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Reserva de la biosfera de Urdaibai



El estuario de Urdaibai es un área natural formada en la desembocadura del río Oca, en la comarca vizcaína de Busturialdea, en el País Vasco, España. Ocupa una superficie de 220 km² y cuenta con una gran riqueza ecológica que le ha servido para ser calificada como reserva de la biosfera por el comité MaB de la Unesco en 1984,[1][2]​ recibiendo el nombre de Reserva de la Biosfera de Urdaibai. También se le conoce como estuario de Mundaca o de Guernica. Es, atendiendo a su extensión y grado de conservación, el humedal más importante del País Vasco, y una relevante área de reposo e invernada para las aves migratorias. Por este motivo, así como por su interés natural, científico, educativo, cultural, recreativo y socioeconómico, se aprobó el 6 de julio de 1986 la ley que regula el uso y protección del área, declarándola Reserva de la Biosfera. Esta ley contempla medidas destinadas al desarrollo sostenible del territorio.[3]

La importancia ornitológica de esta reserva ha servido para que se la declarase en 1994 Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), quedando así integrada en la Red Natura 2000.[4]​ Está incluida en la relación de Humedales de importancia internacional del Convenio Ramsar por decisión del Consejo de Ministros en 1992.[5]​ El proyecto de mejora ambiental promovido por la Dirección de Biodiversidad y Participación Ambiental del Gobierno vasco ejecutado entre los años 2008 y 2009, ha dado lugar a un centro de estudios ornitológicos y conservación del medio ambiente, llamado Urdaibai Bird Center, que es visitable y desde el cual se puede apreciar la diversidad ornitológica de la zona.

El río Oca nace en la ladera norte del monte Oiz (1036 m de altitud) y recorre el valle que lleva su nombre y en el que se encuentra la villa de Guernica. El escaso recorrido del Oca termina en una ría de 12 km de longitud. Desde Guernica hasta su desembocadura en el mar Cantábrico, el Oca forma un estuario con amplios arenales. Su cuenca hidrográfica está formada por pequeños arroyos irregulares de régimen torrencial que forman estrechos valles cubiertos de bosque cantábrico con abundancia de encinas cantábricas y robles. La costa es abrupta, con altos acantilados y algunas islas e islotes, entre los que destaca la isla de Ízaro. La intervención humana es alta y antigua,[6]​ hay vestigios de ocupación desde la prehistoria. Esta se ha realizado mediante un sistema agrario que ha permitido la creación de un paisaje diverso que combina el desarrollo natural con cultivos, pastizales y plantaciones forestales. Esto ha permitido un grado de conservación medioambiental que se ha mantenido muy aceptablemente, lo que ha dado lugar a que en esta área, que se extiende desde las islas y acantilados de la costa por los arenales del estuario hasta las alturas del Oiz, se concentre la mayor diversidad de paisajes de la Comunidad Autónoma de Euskadi y una gran variedad de fauna, en especial aves.

Los yacimientos prehistóricos, como la cueva de Santimamiñe, son testigos de la presencia humana desde tiempos prehistóricos, que queda confirmada por la necrópolis de Forua, en donde se hallan enterramientos continuados desde la ocupación romana hasta el siglo XIX. La presencia del hombre ha intervenido activamente en la formación del paisaje actual, ya sea por la ocupación típicamente rural plasmada en el caserío o por la creación de entidades urbanas como las villas.

La ley de Protección y Ordenación de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai define cuatro áreas de protección:

En lo físico se distinguen claramente tres zonas diferentes: la montaña, las vegas y marismas, y la costa con sus cantiles, puertos, playas y playazos.[7]

La Reserva de la Biosfera ocupa una superficie de 22 452,38 ha que representan el 10% del territorio de Vizcaya. De esta superficie, 943 ha, un 4,2%, es el humedal constituido por la ría el cual está incluido en el Convenio Ramsar.[8]

Se sitúa a orillas del Golfo de Vizcaya en la costa cantábrica, entre las coordenadas 43º 12’ y 43º 28’ de latitud N y los 2º 33’ O y 2º 46’ O de longitud. Ubicada en el corazón de la comarca de Busturialdea, está en el centro norte de la provincia.

Los principales núcleos de población son los municipios de Bermeo, Guernica y Luno y Mundaca. Hay también algunos pequeños núcleos rurales diseminados por toda el área.

Las comunicaciones están basadas en la red de carreteras y en una línea de ferrocarril de vía estrecha. La carretera principal es la BI-635, que une Guernica con Amorebieta, punto en el que enlaza con el eje Bilbao-San Sebastián, que se conforma con la autopista AP-8 y la carretera nacional N-634. De Guernica, parten la BI-2235 hacia Bermeo por la margen izquierda de la ría y la BI-2238 por la derecha hacia Lequeitio. Esta zona se cubre con la BI-3238 y otras pequeñas carreteras como la BI-3234, que recorre toda la costa de la ría hasta Elanchove. De Bermeo parte la BI-631 que comunica con Munguía.[9]

La línea de ferrocarril de vía estrecha de la compañía EuskoTren une Amorebieta con Bermeo y allí conecta con la línea San SebastiánBilbao.

El puerto de Bermeo es un importante puerto pesquero, de los más relevantes de la costa norte peninsular, y mantiene alguna actividad mercante después de su ampliación, pero la proximidad del puerto de Bilbao hace que la misma sea muy limitada.

Mapas

Ubicación en Vizcaya de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Mapa físico.

Ocupa una superficie de 230 km², con una longitud de unos 20 km y una anchura máxima de 12 km, lo que viene a suponer un 10% del territorio vizcaíno. La reserva se extiende por el territorio de 22 municipios diferentes, 12 de los cuales están incluidos totalmente en ella. Los municipios incluidos totalmente son: Mundaca, Pedernales, Busturia, Murueta, Forua, Guernica y Luno, Ajanguiz, Mendata, Arrazua, Kortezubi, Gautéguiz de Arteaga y Elanchove; y parcialmente: Múgica, Ibarranguelua, Bermeo, Nabarniz, Ereño, Arrieta, Rigoitia, Morga, Amorebieta-Echano y Arbácegui y Guerricaiz que van desde la integración casi plena de los primeros hasta menos de un tercio de su territorio en el caso de los últimos.

El territorio está definido por la cuenca hidrográfica del Oca, que se complementa con las de los ríos Mape, Artigas y Laga. Su límite recorre la divisoria de aguas entre estas cuencas y las vecinas, de los ríos Estepona y Butrón por el oeste, el Lea y el Ea por el este y el Ibaizabal por el sur. En la costa, que queda al norte, el límite oeste se ubica en el Cabo Machichaco, cerca de Bermeo y el este en Punta de Arboliz en Ibarranguelu muy cerca de Elantxobe. La isla de Ízaro marca el límite marítimo. Cerca de la reserva se halla el Biotopo Protegido de Gaztelugatxe situado alrededor de San Juan de Gaztelugatxe, en Bermeo.

La divisoria de aguas está jalonada por las cumbres Burgoa (452 m), Garbola (481 m), Truende (420 m), Sollube (686 m), Curzegana (442 m), Sestretxa (335 m), Arriaga (352 m), Maiaga (398 m), Otsolarre (272 m), Bizkargi (564 m), Urremendi (270 m), Torreburu (320 m), Goroño (801 m) y Astoagana (804 m), Donesolo (547 m) y Kanpona (504 m), Elbitzuaga (469 m), Arrola (532 m), Sarada (669 m), Motrollo (592 m), Krabeliñacha (572 m) y Geranda (420 m) para ir al mar por Arboliz Punta. En Astoagana (804 m) se da la mayor altura del parque. Esta punta es una subcumbre del Oiz, cuya cumbre principal se alza 2 km más al oeste pero quedando fuera de la cuenca del Oka.[10]

El área de Urdaibai se encuentra integrada, como toda Vizcaya, en la franja climática que corresponde a la vertiente atlántica, la cual posee un atlántico mesotérmico, templado y húmedo, regulado por el mar, sin temperaturas extremas (oscilan entre una media invernal de 9 °C y los 19 °C de media estival) y con heladas limitadas. El régimen de precipitaciones es alto (con una media anual de 1200 mm), repartido bastante uniformemente a lo largo de todo el año. Estas precipitaciones se manifiestan normalmente en forma de lluvia. Según la clasificación climática de Köppen es un clima templado-húmedo sin estación seca.[8]

La influencia del mar hace que las temperaturas medias sean moderadas durante todo el año. Oscilan entre los 20 °C de agosto a los 8 °C de febrero. La temperatura media anual se encuentra entre los 13 y 14 °C y la amplitud térmica es de 12,1 °C.

En invierno, al retirarse el anticiclón de las Azores hacia el sur, se produce la entrada de vientos fríos que hacen predominar las precipitaciones alternadas con periodos de cielos despejados. La temperatura media más baja se produce en febrero con 8,1 °C mientras que las absolutas más bajas se dan en los meses de diciembre y enero llegándose a registrar picos de -7,9 °C.

En verano se da una temperatura media de 19 °C. El mes más caluroso suele ser el de agosto, con temperatura media de 20,2 °C y máximas que llegan a 41 °C. En primavera y el otoño se mantienen unas temperaturas moderadas.

Las precipitaciones en el área del Urdaibai son abundantes y se producen, normalmente, en forma de lluvia. El granizo y la nieve no suelen ser frecuentes. La precipitación anual media es de 1200 mm y el periodo más lluvioso corresponde a los meses de noviembre y diciembre, en los que se recogen unos 153 mm de precipitación media mensual. En el mes de abril se llegan a recoger 124,7 mm. En verano se produce el periodo menos lluvioso, con una media de 42 mm (en ningún mes se registra menos de 30 mm de precipitaciones). En los días de lluvia al año se registran entre los 150 mm y los 200 mm.

Las abundantes precipitaciones (1300-1500 mm) están asociadas a los frentes ciclónicos que recorren la cornisa cantábrica de oeste a este.[8]

La humedad relativa oscila entre el 80 y el 70%. El periodo más húmedo corresponde a los meses de otoño e invierno, mientras que el menos húmedo es el correspondiente al de primavera y verano. El tiempo medio de insolación anual es de 1.7750 horas.

Urdaibai, como el resto de la costa vasca, mantiene un régimen de vientos de dirección oeste. Esta componente direccional se ve afectada por vientos y brisas locales de componente norte que dan como resultado una componente de noroeste.

En invierno soplan vientos de componente norte con velocidades medias que oscilan sobre los 4 m/s y máximas que llegan a 11 m/s. En primavera y verano la componente dominante es la del estesudeste con una velocidad media que oscila entre 1 y 2 m/s con máximos de hasta 7 m/s.

En los días despejados en la zona del litoral se produce un fenómeno relevante debido a las diferencias de temperatura entre la superficie de la tierra y la del mar.

Durante el día la tierra adquiere mayor temperatura que el mar. Esto hace que el aire que está sobre la misma se caliente y ascienda creando una corriente de aire fresco procedente de la costa, lo que forma un flujo de componente norte sur. Este viento se denomina brisa marina y se suele producir desde las 11:00 horas hasta las 00:00 horas con velocidades de en torno a los 6 m/s.

Durante la noche el fenómeno se invierte. La tierra se enfría más rápidamente que el mar y se crea una corriente de aire entre la tierra y el mar, es decir, en dirección sur norte. Este viento se denomina brisa de tierra y se da entre media noche y las 11:00 horas con una velocidad que oscila sobre los 2 m/s.[11]

El paisaje general está dominado por el mar, la montaña y los arenales. El Oka, que rompe con la orientación predominante de los ríos del territorio, corre en dirección norte y está rodeado de montañas de escasa altitud, alineadas según el llamado Arco Plegado Vasco, de tal forma que los límites sur, este y oeste están formados por las cumbres que definen la cuenca, mientras que el mar Cantábrico se sitúa al norte.

El Oca, que pronto se convierte en ría, pasa a discurrir entre arenales fruto de sus propios sedimentos, que van formando marismas que se inundan con las mareas. En esta ría recibe al Mape. Los ríos Artigas y Laga van directamente al mar, el primero a la izquierda de la bahía formando un pequeño valle entre el monte Sollube, donde nace, y Bermeo. El segundo a la derecha recorre el valle a los pies del Ereño y desemboca en la playa de Laga al lado del peñón de Ogoño.

El área de la ría está incluida dentro de los humedales de Ramsar; la superficie del humedal incluida en Ramsar es de 943 ha, lo que representa el 4,2% del total de la Reserva de la Biosfera. El aporte hídrico es la dinámica mareal.

La zona de la ría es el corazón de la Reserva de la Biosfera al ser un área de descanso y alimentación de diferentes aves migratorias, en especial de las espátulas procedentes de Holanda. Junto a las Marismas de Santoña es el humedal más relevante de la cornisa cantábrica y atlántica de la península ibérica. También bajo criterios botánicos tiene relevancia internacional.[8]

En el interior, limitado por las montañas de escasos 900 m. de altitud, y dominado por la pendiente de sus laderas, destacan las plantaciones forestales de pino de Monterrey destinadas a la explotación maderera. Hay algunos bosques residuales de vegetación autóctona donde predomina el roble; son relevantes los robledales de Elexalde y Oraldey y los bosque de galería que se forman sobre los ríos y arroyos. Hacia la costa el pino va cediendo espacio al eucalipto, fruto de las repoblaciones.

En el área central, se allana el suelo que se dedica a la agricultura, lo que forma una típica campiña atlántica. Este paisaje está sustentado por la explotación agrícola y ganadera, cuya actividad se manifiesta en los prados de pasto, realizada por una población dispersa de caseríos, a veces agrupados en pequeños barrios.

La ría del Oka se extiende entre una amplia esplanada. Desde el barrio de Rentería, en Guernica, hasta el de Axpe, en Busturia, se ha realizado un canal de unos 5 km de longitud que se conoce con el nombre de Corte de la Ría. Esta obra ha permitido la desecación del terreno y su dedicación a labores agrícolas. Estas tierras así ganadas se denominan munas o pólderes. No solo se han realizado en la zona del canal, sino también en Ozollo y Anbeco (Gautéguiz de Arteaga) y en San Martín (Murueta), San Cristóbal y Axpe (Busturia). Los prados y pastizales de las munas son lugares destacados de acogida de aves durante el invierno.

Los espacios que no han sido desecados y convertidos en pólderes están ocupados por vegetación lacustre dominada por los carrizales de sauces y alisos; se pueden ver en Elexalde y el altozano de Gaitoka en terrenos de Forua y Cortézubi, en Gautéguiz de Arteaga y también en Murueta. Quedan restos de construcciones antiguas de molinos de marea como en Ozollo y Mallukitza, así como ferrerías.

En Murueta se encuentra integrada en el paisaje la chimenea de su antigua tejera. El astillero que se ubica allí no pasa desapercibido. Cerca del mismo se abren los arenales artificiales de San Cristóbal y Axpe y los juncales que dan paso a la extensa marisma, que es el lugar principal del hábitat de las aves y base de la riqueza del ecológica del Urdaibai.

Las laderas de las montañas están cubiertas por bosques de encinas que se extienden hasta el mar. Por la derecha parte desde Aozar en Navárniz y llega hasta Atxarre y Ogoño, mientras que en el lado izquierdo ocupan Foruko Atxa, Atxa Punta y Apartola Haitza. A veces los encinares se rompen con robledales y castañares.

La naturaleza caliza del terreno permite que se haya desarrollado todo un sistema kárstico en donde las cuevas y galerías son numerosas, así como los fluviales. Ejemplo de ello son las depresiones de Bollar y Basondo o, al otro lado, la de Malluku. También se forman dolinas, grandes socavones, como los del monte Muruaga.

En el norte, en la desembocadura, hay arenales de Sukarrieta y Laida a orillas del Oka. Seguido del de Sukarrieta, en la margen izquierda, se encuentra Mundaca cuyo puerto da ya al mar.

Por el oeste se hallan los de Santa Katalina, Murgoa y Lamera. El Murgoa cae al mar en un desnivel de 100 m formando Trankilpunta y Kargaderua. Después de Bermeo está la playa de Aritxatxu entre los acantilados de Talape y Tonpoi. En la rasa mareal que se forma a pie del cantil se encuentran las arribolak que son las grandes piedras que se han desprendido de la pared y han sido redondeadas por el mar. El límite occidental es el cabo Machichaco con su faro. Más allá, fuera del área de la reserva, se encuentra San Juan de Gaztelugatxe en Bermeo.

Al este, siguiendo la playa de Laida, están los acantilados de Antzoras, donde se abre la cala de Antxon Azpia. La isla de Izaro queda en el mar, frente a la desembocadura de la ría, semicerrando la bahía. Un rosario de peñas sumergidas dan continuidad a Izaro con la tierra firme. Algunas de estas peñas, como las de Otzarri y Lemajale, quedan al descubierto con la marea baja.

La costa deja de ser abrupta al formar la playa de Laga que mantiene un complejo dunal. La playa acaba en el peñón de Ogoño, que se alza sobre las aguas 200 m y que, al otro lado, más al este, cobija al pequeño pueblo de Elanchove que se encarama por la ladera sobre su puerto. Cerca está Arboliz Punta, vértice que marca el fin de la reserva.[12]

En la costa de la reserva del Urdaibai hay doce playas muy diferentes, desde los grandes arenales de Laida o Laga a pequeñas calas que se abren en el acantilado, como las de Antzoras o Lapatza.

Dentro de los límites de Urdaibai hay varias islas e islotes de origen continental (en algún momento de su historia geológica estuvieron unidas al continente). La flora de estas islas es la típica de la costa vasca, igual a la cercana costa continental, pero en ellas se han desarrollado algunas variantes como la Lavatera arborea, que abunda en Izaro, o el acebuche u olivo silvestre. El hábitat submarino es variado y cuenta con algas, esponjas, etc.

Aunque no forma parte de Urdaibai, se encuentra muy próximo el Biotopo Protegido de Gaztelugatxe formado por la isla de San Juan de Gaztelugatxe y el islote de Aketx.[22]


Las islas más relevantes son:

Es la isla más grande de la costa vasca y en ella anida la colonia de aves marinas más importante de la misma. Situada frente a Mundaca pertenece al ayuntamiento de Bermeo desde 1719. No está permitido el acceso libre.

La tradición cuenta que la incorporación de la isla de Izaro a la villa de Bermeo se produjo como solución a un litigio sobre la propiedad de la isla con la vecinas poblaciones de Mundaca e Ibarranguelua. La reclamación sobre la propiedad de la misma se basó en la distancia a que se halla la isla de la costa de cada municipio. Para resolver el litigio se propuso realizar una regata entre los litigantes. El municipio de Ibarranguelua (el entonces barrio de Elanchove) desestimó la prueba y actuó como juez.[23]

La regata se celebró entre una trainera de Mundaca y otra de Bermeo. La tradición cuenta que ganaron los de Mundaca, pero los jueces dieron el triunfo a los de Bermeo por haber tenido un accidente mortal en la prueba. Basándose en ese hecho, a los de Elanchove se les conoce con el sobrenombre de "makueses" (malos jueces). De estos hechos no hay documentación alguna.[24]

En memoria de este hecho, cada año, en el día de la Magdalena (existió una ermita en la isla dedicada a esta santa), los alcaldes de la margen izquierda se trasladan a las inmediaciones de la isla en una embarcación, encabezando una procesión marítima que va cantando la canción de María Magdalena. El alcalde de Bermeo tira una teja al mar diciendo Horraino heltzen dirá Bermeoko Itxuginak (hasta aquí llegan las goteras de Bermeo) para simbolizar el límite de los dominios de la villa. A continuación se dirige la comitiva al puerto de Elanchove, donde el alcalde de esa localidad le da el bastón de mando al de Bermeo que, durante esa jornada, ejerce de alcalde de ambas poblaciones.

En la isla de Izaro existió un convento franciscano que fue fundado el 2 de mayo de 1422 por los frailes Martín de Arteaga, Juan Undabarrena, Lino de Albiz y Martin de Erkoreka y puesto bajo la advocación de Santa María. Este convento, del cual solo queda algún resto, fue visitado por los reyes Enrique IV y Fernando el Católico. El primero lo hizo en 1457 y el segundo el 31 de julio de 1476. Para la visita de Isabel la Católica, que se produjo el 17 de septiembre de 1483, se construyó una escalera de piedra de 258 escalones. Este monasterio disfrutó la simpatía real por mucho tiempo, ya que hay constancia de que Felipe II y su esposa, Isabel de Valois, mantenían relación con él.

San Antonio de Padua visitó el monasterio de Izaro en el siglo XIII cuando llegó a la comarca con la intención de visitar el pueblo de su abuela materna, el barrio de Abiña de Pedernales.

El monasterio fue abandonado el 17 de agosto de 1719, tras lo que la comunidad se estableció en Forua y en su lugar se construyó una ermita en honor a Santa María Magdalena, que también ha desaparecido. La imagen de la santa se conserva en la iglesia de Elanchove.

Hay noticias de un ataque pirata producido el 1 de septiembre de 1596 y que ha sido atribuido, erróneamente, a Francis Drake.

En 1813 se dedicó la isla a uso militar, como arsenal y almacén de abastos. También se utilizó como pontón de prisioneros. Para estos usos se fortificó la misma.

La isla Izaro ha sido el logotipo de la empresa de distribución y producción cinematográficas Izaro Films.[25]

Sandindere o Sandinderi (anteriormente llamada Doniandere[26]​ ) es una isla interior que se sitúa en la desembocadura del Oka. Al parecer en ella hubo una ermita. Es accesible a pie en bajamar y parece ser –no hay comprobación– que llegó a estar unida a tierra por un puente. Tiene restos de edificaciones de uso militar.[27]

Esta pequeña isla, casi pegada la costa, está unida a ella por un puente y es accesible a pie en bajamar. Está situada frente a Pedernales (Sukarrieta). Tiene una superficie de 2,7 hectáreas. La ensenada en que se encuentra la isla, bien protegida, es una buena ubicación para un puerto. Su nombre, Portuondo, en euskera quiere decir "junto al puerto". Al sur de la misma hay restos del puerto romano de cabotaje que se estableció allí en el siglo II.

A finales del siglo XIX y principios del XX este punto fue uno de los destinos más populares de veraneo. La isla y su entorno ha sido lugar de descanso de figuras como Sabino Arana e Indalecio Prieto. En 1896 se construyó un hotel balneario por iniciativa de Juan Tomás Gandarias, propietario de la isla en aquella época, que tenía el nombre de la isla y que fue el verdadero motor de la promoción veraniega de la zona. Poco después se sumaron otros establecimientos hosteleros, como el Hostal Paco, que se construyó frente a la isla en 1919 y al que se le añadió un vivero de marisco en 1930. El hotel cerró en 1947 y el hostal en 1963. En 2002 se recuperó la cetárea (el vivero de marisco) por la asociación Urdaibaiko Galtzagorriak (gestionada por el Ayuntamiento de Busturia y los Guías de la Naturaleza de Urdaibai-Aixerreku). En las instalaciones del hotel balneario se ha ubicado el Instituto de Estudios Oceanográficos vasco. Hay restos de un cargadero de arena y un calero.

El encinar cantábrico que acoge es uno de los bosques de encinas más viejos de la reserva y cuenta con destacados ejemplares, tanto de encinas como de madroños. Buena parte de su conservación se debe al cuidado al que se sometió el encinar durante la existencia del hotel balneario y la posterior atención que se ha prestado al mismo para hacer las veces de zona de esparcimiento. Se completa este bosque autóctono con un jardín botánico creado en el año 2000 por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Vizcaya, en donde destacan 25 especies de flora diferentes, incorporando de manera adecuada las propias del encinar cantábrico, como la encina, el laurel, el madroño o el labiérnago.

La ubicación en plena rasa mareal hace de esta isla un lugar muy indicado para la observación de aves. Se pueden observar con facilidad especies como el martín pescador, la garceta común, la garza real, el cormorán, el pinzón vulgar, el herrerillo común, el carbonero común, el mirlo, el petirrojo, el reyezuelo listado, el águila culebrera, la curruca rabilarga o la curruca cabecinegra.[28]

El cinturón montañoso que rodea la reserva del Urdaibai ofrece la posibilidad de acceder a puntos estratégicos desde los cuales se aprecian excelentes vistas del área protegida y otros espacios vecinos. El mirador por excelencia es el monte Oiz, que con sus 1036 m de altura y su situación centrada permite tener una vista de todo el País Vasco y regiones más lejanas. En días de claros se alcanza a ver el Moncayo, en la provincia de Zaragoza. El Oiz en sí no forma parte del Urdaibai, es una cumbre menor la que define el límite sur de la reserva y permite unas vistas similares a las de la cumbre principal. Desde Astogana se aprecia con claridad toda la superficie protegida. Entre los puntos más relevantes, atendiendo a las vistas que se dominan desde allí, se destacan los siguientes puntos:[29]

Las rocas más antiguas de la reserva del Urdaibai se formaron al final del periodo Triásico, cuando la superficie de la zona protegida estaba cubierta por el mar, en el cual se iba produciendo una sedimentación de grano fino. Las intrusiones magmáticas hicieron que las masas de ofitas penetraran en las arcillas. En el periodo siguiente, el Jurásico, se detuvo la sedimentación y se hizo más profundo el mar, en donde vivían especies de invertebrados que llegaron a fosilizar.

En el Cretácico se reanudó la sedimentación, que se depositó sobre las capas anteriores. Sobre ellas se formaron masas arrecifales de coral que formaron una barrera paralela a la costa. En estas estructuras abundaron los rudistas (moluscos bivalvos de forma cónica, con una de las valvas en forma de tapa), las orbitolinas y los braquiópodos. Los arrecifes coralinos son los responsables de las grandes moles calizas que forman parte de las montañas y el terreno de la reserva. Varios millones de años después, sobre los arrecifes, se sedimentaron limos y arenas que formaron flyschs.

El empuje de la placa Ibérica provocó, hace unos 40 millones de años, que ésta se elevara sobre el fondo marino emergiendo la cornisa cantábrica y formando, en Vizcaya, los anticlinales de Navárniz y de Bilbao separados por el sinclinal de Vizcaya, en donde se inscribe el Oiz. El antiguo fondo marino quedó expuesto a la erosión atmosférica. En el Cuaternario la erosión ha dejado a la vista los extractos más antiguos y los ríos y escorrentías han modificado profundamente las formas originales del plegamiento.

Con el plegamiento que dio lugar a la cuenca Vasco Cantábrica, se produjo el empuje de las arcillas del Triásico, rompiendo, en algunos puntos, los extractos superiores. En el valle del Oka se rompió el anticlinal de Navárniz dando lugar a un amplio valle en el que la erosión eliminó los extractos del Terciario y labró un canal desde el mar al flysch del Cretácico Superior, dejando a la luz las moles de caliza que se erosionaron por las corrientes de agua hasta llegar a las arcillas impermeables del Triásico, haciendo desaparecer el alzamiento geológico, enmascarando el anticlinal y apareciendo en el centro los extractos más antiguos. A este proceso se le denomina diapirismo y a su producto, los valles que forma, diapiro.

En los últimos dos millones de años, durante la Era Cuaternaria, el mar ha modificado sustancialmente su nivel varias veces, lo que ha provocado una relevante erosión. En la última glaciación, la denominada Glaciación de Würm o Wisconsin, la costa se internaba 12 km más en el mar que la línea actual, y la isla de Izaro formaba cordal con la dorsal de Atxarre y Ereñozar. El fin de la glaciación produjo un ascenso gradual de las aguas hasta el nivel actual. Estas alteraciones de la línea de costa crearon diferentes sedimentaciones. Las de los últimos milenios se depositaron en los fondos de los valles sobre las arcillas del Triásico mientras que la erosión del flysch ha creado una franja de rasa mareal con grandes guijarros moldeados por el mar.[35]

El principal aporte hídrico lo constituye la dinámica mareal con su secuencia de pleamares y bajamares. En cada ciclo de mareas (la pleamar seguida de la bajamar) se renueva toda el agua del estuario en un tiempo aproximado de 12 horas, por lo que es una ría de vaciado.

Los ríos Oka, Mape y Golako, aun teniendo una gran importancia geodinámica y ecológica, tienen un aporte hídrico muy inferior al mareal. Este aporte de agua dulce se complementa con el que procede del sistema krástico, muy extendido en la zona de roca caliza.[8]

Con una longitud de 12 km y una anchura máxima de 1 km, el estuario es el corazón de la reserva del Udaibai. Se sitúa en dirección norte-noroeste sur-sureste. La amplitud de la marea (la diferencia media que hay entre la altura máxima en pleamar y la mínima en bajamar) es de 4,5 m, lo que califica al mismo como un estuario macro-mesomareal.

La ría corre sobre los materiales de formación del valle y va ensanchándose según se acerca a la costa, formando una barrera arenosa en su parte este. Los sedimentos arrastrados por el agua han ido rellenando el cauce, llegando a la semicolmatación del valle fluvial del Oka.

El volumen mareal es muy superior al fluvial. Las aguas se mezclan atendiendo al modelo de estuario de mezcla total o verticalmente homogénea, aunque en algunas ocasiones se pueda dar una leve estratificación.

Los sedimentos que aporta el río son llevados por la mareas corriente arriba y forman una llanura estuarina de escasa pendiente (0,2 m/km desde Guernica hasta Murueta).

Las calizas del cretácico y las ofitas triásicas emergen entre los sedimentos arenosos por toda la longitud del estuario, llegando a estrechar severamente el valle en algunos tramos, como el de la isla de Bekoa.

Las laderas son muy abruptas, con desniveles de hasta 250 m en la parte oriental. En esta área se puede apreciar un rellano morfológico de unos 40 m sobre la superficie de la ría que rompe la elevada pendiente de la ladera. Al otro lado, las laderas son más suaves y alcanzan unos 100 m de altura en las zonas situadas en una banda de 1 km comprendida entre los márgenes de la ría.[35]

La influencia de las corrientes, tanto fluviales como procedentes de las mareas, es fundamental para la concretación del resultado de la sedimentación. En las partes internas del estuario se han creado llanuras mareales que han sido colonizadas por la vegetación continental.

El puntal de Antzora y el saliente de Santa Catalina marcan el comienzo del área influenciada por el mar. Desde Murueta hasta Guernica se ha realizado un canal artificial de 5 km de longitud que sustituye al antiguo cauce, el cual ha sido cegado con el transcurrir del tiempo, siendo todavía funcional en algún tramo.[35]

Desde Mundaca a Kanala se extiende una zona arenosa, donde destaca la barra de arena que forma la playa de Laida, en la que se reflectan los oleajes dominantes del noroeste, produciendo una corriente litoral de dirección oeste-este que moldea el paisaje y acumula arena en la barra.

La zona oeste es la que está sometida a más energía dentro de todo el complejo estuarino. En ella se ubica la salida de aguas fluviales y se ha convertido en el canal mareal principal que discurre tierra dentro. En el extremo norte se desarrolla la llamada barra de Mundaca, que mantiene una convexidad este noroeste con un arqueo en planta.

En Laida se da el fenómeno de formación de dunas mediante el transporte eólico, que se produce con viento sur. Este fenómeno llega a crear dunas que alcanzan un metro de altura en pocos días. Se forman estructuras sedimentarias de origen eólico como sombras eólicas y ripples.

La zona arenosa, a excepción de los bordes unidos al continente, en particular el oriental, queda cubierta por el agua en la pleamar. La acción conjunta de los diversos agentes moldeadores (la dinámica mareal, marina y eólica) hacen que las formas arenosas varíen con rapidez. Se produce una aportación de arena procedente del dragado del canal artificial de la ría, que ha dado lugar a un aumento significativo de la superficie de la zona supramareal, lo que junto con la acción del viento potencia la formación dunar.[35]

Desde Kanala a la isla de Bekoa, en la que se produce un ensanchamiento del cauce, se forman fangales con contenido de arena. La corriente de marea (de ascenso) es mayor que la fluvial (de descenso), lo que causa que los materiales aportados por el río no se evacúen a la mar. Los fangos, que mantienen un alto contenido en materia orgánica y escaso oxígeno, son de color oscuro que se entremezclan con capas arenosas (más claras) que suelen ser aportadas en periodos de mareas vivas y fuertes tormentas. Estos lugares son conquistados por una vegetación marismal.[35]

Desde la isla de Bekoa, dirección tierra adentro hasta Guernica, se desarrolla una zona de fangales libres de arena, ya que a estas alturas no puede penetrar. La aportación de arena procedente del drenaje del canal cubre los fangos al ser depositada sobre ellos. Este fenómeno se observa en Kanala. La sedimentación se produce por decantación debido a la escasa energía existente en esta zona.

El canal artificial, recto en su sector más septentrional y más sinuoso en la zona más interior, concentra una alta energía. En el canal se dan bordes arenosos fangosos en la parte interna del arco de los meandros y erosivos en la externa.

Las marismas están surcadas de canales que se llenan con la pleamar. En ellas se produce una gran colonización de la vegetación que va en aumento según se aleja del cauce. La estabilización del suelo y la disminución de la salinidad se deben al establecimiento vegetal. La zona de la marisma es la de mayor riqueza ecológica, constituyendo el corazón de la reserva.

En algunas áreas se ha desecado la marisma para utilizarla como campo de cultivo, como es el caso del pólder de Anbeko, o ha sido rellenada como en Axpe o Kanala. En algunos lugares afloran las formaciones del Triásico, dando lugar a suaves elevaciones que encajan pequeños arroyos con influencia mareal, que en algunos casos están colmatados en alguna medida.[35]

La parte más interior está constituida por la llanura de inundación fluvial que hace de transición entre la zona de marismas y la llanura fluvial propiamente dicha que se encuentra ya en terrenos de Guernica.

La llanura de inundación fluvial presenta una dinámica sedimentaria basada en la inundación circunstancial periódica causada por el desdoblamiento del río Oka, que deposita su carga de sedimentos en ella. Estos materiales proceden de arroyos torrenciales, como el Baldatika y Golako. El régimen torrencial hace que los arrastres sean importantes. Este material se deposita en la llanura que interrumpe abruptamente la pendiente de su recorrido. La llanura está formada sobre un sustrato fangoso que hace la función de capa impermeable, por lo que el nivel freático alcanza rápidamente la superficie, produciendo encharcamientos.[35]

El canal mareal, que llega hasta Guernica, fue alterado a principios del siglo XX con la construcción de un canal artificial que evitara los meandros. La forma del canal es rectilínea con una curvatura que lo adapta al rumbo del valle. Su cuenca, en forma de arqueta, está excavada en la marisma. En el fondo del mismo se ha depositado una capa de materiales finos que van aumentando de grosor según se interna en tierra, incrementándose el contenido de arena continental y dando lugar a la formación de facies (conjunto de características que sirven para identificar una roca) típicas de los ríos.

El cauce original del río Oka ha quedado abandonado e inutilizable debido a su colmatación. Se ha convertido en una llanura submareal e intermareal fangosa, donde se dan decantaciones de materiales finos procedentes de las corrientes de flujo. Este canal mareal original tenía un curso marcado por los meandros. Consta de dos partes diferenciadas, una al este, con influencia de la marea y del arroyo Oma, y otra al oeste, por un antiguo canal mareal situado al inicio de la canalización. El antiguo cauce, fuera de estas partes, drena las aguas de escorrentías y transcurre entre las munas que forman las marismas desecadas. El desagüe del cauce artificial se realiza mediante válvulas que impiden la entrada de la marea y permiten el desagüe de las aguas de escorrentías.[35]

Los vertidos de las arenas procedentes del dragado del canal para el mantenimiento del calado necesario para el trabajo en el astillero de Murueta han rellenado una parte amplia del estuario. Estos vertidos, que se producen en 7 puntos diferentes, provocan modificaciones en las características texturales de la llanura de intermareal fangosa y forman grandes superficies arenosas supramareales.

Hay, por todo el estuario, zonas procedentes de rellenos heterogéneos. El ferrocarril limitó, artificialmente, el estuario por su lado oeste. A partir de este punto se procedió a realizar desecaciones y rellenos que fueron, incluso, urbanizados, como los de Altamira de Busturia, Mundaca, Arteaga o Pedernales.

Las munas y lenzones forman los contornos de superficies, algunas de ellas restringidas y otras de utilidad agrícola y ganadera, que las aíslan de las aguas saladas procedentes de las pleamares. Las aguas continentales se drenan mediante un sistema de válvulas. Se construyeron en los siglos XVIII y XIX y dejaron de ser mantenidas en la década de los 60 del siglo XX, deteriorándose y dejando, de nuevo, estas superficies al alcance del agua marina. Las áreas que quedan cerradas por estos lenzones son las munas o pólderes.

También se han construido molinos de mareas que utilizan diques para la contención del agua de la pleamar. Estos diques se construyen en las zonas de mayor energía.[35]

Toda la costa vasca se caracteriza por poseer una plataforma continental estrecha y con pendiente elevada. La isóbata de 200 m queda a escasos 7 km del cabo Machichaco y la pendiente de la plataforma es superior al 10%. El tramo de costa de la reserva del Urdaibai es una costa de hundimiento, en la que los valles fluviales han sido erosionados y se han convertido en estuarios y rías. Los diferentes materiales que componen el terreno hacen que se erosione de formas diferentes formando islas, realces y arcos. Los dos accidentes geográficos que fijan los límites de la reserva en la costa son, al oeste, el cabo Machichaco, que está formado principalmente de arenisca, y al este Arbolitz Punta, que como el cercano peñón de Ogoño, es de caliza.[35]

El Machichaco es el punto más al norte de la reserva. Protege al resto de la costa y a la isla de Ízaro de las corrientes que, paralelas a la costa, corren en dirección oeste-este. Está formado por areniscas del Cretácico que por la acción del mar han sido erosionadas formando acantilados. En la rasa mareal que surge a sus pies se erosionan estas hasta formar arena, que es acumulada en Laida.[35]

Isla perteneciente a la localidad de Bermeo. Situada a 2 km de Mundaca y 3 de Bermeo en la bocana del estuario, la isla de Izaro forma un pequeño archipiélago con los islotes Hotzarri y Potorro-harri entre otros. Izaro estuvo unida al continente por el cabo de Antzora; actualmente está separado del mismo por un canal arenoso.

La extensión de la isla es de casi 4 hectáreas y está formada por flysch que crean acantilados en los que se abren cuevas y entrantes. La máxima altura es de 50 m y cerca de ella están los restos de la ermita de la Magdalena que sustituyó a un antiguo monasterio.[35]

El peñón de Ogoño separa la playa de Laga de la ensenada de Elanchove. Es una mole caliza de 200 m de altitud y en su base el mar penetra 20 m en su interior, creando varios entrantes, sifones y cuevas. Esta mole caliza fue el producto de la decantación de los bivalvos rudistas, braquiópodos y equinodermos que se produjo en el Cretácico inferior.[36]

El fondo arenoso disminuye a medida que nos alejamos de la costa. La arena es de diferente grosor dependiendo de la profundidad de la zona. Al norte de Laga, con profundidades que rondan los 50 m, se dan acumulaciones de restos de bivalvos, equinodermos, gasterópodos... y el grano es grueso.

Cerca de la costa la arena es más fina hasta los 25 m de profundidad, donde se torna en limos gruesos a partir de los 40 metros. La isla de Izaro, al actuar como barrera, hace que se depositen arenas finas a 45 m de profundidad al norte de la misma.[35]

La base del terreno que comprende la reserva del Uradibai es una llanura arcillosa. Sobre ella se elevan afloramientos de material de épocas anteriores formando pequeñas colinas de suave relieve como los montes Goitiburu, de 106 m de altitud; Gaitoka, de 56; Goierri, de 88. Estos afloramientos están formados, principalmente, por materiales del Triásico, en particular arcillas (son los materiales más antiguos de la zona) pero también hay ofitas y rocas subvolcánicas de color gris verdoso.

Entre Pedernales y el barrio de Elexalde de Forua por la margen izquierda, y la isla de Bekoa y el barrio de Arbei de Kanalapor por la derecha, se extiende una estrecha franja de materiales del Jurásico. Estos materiales son calizas compactas de color oscuro y ricas en fósiles de ammonites y belemnites. Entre Ereño y Navárniz y en Busturia hay franjas superficiales de materiales del periodo Cretácico compuestas de margo-calizas con aspecto pizarroso que se mezclan con otros materiales sedimentarios como limonitas negras y las areniscas micáceas dopadas de materiales ferruginosos. En estas franjas son abundantes los fósiles de bivalvos y ostrácodos entre otras especies.

Las calizas de procedencia urgoniana surgen en grandes promontorios, como es el caso del peñón de Ogoño. Por la derecha llegan hasta los montés Ereñozar y Atxarre desde el Illuntzar en Navárniz. Al otro lado es menos extensa su ocupación. Forma una estrecha franja que diseña la dorsal de Foruko Atxa y tiene su continuación por Busturia en Atxapunta. En Altamira el extracto calizo avanza unos 500 m tierra a dentro y continúa paralelo a la ría hasta Pedernales. Entre los macizos calizos destacan los montes Atxerre y Ereñozar.

Sobre este terreno calizo se dan bosques de encinar cantábrico mientras que en sus entrañas de desarrolla el "karst" formando cuevas, simas y dolinas que llegan a convertirse en "uvala" (valles cerrados) como los valles de Bollar, Basondo y Malluku.

Dentro de la zona de reserva se han venido produciendo explotaciones mineras a cielo abierto, en particular de la roca caliza. De todas ellas permanecen activas las canteras de Foruko Atxa en Forua, y de Muruetagana en Ereño. Estas explotaciones afectan gravemente al medio físico y en particular al encinar cantábrico que se desarrolla sobre terreno calizo.

Las arcillas, margas y areniscas del periodo Albiense están presentes en buena parte del área de la reserva del Urdaibai. Pueden apreciarse entre Puntaburu y Goikogane en Cortézubi, Arrola en Navárniz, Elexalde en Mendata y Bereño en el municipio formado por Arbácegui y Guerricáiz (Munitibar). Sobrepasan los límites de la reserva por Iabarrola en Aulestia.

El característico flysch se extiende por el extremo de la margen izquierda, desde los montes de Karabizubieta (313 m) y Kurtzegane hasta el cabo Machichaco. Por el otro lado, en la margen derecha se puede apreciar el flysch al este del Ogoño, justo donde se ubica Elanchove, extendiéndose por la costa hasta pasar el límite del área de reserva.

En la parte superior de la cuenca del Oka se observan niveles jóvenes del Cretácico que fluyen en dirección norte - noroeste, sur - sureste, desde los montés de Maiaga y Makietagane, en Rigoitia y Morga hasta el Berreño y el Ganbiribil por Munitibar. Por esta zona hay rocas ígneas de composición heterogénea que son de difíciles de datar.

Un estrecho campo de lavas se extiende desde Guernica, en concreto desde el monte Kosnoaga, hasta el valle de Mungia ya fuera de la reserva. Estas lavas cruzan por los territorios de Baldatika en Forua y Metxika en Rigoitia. Se enfriaron tomando formas redondas al contacto con las aguas del mar que en aquel tiempo cubrían este territorio. Reciben el nombre de lavas almohadilladas y son parte de una serie de materiales volcánicos de basaltos y andesitas. Se extienden por la margen derecha desde el monte Urgogana de Ajánguiz hasta Arbácegui y Guerricáiz pasando por Zarramenta en Mendata. Tienen conexión con las que aparecen en el ámbito volcánico de Éibar.

El sur del territorio de la reserva del Urdadibai está cerrado por una estrecha franja con capas de sedimentos de comienzos del Terciario que recorre Vizcaya y en este lugar se sitúan en las estribaciones el Oiz. Esta capa ha sido ya muy erosionada.

El final de la era Secundaria está señalado en el Urdaibai por las masa de margas y calizas alternadas con areniscas. Una banda de calizas margosas, que aparece en Múgica, en los montés Bizkargi y Arburu hasta Urrutxua y el Goroño marca el límite sudoriental del área de protección.[35]

La flora que se desarrolla en Urdaibai tienen una base netamente atlántica. En ella abundan los prados, arboledas de roble, bosques frondosos y especialmente plantaciones de coníferas de rápido crecimiento como el Pinus radiata. La zona costera se encuentra cubierta de bosques cantábricos de encinas y madroños. Este mundo vegetal, donde se han descrito 615 especies de plantas, da cobijo a un rico mundo animal con descripción de 318 especies de vertebrados, 245 de los cuales son aves.

La actividad humana ha modificado sustancialmente el espacio pero el declive de las labores agrícolas ha permitido que una significativa recuperación de la vegetación original. La vegetación tiene, principalmente en la marisma, un grado de singularidad notable debido a la especialización y a su aspecto particular pero a la vez presenta un alto grado de diversidad originado por el grado de salinidad y la variedad del medio. La zonalidad es muy significativa y definida.[8]

En el área que comprende la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se definen diferentes ambientes, cada uno de ellos con características vegetales y animales propias que crean sus propios ecosistemas.

Las superficies ocupadas por los diferentes tipos de vegetación son:

Por ambientes se encuentran las siguientes especies vegetales, particularmente relevantes en cuanto a la regeneración natural.

El territorio protegido se divide en diferentes unidades ambientales de gestión territorial y entre ellas se han elegido 8 como unidades piloto representativas de las variabilidad espacial y uso del terreno.

Aun ocupando una superficie pequeña del área de la reserva, las extensiones de arena son interesantes porque en ellas crecen plantas únicas. Su ubicación en la costa y la utilización intensiva por el hombre en verano hacen que su situación esté degradada. Las condiciones son extremas: oscilaciones térmicas, presión del mar y de los vientos... Su fauna esta limitada a invertebrados.

La vegetación natural de los arenales se puede ver en Laga. Suelen ser plantas adaptadas a las duras condiciones del emplazamiento. Esta vegetación recibe el nombre de vegetación psamófila. Son plantas que se adaptan de forma rápida y con fuertes raíces. También reducen la transpiración.

El arenal costero tiene varios espacios diferentes según la distancia al agua. La playa es la primera banda que es una zona húmeda y salina en la que se ha dado un incremento de sustancias nutritivas por los aportes marinos. La segunda banda es una zona arenosa de montículos de arenas móviles donde la vegetación es muy escasa ya que mantiene una salinidad elevada y el viento modifica constantemente el terreno. Después está la banda de dunas que se elevan sobre la anterior y está dotada de una vegetación que fija la arena. Detrás de las dunas el suelo arenoso se ha estabilizado lo que permite un mejor agarre de la vegetación llegando a verse agrupaciones de matorrales.[39]

Están compuestas por brezales, argomales y helechales. Se desarrollan, en ocasiones, bosques de encina o roble. Se sitúan sobre los acantilados y son terrenos pobres para la fauna propia de los lugares abiertos.[39]

Son áreas de condiciones extremas, en fuerte pendiente o en abierto acantilado, expuestas a las inclemencias del mar y del viento. Son pocas las especies vegetales que se desarrollan en ellas. Es lugar de nidificación para algunas aves como el cernícalo, la lechuza, la gaviota argéntea y el cormorán moñudo.

Se observan tres bandas diferentes desde el borde del mar hasta la parte alta del acantilado. En la baja, a pie de acantilado, predomina la superficie rocosa donde se da en las grietas el hinojo marino; la segunda banda se cubre de hierba y en ella predomina herbazales de festuca, mientras que la parte superior se cubre con matas y pequeños arbustos.

El cúmulo de excrementos de aves así como los cadáveres de éstas favorecen el desarrollo en el acantilado de especies nitrófilas. Alejados del mar crecen robledales y encinares.[39]

Es la zona húmeda en donde se da la mayor parte de la biodiversidad del área protegida. Dependiendo del sustrato y la mezcla del agua salada y dulce se desarrollan especies diferentes. En esta área es donde se refugian las aves en los períodos de migración e invernada. Es la mayor superficie de marisma del País Vasco y la mejor conservada.

En las zonas de alta influencia marina, con salinidad similar a la del mar y suelos de arena o limo arenosos, se desarrolla la zostera de nolti. Esta zona se inunda con la pleamar. Cuando el suelo es limoso y tienen un alto contenido en materia orgánica se desarrolla la Spartina maritima. En la zona que ya no es inundada por la marea o lo es en raras ocasiones, se desarrollan juncales y carrizales. Cuando la salinidad es reducida, aparecen las praderas de elymus.

A partir del siglo XVIII se ha producido la desecación de una parte de la marisma mediante la construcción de lezones o munas en las que se han plantado huertas y prados.[39]

Es el área que ha sido intervenida directamente por el ser humano. La propia formación de la misma se debe a la explotación agrícola y ganadera de los caseríos. En este ambiente se da una gran riqueza ecológica al alternar los cultivos con prados, landas y bosques. No obstante, se ha iniciado un proceso de deterioro de este ambiente debido al abandono de las labores agrícolas y la plantación de pinos.[39]

Sobre los cursos de los ríos y arroyos se forma un ambiente húmedo que mantiene una gran diversidad de especies vegetales y rica fauna. El bosque varia en el transcurso del río habiendo diferencias apreciables entre las zonas altas y bajas del curso tanto en especies vegetales como animales.

En este tipo de bosque predomina, sobre todo en terreno llano, el aliso que suele estar acompañado de fresnos, robles y otros arbustos. En la cabecera de los ríos, con la estrechez de los valles, el bosque se llega a convertir en bosque mixto en el que predomina el roble y suele estar acompañado por fresnos, arces, olmos y castaños. En la parte baja de la cuenca, ya en la marisma, el bosque es sustituido por carrizales.

El bosque de galería mantiene un equilibrio de temperatura en las aguas de los ríos que cubre al controlar la entrada de energía a las mismas a la vez que estabilizan las orillas y son un impedimento para la erosión. En algunas zonas de la reserva estos bosques han sido sustituidos por prados y cultivos.[39]

Se asienta sobre sustratos calizos y se complementa con madroño. El ambiente es seco, con poco sustrato que pueda retener el agua de la lluvia que se filtra por la caliza. Suele ser refugio de grandes mamíferos.

Este es un bosque de tipo mediterráneo con amplia presencia en la cornisa cantábrica. La especie principal es de hoja perenne, la encina, que da una cosecha de bellotas anual. Las especies acompañantes varían con las condiciones del terreno. En la reserva encontramos masas de encinares en Atxarte y Ereñozar.

La encina se ha utilizado para la producción de carbón y leña. La forma de explotación en Urdaibai ha sido la de cortar el árbol desde la base lo que produce rebrotes y mucho matorral. En los claros se desarrolla el bortal en el que se da el madroño junto al labiérnago negro o el aladierno.[39]

La mayor parte de la superficie de la reserva está ocupada por plantaciones forestales destinadas a la explotación maderera. Son bosques de coníferas y eucaliptos que están sometidos a los procesos propios de la explotación forestal y que impiden la consolidación de cierta vida animal. Su importancia ecológica es escasa.[39]

La gran cantidad de ecosistemas que se dan en el área protegida de Urdaibai hace que la riqueza faunística sea elevada, con 318 especies registradas, sin contar las aves.[5]​ Estas destacan por su presencia e importancia, con 55 especies identificadas de aves acuáticas de las familias ardeidas, anátidas, rállidas, carádridas, escolopácidas y láridas, entre otras.[8]

Los peces que pueblan los cursos fluviales de la reserva difieren con el lugar del curso del río. En la cabecera y tramo alto del curso se encuentra trucha, locha, anguila, cabuxino enano y escallo mientras que en los tramos medios aparecen también barbo y loinas que van haciéndose más abundantes según el río se aproxima a su desembocadura en detrimento de los anteriores. En la ría se dan especies de agua salada como el cabuxino enano, corcón, platija y anguila.[40]

Muy presionados por las condiciones medioambientales y la actividad humana, en Urdaibai hay un buen número de especies de anfibios como salamandras, tritones jaspeados, sapos, ranas bermejas, ranas de San Antonio y ranas patilargas y eslizones tridáctilos.[40]

Hay especies de lagartos y lagartijas como la lagartija ibérica de Izaro y el lagarto verdinegro, así como algunas culebras.[40]

Las aves son el segmento más significativo de la fauna del Urdaibai. La ubicación de la reserva en pleno recorrido migratorio hace de sus marismas un lugar de invernada y paro migratorio (descanso y alimentación) de muchas de las aves que migran entre los continentes de Europa y África. A esta función de refugio se suman las especies sedentarias y las estivales que utilizan la reserva como lugar de nidificación.

Desde 2009, el estudio de las aves de la marisma y alrededores se lleva a cabo a través del Urdaibai Bird Center,[41]​ centro ornitológico de referencia a nivel europeo.[cita requerida] Entre los proyectos que se llevan a cabo se estudian la ecología espacial y uso del hábitat, los movimientos migratorios, la biología, dinámica poblacional y otros aspectos de las aves de este entorno protegido. Mediante el anillamiento científico se procede a la realización de estudios que tienen como objetivo profundizar en el conocimiento de las especies.

Según el último Anuario Ornitológico del humedal de Gautegiz Arteaga realizado por Urdaibai Bird Center, entre las especies más representativas destacan la garza real, la espátula común, el águila pescadora, el avetoro, la cigüeñuela común, el archibebe claro, el zampullín común, la garceta grande, el silbón europeo, el alcotán europeo, el carricerín cejudo y el martín pescador. Todas ellas observables en diferentes momentos del año. Hay que destacar que en Urdaibai hay presencia de especies raras o muy raras en las zonas húmedas españolas como barnacla carinegra, eider común, negrón especulado o pato havelda así como barnacla cariblanca y cisne cantor cuyo número aumenta con la temporada invernal.

Desde la regeneración de la laguna de Orueta en el municipio de Gautegiz Arteaga, la nidificación de especies en Urdaibai ha aumentado. Actualmente se pueden encontrar nidificaciones de porrón europeo, cigueñuela común, zampullín común, ánade azulón o focha común entre otras. Entre los paseriformes destacan la nidificaicón de golondrina común y carricero común en la zona de carrizales y praderios.

Entre los mamíferos podemos distinguir pequeños y grandes. Entre los pequeños mamíferos encontramos en Urdaibai topos, musarañas, topillos rojos, lirones grises, ratillas de campo y diversos ratones de campo.

Los grandes mamíferos son numerosos y hay especies relevantes como el visón europeo que está en peligro de extinción o el lirón gris, el turón y el gato montés que están protegidos. También hay conejos, ginetas, garduñas, musgaño patiblanco, jabalí y corzo. Se puede ver algún visón americano escapado de alguna granja.[40]

Se han identificado 250 especies de insectos que pertenecen a 15 órdenes y 97 familias y 77 especies de arácnidos pertenecientes a 23 familias, estando algunos de ellos protegidos.[11]

En función de las características físicas y ecológicas se califican las siguientes áreas dentro del terreno protegido:

Son las que requieren especial cuidado por acoger los ecosistemas singulares o más frágiles. Se subdivide en.

Son zonas menos frágiles que las anteriores pero también necesitadas de protección al albergar sistemas sensibles y elementos de especial interés. Se subdividen en zonas de protección de litoral y márgenes de arroyos de alto interés naturalístico, paisajístico e histórico; zona de protección de encinares, bosquetes naturales y suelos erosionados; zona de protección paisajística con territorios de alta vulnerabilidad visual y escenográfica y zonas de interés histórico y artístico.

Abarcan los mejores suelos agrícolas de la reserva, donde se intenta conservar el recurso natural controlando la forma de explotación y aprovechamiento. Se subdividen en zona de vegas, zona sobre acuíferos y zona de interés agrario general.

Son terrenos de la cabeceras de los ríos y arroyos sensibles a la erosión por su gran pendiente. En estas áreas se da la explotación de especies forestales comerciales cuya metodología de aprovechamiento puede causar problemas de erosión. Se persigue la compatibilidad del aprovechamiento forestal y la regeneración de la vida silvestre. Las áreas forestales se subdividen en áreas de riesgo de erosión moderados y áreas de riesgo muy alto (suelos con pendientes del 50% o superiores al 30% con litología sensible frente a la erosión).

Son zonas donde la aproximación de edificaciones residenciales forman un núcleo poblacional. Se pretende compatibilizar el mayor y mejor desarrollo con el menor impacto ambiental.

Son zonas de aprovechamiento agrícola, ganadero y forestal muy intervenidas por el ser humano. Estas áreas son importantes para la avifauna migratoria invernante y las posibilidades de desarrollo para el esparcimiento. También tienen la importancia de los aprovechamientos agrícolas, ganaderos y forestales que se han venido produciendo, históricamente, en ellas.

Son zonas donde se ubican las instalaciones necesarias para el desarrollo del territorio y el esparcimiento y recreo. Se busca un impacto ambiental reducido así como su integración en el paisaje.[38]

El nombre con el que ha sido bautizada el área protegida, el de Urdaibai, hace referencia al entorno de la ría y tiene su origen en una casa torre existente a orillas del Oka. Esta casa torre, de la que únicamente quedan ruinas, es conocida popularmente como Torre del Perejil. Fue en los años setenta en los que se comienza a utilizar este nombre para referirse a toda la zona que abarca: ría y tramos costeros correspondientes.

Esta determinación viene a coincidir con la comarca de Busturialdea, es decir "zona de Busturia". Busturia o Vusturia ya aparece en un documento del siglo XIV en el que el Conde de Barcelos hace referencia a una batalla en la que fue vencido el conde asturiano don Moniño siglos antes. La denominación de Busturialdea se utiliza para denominar a la comarca, en un sentido político, mientras que Urdaibai es la denominación de la reserva.

La localidad de Mundaca se asienta en la boca de la ría, siendo Guernica la más relevante de la zona, por lo que, al menos hasta la estandarización del nombre, se han usado las denominaciones de estuario de Mundaca y ría de Guernica.[42]

La población de la comarca de Busturialdea, que coincide prácticamente con la de la zona protegida por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, es de unos 45 000 habitantes que se ubican, en un 80%, en las villas de Guernica y Luno y Bermeo. La presencia humana ha sido continua en la zona desde tiempos prehistóricos, teniendo testimonios basados en hallazgos desde el Paleolítico Superior. Destacan los restos romanos y en especial la necrópolis con enterramientos interrumpidos desde el siglo I hasta el siglo XIX hallada en la iglesia de San Martín de Tours de Fórua.

Las dos poblaciones más grandes son los municipios de Bermeo y Guernica y Luno. Bermeo, es una villa fundada en 1236 y uno de los puertos pesqueros más importantes de Vizcaya. Es la localidad más poblada de la comarca y fue capital del Señorío de Vizcaya desde el año 1476 hasta el 1602. Guernica y Luno está formada por la unión de la histórica villa de Guernica con la anteiglesia de Luno. Guernica, fundada en 1366, es sede histórica de las Juntas Generales de Vizcaya y en ella está la casa de Juntas con el Árbol de Guernica, símbolo de los fueros vascos. También es famosa mundialmente por el bombardeo sufrido en la Guerra Civil Española de 1936, motivo del cuadro de Picasso Guernica.

El resto de las poblaciones son pequeños núcleos que atienden a la histórica demarcación política del señorío de Vizcaya en el que la llamada tierra Llana se organizaba en anteiglesias. Mundaca y Elanchove son poblaciones costeras, la primera de ellas está en la desembocadura del Oka. Ambas poblaciones tienen un origen pesquero aunque el motor económico actual es el turismo.

El caserío es la unidad residencial y de explotación agrícola y ganadera en la que se ha basado tradicionalmente la habitabilidad del la comarca del Busturialdea. Este tipo de interrelación del hombre con el medio ha producido el paisaje de campiña atlántica que conforma buena parte del área del Urdaibai. Dentro del territorio del Urdaibai hay una gran variedad y riqueza de caseríos, todos ellos ejemplos de la arquitectura rural y de gran valor etnográfico.

La economía se basa en la metalurgia, la pesca, la agricultura y la explotación forestal. También hay un sector turístico, centrado principalmente en las playas locales y en los valores naturales de la reserva. Mundaca es especialmente atractivo para los surfistas de todo el mundo.

La zona del estuario de Urdaibai es un lugar con mucha riqueza natural que ha permitido asentamientos humanos desde tiempos prehistóricos. Los yacimientos arqueológicos existentes dan testimonio fehaciente de esa ocupación. Hay restos que permiten mantener la ocupación humana desde el Paleolítico Superior (30000 - 8000 antes de Cristo) hasta la actualidad, pasando por el periodo de ocupación romano.

El hábitat prehistórico utilizado en la comarca ha sido el de la cueva. Antes del Neolítico se desarrolló una cultura basada en la explotación intensiva de todos los recursos que ofrecía el valle, mientras que después el desarrollo de la agricultura y la ganadería fue imponiendo su paisaje.

Los yacimientos son espacios muy frágiles y de especial interés en difundir su información. Estas dos características contradictorias deben ser cuidadosamente equilibradas.

Cerca de la cima del monte Sollube, a 545 m de altitud, se localiza el dolmen Sollubeko Iturri. Tienen una altura de 1,20 m y una estructura tubular de 14 por 12 m de diámetro. Ha sido dañado por trabajos forestales y algunas losas de su cámara funeraria se han desplazado. Fue localizado por J.C. López Quintana y E. Sampedro en 1989.[43]

En Fórua, frente a la cantera de Atxagakoa se halla esta cueva que fue excavada en 1959 y 1960 por José Miguel de Barandiarán. Se han encontrado restos desde el Solutrense (18000 antes de Cristo.) hasta la Edad del Bronce.[44]

A 541 m de altitud en el collado entre el monte Galarei y el Buzterrigana, se ubica el dolmen de Munjozuri. Fue descubierto en 1990 por J.C. López Quintana. Mide 1,10 m de altura y 12 m de diámetro. En una cata se han hallado restos de industria lítica.[45]

La cueva de Santimamiñe es el yacimiento prehistórico más importante de Vizcaya. En ella se halla un gran conjunto de arte rupestre del período Magdaleniense (14 000 y 9 000 años antes de Cristo.). Hay restos arqueológicos desde inicios del Paleolítico Superior, Auriñaciense (30 000 años a. C.), hasta la época final del Bajo Imperio romano.

Ubicada en Cortézubi, en el barrio de Gautegiz-Arteaga, fue descubierta en 1916 y el estudio principal se realizó entre 1918 y 1926 y en él participaron Telesforo de Aranzadi, José Miguel de Barandiarán y E. Eguren. Posteriormente se han realizado más estudios. En 1997 se cerró al público la cámara de pinturas para su protección y en el 2006 la totalidad de la instalación. Desde ese año se realiza un estudio en profundidad del yacimiento.

La cueva de Santimamiñe forma parte del conjunto de yacimientos prehistóricos del arco Atlántico. En la Comunidad Autónoma Vasca hay otros yacimientos que completan un amplio panorama de hallazgos pictóricos rupestres que se suman a los de Asturias, Cantabria y Aquitania.

Se ubica muy cerca de la de Santimamiñe, 100 m más abajo. Fue excavada por José Miguel de Barandiarán y Mario Grande en 1958. Se han hallado restos de uso como recinto sepulcral en la Edad del Bronce y un tesoro romano compuesto por 80 monedas de bronce emitidas entre el año 335 y 408.[46]

El Oppidum de Murelaza, situado en él la cumbre del monte Arrola (como también se le conoce) en el cordal de Gastiburu, junto con el cercano Santuario de Gastiburu, ambos de la segunda Edad del Hierro (S. III a s. I a. C), están considerados como el mayor poblado de la Edad del Hierro de Vizcaya y el más importante del Cantábrico oriental. El cercano Santuario de Gastiburo es un yacimiento especialmente relevante por su construcción y finalidad, relacionada con eventos asamblearios, religiosos y de predicción de las estaciones.

El nombre de Forua hace referencia a su antiguo origen romano, viene de "forum". Hay evidencias arqueológicas de un poblado romano en época de los emperadores Claudio y Nerón (del año 41 al 68). Este poblado está ubicado en la ladera sur de la colina de Elixalde, ocupa una superficie de 15 ha y estaba delimitado por un muro.

Vivió un momento de esplendor durante el siglo II. En el siglo IV se abandonó el poblado y sus habitantes se refugiaron en algunas cuevas vecinas, como la de Peña Forua. La actividad que se realizaba en el poblado era la típica de una sociedad agropecuaria con metalurgia y comercio. Este poblado está relacionado con el puerto romano cercano.

El yacimiento se descubrió en 1982 gracias a la aparición de dos aras romanas de mármol rojo de Ereño con epígrafes latinos.[47]

Durante los trabajos de restauración de la Iglesia de San Martín de Fórua, construida sobre parte del poblado romano, en el año 2005 se realizaron unas excavaciones arqueológicas por iniciativa del departamento de Cultura de la Diputación de Vizcaya. El resultado de esas excavaciones fue el descubrimiento de una necrópolis que alberga enterramientos ininterrumpidos desde la época romana, siglo I, hasta el siglo XIX, cuando se prohibió el enterramiento en el interior de los templos.

La presentación de los resultados de la excavación publicada por la Diputación de Vizcaya en junio de 2006 dice:

Con motivo de los estudios que se realizaron en la comarca de Busturialdea tras el descubrimiento del poblado romano de Forua, en 1986 se descubrieron en el fondo de la ensenada de Portuondo restos de cerámica romana datada entre los siglos I y III de nuestra era. Una búsqueda detallada del origen de dicha cerámica dio como resultado el hallazgo sobre la zona alta del promontorio de Portuondo de los restos de una construcción romana.

En octubre de 1988 los arqueólogos Ana Martínez Salcedo y Mikel Unzueta realizaron la excavación correspondiente, que dio como resultado la ubicación de un espigón de 2 metros de grosor y los restos de otros edificios, algunos en el fondo de la ensenada. Los materiales hallados son similares a los del poblado.

Entre las funciones del puerto estaba la de permitir el comercio por la ría del Oka cambiando de tipo de embarcación (el calado no era suficiente para los barcos de carga).[49]

Tribisburu es un yacimiento de época romana situado en la ladera del monte Sollube en terrenos de los municipios vizcaínos de Bermeo y Busturia. El yacimiento podría ser una necrópolis de incineración datada de los siglos del I al III después de Cristo. Sería la única necrópolis de incineración que se ha hallado en Vizcaya.

Situada en la cumbre del monte Ereñozar guarda a su alrededor una necrópolis medieval y restos de un castillo del siglo XII. Las tumbas están realizadas con grandes sillares, una de ellas está cubierta con una lápida que luce una cruz patada.[50]


Es un horno de cocción de tejas de tiro vertical semiexcavado en el terreno que se ha mantenido en uso hasta el siglo XVII. Fue descubierta en 1982.[51]

La larga historia de los pueblos de las tierras que componen la Reserva de la Biosfera de Urdaibai ha dalo lugar a un rico patrimonio monumental que va desde castillos a molinos y desde iglesias a ferrerías.



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