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Soda Stereo fue una banda argentina de rock formada originalmente en Buenos Aires en 1982 por Gustavo Cerati (voz, guitarra), Héctor «Zeta» Bosio (bajo) y Carlos Alberto Ficicchia «Charly Alberti» (batería). Es considerada por la crítica especializada como la más importante, popular e influyente de las bandas en español de todos los tiempos y una leyenda de la música latina. Fueron el primer grupo de habla hispana en conseguir un éxito masivo en Latinoamérica y tuvieron un papel muy importante en el desarrollo y la difusión del rock iberoamericano y el rock en español durante las décadas de 1980 y 1990. Durante su carrera, fueron vanguardistas y marcaron tendencia en Latinoamérica, en la que protagonizaron diversos géneros como la música divertida de sus inicios, la new wave, el dark, el hard rock, el rock alternativo y el rock electrónico de sus finales.

Soda Stereo ha encabezado las listas de todos los tiempos en su nativa Argentina, donde se establecieron varios récords de ventas de discos y asistencias a conciertos.[5][6]​ La banda ha vendido más de 25 millones de copias en todo el mundo.[7][8]

En 1995 la banda ganó en los Premios Konex el Diploma al Mérito por su destacada trayectoria en la música argentina durante la década y el Premio Konex de Platino a la mejor banda de rock argentino de la década. En 2002 recibieron el Premio Leyenda de MTV Latinoamérica por su trayectoria musical, el primero que entregó la entidad.[9]​ En 2006 la revista estadounidense Al Borde publicó una lista con las 500 mejores canciones del rock iberoamericano, premiando sus canciones «De música ligera» (N.º 1, siendo así considerada la mejor canción de toda la historia del rock iberoamericano), «Persiana americana» (N.º 7), «En la ciudad de la furia» (N°46), «Cuando pase el temblor» (N°84), «Zoom» (N°129), «Signos» (N°178), «Ella usó mi cabeza como un revólver» (N°206), «Trátame suavemente» (N°417), «Primavera 0» (N°422) y «Un misil en mi placard» (N°444).[10]​ En 2002 la revista Rolling Stone Argentina y el canal MTV publicaron una lista con las mejores 100 canciones del rock argentino, premiando sus canciones «De música ligera» (N.º 4), «Persiana americana» (N°31), «En la ciudad de la furia» (N°48) y «Cuando pase el temblor» (N°68).[11]​ En 2007 el sitio Rock.com.ar lanzó una lista con las mejores 100 canciones de la historia del rock argentino, premiando sus canciones «De música ligera» (N.º 4), «Te hacen falta vitaminas» (N°74) y «Nada personal» (N°75).[12]​ En 2011 el diario argentino La Nación lanzó una lista con los mejores videoclips del rock argentino, premiando el suyo de «En la ciudad de la furia» (N.º 1, siendo así considerado como el mejor videoclip de toda la historia del rock argentino).[13]​ Los videos de «En la ciudad de la furia» y «Ella usó mi cabeza como un revólver» fueron finalista y ganador respectivamente del entonces único premio MTV a la música latina. El video de «Cuando pase el temblor» fue nominado finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco.[9]​ En 2006 la revista estadounidense Al Borde publicó una lista con los 250 mejores álbumes del rock iberoamericano, premiando sus álbumes Canción animal (N.º 2), Comfort y música para volar (N°15), Signos (N°40) y Sueño Stereo (N°41).[14]​ En 2012 la revista Rolling Stone EEUU lanzó una lista con los 10 mejores álbumes del rock latinoamericano, premiando su álbum Sueño Stereo (N.º 4).[15]​ En 2007 la revista Rolling Stone Argentina publicó una lista con los 100 mejores álbumes del rock argentino, premiando sus álbumes Canción Animal (N.º 9) y Signos (N°25).[16]​ En 2007 también publicó otra lista con los 10 mejores álbumes en vivo del rock argentino, premiando su álbum Ruido Blanco (N.º 5).[17]

En 1997, la banda se disolvió por problemas personales y por diferencias de criterios artísticos entre sus integrantes, realizando una gira de despedida terminada el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate, conocido como El último concierto. A mediados de 2007, la banda anunció su regreso para realizar una única gira continental llamada Me verás volver en la que reunió a más de un millón de seguidores, rompiendo varios récords de asistencia y número de conciertos.

En 2020 la revista Billboard elaboró una lista con las 25 obras maestras del rock en español incluyendo la canción «Cuando pase el temblor».[18]

A comienzos de los años 1980, Gustavo Cerati, de 22 años, y Héctor «Zeta» Bosio, de 23 años, compartían los mismos gustos y sueños musicales y comenzaron una búsqueda para integrar un grupo punk rock inspirado en The Police, que visitó Argentina en 1980, y The Cure, con temas propios en español. Primero, Cerati se integró a The Morgan y luego formaron sucesivamente el grupo Stress, junto a Charly Amato, Sandra Baylac y el baterista Pablo Guadalupe, y Proyecto Erekto junto a Andrés Calamaro, que no cubrieron sus expectativas.

En el verano de 1981, ambos coincidieron en Punta del Este (Uruguay): Cerati con su grupo Sauvage[19]​ y Bosio con The Morgan, una banda integrada también por Sandra Baylac, Hugo Dop, Christian Hansen, Pablo Rodríguez,[20]​ Charly Amato, Osvaldo Kaplan y Andrés Calamaro.[21]​ Debido a una serie de peripecias, Cerati y Bosio establecieron un estrecho vínculo musical y de amistad que los llevó a comenzar a tocar juntos.[22]

Cerati comentaba de este modo esos primeros instantes:

Por entonces Carlos Ficcichia, nombre legal de Charly Alberti, llamaba insistentemente por teléfono a María Laura Cerati, la hermana de Gustavo a quien había conocido en las piletas de River Plate, para invitarla a salir, pero ésta pensaba que era un «pesado» (molesto) y no lo quería atender.[24]​ En una oportunidad fue Gustavo quien atendió una llamada de Charly para su hermana y entablaron una conversación de compromiso en la que Carlos contó que tocaba la batería y que era hijo de un famoso baterista de jazz, Tito Alberti, autor además de la conocida canción infantil «El elefante trompita».[25]​ A la semana, Gustavo y Zeta decidieron visitar a Charly Alberti (cuatro años más joven que Cerati) para escucharlo tocar en la batería de su padre. Luego de que Gustavo le dijera a Charly «¡el pelo te lo cortás!» la banda quedó formada.[24]

Después de examinar algunas ocurrencias (Aerosol, Side Car) adoptaron el nombre de Los Estereotipos, debido a una canción de The Specials[26]​ que les apasionaba a los tres y que utilizaron unos meses.[27]​ De esa primerísima época data un demo en donde grabó guitarras Richard Coleman que fue integrante oficial de la banda durante muy poco tiempo en aquellos días de 1982. Los temas del demo fueron los siguientes: «¿Por qué no puedo ser del Jet-Set?», «Dime Sebastián» y «Debo soñar» (de Ulises Butrón), acompañados por Daniel Melero en teclados y Ulises Butrón en guitarra.[27]​ Luego surgieron los nombres «Soda» y «Estéreo», dando como resultado «Soda Stereo», y manteniendo así parcialmente el nombre inicial.[24][28]

Sobre el origen y sentido de la palabra «soda» explicaba un periodista:

Tito Alberti contó la siguiente anécdota:

Tocaron por primera vez con ese nombre el 19 de diciembre de 1982 en el cumpleaños de Alfredo Lois, compañero de universidad y quien sería futuro director de la mayoría de sus videos y creador de todos los aspectos relacionados con la presentación visual de la banda (peinados, vestimenta, tapas, escenarios, etc.).[27]​ Lois sería reconocido por el propio Cerati como «el cuarto Soda».[31]

Con el objetivo de darle más fuerza a la banda llamaron a Richard Coleman para que ocupara el rol de segundo guitarrista, pero al poco tiempo el mismo Richard reconoció que sonaban mejor antes de su incorporación y renunció a su puesto en buenos términos, confirmándose definitivamente como trío: Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti.[24]

En julio de 1983, debutaron en público en la Discoteque Airport, en el barrio de Nuñez, en Buenos Aires Argentina:

A partir de ese momento Soda Stereo comenzó a recorrer el circuito underground de Buenos Aires haciéndose conocer junto a otras bandas emergentes como Sumo, Los Twist, Los Encargados de Daniel Melero, etc., instalándose como banda estable en el tradicional y deteriorado cabaré Marabú, ubicado en Maipú 359.[24]​ En esas primeras actuaciones interpretaban temas como «Héroes de la serie», «La vi parada allí» (cover en español de la canción de The Beatles, I Saw Her Standing There) y «Vamos a la playa», nunca grabadas, además de algunas otras que luego aparecerían en el segundo demo.[32]​ En una ocasión en el Café Einstein, Luca Prodan, enfrentado con Cerati a quien consideraba «un chetito»,[33]​ se sumó a Soda Stereo para cantar a dúo un tema de The Police.[24]

En 1983, Lalo Mir comenzó a difundir un segundo demo de la banda en su programa 9PM de Radio Del Plata, donde estaban «¿Por qué no puedo ser del Jet-Set?», «Dietético» y «Te hacen falta vitaminas».[24]​ La banda comenzaba a adquirir un poco de notoriedad. Una noche fueron llamados de un pub para suplir al grupo Nylon, que no iba a poder tocar. Así comenzó un período de constantes presentaciones que los condujeron al Bar Zero, lugar excluyente del under porteño, junto al Café Einstein. En el tercer show, Horacio Martínez, un histórico productor «cazatalentos» del rock argentino, los escuchó y los llevó a grabar profesionalmente para CBS, hecho que no se concretó sino hasta mediados de 1984, integrándose a la agencia de Rodríguez Ares.[34]

Para ese entonces Soda Stereo ya se caracterizaba por ser la banda que más trabajaba sobre su imagen y mucho antes de grabar su primer álbum decidieron realizar un videoclip financiado con fondos propios. Alfredo Lois se convirtió en el encargado de las producciones visuales y del diseño gráfico de los volantes y afiches de sus presentaciones en vivo. Fue él quien sugirió la idea de editar el videoclip antes del lanzamiento del disco, algo corriente hoy en día, pero totalmente atípico por aquella época. El tema elegido fue «Dietético». La filmación fue realizada con equipos «prestados» de Cablevisión, donde Zeta Bosio trabajaba como asistente de producción.[27]

El videoclip «Dietético» fue difundido por el programa Música Total de Canal 9 y tuvo un impacto considerable.[27]​ Poco después, en la segunda mitad de 1984, la banda grabó su primer álbum, Soda Stereo, con la producción de Federico Moura, vocalista de Virus, quien había establecido una estrecha relación artística con Cerati que se expresó en el acercamiento entre ambas bandas. La grabación se realizó en los obsoletos estudios de CBS en la calle Paraguay y si bien el resultado obtenido fue un sonido más frío que el de las presentaciones en vivo, los músicos quedaron conformes. El trío fue acompañado por Daniel Melero en teclados (autor de «Trátame suavemente») y Gonzo Palacios en saxo, con la categoría de «músicos invitados», una práctica que adoptarían en lo sucesivo y que en algunos casos resultaron ser verdaderos miembros de la banda, denominados por los fanes y los medios con el título de «cuarto Soda».[29][35]

La presentación oficial del álbum se realizó el 1 de octubre y fue organizada por Ares como si se tratara de un espectáculo, algo que nunca se había hecho en la Argentina hasta entonces. El lugar elegido fue un local céntrico de comida rápida de la cadena Pumper Nic (Suipacha entre Corrientes y Lavalle), la más popular entre los jóvenes argentinos de los 80, y se proyectó el videoclip.[29]​ La repercusión en la prensa fue buena, aunque momentánea. Al día siguiente el diario Clarín publicaba las siguientes declaraciones de la banda:

La creciente adhesión del público se fue manifestando en su actuación en escenarios cada vez más amplios: primero La Esquina del Sol en Palermo; el Recital de Los Lagos (1 y 2 de diciembre), su primer escenario multitudinario, junto a otras bandas de primera línea[36]​ y conducción de Badía; y finalmente su primera actuación en el teatro Astros del 14 de diciembre de 1984 donde el disco fue presentado por primera vez en vivo. La estética fue preparada por Alfredo Lois, quien para la ocasión decidió colocar 26 televisores prendidos y fuera de sintonía con el fondo musical del tema «Sobredosis de TV». Esto, sumado a una gran cantidad de humo, dio un inusual y atrapante efecto visual.[37]​ Para fin de año Soda Stereo ya era aceptado como la revelación del año, aunque figuraron segundos en la revista Pelo.[24]​ Por entonces aparecen los primeros grupos de fanes y detractores, así como una supuesta confrontación que, en la Argentina, resultaría clásica: Soda vs. Redondos.[29][33]

A comienzos de 1985, la banda cambió de agencia, dejando la de Rodríguez Ares por Ohanián Producciones, dirigida por Alberto Ohanián e incorporaron como invitado en teclados a Fabián «Vön» Quintiero (quien luego tocara con Charly García y Los Ratones Paranoicos), uno de los músicos «invitados» que habría de recibir el título de «cuarto Soda».[35]

El 26 de enero salieron de Buenos Aires para tocar en el Festival Rock In Bali de Mar del Plata y el 17 de marzo en el Festival Chateau Rock '85 realizado en el Estadio Chateau Carreras de la provincia de Córdoba. La biografía oficial de la banda concede gran importancia a esta presentación indicando que actuaron ante 15 mil personas y que fueron la revelación del mismo.[38]​ Sin embargo las fuentes cordobesas indican que hubo la mitad de gente y que «Raúl Porchetto fue el más ovacionado y los Soda pasaron casi inadvertidos porque su primer disco llevaba apenas unos meses de editado».[39]​ De todos modos la actuación en el Chateau inició una relación personal de la banda con los jóvenes cordobeses y marcó el momento en que la banda comenzó a despegar hacia el estrellato nacional.[40]

El éxito del grupo comenzaba en un momento muy particular, relacionado, por una parte con el retorno a la democracia en Argentina (10 de diciembre de 1983) y por el otro con las nociones de posmodernidad y el modo en que los jóvenes de la década de 1980 intentaban pensar su papel en una sociedad democrática, que salía de una cruenta dictadura y de una guerra. Años más tarde Zeta Bosio reflexionaba de este modo sobre ese momento:

Los días 21, 22 y 23 de junio de 1985 volvieron a presentarse en el Teatro Astros de Buenos Aires, adelantando algunos temas de lo que meses más tarde sería su segundo disco de estudio, titulado Nada personal.

El 13 de octubre de ese año se presentaron ante el gran público de Buenos Aires en el marco de la tercera noche del Festival Rock & Pop realizado en el Estadio José Amalfitani del club Vélez Sarsfield, compartiendo cartel con INXS, Nina Hagen, Charly García, Virus y Sumo, entre otros. Para ese entonces Fabián «Vön» Quintiero y el Gonzo Palacios ya eran «invitados estables».

Su segundo álbum, Nada Personal, fue editado en noviembre de 1985. Durante el verano el grupo realizó una gira de conciertos por los centros turísticos argentinos, tocando en Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar, Las Grutas, y Lomas de Zamora (Salón Go-es) sumando además un concierto consagratorio en el Festival de La Falda, en Córdoba.

En abril de 1986 Soda Stereo llegó al Estadio Obras, conocido como "el templo del rock argentino".

En abril decidieron presentar oficialmente el álbum con un concierto en el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. Realizaron cuatro históricas funciones a lleno total sumando 20 000 espectadores, el 11, 12 y 13 de ese mes. Durante la primera de las tres funciones se filmó un vídeo en vivo de larga duración editado pocos meses después. Bobby Flores, el conocido crítico musical y cofundador de la revolucionaria radio Rock & Pop de Buenos Aires, terminaba de esta manera su crónica del recital:

A partir de esos conciertos las ventas del disco comenzaron a crecer aceleradamente, pasando del disco de oro, que habían conseguido durante el verano, hasta el platino, y llegando a doblar esa cifra en los meses siguientes. Sin abandonar los ritmos «bailables», este segundo LP logró más profundidad en las letras y madurez en las melodías. El disco significó la consagración definitiva de Soda Stereo ante el público argentino.

En junio de 1986, luego de una gira nacional, el trío grabó su segundo video-clip con el tema «Cuando pase el temblor», nuevamente bajo la dirección de Alfredo Lois, en las ruinas del Pucará de Tilcara, en la provincia de Jujuy. El video, que completó la filmación de la presentación en el Estadio Obras, fue nominado como finalista del 12.° World Festival of Video and TV en Acapulco unos años después.[43]

A fines de 1986 Soda Stereo realizó su primera gira latinoamericana, aún dentro de la presentación de Nada Personal. La banda se presentó en Colombia (6-7-9-18 de noviembre en Bogotá y 8 de noviembre en Medellín), Perú (12 de noviembre en Arequipa y 14-15-16 de noviembre en Lima) y Chile, con los temas de Nada Personal y con un éxito considerable. Por entonces el rock latino tenía escasa adhesión entre los jóvenes de América Latina y las bandas de cada país no acostumbraban realizar giras internacionales.[45]

El éxito fue especialmente masivo en Chile, donde realizaron cuatro recitales en Santiago (21-23-24-25 de noviembre) y uno en Valparaíso (22 de noviembre), durante la dictadura de Augusto Pinochet. Un testigo los recuerda así:

Cerati cuenta la historia desde su propio punto de vista:

En Perú el grupo también obtuvo un éxito sorprendente para una banda de rock:[47]

El 10 de noviembre de 1986 la banda lanzó el tercer álbum, Signos («Persiana Americana», «Signos», «Prófugos», «No existes»). Fue un paso clave porque de la mano con el éxito creciente aumentaban las expectativas, las presiones, el riesgo de fracaso y las tensiones internas. En el disco el trío es acompañado por Fabián Vön Quintiero (teclados), Richard Coleman (guitarra) y Celsa Mel Gowland (coros). Además, «Signos» fue el primer disco del rock argentino en editarse en disco compacto. Fue fabricado en los Países Bajos y distribuido en toda Latinoamérica.[48]

Ya dentro de la Gira Signos, el 3 de diciembre hicieron su primera presentación en Ecuador y el 9 y 10 de enero de 1987 en Uruguay (Punta del Este y Montevideo).

Los días 11 y 12 de febrero de 1987 Soda Stereo volvió a presentarse en Chile, esta vez en la edición número 28 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde ganaron el premio Antorcha de Plata y sorprendieron a los medios de comunicación por la cantidad y pasión de sus fanes. El Festival de Viña, transmitido por televisión a muchos países latinoamericanos, expandió la fama de la banda por todo el continente, que no tardó en transformarse en una masiva adhesión incondicional que dio en llamarse «sodamanía». La presentación en el Festival de Viña fue seguida por una extensa gira por Chile: Puerto Montt (17/2), Valdivia (19/2), Talcahuano (21/2), Chillán (22/2), Temuco (23/2), nuevamente en Viña del Mar (28/2) y cuatro funciones más en Santiago en dos días (1 y 2 de marzo). En total asistieron 150 000 espectadores.[49]

Dos meses después, el 23 de abril, batió récords de público en un recital de rock en Paraguay con su presentación en el Yacht y Golf Club Paraguayo. Mientras tanto, Signos fue disco de platino en Argentina, triple disco de platino en Perú y doble platino en Chile.

El 2 de mayo se presentaban en la discoteca Highland Road de San Nicolás, Buenos Aires, cuando sucedió un derrumbe en el que murieron cinco jóvenes y hubo más de 100 heridos, mientras estaban tocando «Persiana Americana».[39]​ Con una carga emocional muy fuerte tocaron en Obras el 8 y 9 de mayo para presentar Signos en Buenos Aires. Como expresión de duelo el grupo no utilizó la escenografía ni los juegos de iluminación que tenían preparados.[49]

Ese mismo año emprendieron una segunda gira por el continente con un repercusión aún mayor. El grupo se presentó en Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela, Costa Rica y México (la primera presentación en México fue el 4 de agosto de 1987, en el Magic Circus del D.F.). Realizaron 22 conciertos en 17 ciudades frente a casi 350 000 personas, abriendo así la idea misma de un «rock latino», más allá de la nacionalidad de cada banda, que fructificaría en la siguiente década. Con el material grabado en los distintos puntos del viaje se realizó el disco en vivo Ruido Blanco (1987), mezclado en la isla de Barbados y que fue considerado por la revista Rolling Stone de Argentina como el 5º entre los mejores álbumes en vivo del rock argentino.[50]

Cuando llegaba 1988, Soda Stereo ya era la banda más importante del pop/rock latinoamericano[51]​ y se disponían a grabar su nuevo álbum, cuya producción artística estuvo a cargo del puertorriqueño Carlos Alomar, quien había trabajado con David Bowie, Mick Jagger, Simple Minds, Iggy Pop y Paul McCartney entre otros. Doble Vida («Picnic en el 4to B», «En la Ciudad de la Furia», «Lo que Sangra (La Cúpula)», «Corazón delator»), grabado enteramente en Nueva York, se convirtió en el primer disco de una banda argentina grabado íntegramente fuera de su país. El corte de difusión del disco y su vídeo, «En la ciudad de la furia», fue nominado en los MTV Video Music Awards de 1990 en la categoría de International Viewer's Choice - MTV Internacional, en una época en la que MTV Latinoamérica no había nacido aún.

A estas alturas Soda había conquistado un nuevo récord histórico: eran la primera banda argentina cuyos videoclips eran emitidos por el canal de televisión MTV, siendo que el canal transmitía en inglés.[52]

Luego de más de un año sin presentaciones en Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1988 la banda volvió para presentar el álbum Doble Vida. La idea era volver a Obras, pero ya no para tocar en el estadio de básquet como la vez anterior, sino para algo mucho más ambicioso: tocar en las canchas exteriores de hockey y rugby, que daban mucha mayor capacidad. Fue así que Soda conquistó un nuevo récord histórico: fueron la primera banda en dar un recital propio (es decir, no como parte de un festival) en las canchas de hockey y rugby de Obras.[52]​ Además, a pesar de que el mismo día del recital hubo un levantamiento carapintada que amenazó la seguridad nacional, la gente igual se juntó para ver a la banda: hubo 25 000 personas.

Para coronar un gran año, el 27 de diciembre de 1988 cerraron el Festival Tres Días por la Democracia que se realizó en Buenos Aires en el cruce de la Avenida del Libertador y la Avenida 9 de Julio ante 150 000 personas y junto a Spinetta, Fito Páez, Los Ratones Paranoicos, Man Ray y otros.

Con la cifra de un millón de discos vendidos Soda Stereo inició una gira de presentación del nuevo disco que comprendió 30 shows en casi toda Argentina ante 270 000 espectadores durante los primeros días de 1989, que fue seguida por una nueva gira latinoamericana (la tercera) que, entre otras cosas, terminó de consagrar masivamente a la banda en México. A fines de 1989 grabaron una nueva versión de «Languis» (canción incluida en Doble vida) y un tema nuevo llamado «Mundo de quimeras», los que fueron editados en el maxi-simple Languis (1989) junto a versiones remixadas de «En el borde» y «Lo que sangra (la cúpula)». Luego de editado el disco Soda realizó dos presentaciones con entradas agotadas en The Palace de Los Ángeles, convirtiéndose en la segunda banda de rock en español en presentar un espectáculo en Estados Unidos con entradas agotadas el 8 de diciembre de 1989, solo tres meses después de que el también argentino Miguel Mateos hiciera lo propio el 7 de septiembre de ese año.

A principios de 1990 la banda se presentó en el Estadio José Amalfitani, compartiendo cartel en igualdad de condiciones junto al dúo inglés Tears For Fears en un show ante 32 000 personas. Para su presentación, los Soda contaron con la presencia de David Lebón, exguitarrista de Pescado Rabioso y Serú Girán, que los acompañó en guitarra en el tema «Terapia de amor intensiva». Algo muy curioso sucedió en aquel concierto: en tiempos pre-internet y pre-redes sociales, la mayoría de la gente se había organizado para irse en masa cuando terminara el recital de los Soda. Para cuando llegaron los Tears For Fears, la cancha estaba semivacía.[53]

El éxito continental llevó a la cadena MTV News europea a prestar atención a lo que estaba sucediendo en América Latina con el rock en español, dedicándole un programa especial al grupo, hecho sin antecedentes para un grupo de rock que no cantara en inglés.[54]

Mientras tanto, en Argentina la situación del rock local era muy distinta. La hiperinflación de 1989 afectó severamente a la industria musical argentina y le puso un freno a las prometedoras carreras de numerosas bandas de pop rock y new wave, las cuales estaban atadas a los designios de los grandes sellos discográficos. Esto provocó separaciones a nivel masivo en la escena nacional por la falta de oportunidades. Por otro lado, muchas de las nuevas bandas argentinas que se formaron a partir de esta época adoptaron un modelo de autogestión (siguiendo el precedente de bandas como Los Redondos), acaso como prevención para no volver a quedar atrapadas en la inactividad en caso de otra crisis económica. Como resultado de todos estos factores, el pop en Argentina tuvo una caída en 1989, y la escena nacional dio un giro hacia los géneros duros del rock, como el rock and roll, hard rock, blues, punk, heavy metal, rock alternativo y rock barrial. Los historiadores del rock argentino han destacado que Argentina incluso se adelantó dos años a Estados Unidos y el Reino Unido, ya que estos dos países hicieron el abandono del sonido de los '80 recién en 1991, con la explosión del grunge.[55][56][57]

En este contexto, en junio de 1990 Soda Stereo viajó a Estados Unidos para registrar una nueva placa en los Estudios Criteria de Miami, con la idea de dar un giro rotundo en su música. Del sonido que tenían en los '80, pasarían a un rock duro tomando como influencias a las bandas del rock argentino de los '70 que los miembros escuchaban durante su adolescencia (Pescado Rabioso, Color Humano, Vox Dei), pero además sumándole el presente: incorporaron las tendencias contemporáneas del rock anglosajón underground que preparaba la explosión global del grunge (Screaming Trees, Smithereens y Pixies).[58]​ Para lograr este proyecto, contaron con el aporte conceptual de Daniel Melero y la participación de Andrea Álvarez y Tweety González (todos importantes músicos de la escena roquera argentina del momento) en calidad de invitados.

El resultado fue el álbum Canción Animal (1990), considerado generalizadamente como uno de los mejores de la historia no solo del rock argentino sino de todo el rock iberoamericano.[14]​ Allí se encuentra su canción más conocida: «De música ligera», además de otros clásicos de la banda como «Canción animal», «Cae el sol», «Un millón de años luz», «(En) El séptimo día» y «Té para tres».

El nuevo álbum significó para la banda el acceso al público español, que se plasmaría en mayo de 1992 con presentaciones en las ciudades de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Barcelona.

La Gira Animal (1990-1991) fue una gira maratónica y nunca repetida por ningún artista. En Argentina abarcó treinta ciudades, incluyendo lugares donde nunca se había presentado una banda de la envergadura de Soda Stereo (San Juan: Santa Fe de la Vera Cruz, Junín, Clorinda, Puerto Iguazú, Corrientes, Posadas, Chascomús, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Trelew, Neuquén, Santa Rosa, Trenque Lauquen, Mendoza, Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Salta, Rosario, Buenos Aires, Olavarría, Pergamino). Internacionalmente: Santiago de Chile, Asunción del Paraguay, Punta del Este, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Barquisimeto, Caracas, Valencia, Mérida, San Cristóbal, México, D. F., Monterrey, Guadalajara, Mexicali y Tijuana. La Gira Animal cerró con catorce funciones en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, con capacidad para 3.300 personas, entonces un récord notable.[59]​ En cada lugar se respetó la misma infraestructura de show, que para ese momento era inédita para un artista local.[60]

De los shows en el Gran Rex surgió el EP Rex Mix (1991) que incluía versiones en vivo grabadas en el último de esos recitales, en la noche del 9 de julio de 1991, y versiones remixadas junto al tema nuevo «No necesito verte (para saberlo)».

El 14 de diciembre de 1991 se produjo el histórico recital de la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. Soda Stereo sorprendió y se vio sorprendido reuniendo a más de doscientas cincuenta mil personas para escuchar a la banda en el marco del ciclo de recitales gratuitos realizados por la Municipalidad de Buenos Aires llamados Mi Buenos Aires Querido II, que además fue televisado en directo. La gente bailó enloquecida cada tema y los músicos fueron captados por una sensación de haber llegado a lo máximo, de que ya no quedaba nada por conquistar. «Aquello de la 9 de Julio fue una energía muy fuerte», suele recordar Bosio, «y gracias a Dios nos pasó en nuestra ciudad. Creo que fue una suma de factores lo que nos llevó a sentir que ya no quedaba nada por conquistar...»[61]

Tras ese furor sobrevino un período de dispersión. Cerati explicaba por entonces:

En ese momento Cerati comenzó, paralelamente a su trabajo con Soda, la producción de un álbum en conjunto con Daniel Melero, Colores Santos, el cual contó con aportes de músicos invitados como Flavio Etcheto y Carola Bony.

A partir de este momento los miembros de Soda tomaron conciencia de que se encontraban en el centro de la escena, por lo que decidieron dar lugar a la experimentación musical e impulsar abiertamente lo que sería conocido como la «movida sónica». A fines de 1992 Soda Stereo lanzó su sexto álbum, Dynamo, presentado con seis recitales realizados en el Estadio Obras a fines de ese mismo año. Cada show contó con una banda distinta como invitados y así estuvieron de soporte Babasónicos, Juana La Loca, Martes Menta y Tía Newton. La «movida sónica», de la que también formarían parte Demonios de Tasmania y Los Brujos, por ejemplo, derivaría luego hacia el llamado «Nuevo Rock Argentino», con Massacre, Attaque 77 y El Otro Yo.[62]

Dynamo no vendió como se esperaba, en gran medida porque el grupo decidió cambiar de compañía discográfica inmediatamente después de grabado. Sony entonces, no tenía intenciones de apoyar un grupo que emigraba y BMG no podía promocionar un producto de otra empresa.

En noviembre de 1992 los Soda fueron protagonistas de un hecho inédito en la Argentina: la transmisión de TV en stereo. Los tres músicos más Tweety González (teclados) y Flavio Etcheto (trompeta) tocaron casi todo el álbum en el programa Fax en concierto, conducido por Nicolás Repetto por el El Trece de Buenos Aires. Con una puesta de luces y un sonido impecables Cerati cantó sobre pistas previamente grabadas de las canciones y reforzaron en vivo guitarras, bajo y batería.[63]

En enero de 1993 emprendieron su sexta gira latinoamericana, el Dynamo Tour, visitando México, Chile, Paraguay y Venezuela. Sin embargo, el 20 de marzo de 1993 tras dar un recital en la ciudad mexicana de Tampico, Cerati se bajó de la gira y voló hacia Chile, lo que provocó la cancelación de fechas de la gira programadas para Estados Unidos, España y otros países. Su actitud se debió a muchos factores:[53]​ cansancio con la banda, deseos de un proyecto solista (que se plasmaría en el álbum Amor amarillo) y acompañar el embarazo de su mujer Cecilia Amenábar, que eventualmente daría luz a Benito Cerati.

A partir de entonces Soda entró en una pausa prolongada, y la falta de novedades llevó a que muchos dijeran que la banda se había separado, algo que fue desmentido por los miembros. Pero al no realizar recitales, la banda igual yacía en una situación de limbo.[53]

En los dos años siguientes los miembros dieron pasos por caminos separados. Gustavo encaró su primer proyecto enteramente solista y en 1993 lanzó el álbum Amor Amarillo, aunque dijo que no tenía la intención de seguir una carrera en solitario. Zeta se convirtió en un baluarte de las jóvenes bandas del rock sónico, siendo productor de Peligrosos Gorriones y Aguirre; pero se retiró de la escena pública tras el 4 de julio de 1994, cuando sucedió un trágico accidente donde perdió la vida su hijo Tobías y su otro hijo Simón sufrió quemaduras que lo dejaron discapacitado de por vida. Charly profundizó en proyectos personales relacionados con la informática y las novedades tecnológicas, investigando las posibilidades que traía la naciente internet; además formó una banda llamada Plum junto a su novia Deborah de Corral, llegando a lanzar un álbum homónimo en 1995.[53]

A finales de 1994 se editó el álbum Zona de Promesas, un compilado de remixes de clásicos temas de la banda más una homónima canción nueva.

A inicios de 1995, después de un distanciamiento de dos años, los Soda se volvieron a juntar para ver cómo estaba el clima entre ellos y empezaron una serie de ensayos. En ellos, Gustavo introdujo las herramientas tecnológicas que había empleado en sus álbumes solistas, como los secuenciadores y samplers. Luego de un tiempo tenían listos 25 temas para un álbum doble, donde el primer disco sería de canciones standard, y el segundo disco sería de instrumentales electrónicos. Pero el sello discográfico no estaba dispuesto a aceptar que una banda que hubiese estado tanto tiempo inactiva le planteara un proyecto semejante, y los Soda debieron hacer una selección entre esos 25 temas para ubicarlos en un solo disco. A pesar de todo, sentían que al álbum le faltaba un hit que sostuviera las canciones experimentales y electrónicas, y no confiaban en el tema más radiable que tenían preparado, «Paseando por Roma», porque creían que le faltaba más contundencia. Fue entonces que durante un ensayo, a Gustavo le salió «Ella usó mi cabeza como un revólver»: fue la puntada final del disco.[66]

Luego de tres años desde su anterior álbum de estudio, el trío volvió al mercado con Sueño Stereo, su séptimo y último álbum de estudio. Lanzado el 29 de junio, velozmente se transformó en disco de platino con el éxito gracias a temas como «Zoom» y «Ella usó mi cabeza como un revólver», el videoclip de este último fue elegido por la MTV como Video de la Gente (latino) en 1996, máximo reconocimiento continental del rock latinoamericano antes de que se establecieran los Premios MTV Latinoamérica en 2002. Obtuvieron en 1995 el Premio Konex de Platino por su trayectoria en esa última década como la mejor banda de rock de la Argentina.

El álbum fue el eje de la extensa Gira Sueño Stereo, iniciada el 8 de septiembre en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, recorriendo Venezuela, Colombia, Perú, Panamá, México y Estados Unidos (Los Ángeles, Chicago, Nueva York y Miami), y cerrándola el 24 de abril de 1996 en el Teatro Teletón de Santiago de Chile. Realizaron un recital gratuito para el festejo del 113° aniversario de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) ante 367.294 personas, con Julio y Marcelo Moura (ex Virus) como invitados.

A mediados de 1996 fueron invitados por la cadena MTV para sus famosas sesiones «unplugged» (desenchufadas) en Miami. Luego de rechazar la invitación varias veces, Soda Stereo logró que la cadena aceptara su propuesta de tocar con sus instrumentos eléctricos «enchufados», pero re orquestando y modificando las versiones clásicas para hacerlas más lentas y musicalmente más complejas, agregando la voz femenina de Andrea Echeverri de Aterciopelados en una notable interpretación de «En la ciudad de la furia». Además de esta las canciones que se desarrollaron fueron: Un misil en mi placard, Entre Caníbales, Pasos, Zoom, Cuando pase el temblor, Té para tres, Ángel eléctrico, Terapia de amor intensiva, Disco Eterno, Ella usó mi cabeza como un revólver, Paseando por Roma y Génesis. Esta presentación fue registrada parcialmente en la placa Comfort y Música Para Volar (1996) y de manera completa en una nueva versión del álbum editado en 2007. El álbum incluyó además cuatro temas nuevos que habían quedado fuera de ‘‘Sueño Stereo y un track interactivo con historietas e imágenes en video de la presentación en MTV.

El 30 de octubre Soda Stereo fue la primera banda latinoamericana en realizar un concierto para ser transmitido por Internet, en el programa ¿Cuál es?, conducido por Mario Pergolini en la radio argentina Rock & Pop, desde el auditorio de la tienda de instrumentos musicales Promúsica en Buenos Aires.[69]

Mientras se realizaba la gira del Unplugged, ocurrió un evento que dejó los ánimos de la banda en muy mal estado e hizo que entrara en su recta final. La banda estaba en un hotel de Estados Unidos descansando, cuando los hermanos Diego, Ezequiel y Pedro Fainguersch, que eran músicos invitados, realizaron una broma pesada: chorrearon con un matafuegos por debajo de la puerta del cuarto. Como respuesta, los miembros de la banda vaciaron otro matafuegos en el cuarto de los hermanos Fainguersch. El hotel sancionó económicamente a la banda por destrozos en las instalaciones, y se generó una discusión entre los miembros acerca de quién debía cargar con la multa: Zeta y Charly decían que debían ser los hermanos Fainguersch por haber iniciado la pelea, mientras que Gustavo decía que todos los miembros de la comitiva deberían pagar con un descuento porcentual en su salario. A lo largo de su carrera, la banda había tenido muchas discusiones como esta, pero Gustavo siempre se imponía. Pero esta vez un nuevo factor se le agregó a las típicas discusiones: por primera vez hicieron una votación entre los miembros de la banda. Y el resultado fue distinto.

Dos días después de aquello, el 23 de noviembre cerrábamos como acto de clausura de un festival alternativo del que había participado Nick Cave. Créase o no, el malestar que había generado la discusión sobre el incidente de los matafuegos era muy grande y el clima que intoxicaba el ambiente de la camioneta que nos llevaba a la cancha de Ferro era notablemente denso. Gustavo parecía realmente molesto y casi no hablaba. Fue uno de nuestros conciertos más deslucidos.

La gira terminó a fines de noviembre de 1996, y tras ella los miembros volvieron a distanciarse, refugiándose cada uno en sus círculos íntimos.

Los meses siguientes hubo un silencio con respecto al futuro de la banda. La broma pesada de los hermanos Fainguersch con los matafuegos, y la derrota de Gustavo en la votación subsiguiente, habían dañado drásticamente el clima dentro de la banda. Crecieron los rumores de una separación y tras un tiempo estos llegaron a los diarios, lo que alarmó a Zeta, quien se comunicó con Gustavo para saber si eran ciertos. Gustavo le dijo que quería terminar ahí mismo con la banda. Zeta trató de convencerlo argumentando que toda la comitiva dependía económicamente de la banda y quedaría sin trabajo si hubiera una separación, pero fue en vano. Cuando Charly se enteró, reaccionó muy negativamente: amenazó con acciones legales si la banda se separaba abruptamente, y exigió que por lo menos hicieran una gira de despedida. El mánager de la banda, Daniel Kon, se metió en el conflicto y logró convencer a Gustavo, quien terminó accediendo a regañadientes a hacer una gira de despedida, pero estableciendo sus condiciones: sería una gira corta con muy pocos recitales. Todos aceptaron.[53]

El 1 de mayo de 1997 Soda Stereo anunció oficialmente su separación mediante un comunicado de prensa. Al día siguiente todos los diarios se hicieron eco de la noticia y el diario Clarín dedicó un gran espacio en su portada para ello. Gustavo publicó al día siguiente en el suplemento «Sí» (juvenil) del diario Clarín lo que sería «La carta del adiós»:

La gira estaba prevista para no ser larga como las anteriores, donde pasaban por varios países del continente. Esta vez sólo tocarían en cuatro: México, Venezuela, Chile y Argentina, y harían solamente seis recitales.

Durante los ensayos para la gira final, la banda dejó una participación en el disco Tributo a Queen: Los Grandes del Rock en español que sería lanzado en octubre de 1997, para el cual graban «Algún Día», cover en español del tema «Some day, one day» de Queen, publicada en su respectivo álbum Queen II en 1974. Esta sería la última grabación en estudio de la banda.

El último concierto fue el 20 de septiembre de 1997 en el estadio de River Plate. Se grabó el concierto en vivo, que fue editado en dos CD separados, bajo el nombre de El Último Concierto «A» y «B». Años después, en 2005, se publicó el esperado DVD del histórico concierto Soda Stereo: El último concierto. El recital finalizó con la épica y emocionada interpretación del tema «De música ligera». Sin aún haber acabado de tocar y extendiendo el final de la canción, un emocionado Gustavo Cerati casi hasta las lágrimas, dedicó su recordado pequeño discurso, inmortalizando este momento como uno de los más emocionantes en la historia de la música iberoamericana:

Acabado esto, los tres músicos muy emocionados se despidieron.

A pesar de los constantes rumores de reunión, los cuales irónicamente comenzaron al poco tiempo de la separación, pocas noticias hubo sobre Soda, salvo un especial para TV de El último concierto producido por la cadena HBO y un documental llamado Soda Stereo: La Leyenda, producido por MTV. Finalmente en 2002 se volvió a ver al trío reunido en los premios MTV Latinoamérica para recibir el premio Legend por su trayectoria musical.

A siete años de la separación era muy raro el hecho que no existiesen lanzamientos oficiales, por lo que a fines de 2003 se anunció que Sony Music lanzaría el primer DVD de Soda Stereo y que contendría mucho material inédito, proporcionado por Gustavo, Zeta y Charly, además de personas muy allegadas a la banda. Estaba claro desde un principio que la producción sería por parte de Sony y la productora Cuatro Cabezas (con Mario Pergolini al frente).

El resultado salió a la calle en noviembre de 2004 y fue titulado Soda Stereo: Una parte de la Euforia (1983-1997). Un documental que resumía la historia de la banda a través de escenas de conciertos, backstage, entrevistas, ensayos, pruebas de sonido, presentaciones en TV, etc. No obstante dicho DVD sólo contenía la historia de Soda en Sony/CBS, excluyendo la etapa en BMG, correspondiente a Sueño Stereo y Comfort y Música Para Volar (de 1994 a 1996), lo que lo hacía un documento incompleto.

El 20 de septiembre de 2005 se editó en Argentina un DVD sobre el concierto final que diera Soda Stereo exactamente ocho años antes en el Estadio de River Plate, con el título de El Último Concierto (En Vivo). El DVD, a diferencia del especial que produjo HBO, estaba centrado en el concierto de Buenos Aires en audio 5.1 e incluía dos temas que habían quedado afuera anteriormente: «Juego de seducción» y «Sobredosis de TV». Además, incluyó una opción multi cámara para una sesión de ensayo de «Primavera 0» y un documental de 25 minutos de la gira de despedida con imágenes de los conciertos y pruebas de sonido de México, Venezuela, y Argentina. También se incluyó una entrevista al desaparecido «cuarto Soda» Alfredo Lois, autor de ese trabajo, uno de los últimos que hiciera antes de fallecer.

La reunificación de Soda Stereo era el tema obligado en cualquier entrevista con sus integrantes luego de la separación. Tanto que Zeta Bosio declaró una vez:

En 2007, al cumplirse 10 años de su separación, la banda decidió reunirse por una vez con el fin de realizar una gran gira continental. El 6 de junio de 2007 se conoció la noticia y el 9 se oficializó: Soda Stereo volvería a los escenarios mediante una única gira americana llamada Me Verás Volver (frase emblemática del grupo tomada de la estrofa final de la canción «En la ciudad de la furia»). La gira comenzaría el 19 de octubre en el Estadio Monumental de River Plate de la ciudad de Buenos Aires y originalmente contemplaba la realización de 2 recitales en Buenos Aires, seguidos de presentaciones en varios países americanos. Sin embargo desde el momento en que se pusieron en venta las entradas quedó en evidencia que el programa original quedaría completamente desbordado y que se estaba frente a un gigantesco acontecimiento cultural de alcance continental. Inmediatamente se programó una tercera presentación en Buenos Aires.

Posteriormente se agregaron 2 fechas más en Buenos Aires, y luego se le sumó una fecha de aparente cierre para el 15 de diciembre en la Ciudad de Córdoba, aunque en la presentación de Buenos Aires del 3 de noviembre el grupo anunció el cierre de la gira previsto en esa misma ciudad para el día 21 de diciembre; por lo que finalmente se duplicaron los recitales previstos en River y se ampliaron los programados en otras partes incluyendo nuevas ciudades para programar presentaciones en Chile (2), Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá (1), México (4), Estados Unidos (3), Perú (2), en un total de 13 ciudades.

A principios de julio Sony-BMG lanzó un nuevo álbum llamado Me Verás Volver (Hits & +), un CD con 18 reediciones de temas en estudio los cuales fueron remasterizados en 2007. El disco no contiene temas nuevos, pero incluye un código para acceder a contenidos exclusivos en su sitio web, entre ellos grabaciones de los temas ejecutados en la gira. El álbum alcanzó el primer puesto en ventas en Argentina y Chile.[73]

El 20 de septiembre, a exactamente diez años de su último concierto, Soda Stereo realizó su esperada conferencia de prensa en la discoteca Club Museum, instalada en un histórico edificio del barrio de San Telmo diseñado por Gustave Eiffel en el que años antes habían filmado el video «En la ciudad de la furia».[74][75]​ La sorpresa fue que al comienzo ofrecieron un mini-recital de dos temas, lo que significó su vuelta formal a los escenarios. Los temas elegidos fueron «Sobredosis de TV» y «En la ciudad de la furia», que se disfrutaron en sus versiones originales. Los temas fueron interpretados solamente por ellos tres y sus instrumentos. En dicha conferencia aclararon que a partir de 2008 tienen previsto retornar a sus respectivas actividades individuales. A la pregunta de una periodista sobre cual sería el equivalente en 2007 del «gracias totales» con que cerraron el recital de 1997, Cerati contestó:

En octubre de 2007 Sony-BMG lanzó Confort y música para volar en su versión de DVD. La diferencia que tiene dicho DVD con respecto al CD editado en 1996 es que se incluye el unplugged completo.

Frente a la conmoción continental (nombrado como «el temblor») que produjo la vuelta de Soda Stereo, productores de todos los orígenes, incluidos los responsables del Festival de Viña del Mar, comenzaron los contactos para contratar nuevos conciertos del grupo. En todos los casos se encontraron con una frase terminante de Gustavo Cerati:

Finalmente el 19 de octubre se produjo el esperado retorno de Soda Stereo en el Estadio de River Plate. En la oportunidad un enorme cartel contenía una frase compuesta con títulos de sus canciones:

La banda se presentó acompañada de uno de los principales «cuartos soda» de su historia, Tweety González (teclados), así como con Leandro Fresco (teclados, percusión y coros) y Leo García (guitarra y voz). El recital duró más de tres horas y tocaron 28 temas, abriendo con la reproducción de un extracto de «Algún Día» (la canción que grabaran 10 años antes para el disco Tributo a Queen) mientras se mostraban imágenes de la historia musical de Soda Stereo, hasta la aparición de Gustavo, Zeta y Charly sobre el escenario para comenzar a tocar «Juego de seducción» y cerrando con «Nada Personal» y «Te hacen falta vitaminas», tres de sus temas más antiguos, un set-list que mantuvieron en todos los recitales de la gira.

Luego de tres recitales en Buenos Aires (19, 20 y 21 de octubre) Soda se presentó en Santiago de Chile (24 y 31 de octubre), con una presentación intermedia en Guayaquil (27 de octubre) junto con Daniel Sais en el tema «Prófugos», volviendo a realizar dos conciertos más en Buenos Aires (2 y 3 de noviembre) y luego viajar a México donde actuaron en Monterrey (9 de noviembre), Zapopan (12 de noviembre), el D.F. (15 y 16 de noviembre), Los Ángeles (21 de noviembre), Bogotá (24 de noviembre), Panamá (27 de noviembre), Caracas (29 de noviembre), Miami (4 y 5 de diciembre), Lima (8 y 9 de diciembre) y Córdoba, Argentina (15 de diciembre); en todos los casos con entradas agotadas salvo en Los Ángeles.[78]​ En total el regreso de Soda Stereo habrá convocado un millón de personas.[8]

Entre los diálogos que Gustavo Cerati mantuvo en nombre de la banda con los seguidores durante los recitales se destacaron los momentos en que aquel agradeció los aplausos con un «gracias» y la gente respondió «totales!»,[79]​ así como cuando cantaba «Un millón de años luz» («no vuelvas sin razón») y dijo:

El 21 de diciembre de 2007 se realizó el último recital en el Estadio de River en la ciudad de Buenos Aires, incluyendo tres temas que no estuvieron en el resto de la gira: «Si no fuera por...», «Terapia de amor intensiva» y «Lo que sangra (La cúpula)». A la banda y los tres músicos invitados que realizaron la gira se agregaron Andrea Álvarez («Pic-nic en el 4to B»), Richard Coleman («No existes»), Fabián «Zorrito Vön» Quintiero («Danza rota» y «Prófugos»), Carlos Alomar («Lo que sangra (La cúpula)» y «Terapia de amor intensiva») y Gillespi («Signos» y «Fue»). Cerati volvió a pronunciar su famosa expresión, «gracias totales», luego de tocar el tema «De música ligera» y rompió la guitarra al terminar el solo final en «Sueles dejarme solo».[81]

Los críticos han sido coincidentes en destacar el alto nivel de ensayos y el buen ensamble de la banda, así como un ambiente de entendimiento entre los músicos, algo que también destacó Gustavo Cerati desde el escenario, a la vez que se ha despedido con un «hasta dentro de diez años».[82]

En agosto de 2008 el sello Sony BMG lanzó a la venta el DVD de la gira «Me Verás Volver», que contiene los temas interpretados por la banda en los conciertos además de los testimonios de Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio y de los invitados especiales.[83]​ Además, el 18 de julio de 2008 se lanzó un CD doble con las mismas canciones, y se comercializó por separado.

En marzo de 2010 Zeta Bosio dijo en una entrevista que Soda Stereo tenía planeado regresar a los escenarios con un nuevo disco de estudio. Sin embargo, Gustavo Cerati sufrió un ACV del que lamentablemente no logró recuperarse. Luego de cuatro años de permanecer en coma, falleció finalmente el 4 de septiembre de 2014.

Luego, Cirque du Soleil hizo un espectáculo temático con Soda Stereo titulado Sép7imo Día, presentándolo entre 2017 y 2018. Para realizarlo, Zeta y Charly volvieron a juntarse para producir la parte de sonido, escuchando los masters de las canciones. Esto los llevó a que empezaran a pensar en volver a tocar juntos.[84]

Gracias Totales - Soda Stereo fue anunciada por la banda a través de un vídeo y una carta a sus seguidores en sus redes sociales.[85]​ Comenzó el 29 de febrero de 2020 en el Estadio El Campín de Bogotá, Colombia, para seguir con fechas en Argentina, Perú, Chile, México, Paraguay, Estados Unidos, varios países de América Central, etc.

Junto al anuncio de Gracias Totales, se reveló que Zeta Bosio y Charly Alberti, serán acompañados por diversos cantantes tanto en vivo como a través de videos pregrabados, entre los que se menciona a Chris Martin de Coldplay, Adrián Dárgelos de Babasónicos, Rubén Albarrán de Café Tacvba, Álvaro Henríquez cantante y guitarrista de bandas como Los Tres y Pettinellis, Mon Laferte y el hijo del vocalista original de Soda Stereo Benito Cerati.[86]

Soda Stereo fue una banda particularmente exploradora de nuevos sonidos, especialmente inspirados en el afán creativo de Gustavo Cerati; y siempre buscaron que ninguno de sus discos sonara igual al anterior. Una de sus principales y más claras influencias durante toda la carrera musical del grupo, fue la que recibía permanentemente del new wave. Entre los artistas que influenciaron a Soda durante su carrera se encuentran The Smiths, Fine Young Cannibals y los trabajos en solitario de George Harrison, Paul McCartney y John Lennon; The Police, New Order, The Cure, Depeche Mode, Television, Echo & The Bunnymen, Talking Heads, Elvis Costello, David Bowie, Deep Purple, Virus, XTC, The Specials, Squeeze, Pink Floyd, Queen (como se ve en la canción tributo «Algún Día»), My Bloody Valentine y Cocteau Twins.[87][88]​ En lo que respecta a cada uno por separado, algunos de los más grandes ídolos de Cerati eran Sting (vocalista de The Police) y Luis Alberto Spinetta. Así mismo, la canción Purple Haze de Jimi Hendrix y el virtuosismo de Ritchie Blackmore fueron su motivación para dar sus primeros pasos con la guitarra eléctrica; Zeta aprendió a tocar el bajo viendo a su ídolo Paul McCartney; y Charly aprendió mucho de su padre Tito Alberti y además admiraba a Stewart Copeland, baterista de The Police.

En sus comienzos, tenían un sonido New Wave post-punk, lo que se oye en su primer trabajo homónimo Soda Stereo, tributario de bandas como The Police y The Specials. Con el pasar del tiempo, el sonido new wave fue madurando y ya no era tan fiestero; además, influidos por agrupaciones como The Cure y Television, añadieron el crudo sonido rock alternativo. Fue así como en los discos Nada Personal y Signos convivían éxitos («Juego de seducción», «Persiana americana», «El rito») con canciones más oscuras («No existes», «Ecos», «Final Caja Negra»).

Hacia fines de la década, el grupo decidió cambiar el rumbo. Para ello, Gustavo Cerati contrató al experimentado músico Carlos Alomar (entre otros, durante muchos años guitarrista de David Bowie) como productor musical y fueron a vivir a Nueva York por más de un mes para trabajar en su cuarto disco Doble Vida. Gracias a esto, añadieron al sonido new wave, influencias de la música norteamericana, especialmente del funk y del soul, junto con un sonido más rockero, como es el caso del sonido alternativo de «En la ciudad de la furia». En el Borde, Lo que sangra la cúpula, y Corazón delator.

El cambio de década, también marcó un antes y un después en el estilo musical de la banda. Dejaron atrás al sonido new wave y post-punk y adoptaron un estilo mucho más duro , basado en el protagonismo de la guitarra. Fue así como en 1990 vio la luz Canción Animal, que con los supehits( canción animal, entre caníbales, un millón de años luz, sueles dejarme solo, en el 7mo día y para la prensa especializada el himno del rock latino, de música ligera, se convertiría también en su disco más exitoso, el más aclamado, realizaron la gira animal por más de 100 ciudades de Latinoamérica y USA..., Pero para sorpresa de muchos, el cambio más radical estaba aún por venir.

En 1992 y luego de culminar la extensa y exitosa Gira Animal, volvieron al estudio de grabación. Influenciados por el naciente movimiento alternativo en Inglaterra, la banda decide olvidarse de la masividad, la radio y los sonidos del rock crudo, para dar un giro completo a su música, lanzando ese mismo año Dynamo, con un potente y oscuro sonido de shoegazing y rock alternativo.[89]​ Además, incluyen algunas creaciones experimentales.

En 1995 y luego de casi separarse, deciden volver a sus orígenes con el que sería su último álbum de estudio, Sueño Stereo. Si bien mantenían un sonido alternativo predominante, lo hicieron más melódico y suavizado. Además, se apreciaba una notable influencia de la música electrónica. Esto se tradujo en un éxito rotundo del álbum, especialmente de hits como la alternativa «Ella usó mi cabeza como un revólver» y la alegre y pop «Zoom». También la banda se dio el tiempo de experimentar, especialmente con las últimas tres canciones del disco.

El camino que quería seguir la banda si hubiesen seguido juntos es un misterio, aunque parecía estar orientado a la música electrónica, como mostraría Gustavo Cerati en 1999 con su álbum Bocanada, el primero luego del quiebre del grupo.

Soda Stereo ha sido considerada como una de las bandas pioneras del rock iberoamericano.[90][73][91][5]

Fue la primera banda en salir decididamente de los límites locales de su país de origen y considerar a Iberoamérica como un espacio cultural unificado por el idioma.[92][93]​ El resultado fue una popularidad y una identificación generalizada de la juventud latina, por encima de los países, que ya era un hecho para el rock anglosajón, pero no lo era para el rock latino, el rock en español y el rock iberoamericano, distintas variantes de un mismo fenómeno cultural-musical.[92][93]

Soda Stereo abrió camino a la masividad del rock latino al encontrar el modo de romper la disyuntiva «rock vs pop» que desgarró tradicionalmente la música popular latinoamericana, el primero apoyado en los sectores sociales medios y acomodados con fuertes influencias del rock anglosajón y el segundo implantado en los amplios sectores populares y de trabajadores ligados a los ritmos «latinos» y «bailables»; unos y otros despreciándose mutuamente.[94]​ A ese dilema se refirió Gustavo Cerati en 1996 cuando declaró:

Soda Stereo significó el comienzo de una internacionalización que incorporó a los músicos locales en una gran corriente roquera continental, hasta el punto de llevar a los analistas locales a preguntarse si «¿tiene sentido seguir hablando de rock nacional?».[45]​ En muchas partes de América Latina, como Colombia, Soda Stereo expresó la musicalidad y la pose de una nueva generación, que buscó diferenciarse de los «treintones ochenteros» que gustaban del merengue dominicano, para comenzar a escuchar y cantar rock en español.[96][94]​ En Chile, Soda no solo marcó a toda una generación con su «look», sus letras y su música,[97]​ sino que la intensa relación emocional establecida entre la banda y sus seguidores resultó un factor determinante para «desnacionalizar» al grupo y volverlo una expresión, ya no solo de los jóvenes de un país determinado, sino de la juventud como sector social uniforme con problemáticas y lenguajes comunes, algo que el rock and roll no había podido lograr hasta ese momento en los países de habla hispana debido a la barrera idiomática.[45][98]

Por supuesto que el fenómeno musical-cultural que expresó Soda Stereo en América Latina excede a la propia banda y se inserta en las razones profundas relacionadas con la identidad juvenil, que han hecho del rock and roll un movimiento cultural global, así como en las condiciones socioculturales de la juventud latinoamericana a partir de la década de 1980 (salida de las dictaduras, globalización, posmodernismo, sociedad de la información, exacerbación de las desigualdades sociales). Cuando Soda Stereo protagonizó la explosión continental del rock latino, cada país de Iberoamérica era un caldo de cultivo formado por un «movimiento de nuevas bandas», como se lo denominó en Venezuela.[99]

La influencia decisiva de Soda Stereo sobre la música rock latina de las décadas del 90 y primera del siglo XXI se ha visto reflejada en la opinión de los músicos más destacados del continente:

Es habitual, tanto entre los fanes como en la prensa especializada, referirse al «cuarto Soda» para calificar a ciertas personas que han resultado muy importantes en la obra de Soda Stereo. Tanto el teclista Tweety González[112]​ como el fallecido Alfredo Lois,[113]​ encargado de la imagen y los videos, se han destacado entre los colaboradores y recibido reiteradamente el mote de «el cuarto Soda». Pero otros músicos han recibido el reconocimiento de «cuarto Soda» como Daniel Melero, Fabián «Vön» Quintiero, Richard Coleman y Daniel Sais.

Excepcionalmente, se habla de quinto y sexto Soda, para referirse a los demás músicos acompañantes principales. La revista Rolling Stone ha destacado como «quinto Soda» a los saxofonistas Gonzo Palacios y Marcelo Sánchez, la percusionista Andrea Álvarez así como a Axel Krygier, Alejandro Terán y Flavio Etcheto.[35]

Soda Stereo adoptó un método de contratar «músicos invitados» para completar la banda tanto al momento de grabar discos como de realizar presentaciones en vivo. La siguiente es la lista de esos músicos ordenada cronológicamente.





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