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Huéscar



¿Dónde nació Huéscar?

Huéscar nació en Granada.


Vista de Huéscar

oscense,
huesquerino, -na o

Extensión del municipio en la provincia.

Huéscar es una localidad y municipio español situado en la parte centro-norte de la comarca oscense, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios granadinos de la Puebla de Don Fadrique, Orce, Galera, Castilléjar y Castril; con los municipios jienenses de Segura de la Sierra —por un enclave— y Santiago-Pontones; y con el municipio albaceteño de Nerpio. Por su término discurren los ríos Bravatas, Guardal y Raigadas.

El municipio oscense es el más septentrional de toda la provincia de Granada, y comprende los núcleos de población de Huéscar —capital municipal, comarcal y sede de un partido judicial propio—, Barrio Nuevo, Barrio Nuevo de San Clemente, La Parra, Duda y Canal de San Clemente, así como los diseminados de Los Cánovas, Don Gabriel, Fuencaliente, La Hoya del Espino, Prado Puerco, Torralba y La Vidriera, entre otros.

El pueblo se ubica al amparo de la sierra de la Encantada. Urbanísticamente destacan sus casas señoriales, que aún conservan los blasones con los escudos nobiliarios en sus fachadas. Otros lugares de interés son la sierra de La Sagra, el parque Rodríguez Penalva —uno de los más grandes en extensión de toda Granada—, así como el embalse de San Clemente. Huéscar es, además, un paraje natural en el que se pueden apreciar unas gigantescas secuoyas —llamadas mariantonias—, que fueron plantadas hace más de cien años. El río Guardal cuenta con varios monumentos a su paso por este término municipal, entre los que destaca el Puente de las Ánimas —o Acueducto de Raigada— del siglo XVI, que fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1982, o el Puente Duda, cuyos pilares descansan sobre roca viva. Además, en las Fuentes de Guardal se encuentra la cabecera del Canal de Carlos III.

Su economía se basa principalmente en la agricultura y la ganadería, siendo la sede de la Feria Nacional de Criadores de Oveja Segureña.[1]

Tradicionalmente se pensaba que los romanos llamaron Osca a una villa que fundaron en el actual pago de Torralba, pero esto se ha demostrado falso. Mantuvieron el nombre íbero de Úskar,[2]​ por lo que la única Osca que hubo fue la ciudad aragonesa de Huesca. Se emplea el gentilicio oscense y, en menor medida, huesquerino/a o huesqueño/a.

Huéscar cuenta con un escudo y bandera adoptados oficialmente el 1 de agosto de 2017.[3]​ El actual escudo es una versión del aprobado por el consistorio a finales de 1887, siendo su primera impronta conocida el 2 de enero de 1888.[4]

Su descripción heráldica es la siguiente:

La enseña del municipio tiene la siguiente descripción:

Huéscar y los municipios de su comarca conservan un importante número de yacimientos arqueológicos. La explicación viene dada porque la comarca está enclavada en un cruce de caminos de vital importancia para las comunicaciones del sureste en la antigüedad. Existe una relación entre las culturas prehistóricas de Los Millares y El Argar de las tierras del Almanzora, y las cuencas de los ríos. Numerosos poblados prehistóricos se establecieron en el Altiplano Granadino.

Aunque no hay substrato arqueológico que dé indicios fiables para la datación del Neolítico, es posible que el abrigo natural de la Piedra del Letrero haya que incluirlo en este período. Este abrigo natural con pinturas rupestres de estilo esquemático fue el primero que se descubrió como tal en la provincia de Granada, en 1915, por el abate francés Henri Breuil, encontrándose también los yacimientos de la Cueva Carada.

De entre los yacimientos de este período destaca sobre todos ellos los del pago de Torralba.

Con menor entidad se pueden citar los restos localizados en los alrededores de la laguna natural de Fuencaliente, las evidentes muestras latinas de Las Fuentes del río Guardal, así como las inscripciones de la calle Alhóndiga, que están hechas sobre lápidas utilizadas en su momento para la construcción de la alcazaba musulmana de Huéscar. Por ello se desconoce el lugar de su ubicación original.

Durante toda la Alta Edad Media, Huéscar y su comarca tuvieron un poblamiento rural caracterizado por un hábitat disperso. La agricultura y, sobre todo la explotación de ganado menor, fueron sus principales características económicas. Estas actividades económicas propiciaron que Huéscar y el Altiplano en su conjunto estuvieran ocupados por una serie de alquerías. A finales del siglo IX el geógrafo oriental al-Yaqubi mencionó toda la región caracterizada por «las alquerías populosas, contiguas las unas a las otras, y praderas, valles, ríos, fuentes y campos sembrados».

Es a partir del siglo XIII cuando en la actual Huéscar nació un asentamiento urbano. En esta época el altiplano oscense se convirtió en una tierra de frontera entre los reinos de Granada y Murcia.

El 15 de febrero de 1243 se firmó en Toledo el privilegio de donación de Huéscar, Galera y Orce, con sus derechos, portazgos y salinas, en favor de la Orden de Santiago. El rey musulmán Muhammad I de Granada se vio obligado a reconocer en 1246 el dominio cristiano en la frontera mediante el Pacto de Jaén. Sin embargo, la aceptación fue únicamente aparente, ya que estas plazas eran de vital importancia para la estrategia militar del reino. En 1252 Alhamar, rey granadino, sublevó a los moros de la frontera, obteniendo en la parte oriental las fortalezas de Cúllar, Orce, Galera y Huéscar.

En este constante toma y daca, en 1271 los cristianos volvieron a recobrar la población. El control castellano finalizó en 1324, cuando el rey Ismail I de Granada, aprovechando la anarquía existente en Castilla por la minoría de edad de Alfonso XI,[5]​ recuperó en una rápida campaña las localidades de Huéscar, Orce, Galera[6]​ y Baza.[7]

En 1434 se produjo un nuevo avance castellano, que tuvo por resultado la conquista de Huéscar. La ciudad fue tomada al asalto por Rodrigo Manrique.

Este dominio cristiano fue efímero ya que, apenas catorce años más tarde, en 1447, los musulmanes granadinos volvieron a recobrar la ciudad.

La incorporación definitiva de Huéscar a la Corona de Castilla se produjo en 1488. En una carta del capitán Rodrigo Ponce de León se narró que el alcaide de Huéscar, acompañado de otros moros principales, habían acudido a ofrecer la ciudad a los cristianos. Fernando II de Aragón había decidido que acudiera a recibirla, quedando como gobernador Rodrigo Manrique en recuerdo de su familiar que había conquistado la plaza en 1434.

El largo período histórico de la Reconquista, iniciado por los cristianos en el siglo VIII, culminó con la firma de la Capitulación de Granada por la cual el último reino musulmán de la península ibérica quedó bajo el dominio de la Corona de Castilla. Isabel I de Castilla y su esposo, Fernando, lograron la paz con los moros concediéndoles importantes derechos, entre ellos, que serían siempre respetados en su religión y costumbres.

En 1495 los reyes vulneraron lo pactado y entregaron Huéscar como marquesado al condestable de Navarra, el conde de Lerín.

En 1513 Juana I de Castillala Loca— donó al II Duque de Alba de Tormes, Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, la ciudad de Huéscar como señorío en agradecimiento por su participación en la guerra granadina.

En 1563 Felipe II creó el ducado de Huéscar, título de nobleza que otorgó a la hija de los condes de Benavente, María Josefa Pimentel y Enríquez, como regalo por su matrimonio con el primogénito de la Casa de Alba y futuro Duque de Alba, Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Guzmán. Así, el ducado de Huéscar tuvo como destinataria a la mujer que contrajera casamiento con el hijo varón mayor del ducado de Alba. La característica inicial de este título fue que el marido era el duque consorte de un territorio del que era señor.[8]

La represión antimorisca y las sucesivas expulsiones de estos terminaron afectando muy duramente a la ciudad. Huéscar había llegado a alcanzar casi seis mil habitantes a mediados del siglo XVI. A finales de ese siglo dicha cifra quedó reducida prácticamente a la mitad.

Huéscar ha pertenecido a la archidiócesis de Toledo desde 1544 hasta 1953. Esto, unido al hecho de la repoblación masiva por parte de castellanos, aragoneses y navarros, da explicación al estilo de las construcciones en la ciudad. La población navarra, que fue la más numerosa, trajo consigo muchas tradiciones, como la devoción a las santas Alodia y Nunilo, actuales patronas de la localidad —en Granada las santas reciben el nombre de Alodía y Nunilón—, bailes típicos y apellidos del norte de la península ibérica, como Aguirre, Aránega, Carricondo, Corcostegui, Huarte —que luego derivó en Hualte, Varte y Valte— Iriarte, Irigaray, Irigoyen, Peralta, Sola, Trucharte, Viana, Yturriaga, Zabal, y los numerosos Navarro.

Curiosamente esta localidad estuvo en guerra con Dinamarca, a pesar de ser aliados en ese momento de las guerras napoleónicas, desde el 11 de noviembre de 1809 hasta ese mismo día de 1981, fecha en la que se firmó la paz entre las autoridades danesas y de Huéscar con un total de ciento setenta y dos años de conflicto.[9]

Integrado en la comarca del mismo nombre, se encuentra situado a 146 kilómetros de la capital provincial, a 152 de Murcia, a 201 de Almería, a 202 de Jaén y a 218 de Albacete. El término municipal está atravesado por la carretera A-330, que conecta la autovía A-92N en Cúllar con la Región de Murcia, dirección a Caravaca de la Cruz.

Según el Instituto Nacional de Estadística de España, en el año 2020 Huéscar contaba con 7 195 habitantes censados,[10]​ que se distribuyen de la siguiente manera:

Datos según el nomenclátor publicado por el INE.

     Deuda viva del Ayuntamiento de Huéscar en miles de euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[11]

Los resultados en Huéscar de las últimas elecciones municipales,[12]​ celebradas en mayo de 2019, son:

Tras las elecciones, la popular Soledad Martínez fue elegida alcaldesa gracias a un pacto con Ciudadanos.

Las principales vías de comunicación que transcurren por el municipio son:

Algunas distancias entre Huéscar y otras ciudades:

Huéscar tiene una Zona Básica de Salud propia, en el Área de Gestión Sanitaria del Nordeste de Granada. El municipio cuenta con un centro de salud en la calle de la Cruz, s/n.

Los centros educativos que hay en el municipio son:

Entre los monumentos huesquerinos destaca la Colegiata de Santa María la Mayor, que es un templo gótico-renacentista de principios del siglo XVI. Fue construida bajo la dirección de Diego de Siloé, y es reseñable la portada isabelina de la Sacristía Vieja y la portada principal renacentista, así como la bóveda gótica, la bóveda plateresca y el coro barroco.

En su término municipal también existen un importante número de torres ópticas de época nazarí, como es el caso de las atalayas de Sierra Encantada, de Campo-Botardo, de la Sierra del Muerto o de Sierra Bermeja, todas ellas integrantes del sistema defensivo fronterizo del Reino de Granada, así como la Torre de la Cantera de Valentín.

Desde 2011 la localidad alberga el Museo José de Huéscar, situado en el edificio del Pósito, junto a la Torre del Homenaje.[14][15]​ Custodia el legado artístico de José Antonio de Huéscar, historietista e ilustrador español que trabajó para el mercado francés, y tras su fallecimiento lo cedió a Huéscar en razón de la coincidencia de nombre.[16]

En Huéscar se celebran con intensa actividad las fiestas de sus patronas, las santas niñas Alodía y Nunilón que, según la tradición, de padre moro y madre cristiana, murieron mártires por preservar su fe cristiana.

El programa comienza con desfiles de gigantes y cabezudos, y todas las noches hay verbena popular. Los actos religiosos se concentran en la jornada del sábado, con una misa concelebrada en honor de Las Santas, que se celebra al mediodía con asistencia de la corporación municipal, la comisión de fiestas y autoridades de varios pueblos de la comarca. A continuación, la banda de música ofrece un concierto de pasodobles y otro de música ligera.

Actuaciones musicales, concursos, degustaciones gastronómicas, competiciones deportivas y muchas otras actividades de distinta índole completan el programa festivo.

La romería que se celebra el lunes se Pentecostés, exactamente a los cincuenta días del Lunes de Pascua. Las Santas tienen su ermita al pie de la sierra de La Sagra. Los días anteriores a la romería, siempre en fin de semana, se celebran verbenas, desfile de carrozas, bailes típicamente granadinos y otras actividades.

La cocina oscense está muy influenciada por la del Levante, al ser Huéscar nudo de comunicaciones entre el sur y el este peninsular; su cocina también es navarro-aragonesa, como consecuencia de la repoblación de la comarca tras la Reconquista; y manchega, por cercanía y por la pertenencia eclesiástica a la Archidiócesis de Toledo hasta 1953. Es rica en legumbres, verduras, hortalizas y aceite de oliva virgen, así como en carnes y grasas. En la gastronomía se puede distinguir tres apartados fundamentales que se corresponden con tres épocas del año definidas: la matanza del cerdo, el consumo directo de los cultivos propios de la tierra y la conserva de los mismos para el resto del año.

Destacan los productos elaborados de la carne de cerdo como los embutidos, la morcilla, el lomo de orza o la butifarra. También son muy importantes sus viñedos; se cultiva uva blanquilla, gordal, generval, blasca y tinta doble.

El secarral de Huéscar es escenario de la película Intemperie (2019), de Benito Zambrano.[17]



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