Claude Lévi-Strauss cumple los años el 28 de noviembre.
Claude Lévi-Strauss nació el día 28 de noviembre de 1908.
La edad actual es 116 años. Claude Lévi-Strauss cumplió 116 años el 28 de noviembre de este año.
Claude Lévi-Strauss es del signo de Sagitario.
Claude Lévi-Strauss (Bruselas, 28 de noviembre de 1908-París, 31 de octubre de 2009) fue un antropólogo, filósofo y etnólogo francés, una de las grandes figuras de su disciplina en la segunda mitad del siglo XX. Al introducir el enfoque estructuralista en las ciencias sociales, fue de hecho el fundador de la antropología estructural, método basado en la lingüística homónima creada por Saussure y desarrollada por el formalismo ruso.
Durante la Segunda Guerra Mundial, siendo judío, se vio obligado a exiliarse a Nueva York en 1941 para huir de la ocupación nazi en Francia. Allí, conoció a unas de las grandes figuras de las ciencias sociales de la época, como el fonólogo ruso Roman Jakobson, con el cual se inició a los principios de lo que se llamará la “antropología estructuralista”, en ruptura con las corrientes dominantes de la etno-antropología del momento (como el evolucionismo).
De esta manera, en la mitad del siglo XX, tuvo una influencia relevante en las ciencias sociales desarrollando un método propio: la antropología estructuralista. Mediante este método, Lévi-Strauss modificó profundamente las disciplinas de la etnología y de la antropología aplicándoles principios holistas resultantes de la lingüística, la fonología, las matemáticas y las ciencias naturales.
Al volver a Francia en 1949, presentó su tesis sobre "Las estructuras elementales del parentesco", primera aplicación de su nuevo método, la cual le aportó una notoriedad internacional dentro de la antropología. Presentó su método al público bajo la forma de una colección de artículos intitulada "Antropología estructural". Por ejemplo, se dedicó a estudiar los mitos con un enfoque estructuralista en su mayor obra Mythologiques. Al aportar una nueva mirada sobre un gran número de problemáticas antropológicas clásicas, su trabajo permitió en gran parte el nacimiento del estructuralismo francés.
Dado el peso de su obra, dentro y fuera de la antropología, fue uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX.
Junto con André Martinet, Roman Jakobson y Morris Swadesh fue uno de los fundadores de la Asociación Internacional de Lingüística.
Nació por azar en Bruselas, Bélgica el 28 de noviembre de 1908; sus padres eran judíos franceses de origen franco-alsaciano: nacido el padre en París y la madre en Versailles. Estuvo Claude Lévi-Strauss solo unos días en Bruselas, donde estaban sus padres ocasionalmente desplazados en casa de unos amigos.
Realizó sus estudios en París, en los liceos Lycée Janson de Sailly y Condorcet. Estudió derecho y filosofía en la Sorbona. No continuó sus estudios de derecho, solo los de filosofía en 1931. Después de trabajar unos pocos años de docencia en enseñanza secundaria, aceptó una oferta de última hora para formar parte de la misión cultural francesa en Brasil, país al que serviría como profesor visitante en la Universidad de São Paulo.
Vivió en Brasil desde 1935 a 1939, y allí llevó a cabo su primer trabajo de campo etnográfico, dirigiendo exploraciones periódicas en el Mato Grosso y la selva tropical amazónica. Ésta fue la experiencia que cimentó su identidad como profesional de la antropología y que reinterpretó en «Tristes trópicos».
Volvió a Francia en la víspera de la Segunda Guerra Mundial y fue movilizado de 1939 a 1940 cuando estalló. Después del armisticio, logró escapar a Martinica, y posteriormente se trasladó a los Estados Unidos, donde impartió clases en la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales de Nueva York. En esta ciudad, conoció y trató al lingüista ruso Roman Jakobson, cuya obra fue fundamental para la evolución de sus ideas.
Llamado a Francia en 1944 por el Ministro de Asuntos Exteriores, regresó a Estados Unidos en 1945. Tras un breve paso por la embajada francesa en Washington como agregado cultural (1946-1947), Lévi-Strauss regresó a París para doctorarse en la Sorbona tras presentar tesina y tesis doctoral (1948), que resultaron ser sus publicaciones iniciales: La vida familiar y social de los indios Nambikwara y Las estructuras elementales del parentesco.
La primera de estas obras fue publicada al siguiente año, como una memoria en una revista especializada de americanistas. Este estudio sobre la vida familiar y social de una comunidad brasileña fue reconocido instantáneamente como uno de los más importantes de la antropología; y tuvo una crítica favorable de Simone de Beauvoir, que acababa de publicar El segundo sexo y que lo vio como un importante estudio de la posición de la mujer en las culturas no occidentales.
En Las estructuras elementales del parentesco —con título análogo a Las formas elementales de la vida religiosa, de Émile Durkheim—, reexaminó cómo las personas organizaban sus familias en un trabajo muy técnico y complejo. Mientras antropólogos británicos tales como Alfred Reginald Radcliffe-Brown sostenían que los parentescos estaban basados en la ascendencia de un ancestro común, Lévi-Strauss pensaba que estos parentescos tenían más que ver con la «alianza» entre dos familias, cuando la mujer de un grupo se casaba con el hombre de otro.
A diferencia de Radcliffe-Brown, quien consideraba a la familia nuclear como la unidad del sistema de parentesco, Lévi-Strauss pensaba que la unidad era la relación entre dos familias, es decir, la alianza que se produce entre dos familias cuando un hombre entrega a su hermana (u otra mujer de su grupo) a cambio de otra mujer, es decir la mujer como "bien más preciado" en el intercambio es la que sirve para fundar las alianzas que fundan a la cultura y esto implica a la exogamia; Lévi-Strauss es uno de los primeros que científicamente explica entonces la interdicción (prohibición) universal del incesto, y lo hace desde la teoría y desde los estudios empíricos ya sea en el mismo momento para todas las culturas (es decir sincrónicamente) ya sea a lo largo de la evolución del ser humano y sus culturas (es decir, diacrónicamente).
A través de los estudios de Roman Jakobson, Lévi-Strauss había tomado contacto con el protoestructuralismo lingüístico de Ferdinand de Saussure, del cual tomó varias nociones que serían capitales en el estructuralismo levistrosiano: la combinatoria, las oposiciones binarias (como las que ocurren para distinguir por oposición a los fonemas del lenguaje), los ejes de sincronía y de diacronía. De hecho, estos elementos teóricos le sirvieron como "herramienta" metodológica para constituir sus teorías estructuralistas, de modo que Lévi Strauss se empeñó en el proyecto de hacer de la antropología una "ciencia dura" en lo posible, que pudiera ser más que matematizable formulable en ocasiones en términos matemáticos; y para esto llegó a tener (tal como se observa en El pensamiento salvaje) alguna colaboración del grupo Bourbaki.
Otro importante aporte teorético de Lévi-Strauss es la distinción entre estructural y estructurante: lo estructural es lo que está en la estructura y lo estructurante es aquello que siendo parte de una estructura constituye a una estructura.
Entre 1940 y principios de 1950, Lévi-Strauss continuó publicando y cosechó éxitos considerables. Con su regreso a Francia, se implicó en la administración del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y el Museo del Hombre, antes de llegar a ocupar un puesto en la École Pratique des Hautes Études.
Siendo Lévi-Strauss ya conocido en los círculos académicos, en 1955 publicó Tristes trópicos. Este libro era esencialmente un viaje novelado de reflexión, sobre sus expediciones etnográficas en Brasil entre 1935 y 1939. Como no pensaba hacer carrera universitaria, dijo todo lo que se pasaba por la cabeza sin censuras, empezando por la frase del inicio:
La frase le costó alguna ruptura.
En su extenso balance-ensayo hizo un uso exquisito de la prosa, la filosofía y el análisis etnográfico, hasta lograr una obra maestra. Los organizadores del Premio Goncourt, de hecho, lamentaron no estar capacitados para premiarlo, porque Tristes trópicos era técnicamente un relato pero no era de ficción.
Lo publicó en la recién iniciada colección "Terre Humaine" de Jean Malaurie, que tendría un futuro de análisis social y plural verdaderamente ejemplar. Ya su nuevo amigo Merleau-Ponty lo propuso para su ingreso en el Colegio de Francia.
Ahora iba a empezar su gran obra y su alta recepción. El pensamiento salvaje, de 1962, supuso una verdadera conmoción en las ciencias humanas, por su reconocimiento del trabajo mental del mal llamado «primitivo», por su defensa de una ciencia del neolítico, heredera además ya de una tradición investigadora anterior, que conseguía clasificaciones de toda la realidad natural (y social) mediante el uso de 'propiedades sensibles', de procedimientos analíticos no tan alejados de su objeto como hará la ciencia moderna. Es decir, en el Pensamiento salvaje, Lévi-Strauss explica, en oposición a quienes como Lucien Lévy Bruhl consideraban una diferenciación neta entre el modo de pensar de los "primitivos" y el de los "civilizados", que el supuesto "pensamiento primitivo" utiliza las mismas reglas estructurantes que el más moderno de los pensamientos científicos.
Dado el largo final de Lévi-Strauss, sobre las ideas de historia y tiempos fríos y cálidos en el desarrollo de una sociedad, el Pensamiento salvaje, finalmente también fue parte de la polémica que mantuvo con Jean-Paul Sartre —Sartre especialmente criticaba la noción de "estructura" si ésta era considerada como algo rígido, prácticamente mecanicista sin tener en cuenta el devenir humano—. En cambio, Louis Althusser se aferró al estructuralismo hasta un punto en que el devenir humano era una historia sin sujeto.
Los cuatro tomos de sus Mitológicas (1964-1971) constituyen una de las obras más decisivas y originales de la antropología del siglo XX, con su acercamiento singular a la mitología americana.
Lo crudo y lo cocido, De la miel a las cenizas, El origen de las maneras en la mesa, y el remate, más marcadamente de estructura musical, El hombre desnudo, son cuatro obras maestras de la pasada centuria.
Analiza progresivamente en ellas los «mitemas» o elementos significativos de miles de mitos por medio de todo tipo de oposiciones (alto/bajo, crudo/cocido, seco/húmedo, etc.), en todo el continente americano, empezando con la Amazonía y concluyendo con los ecos antropológicos de las antiguas poblaciones estadounidenses
El proyecto anterior había sido tan gigantesco que le condujo ya a hacer libros de menor tamaño, pero no de menos relevancia.
La Antropología estructural dos, apareció en 1973, en claro eco con el primer tomo, y con trabajos teóricos fundamentales. Los artículos de La ruta de las máscaras (1975), son tan significativos como los de La alfarera celosa (1985), o los de la Historia de lince (1991).
El libro de entrevistas con Didier Eribon Desde cerca y desde lejos (1988) fue muy esclarecedor sobre su trayectoria. Por otra parte, con Mirar, escuchar, leer (1993), dio ensayos sobre pintura, literatura y música.
En 2008, al cumplir los cien años, apareció una gran selección de su obra, Œuvres, para la colección de La Pléiade, que está dedicada habitualmente a ciertos escritores consagrados. En ella se recogían asimismo algunas piezas inéditas.
Falleció en París el viernes 30 de octubre de 2009.
Tras su muerte se han recuperado aún textos inéditos en libros. En 2011, L'anthropologie face aux problèmes du monde moderne (conferencias sobre la diversidad cultural) o L'autre face de la lune. Écrits sur le Japon (conferencias sobre cultura japonesa, que admiraba). En 2013, al cuidado de Maurice Olender, apareció Nous sommes tous des cannibales, que son 16 crónicas que aparecieron entre 1989 y 2000 en el diario La Repubblica. Se trata de textos inspirados por obras recientes de antropología, o por polémicas con colegas, e incluye unas páginas donde analiza las relaciones entre los antropólogos y los pueblos que estudian.
Las teorías de Lévi-Strauss se exponen en Antropología estructural (1958) y en su continuación, así como al hilo de sus discusiones concretas. En sus obras, influido por Durkheim y el sobrino de este, Mauss, preconiza la aplicación del método estructural de las ciencias humanas. Asevera que un auténtico análisis científico debe ser explicativo.
Lévi-Strauss ha gozado de un lugar preeminente entre los investigadores que afirman que las diferentes culturas de los seres humanos, sus conductas, esquemas lingüísticos y mitos revelan la existencia de patrones comunes a toda la vida humana. Gracias a él, hoy se tiende a rechazar los enfoques etnocentristas en la investigación etnológica humana a favor de los estudios orientados a comparar las tecnologías de los pueblos otrora primitivos en oposición a Occidente; se valorarían sus clasificaciones de la naturaleza o el diagnóstico de enfermedades, por ejemplo.
Entre las críticas que ha tenido se destacan las de Sartre quien considera existe un salto cualitativo en el pensamiento "civilizado"; la de Marvin Harris, quien considera una simplificación la división de oposiciones binarias que hace Claude Lévi-Strauss —quien tiende a dividir los procesos psíquicos y culturales en subestructura y superestructura, mientras que Harris reconoce un nivel intermedio de estructura—; o la que hace Umberto Eco —particularmente en La estructura ausente—, donde observa que el estructuralismo de Lévi-Strauss parece por deducción o por inducción llevar a una postura casi metafísica: la de una estructura de las estructuras.
Desde una perspectiva antropológica más honda Jack Goody escribió sobre el problema de resaltar lo neolítico en El pensamiento salvaje, a su juicio, en detrimento de todo el desarrollo inicial de los humanos.
En 1940 se convirtió en subdirector del Museo del Hombre y después director de la Escuela Práctica de Altos Estudios. Más tarde, fue nombrado profesor del Collège de France de antropología social, puesto que ocupó desde 1959 hasta su jubilación en 1982.
Fue miembro extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, de la Academia e Instituto Norteamericanos de Artes y Letras, de la Academia Británica, de la Academia Real de los Países Bajos, y de la Academia Noruega de las Letras y las Ciencias.
Era doctor honoris causa de las universidades de Bruselas, Oxford, Chicago, Stirling, Uppsala (Suecia), Montreal, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Nacional del Congo, de la Universidad de Visva Bhrati (India) y de las universidades de Yale, Harvard, Johns Hopkins y Columbia.
Recibió, en 1966, la medalla de oro y el premio Viking Fund, asignado por el voto internacional del gremio de etnólogos; en 1967, la medalla de oro del CNRS, en 1973, el Premio Erasmus; en 1986, el Premio de la fundación Nonimo, y en 1996, el premio Aby Warburg y también la Legión de Honor.
Fue galardonado en (2005) con el Premi Internacional Catalunya, que otorga anualmente la Generalitat de Cataluña.
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