Callosa de Segura es una ciudad y municipio de la Comunidad Valenciana, España. Está situada al sur de la provincia de Alicante, exactamente en la comarca de la Vega Baja del Segura. Tiene una población de 19.127 habitantes (INE 2020) repartidos sobre una extensión de 24,8 km², siendo así uno de los municipios con mayor población de la comarca de la Vega Baja. La ciudad se encuentra ubicada a 16 metros de altitud sobre el nivel del mar, los cuales ascienden considerablemente a medida que nos acercamos a las proximidades de la Sierra de Callosa.
En su término municipal se encuentra también la Sierra de Callosa, la cual constituye una de las más representativas formaciones montañosas de la provincia de Alicante. Además, el municipio se caracteriza por ser el mayor productor nacional de redes y cabos, dando lugar a un gran sector industrial, el cual repercute de manera positiva en la cantidad de empleo creado en la ciudad, así como también en municipios limítrofes.
En el siglo XVIII, el historiador oriolano José Montesinos Pérez y Martínez de Orumbella, catedrático de Gramática en la Universidad de Orihuela, aseguraba que el topónimo “Callosa” provenía del griego, con el significado de “lugar hermoso”.
En el siglo X ya se encuentra geográficamente consignada como Qalyusa, y posteriormente con las castellanizaciones “Caloixa”, “Caloxa” o “Caloja”, por lo que probablemente el término deriva del árabe القلعة (al-qal‘atu, el castillo) y lawša (roca).
Callosa ostenta la categoría histórica de Ciudad, con los títulos de "Real, Fidelísima e Ilustre". De Felipe IV obtuvo el título de Villa Real en 1638. Fernando VII le otorgó los títulos de «Fidelísima» en 1808 y de «Ilustre» en 1825. Fue Alfonso XIII el que, en 1925, la elevó a la categoría de Ciudad.
Trae por armas un escudo con fondo o campo de oro y, emergiendo, en su pie, un pino sinople, envuelto el tronco en lenguas o llamas de fuego, amarrado al mismo, un can en actitud gallarda, como símbolo de fidelidad, sobre el tronco, un escudete, en jefe, con las barras de Aragón, coronado ducal o marquesal; otra corona igual sobre el pino, y el escudo, surmontado de otra corona mayor, de igual guisa; el escudo, a sus lados, va ornado con dos tambores y dos banderas con los colores de la corona de Aragón, signo de asistencia a acciones de guerra por parte de la villa.
La localidad se encuentra en la zona norte de la comarca alicantina de la Vega Baja del Segura, limitando geográficamente al norte con los municipios de Cox, Granja de Rocamora, Albatera y Crevillente, al sur con Redován y Orihuela, al este con Catral y, al oeste con la sierra a la que da nombre, en cuyos pies podemos hallar el núcleo urbano. Teniendo también una especial relevancia su cercanía con el municipio de Rafal, el cual se encuentra separado del término municipal callosino por una distancia de 2 km, debido a la interrupción geográfica de la pedanía oriolana de El Badén. Además, cuenta con un importante núcleo de población separado totalmente del término municipal, que adquiere la consideración de pedanía rural, como es "La Callosilla", la cual se encuentra anexa a la partida rural de la "Virgen del Camino", situada entre las poblaciones de Granja de Rocamora y La Murada.
Pese a contar con una población ligeramente inferior a los 20.000 habitantes, forma una pequeña conurbación comarcal de más 45.000 habitantes en un radio de menos de 3km junto a los municipios limítrofes de Cox, Granja de Rocamora, Redován, Rafal y las pedanías oriolanas de El Badén, El Serriche y El Mudamiento. Todo ello otorga al municipio una gran relavancia tanto a nivel provincial como a nivel autonómico, constituyendo uno de los principales núcleos poblacionales del sur de la Comunidad Valenciana.
La Sierra de Callosa constituye un impresionante macizo de piedra caliza de apariencia escarpada constituyente de una de las zonas más meridionales del Sistema Bético, junto a la vecina serranía de Orihuela. La misma alcanza su mayor punto de altitud en el Pico del Águila, con una altura de 578 msnm, donde contrasta de manera imponente con la llanura aluvial de la comarca del Bajo Segura. Su situación geográfica y climática le otorga unas características paisajísticas muy singulares, propias de un clima semiárido, a pesar de hallarse sobre una distancia de 18 km de la costa.
Con respecto a su fauna cabe destacar la presencia de una abundante población mamíferos entre las cuales podemos observar ejemplares de cabras silvestres, así como de zorros, conejos, liebres, erizos comunes, ratones de campo, ardillas rojas, gatos monteses, ginetas y lirones carleto, entre otros. Así también cuenta una amplia variedad de reptiles y anfibios como lagartijas ibéricas, lagartijas colilargas, salamanquesas, largatos ocelados, culebras bastardas, culebras de herradura y sapos corredores. Entre los ejemplares de aves resaltan las águilas perdiceras, los búhos reales, cernícalos vulgares y halcones pelegrinos.
El Paraje Natural Municipal de "La Pilarica" constituye un enclave natural montañoso enclavado en la parte media-baja de la Sierra de Callosa con una extensión de 143,44 hectáreas, ostentando desde el año 2005 la categoría de Paraje Natural Municipal de la Comunidad Valenciana. En el mismo se hallan numerosas rutas de senderismo con diversas dificultades que oscilan desde niveles medio-bajo, hasta rutas con un alto nivel técnico debido a las abruptas paredes que caracterizan sus montañas. Entre las mismas cabe destacar la ruta al Pico del Águila y a su peculiar refugio de montaña ubicado en la parte más alta de la sierra, así como las rutas senderas de la Plana o San Bernardo, desde las cuales se puede obtener una vista panorámica de gran parte de la provincia de Alicante, así como de la vecina Región de Murcia.
Situada en la falda de la sierra, exactamente en el enclave de solana de la misma, constituye uno de los principales destinos turístico-ambientales del municipio, albergando numerosas instalaciones deportivas de escalada y senderismo, así como diversas áreas recreativas y lúdicas en el entorno natural aptas para toda la familia. Entre las mismas cabe destacar la Vía Ferrata de Callosa de Segura, la cual constituye la instalación ferrata más grande de la Comunidad Valenciana, así como la segunda mayor de España, donde también se encuentra ubicado el puente más largo del país con una longitud de 100 metros, con dificultades que oscilan desde niveles K3 hasta niveles K5.
Sin duda es uno de los elementos más representativos del municipio, así como del resto de la comarca, ya que refleja nítidamente la tradición y la herencia cultural de la misma. Los árboles frutales más representativos del campo callosino son los naranjos y limoneros, seguidos muy de cerca por el cultivo de hortalizas, donde destacan las plantaciones de alcachofas (recibiendo el nombre popular de "alcaciles" en la variedad dialectal de la comarca del Bajo Segura), coliflores, judías (también conocidas como "bajocas"), patatas y habas, entre otras muchas.
La primera evidencia de un poblamiento importante en el término de Callosa la tenemos en el yacimiento arqueológico de Laderas del Castillo, perteneciente a la Edad del Bronce y adscrito a la Cultura argárica, considerada la primera civilización metalúrgica de la península ibérica (ca. 1800-1200 a. C.). Fue excavado a comienzos del siglo XX por el jesuita Julio Furgús y, ya en los años treinta, por Josep Colomines, conservador del Museo Arqueológico de Barcelona. Por su extensión, su situación y las estructuras y materiales hallados en él, se cree que fue un poblado de capital importancia dentro de la civilización argárica. Parte de los objetos encontrados se expone en el museo arqueológico local, aunque la mayoría se hallan en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) y en el Museo de Arqueología de Cataluña (sede de Barcelona).
El origen del enclave urbano que es hoy Callosa de Segura está en el periodo medieval islámico. La primera referencia escrita a Qalyusa, la Callosa islámica, la tenemos en la crónica titulada Tarsi al-ajbar del geógrafo andalusí Al-Udri, del siglo XI. Hace referencia al levantamiento de Al-Saij al-Aslami al-Jazai, quien "se sublevó en Qalyusa perteneciente a la Cora de Tudmir" contra el califa Abderramán III en el año 924. Durante los cinco siglos y medio de dominio islámico, Callosa, en la cora de Tudmir (con capital en Orihuela, primero, y en Murcia, después), fue un hisn o ciudadela fortificada, dentro de la cual podrían refugiarse, junto a sus moradores, los habitantes de las alquerías del llano en caso de peligro, contando con una guarnición armada para su defensa. Su población residía a los pies del castillo, en las calles más próximas al lugar que hoy ocupa el santuario de San Roque. Su ubicación respondía a la necesidad estratégica de controlar visualmente el territorio circundante y facilitaba su defensa en caso de ataque.
En 1265, con motivo de una revuelta mudéjar en todo el reino taifa de Murcia (bajo protectorado castellano desde 1243), cuya frontera septentrional estaba en la línea Biar-Jijona-Busot-Villajoyosa, Callosa fue conquistada a los musulmanes por Jaime I de Aragón, suegro del rey castellano Alfonso X, pasando así defenitivamente a manos cristianas. La plaza de Callosa fue conquistada el 11 de noviembre de 1265, festividad de San Martín de Tours, a quien fue consagrada la hasta entonces mezquita. Una vez reprimida la rebelión, el territorio murciano fue repoblado de colonos cristianos catalanes, castellanos y aragoneses y devuelto al rey Alfonso X, pasando el reino de Murcia a formar parte de la Corona de Castilla como un territorio más.
En 1296, Jaime II de Aragón conquista el reino de Murcia. No obstante, con la Sentencia Arbitral de Torrellas de 1304 y, un año después, el Tratado de Elche, el rey aragonés renuncia al reino murciano al mismo tiempo que pasan a formar parte del reino de Valencia las comarcas del valle del Vinalopó, del campo de Alicante y de la Vega Baja del Segura. Hay que tener en cuenta que la mayoría de la población de estas tierras era ya de origen catalano-aragonés. La frontera entre ambos reinos apenas si variaría en tiempos posteriores, de tal manera que coincidiría aproximadamente con la actual entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. Así, Callosa, como lugar de Orihuela, pasó a formar parte definitivamente del reino de Valencia, el cual quedó dividido a partir de entonces en dos gobernaciones generales, la de Valencia y la de Orihuela, para su mejor administración política.
En 1488, los Reyes Católicos celebraron Cortes en Orihuela, en las cuales se trató de la futura conquista del reino de Granada. El municipio oriolano contribuyó a esta empresa con un contingente de quinientos hombres, de los cuales alrededor de sesenta eran vecinos de Callosa.
A finales del reinado de Carlos I, el lugar de Callosa fue elevado al rango de universidad, pero sin dejar de depender del consell o concejo de Orihuela. Finalmente, en 1579 obtuvo de Felipe II la independencia plena con el nombre de Callosa de Oriola, siendo su primer justicia (actual alcalde) Luis de Almunia. Felipe IV la elevó a villa real en 1638 y cambió definitivamente su nombre por el de Callosa de Segura, y en 1645 le otorgó entrada y voto en las Cortes valencianas (las de ese año fueron las últimas celebradas en época foral).
A partir de mediados del siglo XVII, una serie de epidemias de peste diezman la población de toda la comarca provocando una crisis demográfica de gran calado. Esto provocó la llegada de numerosos colonos procedentes de Murcia, que no sufrió tales epidemias y cuya población había crecido a lo largo del siglo, comenzando así el proceso de desplazamiento lingüístico del valenciano en favor del castellano en la comarca de la Vega Baja del Segura.
Fernando VII le otorgó los títulos de “Fidelísima” en 1808, por la lealtad demostrada durante la Guerra de Independencia, y de “Ilustre” en 1825, por las personas de prestigio y renombre que vivían en el lugar. Apenas sufrió los efectos del grave terremoto que sacudió la Vega Baja el 21 de marzo de 1829 y que arrasó localidades como Torrevieja, Almoradí o Guardamar, gracias a estar situado el núcleo de población sobre el estrato rocoso de la sierra. De ese hecho quedó una grieta en el muro Este de la Iglesia Arciprestal de San Martín.
En el Diccionario de Madoz (1845-1850) aparece la siguiente descripción:
A lo largo de los siglos XVIII y XIX, el aceite y el cáñamo, utilizado en la fabricación de alpargatas, cabos y redes, eran el motor de la economía local.
En 1925, Alfonso XIII visitó la villa, para la cual le fue demandado el título de Ciudad, finalmente concedido por Real Decreto publicado en la Gaceta de Madrid, precursora del Boletín Oficial del Estado:
La industria artesanal del cáñamo, que empleaba a la mayor parte de la población local, entró en crisis en los años sesenta del siglo pasado, a raíz de la cual muchos vecinos hubieron de emigrar a Francia y, en menor medida, a Alemania y Suiza. Posteriormente, la industria de hilos, cabos y redes se reconvirtió con el uso de fibras sintéticas, convirtiendo al municipio en primer productor nacional.
La demografía de Callosa de Segura se reparte entre el núcleo urbano, situado en el centro del municipio, y diversos barrios rurales como Los Dolores, Lo Cartagena, El Cementerio, El Palmeral, San José, también conocido como La Frasquitina, y la Vereda de los Cubos. Además, cuenta con un importante núcleo de población separado totalmente del término municipal, que adquiere la consideración de pedanía rural, como es la población de "La Callosilla", la cual se encuentra anexa a la partida rural de la Virgen del Camino, situada entre los municipios de Granja de Rocamora y La Murada.
Pese a que el municipio cuenta con una población ligeramente inferior a los 20.000 habitantes, forma una pequeña conurbación comarcal de más 45.000 habitantes en un radio de menos de 3 km junto a los municipios de Cox, Granja de Rocamora, Redován, Rafal y las pedanías oriolanas de El Badén, El Serriche y El Mudamiento. Todo ello otorga al municipio una gran relavancia tanto a nivel provincial como a nivel autonómico, constituyendo uno de los principales núcleos poblacionales del sur de la Comunidad Valenciana.
La economía callosina se basa en el sector servicios, la industria y la agricultura. La industria más destacada es la fabricación de hilos, cuerdas y redes (herencia de la tradicional manufactura del cáñamo) que pone a Callosa como el primer productor mundial de cuerdas y redes. También tiene importancia el calzado. La agricultura, aunque actualmente ocupa a un porcentaje reducido de la población local, sigue definiendo el paisaje callosino, siendo los cítricos, las hortalizas (alcachofa y brécol, fundamentalmente) y, en menor medida, el trigo, los principales cultivos de su fértil huerta.
La Escuela de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, en colaboración con el ayuntamiento, promueve el aprendizaje de los oficios tradicionales del cáñamo con el objetivo de garantizar su supervivencia y mantener una plantilla de voluntarios para las demostraciones que se realizan desde hace décadas en Callosa y, más recientemente, en ferias como Spannabis.
El casco antiguo de la ciudad, ubicado al pie de la Sierra de Callosa, mantiene su estructura de las épocas medieval y moderna. En su seno se encuentra la mayor parte de los edificios de interés histórico y cultural:
Callosa de Segura se caracteriza por disponer de una accesibilidad muy variada y eficiente, con unas modernas comunicaciones. Se encuentra situada en un punto estratégico, no solo por su proximidad a ciudades de tradición turística, sino también porque posee buenas vías de comunicación con las ciudades más importantes de las provincias limítrofes de Murcia y Alicante.
El acceso por carretera a la ciudad puede hacerse fundamentalmente por varias vías: tomando la autovía del Mediterráneo A7 (salida Granja de Rocamora), a través de la carretera N-340 y con la que da acceso a la ciudad, la C.V. 900. Otros ejes de comunicación son la CV-311 por Rafal y la CV-313 por Catral.
Al llegar a Callosa de Segura, es posible comprobar un renovado y mejorado sistema de accesos a la ciudad, con rápidas y sutilmente decoradas circunvalaciones, que conectan con precisión todos los puntos neurálgicos de la ciudad y sus alrededores.
Con respecto al desplazamiento en autobús, existen varias empresas que ofrecen un servicio regular y diario, que enlaza con las ciudades de Alicante, Murcia y Torrevieja, así como con el resto de municipios a su paso.
Además, dispone de línea de autobús urbano que permite conectar distintos puntos de la ciudad, pudiendo también hacer uso del servicio de taxis.
En lo que a transporte en tren se refiere, la ciudad posee una estación de cercanías, siendo uno de los medios de transporte más utilizados por los ciudadanos del municipio. Este pone en comunicación a Callosa con Alicante y Murcia en una serie de servicios diarios. Es un importante nudo de conexiones con las ciudades anteriormente mencionadas.
El aeropuerto más cercano a Callosa de Segura es el de Alicante-Elche, con enlaces desde las principales ciudades europeas.
El municipio de Callosa de Segura cuenta con una amplia variedad de centros educativos a lo largo de su extensa geografía municipal, entre la cual podemos encontrar centros educativos de carácter concertado, público y privado.
La localidad cuenta con siete colegios de educación infantil y primaria, así como con una escuela infantil destinada a niños de 0 a 3 años con carácter público, ubicada junto al parque municipal San Roque.
•C.E.I.P. La Paz
•C.E.I.P. Rafael Altamira
•C.E.I.P. Primo de Rivera
•C.E.I.P. San Roque
•Colegio Rural Agrupado "Azahar de la Callosilla", ubicado en la pedanía de "La Callosilla - Virgen del Camino".
•Escuela Infantil Municipal "Maestra Carmen Baeza"
•Colegio Concertado "La Purísima"
•Escuela Infantil y Primaria "La Monsina"
El municipio de Callosa de Segura cuenta con dos institutos de carácter público destinados a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), al Bachillerato y a la Formación Profesional de nivel Básico, Medio y Superior. Además, el centro concertado "La Purísima", dispone de servicios en Educación Secundaria.
•I.E.S. Santiago Grisolía
•I.E.S. Vega Baja
La gastronomía callosina se caracteriza por participar en la cocina de huerta de la Vega Baja del Segura, siendo típicos una gran variedad de platos, muchos de ellos endémicos de la cultura del municipio como es el popular arroz con costra, así como también el "bacalao meneao" (elaborado fundamentalmente en Navidad) y las tortas de sal (donde actualmente encontramos una serie de variedades de las mismas con diversos ingredientes). Además, es importante resaltar las típicas belitreras, el cocido con pelotas, el "arroz de los tres puñaos" o conocido también con el nombre de "arroz de vigilia", los cucorrones, olla viuda, gachas con arrope (popular en la cocina del día de "Todos los Santos"), almojábenas, tortas de calabaza con miel, pasteles de gloria y monas (típicas en las panaderías y supermercados del municipio durante todos los jueves de Carnaval, exactamente entre el día de San Antón y miércoles de Ceniza, así como también durante los lunes de Pascua).
En cuanto a la confección de dulces navideños, la localidad se caracteriza por la producción de "tortas escaldás", tortas de manteca, "relentaos", "almendraos" y las conocidas pastas floras.
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