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Fiesta Nacional de la Vendimia



La Fiesta Nacional de la Vendimia es una festividad tradicional y popular originaria de la provincia de Mendoza, Argentina. Refleja la celebración de la uva transformada en vino a través del esfuerzo que los viñateros llevan a cabo en las viñas soportando inclemencias climáticas y diversos factores culturales, políticos y socio-económicos a lo largo de un año, como así también el de los especialistas que trabajan en las bodegas y laboratorios y que contribuyen significativamente en el proceso de fabricación. Su primer festejo se realizó en el año 1936, y desde entonces se celebró de manera continua hasta el año 1955 inclusive ya que en 1956 no se realizó por problemas económicos producto de la Revolución Libertadora. Después se continuó en 1957 y 1958, (en 1959 se llamó «La Fiesta del Vino») para celebrarse nuevamente en el año 1960 y hasta 1984. En 1985 la fiesta no se celebró tras un terremoto que devastó Mendoza el 26 de enero del mismo año. La fiesta volvió a desarrollarse con normalidad en 1986, coinciendo con el cincuentenario de la primera edición, y continuó hasta 2020. En 2021, y por la Pandemia de COVID-19, la celebración se tuvo que reformar transformándose en una pelicula.

Dicha fiesta consta de cuatro eventos centrales: la Bendición de los frutos, la Vía blanca de las reinas, el Carrusel y el Acto central, siendo este último el más representativo y atractivo a nivel nacional e internacional,[1]​ celebrado en el Teatro Griego Frank Romero Day que es rediseñado en su estructura año tras año y en el que participan más de mil bailarines en su escenario, además de actores locales, combinando espectáculos artísticos y de luz y sonido. Previo a los festejos centrales, se llevan a cabo una serie de fiestas secundarias (fiestas departamentales) en cada uno de los dieciocho departamentos que conforman la provincia cuyana durante los meses de diciembre, enero y febrero en los que, al igual que en el «Acto central», participan bailarines y actores pero en menor cantidad, y en donde es elegida una reina departamental que luego competirá por la corona nacional.

En el año 2011, la National Geographic nombró a la Fiesta de la Vendimia como la segunda fiesta de la cosecha más importante del mundo, detrás del Día de Acción de Gracias (en inglés: Thanksgiving) celebrado en Estados Unidos.[2]​ Además, es considerada por sus desfiles, tanto de la Vía blanca como del Carrusel, una de las cinco festividades más importantes y populares del planeta junto al Carnaval de Río de Janeiro y el Carnaval de Venecia, entre otros.

Los orígenes de esta festividad se remontan a la primera mitad del siglo XVII cuando en los primeros años del mismo, Mendoza comenzó a cultivar la vid con la finalidad de producir vino y así poder solemnizar las misas católicas. Su importación era muy costosa por lo que los conquistadores decidieron crear un huerto con parrales de uva en cada una de las capillas a fin de que estas pudieran abastecerse con las mismas. Por consiguiente, a la hora de cada cosecha y posterior transformación en vino, a manera de festejo se realizaban bailes con cantos y comidas culminando la celebración con la elección de la cosechadora más linda, a quien se la coronaba con hojas de la vid y racimos de uva.[3]

La antecesora más lejana de la fiesta madre de los mendocinos fue la «Fiesta de las Chinas» celebrada en el siglo XIX en la que tanto inmigrantes como nativos se reunían en galpones coloniales, bajo la luz de lámparas de grasa y el sonido de las guitarras donde los hombres se disputaban a las mujeres (chinas) más bellas y bebían vino nuevo. Mientras que la más cercana, fue la que se celebró el 11 de abril de 1913, cuando la provincia albergó como sede al «Congreso de la Industria y el Comercio» en el que hubo desfiles de vendimiadores y de carrozas simbólicas.[3]

En 1936, se ofició por primera vez la «Fiesta Nacional de la Vendimia», cuando por iniciativa del gobernador Guillermo G. Cano visionario de un gran evento junto su ministro de Industrias y Obras Públicas, ingeniero Frank Romero Day, habían viajado por Europa y presenciado una fiesta de la vendimia, la Friuli-Venecia, Italia. Al ver este evento, pensaron que sería importante realizar algo similar en la provincia.

En el año 1936 firmaron un decreto para que la Fiesta de la Vendimia se realizara todos los años.[4]​ La primera celebración de la vendimia consistió en un carrusel por la avenida «San Martín» de ciudad y un festín en una bodega para luego en la noche ante más de veinticinco mil espectadores en el Estadio Víctor Antonio Legrotaglie (estadio de Gimnasia y Esgrima) realizar el primer «Acto central» en el que fue coronada como primer reina de la Vendimia, Delia Larrive Escudero, que representó al departamento de Godoy Cruz. En dicho año la festividad logró tener cierto grado de importancia siendo esto plasmado con la presencia de varios representantes políticos a nivel nacional, entre ellos la del doctor Miguel Ángel Cárcano (Ministro de Agricultura de Argentina, en esa época), entre otros.[5]

Si bien este espectáculo se inició en 1936, los eventos que actualmente incluye no surgieron ese mismo año, tanto es así que la «Bendición de los frutos» se realizó por primera vez el 2 de abril de 1938 a cargo del monseñor José Verdaguer,[6]​ mientras la «Vía blanca de las reinas» apareció recién en 1940.[3]​ La repetición del «Acto central» tuvo su origen en 1948, cuando se produjo una igualdad entre los votos de la que sería reina ese año sumado a que eran horas entrada la madrugada, por lo que el entonces gobernador mendocino Faustino Picallo resolvió repetir el evento al día siguiente donde la reina terminó siendo elegida por la suerte del bolillero.[6]

Hasta 1955, la fiesta se había desarrollado de forma ininterrumpida todos los años, pero en 1956, por una crisis económica producto de la Revolucion Libertadora, se decidió suspender las celebraciones. La Reina 1955, Nelda Rotti continuo como soberana hasta entregar el cetro en 1957. Tan solo 2 años después, en 1959, otra vez una crisis económica, a la que se sumó una epidemia de poliomielitis, golpeó a la Fiesta de la Vendimia. El Carrusel se suspendió y el Acto Central se trasladó a la explanada de Casa de Gobierno

En el año 1963, la fiesta fue realizada por primera vez en el Teatro Griego Frank Romero Day, arquitectura que albergó de manera ininterrumpida al espectáculo hasta el año 2002 cuando por razones presupuestarias y por única vez el mismo fue realizado en el Estadio Malvinas Argentinas. La primera transmisión por televisión se produjo en 1966 pero fueron imágenes filmadas, no transmitidas en directo. En 1972 por resolución 137/2 de la Secretaría de Turismo de Argentina la fiesta pasó a llamarse «Fiesta Nacional de la Vendimia».[6]

En 1985, y por un terremoto que se produjo en 26 de enero de ese año, la fiesta debió suspenderse por segunda vez en su historia. La reina 1984, Nora Stocco abdicó al trono y su virreina, Mónica Rosana Tous, se convirtió en Reina 1985. La celebración volvió a realizarse con normalidad al año siguiente, coincidiendo con el cincuentenario de la primera edición.

En 2017, durante uno de los ensayos del Acto Central, cayo una parrilla de iluminación sobre el escenario, mientras que al mismo tiempo, una grúa se precipito sobre las gradas del teatro griego dejando graves daños. El espectáculo debió postergarse un día para realizar los arreglos correspondientes y modificar aspectos del guion, luego de la baja de varios artistas.

En 2021, la pandemia de COVID-19 obligó a modificar el formato del evento. En reemplazo del Acto Central en el Frank Romero Day, se realizó una producción audiovisual sin precedentes denominada "Historias de Vendimia". La "película" contó 6 historias distintas de lucha y resiliencia con los iconos de Vendimia. La Reina 2020, Mayra Tous, continuara en su cargo hasta 2022, luego de que se decidiera no realizar la elección de la reina.

Las fiestas departamentales son aquellas que se realizan durante los meses de diciembre a febrero y que consisten en la elección de reinas departamentales que luego competirán en marzo por la corona nacional junto al resto de reinas de los otros departamentos en los que se divide la provincia de Mendoza.[7]​ Dichas celebraciones exaltan las características de cada región así como a los trabajadores rurales e incluyen además, un acto central departamental con espectáculos artísticos y teatrales (danzas folclóricas y música) y según sea el departamento se pueden apreciar otros eventos como «Bendiciones de frutos», «Carruseles» o «Vías blancas», comidas típicas, actividades deportivas y/o de destreza criolla, muestras de diferentes tipos de artes, elecciones de reinas infantiles y/o de la tercera edad, brindis y agasajos, entre otros.[8]

Si bien son dieciocho departamentos los que incluye la provincia de Mendoza, sólo diecisiete compiten por la coronal provincial y/o nacional luego de que en 2019, Malargüe dejara de hacer su fiesta tras el conflicto que se generó con la aprobación y posterior derogación de la ley 9.209 conocida como ´´ley minera´´.

En algunos departamentos, la elección de su reina departamental coincide con la celebración de otros importantes festivales provinciales y nacionales, entre ellos el «Festival Nacional de la Tonada» celebrado en Tunuyán, el «Festival Nacional Rivadavia Canta al País» en Rivadavia, entre otras.[9][10][11]

La «Bendición de los frutos» es un acto solemne religioso católico que tiene por objetivo agradecerle a Dios los frutos sanos obtenidos de la cosecha. Es llevada a cabo por un arzobispo provincial local junto a la imagen de la «Virgen de la Carrodilla» considerada «Patrona de los Viñedos»,[12]​ aparecida en 1911 en Mendoza y que traía en sus manos granos de uva.[13]​El evento culmina con la participación del Gobernador mendocino de turno que procede a realizar el «Golpe en la Reja del Arado», un antiguo ritual que manifiesta el llamado a descanso del trabajador.[7][8]

El evento es realizado el sábado anterior al Acto Central y el lugar varía todos los años. Hasta 2005 se realizó en el «Prado Gaucho», ubicado en el Parque General San Martín[8][13]​ pero desde el año siguiente, y con la intención de federalizar los festejos vendimiales se comenzó a realizar en un departamento distinto cada año. En 2012 volvió a su lugar original, y en 2016, se comenzó a federalizar nuevamente.

Conocida simplemente como «Vía blanca», es un desfile de carros alegóricos lumínicos que transportan a las reinas tanto salientes como aspirantes al cetro nacional, así como también de otras festividades del orden local y nacional. Dichos vehículos muestran diseños que suelen representar los lugares o paisajes más importantes del departamento mendocino del cual procede la reina a la que lleva.[14]​ Las mismas como su corte (reinas que no fueron elegidas en la fiesta departamental) demuestran simpatía para con el público saludándolo y arrojando frutas varias, botellas de vino u otros productos simbólicos producidos en su región en forma de obsequio.[15]

A dicho evento asisten más de trescientas mil personas, entre propias del lugar y turistas, para presenciarlo.[16]​ Está dispuesto u organizado de forma tal para que primero la reina y virreina saliente se despidan de su reinado, luego saluden las reinas de otras festividades del país y por último sean conocidas la reinas departamentales que aspiran a la corona nacional. Se realiza el primer viernes de marzo durante la noche en las calles céntricas más importantes de la ciudad mendocina y tiene una duración aproximada de dos horas.[8]

Al igual que la «Vía blanca», el «Carrusel» es un desfile, a la luz del día, de carros acompañados esta vez de carruajes o carretas y de bailarines descendientes de otras culturas americanas que residen o no en la provincia. Los carros transportan a las reinas y su corte, que como en la «vía blanca» saludan y obsequian productos a los espectadores que se dan cita para acompañarlas y alentarlas, mientras que las carretas, tiradas por bueyes o caballos, muestran a las agrupaciones gauchas con sus vestimentas típicas que recuerdan el primer vehículo existente en Mendoza con más de ciento veinte años de antigüedad fabricado con madera y cuero.[15][8]

El evento tiene la misma disposición organizativa que la «vía blanca» en cuanto al orden de los carros y se realiza el primer sábado de marzo durante la mañana en las calles céntricas más importantes de la ciudad de la provincia cuyana y posee una duración aproximada de tres a tres horas y media culminando sobre horas del mediodía.[8]

El «Acto central» es el espectáculo más atrayente de la Vendimia. Con más de mil bailarines en el escenario, representaciones artísticas, y juegos de luces y sonido. La puesta en escena se organiza a través de una línea argumental y un guion que son diferentes año tras año en cuanto a su temática, representando generalmente el pasado y el presente mendocino entorno al trabajo de la gente y la obtención del vino como producto del esfuerzo de los mismos. Se pueden apreciar danzas mendocinas, uvas gigantes, trajes exóticos y tradicionales, la cosecha de la uva, el proceso en la bodega, el turismo, la inmigración y todo aquello que esté relacionado con la uva. Tras la presentación artística se realiza la Elección de la Reina y Virreina Nacional de la Vendimia. A voto cantado, se realiza el conteo de los más de 300 votos que año tras año eligen a las nuevas soberanas. Luego del escrutinio, se produce uno de los momentos más emocionantes, la coronación. Reina y Virreina saliente coronan a las embajadoras electas para que luego digan sus primeras palabras al pueblo.


Este acto es realizado en el Teatro griego «Frank Romero Day» durante la noche del primer sábado de marzo y tiene una duración aproximada de dos horas.[8][15]

Las repeticiones son las noches siguientes al «acto central» en las cuales se repite el espectáculo artístico, pero en lugar de la elección de la reina nacional de la vendimia, se presentan actuaciones en vivo de artistas reconocidos a nivel nacional e internacional.[18]​ En las mismas han actuado reconocidos artistas internacionales tales como Alejandro Sanz[19]​ y Julieta Venegas,[20]​ y nacionales como Charly García, Ciro y los Persas, Divididos, Fito Páez, la Mancha de Rolando y Los Nocheros, entre otros.[21][22]

La primera mujer en ser proclamada como reina de la vendimia fue Delia Larrive Escudero en 1936. La misma perteneció al departamento de Godoy Cruz.[23]​ A lo largo de los años los departamentos mendocinos que más veces coronaron reinas nacionales fueron Guaymallén con diez soberanas,[24]​ seguido de Godoy Cruz y San Rafael quienes poseen a la actualidad nueve reinas, siendo este último el único en poder coronar de forma consecutiva y en dos oportunidades. El perseguidor inmediato a estos tres departamentos es Las Heras quien ha proclamado a siete reinas.[25][26]

Por su parte, los departamentos que más virreinas han conseguido son Guaymallén y San Rafael ambos con once en todo el historial vendimial, seguidos de Godoy Cruz que posee nueve virreinas nacionales entronizadas.[27]

La Reina es electa mediante el voto cantado. 320 sufragios son repartidos entre el público, autoridades y embajadoras vendimiales mandato cumplido.

La figura o función de la reina y virreina nacional de la vendimia, más allá de sus objetivos o ideas personales, es la de actuar como embajadoras de la provincia, representando a la misma tanto a nivel nacional como internacional, haciendo promoción de la actividad productiva y turística local. Para ello, cuentan con un cronograma de fechas o agenda en la que se manifiesta los distintos puntos o lugares geográficos que deberán recorrer o visitar a fin de llevar a cabo sus tareas.[28]

Los sitios o países que comúnmente visitan son aquellos que están ligados a la vitivinicultura o aquellos en los que se encuentran potenciales empresas que invierten en actividades de la industria, transporte, entre otras.[28]

La Corenave (Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia) es una organización sin fines de lucro que reúne a aquellas reinas nacionales que voluntariamente se han asociado a la misma con el fin de juntar esfuerzos para alentar el desarrollo de actividades culturales y sociales de interés general.[29][30]

Su gestación empezó en 1985, cuando la señora Antonieta de Tuninetti organizó una reunión de ex reinas vendimiales en el «Salón de los Espejos del Plaza Hotel» (hoy el Hotel Park Hyatt Mendoza) donde se reencontraron y compartieron de un cóctel. Se terminó de concretar después de 1986, año en que se celebró el cincuentenario de la fiesta, cuando el director de la vendimia de ese año «Pedro Marabini» decidió mostrarlas ante el público en el «Acto central» de entonces.[31]

Además de los festejos departamentales y centrales de la vendimia, existen otros eventos y festejos especiales en su calendario. De esta forma, Mendoza se nutre todos los años con distintas opciones artísticas y recreativas para todos los gustos y edades. Algunos eventos son organizados por el gobierno provincial bajo el programa Verano Vendimia o por los gobiernos municipales y otros por empresas privadas.[32]​ Entre estos eventos se encuentran:




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