Combate de Manchalá nació en Argentina.
El Combate de Manchalá fue un enfrentamiento armado entre miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo —ERP— y del Ejército Argentino, acaecido el 28 de mayo de 1975, en Manchalá, cerca de la localidad tucumana de Río Colorado.
El combate se desarrolló en el marco del Operativo Independencia, que significó la represión por parte de las Fuerzas Armadas, ordenada por el gobierno constitucional de las organizaciones guerrilleras que actuaban en la Provincia de Tucumán, mediante métodos represivos ilegales que incluyeron, además de combates, la tortura, desaparición y muerte no solo de militantes subversivos, sino también de miembros de partidos políticos, sindicatos, organizaciones estudiantiles y religiosas, y activistas de izquierda en general. A partir del 24 de marzo de 1976 esta estrategia se extiende al resto del país, instalándose iniciando un régimen de terrorismo de Estado. El hecho marca un punto de inflexión a favor del Ejército, que pasó a una acción ofensiva. La mayoría de los datos del combate están recogidos por parte del general Acdel Vilas.
Los guerrilleros planearon para después del 29 de mayo de 1975 un ataque al Puesto de Comando Táctico de Famaillá. Tenían una maqueta con el Puesto de Comunicaciones, las habitaciones y baños de los jefes y el centro clandestino de detención ubicado allí.
El grupo insurgente ERP contaba, según declaraciones de Acdel Vilas, con ciento diecisiete hombres uniformados y cincuenta hombres de civil para las operaciones de apoyo. Estos habrían de encontrar a unos treinta o treinta y cinco hombres para la defensa del Comando, puesto que las dos secciones de comunicaciones estaban a lo largo de la ruta 301 y la Sección de Ingenieros 5 en tareas de acción cívica.
Se había fijado el ataque para el 28 de mayo casi al oscurecer, de manera tal que coincidiese con la fecha en que se celebra el Día del Ejército. Pero, ese día, dos grupos de la Sección Ingenieros 5 habían traído material en la Escuela de Manchalá para completar el plan de acción cívica. Esta circunstancia coadyuvó a la derrota de la Compañía Ramón Rosa Jiménez apoyada por contingentes del ERP que concurrían desde Córdoba. Los ciento diecisiete combatientes se habían atrincherado en Finca Sorteix, a dieciocho kilómetros de Famaillá, manteniendo secuestrados a los dueños y a los peones. Allí comieron, descansaron y filmaron una película documentando sus actividades para fines propagandísticos.
La fuerza de Ejército contaba con información secreta sobre un plan del ERP, aunque no se sabía dónde ni cómo se desarrollaría. Por eso, el Escuadrón de Gendarmería Jesús María llegó a la zona del Río Colorado y Santa Rosa de Leales donde Vilas esperaba el ataque. Allí, un mayor del Ejército asumió el mando y tuvo como tarea rastrear la zona en vista de que algunos pobladores habían visto movimientos sospechosos.
La información dada por un policía de la provincia el día anterior coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de la ciudad. En consecuencia, Acdel Vilas ordenó que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca, Santa Rosa de Leales y todavía más al norte, si bien en la mañana del día 28 una de las patrullas de ese escuadrón pasó cerca de la Finca Sorteix, no advirtió que estaba ocupada. Eso dio pie a que el ERP levantara campamento y se pusiera en marcha para evitar un enfrentamiento prematuro que podría hacerle fracasar todo el plan.
La captura de Famaillá tenía, según Acdel Vilas, varias fases: fusilar a los oficiales, tomar al comandante de la brigada para canjearlo, licenciar a los soldados previa toma del armamento, liberar a los detenidos y anunciar la victoria.
La columna de transporte y logística del ERP, compuesta por un Ford F-100, un Rastrojero Diésel y dos camiones Mercedes Benz, modelos 608 y 1114 respectivamente, avanzó por la ruta 99. Allí se topó con doce soldados y dos suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá.
En los vehículos había ciento diecisiete combatientes insurgentes alzados contra el gobierno constitucional. Cuando pasaron frente a la escuela de Manchalá y vieron al personal armado, abrieron fuego sobre el mismo, creyendo que habían sido sorprendidos por un retén militar. Los soldados respondieron con fuego de FAL. El tiroteo causó que el resto de la columna se detuviera, procediendo una parte de los irregulares a rodear la escuela. Al mismo tiempo, un camión de la brigada que se dirigía por la Ruta 38 a la escuela, transportando elementos logísticos, fue atacado por el ERP desde el costado del camino.
La sorpresa fue grande y el grupo guía, creyendo que el Ejército los había descubierto, contestó el fuego hiriendo a un soldado. Dado que los catorce hombres estaban cercados en la escuela y se les agotaban las municiones, un suboficial escapó y corrió diecisiete kilómetros hasta Famaillá, en donde encontró al oficial jefe de la Sección de Ingenieros. De inmediato relató lo sucedido, y con tres camionetas y tres jefes del comando, se dirigieron a la Escuela cuando empezaba a caer la noche. Las luces de estos vehículos ahuyentaron a los guerrilleros, quienes desaparecieron entre los cañaverales.
Media hora más tarde, un contingente de la Fuerza de Tarea Fronterita llegaba a Manchalá, donde se le dio la orden de perseguir junto al Escuadrón de Gendarmería, a los guerrilleros. Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero en la fuga abandonaron los camiones con todo el material disponible: armamentos, munición, equipos varios, documentación conteniendo un plan de ataque al Puesto de Comando Táctico y una maqueta de este último.
Ese día, el Batallón de Ingenieros 5 fue condecorado con la medalla de Campaña de la Nación Argentina en virtud a su actuación en Manchalá.
La documentación secuestrada permitió al Ejército conocer la estructura de la Compañía de Monte, y obtener los nombres y direcciones de cuatrocientas personas que figuraban en la estructura celular de apoyo y que no habían sido tocadas. El hecho marcó un punto de inflexión a favor del Ejército, que pasó a una acción ofensiva.
El 15 de diciembre de 1993, se le impuso nombre histórico pasando a denominarse «Compañía de Ingenieros 5 Combate de Manchalá», hasta el 20 de noviembre de 1997, cuando por resolución BPE 4692 se le cambió por «Gral. Div. Enrique Mosconi».
En 1978, Jorge Rafael Videla ordenó emplazar en un monumento con «una pirámide de ladrillos que formaba parte de esta estructura. El monumento tenía un cóndor en su parte superior, sobre una mundo apoyado en una pirámide, con América Latina y la Argentina demarcada en rojo». El monumento fue inaugurado en 1981.
En 2013, el Concejo Deliberante local aprobó el proyecto del concejal Martín Avila, del Frente peronista Memoria y Movilización, para eliminar el monumento debido a que se lo consideraba una «reivindicación del terrorismo de Estado, del Plan Cóndor y el Operativo Independencia». Ese mismo año el monumento fue removido por el Estado Nacional.
En diciembre de 2016 la ordenanza que había dispuesto remover el monumento fue derogada por el Concejo Deliberante que aprobó por doce votos a tres un proyecto auspiciado por los concejales Alberto Castillo y Virginia Cornejo, del PRO; Luis Hosel, David Leiva y Mario Moreno, del Partido de la Victoria; Ángela Di Bez del partido Primero Salta; Ángel Ortiz, de la Unión Cívica Radical y Gustavo Serralta del Partido Justicialista que dispuso hacer un homenaje a los soldados que participaron de ese combate.
El 28 de mayo de 2015 se estrenó el filme documental titulado La escuelita de Manchalá dirigido por Sandro Rojas Filártiga, sobre el combate de Manchalá.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Combate de Manchalá (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)