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Gernika



Extensión del municipio en la provincia

Guernica y Luno[5][6]​ (en euskera y oficialmente Gernika-Lumo) es un municipio de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco, España, perteneciente a la comarca de Busturialdea y enmarcado en el área natural de Urdaibai. Tiene 17.016 habitantes (INE 2019), una extensión de 8,47 km² y una densidad de 1909 habitantes/km² y es una de las localidades más pobladas de la comarca junto con Bermeo.

El municipio de Guernica y Luno surge en el siglo XIX tras la unión administrativa de la anteiglesia de Luno y de la villa de Guernica, fundada a su vez en terrenos pertenecientes a Luno, aunque cada entidad conservó su derecho propio; la anteiglesia el derecho foral de la Tierra Llana de Vizcaya, y la villa el derecho común castellano.

Guernica y Luno alberga el lugar donde se reunían las Juntas Generales de Vizcaya, bajo el roble conocido como Árbol de Guernica, símbolo de las libertades de los vizcaínos y donde antiguamente, los señores de Vizcaya, tras recibir su título, venían a jurar el respeto del fuero de Vizcaya.

El 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil Española, la ciudad fue bombardeada por la Legión Cóndor, unidad aérea de la Luftwaffe al servicio de la causa franquista. Inspirado en estos hechos, Pablo Picasso pintó su obra Guernica presentada en la Exposición Internacional de París de 1937. En la Segunda Guerra Mundial, los voluntarios vascos que participaron en la Brigada Carnot de las Fuerzas Francesas del Interior tomaron el nombre de Batallón Guernica. 1.654 civiles fueron las víctimas del ataque alemán a una población indefensa y sin instalaciones militares.

La villa está situada a 10 m de altitud, en la comarca de Busturialdea, en el valle del río Oka, a orillas de la ría de Guernica, que forma el río Oka en su desembocadura y es el corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. El relieve, sucesión de valles y montes que siguen la dirección NW-SE, está determinado estructuralmente por el anticlinal Norte de Vizcaya.

Guernica es limítrofe con los siguientes municipios:

En terrenos de la anteiglesia de Luno, el infante Tello de Castilla, señor de Vizcaya, fundó el 28 de abril de 1366 la villa de Guernica. La villa se asentaba en la encrucijada formada por los caminos de Bermeo a Durango y de Bilbao a Elanchove y Lequeitio. Su ubicación es un punto estratégico donde confluyen, además de los caminos citados, una vía natural importante, como es la ría que el río Oka forma en su desembocadura y sirve de conexión con el mar, abriendo una importante vía de comunicación. Los barcos podían acceder hasta la casa del Puerto de Suso desde el puerto marítimo de Mundaca. La fundación parece estar basada en razones mercantiles, donde el puerto es relevante.

En la carta puebla fundacional de la villa se hace referencia a esta característica.

Con el tiempo adquirió una tipología urbanística típica de villa vasca, constituida por una serie de calles paralelas cortadas en ángulo recto por otra transversal y por las iglesias que se hallaban ubicadas en los extremos del recinto urbano.

En Guernica, que en el siglo XV alcanzaba 5,8 ha y contaba con unos 865 habitantes, el núcleo central estaba formado por cuatro calles paralelas: Goienkale (calle de Arriba), Azokekale (cale del mercado), Artekale (calle del Medio) y Barrenkale (calle de Dentro o Interior), y una transversal, denominada Santa María.

La vida de la villa, con una rígida normativa municipal encaminada a preservar los privilegios de la pequeña burguesía dominante, permaneció con escasas alteraciones a lo largo de los siglos XVI y XVII.

En el siglo XVIII tenía el contorno de la villa 749 casas regulares, con las calles ya comentadas, además de una plaza en el centro, donde se erguía el edificio del ayuntamiento. Había una cárcel pública para el castigo de los malhechores de todo el Señorío y un hospital y casa de misericordia para acoger a los vecinos pobres de la villa.

La estructura de los edificios, con abundantes entramados de madera, hacían frecuentes los incendios (1521, 1537 y 1835), a los que habría que añadir las inundaciones importantes que sufría la villa cuando coincidía el temporal de lluvias con la pleamar. Frente a estas desgracias naturales, el ritmo diario del guerniqués transcurría entre las actividades agrícolas (cultivo de cereal, productos hortícolas y árboles frutales), artesanales (rementeros, sastres, zapateros, fabricación de lino...) y comerciales (transporte y venta de mercancías).

Estos siglos se caracterizaron por el constante enfrentamiento de la villa con su vecina, la anteiglesia de Luno, por problemas jurisdiccionales de límites, que no se solucionaron hasta el año 1882, en que ambas poblaciones se unieron para dar origen a Guernica y Luno.

La primera mención de la anteiglesia de San Pedro de Luno data de 1051 en el cartulario de San Millán de la Cogolla y dice así:

Tenía voz y voto en las Juntas Generales de Guernica con el asiento número 6 y perteneció a la audiencia territorial de Burgos, y a la Diócesis de Calahorra hasta 1851, cuando pasó a la Diócesis de Vitoria.

Los continuos conflictos sobre límites con la vecina villa de Guernica llevaron a la antinatural unión de una villa con una anteiglesia el 8 de enero de 1882, con gran reticencia por parte de la anteiglesia. Como ejemplo, el día de la unión, el por entonces alcalde de Luno, al grito de «Viva la anexión» del alcalde de Guernica, respondió con «Vívala...».

En 1913 comienza la industrialización del municipio, impulsada por el magnate Juan Tomás Gandarias con la ubicación en la villa de la empresa eibarresa Esperanza y Unceta en terrenos y pabellones cedidos por el ayuntamiento. La industrialización fue producto del impulso modernizador del entonces alcalde Isidoro de León y Arreguia, y el apoyo de personajes influyentes del municipio. La entrada de «Esperanza y Unceta» en Guernica se realizó mediante un traslado integral de la empresa, que incluyó el traslado de toda la plantilla desde Éibar a Guernica con un fuerte choque cultural y social. Los obreros eibarreses tenían una muy arraigada conciencia de clase y se identificaban con las ideas socialistas y del Movimiento obrero, mientras que la población de Guernica era socialmente conservadora y eminentemente rural, con una fuerte presencia de la religión católica. Este contraste se evidenció con la primera huelga que se produjo en el municipio entre septiembre y octubre de 1913, la conocida huelga de 1913, que terminó con la vuelta prácticamente de la totalidad de la plantilla de «Esperanza y Unceta» a Éibar.[8]

Después de esta primera empresa se crearon otras como Talleres de Guernica S.A., S.A. Alkartasuna o Joyería y Platería de Guernica S.A., que hicieron crecer la población de una manera constante, pasando de los 4.500 habitantes de 1920 a los 6.000 de 1936.

Durante la Guerra Civil Española las tropas golpistas son detenidas en el Frente Norte en una línea que viene a coincidir con la frontera entre Guipúzcoa y Vizcaya en septiembre de 1936. Con la llegada de la primavera de 1937 se produce el avance de estas tropas, que contaban con apoyos de los Gobiernos de Alemania e Italia, que tenían tropas destacadas en España. El 26 de abril de 1937 se produce el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor, unidad aérea de la Luftwaffe alemana y por la Aviazione Legionaria italiana. Durante cuatro horas aproximadamente los aviones alemanes redujeron a escombros la ciudad entera. Este bombardeo indiscriminado contra la población civil, junto al realizado días antes en Durango, sería el inicio de la estrategia bélica conocida como «Guerra total». El hecho se produjo un lunes, día de mercado, y el objetivo fue la población civil, que resultó bombardeada y ametrallada. Ni la fábrica de armas Unceta y Cía. ni la Casa de Juntas y el Árbol, resultaron dañados (es de destacar el hecho de que cuando las tropas rebeldes tomaron la villa, los requetés montaron guardia de honor en torno al Árbol como símbolo de los fueros y las tradiciones).

Pablo Picasso se inspiró en este hecho para realizar el cuadro titulado Guernica, en respuesta a un encargo del Gobierno español para el pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, que tiene reminiscencias del cuadro: 'La batalla de Anghiari', de Leonardo da Vinci.

Al sufrir en la guerra una destrucción superior al 85%, fue una de las poblaciones que fueron incluidas en el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones.

En 1966 se celebró el VI Centenario de la Fundación de la villa. El monumento a D. Tello de la Plaza de los Fueros, obra del escultor guerniqués Agustín Herranz, conmemora tal efeméride.

En 1987 se celebró el 50 aniversario del bombardeo, juntamente con el Precongreso de la Asociación Mundial de Ciudades Mártires, que celebraría posteriormente su Congreso en Madrid y que reunió a representantes de todo el mundo. Guernica y Luno participa desde entonces en dicha Asociación. El año siguiente, 1988, se inauguró el monumento Gure Aitaren Etxea, de Eduardo Chillida, y en 1990 se emplazaba a su lado la obra del escultor inglés Henry Moore Large Figure in a Shelter. Ambos conjuntos monumentales expresan el símbolo de Guernica y Luno como Ciudad de la Paz.

En un pequeño promontorio de la villa se encuentra la Casa de Juntas de Guernica con el simbólico Árbol de Guernica.

Una costumbre fuertemente enraizada entre los vascos era la de congregarse bajo un árbol, generalmente un roble, para decidir sobre los intereses de la comunidad, tradición bastante generalizada en la Europa medieval. Por lo que respecta a Vizcaya, cada territorialidad administrativa, denominada «merindad», tenía su propio árbol.

Con el correr de los siglos se singularizó el Árbol de Guernica, que se encontraba en la anteiglesia de Luno, donde existía un paraje denominado Gernikazarra, con un robledal y una ermita. A la sombra de este árbol se redactaron las leyes vizcaínas hasta 1876, bajo los auspicios de todos los pueblos, que enviaban dos representantes, junteros, a las sesiones (Juntas Generales de Vizcaya).

Esta incipiente forma de democracia y respeto a la libertad fue glosada por el filósofo Rousseau, el poeta William Wordsworth, el dramaturgo Tirso de Molina y el bardo Iparraguirre con su Gernikako arbola.

Después de que el señor de Vizcaya fuese rey de Castilla, antes de ser proclamados reyes castellanos tenían que acudir a Guernica para prestar «so el Árbol» el juramento de respetar los Fueros vizcaínos y de esta manera eran proclamados Señores de Vizcaya. Francisco de Mendieta recogió el juramento de los Fueros por el rey Fernando el Católico el 30 de julio de 1476 en un cuadro denominado popularmente El besamanos. El aspirante a rey Carlos de Borbón, durante las guerras carlistas, acudió a Guernica el 3 de julio de 1875 para jurar los Fueros. A lo largo del siglo XIX, las concentraciones en torno a la Casa de Juntas fueron muy frecuentes, tanto por las convocatorias a Juntas como por la celebración de actos políticos.

En la actualidad la Casa de Juntas es la sede de las Juntas Generales de Vizcaya y bajo el Árbol juran su cargo los Presidentes (Lehendakaris) del Gobierno Vasco.

El actual alcalde es José María Gorroño Etxebarrieta, de Eusko Abertzaleak.

Las últimas elecciones municipales, celebradas en 2019, dieron el siguiente resultado:

En Guernica hay un dicho popular que dice: «Lunes gernikés, golperik ez», en otras palabras, «El lunes, ni golpe». Hace décadas, el lunes de mercado era considerado un día de fiesta.

La gente que se acercaba a Guernica era no solo de la comarca sino de toda la provincia, y así, la villa estaba a rebosar. El día no se limitaba a comprar o vender en la feria, sino que incluía ir a comer a uno de los afamados restaurantes del pueblo y después disfrutar viendo un partido de pelota en el frontón. De hecho, este mercado de los lunes puede ser definido como un punto de encuentro entre sus habitantes, que sigue cumpliendo su función social como antiguamente, cuando la gente no tenía tantos medios para desplazarse y el lunes era aprovechado no solo para comprar y vender, sino para relacionarse.

Un deporte, una fiesta, jai alai, que traducido al castellano significa «fiesta alegre». La cesta punta, considerada el deporte más rápido del mundo, figura en el Libro Guinness de los Récords, ya que la pelota puede llegar a superar los 300 km/h. Un frontón, el Guernica Jai Alai, es el frontón en activo más grande del mundo. Fue proyectado por Secundino Zuazo, uno de los arquitectos más significativos del siglo XX en España, e inaugurado en 1963. Sus características hacen que sea reconocido por los pelotaris como el mejor frontón del mundo.

El frontón Santanape acoge la modalidad de pelota más popular, la Esku pilota. El blanco inmaculado de los atuendos de los pelotaris contrasta con el verde de la cancha, donde rebotan las pelotas en una repetitiva melodía.



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