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Vandea



Vandea[cita requerida] o Vendée[1]​(Vendée, en francés) es un departamento francés situado en el oeste del país, en la región de Países del Loira. Sus habitantes son vandeanos y vandeanas[2]​ (en francés, vendéens y vendéennes).

Debe su nombre al río Vandea, que atraviesa su territorio. Su prefectura, o capital del departamento, es La Roche-sur-Yon.

Tiene una superficie de 6720 km². Limita al norte con los departamentos de Loira Atlántico y Maine y Loira, al este con Deux-Sèvres, al sur con Charente Marítimo, y al oeste con el océano Atlántico.

El litoral vandeano está formado mayoritariamente por largas playas de arena, con algunas zonas rocosas como en Saint-Gilles-Croix-de-Vie, y áreas pantanosas en la bahía de Bourgneuf al norte y la bahía del Aiguillon en el sur. Tiene dos islas habitadas:

El bocage cubre la mayor parte de la Vandea y corresponde a la extensión meridional del macizo Armoricano. Su punto culminante no sobrepasa los 290 metros. Es un paisaje de colinas cubiertas de prados y campos de poca superficie delimitados por setos. El bocage se dedica a la crianza de ganado vacuno.

La marisma poitevina y la marisma bretona-vandeana son antiguas marismas que, después de haber sido bahías oceánicas, se fueron rellenando de tierras aluviales desde la Edad Media. Constituyen, junto con el bocage, el paisaje más típico del departamento. En parte desecadas desde el siglo XVII, ofrecen una gran variedad de ecosistemas, desde las marismas salineras de la bretona-vandeana en el extremo noroeste del departamento, hasta las verdes praderas y sotobosques recorridos por los canales de la marisma poitevina en el sur, que le valen el sobrenombre de «Venecia Verde».

La llanura de Luçon y Fontenay-le-Comte, al norte del Marais Poitevin, es una amplia zona dedicada al cultivo extensivo de cereales.

Los principales ríos de la Vandea son Vie, Lay, Vandea, Boulogne Boulogne, Sèvre nantaise y Sèvre niortaise.

La densidad media de población en el departamento es de 90 habitantes/km².


Las principales ciudades del departamento son (según datos del censo del 1 de enero de 2006):[3]

El territorio de la Vandea estuvo probablemente ocupado por el pueblo galo de los ambilatres o ambiliates desde la Antigüedad. Fue unido al territorio de los pictons por el emperador romano César Augusto hacia 16 a. C.

Hasta la Revolución francesa, la Vandea coincidía con la región de Bajo Poitou (Bas-Poitou), la parte occidental de la antigua provincia de Poitou. En la Edad Media, conformaba la parte septentrional de la provincia de Aquitania, dado que los condes de Poitou eran también duques de Aquitania. A consecuencia del matrimonio de Leonor de Aquitania, heredera de los condes de Poitou, con Enrique II de Inglaterra, el Bajo-Poitou fue territorio inglés durante un siglo, de 1157 a 1258. Como tal, la región sufrirá los combates librados entre Francia e Inglaterra durante la guerra de los Cien Años, pero conocerá un siglo de prosperidad nada más iniciarse el Renacimiento. Fontenay-le-Comte, su capital administrativa, se convirtió entonces en uno de los centros de la vida intelectual, científica y artística del territorio francés.

El Renacimiento, en el Bajo-Poitou como en el resto de Francia, coincidió con la expansión de la Reforma. La región fue por lo tanto uno de los escenarios de las guerras de religión de los siglos XVI y XVII, debido a una fuerte presencia de hugonotes (protestantes) en la mitad este y en el sur de la región. La represión ejercida a raíz de la promulgación del Edicto de Fontainebleau en 1685 obligó a parte de la población a convertirse al catolicismo o a exiliarse.

El departamento de la Vandea fue creado, como casi todos los departamentos franceses, durante la Revolución francesa, el 4 de marzo de 1790, y la capital se fijó en Fontenay-le-Comte. En 1793, empezó la Guerra de la Vandea, una rebelión armada de los vandeanos contra la Revolución francesa, que se desarrolló en varias etapas entre 1793 y 1796. Apoyados por la nobleza en el exilio y el Conde de Artois, hermano de Luis XVI, levantaron un ejército que extendió la guerra por buena parte del oeste de Francia. La rebelión inicial pronto desencadenó una guerra civil que fue brutalmente reprimida tras su derrota.[4][5]​ El amargo recuerdo de los excesos cometidos por las «columnas incendiarias» del general Turreau en 1794 marcó profundamente el carácter vandeano.

Napoleón Bonaparte, decidido a pacificar una región de la que desconfiaba, eximió a sus habitantes del servicio militar y multiplicó las subvenciones para reconstruir la región. Trasladó la capital de la Vandea a La Roche-sur-Yon, que en aquella época tomó el nombre de Napoléon-sur-Yon. La Roche-sur-Yon es la única ciudad fundada por Napoleón, quien decidió su fundación por decreto el 25 de mayo de 1804. Encargó a los arquitectos Cormier y Valot que diseñaran una ciudad moderna con calles rectas dispuestas en ángulo recto alrededor de una amplia plaza mayor, pero definió también su vocación militar dotándola de varios cuarteles para el ejército.

Después de la firma del concordato entre el Estado francés y el papa Pío VII en 1801, unos miles de vandeanos irreductibles se escindieron de la Iglesia católica y formaron la llamada Petite Église, que contaba con 20 000 adeptos en 1820.[6]

Durante el siglo XIX, se confirmó el carácter profundamente rural de la Vandea. Con la aparición de las primeras fábricas industriales, el movimiento republicano y los primeros sindicatos aparecieron en torno a los años 1880, sobre todo en la mitad sur del departamento.

Durante la Primera Guerra Mundial, varios batallones de vandeanos destacaron en la guerra de las trincheras, en particular en la batalla de Verdún. En la Segunda Guerra Mundial, la franja costera de la Vandea será una zona militar bajo administración directa del ejército del Tercer Reich, integrada dentro del llamado Muro atlántico. El departamento acogió a cerca de 300 000 refugiados de la región de las Ardenas, que huían de la invasión nazi. Los movimientos de resistencia fueron escasos (se contabilizaron dos grupos combatientes reducidos), en parte debido a la situación difícil creada por la ocupación alemana, y por otro lado debido a la tradición ultraconservadora del departamento.[7]

La Vandea permanece mayoritariamente conservadora, glorificando la leyenda vandeana nacida con el aplastamiento de aquella rebelión antirrevolucionaria. Pero desde mediados del siglo XX, la modernización de la región, impulsada sobre todo por el auge del turismo, ha ido introduciendo tendencias intelectuales y políticas más diversificadas.

La Vandea acoge cerca de tres millones de turistas cada año, lo que la convierte en el primer departamento turístico de la «fachada atlántica» francesa, y en el segundo de Francia, con 2 400 000 visitantes al año. Según el censo del 8 de marzo de 1999, 29,4 % de las viviendas de la Vandea son viviendas de vacaciones. Esta actividad se ha desarrollado principalmente a lo largo de la costa, que dispone de 140 km de playas sobre 250 km de litoral. Poblaciones costeras como Saint-Hilaire-de-Riez, Saint-Jean-de-Monts, Les Sables-d'Olonne o Saint-Gilles-Croix-de-Vie son reputados destinos vacacionales. El turismo se ha extendido a finales del siglo XX al bocage, a la región llamada la «Venecia verde» y a la ciudad de la Roche-sur-Yon. El parque de ocio con temática histórica Le Puy du Fou (en el noreste del departamento) es el cuarto parque temático de Francia por el número de visitantes (1 600 000 en 2012).

La población activa de la Vandea contaba con 248 854 personas en 2006, repartidas de la siguiente manera (fuente INSEE):

La tasa de desempleo en 2006 era del 6,1 % (Francia: 8,3 %).

Si el turismo es la primera actividad económica de la Vandea, la agricultura sigue siendo relativamente importante, sobre todo la ganadería y la avicultura. Se han implantado varias empresas agroalimentarias de fuerte proyección a nivel nacional, dedicadas a la charcutería industrial, la bollería y los piensos para el ganado y las mascotas.

La Vandea cuenta con varios puertos pesqueros como Les Sables d'Olonne, que es el 6º puerto pesquero francés, o Saint-Gilles-Croix-de-Vie, primer puerto de Francia para la pesca de la sardina. Aparte de la pesca en alta mar, la ostricultura y la piscicultura están desempeñando un papel cada vez más relevante.

En la Vandea, tiene su sede (y su origen) la empresa Bénéteau S.A., primer constructor mundial de veleros. El grupo tiene numerosas fábricas repartidas por todo el departamento.

La industria textil y de la moda, que fue una importante fuente de empleo en el siglo XX, ha prácticamente desaparecido en la última década del siglo, desplazada por la fuerte competencia internacional.



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