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Tuna (fruta)



Opuntia ficus-indica, comúnmente conocida, entre otros nombres, como nopal, higuera (de pala), palera, tuna,[2]chumbera, es una especie arbustiva del género Opuntia de la familia de las cactáceas.

Fue introducida en Europa por los conquistadores españoles para aprovechar suelos poco productivos del sur de la península ibérica, y de allí pasaron a Italia –donde existió una pequeña industria ligada a ellas–, y al norte de África.[3]

Planta arbustiva de la familia Cactaceae. Como la mayoría de los miembros de este género carece de hojas nomofilas, los segmentos o cladodios en que se divide, son tallos capaces de ramificarse, emitiendo flores y frutos. Estos tallos son planos, ovales y de color verde medio. Poseen dos clases de espinas, reunidas en los gloquidios (especie de cojincillos) de las areolas, unas largas y duras, y otras cortas y finas con aspecto velloso, conocidas como “penepes” en la zona cordillerana de Argentina.

Las flores, en forma de corona, nacen de las areolas en los bordes de los segmentos. Florece una vez al año y tanto el fruto como la flor pueden ser de diversos colores, desde el amarillo al rojo.

El fruto maduro es una baya de forma ovalada con diámetros de entre 5,5 y 7 cm, una longitud de 5 cm a 11 cm y un peso variable entre 43 y 220 g. Tiene una cáscara gruesa, espinosa, y con una pulpa abundante en pepas o semillas.

Una hipótesis plantea que es originaria de Mesoamérica (México),[4][5]​ esta cactácea es nativa de América y se encuentra desde las praderas canadienses hasta el estrecho de Magallanes, pero ha sido naturalizada y cultivada en el mundo entero, diversas referencias históricas sobre el nopal se remontan a los primeros años de la Nueva España. En su Historia general de las cosas de la Nueva España, fray Bernardino de Sahagún describe el legendario y "monstruoso" nopal, como él le llama (ya que los nativos lo llamaban nopalli). El sacerdote José de Acosta lo cita como un árbol célebre de la Nueva España, "el árbol se debe llamar como a un montón de hojas o pencas unas sobre otras'".

Opuntia ficus-indica fue descrita primero por Carlos Linneo en Species Plantarum, vol. 1, p. 468 en 1753 como Cactus ficus-indica[6]​ y atribuida al género nuevo Opuntia y publicada en The Gardeners Dictionary, ed. 8, n.º 2, por Philip Miller en 1768.[7][8][9]

Opuntia: nombre genérico que proviene del griego usado por Plinio el Viejo para una planta que creció alrededor de la ciudad de Opus en Grecia.[10]

ficus-indica: compuesto por ficus, la higuera, y el epíteto neológico latino indica que significa "de la India", entendido como Indias Occidentales (West Indies). O sea, higuera de la India.

Los segmentos frescos de este cactus contienen alrededor de un 90 % de agua. Los frutos, un 12 % de azúcar y 6,75 % de materias nitrogenadas, además de ácidos orgánicos (alrededor del 0,10 %), con un característico colorante entre rojo y anaranjado, lo que provoca que, al consumirlo, la orina se tiña de ese color.
Los frutos son ricos en fibra y vitaminas, especialmente vitamina A, vitamina C y vitamina K, así como vitamina B2 y vitamina B6; también contienen minerales como calcio, magnesio, potasio, hierro y cobre.[11]

El grado de madurez en que se coseche depende del mercado al que va destinada la tuna. El grado de madurez es importante para mantener el producto en buenas condiciones durante el tiempo necesario hasta el consumidor final. Entre los índices visuales para determinar el grado de madurez están:

El fruto posee en la superficie una especie de espinas muy finas conocidas como pelusas, penepes o ahuates, en la sierra del Perú abrojos o jepos, las cuales son fuertes cuando el fruto está verde, pero se vuelven frágiles y fáciles de desprender a medida que avanza su grado de madurez.

Existen diferencias notorias del grosor de la cáscara entre un fruto verde y uno que inicia su maduración, así como entre los de distintos grados de madurez. (Este es un método muy subjetivo).

Se obtienen de los cladodios, de aproximadamente 5 cm de largo. Se desinfectan en el laboratorio después de despojarlos de las espinas. Posteriormente se desinfectan con etanol al 70 % durante unos segundos, seguido por una sumersión en hipoclorito de calcio al 6 % durante diez minutos. Se enjuaga a continuación con agua estéril y se fracciona en aproximadamente treinta fracciones con al menos una areola. Se cultivan a su vez en un medio apropiado, por ejemplo Murashige y Skoog (MS) con complementos de diferentes concentraciones de benciladenina.

Una vez inoculados los explantes, se mantienen a condiciones normales de micropropagación de luz y temperatura, siendo que se presenta la regeneración de la planta a partir del explante en unos cuarenta días. Transcurridos veinticinco días de cultivo, se cortan a lo largo los brotes y se descarta el meristema apical, cultivándose las mitades en el medio de BA 10 µM. Dichas mitades producen aproximadamente sesenta explantes con yemas laterales, los cuales a su vez pueden regenerar en promedio quince brotes por explante; en suma quiere decir que se pueden obtener novecientos brotes axilares en cincuenta y cinco días de cultivo de un cladodio de 5 cm, lo cual ascendería a veinticinco mil brotes en aproximadamente tres meses de cultivo. En cuanto a la generación de raíces, se ha confirmado que las mismas son formadas espontáneamente o pueden ser estimulados por la adición de auxinas.

Esta especie se cultiva, entre otros lugares, en México, Perú, Bolivia, Colombia, España, Sicilia, las costas del sur de Italia, Túnez, Marruecos, Argelia, Egipto, Israel, Arabia Saudita, Brasil, Chile, Ecuador, el norte de África, así como en Eritrea y en Etiopía, donde la fruta es llamada beles.[12]

Rústica y espinosa, esta planta es también característica del norte argentino, extendiéndose hasta la zona árida de Córdoba. Se da en parajes áridos, secos, donde normalmente no habita ningún cultivo. El cultivo de la tuna en este país no se explota económicamente, encontrándose casualmente, y siendo considerada una planta silvestre. Es costumbre su consumo por parte de la población local, ingiriéndose preferentemente fresco o también procesado en forma de un dulce regional llamado arrope.

Se denomina tunal o nopalera al sitio donde abunda.

Estudios del ADN indican que O. ficus-indica fue domesticada a partir de especies de Opuntia del centro de México.[cita requerida]

La planta se expandió a muchas partes de América en tiempos precolombinos, y tras la llegada de los europeos se extendió a muchas otras partes del mundo, especialmente por la cuenca mediterránea, donde se ha naturalizado. Esta expansión se vio favorecida por el transporte de las plantas vivas en las embarcaciones para evitar el escorbuto.[13]

Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido incluida en el Catálogo de especies exóticas invasoras (con el sinónimo Opuntia maxima),[14]​ aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. Aunque tanto el cultivo como la comercialización de sus frutos están permitidos con algunas restricciones (como cultivar lugares destinados a actividades humanas) cultivar y comercializar es legal y se rige por las leyes de Agricultura al ser un recurso alimenticio.[15]

El nopal ha tenido gran utilización a lo largo de la historia por parte de las culturas asentadas sobre el territorio mexicano. Tanto es así que son diversos los vocablos que cada cultura, en su respectivo idioma, ha usado y usa para referirse a este vegetal:

Existe una gran diversidad de tunas, con una amplia gama de sabores y colores, que han permitido una variada utilización gastronómica del nopal en la cocina mexicana.

Esas tunas se conocen en México con los nombres de:

El fruto en sí es una excelente golosina refrescante, y el número de maneras de prepararlo tanto en guisos dulces como salados es tan diverso como la variedad de tunas.

Se elaboran recetas, como la miel de tuna o melcocha, el queso de tuna, la mermelada, el colonche (bebiba alcohólica preparada a partir de la de la pulpa de la tuna), el néctar o las tunas cristalizadas.

Perú es el mayor productor de tuna en el sur de América, con 72 500 ha dedicadas a las tunas y diez mil quinientos a los nopales. Existen plantaciones de tunales en los andes del Perú: la mayor producción silvestre se encuentra en los valles interandinos en las regiones de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, Arequipa, Áncash, Lima y Moquegua, entre otras. Pero es México quien líderea la producción mundial de tuna con aproximadamente 100,000 hectáreas destinadas para el cultivo solo de tuna y más de 300,000 para el cultivo del nopal comestible llamado nopal verdura ,y es en el valle de México donde se han encontrado los rastros más antiguos de este fruto, se han encontrado restos de este fruto de hace más de ocho mil años .

El cultivo de la tuna tecnificada bajo riego por goteo está ubicada en Colca (Arequipa) y supera las veinte mil plantas por hectárea, con excelentes resultados. Y en México, líder mundial gracias al manejo agronómico junto a técnicas para su cultivo que han permitido un cultivo selectivo de variedades mejoradas, obteniendo así la mejor calidad de tuna así como la producción más grande más grande del mundo (superan con facilidad las 70 tm/ha) solamente para tuna. Ha de decirse que hay otros países productores como Israel, Sudáfrica, Perú o USA, pero en estos países el cultivo no se destina a alimento, sino para elaborar subproductos como fibra, champú o derivados forrajeros. En cambio, en México el principal destino del nopal es como verdura aunque ha surgido una incipiente industria en biocombustibles centrados en una variedad muy especial de nopal con alto en azúcares, téngase en cuenta que México es centro de origen de la especie y posee la mayor diversidad de variedades de nopal.

Esta especie se cultiva (como otras especies de Opuntia y de Nopalea) para servir de huésped a la cochinillana grana, que produce tinturas rojas y purpúreas con un grado de pureza de 18 a 20 % de ácido carmínico, a diferencia de otros países productores, por lo que Perú es el mayor productor y exportador del mundo. Esta es una práctica que data de la época precolombina.[16]

Sus frutos ofrecen la posibilidad de industrialización por su contenido en azúcares y proteínas.

Tiene gran diversidad de ecotipos:

Con los frutos se elaboran mermeladas y licor.

Como fruta de mesa se utilizan la tuna blanca y la morada, por ser frutos de buena calidad y preferidos por el público.

Los cladodios jóvenes de este cacto son usados en la cocina mexicana para preparar el plato llamado nopalito o ensalada de nopales, para el que también se emplea cilantro y sal.[20][21]​ El nopalito es bajo en carbohidratos y puede ayudar en el tratamiento de la diabetes.[22]

Los frutos (conocidos como tunas en Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Uruguay y México, tunos e higos picos en Islas Canarias, e higos chumbos en el resto de España) son dulces, comestibles y muy apreciados. Existe también una especie (Opuntia joconostle) que produce tunas llamadas comúnmente xoconostle (pronunciado “shoconostle” o “joconostle”), que significa «tuna agria» o «tuna ácida». La particularidad de estos frutos es que la cáscara es muy gruesa, comparada con otras especies de tunas (hasta 2 cm). Estos frutos se utilizan principalmente en la cocina como postre (incluso sacado de la nevera en verano para refrescar) y para la preparación de ciertas salsas, para la preparación de dulces y helados (como el popular arrope de tuna en Argentina), como condimento, como aperitivo y también como planta medicinal (infusión para la tos, migraña y dolor de cabeza). Además, se ha comprobado a nivel médico su eficacia en la reducción de glucosa en sangre, por lo que es una alternativa en el tratamiento de la diabetes.[23]

En México las paletas jóvenes de la planta se consumen como verdura (nopales) y el fruto como tal (tuna).

En Marruecos y la zona mediterránea donde se cultivan son muy apreciados y se aprovechan tanto el fruto (higo chumbo) como el cactus en sí, este último para forraje.

La tuna:

El nopal:

En medicina natural, los frutos son considerados astringentes, y, las palas frescas, calentadas al horno, se utilizan como emolientes, colocados en forma de cataplasma sobre la zona afectada.[25]

Muchas personas consumen la tuna por su agradable sabor, sin conocer los beneficios que puede proporcionar a su salud. La fruta, en todas sus variedades (blanca, roja y anaranjada) tiene propiedades nutricionales: contiene vitaminas, tales como tiamina, niacina y riboflavina, además de minerales esenciales, como calcio, fósforo, potasio, hierro, selenio, cobre, zinc, sodio y magnesio.[cita requerida]

Los componentes de la planta de nopal están asociados también a la medicina tradicional, ya que se emplea en tratamientos para la diarrea, el cáncer de próstata y úlceras.[cita requerida] Tiene, además, propiedades diuréticas,[cita requerida] y mejora la digestión.[cita requerida]

En 2019, la marca Adriano Di Marti presentó Desserto, un cuero vegetal hecho a partir de nopal. El cuero de nopal se produce en Zacatecas, México, y abastece a un ampli número de marcas de la moda para elaborar bolsos, calzado y otros productos.[26]​ A la vez que muy similar al cuero animal, es mucho más respetuoso con el medio ambiente y en su producción no se utilizan productos tóxicos.[27]

Además del consumo como alimento, se utiliza en la industria de cosméticos.(maquillaje, tintes, etc).

También se incluye como parte del adobe, impermeabilizándolo.

Como espesante y adherente casero de la pintura al agua (por ejemplo:Cal).

Es también un elemento clave en la crianza de cochinillas grana ya que se alimentan de la savia de esta planta, y cuyo tinte obtenido de estos insectos conocido como carmín es usado como colorante para diversos productos como cosméticos, tejidos textiles, alimentos, etc.

En el sur de España era común en zonas rurales el uso como juguete por parte de niños, usando dos hojas de chumbera (palas) con la forma de una rueda y con palos se creaba una especie de carro.[28]

La importancia cultural del nopal en la historia mexicana se refleja incluso en la presencia de esta planta en el escudo y la bandera del país, que incluyen la representación de un nopal sobre el que un águila devora a una serpiente, enraizado en una pequeña isleta de piedra sobre el agua.

Esta planta es parte de la mitología mexica, en la que se considera como la planta de la vida, ya que aparentemente nunca muere, puesto que al secarse puede dar vida a una nueva planta.[cita requerida]

Según los mitos mexicas, el primer nopal nació del corazón de Copil, el hijo de Malinalxóchitl, quien, al tratar de vengarse de su tío Huitzilopochtli por dejar sola a su madre, fue mandado a matar por este.[cita requerida] Según cuenta la leyenda, Huitzilopochtili mandó sacarle el corazón a Copil, y que luego fuera enterrado en unos peñascos. Al día siguiente apareció el primer nopal: con espinas de valiente guerrero y flores de un hijo que defiende a su madre.



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