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Puebla de Don Fadrique



Vista de la Puebla de Don Fadrique

Extensión del municipio en la provincia.

La Puebla de Don Fadrique (también llamada popularmente La Puebla) es una localidad y municipio español situado en la parte nororiental de la comarca de Huéscar, en la provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios granadinos de Orce y Huéscar; con el municipio albaceteño de Nerpio; con los murcianos de Moratalla y Caravaca de la Cruz; y con los almerienses de Vélez-Blanco y María.

El municipio poblato es el más oriental de toda Granada, y comprende los núcleos de población de la Puebla de Don Fadrique —capital municipal— y Almaciles, siendo este último el pueblo granadino más septentrional. También cabe destacar los diseminados de Bugéjar, Casas de Don Juan, Lóbrega, Toscana —Toscana Nueva y Toscana Vieja— y Los Porcunas.

La Puebla de Don Fadrique se ubica a los pies de la Sierra de La Sagra, en la ladera del monte denominado El Calar, junto al cruce de la carretera entre Caravaca y Huéscar con la carretera entre Beas de Segura y Vélez-Rubio, pasando por Santiago de la Espada.

En 1241 existía en este lugar un caserío denominado La Bolteruela, dependiente de Huéscar. En 1488 los Reyes Católicos reconquistaron la zona de la actual comarca oscense, en el Reino de Granada, estando al mando de la frontera Don Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba.

En 1495 se ofrecieron estas tierras en señorío a Luis de Beaumont, segundo Conde de Lerín y Condestable de Navarra, el cual trajo a gentes de Navarra con sus costumbres. El 23 de octubre de 1513, tras conseguir Don Fadrique la ocupación del Reino de Navarra, se le dio en señorío este territorio, hecho que no gustó a la población mudéjar, mayoritaria en Huéscar, que era el centro del señorío. El malestar hizo que Don Fadrique se refugiara con un puñado de cristianos viejos en La Bolteruela, y que el 9 de noviembre de 1525 le diera su nombre a esta aldea que él mismo hizo prosperar y que repobló con navarros, castellanos y murcianos. La población navarra trajo consigo numerosas tradiciones, como la devoción a las santas patronas Alodía y Nunilón, bailes típicos y apellidos del norte de la península, como Aguirre, Amurrio, Beteta, Egea/Ejea, Irigaray, Ondoño, Pageo/Pajeo, Penalva, Peralta, Sola, Tristante, Tudela, Ujaque y los numerosos Navarro.

La Puebla sufrió un espectacular crecimiento demográfico desde inicios del siglo XVI a pesar de que no se hizo una repoblación ordenada, ni a nivel del rey ni señorial. No se repartieron lotes ni se hicieron suertes de población, lo cual era algo inusual en el contexto del Reino de Granada. También es sorprendente[¿por quién?] su condición de villa poblada por cristianos viejos en su inmensa totalidad, frente al resto de la comarca de Huéscar donde los descendientes de los naturales nazaríes fueron mayoría hasta inicios del siglo XVII. Los pobladores llegaron casi todos de los reinos vecinos (Murcia y Jaén) así como de poblaciones limítrofes del propio reino granadino como Orce, Huéscar —cabeza del señorío como se ha dicho— y Los Vélez.[cita requerida] La tercera gran peculiaridad de la historia de Puebla de Don Fadrique durante la Edad Moderna es la ausencia de conflictividad: una vez superados los movimientos comuneros, la villa no conoció ni las matanzas y batallas que azotaron al resto de la comarca durante la rebelión morisca, ni los sangrientos bandos y luchas entre familias rivales de la cercana Huéscar.

Ya en el siglo XIX se produjo un notable cambio urbanístico, consiguiendo segregarse de Huéscar y obteniendo el título de villa con su término municipal. Hasta 1916, el municipio toledano de La Villa de Don Fadrique tenía el mismo nombre que esta localidad.

El municipio limita al oeste con Huéscar; al norte con Nerpio, Moratalla y Caravaca de la Cruz; al este con Vélez-Blanco y María; y al sur con Orce. Es, por tanto, el único municipio granadino que tiene frontera con tres provincias diferentes.

Según el Instituto Nacional de Estadística de España, en el año 2020 la Puebla de Don Fadrique contaba con 2 238 habitantes censados,[1]​ que se distribuyen de la siguiente manera:

Desde la segunda mitad del siglo XX se ha producido un importantísimo descenso de la población pasando de los 8 058 hab. en 1950 a un mínimo histórico de 2 238 hab. en la actualidad, lo que supone una pérdida de más del 70%.

Datos según el nomenclátor publicado por el INE.

     Deuda viva del Ayto. de Puebla de Don F. en miles de euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[2]

Los resultados en la Puebla de Don Fadrique de las últimas elecciones municipales,[3]​ celebradas en mayo de 2019, son:

Las principales vías del municipio son:

Algunas distancias entre la Puebla de Don Fadrique y otras ciudades:

Los centros educativos que hay en el municipio son:

Entre los monumentos poblatos destaca la Iglesia de Santa María de la Quinta Angustia, construida en el siglo XVI. Tiene un ábside con decoración de estilo gótico. Es de planta basilical con cuerpo de tres naves separadas por pilares dóricos. La torre consta de tres cuerpos y un campanario. Tiene dos portadas laterales, una de estilo renacentista y otra con un relieve del Descendimiento de la Cruz.

En la Puebla de Don Fadrique se celebran con intensa actividad las fiestas de sus patronas, las santas niñas Alodía y Nunilón que, según la tradición, de padre moro y madre cristiana, murieron mártires por preservar su fe cristiana.

La romería de Las Santas reúne diversas celebraciones de carácter religioso y lúdico. Cabe destacar el Novenario a las patronas y la misa. En cuanto a los actos lúdicos y culturales, es típica la marcha en bicicleta, los talleres infantiles, las verbenas populares y la degustación de cerveza y paellas.

Consideradas de gran valor antropológico, tanto por su antigüedad como por su idiosincrasia musical y folklórica, con claras reminiscencias navarro-aragonesas aportadas por los repobladores del siglo XV, las fiestas de La Puebla, aunque dedicadas a la Virgen del Carmen, se celebran bajo la advocación de las Ánimas Benditas y coincidiendo con las fechas navideñas, desde la Nochebuena hasta el 29 de diciembre, siendo su momento culminante el Día de los Inocentes, festividad de las Ánimas Benditas.

Sus protagonistas principales son los miembros de la Cuadrilla de Ánimas, fundada para sufragar las misas que por ellas se ofician en el pueblo todos los domingos y festivos del año, y los cascaborras, herederos de la antigua guardia encargada de controlar a los moriscos. Estos toman su nombre del instrumento que portan, la cascaborra, compuesta por un palo del que pende un badajo de piel relleno de borra, con lo que amenazan al personal para obtener limosnas para las Ánimas. Además está el grupo de los Inocentes, formado por dos alcaldes y dos ministros del tiempo de la ocupación francesa. Todos ellos, acompañados de los músicos y con la Virgen del Carmen como bandera, recorren el pueblo de madrugada despertando a los vecinos y pidiendo limosnas para las Ánimas.

El mismo objetivo tiene también la danza de las Ánimas, que se baila ante la Ermita del Santo Ángel y en la que, dando dinero, toda persona tiene derecho a sacar a bailar a quien quiera, sin que nadie se pueda negar a ello. Todo en estas fiestas está encaminado a recaudar fondos para el cuidado del cementerio durante el resto del año.

Algunos de los platos típicos son la vianda —receta que introdujeron los colonos navarros— las perdices al chocolate, las migas, ajo de aserradores, andrajos, güeñas, tortas fritas o el ajo arriero. También es de destacar la carne de cordero segureño.

El pueblo cuenta con una emisora local: Radio Puebla,[5]​ de titularidad municipal.



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