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Hegemonía Conservadora



El bipartidismo conservador-liberal es el sistema partidista predominante en Colombia desde mediados del siglo XIX. A diferencia de los Estados Unidos e Inglaterra —los dos modelos bipartidistas "clásicos"—, el bipartidismo colombiano ha funcionado como un sistema multipartidista debido a su tradición de lucha entre fracciones dentro de cada partido.[1]

En 1846 José Eusebio Caro y Mariano Ospina Rodríguez redactaron los fundamentos doctrinarios del Partido Conservador Colombiano. El mismo año, Ezequiel Rojas elaboró las bases programáticas del Partido Liberal Colombiano.[1]​ Ambos partidos han mantenido una constante desde el momento de su fundación: tener en cuenta un sector de centro que permite las alianzas con el otro partido o con sectores del mismo.[2]

Conservadores y liberales resultaron ganadores en todas las elecciones desde 1853, y durante todo el siglo XX. Las elecciones a la Asamblea Constituyente de Colombia de 1991 fueron la única vez que un grupo diferente obtuvo más del 10 % de los votos (Movimiento 19 de abril 23%). Sin embargo, en 1886 y 1910, disidencias de ambos partidos buscando crear nuevos partidos obtuvieron mayorías que les permitieron gobernar por algunos años. Además, otra disidencia formada de conservadores y liberales estuvo a punto de ganar las elecciones presidenciales de 1970.[3]

Los alcances de la constitución de 1991, conllevaron a la ruptura parcial del bipartidismo en el país. Sin embargo, la falta de leyes estatutarias para estimular la vida de nuevos partidos, conllevó un vacío propicio para la irrupción de candidaturas personalistas y caudillistas.[4]

Es así que varios analistas y voceros de los partidos políticos colombianos, estimaron en su momento que los resultados de las elecciones presidenciales de 2006 transformaron el mapa político colombiano. Al examinar la reelección del presidente Álvaro Uribe (Primero Colombia), con el 62 % de los votos, y el segundo lugar de Carlos Gaviria Díaz (Polo Democrático Alternativo), con el 22 %, estos especialistas estimaron que la disputa entre conservadores y liberales dio paso a una confrontación entre derecha e izquierda, la primera representada por las fuerzas que respaldaron a Uribe y la segunda por los movimientos que apoyaron a Gaviria.[5]

La hegemonía conservadora fue el período en el que el Partido Conservador se mantuvo en el poder de forma continua durante 44 años. Se inició en 1886 cuando José María Campo Serrano, asumió la presidencia de la República de Colombia, en nombre de la Regeneración, liderada por Rafael Núñez, bajo la cual se promulgó la Constitución de 1886, de corte centralista y conservador. Dicha hegemonía se prolongó hasta 1930,[6]​ cuando el conservatismo perdió las elecciones contra el candidato liberal Enrique Olaya Herrera.[7]

Entre 1899 y 1902 se desarrolló en Colombia la Guerra de los Mil Días, un conflicto armado entre liberales y conservadores. La victoria fue obtenida por el bando conservador y se dio por terminada con los tratados de paz de Neerlandia y Wisconsin. Una de las consecuencias del conflicto vino en 1903, cuando luego de varias rebeliones el departamento de Panamá proclamó su independencia con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.

En 1923, durante el gobierno conservador, las instituciones económicas colombianas habían sido transformadas por las reformas de la "Misión Kemmerer", que introdujo al país una organización bancaria y fiscal moderna.[8]​ Kemmerer propuso fortalecer la economía estatal para abrirle camino al desarrollo del sector financiero. Esa fórmula recomendada como condición de los préstamos estadounidenses, fue aprendida por el liberal Alfonso López Pumarejo, por lo que el programa del Partido Liberal ganador de las elecciones presidenciales de 1934 coincidía con los criterios básicos recomendados por Kemmerer.[9]

Por otra parte, en 1928 se produjo en Ciénaga (Magdalena) la Masacre de las Bananeras, cuando el ejército tuvo una orden de disparar hacia los trabajadores de United Fruit Company quienes estaban protestando para recibir cambios en las condiciones laborales de la producción bananera tales como mejores pagos y condiciones de salud. La prensa liberal sostuvo que se había disparado contra obreros que efectuaban una marcha pacífica acompañados por sus mujeres y sus niños.[10]

En 1930 fue elegido presidente el liberal Enrique Olaya Herrera, y en 1932 se desató la Guerra colombo-peruana. Para enfrentar al enemigo exterior, el gobierno de Olaya recibió el apoyo del jefe de la oposición conservadora, Laureano Gómez, quien declaró: “paz en el interior y guerra en la frontera”. Además Gómez defendió en el Senado de Colombia el empréstito de emergencia que el gobierno buscaba para cubrir los gastos de guerra.[11]

Durante la guerra, para comandar la expedición que recuperó a Leticia, Olaya eligió a su rival conservador en las elecciones presidenciales de 1930, el general Alfredo Vásquez Cobo.[12][13]

Tras el final de la guerra, en las elecciones presidenciales de 1934 Alfonso López Pumarejo fue nombrado presidente, y adelantó una nueva reforma a la Constitución en 1936.

López Pumarejo gobernó por dos períodos (1934-1938 y 1942-1945). Organizó el sindicalismo en el país y consagró el derecho a la huelga. También promovió el desarrollo de la Universidad Nacional, y por primera vez la mujer colombiana fue considerada ciudadana, pero no tenía derecho a votar.

El presidente Olaya Herrera había intentado adelantar políticas de reforma agraria en un proyecto elaborado por Francisco José Chaux y Jorge Eliécer Gaitan, pero no fue aprobado. Correspondió entonces a López la expedición de una ley que sin ser distributiva, tenía la intención de una transformación capitalista de la tierra, lo que despertó una férrea oposición del partido conservador liderado por Laureano Gómez, así como por la Iglesia católica, terratenientes y militares. También durante la presidencia de López, se instituyó la libertad de culto y conciencia y la protección de la maternidad. El presidente sufrió un intento de golpe de estado el 10 de julio de 1944 en Pasto, pero con el apoyo de las clases obreras, de los altos mandos militares y de la sociedad en general, se evitó que el evento pasara a mayores. El movimiento golpista tenía ramificaciones y el sector laureanista del conservatismo lo había mirado con simpatía.[14]

Durante el cuatrienio de Eduardo Santos, sucedió la masacre de Gachetá. Los detalles del suceso han sido motivo de controversia, pero la versión oficial arrojó un saldo de 9 muertos y 17 heridos, todos afines al Partido Conservador Colombiano.[15]​ Aunque este fue un hecho de orden público y no político, resultó siendo aprovechado por el Partido Conservador que desató un escándalo en el periódico El Siglo, afirmando que el crimen lo había ordenado el gobierno del presidente Santos.[16]

Colombia se declaró neutral con respecto a la Segunda Guerra Mundial, aunque luego, durante el segundo mandato de López Pumarejo, el país le declaró la guerra al bando del Eje. Algunos liberales insistían en que Laureano Gómez era admirador de Adolf Hitler, pero el jefe máximo del conservatismo tenía reservas respecto al nazismo. Sin embargo, la verdadera preferencia de Gómez habría sido una neutralidad.[17]

En 1941, se firmó con Venezuela el Tratado López de Mesa-Gil Borges, que estableció finalmente las fronteras terrestres entre ambos países.

El Frente Nacional fue un pacto político entre liberales y conservadores para sacar del poder a la dictadura general Rojas Pinilla. Dicho acuerdo estuvo vigente entre 1958 y 1974. Por extensión también se refiere al período histórico de dichos años. Las principales características de este período fueron la alternancia de la presidencia durante cuatro períodos (16 años) de gobierno de coalición, la distribución de ministerios y burocracia en las tres ramas del poder público (ejecutiva, legislativa y judicial), el candidato presidencial era elegido por acuerdo bipartidista, y la distribución igualitaria de las curules parlamentarias hasta 1968. El principal objetivo de este acuerdo político fue la reorganización del país luego del régimen de Gustavo Rojas Pinilla.[25]

El mandato del general Rojas Pinilla se convirtió en una tercera fuerza política capaz de desplazar a los dos tradicionales. Este hecho, unido al deseo de terminar con el periodo conflictivo de La Violencia, generada por la polarización bipartidista en Colombia, unió a los dirigentes de los partidos liberal y conservador, para buscar una solución común a los problemas. El liberal Alberto Lleras Camargo y el conservador Laureano Gómez firmaron el Pacto de Benidorm, el 24 de julio de 1956, para dar inicio al Frente Nacional en el cual los partidos se turnarían la presidencia y se repartirían la burocracia a los diferentes niveles de gobierno en partes iguales hasta 1974, es decir cuatro períodos presidenciales: dos liberales y dos conservadores. El primero en este mandato fue Alberto Lleras Camargo, de 1958 a 1962, y el último fue Misael Pastrana, de 1970 a 1974.

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