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Friedrich Paulus



Segunda Guerra Mundial:

Friedrich Wilhelm Ernst Paulus (Guxhagen, en Hesse, 23 de septiembre de 1890 - Dresde, 1 de febrero de 1957) fue un general alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo a su cargo el sexto ejército alemán y dirigió la frustrada invasión alemana a la ciudad soviética de Stalingrado. Fue ascendido por Adolf Hitler a mariscal de campo para que no se rindiera, ya que ningún mariscal se había rendido nunca en la historia alemana. Pero luego de meses de resistencia y tras la muerte de la mayor parte de su ejército, cercado totalmente, enfermo, sin provisiones y en pleno invierno ruso, se rindió ante los soviéticos, finalizando así la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad y que marcaría el fin del avance alemán en el Este y el primer revés que marcaría la futura victoria Aliada.

Hijo del Tesorero en Jefe de Hesse-Nassau, intentó infructuosamente ingresar en 1909 como cadete en la Armada Imperial, donde eran preferidos los hijos de aristócratas. Comenzó estudios de leyes en la Universidad de Marburgo, que abandonó para alistarse en el ejército imperial en febrero de 1910. Ingresó en el 111º Regimiento de Infantería como oficial cadete. Dos años más tarde, el 4 de julio de 1912, contrajo matrimonio con Elena Rosetti-Solescu, de ascendencia rumana noble.

Hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial estuvo comisionado como Teniente Segundo en el 3º Regimiento de Infantería de Baden. Cuando comenzó la contienda, formó como ayudante en el III Batallón del frente occidental, donde combatió en los Vosgos y cerca de Arrás en otoño de 1914. Tras una larga ausencia por enfermedad, en 1915 fue asignado al 2º Regimiento de Cazadores Prusianos y dos años más tarde fue destinado como Oficial de Sección al Cuerpo Alpino, sirviendo en Macedonia, Francia y Serbia.

Ascendido a capitán, Paulus continuó en el diezmado ejército del Reichswehr resultante del Tratado de Versalles. Luchó junto con los Freikorps durante el Levantamiento Espartaquista.

Designado ayudante del 14º Regimiento de Infantería en Constanza, más tarde fue asignado al 13º Regimiento de Infantería de Stuttgart como Comandante de compañía. Se unió al II Grupo de Ejércitos en Kassel, y en 1930 se le asignó como instructor táctico de la 5ª División de Infantería.

En la Wehrmacht, sirvió en varias secciones entre 1921 y 1933. En 1934 fue ascendido a Teniente Coronel y comandante de la 3ª Sección de Transporte Motorizada. En septiembre de 1935 relevó a Guderian como Jefe de Sección de las Tropas Mecanizadas (panzer). De mentalidad estrictamente monolítica, Paulus era un hombre que carecía de habilidad de estratega, pero era en extremo diligente en cumplir las directivas que se le imponían, incapaz de tomar iniciativas en contra de sus superiores.

Considerado un experto en guerra motorizada, fue ascendido a Mayor General y asesor de instrucción para las cuatro divisiones ligeras en 1939, que comprendían dos regimientos de infantería motorizada, uno de reconocimiento y otro de artillería motorizada. Fue compañero, en la primera fase de la campaña de Rusia, de Claus von Stauffenberg, quien intentó atraerlo a sus convicciones sin éxito (atentado del 20 de julio de 1944).

Pocas jornadas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, fue nombrado Jefe de Sección del X Ejército Alemán, al mando de Walter von Reichenau. Tomó parte en la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939 y en las campañas de Holanda (donde el X Ejército fue renombrado como VI Ejército) y Bélgica.

En junio de 1940, ascendió a Teniente General, pasando a convertirse en Jefe del Estado Mayor del Ejército de Reichenau en septiembre.

Desde ese puesto, fue citado por Hitler para colaborar en el diseño de la Operación Barbarroja destinada a la invasión de la Unión Soviética. Aconsejó cortar la retirada a los rusos, evitando su repliegue hacia el interior. También le planteó a Hitler la necesidad de buscar ropa invernal para los soldados, en caso de que la guerra se extendiese, pero Hitler le prohibió que mencionase el tema de nuevo. El objetivo principal de la operación sería la conquista de Moscú.

Nombrado comandante del 6.º Ejército alemán en diciembre de 1941, gracias a una recomendación del Mariscal de Campo Walter von Reichenau, tomó el mando del mismo el 1 de enero de 1942 con el rango de General. Libró la primera batalla en Dnipropetrovsk, donde contuvieron su avance, viéndose obligado a efectuar retiradas tácticas durante varios meses.

El 9 de mayo de 1942 fue atacado en Volchansk por un ejército de 640.000 hombres al mando de Semión Timoshenko. Paulus efectuó una nueva retirada en dirección a Járkov, antes de ser rescatado por Edwald von Kleist y su I Ejército Panzer, que atacó el flanco sur de las tropas de Timoshenko.

Lanzó un contraataque el 20 de mayo de 1942, acabando con toda resistencia soviética antes del comienzo de junio. Las bajas enemigas ascendían a 240.000 hombres, lo que le valió la Cruz de Caballero.

En verano de ese mismo año, avanzó hacia Stalingrado, una gran urbe industrial que se extendía unos 50 km a lo largo de la orilla derecha (Oeste) del Volga. Era un importante nudo ferroviario en el tramo Moscú–Mar Negro. Carecía de puentes con la orilla opuesta del río. Estaba defendida con 400.000 hombres, 7000 cañones y medio millar de carros de combate.

El racionado suministro de combustible ralentizó el avance del ejército alemán, en detrimento del Grupo de Ejércitos A. El 23 de agosto alcanzaba la ciudad sobre el Volga, a cuyas puertas se detuvo esperando el bombardeo de la Luftwaffe. Al principio de la batalla de Stalingrado, los progresos alemanes fueron tan notables que Hitler la dio por conquistada. En efecto, la rapidez con que atacaron los alemanes fue tan sorpresiva que los soviéticos perdieron casi el 80% de la ciudad en menos de dos semanas. Solo faltaban por tomar las construcciones fortificadas de la orilla del Volga para obtener el éxito completo.

A mediados de septiembre apareció en escena Vassili Chuikov, subordinado de Zhukov, al mando del 62º Ejército Soviético. Organizó la defensa de lo que les quedaba de ciudad, a sangre fría y con una implacabilidad de acero. Su determinación salvó a Stalingrado de caer en último momento en manos alemanas, al vencer la resistencia de sus enemigos.

La captura de la ciudad se convirtió en un duelo de voluntades entre Hitler y Stalin. El Führer insistió en la importancia simbólica de la plaza, mientras que Stalin prometió convertirla en tumba de la Wehrmacht. La lucha se transformó entonces en una guerra de guerrillas, casa por casa, fábrica por fábrica, jugando en ésta un importante papel los francotiradores. Por el lado soviético, varios alcanzaron la fama, entre ellos Vasili Záitsev, quien causó 149 bajas alemanas. Las bajas alemanas por la conquista de la ciudad fueron terroríficas, algunas compañías se vieron reducidas en pocas horas de combate a menos del 40% de sus efectivos. Se intentó por todos los medios capturar los muelles de la orilla norte del Volga, pero la acción fue abortada por batallones siberianos y cohetes Katiushas disparados desde el banco occidental del río.

A principios del mes de noviembre de 1942, las tropas germanas ocupaban el 90% de la ciudad. Batallones de tropas siberianas fueron transferidas desde Moscú. Este nuevo refuerzo fue significativo, pues frenó las intenciones de los alemanes de apoderarse de la orilla norte del Volga. Fue el momento elegido por los soviéticos al mando de Zhukov para lanzar la Operación Urano, un contraataque dirigido contra los flancos de Paulus. Éstos, protegidos por tropas húngaras y rumanas, pobremente equipadas y no entrenadas para enfrentarse a divisiones blindadas, cedieron ante el empuje soviético, siendo cercado en pocos días el 6.º Ejército.

Hitler rehusó dar libertad de acción a Paulus, que deseaba retirarse, sino que le ordenó resistir «a cualquier precio». En diciembre un último intento de liberarle por parte del Grupo de Ejércitos del Don al mando del Mariscal Manstein, la llamada "Operación Tormenta de Invierno ", fracasó estrepitosamente.

Hitler ascendió a Paulus al grado de mariscal de campo el 30 de enero de 1943, insinuándole que jamás ningún oficial de ese rango se había rendido al enemigo. La implicación del ascenso del Führer estaba clara: Paulus debía entregar su propia vida antes de dejarse capturar.

El panorama que tenían ante sí los soldados embolsados en el kessel o 'caldero' no podía ser más desastroso: había soldados hambrientos, heridos, con tifus, ateridos de frío. Cuando perdieron la única pista de abastecimientos fue el final; la mayoría se había encerrado en un supermercado con subterráneos llamado Univermag. Los soldados ya no tenían moral combativa. Además la ciudad ya tenía el aspecto de tumba, con un olor a descomposición cadavérica que la cubría por completo, el 90% de los edificios estaban destruidos, el escenario era dantesco. Finalmente, unos soldados soviéticos descendieron al subterráneo donde estaba Paulus y el resto del VI Ejército y le ofrecieron la rendición. Paulus aceptó el 2 de febrero de 1943. Cabe destacar que durante la batalla de Stalingrado Paulus enfermó de disentería pero rechazó ser reemplazado en sus funciones.

Antes de marchar hacia el cautiverio, los soldados alemanes tuvieron que despejar los escombros en la ciudad, recogieron a sus camaradas muertos y los dispusieron en pilas en las afueras de la ciudad para que fueran incinerados. Luego fueron trasladados en tren hacia Siberia, muriendo un gran número de los soldados durante el viaje y, más tarde, en los campos de concentración y de trabajo.

Aproximadamente 150.000 soldados alemanes encontraron la muerte durante la batalla y unos 90.000 fueron hechos prisioneros. Tras la guerra, solo 6.000 de ellos sobrevivieron y volvieron a Alemania.

Paulus fue hecho prisionero por los soviéticos. Durante su cautiverio, criticó al régimen nazi y se unió al Comité Nacional por una Alemania Libre, pidiendo a los alemanes la rendición. Actuó como testigo en 1946 durante los Juicios de Núremberg.

Liberado definitivamente por los soviéticos en 1953, dos años antes de la repatriación de los últimos prisioneros de guerra alemanes, vivió en la ciudad de Dresde (entonces Alemania Oriental); un par de años después de su liberación, ejerciendo como jefe civil del «Instituto de Investigación Histórica Militar» de la RDA, ocupación que tuvo hasta el fin, desarrolló parálisis bulbar progresiva, una forma de esclerosis lateral amiotrófica, que le causó la muerte en una clínica de Dresde el 1 de febrero de 1957.

Paulus también era conocido como «von Paulus». Este «von» en su nombre no es auténtico, sino una confusión, basada probablemente en el hecho de que la carrera de oficial en las fuerzas armadas alemanas era tradicionalmente popular en las familias nobles, para al menos uno de sus hijos. Muchos oficiales y generales alemanes poseían el título de «von» en sus nombres. Paulus, al contrario, era hijo de un oficial menor, razón por la que fue ascendido por Hitler al grado de general, ya que se veía reflejado en Paulus —un genio (desde el punto de vista del Führer) nacido en un entorno humilde.



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