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Comunidad Foral Navarra



Navarra (en euskera, Nafarroa), denominada oficialmente Comunidad Foral de Navarra (en euskera, Nafarroako Foru Komunitatea),[5]​ es una comunidad foral[nota 1]española situada en el norte de la península ibérica. Limita al nordeste con el departamento francés de Pirineos Atlánticos, al noroeste con el País Vasco (provincias de Álava y Guipúzcoa), al este y sureste con Aragón (provincias de Huesca y Zaragoza) y por el sur con La Rioja. El municipio de Petilla de Aragón constituye un enclave rodeado totalmente por territorio zaragozano.

La actual Comunidad Foral de Navarra abarca el territorio correspondiente a la Alta Navarra del Renacimiento; la Baja Navarra forma parte del llamado «País Vasco francés».

Históricamente, además, mantuvo sus instituciones y estatus de reino formalmente hasta 1841 fecha en la cual, a todos los efectos, era una provincia más dentro de España aunque siguió manteniendo una alta autonomía fiscal, sin solución de continuidad, y algunas de tales instituciones. A diferencia del resto de autonomías, su amejoramiento del fuero constituye la parte equivalente de los estatutos autonómicos en otras regiones ya que no tuvo necesidad como ellos, de constituirse como autonomía, sino que, con apoyo en la disposición adicional de la Constitución española de 1978 que reconocía su régimen foral, adecuó su legislación al nuevo régimen constitucional.

Está compuesta por cinco merindades y 272 municipios y cuenta con una población de 654 214 habitantes (INE 2019), de la que aproximadamente un tercio vive en la capital, Pamplona (197 138 habitantes), y más de la mitad en el área metropolitana de la misma (328 511 habitantes).

La primera vez de la que se tiene constancia escrita del término Navarra es en el siglo IX, en la obra Vita Karoli Magni[6][7]​ escrita por Eginardo, donde se describen las intrusiones del rey franco Carlomagno hasta el río Ebro. Según Jean-Baptiste Orpustan, el topónimo Navarra deriva del vocablo naba, de origen prerromano, probablemente protovasco, cuyo significado sería el de ‘tierra llana rodeada por montañas’,[8][9]​ aplicable a Pamplona y su entorno.

En cambio, según Alfonso Irigoien, procede del vasco nabar ‘color pardo’, que se usó como nombre de persona y más tarde pudo usarse como gentilicio, nafar/napar, y pasar al romance como «navarro». Aplicado al país sería Terra navarra ‘tierra de los pardos’ o ‘tierra parda’, y finalmente se simplificaría como el topónimo «Navarra».[10]

En la etapa prerromana, la zona que ocupa la actual Navarra estaba habitada por los vascones. La zona del valle del Ebro fue romanizada con la expansión del Imperio romano; no así la zona pirenaica. Tito Livio fue el primero en redactar una reseña historiográfica de los vascones, quienes se relacionaron con Roma de varias formas, incluso formando parte de sus ejércitos. Fueron los romanos quienes "dividieron" en dos el territorio vascón: llamaron Ager Vasconum a la zona llana, a orillas de los ríos Ebro, Ega, Arga y Aragón, caracterizándola con una vida basada en la agricultura; y Saltus Vasconum a la zona del norte, describiéndola como pastoril.

Con la caída de Roma, en la península entraron una serie de pueblos germánicos, entre ellos los visigodos. Estos acabaron creando un reino cristiano con capital en Toledo en la antigua Hispania romana. Los visigodos también entraron en contacto con los vascones, menos romanizados que la mayor parte de los habitantes del territorio peninsular.

Lo que hoy conocemos como Navarra se estructuró tras la invasión musulmana de la península en el siglo VIII y el fin del poder godo. El norte de la comunidad permaneció poco tiempo bajo dominio musulmán y pronto se organizó en un núcleo cristiano de fugaz sometimiento al Imperio carolingio y con centro en la ciudad de Pamplona, población fundada en época romana como Pompaelo por Pompeyo sobre un asentamiento vascón preexistente denominado «Bengoda». Su primer soberano conocido fue Íñigo Íñiguez —o Íñigo Arista («Enneco Cognomento Aresta»)—, cabeza conocida de la primera dinastía navarra. De este modo se conformó el Reino de Pamplona, más tarde llamado Reino de Navarra.

En el sur, un noble hispano godo oriundo de la zona (Casius) pactó con los invasores musulmanes y se convirtió al islam, consiguiendo así continuar señoreando esa zona del valle del Ebro y prolongando este poder entre los de su estirpe (los Banu Qasi), que durante generaciones afirmarán su poder en el sur del actual territorio navarro, aliándose con los Arista en diversas ocasiones en contra del poder central del emirato cordobés, o del afán expansionista del Imperio carolingio.

Tras unos primeros años de expansión y la posterior merma territorial a manos de Castilla y Aragón, el Reino de Navarra se estabilizó con dos territorios diferenciados: la Alta Navarra, al sur de los Pirineos y en la que se encontraba la capital y la mayor parte de la población y los recursos, y la Baja Navarra o Navarra Continental, al norte de la cordillera pirenaica.

El reino navarro colaboró activamente en el proceso histórico llamado Reconquista. Famosa es la participación del monarca navarro en la batalla de las Navas de Tolosa, que supuso el principio del fin de la dominación musulmana de la península y se dice que es origen del actual escudo de Navarra.

En su etapa de mayor expansión territorial, durante la Edad Media, el reino abarcó territorios atlánticos y se expandió más allá del río Ebro, hacia territorios situados en las actuales comunidades autónomas de Aragón, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, País Vasco y las regiones administrativas francesas de Aquitania y Mediodía-Pirineos, en las antiguas provincias de Gascuña y Occitania. Las capitales vascas de Vitoria y San Sebastián fueron fundadas por el rey navarro Sancho VI el Sabio.

El fin de la independencia del reino se produjo cuando Fernando el Católico realizó la conquista militar en el verano de 1512 con distintas resistencias, controlando el reino en unos dos meses. Se realizaron varios intentos de recuperar la independencia en los años siguientes y finalmente Carlos I de España se replegó de la Baja Navarra por su difícil control. Por lo que esta porción siguió siendo independiente manteniendo la dinastía de Foix, hasta que se asoció dinásticamente a la Corona francesa al subir su rey, Enrique III, al trono galo. Así, los monarcas franceses se intitularon «Reyes de Francia y de Navarra». La unión del reino de Navarra a Francia, puramente una unión dinástica, se hizo conservando siempre sus propias instituciones (así, cuando Luis XVI convocó los Estados Generales de Francia, Navarra no envió formalmente diputados a estos, sino al rey en persona, de modo independiente y con su propio Cuaderno de agravios).[12]​ Sin embargo, su estatus diferenciado dentro de la Corona terminó en 1789,[13]​ al ser abolido como reino. Por otra parte, la Navarra peninsular o Alta Navarra se convirtió en uno más de los reinos y territorios de la Corona de Castilla y finalmente de la Monarquía Hispánica, estatus que conservó, gobernada por un virrey, hasta 1841, fecha en la que pasó a ser considerada «provincia foral» española mediante la posteriormente denominada Ley Paccionada, tras la Primera Guerra Carlista.

Durante los comienzos del liberalismo en España, en Navarra hubo grandes destacados entre sus promotores y detractores (los carlistas). Pascual Madoz fue un político liberal, Ministro de España. Espoz y Mina fue un destacado militar liberal que combatió el carlismo.

El título del príncipe heredero o princesa es Príncipe de Viana, o Princesa de Viana, que hoy en día ostenta Leonor de Borbón, hija y heredera del rey Felipe VI de España.

La actual Comunidad Foral de Navarra procede del antiguo Reino de Navarra, que estuvo vigente hasta 1841 y del cual emana su particular régimen de autogobierno, denominado Régimen Foral. La organización jurídico administrativa actual se basa en el Amejoramiento de 1982, que supuso la adaptación de la tradición foral a la Constitución Española de 1978, concretamente en virtud de la disposición adicional primera de esta última, que reconoce y ampara los derechos históricos.

Excepto en los tiempos de expansión del Reino de Navarra, desde el siglo XVI hasta principios del XX había sido una pequeña región agraria de poco desarrollo socioeconómico. Actualmente, Navarra es una de las comunidades de mayor riqueza relativa y bienestar socioeconómico.«Navarra 2017». Consultado el 18 de octubre de 2017. 

En 1910, la Diputación de Navarra aprobó el diseño del escudo y de la bandera de Navarra, que siguen vigentes al quedar reconocidos por la "Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra" (LORAFNA), de 10 de agosto de 1982. Por lo tanto, según el Amejoramiento y la Ley Foral 24/03 los símbolos de Navarra son:

Es el históricamente llamado Himno de las Cortes, que debe su origen a la Marcha para la entrada del Reino, pasaclaustro barroco que se interpretaba en el claustro de la Catedral de Pamplona al paso de las Cortes de Navarra, con motivo de la celebración de sus sesiones.

tierra brava y noble,
siempre fiel,
que tiene por blasón
la vieja ley tradicional
Por Navarra
pueblo de alma libre
proclamemos juntos
nuestro afán universal
En cordial unión,
con leal tesón,
trabajemos y hermanados
todos lograremos.
honra, amor y paz.

lur haundi ta azkar,
beti leial,
zure ospea da
antzinako lege zaharra
Nafarroa,
gizon askatuen sorlekua,
zuri nahi dizugu gaur
kanta
Gaiten denok bat,
denok gogo bat
behin betiko iritsi dezagun
aintza, bake eta
maitasuna

El escudo de armas de Navarra es el emblema heráldico que durante siglos ha identificado a Navarra, a sus antiguos soberanos y a sus instituciones, siendo adoptado como uno de los símbolos oficiales de la comunidad según reconoce tanto la ley orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra como regulado por la Ley Foral 24/2003 de 4 de abril que regula los símbolos de Navarra, que en su artículo 7.1 lo blasona o describe del siguiente modo:

Tradicionalmente las cadenas son atribuidas a las que el rey navarro Sancho VII el Fuerte trajo como recompensa de la batalla de las Navas de Tolosa y cuyos eslabones se hallan en varios puntos. En la Colegiata de Roncesvalles se encuentran las que fueron entregadas por el propio monarca, cuyos restos reposan en el mausoleo de la capilla de San Agustín. Otras partes de las cadenas fueron a parar al monasterio de Irache y otra a la Catedral de Santa María de Tudela, lugar natal de aquel rey de enorme estatura. Según la leyenda, las cadenas proceden de aquella batalla y encadenaban a cristianos cautivos rodeando la tienda del rey Miramamolín, siendo el rey Sancho el que rompió las cadenas. No obstante, las cadenas figuran con anterioridad a esa batalla en distintas partes de Navarra.

La esmeralda representa la que fue robada supuestamente al rey Miramamolín en dicha batalla y se conserva en la Real Colegiata de Roncesvalles.

No obstante las investigaciones recientes dan un origen muy diferente a las armas navarras que fueron posteriores a dicho monarca concretamente a su sobrino y sucesor Teobaldo I de Champaña y originalmente se blasonaron como carbunclo y no es hasta el siglo XIV en tiempos de Carlos III el Noble en que se empezaron a blasonar como cadenas y posteriormente se atribuyeron a dicha batalla recogida por primera vez en las «Crónicas de los Reyes de Navarra» escritas por Carlos de Viana.[14]

La Ley de Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra (LORAFNA), de 10 de agosto de 1982, establece en su artículo 7.2:

"La bandera de Navarra es de color rojo, con el escudo en el centro."

Navarra se encuentra situada en el norte de España. Limita al norte con el departamento francés de Pirineos Atlánticos, en la región de Nueva Aquitania, al oeste con la comunidad autónoma del País Vasco, al sur con La Rioja y al este con Aragón. La geografía de Navarra es, a pesar de su reducido tamaño, muy variada. La mitad norte del territorio es montañosa, dominado por la cordillera pirenaica, en tanto que, en claro contraste, la mitad sur de Navarra (La Ribera) es territorio llano dominado por las llanuras aluviales valle del Ebro

En el relieve de Navarra se diferencian dos zonas: Al norte la zona montañosa del Pirineo navarro, accidentada y abrupta, con una pendiente media del orden de 10-20 % y la cota más alta en la Mesa de los Tres Reyes (2438 m s. n. m.). Y al sur, la Ribera, zona de extensas llanuras con pendientes medias en general inferiores al 5 %. Entre ambas hay una zona de transición llamada Navarra Media o Zona Media, con sierras en su parte norte y amplias llanuras al sur con una pendiente de entre el 5 y el 10 %.

Estas dos zonas están separadas por una línea que, partiendo de la Sierra de Codés, continúa por Santiago de Lóquiz, Andía, Echauri, Perdón, Aláiz, Izco, Leyre y Navascués. En la Montaña predominan los terrenos con una altitud superior a los 600 m s. n. m., aunque también existen algunos terrenos que no la alcanzan. En la Ribera, sin embargo predominan los inferiores a 400 m s. n. m., aunque algunas áreas superan incluso los 600 m s. n. m. (Sierra de Peralta, Bardena Negra, Montes del Cierzo). Aproximadamente, el 40 % del territorio navarro está por encima de los 600 m s. n. m.. y el 60 % restante por debajo. También forman parte de su relieve en su parte noroccidental las estribaciones de los Montes Vascos.[16]

En Navarra existen dos vertientes hidrográficas: La Vertiente Cantábrica y la Mediterránea.

La Vertiente Mediterránea ocupa aproximadamente 9000 km² lo cual supone un 90 % del territorio navarro. Los ríos de esta vertiente vierten sus aguas al mar Mediterráneo a través del río Ebro el cual discurre unos 90 km² por la comunidad marcando en gran parte de este recorrido el límite con la comunidad autónoma de La Rioja. Este río recibe las aportaciones de los principales ríos de Navarra: El Arga, El Ega y el Aragón, como cuencas principales, además de otras tres menores, Linares, Alhama y Queiles, aportándole 4180 hm³ lo cual supone el 23 % del caudal medio.[17]

La Comunidad Foral cuenta con 24 estaciones de aforo (4 en la vertiente cantábrica y 20 en la mediterránea) con el objetivo de controlar los caudales de ríos y acuíferos, registrar sus evoluciones y poder realizar previsiones en base a modelos matemáticas que se apoyan sobre la ocurrencia y evolución futura, al mismo tiempo que ejercen una función como red de alarma y aviso ante posibles crecidas con el fin de mitigar en la medida de lo posible los daños producidos por avenidas, riadas e inundaciones. Estas estaciones se complementan con las propias de la Confederación Hidrográfica del Norte y del Ebro respectivamente.[18]

Desde el punto de vista climático, Navarra es una mezcla de influencia montañesa de los Pirineos y mediterránea del valle del Ebro, habiendo una gran diferencia entre el clima del norte (mucho más húmedo y con precipitaciones frecuentes), al clima del sur (más mediterráneo y con temperaturas más altas y precipitaciones más esporádicas), pasando de los húmedos valles cantábricos del norte a las áridas y esteparias Bardenas Reales a orillas del río Ebro en pocos kilómetros.

La Comunidad Foral de Navarra ocupa en el año 2018 el puesto 15.º como comunidad autónoma más poblada con una población de 647 554 habitantes. Tiene una densidad de población de 62,32 hab./km².

Los datos de la pirámide de población de 2010 se pueden resumir así:


A lo largo del siglo XX la población de Navarra aumentó de 307 669 a 556 263 habitantes. El ritmo de crecimiento fue lento hasta que en los años 60 se produjo un importante desarrollo industrial en Navarra, especialmente concentrado en el área metropolitana de Pamplona que convirtió a la comunidad foral en receptora de inmigrantes. Esta fuerte evolución se mantuvo hasta los años 80, década en la cual se produjo una importante reducción de la tasa de natalidad que llegó a cifras preocupantes en los años 1990, particularmente en el periodo comprendido entre 1990 y 1996. A partir de ese año se vuelve a apreciar un fuerte incremento de la población debido a la llegada de inmigrantes extraeuropeos y la tasa de natalidad sigue desde entonces aumentando.[20]

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.[21]      Población según el padrón municipal de 2018 del INE.[22]

Población por municipio (2018)

Densidad de población por municipio (2018)

Crecimiento de la población por municipio entre 1998 y 2008.

Crecimiento de la población por municipio entre 2008 y 2018.

Más del 50 % de la población de Navarra se concentra en torno al área metropolitana de Pamplona. La zona de la Ribera del Ebro está compuesta por municipios bastante poblados, generalmente entre los 1000 y los 6000 habitantes, de manera que es una zona demográficamente activa, tras el núcleo metropolitano de Pamplona es el segundo núcleo poblacional de la provincia. Por otra parte las comarcas de Estella y Sangüesa están formadas por municipios poco poblados y demográficamente regresivos. De los 272 municipios de Navarra 153 tienen menos de 500 habitantes, 36 entre 500 y 1000, 71 entre 1000 y 10 000 y 12 más de 10 000.Los 20 municipios más poblados de Navarra son los indicados en la siguiente tabla. Datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística en 2018, con denominación oficial del municipio indicada por el I.N.E.:

La provincia de Navarra es la 22.ª de España en que existe un mayor porcentaje de habitantes concentrados en su capital (30,74 %, frente al 31,96 % del conjunto de España).

En la Edad Media y durante la vigencia de la Diputación Provincial las Merindades tuvieron protagonismo como ente territorial e incluso como demarcación electoral (desde 1841 hasta el final del franquismo, la merindad desempeñó funciones de circunscripción electoral para las elecciones provinciales de los diputados forales; también fue la circunscripción electoral utilizada en la elección de los integrantes del Parlamento Foral en la legislatura autonómica 1979-1983). Actualmente las merindades carecen de competencias administrativas, si bien sus territorios coinciden con los actuales partidos judiciales (aunque en dos de ellas cambia la ciudad de referencia).

Navarra se ha dividido históricamente en merindades:

Hasta 1530, el Reino de Navarra (en España) incluyó también el territorio de Baja Navarra, conocida general pero impropiamente como Sexta Merindad o Merindad de Ultrapuertos, ya que se gobernaba desde Sangüesa. Su ciudad más importante es San Juan Pie de Puerto. A la Baja Navarra perteneció también el actual municipio español de Luzaide/Valcarlos.

Navarra se divide a efectos geográficos en tres comarcas diferenciadas por la geografía de la zona. Esta división comarcal de Alfredo Floristán Samanes y Salvador Mensua Fernández sigue criterios relacionados con el relieve, el clima, la vegetación y a veces, la historia.[25]

Esta zonificación de carácter general fue definida en el estudio de prospectiva "Navarra 2000", es reiteradamente utilizada y es incluso aceptada formalmente por otras instituciones ajenas al Gobierno de Navarra como por ejemplo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero carece de una regulación adecuada que permita su utilización general con una nomenclatura homogénea. Esta zonificación no cuestiona ninguna de las existentes ni de las que los distintos Departamentos del Gobierno de Navarra puedan definir en el futuro. Divide a Navarra en 7 zonas, 18 subzonas y 68 áreas.[26]

La Ley Foral 6/1990, de 2 de julio, de la administración local de Navarra, establece en sus artículos 2 y 3.1 cuáles son los tipos de entidades locales existentes en esta Comunidad:

La base administrativa y política a lo largo de la historia de Navarra y hasta hoy día, han sido los ayuntamientos.[27]​ Unos cuantos tenían, por sus fueros, asiento en Cortes, eran las denominadas "Buenas Villas" y sus representantes formaban el "tercer brazo".

La competencia legislativa y organizativa de los ayuntamientos es exclusivamente de Navarra, quedando vigente esa potestad en la Ley de Modificación de Fueros de 1841 y naturalmente conservada en el Amejoramiento.

Hay dos clases de municipios, los simples y los compuestos. Estos últimos están formados por los concejos. En la Cuenca de Pamplona estas entidades se denominan cendeas (como es el caso de Galar y Cizur).

Es una división administrativa de algunos municipios, denominados municipios compuestos. Son entidades locales, con determinadas competencias, incluyendo la administración de los propios comunales.[27]

El gobierno y administración de estas entidades se realizará en régimen de Concejo abierto, formado por un Presidente del Concejo, cuando la población esté entre 16 y 100 habitantes y por una Junta formada por el Presidente y cuatro vocales, cuando la población supere los 100 habitantes.[27]

Las elecciones de los concejos en ambos casos, son convocadas por el Gobierno de Navarra, y sus miembros son elegidos por sistema mayoritario.[27]

De acuerdo a lo establecido en el Amejoramiento del Fuero, norma institucional básica de Navarra, el castellano es la lengua oficial de Navarra y el euskera tiene también carácter de lengua oficial en las zonas vascoparlantes. La Ley Foral del Euskera de 1986 delimitó y agrupó dichas zonas creando la Zona Vascófona de Navarra, área del noroccidente de Navarra en la que el euskera es lengua cooficial. Dicha ley reconoce al castellano y al euskera como lenguas propias de Navarra.[28]

De acuerdo a datos oficiales, en el conjunto de Navarra, el castellano es la lengua materna del 81,9 % de la población, el euskera del 5,7 %, el 3,8 % tiene ambas lenguas como maternas y el 6,1 % tiene otra lengua como lengua materna.[29]​ El número de personas que conocen el euskera está aumentando en Navarra.[30]​ En 2011 un 13,6% de la población navarra se considera vascohablante y otro 14,5% casi vascohablante.[31]

Históricamente se han hablado también otras lenguas, desaparecidas en la actualidad, como el romance navarro o navarroaragonés, surgido en los cursos medio y bajo de los ríos Ega, Arga, Aragón y Ebro a su paso por el reino y que se convirtió en el siglo XIII en la lengua de expresión escrita de la Corte y la administración reales, alcanzando en 1329 el estatus de lengua oficial del reino[32]​ y siendo posteriormente absorbida por el castellano durante el siglo XVI.[33]​ También, minoritariamente, el occitano, francés, hebreo y árabe.

El castellano y el euskera son definidas como lenguas propias de Navarra según la Ley foral 18/1986, de 15 de diciembre, del Euskera.[34]​ De acuerdo con esta ley, Navarra está lingüísticamente dividida en tres zonas, vascófona (uso mayoritario del euskera), mixta y no vascófona (uso mayoritario del castellano).

El castellano es oficial en todo el territorio de la comunidad. El euskera tiene carácter de lengua cooficial en la zona vascófona. La Ley del Euskera incluye adicionalmente una serie de disposiciones para garantizar el uso del euskera en la zona mixta, en tanto que en la zona no vascófona, las entidades públicas de Navarra solo tienen obligación de atender en castellano.

La lista de los municipios pertenecientes a las zonas vascófona y mixta es la siguiente:[34]

La denominación oficial de los municipios y pueblos navarros está regulada según la misma Ley Foral del Vascuence.[34][38]​, y se puede consultar mediante el Visor Geográfico de Toponimia Oficial de Navarra. La ley distingue tres tipos de fórmulas:

El euskera en Navarra posee varios dialectos (nueve, según la clasificación que se sigue el Diccionario General Vasco de la Real Academia de la Lengua Vasca). Según la clasificación más reciente de Koldo Zuazo, el más extendido es el navarro, que se habla en la parte central y norte. En localidades como Basaburua Mayor, Imoz y otras localidades fronterizas con Guipúzcoa se habla el central y en la parte central del Pirineo navarro se habla una variedad del navarro-labortano. En la parte más oriental del Pirineo, en los valles de Roncal y Salazar, se hablaba hasta hace unos años el navarro oriental, aunque desapareció a finales del siglo XX (la última persona que lo hablaba en Roncal falleció en 1991 y en Salazar se puede dar igualmente por desaparecido, ya que las últimas personas capaces de expresarse con fluidez en salacenco han ido falleciendo durante los primeros años del siglo XXI).

Aparte de los dialectos, también existen subdialectos y especialidades lingüísticas locales.

Además de múltiples especificidades lingüísticas,[39]​ también en lo gramatical se aprecian algunas variantes significativas, como la predominancia del diminutivo en -ico o la utilización del "condicional vasco" en lugar del pretérito de subjuntivo (por ejemplo: podría en lugar de pudiera), así como la extensión del uso de pues (¿Dónde vas, pues?) incluso al final de oración, y la aversión a los esdrújulos propia del romance navarro-aragonés.[40]​ A todo ello se une la presencia de léxico de origen euskerico, en unos casos por la presencia de sustrato vasco, y en otros, como la Ribera —donde el euskera se perdió en la época romana—[41]​ debido a la convivencia e intercambios comerciales prolongados con zonas de Navarra en las que todavía se hablaba dicha lengua.[42]

En el aspecto más amplio se entiende por Fuero todo el corpus legislativo y las fuentes del derecho propio que se ha dotado Navarra a lo largo de su historia.

En otro aspecto más concreto se entiende por Fuero los estatutos y reglamentos que regulaban la relación del Reino y del Rey. El concepto navarro de Reino no era territorial sino gentilicio, el reino eran sus naturales, vecinos, municipios, corporaciones, palacios de armería, señores, monasterios y prelados que tenían un pacto con el rey, lo reconocían como tal a cambio de que jurara respetar sus leyes, fueros, usos y costumbres. Hay que recordar a este respecto el lema de los Infanzones de Obanos: "Pro Libertate Patria, Gens Libera State". Las Cortes de Navarra fueron el órgano legislativo por excelencia en los mil años de historia del Reyno. La legislación de otros reinos y las órdenes del Rey, sobre todo después de la conquista de Castilla, que se pretendían imponer en Navarra llevaban sobrecarta de Contrafuero o Agravio.

El concepto cambió de matiz al ser abolido el Reino, se pierde la capacidad absoluta de legislar y debe atenerse a la "unidad constitucional". Ahora el Pacto cambia de protagonistas: el Reino es ahora provincia foral y el rey es ahora el Estado español. Con esta teoría se quiso defender el carácter paccionado de la Ley de Modificación de Fueros de 1841. Es un Pacto-Ley que regula las competencias de Navarra y el Estado, la contribución económica y es inmodificable por una sola de las partes.

En este proceso abolitorio del Reino de Navarra quedaron derogadas muchas leyes, aunque en opinión de Aizpún, hay que entender que sigue vigente lo no expresamente derogado. En cualquier caso Navarra tiene plena capacidad legislativa en materia fiscal y tributaria, así como en Derecho Civil cuya última recopilación es de 1973 el denominado Fuero Nuevo.

Tras la Constitución española de 1978, inspirado en los mismos principios de Ley Pactada, fue aprobada la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento Foral de Navarra, conocida como Amejoramiento. Se pretendió adaptar el régimen foral a lo establecido en la Constitución, sobre todo en lo referido a la constitución de autonomías. Navarra hizo uso de la Disposición Adicional Primera en la que se reconocen y amparan los derechos históricos y no de lo previsto en el Título VIII como otras autonomías, por tanto Navarra es una comunidad foral que recoge, actualiza y "amejora" su tradición foral, equivalente, pero con caracteres específicos, a una comunidad autónoma.

No obstante el Tribunal Supremo y el Constitucional se han pronunciado repetidamente en el sentido de considerar a Navarra una Comunidad Autónoma más.

La Alta Navarra del Reino de Navarra fue conquistada por las coronas de Castilla y de Aragón, ya unificadas, en 1512. Navarra se mantuvo reino con la fórmula "Unión Principal" o "Eque Principal" esto es, cada reino mantenía su soberanía pero compartían el mismo rey, Navarra renunciaba a tener rey privativo obligándose a que lo fuera siempre el de Castilla. El gobierno directo lo realizaba la figura de un "virrey" nombrado por los conquistadores. Solo hubo un virrey navarro, Francisco Espoz y Mina en el año 1834.

La Baja Navarra por su parte, mantuvo su independencia como parte de los dominios de la casa de Albret, cuyos titulares conservaron el título de reyes de Navarra. Más tarde la casa de Albret entroncó con una rama de la casa real francesa, los Borbones, los cuales adquirieron los títulos y posesiones de los Albret. Posteriormente, el jefe de la Casa de Borbón, Enrique de Borbón (Enrique III de Navarra), líder del bando hugonote en las guerras de religión francesas asumió también la corona de Francia, como Enrique IV de Francia, tras convertirse al catolicismo (atribuyéndosele la célebre frase "París bien vale una misa"). Fue su sucesor, Luis XIII de Francia (y II de Navarra), quién incorporó Navarra a la corona de Francia en 1624.

Ninguna de las constituciones españolas del siglo XIX, con excepción de la de Bayona, reconocieron los fueros de Navarra,[43]​ por lo que, salvo durante los periodos de régimen absolutista, tanto las instituciones como los fueros de Navarra quedaban derogados.

Tras la Primera Guerra Carlista, en el Convenio de Vergara, Espartero se compromete a proponer a las Cortes la concesión o modificación de los fueros, lo que se materializa por la Ley de Confirmación de Fueros de 25 de octubre de 1839, que confirma los fueros sin perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía,[44]​ y se hace efectivo por la Ley de Modificación de Fueros de 16 de agosto de 1841,[45]​ que quedó incorporada a la Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Foral de Navarra.

Hasta esa fecha existían aduanas en el río Ebro y se acuñaba moneda con una única leyenda: Rey de Navarra.[46]​ Con la ley paccionada, Navarra deja de ser denominada Reino, y pasa a ser denominada provincia, ajustándose a lo dispuesto en la División territorial de España en 1833 de Javier de Burgos.

Tras la guerra civil española se mantienen los fueros en Navarra ya que había apoyado el alzamiento de los sublevados.

El fin de la dictadura y la reinstauración del sistema democrático da lugar a una nueva constitución en 1978. Para su redacción definitiva, es la problemática foral uno de los elementos más complicados de consensuar. Mientras se brindaba a otras comunidades un sistema de autogobierno, en Navarra ya existía un régimen similar, aunque reducido desde 1841.

El texto constitucional en la Disposición Adicional Primera reconoce que:

Navarra se rige por la "Ley Orgánica 13/82 de 10 de agosto de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra" [3], que en su artículo 2.1 expresa que:

El régimen foral permite a Navarra tener ciertas competencias como su propia Policía Foral de Navarra, un sistema fiscal diferente [4] y otros, aunque su equivalente a un "Estatuto de Autonomía" del resto de comunidades autónomas, que en Navarra toma forma por Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento Foral de Navarra, se realizó tras la promulgación de la LOAPA, lo que tuvo por consecuencia una limitación al autogobierno de Navarra; aun así, la Comunidad Foral de Navarra posee su propia legislación en ciertas materias civiles y fiscales.

Desde 1979 hasta 1984, los presidentes de Navarra ostentaban el cargo de Presidente de la Diputación Foral de Navarra, hasta que en el año 1984, se cambió la denominación y el cargo pasó a llamarse Presidencia del Gobierno de Navarra; en este sentido, el primer presidente del Gobierno de Navarra fue Gabriel Urralburu. Actualmente la presidenta es María Victoria Chivite Navascués, desde 2019.

Los resultados electorales de las elecciones al Parlamento de Navarra desde la aprobación de la Constitución de 1978 puede verse en la tabla adjunta:

Puede apreciarse que los resultados electorales muestran una estructuración más o menos continua entre tres bloques ideológicos: la derecha navarrista (UPN y PP principalmente), el centroizquierda navarro (PSN-PSOE) y diversos partidos nacionalistas vascos coaligados en multitud de coaliciones y partidos, actualmente representados con EH Bildu y Geroa Bai. En este escenario, Izquierda Unida de Navarra (Izquierda-Ezquerra) ha ocupado el espacio comprendido entre el PSN-PSOE y las opciones nacionalistas vascas.

En Navarra actúan cuatro cuerpos de policía: las diversas policías locales en los municipios respectivos, la Policía Nacional en las principales ciudades, la Policía Foral de Navarra Foruzaingoa que tiene desplegadas siete comisarías por la geografía navarra y la Guardia Civil. El proceso es hacia la asunción por parte de la Policía Foral de todas las competencias propias de una policía integral y judicial, en especial de las competencias exclusivas en tráfico, que era competencia navarra desde la Ley Paccionada y suspendida, en los años sesenta, por decreto.

Navarra disponía de los índices de criminalidad (número de delitos por cada mil habitantes) más bajos de España, aunque en el 2004 aumentaron (+17,4) y en 2005 fue donde más crecieron (+17,4).[5]. En el año 2006 donde más descendieron (-7,3 %)[6] situándose como la sexta comunidad más segura de España (29,9 %) y por el contrario fue la comunidad donde menos asuntos se esclarecieron (32,6 %) y donde menos detenciones se realizaron (90 detenciones por cada 1000 delitos).

La Red de Carreteras de Navarra cuenta con 3886,44 kilómetros de carretera (2006).[54]​ Navarra ha tenido históricamente exclusiva competencia en carreteras y caminos desde la Ley Paccionada y, por lo tanto, el Gobierno de Navarra es el titular de la citada red, con la única excepción de la Autopista Vasco-Aragonesa AP-68.[55]

La Red de Carreteras de Navarra se clasifica en:

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[57]

El desarrollo del ferrocarril en Navarra como medio de transporte de masas ha estado siempre por debajo del acaecido en otras regiones de España y Europa. En la actualidad (2007), Navarra cuenta con tres líneas ferroviarias que totalizan una red de 175 km. Las líneas son: Madrid-Irún/Hendaya, Alsasua-Zaragoza y Bilbao-Castejón. Toda la red está electrificada pero solo una pequeña fracción —los tramos de la Madrid-Irún y desde Castejón hasta la frontera navarroaragonesa— cuentan con vía doble.

El Gobierno de Navarra firmó en 2010 un convenio económico para construir el Corredor Navarro de Alta Velocidad, Zaragoza-Pamplona-Y vasca. Las obras empezaron en 2011 en un pequeño tramo entre Cadreita y Villafranca, y en 2013 entre Castejón y Cadreita.

Renfe Operadora presta dos tipos de servicio en la Comunidad Foral. Los más frecuentados en cuanto a número de pasajeros transportados son los de Media Distancia. La ruta más transitada es la Logroño-Castejón-Zaragoza. De hecho entre Castejón y Zaragoza puede haber siete circulaciones de Regional Exprés por día y sentido. En segundo lugar viene la Castejón-Pamplona-Vitoria, en la que circulan 4 o 5 trenes cada día entre las dos primeras terminales, y tres trenes entre la capital y Vitoria. Una tercera ruta sirve tangencialmente a Navarra, en concreto a la Burunda, con trenes Regional Exprés en el corredor Irún-Vitoria, a razón de tres frecuencias diarias por sentido. Todos estos servicios son administrados por las Gerencias Norte y Centro de la unidad de negocio de Media Distancia.

No obstante, el servicio estrella es el Talgo Altaria, inaugurado en 2003, que une Pamplona con Madrid-Puerta de Atocha cuatro veces todos los días laborables. De ellos, dos terminan en la capital navarra, mientras que un tercero prosigue hasta Irún y el cuarto hasta Vitoria. Todos los trenes hacen el recorrido entre Pamplona y Madrid en menos de 4 horas, utilizando la vía AVE desde Ricla hasta Madrid, en la que alcanzan velocidades de 220 km/h.

El aeropuerto de Pamplona-Noáin se encuentra a 6 kilómetros de la ciudad de Pamplona, capital de Navarra, entre los municipios de Noáin y Galar (Esquíroz). Cuenta con una terminal de pasajeros, seis mostradores de facturación, dos puertas de embarque, un aparcamiento con capacidad para 657 coches y una terminal de carga. El aeropuerto ofrece los siguientes destinos de forma regular:[58]

Desde la Estación de Autobuses de Pamplona operan 18 compañías.[59]​ que comunican Pamplona con el resto de localidades de Navarra y otras ciudades de España. El 13 de noviembre se inauguró el Transporte Interurbano de Navarra (Nbus) con la línea Pamplon/Iruñea-Soria. También Pamplona y 17 de los 19 municipios de su Comarca cuentan con un servicio de transporte urbano denominado Transporte Urbano Comarcal (TUC) gestionado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona desde 1999 y es conocido popularmente como "La Villavesa".[60]Tudela y Estella-Lizarra también cuentan con cuatro y dos líneas, respectivamente, de transporte urbano gestionado por su ayuntamiento.[61]

Las fiestas de San Fermín se celebran en Pamplona todos los años durante una semana a partir del mediodía de la víspera del 7 de julio, teniendo como motivo principal los encierros taurinos. Es una celebración conocida internacionalmente, sobre todo desde que la popularizara el escritor estadounidense Ernest Hemingway, asiduo a ella. Cada año, miles de personas visitan la ciudad durante la fiesta.

El Pirineo navarro es otra zona de turismo activo de la comunidad. También dentro del turismo rural, destaca la Selva de Irati. En esa misma zona se encuentran las cuevas de Zugarramurdi y el museo de las brujas.

Como turismo cultural, destacan las distintas rutas del Camino de Santiago en Navarra, especialmente la más concurrida y conocida que se inicia en Roncesvalles y transcurre por la comunidad por localidades como Puente la Reina donde se une al traído desde Sangüesa para los que deciden seguir el Camino aragonés. Por la Ribera Navarra atraviesa la ruta jacobea del Ebro.

Navarra es puntera dentro de Europa en el uso de energía renovable, en 2006 producía el 70 % de su energía de fuentes renovables, y espera superar el 75 % de su producción en este tipo de energía en 2010.[62]​ Es tomada por numerosos estados y regiones como ejemplo de uso de este tipo de energías, especialmente por la gran cantidad de parques eólicos que le aportan la mayor parte de la energía que consume. Además, en el área metropolitana de Pamplona se encuentra la sede central del CENER (Centro Nacional de Energías Renovables), y en Sangüesa un laboratorio de ensayos de aerogeneradores que según la propia institución es el más completo del mundo en el momento de su construcción.[63]

En el año 2004 el 61 % de la energía eléctrica consumida en la región fue obtenida de fuentes renovables, de la cual un 43,6 % provenía de 28 parques eólicos, un 12 % de unas 100 pequeñas turbinas hidráulicas y un 5,3 % de dos plantas de biomasa y otras dos de biogás.[64][65][66]

También se están llevando a cabo ensayos y experimentos en el campo de la energía solar, como la construcción de Huerta solar Monte Alto de Milagro que es la instalación fotovoltaica de mayor producción en el mundo.[67]

En un principio el Gobierno de Navarra preveía alcanzar en 2010 el 100 % de la producción de energía de fuentes renovables, aunque esa previsión no se cumplirá al proyectarse una central térmica de ciclo combinado en Castejón.

Históricamente Navarra no ha contado con centros universitarios. A principios del siglo XX se creó la Escuela Normal para la formación de maestros. La Diputación Foral de Navarra creó en la década de 1950 la Escuela de Peritos Agrícolas en Villava y la Escuela de Comercio, luego Escuela de Ciencias Empresariales, situada junto a la catedral, compartiendo edificio con la Escuela Normal o de Magisterio.

En la actualidad Navarra cuenta con tres universidades en su territorio, un número importante considerando su extensión y población. La Universidad de Navarra, creada en 1952 por el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer, es de carácter privado y está vinculada a dicha organización. En 1987 el Parlamento de Navarra acordó dotar de medios económicos a una Universidad Pública de Navarra; los estatutos actualmente vigentes fueron aprobados en 2003. Además existen dos centros asociados de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, uno en Tudela y otro en Pamplona.

En 2018, la Comunidad de Navarra implantó el denominado programa Skolae, cuyo objetivo era la educación de los alumnos escolares navarros en "la adquisición de las competencias necesarias que les permitan elegir su proyecto vital propio, desde la libertad y la diversidad de opciones, sin condicionantes de género sea cual sea su raza, nivel económico, cultural, origen, etc.". El programa se articula en "la prevención de las violencias contra las mujeres y las niñas, la visibilidad de las mujeres y sus aportaciones, el respeto por las identidades, las culturas, las culturas, las sexualidades y su diversidad".[68]

El principal equipo de fútbol de Navarra es Osasuna, que ha disputado más de 30 temporadas en la Primera División, resultando cuarto en 1990/91 y 2005/06. En fútbol sala se destacan Ribera Navarra y Club Atlético Osasuna Magna. El Basket Navarra Club juega en la LEB Oro. En balonmano sobrevive únicamente Anaitasuna, en tanto que San Antonio e Itxako desaparecieron en 2013 y 2014, respectivamente. En waterpolo destaca el equipo de élite del Waterpolo Navarra, club nace en 2006 tras la desaparición de la sección de waterpolo en el club Larraina.[69]

En Navarra se disputa el Gran Premio Miguel Induráin, una carrera de ciclismo del UCI Europe Tour. En tanto, el Circuito de Navarra albergó carreras de la Superleague Fórmula, el Campeonato Mundial de GT1 y la Blancpain Endurance Series.



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