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Comarca de La Cabrera



Cabrera (Cabreira, en leonés) es una comarca situada al suroeste de la provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León, España.[1][2]

A principios del primer milenio Cabrera se agrupaba en tres territorios jurídico-administrativos que actuaban de intermedio entre sus habitantes y la corona del Reino de León:[3][4]

En las inscripciones del Tumbo viejo de San Pedro de Montes aparecen con los siguientes nombres:[5]

Los principales ríos cabreiréses figuran en el Tumbo Viejo con otros nombres diferentes a los que actualmente tienen:

En el caso del río Cabrera pasaron bastantes siglos hasta tener la denominación actual.

Tesis etimológicas

Tomando como referencia las denominaciones del Tumbo Viejo se interpreta el sentido etimológico y sintáctico de la actual Comarca de Cabrera:

Según la teoría de Jesús García García[6]​ el nombre del río Cabrera es sinónimo de Ybey. Este autor sostiene que el nombre Cabrera es resultado de la unión de la palabra latina CAPRA, y conjetura la hipótesis de que el nombre Ybey esté relacionado con IBEX (cabra montés), palabra prerromana incorporada al latín por Plinio el Viejo.

Otros estudios contradicen esta teoría al interpretar la estructura semántica de las palabras Ybey, Vivey e Ybe: En todas ellas aparece la raíz IB-.[7]IB- es un hidrónimo paleoeuropeo de origen prerromano cuyo significado se interpreta como agua o agua corriente. Es difícil concretar cual es la lengua originaria del mismo, ya que se encuentran documentados nombres de ríos y humedales que incluyen este hidrónimo en las cordilleras cantábricas, pirenaica, alpina, balcánica, etc. La partícula IB- aparece también de forma manifiesta en el euskera, donde se emplea la palabra ibai (y sus derivaciones) con el significado de río.[8]​ En cualquier caso, es erróneo atribuir el origen de la raíz IB- al protovasco o a la lengua ibera, ya que el fenómeno se repite también en otras zonas de la hidrografía europea totalmente ajenas al euskera y a la cultura ibera, como es el caso cabreirés.


Cabrera se conforma en otras dos comarcas naturales o "subcomarcas" , al Este Cabrera Alta municipio de (Truchas) (el último pueblo de Cabrera Alta al Este es Pozos), cuyo relieve es más suave y al oeste Cabrera Baja, con un relieve más accidentado municipios de: Castrillo de Cabrera, Encinedo, Benuza, y Puente de Domingo Flórez).

Los límites con las comarcas vecinas son muy accidentados, excepto con la Cabrera Alta en su límite con La Valdería Alta en el que hay una continuación en el relieve y con el Bierzo Bajo en las zonas cercanas al municipio de Carucedo en el que el relieve es más suave.

Entre las dos comarcas se encuentra unas alturas, no tan grandes como las que las separan de las otras comarcas, que recorre de Norte a Sur una línea trazada desde El Morredero hasta La Tiembla, conformándose la separación de la cuenca hidrográfica del Duero, al Este, a través del río Eria y su afluente el río Truchillas y la del Miño-Sil al oeste con el río Cabrera y sus afluentes, los ríos Cabo, Silván y el río Benuza.

Limita por el Norte con las comarcas tradicionales de Valdueza y Bierzo Bajo[18]​ y Maragatería; por el Este con las comarcas de La Valduerna y La Valdería; por el Oeste con la comarca de Valdeorras (provincia de Orense) y con las comarcas de Sanabria y La Carballeda (provincia de Zamora) por el Sur. Esta comarca está enmarcada dentro del sistema montañoso conocido como Montes de León cuyas cordilleras más importantes son los Montes Aquilanos, Sierra del Eje, Sierra Segundera y la Sierra de Cabrera.


En la comarca se sitúa la frontera entre dos cuencas hidrográficas, la del Miño (Cabrera-Sil) y del Duero (Eria). Los regímenes fluviales son pluvionivales, marcados con máximos en invierno (máximo de precipitaciones) y primavera (deshielo), y a un mínimo marcado en verano.

Cabrera cuenta con una importante cantidad de lagunas y lagos de origen glaciar. Entre ellos los más destacados son el lago de La Baña y el lago de Truchillas, catalogados como espacios naturales protegidos por la Junta de Castilla y León.

El clima de la comarca es oceánico-continental, y es influenciado por la proximidad relativa del Atlántico y la baja latitud que proporciona rasgos mediterráneos. El clima se caracteriza por

La altitud, que oscila entre 376 metros en el Puente de Domingo Flórez hasta más de 1200 en Forna, trae grand diversidad térmica. En las zonas bajas, las medias son de 12,7 °C (enero 5°, agosto 21°: cuatro a cinco meses de sequía, con julio y agosto totalizando menos de 20 mm mensuales). Las precipitaciones van comprendidas entre 800 y 1000 mm/año, y el sol luce unas 2100 h/año. La altitud provoca una bajada de las temperaturas y un aumento de las precipitaciones.

En el periodo prerromano, Cabrera se situaba en la zona de extensión de cultura castreña, como lo muestra el gran número de castros que se encuentran en la comarca: (Corporales, Yeres, etc).

Autores romanos como Plinio el Viejo o Pomponio Mela y griegos como Estrabón, hablan de dos grupos principales separados por la Cordillera Cantábrica: los astures augustanos (o cismontanos), con capital en Asturica (Astorga, León), cuyos dominios llegaban hasta el Duero, y los astures transmontanos, que se extendían entre el río Sella y el Navia.

Se considera que el origen y formación de esta cultura radica, entre otros aspectos, en la mezcla de una población autóctona, cuyo origen no está muy claro, y la llegada de grupos de población de la zona centro-europea. No obstante, el conjunto de etnicidad de este grupo no parece nítido, y la mayoría de investigadores se inclinan por pensar en que la denominación astures sería solamente un convencionalismo empleado por los romanos a su llegada al Noroeste peninsular.

En el caso cabreirés es probable que estas tierras estuvieran habitadas por la tribu astur de los Cabruagénigos (Cabruagenigorum).[19]​ Esta tribu estaba emparentada con los Zoelas, pero aunque formaba una gens propia, ambas tribus pertenecían a la Civitas Zoelarum,[20]​ en la cual predominaba las gens de los Zoelas.

La zona fue conquistada y pacificada por el emperador romano Augusto, y entregada a la provincia de Gallaecia en el conventum de Asturica Augusta (la actual Astorga). En la comarca se puede encontrar restos de carriles romanos que servían para llevar agua de afluentes del río Cabrera y de la cuenca del río Eria hasta las minas de oro de Las Médulas, situadas en la cercanía. También se encuentran castros prerromanos (Yeres, Corporales, etc.) de origen astur, explotación de Las Médulas, etc.

En cuanto a los asentamientos romanos, se señalan como principales los que corresponden a los castros de Nogar, Saceda, Castrillo de Cabrera, Truchas y Corporales, vinculados todos ellos a la época en que la fiebre del oro desplazó a un buen contingente de hombres del Imperio a dirigir los trabajos de extracción apoyados en una enorme masa de esclavos y las correspondientes legiones que aseguraban la llegada íntegra del precioso mineral a las arcas de Roma, a través de una antigua vía, que recorría desde la desembocadura del río Sil, toda Cabrera hasta llegar a Castrocontrigo.

Como en el resto de la provincia, o quizá con mayor intensidad, Cabrera vivió plenamente las instituciones del Alto Medievo. La Iglesia, con el establecimiento eremítico y monacal que caracterizó esta época, estuvo presente en toda Cabrera, a través de santos como Santo Martino o San Genadio de Astorga, y de las fundaciones que aglutinaba el Monasterio de San Pedro de Montes, conocidas con todo detalle a través de la numerosa documentación conservada, sobre todo en el Tumbo viejo del Monasterio de San Pedro de Montes de Valdueza, que recoge los privilegios, exenciones, y cartas de donación de este monasterio.

En 1602 se elaboran las ordenanzas para la gobernación de Cabrera, quedando entonces dividida en tres partidos, representados por sus respectivas Juntas:

Estas Juntas, a su vez, estaban constituidas por un representante de cada uno de los treinta y nueve Concejos.

Las reuniones del Partido de Cabrera y Valle de Odollo se celebraban en la villa de Corporales (estaban representados todos los pueblos de Cabrera alta –excepto Villarino, integrado en el Partido del Valle de Losada- y cinco pueblos de la Ribera: Odollo, Castrillo, Saceda, Noceda y Nogar).

Las reuniones del Valle de Losada tenían lugar en Quintanilla de Losada . Y el Partido de Ribera y Casayo celebraba sus reuniones en Sigüeya. A este partido se le sumaban los pueblos de Casayo y Lardera que ahora pertenecen a Orense.

El Catastro de la Ensenada, de 1749, recoge una detallada encuesta realizada a los habitantes de la Gobernación de Cabrera, donde se recopilan datos relativos a las propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Los datos reflejados en estas estadísticas llevan a la conclusión de que Cabrera del siglo XVIII, debido a su aislamiento geográfico, apenas tuvo relaciones comerciales con el exterior y su economía de subsistencia se basaba básicamente en la agricultura, situación que continuó hasta mediados del siglo XX.[21]

Así describía Pascual Madoz, en la primera mitad del siglo XIX, a la Gobernación de Cabrera en el tomo V del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar:

La Cabrera Baja posteriormente se unía administrativamente a otras comarcas vecinas (Bierzo Bajo, Valdeorras,...) en el Partido Judicial de Ponferrada[22][23]​ partido al que actualmente corresponde la administración judicial, formando parte los municipios de Benuza y Puente de Domingo Flórez del Consejo Comarcal de El Bierzo.

La extensión de la comarca es de 846 km², y su población (INE, 2016) de 3375 habitantes. La densidad de población es muy baja, en torno a los 3,99 hab/km².

La segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por una intensa emigración con destino mayoritario a Madrid, Cataluña, Alemania, Francia, Bélgica y Suiza. Especialmente dramáticas fueron las décadas de los 60, 70 y 80; periodo en el cual la comarca perdió la mitad de su población. Los que emigraron durante los años 50 y 60 salieron, en su mayoría, con destino Europa (principalmente Alemania, Francia, Bélgica y Suiza), mientras que aquellos que lo hicieron en los 70 y 80 pudieron quedarse en España, aprovechando una mejor situación económica y política, emigrando a Madrid y Cataluña.

Si la mayoría de los emigrantes salió fuera de la comarca, cabe notar que este periodo fue marcado por una fuerte tendencia a la concentración de la población de la comarca en los valles más accesibles del municipio de Puente de Domingo Flórez.

Si durante la primera mitad del siglo, solo un 17 - 21% de la población comarcal se localizaba en Puente de Domingo Flórez, esa cifra ascendió hasta un 44% en 2010 (densidad 29 hab/km² en 2010), pero en todos los municipios, la evolución demográfica es negativa. Si bien Puente de Domingo Flórez asciende en proporción, no lo hace en valor absoluto, perdiendo el 19% de su población entre 1991 y 2011. Esta disminución demográfica deja muchas tierras libres, y lo que podría ser un gran espacio natural, no es nada más que un paisaje abandonado, de difícil regeneración.

En la actualidad, la principal y casi única actividad económica de la comarca son las canteras de pizarras, que si bien, pusieron fin a la emigración y trajeron un notable bienestar económico, ocasionan fuertes daños ambientales.

Empresas como Pizarras La Baña, Pizarras El Carmen, Pizarras Franvisa, Pizarras Matacouta, Pizarras Forna, Pizarras Hispanas, Pizarras Expiz, Pizarras Los dos Luises, Pizarras Campo, CUPA Pizarras, Pizarras Gonta, Pizarras Mahíde, Pizarras Riofrio, Pizarras Forcadas contribuyen en gran medida a la economía provincial, al mantener miles de empleos directos y otros tantos indirectos. Cabrera junto con las comarcas vecinas de El Bierzo y Valdeorras es el primer productor mundial de pizarra.

Es de destacar la presencia de las únicas minas de interior de pizarra existentes en Castilla y León, concretamente en el pueblo de Odollo perteneciente a la empresa Pizarras Expiz y la de CUPA en Benuza. Solamente existen otras dos explotaciones similares en Galicia , Cafersa en Riodolas y Pizarras Gallegas en Villamartin de Valdeorras. Actualmente otras empresas están proyectando nuevas explotaciones subterráneas de pizarra en las zonas de El Bierzo, Cabrera y Valdeorras.

En la actualidad la lengua predominante es el castellano, pero con importante influencia, y presencia del leonés en su variante local conocida como cabreirés.[23][26]​ En menor proporción también se habla un dialecto oriental del gallego en casi la totalidad del Ayuntamiento del Puente de Domingo Floréz siendo el habla de la localidad de Castroquilame de transición entre el gallego oriental y el cabreirés.[27]

El cabreirés es un dialecto asturleonés caracterizado por la palatalización de la l- inicial latina en ll- (lupus/lobo/llobu), frecuente palatalización de la n- inicial latina en ñ- (nebula/niebla/ñubrina) o la presencia de triptogaciones en la evolución de los grupos latinos -ct- o -lt- (tructam/trucha/trueita, multum/mucho/mueitu o noctem/noche/ñueite). Pese a estar en peligro de desaparición, son diversas las iniciativas que desde las administraciones de la comarca se realizan para conservar y revitalizar el habla tradicional de la zona, como el Festival Celta de Cabreira.[28][29]​ En el estudio realizado por Concha Casado[23]​ se hace referencia a las diferencias entre las formas habladas de los jóvenes y de los mayores en los años 40 de la década del siglo XX, dadas, probablemente, por la progresiva anulación del tradicional aislamiento de esta zona comarca que había preservado hasta entonces lenguaje y usos.

Habla de Somiedo

Paḷḷuezu

Cabreirés

Mirandés



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