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Dictadura de Stroessner



Alfredo Stroessner Matiauda (Encarnación, Departamento de Itapúa, Paraguay; 3 de noviembre de 1912 - Brasilia, Brasil; 16 de agosto de 2006) fue un dictador, militar y político paraguayo, que lideró Paraguay como Presidente de la República y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Paraguay bajo un Gobierno Autoritario desde el 15 de agosto de 1954 hasta que una insurrección militar lo derrocó el 3 de febrero de 1989. Su Gobierno, de casi 35 años de duración —que recibe la denominación histórica de Stronismo—, fue el período más largo en que una sola persona ha detentado la Jefatura del Estado y del Gobierno de un país sudamericano de manera continua, y el segundo de América Latina después del cubano Fidel Castro.[1]

Con una destacada Carrera Militar, habiendo participado en la Guerra del Chaco (1932-1935) y la Guerra Civil Paraguaya (1947), y miembro del Partido Colorado, encabezó un Golpe de Estado que depuso al presidente Federico Chaves. Tras una breve Presidencia de facto de Tomás Romero Pereira, Stroessner resultó elegido sin oposición para completar el período de Chaves. Sería reelegido hasta siete veces, primero sin oposición en un régimen de partido único y luego mediante Elecciones Fraudulentas. Durante su gobierno, se cometieron múltiples violaciones a los Derechos Humanos, tales como Arrestos Arbitrarios, Torturas y Desapariciones Forzadas.[2]​ El propio Alfredo Stroessner fue acusado también de cometer Abuso Sexual Infantil, con Niñas Prostitutas de once años (como es el caso de María, valiéndose de su cargo, aunque esto nunca se ha podido demostrar). Su Gobierno colaboró con las demás Dictaduras latinoamericanas del Plan Cóndor en la década de los 70's, instigado por los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría, según se ha documentado en los Archivos del Terror, descubiertos en 1992.[2]

A finales de la década de los 80's, Stroessner, con una economía estancada y una creciente oposición externa después de que todas las Dictaduras Vecinas colapsaran, comenzó también a sufrir una lucha interna por su sucesión. El 3 de febrero de 1989 fue derrocado por un golpe de estado liderado por el General Andrés Rodríguez Pedotti, su consuegro y hasta entonces mano derecha. Tras su expulsión del poder se exilió en Brasil, donde murió en agosto de 2006. Sus restos fueron sepultados —en un ataúd cubierto con una bandera de Paraguay y otra del Partido Colorado— en el Cementerio Campos de Esperanza, en la Ciudad de Brasilia (Lote 3473 del sector A de la cuadra 701). [2]

Su padre, Hugo Strössner, era un inmigrante alemán natural de Hof (Baviera), llegado a Paraguay hacia 1895 y que trabajaba en una cervecería. Su madre, Heriberta Matiauda, creció en una familia paraguaya de clase alta de ascendencia española criolla. A la edad de 17 años, su tío Vicente Matiauda lo ayudó a ingresar en el Ejército, donde llegó al grado de teniente dos años después. Participó en la Guerra del Chaco (1932-1935) contra Bolivia. En 1948 ―a los 36 años de edad― alcanzó el rango de general de brigada, con lo cual se convirtió en el general más joven de Sudamérica. En 1951, decidió afiliarse en el Partido Colorado y fue nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Se casó con Eligia Mora, conocida como Ligia Stroessner, quien había sido docente en su juventud. No se sabe con exactitud la fecha de boda de los Stroessner Mora. Con ella Stroessner tuvo tres hijos: Gustavo, Graciela y Hugo Alfredo "Freddy". Stroessner además tuvo relaciones extramaritales antes y durante su presidencia. Según varias fuentes, algunas de sus relaciones fueron con adolescentes de tan solo 13 años, y es posible que haya engendrado más de 30 hijos ilegítimos. Sus relaciones fueron divulgadas después de su dictadura, empañando aún más su imagen.[3]

Stroessner sirvió en el ejército paraguayo. En 1947, participó en la Revolución de los Pynandí (‘pies descalzos’), una guerra civil en la cual la clase obrera de Asunción fue masacrada, poniendo fin al gobierno liberal y colocando al Partido Colorado en el poder. En 1954 fue ascendido a general de división, y en mayo del mismo año, encabezó un golpe de Estado, por el cual derrocó al presidente Federico Chaves, de su mismo partido. La Junta de Gobierno del Partido Colorado lo eligió candidato a presidente.

El 11 de julio de 1954, fue elegido presidente sin oposición y, el 15 de agosto, asumió la presidencia de Paraguay. Fue reelecto en ocho legislaturas, en las que también participaron candidatos del Partido Liberal, Partido Liberal Radical y el Partido Revolucionario Febrerista.[4]

Ya en el poder, con el propósito de poner fin a 50 años de lo que él denominaba anarquía pero que realmente fue una sucesión controvertida de presidentes constitucionalistas, entre ellos el propio Presidente Federico Chaves, electo democráticamente por el Partido Colorado, que destruyó mediante su dictadura para convertirlo en un simple grupo de aduladores, Stroessner suprimió inmediatamente las garantías constitucionales, mantuvo bajo control las actividades de los partidos políticos y ejerció una dura represión. Gobernó con el apoyo del Ejército y del Partido Colorado. En este último llevó a cabo una serie de purgas que le facilitaron su control, con el objetivo de mantenerse en el poder. El partido gubernamental se convirtió igualmente en un entramado dedicado al reparto de favores. La corrupción se extendió de esta manera en lo que se recuerda como «la trilogía»: Gobierno-partido-fuerzas armadas.

Su régimen fue anticomunista y favoreció los intereses estadounidenses; sin embargo, las fuerzas argentinas del Ejército Revolucionario del Pueblo se infiltraron en el país y Stroessner a través de duras intervenciones eliminó todo intento de subversión. Sin embargo el asesinato del exdictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle, a quien Stroessner dio refugio, hizo tambalear la frágil seguridad en la que vivía el Paraguay, al demostrarse que el hombre fuerte de Iberoamérica en realidad no era tal.

Para justificar la acción de los mediocres equipos de seguridad, un periodista chileno fue acusado falsamente de haber asesinado al exdictador nicaragüense; este periodista chileno pasó varios años en la cárcel injustamente y solo fue liberado por la presión del dictador chileno Augusto Pinochet, el cual colaboró luego de este incidente en la profesionalización de las tareas de inteligencia y seguridad. Su amistad con los Estados Unidos continuó durante muchos años, hasta que el gobierno de Ronald Reagan comenzó a boicotear al régimen y al país, debido al fin de la Guerra Fría, época en que la política estadounidense sostenía dictaduras militares anticomunistas en Iberoamérica; sin embargo, Paraguay siguió recibiendo dinero de ese país, lo que aumentó la ya abultada deuda externa.

Si bien Stroessner era un líder muy enérgico y autoritario, al pasar los años, fue más tolerante de los partidos de oposición, como el Partido Liberal Radical Auténtico. Con todo, durante su régimen fueron asesinadas entre 350 y 450 personas, terroristas, criminales y colaboradores de estos, debido a sus tácticas de mano dura contra la disidencia, en especial, los comunistas; para ello, empleó la tortura, el secuestro, los asesinatos políticos y el crecimiento de la corrupción.

En el aspecto religioso, y a pesar de ser conservador, Stroessner no tuvo buenas relaciones con la Iglesia católica y es responsable de varias acciones en contra de ella. Destacan los conflictos de 1967, 1969 y 1988. El 25 de agosto de 1967, Stroessner diseñó una nueva Constitución, que permitía una sola reelección para el presidente, aplicable recién desde ese mismo año; pero, en 1977, la modificó para reelegirse indefinidamente.

También se cuentan con pruebas y testimonios de víctimas sexuales de la era de Stroessner; en un testimonio en video publicado por el Diario Digital Última Hora, registrado en el Museo Virtual Meves (Memoria y Verdad sobre el Stronismo), Julia asegura que el coronel Miers, entonces comandante del Regimiento Escolta Presidencial, mantenía un harén con varias nenas de entre 10 y 15 años y que “las más finas eran traídas a Stroessner para ser violadas” (aunque nunca fueron confirmados los rumores sobre Stroessner). Los testimonios apuntan a que existían varias casas a donde eran traídas las niñas secuestradas de áreas rurales y mantenidas en harenes, a disposición del dictador y varios jerarcas del stronismo. “Los militares cazaban niñas y las arrancaban de su hogar a cambio de puestos en instituciones públicas a sus parientes. Nadie podía decir nada. Éramos violadas sin piedad. No querían a nadie que tenga más de 15 años porque decían que ya tenían huesos duros” “Es un tema que sigue envuelto en una nebulosa y debe investigarse más a fondo. En la Comisión de Verdad y Justicia se recogieron algunos testimonios, pero las víctimas aún tienen vergüenza y temor”, destaca Rogelio Goiburú.

En el ámbito exterior, Stroessner en 1960 rompió relaciones con el régimen de Fidel Castro, que había consumado el año anterior la Revolución cubana. En 1975 rompió relaciones diplomáticas y comerciales con el regímen etíope de Mengistu Haile Mariam luego de que el emperador Haile Selassie fuera derrocado y se instaurara un regímen marxista. A lo largo de su mandato debido a su postura Anticomunista no mantuvo relaciones diplomáticas con ninguna nación socialista a excepción de Rumania y Yugoslavia, gobernada por el Mariscal Tito que tuvieron sus respectivas embajadas en Paraguay. Se reunió con jefes de estado de otros países como los presidentes argentinos Juan Domingo Perón, Agustín Lanusse y Jorge Rafael Videla, el príncipe Felipe de Edimburgo, el príncipe Bernardo, el presidente francés Charles de Gaulle, el vicepresidente estadounidense Richard Nixon, el príncipe de España Juan Carlos de Borbón, los presidentes norteamericanos: Eisenhower, Lyndon B. Johnson y Jimmy Carter, el presidente mexicano Luis Echeverría, el Papa Juan Pablo II; así como los príncipes herederos de Japón Akihito y Michiko. Realizó varias visitas de Estado, incluyendo al emperador Hirohito de Japón, se reunió con el dictador Francisco Franco en España, al presidente francés Georges Pompidou, también visito Taiwán, Sudáfrica (con quien Paraguay tenía estrechos vínculos bilaterales), varias visitas a la República Federal Alemana, ya que era conocido como proalemán, aunque las relaciones con aquel país se fueron deteriorando con los años. De igual manera, fue el primer mandatario extranjero en visitar Chile tras el golpe militar contra Salvador Allende, a manos del general Augusto Pinochet en 1973; de esta manera, legitimó su dictadura y se convirtió en su amigo personal.

Stroessner mostró una gran simpatía por Adolf Hitler y los nazis, a varios de los cuales garantizó el asilo político en el Paraguay, después de haber sido derrotados en la Segunda Guerra Mundial: entre los más destacado estaban entre ellos el doctor Josef Mengele y Eduard Roschmann. Debido a esta política, fue duramente criticado por los medios de comunicación internacionales. Además, permitió la entrada de dictadores derrocados de otros países, como el ya citado Anastasio Somoza Debayle. El mortal atentado contra Somoza, ocurrido en Paraguay, llevó a Stroessner a cometer todo tipo de atropellos en busca de posibles culpables, como es el caso del periodista chileno Rafael Mella Latorre. Su régimen también es señalado como responsable de políticas genocidas contra los indígenas aché. Asimismo, permitió el asentamiento de grupos evangelistas estadounidenses, como Las Nuevas Tribus.

Cuando Stroessner llegó al poder, se encontró con una gran crisis social y económica. Su reto como nuevo mandatario fue sanear la economía, pero sin implantar medidas de liberalización. El crecimiento empezó a tomar efecto a finales de los años 1950. Durante los años 1960, la economía mostró un crecimiento positivo y llegó a crecer un promedio de 4.2 % del PIB. El crecimiento moderado continuó hasta la mitad de los años 1970: desde 1976-81, ocurrió un boom en la economía debido a la construcción de la Represa de Itaipú, que permitió un crecimiento de un 11 % del PIB, al mismo tiempo que aumentaba la corrupción y el contrabando.

Stroessner firmó un tratado con Argentina, Brasil y Uruguay para permitirle a Paraguay exportar sus productos; este tratado pasó a llamarse Tratado del Río de la Plata. A partir de 1982, la economía empezó a deteriorarse debido a que el país iba quedando cada vez más al margen de la comunidad internacional por los abusos en los derechos humanos. El crecimiento se niveló a partir de 1986 y la economía creció entre el 3 y el 4 % del PIB.

Era respetado por su disciplina financiera de renegociar los préstamos que le garantizaba el Banco Mundial, lo que le permitió mantener una moneda estable. En concordancia con la política económica del carácter del general Stroessner, los servicios de la CIA fueron declarados de gran importancia para garantizar la inversión desarrollista del Banco Mundial. El 23 de mayo de 1969, un grupo de agentes de la CIA fue admitido en el Paraguay bajo la licencia del mismo organismo desarrollista. Algunos de sus efectivos fueron asignados a acciones políticas para diversificar la base social del partido y, en consecuencia, varios nacionales fueron desaparecidos después de haber sido arrestados bajo cargos de incitación revolucionaria con el apoyo de un simbólico «partido comunista».

En los años sesenta y setenta en América del Sur, Alfredo Stroessner en conjunto con inversionistas realizó diversas obras de infraestructuras, como la construcción de la Represa de Itaipú, este último, apaciguando las aguas por el conflicto del Salto del Guaira con el Brasil, dio origen a Itaipú, aunque con capital casi íntegramente brasileño (fue entonces la mayor del mundo), con la cual pudo paliar la economía paraguaya. Asimismo, se construyeron obras de infraestructura, que mejoraron el sistema de carreteras, como la Transchaco. Stroessner apoyó un plan de entrega de 20 hectáreas de tierras arables a un precio normal para cada soldado que concluyera el servicio militar, a fin de que las usasen para beneficios agrícolas, con un total de cerca de 10 000 soldados favorecidos. También destacan otras obras públicas, como carreteras, escuelas, universidades, edificios, puentes, hospitales, aldeas, pueblos y ciudades, como Puerto Flor de Lis (en 1957), después llamada Puerto Presidente Stroessner, y renombrada Ciudad del Este en 1989. Cuando realizaba las campañas electorales para ser reelegido, usaba el eslogan «Paz, Trabajo y Bienestar con Stroessner» y cada obra que realizaba llevaba su nombre.

Durante los años 1980, Brasil, Argentina y Uruguay regresaron a la democracia y el pueblo paraguayo aprovechó ese clima político para salir a las calles a manifestarse. Tales manifestaciones fueron lideradas por el Acuerdo Nacional (PLRA, Febrerista) y los sindicatos, pero fueron reprimidas violentamente, a pesar de ser pacíficas. Por ello, Stroessner fue abandonado por sus antiguos aliados, como Estados Unidos, y la economía empeoró. En 1987, se realizó la Convención del Partido Colorado y la facción stronista. Su partido pensaba escoger como candidato a su hijo mayor, Gustavo Stroessner, debido a los rumores de que el ya anciano dictador padecía una enfermedad, pero lo escogieron a él. En las elecciones fraudulentas de 1988 obtuvo el 88,8 % de los votos. Ese mismo año recibió en Paraguay al papa Juan Pablo II.

Debido a lo brutal de su dictadura, la facción más tradicionalista de su partido, los militares y en especial la Iglesia católica, empezaron a demostrar su malestar hacia el régimen: en la madrugada del viernes 3 de febrero de 1989, su consuegro y hasta entonces mano derecha, el general Andrés Rodríguez Pedotti, con el respaldo de Estados Unidos, encabezó un golpe de Estado. Stroessner fue aprehendido por unos días hasta que fue enviado al exilio a Brasilia, junto a su hija Graciela, su hijo Gustavo y la esposa de este último María Eugenia Heikel.

En 1992, Martín Almada —opositor a la dictadura— y el diario Noticias ―a través de los periodistas Christian Torres, Zulia Giménez, Alberto Ledesma y José Gregor, entre otros―, descubrieron los llamados «Archivos del Terror», unos documentos que demostraban que Stroessner había participado en la Operación Cóndor, un acuerdo militar anticomunista para la persecución de exiliados, con apoyo de las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador y Uruguay, que propició la tortura, secuestro y asesinato de miles de paraguayos y ciudadanos de los países mencionados. A su vez, circularon rumores que aseguraban que Stroessner padecía cáncer de piel. En 2004, su nieto fue postulado para la presidencia del Partido Colorado por el departamento Alto Paraná, debido a que el exdictador gozaba de una alta popularidad en aquel departamento, pero fue derrotado en las urnas.


El 16 de julio de 2006, Stroessner fue ingresado para ser operado de dos hernias inguinales en el Hospital Santa Lucía de Brasilia, con resultados satisfactorios en los primeros días, pero luego sufrió una complicación pulmonar que derivó en neumonía y lo mantuvo en estado crítico hasta el 16 de agosto de 2006, cuando falleció.[5]

Fue sepultado el 17 de agosto de 2006 en el cementerio Campamento de la Paz de Brasilia, en una ceremonia privada, a la cual solo asistieron sus familiares y amigos cercanos. Se preveía trasladar sus restos a Paraguay a los pocos meses, pero el gobierno paraguayo, presidido por el colorado Nicanor Duarte Frutos, hizo saber que no recibiría con honores el cuerpo de Stroessner.


Sin duda alguna, el régimen de Stroessner marcó a varias generaciones, algunas de las cuales aún lo siguen idolatrando e incluso festejan todavía la fecha de su natalicio, el 3 de noviembre. Algunos lo consideran como un verdadero presidente que lego al Paraguay obras de bien común, mientras que otros lo consideran el culpable de la debilidad en las instituciones del estado debido a la corrupción vivida en aquellos años.





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