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Isla Grande de Tierra del Fuego



La isla Grande de Tierra del Fuego está ubicada en el extremo sur de América, continente del que está separada por el estrecho de Magallanes. Por superficie, es la 29.ª isla del mundo y la mayor, con diferencia, de las islas del gran archipiélago fueguino. Limita con el canal Beagle al sur, el océano Atlántico al este, y el océano Pacífico al oeste.

Esta isla es compartida por Argentina y Chile, países a los que les corresponde la parte oriental y occidental, respectivamente. 18 507,3;km² pertenecen a la Argentina con el 38,57% del total, mientras que 29 484,7;km² pertenecen a Chile con el 61,43% de la superficie de la isla. La parte argentina de la isla corresponde a la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, cuya capital es la ciudad de Ushuaia. El sector chileno de la isla corresponde mayoritariamente a la provincia de Tierra del Fuego, perteneciente a la región de Magallanes y de la Antártica Chilena; la capital de la referida provincia es Porvenir. El resto de la sección chilena de la isla corresponde a la provincia de la Antártica Chilena, perteneciente también a la referida región.

La Isla Grande de Tierra del Fuego posee dos sectores bien diferenciados, los dos tercios septentrionales están formados por mesetas y llanuras suavemente onduladas. El sur está ocupado por la terminación austral de la cordillera de los Andes, que tiene aquí orientación Este-Oeste.[1]​ Su territorio es de 47 992 km². La cordillera Darwin en el sector (chileno) sudoeste, cuenta con los puntos más altos de la isla. De ellos el monte Shipton con 2469 m s. n. m., es el más alto.[2][3]​ En las vertientes más elevadas y menos soleadas de los cordones montañosos se desarrollan numerosos glaciares. Estos pueden llegar en algunos casos a descender al nivel del mar, en el caso de los que se desprenden de la cordillera Darwin hacia el sur, como por ejemplo el glaciar Pía sobre el canal Beagle. En el fondo de los valles se ubican lagos y lagunas de origen glaciario como los lagos Fagnano y Yehuin. Las condiciones climáticas favorecen el abundante desarrollo de turbales en casi toda la isla, especialmente en los ambientes más húmedos de la mitad austral. Las costas meridionales, en donde los Andes están en contacto con los canales del océano Pacífico, son elevadas y muy accidentadas, existiendo numerosos fiordos. Las costas septentrionales, por contrapartida, son poco accidentadas llamando la atención la casi circular bahía San Sebastián y la bahía Inútil.[4]

Su extremo norte se ubica aproximadamente en el paralelo 52°30' sur —(Punta Anegada, Chile). Como extremo sur, la página web del Instituto Geográfico Nacional argentino indica el cabo San Pío en Argentina.[5]​ Sin embargo, la página web de la Subsecretaría de Catastro de Tierra del Fuego señala que la punta Falsa se halla aún más al sur que el cabo San Pío.[6][7]

Además de los lagos y glaciares, la isla posee numerosos ríos. Estos desaguan en el estrecho de Magallanes, canal Beagle, el océano Pacífico, y el océano Atlántico. El mayor de estos ríos es el río Grande que desagua en el Atlántico. La pesca de los ríos de Tierra del Fuego tiene fama mundial, siendo los mejores ríos de pesca el Cóndor, Grande, Paralelo y Azopardo, donde se pueden encontrar diversas variedades de truchas de hasta 10 kg [cita requerida].

Las rocas expuestas en la Isla Grande de Tierra del Fuego revelan una compleja historia geológica, caracterizada por tres etapas tectónicas principales:

Desde el Plioceno y durante el Cuaternario y hasta hace por lo menos entre 16 y 10 mil años,[18]​ Tierra del Fuego se vio cubierta de extensos glaciares, cuya manifestación en el relieve aún se observa en la actualidad: antiguos valles glaciarios conforman hoy en día depresiones elongadas ocupadas por el mar (canal Beagle, seno Almirantazgo) o por agua dulce (lagos Fagnano, Blanco, Yehuin). Los depósitos de morrenas, kames, eskeres y drumlins asociados a la dinámica glaciaria cubrieron gran parte de los macizos rocosos de los Andes Fueguinos.[19]​ Luego del deshielo, la isla comenzó a tomar su fisonomía actual; el deshielo de los glaciares generó importantes cursos fluviales, con sus depósitos glacifluviales asociados de grava y arena. Los valles fluviales asociados son ocupados en la actualidad por ríos de mucha menor magnitud, como el Grande y el San Pablo, y la mayor parte de los cursos fluviales que nacen en circos glaciarios o en lagunas de origen glaciaria.[19]​ Durante el Pleistoceno, el nivel relativo del mar sufrió numerosas transgresiones y regresiones, asociadas a las sucesivas glaciaciones, hasta adquirir su posición actual durante el Holoceno[20]​ (11 mil años a la actualidad), configurándose así la Isla Grande de Tierra del Fuego como la conocemos.

La región responde a la falla Fagnano-Magallanes, un sistema regional de falla sismogénico, de orientación este-oeste que coincide con el límite transformante entre las placas Sudamericana (al norte) y Scotia (al sur),[21]​ con sismicidad media; y su última expresión se produjo el 17 de diciembre de 1949 (71 años), a las 22.30 UTC-3, con una magnitud aproximadamente de 7,8 en la escala de Richter[22]

La Defensa Civil municipal debe realizar simulacro de sismo; y advertir sobre escuchar - obedecer acerca de

La isla posee más de 130 mil habitantes distribuidos de la siguiente manera:

La población en territorio argentino es mayor debido al desarrollo y a los exitosos planes argentinos en materia turística e industrial para incentivar el asentamiento de personas allí. Se cree que el Censo 2010 tuvo varios errores y que el sector argentino posee más de 180 mil habitantes.

Los principales centros poblados son:

Las llanuras del sector norte de la isla están cubiertas por estepas y semidesiertos frescos, donde domina una formación de tussok (coironales o estepa de coirón) cuya especie característica es la Festuca gracillima. Fitogeográficamente, pertenecen al distrito fitogeográfico patagónico fueguino de la provincia fitogeográfica Patagónica.

Las cumbres andinas presentan desiertos fríos que se incluyen en el distrito fitogeográfico altoandino austral de la provincia fitogeográfica Altoandina.

Solo el 30 % de la isla está cubierto por bosques los que pertenecen a la provincia fitogeográfica subantártica. Según las especies arbóreas dominantes, son clasificados en dos tipos; en los del distrito fitogeográfico subantártico magallánico dominan especies perennifolias, y si sitúan en las áreas próximas al nivel marino y de abundante precipitación. En las áreas más secas o de mayor altitud se encuentran los bosques del distrito fitogeográfico subantártico del bosque caducifolio, en los cuales dominan las especies caducifolias.

En los bosques de Tierra del Fuego se pueden encontrar 7 especies de árboles: canelo (Drimys winteri), leña dura Maytenus magellanica, el ciprés de las Guaitecas (Pilgerodendron uviferum) —la conífera más austral del mundo—, notro (Embothrium coccineum), y 3 especies de hayas australes; ñirre Nothofagus antarctica, lenga Nothofagus pumilio y el siempreverde coigüe de Magallanes Nothofagus betuloides. En los espacios abiertos de estos bosques crecen ciertos tipos de plantas con frutos comestibles, es el caso de la frutilla o fresa (Fragaria chiloensis var. chiloensis f. chiloensis) y calafate (Berberis buxifolia), que fueron y son recolectadas por los originarios y campesinos respectivamente.[23]​ Estos bosques son únicos en el mundo por haberse desarrollado en un clima con veranos tan frescos (alrededor de 9 °C). La cobertura arbórea se extiende muy cerca de la punta más austral de Sudamérica. Los vientos son tan fuertes que áreas expuestas al viento los árboles crecen torcidos por la fuerza de los vientos, y la gente los denomina "árboles-bandera" por la forma que necesitan tomar en su lucha contra el viento. La vegetación arbórea se extiende tan al sur como la Isla de los Estados, isla Navarino y el norte de Isla Hoste. A altitudes cercanas a los 500 m s. n. m. se pueden encontrar comunidades enanas de Nothofagus.

Los bosques de la isla han dejado de tener importancia local, han sido la fuente de árboles que han sido plantados en otras partes del mundo en lugares que tienen prácticamente el mismo clima pero que se encontraban originalmente desprovistos de árboles como las islas Feroe y archipiélagos cercanos; la mayor parte de las especies fueron recolectadas de los lugares más fríos de Tierra del Fuego en sitios principalmente colindantes con la tundra. Los fuertes vientos y fríos veranos no permitían el crecimiento de los árboles en Feroe de otras regiones del mundo, por lo que las especies fueguinas ahora son usadas como ornamentales, para formar cortinas contra-viento y para luchar contra la erosión causada por tormentas y el pastoreo.[24]

Entre la fauna silvestre se reconocen las siguientes especies:

Tetrápodos: guanacos (que fueron de gran importancia para la economía de la cultura shelknam), el culpeo fueguino o zorro colorado fueguino, el tuco-tuco (roedor), y el huillín (especie de nutria nativa) y roedores menores como lauchas y ratones. Entre la fauna introducida destacan el zorro chilla, el conejo de Castilla, la rata almizclera, el castor canadiense,[25]​ y el visón americano. El castor, traído desde Canadá para influenciar la caza de este animal y la venta de sus pieles, ha producido un severo daño ecológico en la zona.[26]

Pinnipedos: El litoral fueguino es frecuentemente visitado por lobos marinos, focas leopardo y elefantes marinos. Se reconocen numerosas colonias de los primeros, y algunas pocas de los dos últimos (elefantes marinos en Bahía Ainsworth y focas leopardo en la costa sur de Cordillera Darwin, en el canal Beagle).

Cetáceos: Algunas especies de misticetos y odontocetos circulan en los mares que rodean a la Isla Grande, entre ellos ballenas minke, ballena franca austral, toninas, orcas, cachalotes y ballenas piloto.

Aves: Entre las numerosas aves tanto de hábitat marino como terrestre, lacustre y palustre se pueden enumerar los cóndores, águilas, halcones, Becacinas, lechuzas, gorriones, zorzales, palomas, cauquenes, cormoranes, pingüinos (rey, de magallanes, de barbijo), ostreros o pilpilenes, macas o pimpollos, gaviotas, gaviotines, albatros, petreles, etc.

Reptiles: Solo se conoce una especie de reptil, la lagartija magallánica (Liolaemus magellanicus), que habita en la zona esteparia al norte del río Grande.

Anfibios: Apenas una especie habita en la isla, y solo en el sector chileno, es el sapito de tres rayas, siendo además el anfibio más austral del mundo.

El clima en esta región es bastante inhóspito. Es subpolar oceánico (clasificación climática de Köppen Cfc) con cortos y frescos veranos y largos, húmedos y fríos inviernos: el nordeste se caracteriza por fuertes vientos y poca precipitación; en el sur y oeste es muy ventoso, brumoso y húmedo la mayor parte del año y son pocos los días del año sin lluvia, aguanieve, granizo o nieve. En la Isla de los Estados, 230 km al este de Ushuaia recibe 1400 mm de lluvia. Las precipitaciones son más fuertes en el extremo oeste, 3000 mm anuales.

Las temperaturas son muy uniformes a lo largo del año: en Ushuaia y Porvenir apenas sobrepasan los 9 °C en verano y promedian 1 °C en invierno. Las nevadas pueden ocurrir en verano. Los fríos y húmedos veranos ayudan a preservar los antiguos glaciares. Las islas más australes poseen clima subantártico típico de Tundra que hace el crecimiento de árboles imposible. La variación térmica anual aumenta ligeramente en el noreste : mientras que en Ushuaia la temperatura media en verano es 10,5° y en invierno 2° , en Rio Grande es de 11° en verano y 0° en invierno

Existen algunas áreas en el interior que tienen clima polar. Regiones en el mundo con climas similares a Tierra del Fuego son: islas Aleutianas, Islandia, península de Alaska e islas Feroe. Los inviernos son muy prolongados y rigurosos en los cuales son continuas las nevadas, durante los inviernos, cuando las temperaturas constantemente se sitúan bajo los -10 °C (10 grados centígrados o Celsius bajo cero) las horas de sol son escasas (amanece hacía las 9.30 y obscurece hacia las 17.00), la primavera suele poseer frecuentes lloviznas y ocasionales nevadas, los veranos son agradables aunque con temperaturas que apenas superan los 15 °C (excepcionalmente se han registrado algunos pocos días con temperaturas que frisaron los 30 °C), si en invierno las horas con sol son pocas, por contrapartida, durante el verano fueguino el sol sale temprano y recién se pone hacia las 22.30. Durante todo el año son frecuentes y fuertes los vientos (aulladores o bramadores) que soplan desde el cuadrante sudoeste trayendo aire frío y mucha humedad que se condensa y precipita en las cordilleras.

En cuanto a la población precolombina, el archipiélago fueguino ha estado habitado por el Homo sapiens sapiens desde hace unos 10 000 años.

El primer poblamiento fue obra de paleoamericanos, quienes habrían sido los antepasados de los yaganes, que habitaban principalmente la región oriental, y, quizás parcialmente, de los kawésqar, que ocupaban las abruptas y anfractuosas costas occidentales.

Hacia el siglo XIV, los selknam —una etnia del conjunto amerindio, del subconjunto pámpidos y del linaje de los tehuelches, también llamados «patagones»— ingresaron en Tierra del Fuego. Esta nueva población se instaló principalmente en la región esteparia, aproximadamente la mitad norte del archipiélago; los selknam, también llamados «onas» por los yaganes, llamaban a la isla Karukinka, 'nuestra tierra'. Posteriormente, un linaje del conjunto selknam accedió al extremo sureste del territorio y se mezcló con los yaganes, lo que dio origen a la etnia mánekenk, vulgarmente conocida como «haush» o «aush».

La inmensa mayoría de la población originaria de la isla pereció entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, víctima principalmente de una campaña de exterminio llevada a cabo por los estancieros patagónicos. Actualmente, habita en la isla un número reducido de descendientes de los pueblos fueguinos.

Los primeros europeos que tuvieron contacto con esta isla fueron los miembros de una expedición española al mando de Fernando de Magallanes, hacia el 21 de agosto de 1520. El nombre se atribuye a la visión que tuvieron de ella estos primeros marineros europeos que exploraron sus costas: desde sus barcos divisaban sorprendentes y constantes fogatas. Así, fue nombrada "Tierra de humos", nombre que Carlos I de España modificaría a "Tierra del Fuego".

Las hogueras eran la forma en que los originarios se protegían del frío austral, indígenas selknam (u onas, en yagán) y yámanas (o yaganes) que, a pesar del duro clima, apenas utilizaban ropa. Solo el fuego y su especial adaptación metabólica (temperatura corporal un grado superior a la nuestra) los mantenía calientes. Portaban hogueras encendidas incluso en las canoas de corteza de lenga, que utilizaban para pescar y cazar mamíferos marinos.

El 1 de noviembre de 1520, Magallanes y sus compañeros se adentraron en el estrecho que llamaron "De Todos Los Santos" (actualmente denominado Estrecho de Magallanes), e hicieron un reconocimiento de las costas septentrionales de la isla, creyendo que se trataba de una región litoral de la Terra Australis Incognita y no un conjunto insular de América. La travesía duró 19 días.

En 1525 Francisco de Hoces, al mando de la carabela San Lesmes, separado de la Expedición de García Jofre de Loaísa, descubrió el brazo de mar que separa la parte más meridional de América de las islas Shetland del Sur, y fue el primero en doblar el cabo de Hornos y descubrir el paso entre la Antártida y América (aunque no llegó a adentrarse en el Pacífico, pues regresó junto al resto de la expedición, que cruzaría el estrecho de Magallanes), todo ello según la relación que del viaje hizo Andrés de Urdaneta, aunque hay autores que han estudiado la imposibilidad de que Hoces y la San Lesmes llegasen tan al sur.[27]​ Dicho paso se denomina en su honor "mar de Hoces" en España, Argentina y otros países hispanohablantes. Sesenta años después el inglés Francis Drake lo cruzó, por lo que se le denomina Paso o el Pasaje de Drake en el mundo anglosajón, en la cartografía internacional y también en Chile.

Hacia 1555 el español Juan de Alderete intentó una conquista de la Tierra del Fuego pero, igual que Pedro Sarmiento de Gamboa, debió desistir ante las inclemencias climáticas.

El 24 de enero de 1616 el neerlandés Jakob Le Maire de la expedición de hermanos Jan y Willem Schouten, descubre el estrecho de Le Maire y da nombre a la isla de los Estados. El 29 de enero descubren y pasan el cabo de Hornos al que llaman así en homenaje al barco Hoorn.

En 1619 los hermanos Bartolomé y Gonzalo García de Nodal circunnavegaron el archipiélago fueguino enviados por el rey Felipe III de España. El segundo volvió al estrecho de Le Maire en 1622 pero murió antes de lograr llegar a la Araucanía. El 10 de febrero de 1619 descubrieron las islas Diego Ramírez.

En 1624 el neerlandés Jacques L'Hermite, regresando del Perú, dio nombre a las Islas Hermite y a la bahía Nassau y exploró Tierra del Fuego.

En 1643 el corsario neerlandés Hendrick circunnavegó la isla de los Estados demostrando que es una isla.

En 1765 se produjo en la caleta Falsa (sector argentino de la isla) el naufragio del buque Purísima Concepción, durante tres meses se estableció allí el primer asentamiento europeo en la isla, denominado Puerto Consolación. Los náufragos (193) fabricaron una embarcación que llamaron Nuestra Real Capitana San José y Las Animas y retornaron a Buenos Aires.[28]

Entre el 11 de diciembre de 1768 y el 21 de enero de 1769, la expedición del primer viaje de James Cook, al mando del HMB Endeavour, al Pacífico Sur recorrió la costa noreste de la isla en su travesía del estrecho de Le Maire para pasar al Pacífico rodeando el cabo de Hornos.[29]​ Cook topografíó la costa de la isla, realizó perfiles de la misma y dio referencias muy exactas para la época de sus coordenadas. El paso del estrecho fue dificultoso. La expedición fondeó durante 5 días en la bahía Buen Suceso, en la península Mitre, para aprovisionarse de madera y agua antes de encarar el paso del cabo de Hornos hacia el océano Pacífico. Allí tuvieron contactos pacíficos con los nativos haush de los que tanto Cook como el naturalista Joseph Banks que formaba parte del equipo científico de la expedición, realizaron descripciones sobre su aspecto, vestimentas y formas de vida,[30][31]​ y el dibujante Sydney Parkinson varias ilustraciones.[32]​ Y una partida encabezada por Banks y el también naturalista Daniel Solander, se internaron en la zona para recolectar muestras de plantas y animales. Un cambio repentino de tiempo que hizo caer una nevada les obligó a pernoctar a la intemperie y dos de los criados de Banks murieron de hipotermia.[33][34]

Tras la independencia de Argentina y Chile, los dos nuevos estados discutieron largamente la soberanía sobre la isla. En julio de 1876 los cancilleres de ambos países, Bernardo de Irigoyen y Diego Barros Arana, dentro de un acuerdo general sobre las fronteras, decidieron dividir la isla con una línea imaginaria que separara el sector chileno, al oeste, del argentino, al este. La frontera convenida por ambos países en virtud del Tratado de Límites de 1881 y el Protocolo de Límites de 1893 se extiende desde el Cabo Espíritu Santo, en la boca del Estrecho de Magallanes, hasta el Canal de Beagle, siguiendo la longitud 68º 34' O.

Desde décadas antes (1840s) ya había comenzado el asentamiento de población blanca, iniciada con la introducción de misioneros anglicanos y católicos salesianos. Tras ellos llegaron los primeros estancieros, que iniciaron una fuerte presión sobre la población indígena.

En 1881 comenzaron a llegar a Tierra del Fuego buscadores de oro, que tras algunas investigaciones lograron hallar el preciado metal en la isla. La noticia se extendió rápidamente, dando paso a una fiebre del oro que atrajo numerosos inmigrantes europeos. Entre ellos llegó Julius Popper, que alcanzó a erigir un pequeño imperio minero, basado en cuestionados métodos, como el genocidio de la población autóctona.

La súbita riqueza aurífera permitió el establecimiento de las principales poblaciones urbanas, como Porvenir, en Chile, fundada en el año 1894. En el año 1884, en el sur de la Isla Grande, sobre el canal de Beagle, se estableció la Subprefectura de Ushuaia en la vecindad de la misión anglicana fundada en 1869. En el norte, se estableció en 1893 la misión salesiana sobre el Río Grande, a la vera del cual también comenzó a crecer un poblado ligado íntimamente a la actividad ganadera. En 1908 se fundó la localidad de Puerto Yartou. El Poblado de Río Grande se fundó oficialmente como colonia agrícola de Río Grande recién en 1921.

En los últimos años del siglo XIX se crearon las primeras grandes estancias ovejeras de la isla, propiedad de las familias Menéndez y Bridges.



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