Los Estados miembros de la Unión Europeapaíses soberanos que forman parte de la Unión Europea (UE). Todos los Estados miembros son partes de los Tratados de la Unión Europea, que son el Tratado de la Unión Europea (TUE) y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
son los veintisieteEn la actualidad, hay 27 estados miembros de la Unión Europea. Desde los seis Estados fundadores de las originales Comunidades Europeas hasta su composición actual, la Unión ha experimentado sucesivas ampliaciones que han extendido sus fronteras hasta abarcar en la actualidad la mayor parte del territorio continental bajo la gobernanza común de la Unión Europea.
Los Estados de la Unión difieren entre sí en su historia, cultura, población, geografía, modelo político y territorial de gobierno, e incluso forma de Estado (veintiún repúblicas y seis monarquías), pero se encuentran vinculados entre sí por el compromiso político, económico y jurídico que deriva del proceso de integración europea asumido por todos en el marco de los tratados constitutivos de la Unión Europea.
Para poder acceder a formar parte de la UE, los Estados deben cumplir unos requisitos conocidos como criterios de Copenhague, que establecen la obligatoriedad de que el Estado posea un gobierno democrático y libre mercado, además de reconocer los derechos y libertades de los ciudadanos, entre otros requisitos. Cualquier estado europeo que cumpla los requisitos de pertenencia puede formar parte de la Unión, y desde la firma del Tratado de Lisboa cualquier estado miembro que lo desee puede solicitar la retirada de la UE.
Los miembros de la Unión han crecido desde los seis Estados fundadores (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos)Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania y Suecia.
a los 27 que hoy conforman la Unión Europea:De los 28 estados miembros que tenía hasta el 31 de enero de 2020, el Reino Unido ha aprobado su retirada en un referéndum convocado al efecto, proceso que se ha llevado a cabo en una primera instancia, dando comienzo a un período de transición que culminó el 31 de diciembre de 2020.
La ampliación y la adhesión de nuevos Estados miembros ha sido una característica principal del paisaje político de la Unión Europea y anteriormente de las Comunidades Europeas.
La Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) fue la primera de las comunidades existentes y fue establecida en 1951 por los que se conoce como los seis Estados fundadores: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Más tarde, en 1957 estos mismos Estados fundaron la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica.
En 1961, solicitaron la entrada a las Comunidades Irlanda, Dinamarca y Reino Unido, y en 1962 lo haría Noruega. Sin embargo, en aquella época todavía reinaba un cierto escepticismo en cuanto a las ampliaciones y el presidente francés Charles de Gaulle votó en contra de la adhesión de Reino Unido, al que consideraba un caballo de Troya debido a la influencia que sobre él ejercían los Estados Unidos. Esto paralizó las negociaciones con los otros países, algo que se volvería a repetir nuevamente con la negación de Charles de Gaulle en 1967. Únicamente después de que De Gaulle dejara el cargo en 1969 se consiguió reactivar las negociaciones.
Sin embargo, el 53,5 % de los noruegos votaron en contra de la adhesión en un referéndum. El resultado negativo de la consulta provocó una crisis de gobierno y a ello le siguió la dimisión del primer ministro Trygve Bratteli. Ya sin Noruega, en 1973 tuvo lugar la primera ampliación de las Comunidades Europeas en la que se unieron Reino Unido, Irlanda y Dinamarca.
A pesar de estos contratiempos, y de la retirada de Groenlandia en 1985 (que pertenecía a las Comunidades por ser un territorio autónomo de Dinamarca), tres nuevos países se unieron antes del fin de la Guerra Fría: Grecia en 1981 y Portugal y España en 1986. En 1987, la extensión geográfica del proyecto europeo se puso a prueba cuando Marruecos solicitó la adhesión, pero fue rechazada al no ser considerado un país de Europa.
En 1990, cuando la Guerra Fría llegaba a su fin, Alemania Oriental dio la bienvenida a la Comunidad Europea como parte de una reunificada Alemania. La caída del Muro de Berlín, que posibilitó esta reunificación y que tuvo lugar un año antes, fue uno de los acontecimientos más importantes para la integración europea y para la posterior libertad de circulación.
Con la entrada en vigor el 1 de enero de 1993 del Tratado de la Unión Europea (que se había firmado en la ciudad neerlandesa de Maastricht en 1992), se creó la actual "Unión Europea" que sustituía y agrupaba a la Comunidad Europea anterior. Se estableció también el mercado único y se hicieron realidad sus cuatro libertades: la libre circulación de mercancías, servicios, personas y capitales.
Dos años después se produjo la primera ampliación de la ya Unión Europea, que sería la cuarta de la historia (sin tener en cuenta la incorporación de Alemania Oriental a la Alemania unificada): el 1 de enero de 1995 se integraron Austria, Finlandia y Suecia, por lo que la Unión contaba ya con quince miembros, conocida como «La Europa de los quince».
Años antes habrían solicitado la adhesión Suiza y nuevamente Noruega, pero en ambos casos las negociaciones se paralizaron después de que los votantes de los dos países rechazaran la pertenencia a la Unión Europea en referéndum (1992 y 1994, respectivamente). Mientras tanto, los miembros del extinto Bloque del Este y Yugoslavia comenzaron a iniciar movimientos de acercamiento a la Unión Europea.
La quinta ampliación tuvo lugar en 2004 y ha sido la que ha incorporado a un mayor número de países. En total, la Unión Europea contó desde el 1 de mayo con diez nuevos países y unos 75 millones de habitantes formando un espacio político y económico de 450 millones de ciudadanos que ahora incluía también a tres antiguas repúblicas soviéticas (Estonia, Letonia y Lituania), cuatro antiguos satélites de la Unión Soviética (Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia), una antigua república yugoslava (Eslovenia) y dos islas mediterráneas (Chipre y Malta).
En 2007 se incorporaron Bulgaria y Rumania, convirtiendo a la Unión Europea en un espacio de casi 500 millones de ciudadanos. Croacia por su parte firmó la adhesión a finales de 2011 y semanas después fue ratificado en referéndum, uniéndose el 1 de julio de 2013 a la familia europea como su miembro número veintiocho.
El 31 de enero de 2020, a las 23:00 horas, hora británica, el Reino Unido abandonó la Unión Europea, con lo que actualmente la forman 27 estados miembros.
Cada Estado tiene representación en las instituciones de la Unión Europea. Ser un miembro de pleno derecho le da al gobierno de un Estado miembro un asiento en el Consejo de la Unión Europea y en el Consejo Europeo, en los que cuando las decisiones no se toman por consenso los votos se ponderan en función de la población (aunque no es exactamente proporcional, ya que hay un mínimo que sirve para que los países más pequeños no pierdan representación). La Presidencia del Consejo de la Unión Europea rota cada seis meses entre cada uno de los miembros permitiendo a cada Estado ayudar a dirigir la agenda de la Unión.
De la misma forma, a cada Estado miembro de la Unión Europea se le asignan un número de escaños en el Parlamento Europeo de acuerdo a su población. Nuevamente los países pequeños reciben un mayor número de escaños por habitante que los grandes: esta regla de «proporcionalidad degresiva» pretende posibilitar el reflejo del pluralismo interior de los Estados pequeños, sin que por ello el Parlamento adquiera un tamaño exorbitante, algo que pasaría inevitablemente si los Estados grandes obtuvieran un número de diputados directamente proporcional.
La eurocámara cuenta con 705 eurodiputados, quienes representan de manera directa, de acuerdo con el principio de democracia representativa que ordena el método de gobierno comunitario, a los ciudadanos europeos como tales y en su conjunto, no a sus Estados de origen. Estos electores son los únicos ante quienes responden políticamente, de manera periódica cada cinco años, en las elecciones europeas.
La Comisión Europea cuenta con 27 comisarios, uno por cada miembro, aunque estos no son nombrados por los Estados miembros sino por el Presidente de la Comisión Europea y tienen que ser aprobados por el Parlamento Europeo.
1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 5, toda competencia no atribuida a la Unión en los Tratados corresponde a los Estados miembros.
2. La Unión respetará la igualdad de los Estados miembros ante los Tratados, así como su identidad nacional, inherente a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de éstos, también en lo referente a la autonomía local y regional. Respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional. En particular, la seguridad nacional seguirá siendo responsabilidad exclusiva de cada Estado miembro.
Los tratados fundacionales establecen que todos los Estados miembros son soberanos y de igual valor.supranacional similar al federalismo en casi todas las áreas; donde los Estados delegan soberanía a cambio de representación en las instituciones europeas.
Sin embargo, la Unión Europea sigue un sistemaLas instituciones de la Unión Europea tienen por tanto la facultad de dictar leyes y ejecutarlas en el ámbito europeo.
Si un Estado no cumple con la ley de la Unión Europea puede ser multado o se le pueden retirar los fondos. En casos extremos, existen disposiciones para limitar el derecho a voto o suspender la pertenencia de un Estado miembro. El estilo de integración de la Unión Europea, en contraste con el de otras organizaciones, se ha convertido en un "sistema altamente desarrollado de interferencia mutua en los asuntos internos" de cada país.Tratado de Lisboa, policial y judicial), que es un área muy delicada para los gobiernos nacionales, se transfiere menos soberanía; por lo que en estos asuntos las cuestiones se tratan por cooperación y unanimidad.
En cambio, en temas de defensa y política exterior (y antes delLa cuestión de si el Derecho comunitario es superior a la legislación nacional o no ha estado sujeta a debate. Los tratados no emiten ninguna posición al respecto, pero las sentencias judiciales han establecido la superioridad de la ley de la Unión Europea sobre la legislación de los Estados miembros y se afirma en una declaración anexa al Tratado de Lisboa.
Las áreas concretas en las que los Estados miembros han dado competencia legislativa a la Unión Europea son las siguientes:
Aunque son una minoría, ciertos Estados miembros están menos integrados en la Unión Europea que otros. En la mayoría de los casos esto se debe a que se les ha concedido una exención (conocidas como opt-out) en un ámbito particular de la cooperación comunitaria, con el fin de impedir un bloqueo general.
La singularidad más notable es la excepción de la Unión Económica y Monetaria, es decir, de la adopción del euro como única moneda de curso legal. Mientras que la mayoría de los países de la Unión Europea están obligados a adoptar esta moneda cuando estén preparados, Dinamarca ha obtenido el derecho de conservar su moneda independiente, la corona danesa.
También se han concedido otras cláusulas similares en materia de defensa y ciudadanía europea. El Acuerdo de Schengen, por ejemplo, se adoptó solo parcialmente, ya que Dinamarca e Irlanda pueden optar a participar o no (el último país mencionado no lo hace), en todas o en parte de las medidas previstas.
Hay una serie de territorios de ultramar de los Estados miembros que son legalmente parte de la Unión Europea pero tienen ciertas exenciones en función de su lejanía de Europa. Estas regiones ultraperiféricas disponen de una aplicación parcial de la ley de la UE y en algunos casos se encuentran fuera del espacio de Schengen.
Todos estos territorios utilizan el euro como moneda y son:Hasta la fecha solamente el Reino Unido se ha retirado de la Unión Europea. Sin embargo Groenlandia, como territorio, lo hizo en 1983 al conseguir mayor autonomía de un Estado miembro (Dinamarca). El gobierno del Reino Unido, tras el referéndum de 2016, realizó los preparativos para invocar el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea con que inició formalmente el proceso de retirada del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) el 1 de febrero de 2020.
Fue el Tratado de Lisboa el que incluyó explícitamente por primera vez la posibilidad de que un Estado miembro abandone la Unión Europea, dejando claro que «todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión». Para ello, el Estado que decida retirarse deberá notificar su intención al Consejo Europeo, que previa aprobación del Parlamento Europeo, acordará la forma de su retirada teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión.
Por otra parte hay una serie de movimientos de independencia dentro de los Estados miembros (por ejemplo, en Cataluña, Flandes o Escocia) que abogan por la independencia respecto a sus países y la adhesión de estas regiones a la Unión Europea. En principio la independencia no es algo contemplado en los tratados de la Unión Europea y representantes de la Comisión Europea han afirmado que cuando una parte de un Estado miembro se independiza pero desea permanecer en la UE, esta tendría que volver a solicitar su ingreso para unirse como si se tratara de un nuevo país incorporándose desde el principio (por lo que el Estado del que proviene podría votar en contra de su adhesión). Sin embargo, otros analistas legales opinan que los Estados resultantes de la secesión o disolución de un Estado miembro podrían continuar siendo Estados miembros de la Unión Europea. En 2012, se presentó una Iniciativa Ciudadana Europea que solicitaba a la Unión Europea legislar al respecto.
El Tratado de Ámsterdam introdujo en el Tratado de la Unión Europea una cláusula que dispone que, en caso de que un Estado miembro viole de manera grave y persistente los principios de la Unión Europea (libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como del Estado de derecho), se podrán suspender algunos de sus derechos (como por ejemplo su voto en el Consejo) pero deberá seguir cumpliendo sus obligaciones. El Tratado de Niza completó este procedimiento mediante un dispositivo preventivo, por lo que a propuesta de un tercio de los miembros de la Comisión Europea o del Parlamento, el Consejo Europeo podrá constatar que existe un riesgo claro de violación grave de los derechos fundamentales por parte de un Estado miembro y presentarle las recomendaciones apropiadas.
Los Estados candidatos a la adhesión a la Unión Europea son Albania, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Turquía. Países candidatos potenciales son Bosnia y Herzegovina y Kosovo.
Por otro lado, hay una serie de países que han establecido fuertes vínculos con la Unión Europea de forma similar incluso a ciertos aspectos de la pertenencia como Estado miembro. A pesar de la decisión de Noruega de no incorporarse a la Unión, se convirtió en uno de los miembros del Espacio Económico Europeo (EEE), que también incluye a Islandia y a Liechtenstein (el resto de los miembros se han unido a la UE). El Espacio Económico une a estos países al mercado de la Unión Europea, que a su vez extiende las cuatro libertades a estos Estados. A cambio, tienen que pagar una cuota y adoptar en una gran mayoría de ámbitos la legislación de la Unión.
Otro ejemplo podría ser Bosnia y Herzegovina, que ha estado bajo supervisión internacional. El Alto Representante para Bosnia y Herzegovina es un administrador internacional que tiene amplios poderes sobre este país para garantizar que el acuerdo de paz se respeta. Este Alto Representante es nombrado por la Unión Europea, a quien representa, y tiene capacidad para imponer leyes y destituir a los funcionarios electos y a los funcionarios públicos; es decir, la Unión tiene un mayor control directo sobre Bosnia y Herzegovina que de sus propios Estados miembros: en esta situación, a la que se une la gran ambición de este país por pertenecer a la Unión Europea, Bosnia y Herzegovina se ha convertido en un protectorado de facto de la UE. De hecho, la bandera de este estado fue inspirada por la bandera europea.
De una forma parecida, Kosovo se encuentra bajo una fuerte influencia de la Unión Europea, sobre todo tras la transferencia de autoridad de las Naciones Unidas a la Unión. En teoría Kosovo es supervisado por una misión especial de la Unión Europea para la justicia, el entrenamiento personal de la policía y la ayuda a la reconstrucción de las instituciones del Estado. Sin embargo, la misión le hace disfrutar a la UE de ciertos poderes ejecutivos sobre el Estado y tiene la responsabilidad de mantener la estabilidad y el orden, por lo que de la misma manera que Bosnia y Herzegovina, a Kosovo se le ha denominado también como un protectorado de la Unión Europea.
Existe también el término —en gran parte desaparecido— de miembro asociado. Ocasionalmente se ha aplicado a los Estados que han firmado un acuerdo de asociación o colaboración con la UE, aunque esto en ningún caso se trata de una clasificación formal y no otorga al Estado ninguno de los derechos de libre circulación o representación que ostentan los Estados de pleno de derecho. El término es casi desconocido en la actualidad pero fue utilizado antes incluso de la Unión Europea con países como Grecia o Turquía.
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