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Gregorio Marañón



¿Qué día cumple años Gregorio Marañón?

Gregorio Marañón cumple los años el 19 de mayo.


¿Qué día nació Gregorio Marañón?

Gregorio Marañón nació el día 19 de mayo de 1887.


¿Cuántos años tiene Gregorio Marañón?

La edad actual es 136 años. Gregorio Marañón cumplirá 137 años el 19 de mayo de este año.


¿De qué signo es Gregorio Marañón?

Gregorio Marañón es del signo de Tauro.


¿Dónde nació Gregorio Marañón?

Gregorio Marañón nació en Madrid.


Gregorio Marañón y Posadillo (Madrid, 19 de mayo de 1887-íd., 27 de marzo de 1960) fue un médico internista, científico, historiador, escritor y pensador español, perteneciente a la generación de 1914,[1]​ cuyas obras en los ámbitos científico e histórico tuvieron relevancia internacional.[2]​ Durante un período de cuarenta años[3]​ dirigió la cátedra de Endocrinología en el Hospital Central de Madrid. Carla P. Aguirre Marco, estudiosa de historia de la ciencia y documentación en la Universidad de Valencia, lo señala como un protagonista del nacimiento de la endocrinología española.[2]​ Fue académico de número de la Real Academia Española, de la de la Historia, de la de las Bellas Artes, de la de Medicina y de la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales). Fue de los fundadores —junto a Ortega y Gasset y Pérez de Ayala— de la Agrupación al Servicio de la República,[4]​ aunque criticó posteriormente la incapacidad de la Segunda República para aunar a todos los españoles.[5]

Era hijo de Manuel Marañón y Gómez-Acebo y Carmen Posadillo Bernacci.[6]​ Nació en Madrid el 19 de mayo de 1887, ciudad donde falleció el 27 de marzo de 1960. Casado con Dolores Moya en 1911, tuvieron tres hijas y un hijo: María del Carmen; María de Belén; María Isabel, y Gregorio, primer marqués de Marañón.

Hombre austero,[7]humanista,[8]​ y liberal,[9]​ está considerado como uno de los más brillantes intelectuales españoles del siglo XX.[10]Pedro Laín Entralgo destacó su estilo literario.[8]​ Como otros intelectuales de la época, se implicó política y socialmente: fue médico del rey Alfonso XIII, combatió la dictadura de Primo de Rivera (condenado a un mes de cárcel) y se manifestó crítico con el comunismo.[¿cuándo?] Apoyó en un primer momento la Segunda República, como uno de los fundadores —junto a Ortega y Gasset y Pérez de Ayala— de la Agrupación al Servicio de la República,[4]​ aunque no tardó en criticar a la República por su incapacidad para aunar a todos los españoles.[5]​ Como parlamentario de las Cortes de la República ha sido caracterizado por su inactividad en el escaño.[11]

Posiblemente después de alejarse de Madrid —en torno a enero de 1937— y ante la requisitoria de su opinión sobre la España republicana, Marañón expresó en una reunión de intelectuales franceses lo siguiente:

En el artículo titulado Liberalismo y comunismo, publicado en Revue de Paris el 15 de diciembre de 1937, manifestó con claridad su cambio de posición respecto de la Segunda República:

Desde diciembre de 1936 hasta otoño de 1942, Marañón vivió fuera de España, en un exilio de hecho. De vuelta en España, si bien la dictadura —como hizo con otros intelectuales— utilizó su figura para mejorar su imagen exterior, en general el franquismo respetó su figura. Según el historiador Miguel Artola Gallego en 1987, «la mayor aportación política de Marañón fue sin duda haber levantado la bandera del liberalismo, de la libertad, en una época en que pocos o ninguno podían hacerlo», entendiendo por «liberalismo» lo contrario a una adscripción política determinada.[14]​ A este respecto, el propio Marañón escribió:

Tras la revuelta estudiantil de 1956, encabezó, junto a Menéndez Pidal, los primeros manifiestos que denunciaban desde el interior la situación política y solicitaban el regreso de los exiliados.[16]

Su contribución a la medicina se centró pronto en la endocrinología, de la que fue uno de sus precursores.[17]​ En su primer año de licenciado (1909) publicó siete trabajos en la Revista Clínica de Madrid, de los que solo uno era de carácter endocrinológico, sobre la insuficiencia poliglandular endocrina. En 1910 publicó cinco trabajos, dos de ellos en endocrinología sobre la enfermedad de Addison.[17]​ En los años siguientes, su interés por la endocrinología aumentó.[2]​ Solamente en 1930 publicó su Endocrinología (Madrid: Espasa-Calpe) y treinta títulos más en revistas científicas sobre esa especialidad, de los cuales la mitad fueron trabajos como único autor, todo lo cual destaca en el marco de las circunstancias político-históricas en las que Marañón estaba directa o indirectamente involucrado.[17]

En el campo de la ética moral del médico, se mantuvo coherente a lo largo de toda su trayectoria, con los valores católicos, y durante la Segunda República se mostró contrario a los métodos anticonceptivos artificiales y a la educación sexual en la infancia por parte del Estado, postulando que tal tarea correspondía a los padres.[18]

Se hizo eco de la corriente internacional eugenésica que existía en el campo científico y político en las décadas de 1920 y 1930, participando en las Primeras Jornadas Eugénicas (1933). Los planteamientos teóricos eugenésicos de Marañón partían fundamentalmente de la alta mortalidad infantil y de los malos cuidados que padecían muchos niños en la España de los años 1920. Respecto a los medios para regularlo -sin entrar en contradicción con la moral católica- abogó por la educación y depositando finalmente en la conciencia individual, la decisión última. [19][20]

Escribió el primer tratado de medicina interna en España, junto con el doctor Hernando, y su libro Manual de diagnóstico etiológico (1946) fue uno de los libros de medicina más difundidos en todo el mundo por su enfoque en el estudio de las enfermedades y por sus inéditas aportaciones clínicas.[cita requerida]

Además de su dedicación intensa a la medicina, escribió sobre temas muy diversos:

En la década de 1930 publicó sus primeros ensayos históricos con especial atención en el género biográfico.[22]​ Así, fundó lo que se denominó «psicohistoria».[22]​ Así, en obras como Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo (1930), Amiel. Un estudio sobre la timidez (1932), Las ideas biológicas del padre Feijoo (1934), El Conde-Duque de Olivares. La pasión de mandar (1936) o Tiberio. Historia de un resentimiento (1939), analizó diversas facetas del comportamiento humano:[22]​ la timidez en Amiel, la pasión por el poder en El Conde Duque de Olivares, la impotencia y el resentimiento en Tiberio, la intriga y la traición política en Antonio Pérez —uno de los hacedores de la leyenda negra española—. Ya en 1924 había publicado Notas para la biología de Don Juan (Revista de Occidente, nº 7, Madrid, enero 1924) –también como Psicopatología del donjuanismo (Anales de RANM, Vol. 44, Madrid, 1924, pp. 692 ss.; El Siglo Médico, Madrid, 1 de marzo de 1924; Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades, Vol. 14, nº 8, Madrid, pp. 321-344). En esos trabajos, y en sus Tres Ensayos sobre la vida sexual (1926), desmitificaba al donjuanismo como arquetipo de virilidad.[23]

Fue admitido y colaboró en cinco de las ocho Reales Academias españolas.

La huella de Marañón es, en palabras de Ramón Menéndez Pidal, «imborrable» tanto en el plano de la ciencia como en quienes lo trataron.[24]Pedro Laín Entralgo definió su figura como «poliédrica», distinguiendo hasta cinco personalidades distintas y complementarias: el Marañón médico, el escritor, el historiador, el moralista y el español.[25]​. Respecto a su vertiente moralista se podría definir aún más en su condición de «cristiano»; de hecho, en toda su prolífica obra son constantes las referencias a Dios, así como las muestras públicas de su fe, por lo que parece con clara intencionalidad testimonial. En relación con esto, declararía en una entrevista: «Si tuviera que reducir mi biblioteca a tres libros dejaría la Biblia, el Quijote y un buen libro de versos».[26]

O en alusión a su homólogo científico: «Pasteur, el hombre de ciencia representativo, el hombre que dedicó toda su energía a la investigación de la materia y el origen de la vida, no solo fue un idealista, sino también un católico practicante, fervoroso y sencillo. ¡Qué gran lección esta para las generaciones de investigadores actuales, educados en un materialismo impenitente! La verdad es que tenemos el deber de oírla; que no hay razón para poner un gesto admirativo ante la labor investigadora de Pasteur y un gesto de indiferencia ante ese rasgo de su espiritualidad, tan íntimamente ligada a su obra entera».[27]

Fue médico de la Casa Real y de numerosísimos personajes de la vida política, literaria y social de España.[25]​ Pero por encima de todo fue «médico de beneficencia» —o de atención a los pobres— del Hospital Provincial de Madrid, hoy Hospital General Universitario Gregorio Marañón,[28]​ donde en 1911 fue adscrito a su petición al servicio de enfermedades infecciosas. Junto con este, el mayor hospital de Madrid, hoy también llevan su nombre numerosas vías públicas e instituciones educativas de toda España.

La Fundación Gregorio Marañón se fundó el 11 de noviembre de 1988, con los propósitos de «perpetuar el pensamiento y la obra del Dr. Marañón, difundir la alta magistratura de la medicina que ejerció y fomentar la investigación en los campos de la medicina y la bioética». También, «es tarea primordial de la Fundación la localización y recuperación de todos los documentos biográficos y bibliográficos para constituir un Fondo Documental a disposición de los estudiosos que deseen analizar y profundizar en la significación y vigencia del pensamiento y obra de Gregorio Marañón». Desde 1990 se celebra anualmente una Semana Marañón.[29]

La Semana Marañón de 1999 se dedicó al tema de la emoción;[30]​ la de 2000, celebrada en Oviedo, a Benito Jerónimo Feijoo, hoy,[31]​ la de 2001 a la figura de don Juan;[32][33]​ la de 2002, celebrada en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, se dedicó a "La obra médica de Marañón",[34]​ la de 2006, celebrada en Valencia, a "Luis Vives: humanista español en Europa"[35]​ y la de 2009 a "La tradición liberal".[36]

El 9 de julio de 2010 la Fundación José Ortega y Gasset y la Fundación Gregorio Marañón se fusionaron, creando una única entidad: la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, también conocida como Fundación Ortega-Marañón. Unos de sus centros es el Instituto de Humanidades y Ciencias de la Salud Gregorio Marañón.

El Ateneo de Madrid conmemoró el 50 aniversario del fallecimiento de Marañón, el 19 de octubre de 2010.[37]​ En 1924 Marañón «había sido elevado al cargo del presidente del Ateneo por aclamación de los socios, que le consideraron su presidente legítimo, pero su presidencia fue de facto pues la dictadura de Primo de Rivera no permitió la sesión electoral. Tras la "junta facciosa", no reconocida por los socios, Marañón fue elegido presidente del Ateneo en marzo de 1930».[38]

Además de numerosos artículos, monografías científicas (más de 500) y prólogos de libros (llegó a redactar 220), escribió los siguientes libros:




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