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Pridnestrovie



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Transnistria, en algunos casos escrito como Transdniéster, Transdniestria o Cisdniéster, es un Estado con reconocimiento limitado, ubicado principalmente entre el río Dniéster y la frontera oriental de Moldavia con Ucrania. Desde su declaración de independencia en 1990, y especialmente después de la guerra civil de Transnistria de 1992, es gobernada como la República Moldava Pridnestroviana (RMP) (en moldavo Република Молдовеняскэ Нистрянэ, romanización República Moldovenească Nistreană, en ruso Приднестрóвская Молдáвская Респýбликаromanización Pridnestróvskaya Moldávskaya Respúblika, en ucraniano Придністровська Молдавська Республікаromanización Prydnistrovs'ka Moldavs'ka Respublika), también conocida como Pridnestrovia, un Estado sin reconocimiento internacional que reclama el territorio al este del río Dniéster, la ciudad de Bender y sus localidades circundantes ubicadas en la orilla oeste. La República de Moldavia no reconoce la secesión y considera los territorios controlados por la RMP como parte de la región autónoma moldava de Stînga Nistrului (literalmente, ‘la orilla izquierda del Dniéster’),[4][5][6]​ llamada oficialmente unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial Transnistria.[7]

Tras la disolución de la Unión Soviética, las tensiones entre el Gobierno moldavo y las autoridades del Estado separatista en Tiráspol culminaron en un conflicto militar interno que comenzó en marzo de 1992 y concluyó en un alto el fuego en julio de ese mismo año. Como parte de ese acuerdo, una comisión de control conjunta tripartita (Rusia, Moldavia y Transnistria) supervisó las medidas de seguridad en la zona desmilitarizada, comprendiendo 20 localidades a ambos lados del río. Pero, aunque se haya mantenido el alto el fuego, el estatus político del territorio continúa sin resolverse: aunque Transnistria no es internacionalmente reconocida, es de facto un Estado independiente,[8][9][10][11]​ organizado en régimen de república presidencialista, con su propio gobierno, Parlamento, ejército, policía, sistema postal y moneda (el rublo transnistrio). Sus autoridades también adoptaron una Constitución, bandera, himno nacional y un escudo. La mayoría de los transnistrios son ciudadanos de nacionalidad moldava,[12]​ pero también hay muchos con ciudadanías rusa y ucraniana.

Tras un acuerdo hecho en el 2005 entre Moldavia y Ucrania, todas las empresas de Transnistria que procuren exportar mercancías a través de la frontera con Ucrania deben ser registradas por las autoridades moldavas.[13]​ Este acuerdo se implementó después de que la misión de asistencia fronteriza de la Unión Europea en Moldavia y Ucrania (EUBAM) inició su actividad en el 2005.[14]

La situación de Transnistria suele calificarse como conflicto postsoviético congelado por Nagorno-Karabaj, Abjasia y Osetia del Sur.[15][16]​ Los dos últimos han reconocido a Transnistria como un Estado independiente y han establecido relaciones diplomáticas con ella a cambio de su reconocimiento a través de la Comunidad para la Democracia y los Derechos de las Naciones.[17]

El 22 de junio del 2018, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución A/RES/72/282 en la que "insta a la Federación de Rusia a que complete, de manera incondicional y sin más dilación, la retirada ordenada del Grupo Operacional de las Fuerzas Rusas y sus armamentos del territorio de la República de Moldova".[18][19]

Rusia mantiene en Transdniéster un grupo de 1700 soldados y un Grupo Operativo del ejército ruso que controla los arsenales que llegaron después de la desintegración del bloque socialista. El Kremlin reconoce que Transdniéster pertenece a Moldavia, pero no retira a su ejército, para conservar su influencia en la zona.[20]

En la alta Edad Media, la región estaba poblada por las tribus eslavas de los úliches y tíveros, y a veces por nómadas túrquicos como los pechenegos y los cumanos. Fue parte del Rus de Kiev en varias ocasiones y parte integrante del Gran Ducado de Lituania en el siglo XV. El área pasó a estar bajo el control del Imperio otomano en 1504 y casi tres siglos después, en 1792, fue cedida al Imperio ruso. En ese tiempo, la población estaba compuesta mayoritariamente por moldavos-rumanos y eslavos, existiendo además una población nómada tártara.

El final del siglo XVIII marcó la colonización rusa y ucraniana de la región, con la intención de defender lo que en aquel entonces era la frontera suroccidental del Imperio ruso.

En los primeros tiempos de la Unión Soviética, la Transnistria era una República Autónoma (RASSM) y formaba parte de la República Socialista Soviética de Ucrania (RSSU). Pero, después de los acuerdos de Munich –en los que Francia e Inglaterra dejaban Checoslovaquia en manos del III Reich– la URSS, al verse aislada, concluyó un acuerdo con Alemania. Una de las consecuencias de este juego de influencias fue la anexión por parte de la URSS de una parte del territorio de Rumania, su incorporación administrativa a la república autónoma antes mencionada (RASSM) y, por consiguiente, la formación de la nueva República Socialista Soviética de Moldavia (RSSM) en la que se hablaban simultáneamente el rumano y el ruso.

Cincuenta años después, los pueblos que habían sido víctimas del Pacto Ribbentrop-Molotov recuperaron su libertad como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética. A pesar de la oposición del presidente Mijail Gorbatchov, los países bálticos y la Transnistria tratan de proclamar unilateralmente su propia independencia en 1990. Moscú envía rápidamente sus tropas especiales a restablecer el orden en los países bálticos, pero no toma en serio a la pequeña Transnistria y no interviene allí. El gobierno de Moldavia tampoco se inquieta. En pleno periodo de descomposición de la URSS, Moldavia estima que su futuro está ligado a Rumania, país con el cual tiene en común el idioma, y admite la separación a corto plazo de la Transnistria de lengua rusa.

El 19 de agosto de 1990, en Moscú, un grupo de generales nostálgicos del sueño soviético derroca al presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, pero encuentra la oposición del presidente de Rusia, Boris Yeltsin. El golpe fracasa en 3 días. En medio de la confusión generalizada, Estonia y Letonia salen definitivamente de la URSS. Bielorrusia y Moldavia hacen lo mismo el 25 de agosto, seguidas por la Transnistria (por segunda vez) el 1º de septiembre y, posteriormente, por todas las demás repúblicas soviéticas, una por una, durante un proceso que dura 2 meses.

En su declaración de independencia, la Moldavia ex soviética proclama solemnemente la anulación de todos los actos políticos y legales derivados del Pacto Ribbentrop-Molotov, incluyendo la incorporación forzosa de la Transnistria a su propio territorio. Pero los servicios secretos moldavos –fuera de todo control político– tratan impedir la separación de la Transnistria secuestrando al líder Igor Smirnov en territorio ucraniano. Tiraspol mantiene su posición y proclama rápidamente su independencia, como ya vimos anteriormente. El nuevo Estado exige además la liberación inmediata de su presidente o, de lo contrario, interrumpirá sus entregas de gas y de electricidad a la nueva Moldavia. En definitiva, Moldavia y la Transnistria confirman cada una su propia independencia a través de un referéndum y designan a sus nuevos dirigentes. Sangrientas escaramuzas tienen lugar entre las Unidades Especiales del ministerio del Interior de Moldavia y la Guardia Nacional de la Transnistria. Moldavia no sólo fracasa en sus intentos de desplazar la frontera hacia el este sino que Bendery, ciudad de lengua rusa situada en la orilla occidental del río Dniéster, decide pasarse del lado de Tiraspol. Se establece entonces un cese del fuego.

Aprovechando la disolución de la URSS, Estados Unidos trata de atraer a los nuevos Estados. Los moldavos sólo piensan en el nivel de vida occidental mientras que los transnistrios pretenden concretar el abandonado sueño de Gorbatchov: adoptar la libertad de empresa y la democracia (Perestroika) así como la transparencia en los medios de difusión (Glasnost) pero conservando al mismo tiempo las conquistas del socialismo.

El 28 de febrero de 1992, Estados Unidos hace entrar triunfalmente a la ONU 8 nuevos Estados, entre los que se encuentra Moldavia. Pero no se reconoce a la Transnistria post-soviética, que pasa entonces del estatus de nuevo Estado en espera del reconocimiento internacional al de región separatista moldava. A la luz del derecho internacional, la nueva situación permite presentar la conquista militar de la Transnistria como una simple operación de restablecimiento del orden público durante un enfrentamiento con secesionistas.

Luego de una breve visita del entonces secretario de Estado, James Baker III, Washington instala su dispositivo. El embajador John R. Davis Jr., quien hizo maravillas manipulando a Solidarnosc en Polonia, dirigirá las operaciones desde Bucarest. El jefe de la estación CIA será Harold James Nicholson. Se abre en Chisinau una representación diplomática [estadounidense] que servirá de centro de operaciones al coronel Howard Steers.

Reclutando elementos de disímil procedencia, los consejeros militares estadounidenses fabrican una fuerza moldava. Siendo Moldavia una república que acaba de obtener la independencia, Chisinau todavía no dispone de un ejército. Washington obtiene entonces de Bucarest el envío de cierta cantidad de oficiales rumanos y de blindados, en calidad de préstamo. En cuanto a los soldados, se recurre al reclutamiento en las prisiones. Se proclama una amnistía para los presos comunes que acepten participar en los combates. No se les ofrece remuneración, pero se les autoriza a hacerse de su propio botín. Podrán incluso apoderarse de las casas de los transnistrios que maten.

En Tiraspol, las autoridades transnistrias comprenden rápidamente el vuelco que se ha producido en la situación, sobre todo teniendo en cuenta que, debido al acantonamiento de 8 000 hombres del 14º Ejército ruso en territorio transnistrio, las familias de los militares rusos constituyen la mitad de la población transnistria. Con el apoyo de las estructuras sindicales, de las que él mismo procede, Igor Smirnov organiza en primer lugar una defensa popular. Además, los legendarios cosacos se unen «espontáneamente» a Igor Smirnov. Varios voluntarios llegan a Tiraspol para garantizar la dirección militar de la población. Pero se necesitan armas. Y estas abundan en el arsenal del 14º Ejército ruso. Sin embargo, el Estado Mayor ruso, obligado a enfrentar otros muchos conflictos en ese mismo momento dentro del espacio ex soviético, se declara neutral. El 15 de marzo, una multitud rodea el arsenal y exige la entrega de armas. Al cabo de un largo y angustioso periodo de tensión, los oficiales desisten de defender el arsenal. La multitud se apodera de 1 000 fusiles kalachnikov, 1,5 millones de balas y 1 300 granadas que pone en manos de los cosacos.

JPEG - 28.6 KB Cosacos ante un vehículo blindado improvisado construido a partir de un camión recubierto con planchas de acero. Las armas llegan justo a tiempo. Chisinau, que ha proclamado el estado de urgencia, se prepara para retomar Bendery. Igor Smirnov pide a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) el envío de observadores y que se imponga el respeto del cese del fuego, pero Boris Yeltsin se niega a implicarse. Pero Bendery es sede de una unidad del 14º Ejército ruso y esa unidad anuncia que no tiene intenciones de quedarse cruzada de brazos ante una ofensiva moldava, independientemente de las órdenes de su propia jerarquía. Se abren negociaciones. El vicepresidente ruso, coronel Alexander Rutskoy, viaja a la región en calidad de mediador pero los moldavos, confiados en el apoyo estadounidense, ni siquiera responden a las llamadas telefónicas del vicepresidente y se niegan a recibirlo. Rutskoy viaja a Bendery, donde pronuncia un apasionado discurso a favor de la Transnistria, y regresa después a Moscú, donde trata infructuosamente de movilizar a la Duma.

En un prudente retroceso, los moldavos aceptan el despliegue de observadores militares de la CEI y los cosacos se desmovilizan

En respuesta a la visita del vicepresidente ruso Rutskoy, los moldavos reciben por su parte al presidente rumano Ion Iliescu para discutir con él la fusión de los dos Estados. Temeroso de verse envuelto en un conflicto militar, Iliescu se limita a hacer unas cuantas declaraciones mientras que se abstiene de firmar los protocolos que le son presentados.

Prosiguen las negociaciones pero, independientemente de la buena voluntad de los diplomáticos, estas se enfrentan a la diversidad de protagonistas. En Rusia, ya Rutskoy no aparece como un exaltado solitario. Entran en escena el general Albert Makashov y otras personalidades. Y Boris Yeltsin acaba por tomar una decisión dando orden al 14º Ejército de prepararse para una retirada total. En Chisinau, el presidente moldavo Mircea Snegur y sus consejeros estadounidenses ven en esa noticia la luz verde que tanto han esperado. Se ponen directamente al mando de todas las fuerzas disponibles (policía, aduanas y ejército), exigen la aprobación del parlamento moldavo para «aplastar a los separatistas» y lanzan un llamado a la ONU.

Una multitud de mujeres rodea nuevamente el arsenal del 14º Ejército ruso. Se apoderan esta vez de una treintena de blindados, sin encontrar oposición de parte de los soldados rusos.

En Moscú se produce un vuelco en el marco de las difíciles negociaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre el desarme. El muy conciliador ministro ruso de Relaciones Exteriores Andrei Kozirev declara sorpresivamente que «no excluye que la Transnistria vuelva un día a [ser parte de] Rusia».

En Chisinau, los partidarios de la Gran Rumania organizan manifestaciones contra los «separatistas» al grito de «¡La maleta, el tren, Rusia!». El 20 de junio de 1992, Moldavia ataca la Transnistria. El objetivo no es la toma de posiciones estratégicas sino sembrar el terror entre la población para provocar un éxodo. Los soldados [de Chisinau] abren fuego sobre los civiles en todas partes. Las principales calles de Bendery se cubren de cadáveres .

A pesar de las órdenes de Moscú, los tanques del 14º Ejército ruso rompen filas y enfrentan la invasión. Tres de esos tanques son destruidos. Uno de ellos forma parte actualmente del monumento erigido en memoria de los muertos en aquellos trágicos sucesos.

El presidente [moldavo] Mircea Snegur interviene ante el parlamento de Chisinau y declara, en un discurso transmitido por la televisión, que «Rusia ha desencadenado una guerra no declarada contra Moldavia. El Dniéster es una zona ocupada por el 14º Ejército ruso». Por su parte, el gobierno de Bucarest desmiente haber enviado pilotos al ejército moldavo. Será desmentido a su vez por el 14º Ejército ruso, que afirma que una decena de aviones rumanos participan en los combates.

JPEG - 13.1 KB Los combates de los primeros días serán particularmente sangrientos –con más de mil víctimas civiles– y decisivos. Inmediatamente se advierte que una resistencia popular organizada y armada se impondrá ante un adversario que, a pesar de ser superior en número y en equipamiento, carece de motivación y actúa como una tropa mercenaria.

Los combates se prolongan todavía durante 3 días, pero la guerra ya ha terminado.

El 29 de junio, el encargado de negocios estadounidense, coronel Howard Steers, presente en Bendery para coordinar las operaciones militares, escapa por muy poco margen a los disparos de francotiradores transnistrios.

Boris Yeltsin decide recuperar el control del 14º Ejército. El 30 de junio pone al general Alexander Lebed a la cabeza de esa fuerza y lo encarga de recuperar el control de todas las unidades y sacar a Rusia del conflicto. El retroceso se acompaña de declaraciones marciales que no engañan a nadie. Para compensar la retirada, los «patriotas» rusos envían nuevamente los cosacos a Tiraspol. Por su parte, Washington concede a los moldavos «la cláusula de nación más favorecida», como una forma de indemnización por la fracasada aventura.

El 3 de julio, Boris Yeltsin y Mircea Snegur firman en Moscú un acuerdo de cese del fuego. Desde entonces, la Transnistria (rebautizada como Pridnestrovia para hacer notar que ya no se limita a la margen oriental del Dniéster y que incluye también la ciudad de Bendery) vive en paz bajo la protección de los últimos soldados del 14º Ejército ruso. Este pequeño territorio de medio millón de habitantes sigue negándose a alinearse detrás de la OTAN y de la Unión Europea y, como represalia, se le sigue negando el reconocimiento internacional.

En 1989, la República Socialista Soviética de Moldavia proclamó el moldavo como lengua oficial del país, y comenzaron algunas negociaciones para la reunificación con Rumanía. Los eslavos de la ribera oriental del río Dniéster proclamaron la República Moldava del Transniéster (PMR, por sus siglas en ruso) el 2 de septiembre de 1990, y estalló una guerra civil en 1992, con aproximadamente 1500 muertes. La guerra terminó tras el alto al fuego negociado por representantes moldavos, transnistrios, rusos y ucranianos.

Aparte del acuerdo de alto al fuego, se oficializó la presencia del 14º Ejército ruso en la zona. Los moldavos lo consideran un elemento supuestamente no neutral, cuando no hostil; para los transnistrios es una garantía de protección necesaria y justa. No obstante, el Gobierno moldavo actualmente no tiene ninguna capacidad de control sobre la región. Aunque en 1994 se llegó a un acuerdo con Moldavia para la retirada de las tropas rusas de Transnistria, pero todavía no ha sido ratificado por la Duma Estatal rusa. El 17 de diciembre de 2006, se celebró un referéndum que ratificó, de facto, la independencia de Transnistria. La opción independentista consiguió el 97,2 % de votos.[21]

Las autoridades cerraron algunos colegios que usaban el idioma moldavo en grafías latinas, y varios profesores y padres que protestaron la medida fueron detenidos. El Gobierno moldavo decidió crear un bloqueo para marginar a la zona rebelde del resto del país. Transnistria respondió con una serie de actos destinados a desestabilizar la situación económica en Moldavia: al estar la mayoría de plantas de energía construidas en Transnistria durante la época soviética, la crisis generó cortes de energía en varias zonas de Moldavia. La OSCE negoció una solución para la situación.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) está tratando de facilitar un acuerdo negociado. Bajo los auspicios de la OSCE, el 8 de mayo de 1997, el Presidente de Moldavia, Petru Lucinschi, y el Presidente del Trans-Dniéster, Igor Smirnov, firmaron el "Memorando sobre los principios de normalización de las relaciones entre la República de Moldavia y el Trans-Dniéster", también conocido como el "Memorando Primakov", en el que se sostiene el establecimiento de relaciones jurídicas y estatales, aunque las disposiciones del memorando fueron interpretadas de manera diferente por los gobiernos de Moldavia y del Trans-Dniéster.

En noviembre de 2003, Dmitry Kozak, consejero del presidente ruso Vladimir Putin, propuso un memorando sobre la creación de un Estado federal asimétrico de Moldavia, en el que Moldavia tendría más poder que Transnistria. Conocido como "el memorando Kozak", no coincidía con la posición de Transnistria, que pretendía la igualdad de condición entre Transnistria y Moldavia, pero otorgaba a Transnistria poderes de veto sobre futuros cambios constitucionales; esto alentó a Transnistria a firmarlo. Vladimir Voronin apoyó inicialmente el plan, pero se negó a firmarlo después de la oposición interna y la presión internacional de la OSCE y los Estados Unidos, y después de que Rusia hubiera respaldado la exigencia de Transnistria de mantener una presencia militar rusa durante los próximos 20 años como garantía para la federación prevista.

Las conversaciones se iniciaron en 2006 para tratar los problemas, pero sin resultados durante muchos años. En febrero de 2011 se reanudaron en Viena las denominadas "Conversaciones 5 + 2" (así denominadas porque estaban integradas por representantes de Transnistria, Moldavia, Ucrania, Rusia y la OSCE, además de los Estados Unidos y la UE como observadores externos). Tras la anexión de Crimea por Rusia en marzo de 2014, el entonces jefe del parlamento de Transnistria pidió unirse a la Federación Rusa, pero esto tampoco se llevó a cabo.

Transnistria posee un sistema multipartidista con un parlamento unicameral llamado Consejo Supremo, formado por 43 miembros electos mediante representación proporcional. El presidente es elegido por el voto popular para un mandato de cinco años.[22]

Igor Smirnov, exfuncionario de la República Socialista Soviética de Moldavia, fue el jefe de Estado desde 1991 hasta 2011.[23]​ En las elecciones celebradas el 10 de diciembre de 2006, obtuvo el 82,4 % de los votos.[24]​ Algunos observadores internacionales que participaron en la contienda declararon que los comicios fueron libres y democráticos.[25]

Los principales partidos políticos son: "República", de tendencia fuertemente nacionalista, y "Renovación", de tendencia liberal-conservadora. Otras fuerzas de oposición son el Partido Comunista de Transnistria, de ideología marxista-leninista y el Partido Comunista Transnistriano.

A pesar de continuar utilizando simbología soviética, como la hoz y el martillo en la bandera y en el escudo nacional, el gobierno afirma no ser comunista, enfatizando que los dos principales partidos políticos se muestran favorables al desarrollo de una economía de mercado con la participación de empresas privadas.[26]

Yevgeny Shevchuk fue jefe de Estado hasta 2016, luego de haber obtenido el 38,5 % de los votos en la primera vuelta de las elecciones celebradas el 11 de diciembre de 2011 y 73,8 % de los sufragios en la segunda vuelta el 25 de diciembre.[27]​ Asumió el cargo el 30 de diciembre de 2011. El actual jefe de estado es Vadim Krasnoselsky.

Transnistria es reconocida internacionalmente como una parte de la República de Moldavia, aunque está controlada por el gobierno separatista, que declaró la independencia en 1990. Únicamente la República de Abjasia, la República de Osetia del Sur y la República de Nagorno Karabaj (tres estados sin reconocimiento mayoritario dentro de la comunidad internacional) reconocen la independencia de Transnistria.[28][29]

Entre 300 000 y 400 000 ciudadanos (la mayoría de la población) poseían pasaportes moldavos en 2007, puesto que ningún Estado reconoce la documentación emitida por las autoridades de Transnistria.[30]Rusia ha abierto un consulado en Tiráspol, contra la voluntad de Moldavia.[31]

En fechas más recientes, el parlamento de Transnistria ha convocado los resultados de un referendo, celebrado en el año 2006, sobre la cuestión de su independencia, al tratar de hacer un proceso de anexión a Rusia y tomando como ejemplo la situación en Crimea, el cual obtuvo un 97,2 % de aprobación entre la población ruso-parlante, y haciendo una solicitud sobre el asunto para que Rusia tome una determinación sobre esta prolongada discusión con Moldavia. Las autoridades moldavas no se han pronunciado sobre el hecho; las rusas prefieren no acelerar los asuntos a discutir, pero insisten en que, si Moldavia pierde su autonomía, entrarían a reconocer la anexión solicitada.[32][33]

El 22 de junio de 2018, la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución A/RES/72/282 en la que "Insta a la Federación de Rusia a que complete, de manera incondicional y sin más dilación, la retirada ordenada del Grupo Operacional de las Fuerzas Rusas y sus armamentos del territorio de la República de Moldavia.[34][35]

La situación de los derechos humanos en la región ha sido criticada por varios gobiernos y organizaciones internacionales. En su informe anual correspondiente a 2016, la organización no gubernamental estadounidense Freedom House calificó a Transnistria como un territorio "no libre".[36]

De acuerdo con el informe de 2006 presentado por el Departamento de Estado estadounidense, «El derecho de los ciudadanos a cambiar de gobierno ha sido restringido; las autoridades aplican la tortura, promueven arrestos y detenciones ilegales, además de limitar la libertad de expresión, la libertad de prensa e impedir el registro de grupos religiosos minoritarios». Además, agrega que «la región es una zona propicia para el tráfico de personas», señalando que «la homosexualidad es ilegal, y los gais y lesbianas están sujetos a la discriminación gubernamental y social».[37]

En 2005, The Times reveló la supuesta venta de misiles Alazan con cabezas nucleares por un precio de $500.000, de la mano de un vendedor de armas de la región de Tighina, de facto parte de Transnistria. Los reporteros se hicieron pasar inicialmente por un grupo argelino, y publicaron la noticia en mayo de ese mismo año.[38]

En junio de 2011, las autoridades moldavas detuvieron a 6 personas relacionadas con un grupo criminal que negociaba el contrabando de material radiactivo y funcionaba en territorios de la antigua Unión Soviética y en países árabes. Los detenidos, 6 de ellos de nacionalidad moldava, un ruso y un residente de Transnistria estuvieron negociando el envío de material radiactivo con un agente de seguridad encubierto, que se hacía pasar por un comprador del Norte de África. El oficial moldavo Vitalie Briceag afirmó por su parte que los contrabandistas habían afirmado ser capaces de realizar un envío de 1 kg de uranio.[39]

En mayo de 2014, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció la detención de 9 personas que intentaban introducir en el país 1,5 kg de Uranio-235 a través de Transnistria. De las 9 personas, 8 eran ciudadanos ucranianos y una de ellas tenía nacionalidad rusa.[40]

Transnistria es considerado un enclave estratégico en el contrabando de material radiactivo (en gran parte proveniente de la antigua Unión Soviética) debido a su carácter especial del que goza. Al tratarse de un territorio con soberanía discutida, algunos afirman que las autoridades transnistrias no podrían ser llevadas a juicio ante una corte internacional sin reconocer, de iure, la soberanía de la región.[41]

Transnistria no tiene salida al mar, pero sí tiene fronteras con Besarabia (es decir, el resto de Moldavia) al oeste (411 kilómetros), y con Ucrania (405 km) al este. Se trata de un estrecho valle que se extiende en dirección norte-sur a lo largo de la orilla del río Dniéster, que forma una frontera natural a lo largo de la mayor parte colindante con (el resto de) Moldavia. Tiráspol, la capital y ciudad más grande de Transnistria, tiene alrededor de 160 000 habitantes.

El territorio controlado por Transnistria es en su mayoría (pero no totalmente) coincidente con la margen izquierda (oriental) del río Dniéster. Incluye diez ciudades y pueblos, y 69 comunas, con un total de 147 localidades (sin esa forma jurídica definida como tal). Seis municipios de la margen izquierda (Cocieri, Molovata Noua, Corjova, Pirita, Coșnița y Doroțcaia) se mantuvieron bajo el control del gobierno de Moldavia después de la Guerra de Transnistria en 1992, como parte del distrito Dubăsari. Están situados al norte y al sur de la ciudad de Dubăsari, que a su vez está bajo control de Transnistria. El pueblo de Roghi de Molovata Noua también está controlado por Tiráspol (Moldavia controla las otras nueve de las diez aldeas de los seis municipios).

En la orilla oeste, la ciudad de Bender y cuatro comunas (que contienen un total de seis aldeas) al este, sureste y sur, en la orilla opuesta del río Dniéster de la ciudad de Tiráspol (Proteagailovca, Gisca, Chițcani y Cremenciug), son controlados por las autoridades de Transnistria.

Transnistria está dividida en cinco raiones (departamentos o distritos):

y una municipalidad:

Además, Bender (en ruso Бендерыromanización Bendéry) o Tighina, ubicada en la ribera occidental del Dniéster (en Besarabia), geográficamente fuera de Transnistria, no es oficialmente parte del territorio de Transnistria —tal cual es definida por las autoridades centrales— pero es controlada de facto por el gobierno transnistriano, que la considera parte de su organización administrativa.

Según el censo de 1989, la población era de 679 000 habitantes, incluyendo todas las localidades de la zona de seguridad, incluso aquellas que se encuentran bajo control moldavo. De acuerdo con el censo de 2004, la población era de 555 347 habitantes, excluyendo las áreas bajo control moldavo.[43][44]

En total, en las zonas controladas por el gobierno de Transnistria, había 555 347 personas, incluyendo 177 785 moldavos (32,10%), 168 678 rusos (30,35%), 160 069 ucranianos (28,81%), 13 858 búlgaros (2,50%), 4096 gagaúzos (0,74%), 1791 polacos (0,32%), 1259 judíos (0,23%), 507 gitanos (0,09%) y 27 454 de otros grupos étnicos (4,94%). De éstos, 439 243 vivían en Transnistria y 116 104 vivían en localidades controladas por el gobierno de Transnistria, pero que pertenecen formalmente a otros distritos de Moldavia: la ciudad de Bender (Tighina), las comunas de Proteagailovca, Gîsca, Chițcani, Cremenciug y el pueblo de Roghi de la comuna Molovata Nouă.

Los moldavos son el grupo étnico más numeroso, representando una mayoría absoluta en los dos distritos de la Transnistria central (distrito de Dubăsari, 50.15%, y distrito de Grigoriópol, 64.83%) una mayoría relativa del 47.82% al norte en el distrito de Camenca, y un 41.52% en el distrito de Slobozia al sur. En el distrito de Rîbnița eran una minoría del 29.90% y en la ciudad de Tiráspol constituían una minoría del 15.24% de la población.

Los rusos eran el segundo grupo étnico más numeroso, lo que representa una mayoría relativa del 41.64% en la ciudad de Tiráspol, una minoría de 24.07% en Slobozia, el 19.03% en Dubăsari, un 17.22% en Rîbnița, un 15,28% en Grigoriópol y el 6.89% en Camenca. Los ucranianos eran el tercer grupo étnico más numeroso, representados por una mayoría relativa del 45.41% en el distrito de Rîbnița, un 42.55% en Camenca, un 32.97% en Tiráspol, un 28.29% en Dubăsari, un 23.42% en Slobozia y un 17.36% en Grigoriópol.

Los búlgaros eran el cuarto grupo étnico más grande de Transnistria, aunque mucho menos numerosos que los tres grupos étnicos más grandes. La mayoría de los búlgaros en Transnistria son búlgaros de Besarabia, descendientes de los expatriados que se establecieron en Besarabia en los siglos XVIII y XIX. El principal centro de búlgaros en Transnistria es la gran aldea de Parcani, que tenía una mayoría absoluta de búlgaros y una población total de alrededor de 10 000 búlgaros.

En Bender (Tighina) y las demás localidades que no están bajo el control del gobierno separatista, los rusos étnicos representaban la mayoría relativa del 43.43%, seguido de los moldavos en 26.15%, ucranianos en 17.08%, búlgaros con un 2.89%, gagaúzos con un 1.03%, judíos en 0.34%, polacos con un 0.17%, gitanos con un 0.13% y otros grupos con un 7.78%.

Cerca del 62% de la población de Transnistria pertenece a alguna etnia eslava.

Las estadísticas oficiales muestran que el 91% de la población de Transnistria profesa el cristianismo ortodoxo oriental, además de un 4% que pertenece al catolicismo.[45]​ Los católicos se encuentran principalmente en el norte de Transnistria, donde vive una notable minoría polaca.[46]

El gobierno local ha apoyado la restauración y construcción de nuevas iglesias ortodoxas. Afirma que la República tiene libertad de culto y que las creencias religiosas y 114 congregaciones están registrados oficialmente. Sin embargo, en fecha tan reciente como 2005, se presentaron supuestamente obstáculos de registro de algunos grupos religiosos, en particular los Testigos de Jehová.[47]​ En 2007, la estadounidense Christian Broadcasting Network denunció la persecución de protestantes en Transnistria.[48]

La economía de Transnistria es mixta. Durante la década de 1990 se realizó un proceso de privatización de las empresas.[49]​ La economía se basa en la industria pesada, producción eléctrica y manufacturas textiles. Estos tres sectores suman el 80% del total de la producción industrial.[50]​ El PNB se sitúa sobre 420 millones de dólares en 2005, según fuentes propias.[51]

El Banco Republicano de Transnistria es el encargado de la emisión de la moneda local, el rublo de Transnistria, que es convertible según una tasa de cambio flotante. Únicamente tiene validez dentro de este territorio.

El 11 de noviembre de 2014 el Gobierno ruso y el de Transnistria suscribieron un memorándum de cooperación en el desarrollo del sector financiero. También se firmó un memorándum de cooperación entre el Ministerio de Telecomunicaciones de Rusia y el Servicio Estatal de Comunicación e Información de Transnistria en materia de tecnologías de la información.[52]

La educación pública en lengua rumana en Transnistria se hace usando el alfabeto cirílico moldavo creado por los soviéticos. El uso de la escritura latina se restringió a solo seis escuelas. Cuatro de estas escuelas fueron cerradas a la fuerza por las autoridades locales, que afirmaban que esto era debido a la negativa de las escuelas a solicitar su reconocimiento oficial.[53]​ Estas escuelas fueron posteriormente registradas como escuelas privadas y reabiertas. Este proceso puede haber sido acelerado por la presión de la Unión Europea.[54]

La misión de la OSCE en Moldavia instó a las autoridades locales en la ciudad transnistria de Rîbnița a devolver un edificio confiscado a la escuela de escritura latina moldava de la ciudad. El edificio inacabado estaba casi terminado en 2004, cuando tomó el control de Transnistria durante la crisis escolar de ese año.[55]

En noviembre de 2005 Ion Iovcev, director de una escuela de lengua rumana en Transnistria y activo defensor de los derechos humanos, así como un crítico de los dirigentes de Transnistria, recibió llamadas amenazantes que atribuyó a sus críticas al régimen separatista.[56]

Actualmente (2021), seis clubes de fútbol de Transnistria: FC Sheriff (y su filial Sheriff-2), FC Dinamo-Auto, Iskra, FC Tighina, FC Sucleia y FC Cruiz participan en el sistema de ligas de fútbol de Moldavia.

Hay una mezcla regular de medios de comunicación modernos en Transnistria con varias estaciones de televisión, periódicos y estaciones de radio.

Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el clima de los medios de comunicación en Transnistria es restrictivo y las autoridades continúan una campaña de larga data para silenciar las voces y los grupos de oposición independientes.[57]

La educación musical en la república está representada por una serie de escuelas de música, centros de estudios, escuelas de arte, así como el Instituto Estatal de Artes local. La vida musical está representada por las actividades de grupos musicales profesionales, como la Orquesta Sinfónica Estatal de la República, el Coro Estatal de Transnistria, el conjunto de Viorica y otros artistas pop como Chris Vivatsky, así como grupos musicales: como Langeron y otros.

En 1934 se decidió construir un edificio especial para el teatro en la capital de la república, Tiraspol. Era un complejo compacto y simétrico, diseñado en estilo neoclásico.

En ese momento, ya se habían formado tres grupos de teatro profesionales: moldavo, ruso y ucraniano, quienes históricamente estaban destinados a trabajar en un nuevo edificio hasta 1940, y luego de la formación de la república autónoma, dos de ellos se mudaron a la nueva capital - Chisinau.

Algunos maestros destacados del arte teatral de Moldavia comenzaron su carrera en Transnistria: actores como Konstantin Konstantinov, Ekaterina Kazimirova, Kirill Shtyrbul, Domnika Dorienko, Evgeny Kazimirov, Evgeny Diordiev, Mifodiy Apostolov; el jefe del departamento musical local - Valery Polyakov, David Gershfeld; el director Victor Gerlak entre otros.



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