional para una paz negociada en Burundi, favorecida por el antiguo presidente tanzano Julius Nyerere. En julio de 1996, el antiguo Presidente de Burundi, Buyoya regresó al poder mediante un golpe no sangriento. Se autoproclamó presidente de un gobierno de transición e incluso suspendió la Asamblea Nacional, ilegalizó los grupos de oposición e impuso el toque de queda en todo el país.
El golpe recibió la condena de todos y los países de la región, que impusieron sanciones económicas a Burundi en espera de un regreso a la normalidad constitucional. Buyoya accedió en 1996 a legalizar los partidos políticos. Sin embargo, las luchas entre el ejército y las milicias hutu continuaron. En junio de 1998, Buyoya promulgó una constitución de transición y anunció la colaboración entre el gobierno y la Asamblea Nacional, encabezada por la oposición. Después de la muerte de Julius Nyerere en octubre de 1999, los líderes regionales nombraron a Nelson Mandela como árbitro del proceso de paz de Arusha. Con Mandela, el proceso de paz revivió y se realizaron importantes progresos.
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Burundi ha firmado o ratificado:
El Informe sobre la Trata de Personas (Trafficking in Persons, TIP) es un documento relevante que describe bien la situación de respeto a los Derechos Humanos y la vida de las personas en todo el mundo. El informe de 2017 considera que el Gobierno de este país no ha cumplido con los estándares mínimos de respeto de los derechos humanos, ni se ha esforzado lo suficiente para lograrlo, pese a pequeños avances. Se destaca la importancia de incrementar la protección de las víctimas y la implementación de normas más severas. La actual legislación, por ejemplo, no contempla entre los casos de trabajo forzado aquellos en los que una persona podría haber consentido inicialmente aceptar un trabajo, pero después se vio forzada a continuar en él. El informe reprocha, además, a las autoridades burundesas no elaborar informes sobre el tráfico de personas, lo que dificulta determinar el número exacto de víctimas.
El informe de 2019 considera que el Gobierno sigue sin cumplir con los estándares mínimos de respeto de los derechos humanos, ni se ha esforzado lo suficiente para lograrlo. El gobierno informó haber investigado 10 casos de trata durante el año, pero no reportó ningún procesamiento o condena. Se mantuvo la corrupción y la complicidad oficial en los delitos de trata preocupaciones importantes, que potencialmente inhiben la aplicación de la ley.
Burundi se divide en 17 provincias, 129 comunas, y 2638 colinas. Los gobiernos provinciales se organizan bajo estos límites. En el 2000, la provincia de Buyumbura fue dividida en dos provincias, Buyumbura rural y la Alcaldía de Buyumbura.
Además de ser uno de los países más pequeños de África, Burundi carece de litoral y su clima es ecuatorial. Burundi es parte de la Falla Albertina, brazo occidental del Gran Valle del Rift, y se encuentra en una meseta en el centro del continente africano. La altura promedio de la meseta central es de 1700 m, con elevaciones menores en los bordes, y el pico más alto de la nación es el Monte Heha (2690 m), que yace al sureste de la capital, Buyumbura. El Nilo es un río importante en Burundi. El lago Victoria es también una importante reserva de agua, que sirve como empalme para el río Kagera. Otro lago de relevancia es el lago Tanganica, que se ubica en gran parte del suroeste del país.
Las tierras de Burundi se utilizan de forma predominante para la práctica de la agricultura y el pastoreo. Los asentamientos rurales han dado como resultado problemas ambientales tales como la deforestación, la erosión y la destrucción del hábitat. La deforestación del país se llevó a cabo casi completamente debido a la sobrepoblación, con tan solo 600 km² restantes y una pérdida anual de cerca del 9%. Burundi posee dos parques nacionales, el parque nacional Kibira hacia el noroeste (una pequeña región de selvas tropicales adyacente al parque nacional Nyungwe en Ruanda), y el parque nacional Rurubu al noreste (se extiende a lo largo del río Rurubu, también conocido como Ruvubu o Ruvuvu). Ambos fueron fundados en 1982 para conservar la vida silvestre.
WWF divide Burundi en tres ecorregiones: la sabana arbolada de miombo del Zambeze central cubre la mayor parte del país, salvo las montañas del oeste, ocupadas por la selva montana de la falla Albertina; y el extremo nordeste, que corresponde al mosaico de selva y sabana de la cuenca del lago Victoria.
Burundi es uno de los países más pobres del mundo, debido en parte a la carencia de costa,pobreza. Hambrunas y escasez de alimentos han ocurrido a lo largo de la historia de Burundi, especialmente en el siglo XX, y de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, el 56.8% de los niños con menos de 5 años padecen desnutrición crónica. Un estudio científico que abarcó 178 naciones, determinó que la población de Burundi es la que menos satisfacción con su vida posee. Como resultado de su pobreza, Burundi depende económicamente de ayudas extranjeras.
a su sistema jurídico deficiente, al pobre acceso a la educación y a la proliferación del VIH/SIDA. Aproximadamente 80% de la población vive bajo la línea de laLa economía burundesa gira en torno a la agricultura, que representó el 58% del PIB en el año 1997. La agricultura de subsistencia representa a su vez el 90% de la agricultura. La fuente de ingresos más importante es el café, que conforma el 93% de las exportaciones. Otros productos derivados de la agricultura son algodón, té, maíz, sorgo, batatas, bananas, mandioca; carne vacuna, leche y pieles. Algunos de los recursos naturales de Burundi son uranio, níquel, cobalto, cobre y platino. Además del cultivo, otras industrias existentes incluyen: ensamblado de componentes extranjeros, obras públicas y bienes de consumo como mantas, zapatos y jabón. La moneda del país es el franco de Burundi.
Burundi es uno de los miembros de la Comunidad Africana Oriental, y también miembro potencial de la futura Federación de África Oriental.
Estructura del PIB por sectores:
Comercio exterior: Balanza comercial:
Hacia 2015, la población estimada se encontraba en los 10, 500,000 habitantes. Esta estimación toma en cuenta los efectos del sida, que son significativos sobre la demografía del país.
La tasa de crecimiento anual poblacional es del 3,28%[2].
Más de 500 000 personas se han desplazado debido a esta enfermedad.2006, Estados Unidos recibió cerca de 10 000 refugiados provenientes de este país. Sin embargo, el destino más habitual de los emigrantes burundeses es la antigua metrópoli, Bélgica
Muchos burundeses han emigrado a otros países a causa de la guerra civil. EnLa mayor parte de los burundeses vive en áreas rurales, y cerca de un sexto de la población lo hace en urbanizaciones.África Subsahariana. El 85% de la población es de origen étnico hutu, 15% es tutsi y menos de 1% twa, aproximadamente.
La densidad de población de 430 personas por kilómetro cuadrado es la segunda más elevada enLa tasa de fecundidad es elevada, del 6,09% y de natalidad de 42,01 na/1000 habitantes según el CIA World Factbook (2015).
El 62% de la población de Burundi es católica.
Mientras que el 22% es protestante (principalmente la Iglesia Luterana), un 2% de la población es musulmana y por último el 14% tiene creencias animistas tradicionales.La asistencia sanitaria de Burundi es mucho menor que la de otros países. La esperanza de vida es de 50.4 años. Un porcentaje significativo de la población padece de desnutrición. A principios del 2000 había 3 médicos por cada mil habitantes. La prevalencia del sida hacia 2007 era del 4.2%.
Los idiomas oficiales de Burundi son el kirundi, y el francés, siendo este último heredado de la colonización belga. Sin embargo, cabe destacar que el suajili es ampliamente hablado por la mayor parte de la población.
En Burundi se encuentra la Universidad de Buyumbura. Hay varios museos en las ciudades, como el Museo Geológico de Burundi en Buyumbura; además del Museo Nacional de Burundi y el Museo de la Vida de Burumbí, en Gitega. La alfabetización adulta masculina ronda la mitad de los habitantes, y la femenina cerca de un cuarto.
La cultura de Burundi se basa en las tradiciones locales y la influencia de los países vecinos, aunque se ha visto interrumpida por los desórdenes civiles. Dado que la principal actividad industrial en el país es la agricultura, una típica comida burundés consiste en batata, maíz y guisantes. Debido a su coste, la carne solo se come algunas veces al mes. Cuando varios burundeses de conocido cercano se unen para una reunión beben impeke, una cerveza, desde un gran contenedor. Cada persona recibe un sorbete para simbolizar la unidad.
La artesanía es una forma importante de expresión artística en Burundi y es atractiva en forma de regalo para muchos turistas. La cestería es una artesanía difundida entre los artistas burundeses. También se hacen otras artesanías como máscaras, escudos, cerámicas y estatuas.
El tamboreo es parte fundamental del patrimonio cultural de Burundi. El reconocido grupo Royal Drummers of Burundi, que ha tocado durante más de 40 años, se destaca por sus tambores tradicionales, entre los que se encuentran el amashako, el ibishikiso, y el ikiranya. Las danzas se acompañan ocasionalmente por tambores, que se ven frecuentemente en celebraciones o reuniones familiares. El abatimbo, que se practica en ceremonias oficiales o rituales, y también el abanyagasimbo rápido, son algunos de las bailes famosos de Burundi. Algunos instrumentos musicales de renombre son la flauta, la cítara, el ikembe, el indonongo, el umuduri (similar al berimbau brasilero), el inanga y el inyagara.
El kirundi, el francés y el suajili son idiomas que se hablan en Burundi. La tasa de analfabetismo es alta, debido a la baja escolarización. Solo el diez por ciento de los niños de Burundi se pueden permitir asistir a la secundaria. La tradición oral está fuertemente asentada en el país, y transmite historia y lecciones de vida a través de canciones, cuentos y poesías. El imigani, el indirimbo, la amazina, y el ivyivugo son géneros literarios existentes en Burundi.
El baloncesto y el atletismo son deportes notorios en Burundi. El fútbol es un pasatiempo popular en todo el país, como también lo es la mancala. En Burundi la mayor parte de las fiestas cristianas se celebran, siendo así Navidad la más importante. El día de la independencia burundesa es celebrado anualmente el 1 de julio. En 2005, el gobierno decretó que el Eid al-Fitr, una celebración islámica, era considerada fiesta pública.
Recientemente, el gobierno ha realizado cambios en las leyes, uno de ellos criminaliza la homosexualidad. Las personas que se encuentran culpables de haber tenido relaciones con individuos del mismo sexo corren el riesgo de pasar entre dos y tres años en prisión, y deben pagar una multa que ronda entre los 50 000 y 100 000 francos burundeses. Amnistía internacional ha repudiado esta acción, tomándola como una violación a las obligaciones de Burundi bajo el marco de las leyes regionales e internacionales, incluso contra la constitución del país, que asegura el derecho a la privacidad.
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