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Arma atómica



Un arma nuclear[1]​ es un explosivo de alto poder que utiliza la energía nuclear. Esto incluye los vectores que la "portan", que pueden ser los misiles balísticos intercontinentales, los misiles balísticos de lanzamiento submarino, y los bombarderos de largo alcance, portadores de misiles de crucero tanto subsónicos, como supersónicos, y últimamente, con el reciente desarrollo militar de misiles hipersónicos, todos ellos de carácter netamente estratégico, se ha alcanzado una diversificación asombrosa tanto de las plataformas de lanzamiento, como de los vectores portadores, que son lanzados por aquellas. Tal vez se podría incluir parte de la infraestructura involucrada en su manejo y operación, porque muchos de estos sistemas de lanzamiento, al igual como sus vectores portadores, funcionan como partes indisolubles de una compleja red de subsistemas asociados (de defensa estratégica activa y pasiva), sin los cuales todos estas plataformas y vectores no tendrían operatividad alguna o no cumplirían bien sus funciones. También se encuentran entre estos misiles tanto de tipo balístico, a saber, misil balístico de corto alcance, misil balístico de alcance medio, misil balístico de alcance intermedio, y misil antibalístico, como los de crucero polivalentes, que pueden ser de "doble uso" porque pueden incorporar tanto ojivas cargadas con armas de destrucción masiva, que encuadra tanto las cargas nucleares (medidas en potencia con mT y kT) como las biológicas (ejemplo típico: ántrax o carbunco), radiológicas (ejemplo típico: bomba de neutrones) y químicas (ejemplo típico: napalm, —palmitato de sodio + combustible-), comúnmente llamadas armas binarias, porque se componen siempre de dos agentes aislados entre ellos, pero que cuando estalla la bomba se unen provocando la destrucción y contaminación de un área determinada. Normalmente estos misiles se utilizan para misiones tácticas, que solo influyen en una determinada zona, pero también pueden utilizarse con fines estratégicos dotándolos con ojivas de NBQR o genéricamente WMD.

La primera detonación nuclear fue la denominada Prueba Trinity, realizada en la población de Alamogordo, Nuevo México, Estados Unidos el 16 de julio de 1945, como parte experimental del Proyecto Manhattan.[2]​ Poco tiempo después otras dos bombas atómicas de uranio y de plutonio fueron detonadas, respectivamente, sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, Japón. Esto provocó un gran impacto en el gobierno de Japón y aceleró su rendición incondicional, dando así fin a la Segunda Guerra Mundial en el Teatro del Pacífico. Algunos autores[3]​ señalan que el ataque atómico a Japón también tenía la intención de mostrar a la URSS la nueva arma con la que contaban los Estados Unidos.

Las bombas nucleares se encuentran entre las armas con mayor poder de destrucción, por lo que comúnmente se les incluye dentro de la clasificación ABQR (siglas en inglés). Su radio de acción alcanza decenas o centenares de kilómetros a partir del punto de detonación. Además, producen daños asociados como contaminación radiactiva y, si fueran utilizadas a gran escala, posiblemente el invierno nuclear.

Las armas nucleares son dispositivos que poseen un enorme potencial destructivo, que utilizan la energía derivada de la fisión nuclear o la fusión nuclear. Tuvieron su origen en los avances científicos de la década de 1933, que hicieron posible su desarrollo, y su auge con la carrera de armamentos y las pruebas nucleares de la Guerra Fría. A fines de la década de 1960, se abordó el problema de la proliferación (Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares). Posteriormente, surgió el problema del posible uso con fines terroristas, a principios de siglo XXI.[4]

En torno al 98 % de los átomos de uranio que existen en la biosfera tiene un peso atómico de 238, mientras que el 1 % remanente contiene el isótopo 235, por lo que se requiere separarlo físicamente para reunir las cantidades necesarias para sostener una reacción nuclear en cadena, ya que solamente el uranio-235 es el isótopo fisible. La separación de ambos isótopos exige procesos extensos, complicados y costosos. El enriquecimiento que se llevó a cabo en el Proyecto Manhattan usó dos mecanismos: la separación electromagnética en un Calutrón, y la difusión gaseosa.

El elevado costo y el tedioso proceso del enriquecimiento de uranio alentó a los científicos a buscar otro combustible para la fabricación de artefactos nucleares. Descubrieron otro material, el plutonio 239, que se produce al bombardear neutrones lentos sobre el uranio 238 en un reactor, convirtiéndolo en el elemento más pesado. Luego de esto, el plutonio se retira de los subproductos radiactivos del uranio y se envía a una planta de reprocesamiento.

La obtención de un solo kilogramo de uranio implica la extracción de más de un millón de kilos de mineral de uranio, puesto que una tonelada de este mineral solo concentra algunos gramos de uranio. El procesado del uranio implica la lixiviación con ácido del mineral de uranio triturado, lo que da lugar a un aglutinado seco, purificado, calificado como pastel amarillo. En el proceso, se producen metales pesados tóxicos y radiactivos (torio y radio), derivados de la trituración, que tienen que ser debidamente estabilizados. El denominado "pastel amarillo" se trata en diversas plantas que completan su idoneidad para sus distintas aplicaciones. En las plantas de enriquecimiento se lleva a cabo un procedimiento meticuloso que aparta el uranio 235 del más pesado y abundante uranio 238.

La criticidad es el punto en que una masa de material fisionable es capaz de sostener una reacción en cadena continuada. Es una función de la cantidad de masa y la densidad de la misma. La mejor configuración geométrica (al menos hasta las armas de 6.ª generación) es la esfera, donde se necesitarían 52 kg de U-235, 16 kg de U-233 o 9-10 kg de Pu-239 para lograr la criticidad.

Hasta la quinta generación, básicamente la construcción consistía en introducir algo más de 9 kg de Plutonio en una "esfera desmontada", normalmente dividida en secciones más pequeñas que por sí solas no tienen ni masa ni geometría adecuada para alcanzar la criticidad. Cuando se activa la bomba, se disparan dichas secciones simultáneamente contra un punto determinado, donde colapsan formando una esfera que sí tiene masa y geometría suficientes para alcanzar la criticidad. A continuación se detona una capa de explosivos convencionales, que`producen una onda de choque de gran velocidad (superior a 8000 m/s) y alta simetría esférica (mezclas de RDX/TNT o nitrato de urea, por ejemplo). Por implosión, comprimen aún más la esfera (logrando un estado de hipercriticidad, al incrementar el factor temperatura/densidad) y la mantienen unida durante la liberación de energía de las primeras "reduplicaciones" de la reacción en cadena (si no fuera así, la primera liberación de energía desarmaría la esfera e interrumpiría el proceso).

Los principales problemas en el diseño de este tipo de arma, están relacionados con los tiempos de inserción y, en el caso de la fisión por implosión, con la sincronización de los disparos (han de ser estrictamente simultáneos para que no se desequilibre el sistema).

Conforme los gobiernos invirtieron mayores recursos en el desarrollo de tecnología nuclear, surgieron dos nuevos conceptos: la bomba termonuclear (bomba H) y los misiles intercontinentales.

Con el conocimiento obtenido de las primeras explosiones, los físicos idearon una nueva clase de arma basada en las reacciones físicas conocidas más poderosas del universo, las que se producen en el corazón de las estrellas: las reacciones de fusión nuclear, en este orden:

Se descubrió que en un recipiente que contuviera los isótopos del hidrógeno deuterio (2H) y tritio (3H), y litio (en sus isótopos 6Li y 7Li) se podría generar mediante fusión una serie de reacciones en serie, como por ejemplo D + D -> 3H + D -> 4He o D + T -> neutrón + 6Li -> 4He + T que a su vez D + T, etc., liberando gran cantidad de energía en cada uno de los pasos (excepto la reacción 6, que consume energía, pero sirve para generar más tritio) hasta reducirse al isótopo estable del helio, He-4 y una gran cantidad de neutrones. Las dos últimas no son reacciones estrictamente de fusión, sino más bien neutrónicas.

Para que estas reacciones de fusión comiencen, hace falta inicialmente contar con una muy alta temperatura, del orden de 20 millones Kelvin (que se puede obtener a base de radiación infrarroja pura o de combinaciones infrarrojo/presión/radiación de otros tipos).

Un inconveniente del tritio es su rápido decaimiento radiactivo, por lo que desde el punto de vista militar no es adecuado (ya que después de un corto tiempo se pierde el material combustible), así que se siguió la vía de la reacción deuterio + deuterio en presencia de litio (para que el tritio se vaya formando durante el proceso), utilizando solo un poco de tritio al principio como combustible inicial, para comenzar la reacción.

La mayor parte de la energía de una detonación nuclear (cerca del 80 %) se libera en forma de rayos X y de gamma. La radiación gamma es una forma de energía ionizante de onda ultracorta, extremadamente penetrante y capaz de recorrer largas distancias. Si la bomba explota dentro de la atmósfera terrestre, la radiación gamma interactúa rápidamente con el aire circundante, consumiéndose enseguida (aun así, puede ser lo bastante potente como para irradiar a varios kilómetros a la redonda, contribuir a la onda de choque termocinética y producir un pulso electromagnético zonal). Pero si explota en el vacío o casi vacío, a altitudes superiores a 30 km, viaja inmutable por el espacio, alejándose radialmente del punto de detonación. Cuando alcanza las capas exteriores de la atmósfera las "ilumina" (semejante a una linterna iluminando una esfera), describiendo un "área de deposición" (el círculo de luz formado por el haz de la linterna en nuestra esfera). Si se aleja el punto de detonación se observa un área mayor en la esfera, pero con menos intensidad (en función de la ecuación de campo, inversamente proporcional al cuadrado de la distancia). Una sencilla ecuación de geometría esférica permite determinar el radio de esta "área de deposición":

Donde:

Es decir, si la detonación se produce a 100 km de altitud el radio de la zona afectada por los rayos gamma es de 1.121 km, si se produce a 300 km el radio es de 1920 km y si se produce a 500 km el radio es de 2450 km. Si se trazan círculos sobre un mapa del mundo, se puede observar que los EE. UU. continentales, Europa entera, todo Japón, toda Rusia Occidental queda cubierta por la zona de deposición de los rayos gamma que entran en contacto con las capas exteriores de la atmósfera terrestre. A 500 km de altura, cubre todo un continente.

A partir de 700 km aproximadamente la "iluminación" es demasiado débil para producir el efecto que se describe a continuación (al alejarse demasiado la intensidad por unidad de superficie se hace muy débil). Hasta los 600-700 km, es posible producir los efectos buscados.

Los rayos gamma, viajando a la velocidad de la luz, entran en contacto con las moléculas presentes en los límites de la atmósfera terrestre. El resultado es que se produce un fenómeno conocido como "fragmentación Compton de electrones". Parte de la energía del rayo gamma se transfiere a los electrones de estas moléculas, los arranca y los proyecta hacia abajo a velocidades próximas a la de la luz. Como consecuencia, un electrón rápido y un rayo gamma debilitado viajan hacia la superficie. O mejor dicho, en realidad tenemos trillones de ellos, en toda la extensión de la zona "iluminada" por la radiación gamma.

Pero la Tierra está envuelta en un campo magnético (que explica fenómenos como el funcionamiento de las brújulas y las auroras boreales), lo cual implica que estos trillones de electrones viajando a velocidades próximas a las de la luz son capturados por las líneas de este campo geomagnético (la misma clase de líneas que vemos cuando acercamos un imán a limaduras de hierro) y comienzan a viajar en espiral por las mismas.

Cuando un montón de electrones giran alrededor de un eje, se crea un generador electromagnético. Es el mismo principio que hace funcionar a un alternador de coche convencional. Con la diferencia de que este "alternador" tiene el tamaño de un continente, y su "rotor", en vez de girar a unas cuantas rpm, gira a velocidades próximas a las de la luz.

Los electrones ceden su energía muy rápidamente, en solo unos centenares de nanosegundos. Pero es suficiente como para que el resultado sea un gran pulso electromagnético, que puede alcanzar los 50.000 V/m y cubrir todo el espectro desde 100 Hz hasta varios GHz. Es tan potente que genera pequeñas auroras boreales, y por eso se le llama "la bomba del arco iris" aunque su nombre técnico sea HEMP (high-altitude electromagnetic pulse, y también significa cáñamo en inglés). El aire se "carga" con esta tensión y dado que la electricidad debe estar continuamente en movimiento, necesita algún sitio donde ir, en este caso a tierra, en cuya superficie hay multitud de antenas, líneas de alta tensión, tendidos telefónicos, miles de kilómetros de pistas dentro de los microchips, antenas de televisión, de radar, de telefonía móvil y de telecomunicaciones, todo ello actuando como pararrayos.

El resultado final es que se induce un potente pulso electromagnético en todos los circuitos eléctricos y electrónicos que estén en área de deposición y no se encuentren protegidos por una Jaula de Faraday. No olvidemos que esta área tiene el tamaño del continente entero.

Las consecuencias son que la mayor parte de los circuitos electrónicos alcanzados por el pulso y una buena parte de los subsistemas eléctricos asociados a las grandes líneas se queman instantáneamente. Los circuitos transistorizados de alta integración son particularmente débiles a este respecto (se queman las junturas entre Silicio tipo P y N, tanto en transistores NPN como PNP, básicamente por transmigración de materia), si bien por otra parte llevan protecciones contra la contaminación electromagnética autoinducida. El IEEE ha documentado que los circuitos transistorizados actuales -integrados o no- dejan de operar con pulsos de 1000 V/m y resultan destruidos con pulsos superiores a 4000 V/m (incluso si están apagados y desconectados de la red). Eso significa que a 10 000, 20 000, 50 000 V/m todos los circuitos transistorizados, incluidos los microchips, quedan instantáneamente destruidos a menos que se hallen en una Jaula de Faraday sin fisuras. Todo lo que se comporte como una antena (antenas reales, líneas eléctricas y de telefonía) absorben enormes cantidades de esta energía y la inducen en sus circuitos vecinos (SGEMP = system-generated electromagnetic pulse). Las antenas de alta ganancia (radares, telefonía celular, "platos" de satélite) se ponen al rojo vivo y explotan. A las de baja ganancia (líneas eléctricas y telefónicas, antenas de TV y radio, etc.) es como si les hubiese caído un rayo encima.

Aunque se supone que en las centrales eléctricas y telefónicas hay protecciones contra los rayos, el comportamiento de un pulso electromagnético (muy rápido) y de un rayo (mucho más lento) es distinto. La mayoría de estos sistemas de protección contra los rayos no "cortan" a tiempo. De hecho, el pulso electromagnético inducido "entra a la carrera" por estas protecciones antes de que "corten" y alcanza la circuitería interna de la central eléctrica, de la estación de transformación o subtransformación, de la central telefónica y de cualquier lugar similar.

Al final del recorrido, que puede durar un microsegundo en total, la casi totalidad de los dispositivos eléctricos y electrónicos desprotegidos del área afectada (todos los civiles y una buena parte de los militares) están inoperativos y generalmente dañados más allá de toda posible reparación.

Basta una sola bomba (en el rango del megatón) y un solo cohete (capaz de transportarla a 500 km de altura, básicamente cualquier ICBM, o un cohete espacial) para conseguir este efecto.

Los rayos gamma debilitados que sobraron después de causar el HEMP, tanto si es en una explosión exo-atmosférica como si es en una explosión endo-atmosférica, tras interactuar con los átomos del aire, mantienen energía suficiente como para producir una potentísima ionización atmosférica, que puede durar de varias horas a varios días.

Esta ionización, cuyo comportamiento es caótico y no previsible mediante modelos computacionales, causa la completa perturbación de las señales electromagnéticas (rádar, radio, TV, etc), y con mucha frecuencia, la creación de "zonas de sombra" a través de las cuales estas señales no son capaces de circular. Es como si se pusiera un "tapón" a los equipos que utilizan este tipo de tecnologías. Es decir: tanto los radares como otro tipo de sensores (de banda infra-roja o ultravioleta) dejan de "ver" a través de la zona de ionización tan pronto como se produce la detonación, exo o endoatmosférica, y las comunicaciones de radio (incluyendo TV, etc) se cortan.

Este efecto se ha observado, al igual que el EMP, en todas las pruebas nucleares realizadas hasta la actualidad. Su duración media viene a estar en torno a ocho horas, aunque puede ser tan baja como unos segundos y tan alta como una semana.

Los satélites se hallan entre los primeros blancos posibles en una guerra nuclear, pero debido a su elevado costo las armas anti-satélite son pocas y raras. Los estadounidenses disponen de algunos misiles anti-satélite lanzados desde aviones, relativamente económicos pero cuya efectividad se reduce a los satélites de órbita ultrabaja.

Se ha postulado la "denegación satelital" mediante el llamado "bombeo de los cinturones de Van Allen". Aunque los cinturones de Van Allen son un fenómeno natural, estadounidenses y soviéticos se acusaron de crear el cinturón exterior con las pruebas nucleares.

En 1962, durante las pruebas norteamericanas de gran altitud Starfish Prime, una de las bombas, una termonuclear de 1,5 megatones, explotó dentro del cinturón interior. A lo largo de las siguientes horas, tres satélites de órbita ecuatorial, y posiblemente hasta siete, quedaron fuera de servicio. Este fenómeno fue observado tanto por los estadounidenses como por los rusos (un satélite era suyo y por eso al año siguiente se firmaban los Tratados de Prohibición de Pruebas Nucleares en el Espacio). El efecto de las pruebas Starfish Prime sobre los cinturones de Van Allen duró hasta principios de los años '70, encareciendo significativamente la construcción de satélites. Los teóricos se pusieron a trabajar enseguida, porque el efecto era prometedor.

En el vulgarmente llamado "bombeo de los cinturones de Van Allen" (van Allen pumping), y más técnicamente "inserción de partículas relativistas en los cinturones de Van Allen", los electrones energéticos que se liberan masivamente durante los procesos de la fisión "activan" los protones del cinturón interior, aumentando su energía en varios órdenes de magnitud durante un periodo que puede oscilar entre meses e incluso años. Los satélites que circulan en el interior de este cinturón (la mayoría) se ven afectados por unos niveles de radiación muy superiores a los habituales, y como consecuencia se degradan rápidamente (reduciéndose su vida útil a incluso unas pocas horas). Los estudios HAARP, famosos porque los pseudocientíficos creían que se trataba de trabajos para alterar el clima, se desarrollan precisamente para analizar estos efectos, al igual que los mucho más desconocidos HALEOS, o el soviético PAMIR-3, y su sucesor el SCALAR-3 ruso.

La mayoría de satélites modernos llevan importantes protecciones contra la radiación cósmica, incluida la de los cinturones de Van Allen, pero es dudoso que lograran sobrevivir más allá de unos días frente a índices de radiación tan altos. Dado que se trata de un arma de denegación (daña los satélites de todos) lo más probable es que fuera utilizada por la parte débil en un conflicto asimétrico, o bien en el contexto de una guerra termonuclear total, o como daño colateral de un ataque HEMP. Las principales redes satelitales, civiles y militares se verían afectadas.

EE. UU. es el único país que ha utilizado alguna vez armas nucleares en la práctica, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945). Dispone actualmente de 534 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de los modelos LGM-30 Minuteman y Peacekeeper; 432 misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM) Trident C4 y D5 (desplegados en los 17 submarinos clase Ohio); y aproximadamente dos centenares de bombarderos nucleares de largo alcance B-52, B-1, entre los que se cuentan 16 "invisibles" del tipo B-2. El total de ojivas nucleares desplegadas podría oscilar, según fuentes, entre 5000 y 10 000. Con la llegada al poder de Donald Trump, los Estados Unidos van a invertir USD 58 000 millones, un 30% más del presupuesto asignado para la Defensa para el año fiscal 2017, el 48% de los cuales será destinado a modernizar el arsenal nuclear norteamericano y a ampliarlo, temeroso de la gran expansión nuclear y armamentística que ha logrado su rival eterna Rusia en la última década,a pesar de las supuesta "amistades peligrosas" con el presidente ruso Vladimir Putin (Guerra Fría 2.0).

El diseño de la primera bomba H fue realizado por Stanislaw Ulam y Edward Teller. El diseño Teller-Ulam (que es como ha pasado a la Historia) consiste en un contenedor cilíndrico de plomo (para protección biológica) conteniendo:

Cuando explota el primario (la bomba atómica), la secuencia de acontecimientos es la siguiente:

Existe un límite máximo a la potencia de una bomba así (debido a que el contenedor de liddy no puede ser demasiado grande, porque si no la hidrodinámica de la radiación en su interior se torna asimétrica y el proceso funciona mal): unos 15 megatones. Pero se puede utilizar esta bomba, a su vez, como "primario" de un "secundario" aún mayor, cuya potencia podría llegar a ser de 100 a 1000 veces superior, es decir, en torno a 15 gigatones, es decir, la potencia total de salida del sol durante 40-80 ns. Nunca se han fabricado bombas tan potentes, pero los rusos llegaron a hacer una "de tres etapas", llamada bomba del Zar, cuya potencia teórica superaba los 100 MT (reducida a 50 usando un pusher/tamper de plomo, que absorbe los rayos X y por tanto contamina la reacción, para hacer otras pruebas), y varias que llegaron a ser militarizadas en el rango de los 25 M. Sería teóricamente posible seguir añadiendo etapas, pero a partir de la tercera implica una serie de problemas de homogeneidad térmica y magnetohidrodinámica de muy difícil resolución.

Estados Unidos desarrolló muy tempranamente un programa de bombas termonucleares. El 31 de enero de 1950, inmediatamente después de la primera prueba nuclear soviética, Harry S. Truman declaró públicamente la intención estadounidense de construir una bomba de hidrógeno. Fueron dos esfuerzos paralelos, uno dirigido por Theodore Taylor y otro por J. Carson Mark, ambos en Los Álamos, este último contando con Ulam. Teller declinó participar en la construcción de esta arma. Se fue por la bomba "más potente posible", y a las 01:14:59 (hora local) del 1 de noviembre de 1952 la primera bomba termonuclear detonaba en el Atolón de Enewetak, en el Océano Pacífico. Se llamaba "Mike" y liberó una potencia de 10,4 M. Era la bomba de Carson Mark, que usaba una bomba de fisión TX como primario. Tenía una masa de 82 t. El 77 % de la energía fue liberada por la fisión del pusher/tamper de uranio natural, y solo los 2,4 M restantes por la fusión propiamente dicha. La bomba de Taylor, llamada "King", pesaba solo 4000 kg y era por tanto militarizable. Detonó en otra isla del mismo archipiélago el día 16 a las 11:30 AM, liberando 500 kt de potencia.

No obstante, estas armas presentaban diversos problemas de ingeniería, mantenimiento y actualización; no eran un producto acabado, solo algo para "meter miedo lo más pronto posible". Aunque hubo un arsenal de estas "bombas H de emergencia", Estados Unidos no dispuso de bombas H con normalidad hasta por lo menos 1955, si no 1956. Esto significó que la ventaja tecnológica real con la Unión Soviética en materia de armas nucleares se había perdido.

La Federación Rusa, heredera nuclear de lo que fuera la URSS, es el país, por amplio margen, con el mayor arsenal de armas nucleares del mundo, tanto en activo como en reserva. Conserva las siguientes fuerzas nucleares estratégicas: 450 ICBM de los modelos SS-18 mods. 4, 5 y 6, SS-19 mod. 3, SS-24, SS-25 ,SS-27, , ha desarrollado toda una nueva generación de misiles balísticos, ahora en fase de pruebas, evaluación, y despliegue y construcción SS-X-29,SS-X-28,SS-X-30 y SS-X-31; al menos 17 submarinos lanzadores de SLBM de las clases Delta III (3activos + 5 en Reserva), Delta IV(6) y Borei(3). Se están desmantelando los Clase Typhoon(1 activo +2 en Reserva) y Delta III (3 desguazándose), conforme se están construyendo nuevas unidades de la clase Borei, con en torno a 200 misiles SS-N-20(retirado),SS-N-18(R-29RM en proceso de retirada), SS-N-23(R-29RMU-1/2 y RMU-2.1 Lainer) y SS-N-30 (R-30,R-47); y unos 256 bombarderos nucleares supersónicos del tipo Tu-95MS16/Tu-142H6 y Tu-160 y Tu-22M3M. El número de ojivas actualmente desplegadas y operacionales en correcto estado de mantenimiento podría oscilar entre un mínimo de 5200 y un máximo de 16 900. La más reciente adquisición del arsenal ruso es el ICBM Misil SS-27 Topol M capaz de evadir escudos antimisiles y su ojiva puede alcanzar mach 4 o 5 al descenso. También están siendo desplegadas las primeras unidades de los nuevos SS-X-29 Yars, que mejoran un 60% las cualidades antimisiles de su antecesor Topol M, los SS-X-28 Rubezh (ICBM polémico, porque está más en el rango de los IRBM,y digno sucesor del desaparecido SS-20 Saber de la Guerra Fría), los nuevos SS-X-30 Barguzin(desarrollado sobre la base de Yars, sustituirá al SS-24 montado en ferrocarril) y el nuevo SS-X-32 Sarmat(sustituirá al SS-18 Satán).Los vectores más viejos del SS-18,SS-19, y SS-25 serán transformados en vectores de lanzamiento espacial.

Con la desintegración de la URSS, los nuevos países Bielorrusia, Kazajistán y Ucrania se encontraron en su territorio con un importantísimo arsenal nuclear soviético.Ucrania poseía 1880 ojivas estratégicas de SS-19 y SS-24, sus silos y puestos de C3I,700 misiles de crucero, 19 bombarderos Tu-95, y 8 buques y 2 submarinos con armas nucleares de la Flota del Mar Negro con CG en Sebastopol. Bajo presión de Moscú, París y Washington (Acuerdos de Pervomainsk, abril de 1997), se acordó desmantelar su arsenal nuclear (incluyendo misiles SS-19 y SS-24) y transferírselo a la Federación Rusa. Solo los modelos más modernos de SS-24 volvieron a alcanzar el estado operacional hasta 2007, año en que comenzó su desmantelamiento progresivo para ser sustituidos por el SS-X-30 Barguzin. En Chechenia se hallaban algunos misiles(88 Scud-C/D/E) y componentes para entrenamiento, que fueron igualmente transferidos a Rusia bajo auspicios de la ONU en 1999, antes del estallido de la guerra(1999-2002). En Kazajistán existían 108 silos de SS-18 y 154 misiles, estos fueron desmantelados y los silos destruidos, gracias a la Comisión de Desarme Nunn-Lugar, que aplicando lo firmado en el START I firmado por la URSS en 1991, antes de su desaparición, redujo un total de 5558 ojivas nucleares soviéticas y 1791 estadounidenses. Pero aquellos son viejos tiempos de la Posguerra Fría. Esta finalizaría en 2007, cuando Estados Unidos introduce el concepto estratégico del Escudo Antimisiles, y vuelve a introducir la Guerra en el Espacio. Vladimir Putin denuncia el INF de 1987, cuando previamente Estados Unidos abandona el ABM firmado en 1972, en 2002, previo a la Ocupación de Irak (2003-2011). Con la Anexión de Crimea, Rusia rompe con todos los acuerdos firmados, y el único firmado en tiempos de Dimitri Medvedev (el Nuevo START o START III de 21-12-2010) se ha de revisar en 21-12-2018, nació con muchas condiciones y cláusulas impuestas por el Tratado SORT de 2002, claro triunfo de George W.Bush frente a Vladimir Putin, y el acuerdo ruso-chino-iraní de Damasco(21-11-2011), en los inicios de la Guerra en Siria, para crear un escudo antimisiles conjunto de los países miembros de la OCS,y ha tenido momentos muy críticos, donde Rusia parece haberse movido para abandonar también el ABM, y traspasar los límites impuestos en el Tratado TNP de 1995, con unos protocolos muy concretos, MTCR (Tráfico de Terminales y Misiles de Corto Rango, hasta un máximo de 300 km de alcance), CTBT (Control del Tráfico de Terminales Balisticas) y Tratado del Lecho Marino (de 1968, pero incluido en TNP en 1995 por las presiones francesas), ante la posibilidad de que Taiwán y China entrasen en Guerra en el Mar Amarillo (abril de 1996). Ucrania le vendió a Libia misiles SS-21 por aquellas fechas, y fue un motivo más del nerviosismo francés. También se incluirían los Protocolos de Ginebra contra las Armas Químicas de 1968 al TNP de 1995.Los únicos países que no firmaron (1995) son Siria y Corea del N, este último en la cuerda floja de la ONU desde 1993, y la última potencia nuclear desde 2006.

Sin embargo, el verdadero problema es que tanto Israel, India y Pakistán no han firmado el TNP de 1995, y que Corea del Norte ha abandonado definitivamente el TNP en 2003 y tras las primeras pruebas termonucleares de 2016-2017, la comunidad internacional está francamente preocupada e incluso Estados Unidos no descarta ninguna posibilidad, incluida la militar, para parar la carrera nuclear norcoreana.Rusia tiene unos 20 km de frontera común con dicho país y tiene a 120 km una importante base naval y la hermosa ciudad de Vladivostok, cercana a la base donde Corea del Norte realiza sus pruebas nucleares subterráneas y eso no le gusta nada al Kremlin.

Al igual que los Estados Unidos, los soviéticos comenzaron intentando producir una detonación asimétrica en deuterio líquido (lo que se demostró imposible) y luego en una capa de deuteriuro de litio-6. A diferencia de los estadounidenses, los soviéticos lograron hacer un arma con esta aproximación. El diseño, llamado "Sloika" (un pastel en capas típico de la repostería rusa) fue desarrollada por Sakharov y Ginzburg. A Sakharov se le considera el "padre de la bomba de hidrógeno soviética" y fue otro de los "genios malditos" que luego renunciaron a su obra maestra y lucharon política y científicamente contra ella.

El 12 de agosto de 1953, el dispositivo RDS-6s (Joe-4) detonó en el polígono de Semipalatinsk, liberando 400 kt. Pese a este éxito, algo había fallado. Se esperaba una explosión en el rango de los 2 M. El análisis físico de la misma demostró que solo un 10 % de la energía salió de las reacciones de fusión. Además, se demostró imposible subir la potencia por encima del megatón. El diseño Sloika era en parte un fracaso debido a sus limitaciones que eran mayores que las que tenía la bomba americana y en parte una genialidad ya que debido a su diseño mucho más compacto que la Ivy-Mike les proporcionaba un artefacto ya militarizable. Pero sabiendo que los estadounidenses tenían algo mucho más potente, los 10,4 M de "Mike", volvieron al tablero de diseño. Se cree que fue Davidenko quien "reinventó" el diseño Teller-Ulam, tal y como consta en una carta secreta de Zeldovitch y Sakharov a Yuli Khariton.

La bomba RDS-37 detonó el 22 de noviembre de 1955 en Semipalatinsk, liberando 1,6 M. Su potencia teórica era de 16 M, pero fue reducida deliberadamente mezclando el deuteruro de litio-6 con hidruro de litio normal. La bomba fue lanzada desde un avión y era un producto "militar final", pero debido a un imprevisto detonó debajo de una capa de inversión térmica. Esto causó un "rebote" de buena parte de la energía hacia el suelo, extendiendo enormemente el área de devastación y matando a tres personas.

La Bomba del Zar creada por la URSS fue detonada el 30 de octubre de 1961, a 4 km de altitud sobre Nueva Zembla, un archipiélago ruso situado en el océano Ártico. La lanzó un bombardero Tupolev Tu-95 modificado. Su potencia nominal era de 100 megatones, pero fue reducida utilizando litio 6, a los 58 megatones con los que detonó finalmente. La bola de fuego rozó el suelo y se transformó en el artefacto explosivo más potente de la historia humana.

Francia ha desmantelado todas sus fuerzas nucleares con base en tierra (force de frappe) que mantenía en la meseta de Albión, al norte de Marsella, y actualmente la columna vertebral de su fuerza atómica se halla en sus submarinos (force stratégique océanique). Dispone de misiles SLBM/MRBM de los tipos M4B, M45 y M51 en sus submarinos de las clases L'Inflexible y Triomphant. Adicionalmente, disponen de un número desconocido de misiles aire-superficie de alcance intermedio ASMP con ojiva nuclear para su comando estratégico aéreo formado por aviones Dassault Mirage 2000 en los modelos 2000N/2000D y Dassault Rafale.

A diferencia del resto de potencias, que fueron directamente por la bomba termonuclear (si bien detonaron algunas de tercera generación en el proceso), Francia desarrollaría la ojiva misilística MR-41, de tipo fisión amplificada, entre 1969 y 1971. Entre 1972 y 1992 tuvo la bomba AN-52.

Paralelamente, a partir de 1968 había empezado un desarrollo de bombas-H, que necesitó de al menos 21 pruebas a lo largo de 8 años. La ojiva TN60 (y su inmediata sucesora la TN61) fue transferida al Ejército el 24 de enero de 1976, y entró en servicio a bordo de los submarinos nucleares a principios de 1977. La TN-60/61 fue sustituida por la actual TN-70/71 (de "cuarta generación y media") entre 1985 y 1987.

Desarrollaron la TN-80/81 para sus misiles aéreos ASMP, desplegadas entre 1977 y 1984. La TN-75, para el misil de lanzamiento submarino M-4A y M41 que usan actualmente, era ya de 5.ª generación. Francia destacó en sus últimas pruebas nucleares realizadas en los atolones de Mururoa y Fangataufa(Océano Pacífico) entre 1995 y 1996. También destacó porque atacó al buque ecologista Rainbow Warrior de Greenpeace en aguas internacionales cercanas a Nueva Zelanda , y también al Rainbow Warrior II, creando un clima internacional favorable al antimilitarismo, que decayó por completo con la Ocupación Norteamericana de Irak(2003-2011), y la tendencia pacifista ecologista, ha vuelto a entrar en crisis con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

El nuevo misil submarino M51, de próximo despliegue, usará la "ojiva de nuevo concepto" (o sea, quinta generación y media o quizás incluso sexta) llamada TNO. Está en elaboración también un nuevo misil aire-superficie llamado ASMPA, con una ojiva de similar tecnología.

Actualmente se especula que Francia tenga un máximo de 300 a 400 ojivas nucleares operativas.

El estado de las fuerzas nucleares chinas podría calificarse de "evolutivo". No parece que pongan gran interés en desplegar grandes cantidades de armas, sino que más bien parecen estar experimentando con lo que tienen. En todo caso, China dispone de al menos 24 misiles ICBM del tipo DF-5 con ojivas singularmente potentes (lo que arrojaría dudas sobre su precisión), y está terminando de trabajar con el nuevo DF-31/DF-41. Además dispone de 24 misiles MRBM/SLBM en sus submarinos clase Xia, y de un número probablemente elevado de ojivas para uso táctico en misiles de corto alcance y aviones. Se asume que un cierto número de unidades de su fuerza aérea está preparada para emplear armamento nuclear. El total se estima entre un mínimo absoluto de 70 y un máximo de 250 a 280 ojivas nucleares operativas y desplegadas, y aún sigue en aumento.

Sorprendentemente, solo transcurrieron 32 meses entre la primera prueba nuclear china y su primera bomba termonuclear. Se trataba del "arma nº 6", lanzada desde un avión, y detonó el 17 de junio de 1967 en Lop Nor, liberando 3.3 MT. El dispositivo contenía U-235, deuterio, litio-6 y U-238. Un concepto bien extraño: un arma termonuclear que prescindía del plutonio en su diseño.

Al igual que Francia, el Reino Unido ha optado por mantener su fuerza nuclear en el mar y en los bombarderos. En teoría dispone de submarinos estratégicos clase Vanguard, armados con misiles Trident II D5. Adicionalmente, podría disponer de algunas bombas y misiles de corto alcance con ojiva nuclear para los cazabombarderos Panavia Tornado GR.4. Se le calcula un máximo de 250 ojivas nucleares desplegadas y operacionales. Los EE. UU. suministraron al Reino Unido la tecnología para fabricar una bomba termonuclear. Hasta tal punto es así que la primera bomba H inglesa, llamada Yellow Sun Mk1 (detonada en noviembre de 1957), era idéntica a uno de los "diseños de emergencia" del programa estadounidense mencionado anteriormente. A partir de 1958, el Reino Unido adoptaría simplemente copias idénticas del modelo estadounidense Mk-28, con un megatón de potencia, que constituirían el núcleo de las fuerzas nucleares británicas hasta 1972 (cuando fueron reemplazadas por las actuales WE-177 de "cuarta generación y cuarto". Está en estudio una nueva ojiva de "quinta generación y cuarto".

India dispone de pocos misiles balisticos intercontinentales, con un radio de alcance de cerca de 5000 km, que pueden llegar a algunos países de Europa del Este. Se le calcula un máximo de 200 ojivas nucleares en sus misiles Prithvi y Agni; este último con 2000 km de alcance. India dispone, además, de aviones rusos y franceses que podrían "entregar" bombas atómicas con pequeñas modificaciones, como el MiG-27; aunque en principio no existirían mayores inconvenientes en alterar algunos elementos de su fuerza aérea compuesta por Sujoi Su-30MKI, MiG-29 y Mirage 2000 para lanzar diversos tipos de armas atómicas.

Después de un larguísimo período sin pruebas nucleares, y manteniendo los preparativos en secreto para todo el mundo, India realizó su primera prueba termonuclear, llamada "Shakti-1", a las 10:13 del 11 de mayo de 1998. La potencia no superó los 30 Kt, probablemente debido a un fallo parcial del secundario. Esta y otras 4 pruebas de armas atómicas de fisión, propiciaron la decisión pakistaní de iniciar sus pruebas nucleares, con armas de fisión, dos semanas después.

Israel ha declarado tener armas nucleares, pero al no dejar entrar las salvaguardias de la OIEA en su país nunca se comprobó esto. Las declaraciones de algunos de sus dirigentes, como por ejemplo las del primer ministro Ehud Ólmert,[6]​ daban a entender claramente que sí que poseían e incluso los Estados Unidos reconocen que las tienen.[7]​ A finales de los años 1990 la comunidad de inteligencia estadounidense calculaba que Israel disponía de entre 75 y 130 armas nucleares para su aviación y sus misiles basados en tierra Jericó-1 y Jericó-2. Actualmente se cree que tiene entre 100 y 200 ojivas nucleares desplegadas y operacionales, aunque algunas fuentes elevan la cifra a 400. Israel podría disponer de al menos 12 misiles de crucero de alcance intermedio con ojiva nuclear del tipo Popeye Turbo (sic), instalados en uno de sus submarinos Dolphin de fabricación alemana.

Pakistán constituye la única potencia nuclear islámica. El programa pakistaní es extremadamente secreto, y lo único que se sabe con certeza es que debe utilizar para sus armas uranio altamente enriquecido (HEU) en vez de plutonio, pues carece de reactores nucleares generadores de plutonio. Hasta hace poco, se estimaba que poseía unas 50 armas a lo sumo, pero informaciones recientes dan cuenta de que ha doblado su arsenal y que ahora podría contar con hasta 100 armas nucleares;[8]​ especulándose con que está intentando purificar tritio. Estas ojivas estarían desplegadas en sus misiles de alcance intermedio Ghauri-III, y quizás en algunas unidades de su fuerza aérea, particularmente en sus A-5 Fantan, un derivado del Q-5 Nanchang chino.

El estado del programa nuclear de Corea del Norte es muy confuso. El 24 de abril de 2003 representantes del gobierno norcoreano declararon, en unas charlas bilaterales con Estados Unidos realizadas en Pekín, que disponían de armas nucleares, y EE. UU. dio por buena esta afirmación, aunque para entonces todavía no habían realizado pruebas conocidas. Cabe decir que en el país hay importantes minas de uranio y varias centrales nucleares.[9]​ Corea del Norte dispone de un pequeño programa espacial, que le ha permitido desarrollar los misiles Nodong y Taepodong-1 (TD-1), de alcance intermedio, y Taepodong-2 (TD-2), de largo alcance. No se cree que tenga más allá de un número reducido de ojivas nucleares.

El 10 de febrero de 2005, Corea del Norte declaró que poseía armas nucleares. El 5 de julio siguiente suscitó inquietud internacional tras probar varios misiles, que cayeron en el Mar del Japón. Uno de ellos era un cohete intercontinental Taepodong-2. El 9 de octubre de 2006 Corea del Norte anunció que acababa de llevar a cabo con éxito una prueba nuclear. El Centro de Datos del Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares confirmó en Viena que su sistema de vigilancia registró una explosión no especificada de magnitud 4 en Corea del Norte.[10]​ Este hecho provocó el rechazo inmediato la comunidad internacional[11]​ incluyendo los países del grupo de trabajo para la no proliferación de armas nucleares en Corea del Norte (China, Rusia, Japón, Estados Unidos y Corea del Sur).[12]​ Nuevas pruebas realizadas en mayo de 2009 (un test subterráneo y el lanzamiento de tres misiles de corto alcance en menos de doce horas) han supuesto un aumento de la tensión en Extremo Oriente. La reacción de Corea del Sur y Japón fue inmediata, solicitando al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la adopción de medidas punitivas[13][14]​ contra Pyongyang. La gravedad de la situación y la desafiante actitud norcoreana[15]​ motivó una declaración de enérgica protesta del Consejo de Seguridad de la ONU,[16]​ e incluso países de tradición comunista -como Rusia- consideraron "inevitable" la adopción de medidas contundentes[17]​ contra el régimen norcoreano. El 10 de junio de 2009, los cinco países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (más Japón y Corea del Sur) acordaron el borrador de las sanciones a Corea del Norte.[18]

Sudáfrica fue uno de los primeros países que construyó armas nucleares y después renunció a ellas. Sudáfrica construyó al menos diez bombas atómicas de uranio enriquecido, y sus primeras pruebas fueron en 1977. Después las destruyó junto con los planos. Las instalaciones han sido desmanteladas y están bajo control de la IAEA. Sudáfrica dispone de al menos un misil de alcance intermedio.[cita requerida]

Países acusados de desarrollar un programa nuclear militar:

Tanto el presidente (en funciones) Hasán Rouhaní como el Líder supremo de Irán, el ayatolá Seyyed Alí Jameneí, han manifestado la oposición de Irán a la bomba atómica y han defendido la desnuclearización. Sin embargo, el desarrollo de su industria nuclear lleva a algunos países a acusar a la República Islámica de preparar un programa armamentístico. Irán enriquece uranio al 20 %, nivel suficiente para usos médicos, y desarrolla un programa balístico similar al indio. Las acusaciones sobre el carácter militar del programa iraní, dadas las importantes implicaciones geopolíticas, han generado serias crisis diplomáticas (2005-2007, 2011-2013) y diversas medidas de bloqueo económico del país a iniciativa estadounidense, israelí y europea.[19]

Países con antecedentes nucleares

En 1963 Franco encargó la preparación de un estudio de factibilidad sobre la construcción de armas nucleares (véase Proyecto Islero). El Incidente de Palomares, de 1966, al perder un B-52 estadounidense sobre territorio español cuatro bombas de hidrógeno, supuso un nuevo impulso al proyecto.

El primer documento oficial donde se reconoce la capacidad española para fabricar la bomba atómica data de 1967, y se trata de una circular interna del Ministerio de Asuntos Exteriores a varias de sus embajadas en el extranjero. Para entonces España disponía de la tecnología necesaria, reservas de uranio, y -al menos en parte- una copia del detonador de la primera bomba que recuperaron en Palomares, además de una zona de prueba (zonas desérticas del Sahara español).

Debido a la posesión británica de Gibraltar y a las amenazas marroquíes contra el Sahara Español y las plazas de Ceuta y Melilla, los sucesivos gobiernos hispanos se negaron a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) desde 1968. En 1976, el ministro de Asuntos Exteriores Español, José María de Areilza, volvió a reconocer que España estaría en condiciones de fabricar la bomba «en siete u ocho años si nos pusiéramos a ello. No queremos ser los últimos en la lista».

El asesinato del almirante Carrero Blanco, principal impulsor del proyecto nuclear español, y la presión de la Administración de Carter, hizo que España renunciara al proyecto atómico, firmando el Tratado de No Proliferación Nuclear en 1987, a pesar de que los planes llegaron a un estado muy avanzado.[20]​ (Véase Uso militar de la energía nuclear en España)

En México se inició en junio de 2006 un programa de desarrollo nuclear "proyecto RCMS" con fines pacíficos, este programa traería con inicio la primera detonación nuclear en la historia de México, pero este proyecto fue cancelado porque México forma parte de los países que firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear. Cuenta con grandes yacimientos de uranio como en Chiapas, la SEDENA y la SENER reportan alrededor de 6 toneladas producidas de plutonio. Anteriormente en 1986, México tenía planeado crear un programa nuclear, pero fue cancelado debido a problemas financieros en esos tiempos, ya que invertiría unos 30 000 millones de dólares, en esos tiempos, México ya gozaba de energía nuclear con la Planta Nuclear Laguna Verde situada en el Estado de Veracruz.[21]



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