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Peso colombiano



El peso es la unidad monetaria de curso legal en la República de Colombia. Su abreviación formal es COP (ISO 4217), e informalmente es abreviada COL$.[3]​ Localmente se usa el signo peso. Su circulación es controlada por el Banco de la República de Colombia.

El peso ha sido la moneda colombiana desde 1810. En 1837 el peso reemplazó al real a una tasa de cambio de 1 peso = 8 reales, estando dividido inicialmente en 8 reales. En 1847 Colombia decimalizó su moneda, dividiendo el peso en 10 reales, cada uno de los cuales se dividía en 10 décimos de reales. El real fue renombrado décimo en 1853, aunque las últimas monedas de real fueron acuñadas en 1880. El sistema actual de 100 centavos para el peso se utilizó por primera vez en 1819 apareciendo en los billetes, pero no reaparece hasta principios de 1860 sobre los billetes y no se utilizó en la moneda hasta el año de 1872.

En 1871 Colombia adoptó el patrón oro, ligando el peso al franco francés en una tasa de cambio de 1 peso = 5 francos. Esta tasa solo se mantuvo hasta 1886. En 1880 el presidente Rafael Núñez crea el Banco Nacional de la República de Colombia, el cual tenía entre sus múltiples funciones la de imprimir el papel moneda (denominado peso moneda corriente), que a partir de 1888 sufrió una acelerada inflación.

Para solucionar esta situación el gobierno de José Manuel Marroquín establece en 1903 la Junta de Amortización, que debe convertir todo el papel moneda circulante en oro, a una tasa de conversión de 100 pesos papel moneda = 1 peso oro.[4]​ Luego, bajo el gobierno del general Rafael Reyes se creó el Banco Central, el cual continuó con muchas de las funciones de la Junta de Amortización y estableció una tasa de cambo fija respecto a la libra esterlina, según la cual 5 pesos equivalían a 1 libra.

También durante el gobierno del general Rafael Reyes Prieto se crea una amplia controversia acerca del funcionamiento del Banco Central, lo que lleva al gobierno a cancelar su contrato con el Banco Central y expedir la Ley 69 de 1909, según la cual se crea la Junta de Conversión, encargada de retomar el trabajo dejado por la ya extinta Junta de Amortización. Durante este periodo el papel moneda comienza a imprimirse con valores nominales expresados en pesos oro.

Luego de la Primera Guerra Mundial el país sufre algunos problemas monetarios, que llevaron a que el presidente Pedro Nel Ospina solicitara en 1922 a los Estados Unidos la asesoría de especialistas en materia económica, los cuales emprendieron una misión conocida como la misión Kemmerer, liderada por Edwin Walter Kemmerer, bajo cuyas recomendaciones se crea en 1923 el actual emisor: el Banco de la República.[5]

En 1931, cuando el Reino Unido abandonó el patrón oro, Colombia cambió su vinculación al dólar estadounidense, a razón de 1,05 pesos = 1 dólar, una leve devaluación de su anterior vinculación. Esta vinculación existió hasta 1949, cuando la inflación de la moneda colombiana acabó con esta tasa de cambio.

La convertibilidad del peso colombiano por oro termina en 1931, por culpa del decreto 1638 de 1931.[6][7]

A pesar de lo anterior los billetes emitidos por el Banco de la República continuaron llevando sus denominaciones en pesos oro hasta 1993, cuando una demanda interpuesta por el exsenador Pablo Victoria ante el Consejo de Estado hizo que la palabra «oro» y el término «pagará al portador» fueran eliminados de los billetes.[7]

Actualmente circulan monedas de 50, 100, 200, 500 y 1000 pesos ($). Entre 1996 y 2002 estuvo en circulación activa la primera acuñación de una moneda de $1000, la cual perdió popularidad debido a su falsificación masiva.[8][9]​ Se dejó de acuñarlas y fueron reemplazadas por la emisión de un billete de 1000 pesos. Aunque esta moneda aún no ha salido de circulación, y aún conserva su valor cambiario,[10]​ era muy difícil encontrarla en circulación corriente hasta la introducción de un nuevo tiraje de monedas acuñadas por el Banco de la República, puesta al público a partir del segundo semestre de 2012.[11]

En 1998, en conmemoración de los 50 años de la OEA, el Banco de la República puso en circulación una edición especial de 5000 monedas únicas de $5000. Pero por su presentación en un estuche, su alto valor facial y la baja acuñación, estas monedas prácticamente no circularon.[12]

En 2006, se rediseñó la moneda de $20 que estaba saliendo de circulación para menguar la costumbre de redondear los precios a la siguiente denominación ($50). Aun así, la moneda es utilizada regularmente solo por almacenes de cadena.

Posteriormente, en 2007, se cambió la composición de las monedas de $50 de alpaca a acero revestido de níquel, por los gastos que representaba su producción. Luego en 2008, la composición de las monedas de $50 retornó a ser de alpaca.[13]

El 9 de febrero de 2009, el Banco de la República anunció que dejaría de acuñar las monedas de 5, 10 y 20 pesos, debido a su baja circulación, aunque podrán seguir circulando entre el público «hasta agotar existencias».[14]

En un principio, y desde 1996, fue propuesto cambiar el cono monetario en circulación, tanto así que, a partir del 13 de junio de 2012, salieron a circulación, junto con los diseños anteriores, la nueva serie de monedas con diseños inspirados en la fauna y flora endémicas del país.[15][16]​ Las piezas que entraron en circulación tienen un nuevo diseño, y dichas monedas (de 50, 100, 200, 500 y la nueva moneda de 1000 pesos), están hechas de otro tipo de aleaciones, y cuentan con dos monedas bimetálicas (500 y 1000 pesos), siendo un diseño distinto al que tenían las que dejaron de circular hace algunos años. Según lo dicho por el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, estas medidas buscan disminuir los costos de producción de tales denominaciones.[17]​ Las caras de las nuevas monedas evocan la biodiversidad, a través de plantas y animales silvestres colombianos como el oso de anteojos (50 pesos), el reconocido frailejón (100 pesos), la guacamaya bandera (200 pesos), la rana de cristal (500 pesos) y la tortuga caguama (1000 pesos)[18]​ y fueron elaboradas con la participación de Johana Calle y José Antonio Suárez.[19]​ El concepto transversal de las monedas es la biodiversidad y el cuidado de agua, y es explícita la intención por las inscripciones en la moneda de 1000 pesos: cuidar el agua en el reverso y agua en el anverso; así como implícita en el resto de las monedas, pues las ondas que aparecen en los marcos de todas las denominaciones hacen alusión al agua.[20]

La previsión original del Banco de la República de Colombia era abrir sus puertas en 1924, pero la quiebra del Banco López le obligó a abrir sus puertas seis meses antes, razón por la cual se vio obligado a tomar billetes de la Casa de Moneda de Medellín en denominaciones 2 y 1/2, 5, 10 y 20 pesos, resellándolos con el texto "Banco de la República - Billete Provisional". De estos billetes resellados, se conocen varios ejemplares de 2 y 1/2, 5, y 10 pesos, algunos muy bien conservados, pero cabe anotar que del billete de 20 pesos, solo hay un ejemplar conocido con resello, en un lamentable estado de conservación 3 (en una escala de 1 a 10), o para el sistema norteamericano un Fair. Poco tiempo después, ese mismo año, llegaron al país los billetes originalmente encargados por el Banco.[24]

El 16 y 17 de octubre de 1994 en Valledupar un grupo de delincuentes organizados sustrajeron de la oficina del Banco de la República de dicha ciudad la suma de $ 24 075 millones de pesos, entre billetes «sin circular» de $2000, $5000 y $10 000, que en ese entonces eran los de mayor denominación. El banco tenía conocimiento de los números de serie de esos billetes, por lo que expidió una lista de los rangos de series de los billetes robados, los cuales pasaron a no tener ningún valor. La sociedad colombiana vivió días de zozobra en las transacciones en efectivo, puesto que los billetes se distribuyeron por todo el país en aras de camuflarlo entre los billetes legales. Durante varias semanas las personas revisaban uno por uno los billetes que les entregaban para evitar recibir un billete «vallenato» como se comenzaron a conocer las series de los billetes hurtados.

Posteriormente el Banco de la República para menguar el caos generado por el robo, cambió el diseño de los billetes de $2000, $5000 y $10 000 por unos con diseños y medidas de seguridad diferentes, y que aún hoy en día circulan paralelamente al nuevo cono; hasta agotar su vida útil, y comenzó a recoger todos los billetes (robados y no robados del cono anterior) para acelerar el cambio.[25]

El 12 de noviembre de 1996 salió en circulación la moneda de $1000; en sustitución del billete de la misma denominación (azul, con la cara de Simón Bolívar).[26]​ Esta moneda fracasó no solo porque fue ampliamente falsificada, sino porque su diseño era visualmente idéntico al de la moneda de $100, a excepción de la denominación y tamaño ligeramente más pequeño.[26]​ Finalmente el Banco de la República recogió las monedas y diseñó el actual billete de $1000 con el tema de Jorge Eliécer Gaitán.[27]

Hasta 2006, todos los billetes colombianos, sin importar su denominación, tenían la misma medida (140x70 mm). El 17 de noviembre del mismo año, el Banco de la República sacó a circulación los nuevos diseños de los billetes de $1000 y $2000 (los billetes de menor denominación). Estos billetes tienen el mismo diseño e idénticas características generales y dispositivos de seguridad que los de la edición anterior, únicamente cambia el tamaño, a 130x65 mm.

En 2015 mediante un anuncio en medios de prensa, el emisor anunció de forma oficial que, para el primer trimestre de 2016; saldría a circulación un billete de 100 000 pesos, el de mayor denominación en la historia colombiana,[28]​ el cual sería decorado con el busto del expresidente del Frente Nacional, Carlos Lleras Restrepo,[29][30]​ como parte de la nueva familia de billetes que circularán simultáneamente con los billetes actuales. Esta nueva familia también está compuesta por billetes de todas las denominaciones anteriores exceptuando el de 1000 pesos, que viene siendo reemplazado por la segunda moneda bimetálica colombiana de la misma denominación puesta en circulación en 2012.

La justificación del emisor para el cambio de las caras de los billetes es la seguridad y la confianza de las personas en el efectivo como medio de pago. La temática transversal a los billetes, la biodiversidad, continua la propuesta de las últimas monedas puestas en circulación, además de resaltar elementos culturales y paisajes que se han convertido en símbolos de riqueza, variedad y creatividad de Colombia. La presencia de nuevas caras en los billetes se da en cumplimiento a leyes que fueron promulgadas y que se mantenían a la espera de su cumplimiento, como el caso de la Ley 1167 de 2007 que ordenaba la memoria de Carlos Lleras Restrepo, cuadragésimo noveno Presidente de Colombia; el caso de la Ley 1741 de 2014 que ordenaba la memoria de Gabriel García Márquez, primer premio Nobel de Colombia, siéndolo por el área de literatura; el caso de la Ley 1599 de 2012 que ordenaba la memoria de Alfonso López Michelsen, quincuagésimo primer Presidente de Colombia y el caso de la Ley 908 de 2004 que declaraba símbolo cultural de la nación al sombrero vueltiao.[31]

Solo en una ocasión el peso colombiano se ha reconvertido, fue en el año 1903, después de la guerra de los 1000 días, dónde 100 pesos pasaron a ser 1 peso oro, quitándole 2 ceros[cita requerida].

En varias ocasiones se han presentado proyectos de ley para cambiar la denominación del peso colombiano, para «quitarle ceros» a la moneda y llamarla temporalmente «Nuevo Peso», sin embargo el proyecto ha sido rechazado en varias ocasiones por motivos políticos y económicos (supuestos altos costos) que lo hacen impracticable.

Un proyecto de ley con este cambio fue presentado en 2010 y rechazado en octubre de 2011 por el Senado de la República,[32]​ sin embargo es de anotar que a lo largo del tiempo, ninguno de los proyectos presentados han contado con serias posibilidades para realizar este cambio, siendo en su mayoría proyectos que se quedan en primer debate y son rechazados por una amplia mayoría por el amplio desconocimiento de la iniciativa, aparte de las falsas creencias de reducción de valor en el circulante.

El 19 de septiembre de 2012, el presidente Juan Manuel Santos decide retomar la idea y la respalda argumentando que se trata de una tendencia global e imprescindible para reducir costos en la contabilidad, la cual no restaría valor al peso sino que lo fortalecería.[33][34]

En marzo de 2016, en el lanzamiento del billete de 100 000 pesos y con él, el lanzamiento de la nueva familia de billetes, el ministro del Hacienda Mauricio Cárdenas aseguró que el diseño de los nuevos billetes está encaminado a que los tres ceros del peso se eliminen hacia el futuro y que se pueda hacer la transición sin costos adicionales. Por esta razón, en la nueva familia de billetes aparece el número correspondiente al valor del billete sin los tres últimos ceros pero seguido de la palabra «MIL» en letras para que cuando se eliminen los tres ceros, entonces el único valor que tendrán los billetes será sin los tres ceros. Por ejemplo, en el billete de 100 000 pesos aparece la denominación como «100 MIL PESOS» que eventualmente se transformaría en «100 PESOS» sin hacer necesario el cambio de diseño de los billetes.[35]

Ya dicho cambio que, habría sido favorecido por temas legales, fue nuevamente debatido en el congreso de la república de Colombia, con una nueva ponencia en el mes de marzo del año 2018.[36]

El 20 de junio de 2018, en la Cámara de Representantes, se aprobó en segundo debate el proyecto de ley 231 para la reconversión monetaria.[37][38]​ Sin embargo, la iniciativa no prosperó con el nuevo gobierno, pues por recomendación de Fedesarrollo este proceso se debería realizar de forma gradual.[39]

Debido a la Crisis económica y a la Hiperinflación, generó que a mediados de 2015 se empezará a usar el Peso colombiano junto con el Dólar estadounidense como medio de ahorro pero ya desde 2017 empezó a tener uso de forma corriente aunque no de forma legal en las zonas fronterizas de Venezuela [40]​. Aunque el peso es aceptado en gran parte de Venezuela, tiene un rol secundario tras el Dólar estadounidense, salvo en Táchira donde es la principal divisa de la economía [41]​. Las autoridades venezolanas algunas veces han logrado detener algún contrabando de pesos colombianos en efectivo.[42]




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