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La bella durmiente



¿Dónde nació La bella durmiente?

La bella durmiente nació en Italia.


Sole, Luna e Talia (Italia)
La Belle au bois dormant (Francia)

La bella durmiente es un cuento de hadas nacido de la tradición oral. Las versiones más difundidas del cuento son, en orden cronológico, Sol, Luna y Talía, del italiano Giambattista Basile (Pentamerón, 1634),[1]La bella del bosque durmiente, del francés Charles Perrault (Los cuentos de Mamá Oca, 1697)[2]​ y Rosita de Espino o La Bella durmiente del bosque,[3]​ de los alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (Cuentos de la infancia y del hogar, 1812).[4]

En la actualidad, las versiones más populares suelen ser relatos basados en el cuento de Charles Perrault e influidos por elementos de los hermanos Grimm. El éxito de la versión cinematográfica de Walt Disney Pictures, de 1959, contribuyó mucho a la popularización de la historia en todo el mundo.[5]

Tras una larga esterilidad, un rey y una reina tienen una hija. Cuando la niña cumple un año de edad, invitan a un festejo en honor de la niña a tres hadas madrinas que, mediante encantamientos, le otorgan dones positivos. Pero entonces irrumpe una bruja o hada malvada de un país vecino, a la que no habían podido invitar porque no había platos suficientes, y esta, ofendida, sentencia que el día que la princesa cumpla quince o dieciséis años, se pinchará un dedo con el huso de una rueca y morirá. No obstante, una de las hadas buenas y madrinas invitadas, que todavía no había otorgado su don a la princesa, mitiga la maldición de la bruja o hada malvada de manera que, cuando la princesa cumpla quince o dieciséis años, se pinchará el dedo con un huso de una rueca pero, en vez de morir, dormirá un siglo.

El rey y la reina prohíben todos los husos y todas las ruecas de hilar en su reino, y los mandan quemar todos en una gran hoguera, pero todo es en vano: quince o dieciséis años más tarde, al cumplir la edad indicada, la princesa, curioseando en una torre del castillo, encuentra una anciana que hila con un huso de una rueca. La muchacha lo toma, se pincha el dedo con el huso de la rueca y cae dormida. El sueño se expande a todos los habitantes del castillo, y este queda cubierto bajo una espesa vegetación.

Cien años después, un rey/príncipe escucha la historia de la bella durmiente y se dirige al castillo con intención de despertarla. La vegetación le abre paso. Cuando llega al castillo, encuentra a la princesa dormida y queda cautivado por su belleza. Una vez casados los dos jóvenes, el príncipe vuelve a su reino. Allí no revela a sus padres lo sucedido con la princesa, pues teme que su madre, de quien se dice que es en parte ogresa, atente contra su esposa y los hijos que eventualmente tenga con ella. Estos finalmente son dos: una niña a la que llaman Luna/Aurora, y un niño al que llaman Día.

Cuando el rey muere, el príncipe hereda la corona y trae al reino a su esposa e hijos. Allí son bien recibidos por todos, menos por la reina madre. Así, un día el rey debe ausentarse y su familia se queda en el palacio. Entonces, la reina madre ordena al cocinero matar a la princesa Luna/Aurora y cocinarla para comérsela. Pero el cocinero hace que su esposa oculte a la niña, y en vez de a Luna/Aurora cocina un cordero, que la reina madre come convencida de que es su propia nieta. Lo mismo se repite con el príncipe Día y con la reina consorte (quien antes había sido la bella durmiente): todos se esconden de la ogresa en casa del cocinero. Sin embargo, la ogresa pasa cerca de la casa y oye la risa de los niños y, percatada del engaño, ordena disponer una gran olla y meter en ella serpientes, sapos y todo tipo de criaturas asquerosas y letales para echar allí a la reina consorte, al cocinero, a su esposa y a los niños. Cuando se dispone a ejecutar esta sentencia, llega el rey y, al verlo, su madre la ogresa se lanza a la olla y es devorada por todas las alimañas que hay dentro. Finalmente, el rey libera a su esposa e hijos, y al cocinero y su mujer, condecora a estos últimos por proteger a su familia y todos viven felices para siempre.

En Sol, Luna y Talía, la primera versión escrita que se conoce realizada por Basile, la protagonista se llama Talía (del griego Thaleia, "florecimiento"), en la de Perrault no se le da nombre propio y en la versión alemana de los Hermanos Grimm, se la llama Dornröschen ("Rosita espinosa" en alemán).

En la versión de Charles Perrault, Aurora es el nombre de la hija de la protagonista, pero en la versión para ballet de Chaikovski se transfiere el nombre a la madre. La película de Disney de 1959 conservó esta transferencia del nombre de la princesa protagonista.

El nombre del relato más difundido en castellano (La bella durmiente, al que a veces se le añade «del bosque») se deriva del nombre que le dio Perrault. Sin embargo, como Perrault titula su cuento mediante la hipálage "La Belle au bois dormant", la traducción textual sería La bella del bosque durmiente.

Los textos de Basile y de Perrault incluyen las dos secuencias narrativas (la del hechizo que afecta a la protagonista y la de los actos de la esposa del rey o madre del príncipe). El de los Grimm descarta la última. La primera secuencia narrativa es muy similar en el cuento alemán y en el francés, pero estos tienen diferencias notables respecto del italiano. Comparativamente, los núcleos narrativos de los tres relatos clásicos son los siguientes.

Mientras la versión de los Hermanos Grimm es bastante simple para darle más encanto y sencillez, Perrault añade comentarios perspicaces e incluso humorísticos, como el que hace tras narrar el despertar de la princesa:

Las fuentes del relato conjugan lo popular y oral con lo culto y escrito. Se conocen antecedentes indios, greco-latinos, islandeses, españoles y franceses. El germen del relato (doncella sumida en un sueño sobrenatural que despierta por la intervención de un amante) ya está presente en los siguientes textos:

- Saga Volsunga (texto islandés anónimo escrito a fines del siglo XIII, pero basado en poesías tradicionales anteriores): Brunilda (Brynhild) se gana el encono del dios Odín, que la encierra en un castillo remoto tras una pared de escudos. Allí, ella duerme rodeada por un anillo de llamas hasta que algún hombre la rescate y se case con ella. El héroe Sigurd (el Sigfrido del Cantar de los nibelungos) es quien finalmente lo hace.[7]

- Blandín de Cornualles[8]​ (poema occitano-catalán de fines del siglo XIII o principios del XIV): Un padre hace que su hija Brianda caiga en un sueño profundo y recluye su cuerpo dormido en la torre de un castillo custodiada por diez caballeros, una serpiente, un dragón y un sarraceno. Blandín vence a estos guardianes y despierta a la princesa por medio de un pájaro. Ambos se enamoran y se casan.

- Frayre de Joy e Sor de Plaser[9]​ (poema occitano-catalán de mediados del siglo XIV): La princesa Hermana de Placer se duerme misteriosamente. Su padre manda construir en el campo una torre inaccesible donde deposita a la durmiente. El príncipe Hermano de Alegría oye lo ocurrido y se enamora de la princesa sin verla. El príncipe aprende magia con Virgilio y gracias a ella es el único que logra entrar en la torre. Allí, embaraza a la princesa dormida, que alumbra a su hijo sin despertar. Finalmente, un ave la despierta poniendo unas hierbas en su mano y se lo comunica al príncipe.

- Perceforest (texto francés compuesto hacia 1340): Inserto en la obra se encuentra una historia según la cual las diosas Venus, Lucina y Temis asisten a un convite por el nacimiento de la princesa Zellandine. Lucina le concede el don de la salud, pero Temis, ofendida porque los padres de la niña olvidaron poner un cubierto para ella, la condena a morir cuando se pinche con una astilla la primera vez que hile. Sin embargo, Venus atenúa la maldición cambiando la muerte por un sueño que durará hasta que la astilla sea quitada. Cuando Zellandine crece, se enamora de Troilo, un caballero que es obligado a ir a realizar ciertas tareas para demostrarse digno de ella. Ausente Troilo, se cumple la maldición, y Zellandine cae dormida. Un pájaro transporta a Troilo hasta la torre inaccesible en la que la princesa duerme. Allí, Troilo la embaraza sin despertarla; el niño, al nacer, mama el dedo de su madre, y así le extrae la astilla y la saca del sueño. Finalmente, la princesa y Troilo se casan.[10]

Tanto los dos poemas catalano-occitanos como el Perceforest reelaboran la materia de Bretaña.[11]

- Surya Bai: La erudita italiana Ester Zago sostiene que los poemas catalanes y la historia de Zellandine se derivan de una leyenda india.[12]​ En el siglo XIX, la británica Mary Frere recogió esa leyenda de la tradición oral del sur de la India.[13]​ Según este relato, la hijita de una lechera es secuestrada por un águila que con su pareja la cría en lo alto de un árbol. Las águilas la llaman Surya Bai (“Dama del Sol”). Un día se ausentan en busca de un anillo que obsequiar a la niña, y la dejan en el árbol protegida tras siete puertas de hierro. Una Raksha (demonio caníbal) aprovecha para tratar de cazar a la niña pero, cuando intenta sin éxito violar las puertas, una de sus uñas venenosas queda adherida a la puerta. Más tarde, cuando Surya Bai abre las puertas, se clava la uña en la mano y muere. Las águilas vuelven pero, entristecidas por la muerte de su hija adoptiva, se marchan para siempre. Finalmente, un rajá que está de cacería en el bosque divisa el nido de las águilas. Cuando sube y llega hasta Surya Bai, esta revive. La doncella se casa con el rajá, pero este tiene una madrastra que la odia. Cuando el rajá se ausenta, la madrastra la arroja a un estanque y la muchacha, en vez de ahogarse, se convierte en una flor de loto. El rajá, sin entender la desaparición de su esposa, se embelesa con la flor, y entonces la madrastra manda cortarla y quemarla. De las cenizas surge un árbol de mango que da un fruto. Un día la lechera se sienta a descansar bajo el árbol y el fruto cae en una de sus vasijas. En casa de la lechera, del fruto sale una mujer pequeña, que la familia acoge. Un día el rajá ve a la mujercita y reconoce en ella a Surya Bai. Esta finalmente cuenta su historia y se revela así que la madrastra del rajá es una criminal y que ella es la hija que la lechera había perdido. El rajá decide la muerte pública de su madrastra: planea ejecutarla con aceite hirviendo, pero finalmente lo hace echándola a un pozo lleno de serpientes.[14]

Se sabe que Perceforest fue traducido al italiano en el siglo XVI,[15]​ aunque se ignora si Basile conocía este texto o si simplemente tomó del vulgo temas folclóricos de la Campania.

Del relato de los Grimm se sabe que la narradora de quien lo recogieron era Marie Hassenpflug, residente de Hesse, y actualmente se sabe que no era campesina, sino una ciudadana letrada que descendía de refugiados hugonotes franceses, lo que refuerza la teoría del origen francés de la historia alemana.[16]​ Los propios Hermanos Grimm, sospechando que la historia se derivaba de la versión de Perrault, pensaron rechazarla, pero la semejanza con la historia de Brunilda los convenció de incluirla como un relato auténticamente alemán.[17]

El tema del largo sueño encantado, central en el relato, también tiene antecedentes en la antigüedad clásica en la leyenda de Epiménides (según la cual este se quedó dormido en una cueva durante 57 años) y en la leyenda cristiana de los Siete durmientes de Éfeso (que huyendo de la persecución de Decio, se refugian en una caverna en la que se quedan dormidos durante dos siglos).

En los relatos también hay temas secundarios con antecedentes reconocibles:

- La bruja despechada y vengativa: El agente femenino sobrenatural que se venga porque no la invitaron a un festín puede remontarse a la antigüedad clásica, como vemos en Afrodita, no invitada por las mujeres de Lemnos y Artemis, a quien Eneo olvidó ofrecer un sacrificio, pero sobre todo en Eris, que no fue invitada a la boda de Tetis y Peleo.[18]​ Según esta leyenda, Eris se presenta en la boda y arroja una manzana de oro con la inscripción “a la más bella”, provocando que Afrodita, Hera y Atenea discutan por ella. Se elige como juez al príncipe Paris de Troya, y cada una de las tres diosas intenta sobornarlo: Hera le ofrece poder político, Atenea destreza militar y Afrodita la mujer más hermosa de la tierra, la griega Helena, esposa de Menelao de Esparta. Paris concede la manzana a Afrodita, rapta a Helena y provoca así la Guerra entre Troya y los aqueos.

- La esposa despechada con la amante con la que su marido ha concebido hijos: Este tema, que se encuentra en el relato de Basile, es rastreable en el mito de Leto quien, embarazada por Zeus, alumbra a Febo y a Diana (el sol y la luna, tal como se llaman los hijos de la princesa de Basile) y a la que Hera, esposa de Zeus, la persigue.[19]

- La esterilidad en apariencia incurable seguida de la concepción de un hijo que tendrá un destino especial: Este tema presente en Perrault y en los Grimm, ya es recurrente en la Biblia (Sara y Abraham,[20]Rebeca e Isaac,[21]Raquel y Jacob,[22]Manoa y su esposa,[23]Ana y Elcaná,[24]Isabel y Zacarías[25]​) y en las tradiciones cristianas extrabíblicas (Joaquín y Ana conciben a María tras una larga esterilidad).[26]

Un relato sumamente parecido al de La bella durmiente (incluso al relato de Basile) es el conocido como El noveno cuento del capitán, que habitualmente se incluye en Las mil y una noches, aunque Victor Chauvin lo considera una interpolación que introdujo el traductor J. C. Mardrus y que tomó de un cuento publicado por Guillaume Spitta Bey en París en 1883.[27]

El cuento ha sido objeto de interpretaciones particularmente psicológicas:

Desde un enfoque psicoanalítico, Bruno Bettelheim sostiene que el tema central de todas las versiones de la Bella durmiente es que los padres no pueden evitar el despertar sexual de sus hijos. El pinchazo simboliza la primera hemorragia menstrual (menarca). El sueño, el período de maduración antes de estar disponible para una iniciación sexual oportuna y también el aislamiento narcisista que conlleva a que esta no se produzca. El beso del príncipe es tal iniciación.[28]

Desde el punto de vista de la psicología analítica, el cuento es visto como la unión de dos contrarios en el proceso de perfeccionamiento del ego. M.L. von Franz sostiene que el significado último del cuento es cómo influye el complejo materno negativo, en el que la figura desdibujada de la madre produce seres susceptibles, que se sienten constantemente ignorados. Así, los 100 años de sueño representarían la dilación del inicio de la sexualidad adulta, ocasionada por aquel exceso de susceptibilidad.[29]

Por su parte, la crítica feminista ha tomado a la protagonista, condenada a la pasividad en espera de un varón que la salve, como símbolo de la situación de la mujer en la sociedad patriarcal.[30]​ Autoras como Hélène Cixous proponen la reescritura de todas estas historias, ya que las mismas, en sus versiones clásicas, reforzarían el sistema patriarcal. Ella misma incluso realiza una relectura del cuento clásico que implica menoscabar tal sistema en vez de reforzarlo. Según esta lectura, el cuento evidencia a un hombre que necesita que la mujer sea una "muñeca", un ser bello pero manejable, ya que para apropiarse él de la actitud activa y de la posibilidad creadora le es preciso que la mujer esté "adormecida".[31]

En el año 1959 se dio a conocer la película basada en el clásico cuento de los Hermanos Grimm y de Charles Perrault, producida por Walt Disney Pictures, donde las modificaciones fueron muchas, la más notoria fue que el rey Estéfano y la reina Flor, el padre y la madre de la princesa Aurora, la Bella Durmiente protagonista (que en esta versión la Bella Durmiente protagonista se llama la princesa Aurora) y el rey Humberto, el padre viudo del príncipe Felipe (que en esta versión el príncipe protagonista se llama el príncipe Felipe) ya habían establecido que al crecer sus dos hijos se casarían, para mantener las buenas relaciones entre ambos reinos. Además, la princesa Aurora, la Bella Durmiente protagonista, no duerme cien años, sino tan solo unas horas; las hadas buenas y madrinas son solo tres (en esta versión se llaman Flora, Fauna y Primavera); el hada y bruja malvada (que en esta versión se llama Maléfica) que lanza la maldición a la princesa Aurora, la Bella Durmiente protagonista, vive en un castillo siniestro, tenebroso y vedado, llamado la Montaña Prohibida, y secuestra al príncipe Felipe. Las tres hadas buenas y madrinas, Flora, Fauna y Primavera, se hacen pasar por campesinas y tías de la princesa Aurora, la Bella Durmiente, cuya identidad ocultan al hacerla pasar por campesina, y la llaman Rosa; viven en una pequeña casa abandonada del bosque, llamada la Cabaña del leñador, durante dieciséis años. Asimismo, las melodías de la banda sonora pertenecen al ballet de Chaikovski (a quien se le da el crédito por la música), pero se modifican tanto la instrumentación como la función argumental.





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