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Rafelbuñol



Ayuntamiento

Rafelbuñol (en valenciano y oficialmente Rafelbunyol)[1]​ es un municipio de la Comunidad Valenciana, España y una villa de dicho municipio, capital del mismo. Se encuentran en la provincia de Valencia, en la comarca de la Huerta Norte Su término municipal incluye también la entidad de población de Els Forriols.[2]​ La población empadronada en el municipio en 2019 era de 8.941 habitantes.

La primera parte del topónimo proviene claramente del árabe رحل (rahal) «masía, casa». La segunda probablemente se deriva del latín balneu o balneolu («baño»);[3]​ sin embargo, también podría derivar del bajo latín boneol[u] («bonito»).[3][4]​Otra acepción hallada para el nombre definiría el territorio como «el secano de la viña» (Rahal, «explotación rustica de secano» y «-bunyol», del árabe « bunyul», que se traduce por viña), ya que se cree que en ese momento el territorio podría no beneficiarse del riego de la Acequia de Moncada.[5]​ Asimismo, otras alternativas interpretativas vendrían de la mano de Pierre Guichard, quien habla de una propiedad rural de extensión variable con murallas en algunos casos, lo que en otros territorios se denomina «muny'a o day'a»; y Joan Coromines y María Jesús Rubiera, quienes etimológicamente definen el término árabe رحل (rahal) como «lugar donde se hace una parada en el camino», «campamento», «majada» o «establo». Gaspar Juan Escolano informado por algún morisco fija la distinción entre los diferentes tipos de establecimientos rurales en la zona del Sarq al-Andalus: «los moros al lugar de pocas casas llamaban alquería, al de muchas Beled (Balad),que quiere decir pueblo, al de una no mas (que nosotros llamamos alquería) ellos llamaban Rahal o Rafal... otros sabios en lengua aràbiga dicen que Rahal quiere decir una majada o caserío puesta en la ribera de algun río».[6]

El origen es indeterminado, sin embargo, existen algunas referencias a un aumento del número de rahales durante los gobiernos de los eslavos Mubarak y Muzaffar, al inicio de los reinos de taifas, en el siglo XI. Durante el periodo de conquista del Sarq al-Andalus por Jaime I estos espacios fueron entregados a las clases superiores de la conquista (caballeros, obispos, clérigos, y funcionarios del rey), las cuales recibían un rahal completo más las tierras de alrededor, lo que hace suponer que estos territorios eran fincas periurbanas de extensión modesta.

El rahal tenía una fisionomía muy característica basada en un sistema de patio central al que daban las habitaciones, la cocina, los urinarios y/o el acceso de la casa. También podía darse que el patio no estuviese cerrado por habitaciones sino por paredes que encerraban un huerto o un corral. Las poblaciones que surgieron a partir de un rahal lo hicieron a partir de una plaza en forma de cuadrado o rectángulo, como consecuencia de la forma característica de las parcelas musulmanas. En algunos casos, contaban con una muralla o una torre defensiva.[6]

El escudo heráldico actual del municipio surge en el año 1955 motivado por el interés del Ayuntamiento del pueblo de tener un escudo propio que los represente, para ello, aprovechando los datos históricos recopilados por el cronista del pueblo Salvador García Llopis, elaboran un escudo que represente en cierto modo un poco la historia de los señores de Rafelbunyol desde su conquista a los árabes que fundaron Rahal-Bonyol.[7]

Si se divide el escudo en cuadrantes se puede observar que este está formado por: un primer cuadrante de cuatro palos rojos sobre fondo dorado, que corresponde al escudo de la Corona de Aragón, ya que le municipio de Rafelbunyol quedó bajo jurisdicción real hasta 1676 cuando el rey Carlos II lo donó a Manuel Eixarch i Bellvis; el segundo cuadrante está formado por el escudo de armas de Raimundo Escorna (escribano de Pedro I de Valencia), el cual está formado por un pergamino atado por el centro de color natural sobre fondo plata, se convirtió en señor del Rahal en 1279; el tercer cuadrante está formado por el escudo de armas de Gelacián de Tarba, infanzón y primer señor cristiano del Rahal tras la conquista, el cual representa cinco círculos o ruedas de carro sobre fondo liso; y el cuarto cuadrante, el cual está formado por el escudo de armas de Pedro de Eixarch i Bellvis (flor de lis en oro sobre campo rojo).

Por último, cabe destacar el resto de elementos que conforman el escudo, como es la cimera de Jaime I, a modo de recordatorio de la tarea de conquistador realizada por este rey, y los lirios de jardín a cada lado del escudo, que suelen asociarse con la fecundidad de la tierra. Además, en algunos escudos aparece en la parte inferior una cinta con las inscripciones «Rahal Bonyol», en referencia a su pasado árabe.[3]

El término de Rafelbuñol está situado en la parte septentrional de la Huerta Norte. Su término municipal tiene forma de un rectángulo muy alargado, de dirección norte-oeste, sur-este y acabando en su parte norte occidental en un triángulo. La Acequia Real de Moncada divide el término en dos partes. A su derecha, la Huerta (l'horta) propiamente dicha; a su izquierda el secano, actualmente transformado en regadío de motor. La superficie del término es fundamentalmente llana.

Limita con Masamagrell, Museros, Puebla de Farnals y El Puig de Santa María (en la misma comarca); y con Náquera (en la comarca del Campo de Turia).

Localidades limítrofes

Tiene un clima típicamente mediterráneo.

En 1510, Rafelbuñol tenía 33 vecinos (unos 150 habitantes), que habían aumentado a 43 en 1572. La expulsión de los moriscos y los problemas económicos del siglo XVII afectaron a su población y los 80 vecinos de 1609 se redujeron a 47 en 1646, y en 1730 el número aumentó escasamente hasta 82.[8]​ En 1784, el pueblo de Rafelbunyol sufrió una Epidemia de Tercianas, de la cual se tiene noticia gracias a un informe del párroco, en el que se indica que el número de vecinos sanos era de 150, mientras que de enfermos eran 239 y difuntos 6, así como se achacaba la causa de la epidemia a las "Aguas y Arrozes".[8]​ En 1787 el pueblo concentraba unas 916 personas y en 1910 eran ya 1.949. En 1885 Rafelbuñol sufrió un episodio de peste («Cólera Morbo» procedente de Orán) que diezmó la población con unas 78 defunciones, a las que se le unieron ese mismo año las naturales alcanzando una cifra de hasta 136 muertes.[9][10][11][12]​Hasta 1970, la población creció de una forma constante: en 1940, se sobrepasaban los 2.600 habitantes, los 3.200 en 1960, los 4.300 en 1970 (momento en el que la inmigración alcanza un máximo histórico en esta población, con inmigrantes procedentes fundamentalmente del sur de España) y en 2003, más de 6.000 habitantes. Su población censada en 2009 era de 8.067 habitantes (INE), y en 2017, era de 8.870 habitantes.[2]

El municipio está enmarcado en una comarca históricamente agrícola.Originariamente la mayor parte del término municipal era tierra de secano a excepción de una zona situada al sudeste de la población, regada por las aguas de la Acequia Real de Moncada. En la actualidad, la explotación de las aguas subterráneas mediante los trece pozos de riego existentes y la aplicación de las técnicas de riego heredadas de los árabes, ha hecho que cambie la fisonomía agraria del municipio.[3]​ Del cultivo de la vid, el algarrobo o el olivo, y en algunos momentos la hoja de morera, se ha ido pasando a un cultivo de cítricos (274 ha), principalmente naranjos, y, en menor proporción, hortalizas (5 ha) y frutales (2 ha), con lo que se ha ganado terreno al secano hasta quedar reducido a una proporción de terreno prácticamente insignificante, situada en el norte del término municipal. Pese a su importancia histórica, según el censo de Floridablanca de 1787 en el que el 89,71% de la población se dedicaba al sector primario, este sector ocupaba en 2003 sólo al 6% de la población activa.[13]​ En 2011 la superficie total agrícola se reducía a 208,72 ha.[13]

En los años 50 predominaba el policultivo extensivo con: frutales en l'hort, hortalizas en l'horta y arroz en la marjal, sin embargo, en los años 60 se pone fin al gran ciclo social-agrario, lo que supone la devaluación social y real de la propiedad de la tierra, la agricultura a tiempo parcial, la especulación sobre el suelo con fines no-agrarios...[14]​Todo ello dio paso a que en la segunda mitad del siglo XX se produjesen los primeros intentos industrializadores, así a partir de 1986 se establece en el término municipal un núcleo relativamente importante de industrias. La industria, que ocupaba en 2003 al 24% de la población, está muy diversificada: alimentación, prefabricados de hormigón, textiles, productos de belleza, talleres de estructura metálica, etc. Este desarrollo se debe a las Normas Subdisiarias que, aprobadas en 1989, establecían 46 ha para la actividad industrial. El 14,4% de la población se ocupa en la construcción y la gran mayoría (el 55,3%), en el sector servicios.[13]

El Pleno del Ayuntamiento está formado por 13 regidores: 7 del Partido Socialista, 3 del Partido Popular, 2 de Compromís y 1 de Ciudadanos.

Por ser la lista más votada, después de no haber obtenido mayoría absoluta de regidores (5 de PSPV)

(* No son votos sino electores. ** Porcentaje respecto al censo electoral.)

Alcaldes

Desde 2015 el alcalde de Rafebuñol es Francisco Alberto López de PSPV-PSOE.

El término de Rafelbuñol está atravesado por la A-7, en su tramo entre Valencia y Puzol. A través de la Puebla de Farnals se enlaza fácilmente con la CV-300.[11] Es además cabecera de la línea 3 de Metro Valencia, con la parada llamada Rafelbunyol, la cual fue inaugurada en 1893 para conectar con la capital, el servicio en 1975 mostraba un volumen de pasajeros de 6.114.796.[14]​ En la actualidad la línea 3 es la que más pasajeros traslada, con unas cifras de 12.843.485 de pasajeros en 2017.[18]

El primer núcleo de población del que se tiene noticias es la existencia de un poblado de la Edad del Bronce situado en Els Germanells. Los restos de este poblado se descubrieron en 1953 y se enmarca dentro de lo que se conoce como cultura del Bronce valenciano,[3]​ con una cronología que gira en torno al 1800 a.C.[3] Los materiales hallados en este yacimiento son: diente de hoz y varios miles de cuentas planas discoidales de piedra negra, fragmentos de cerámica, dos cuchillos, un hacha plana, cuatro puntas de flecha, un punzón de desección cuadrada, un pincel, punzones de huesos y escasos restos constructivos, algunos de los cuales se encuentran en el MUPREVA.Ya en época romana existió un asentamiento en el llamado Blanc de Columbro. Se trata de una villa rústica donde se han encontrado abundantes fragmentos de dolia y un capitel toscamente labrado en piedra de Sagunto.[3]​En un manuscrito de Dempere (monje del monasterio del vecino pueblo de El Puig) de 1782, se hace referencia a dos hallazgos escultóricos encontrados en el término de Rafelbuñol, las cuales pasaron a conformar parte de la colección del Museo de antigüedades del Palacio Arzobispal de Valencia, el cual fue destruido durante la Guerra de Independencia y con él, gran parte de su contenido. En este manuscrito se describe una de las figuras al detalle, lo que parece indicar que al menos una de ellas podría ser una representación de Baco niño:[19]

“En el campo yermo, que llaman de Rodrigo, cercado ya varios vestigios de los Romanos (…). Año 1781 hallan, abriendo zanja junto a esa casa (que haciendo espaldas a Murviedro mira mas al Norte) una estatua de mármol, que trajeron al Arzob., y colocaron en su Museo: y era notoriamente de Romanos según las señas que me dieron; mas no la vi (…). También año 1782 descubre una estatua de mármol Manuel Fenollosa del mismo Rafelbuñol en la casa que hizo en medio de este prado abriendo zanjas para los cimientos de ella (…) esta me la enseñó la tarde del Miércoles 5 de junio (…) y se reduce a estatua de 3 palmos desde el hombro al pie, como niño de 3 años.; desnudo del todo, menos plantas, y pies, que cubren unas sandalias, y botines hasta (…) la pantorrilla, y terminaban (?) con huella de rostro de animal; (…) la perfección de todos sus miembros, (…) es admirable. Los pies los tiene quebrados por las pantorrillas, mas el arranque de plantas permanece firme sobre su peana también de mármol, que todo se conoce haber sido de una pieza, con el león que tiene de asiento a su derecha, mirando con la boca abierta a este (…), y metida la cola entre los pies de detrás y las garras, o brazos delanteros los tiene rectos. Procuraron ver si hallarían la cabeza; mas no han podido conseguirlo; que en esto de cabezas, así aquí, como en el Puig siempre se ofreció la mayor dificultad; (…)”.[20]

Actualmente, de estos restos solo se conservan las reproducciones realizadas por Laborde y su equipo en su obra Voyage, las cuales se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.[20]

El asentamiento de población sobre el que se encuentra el actual núcleo tiene su origen en la época andalusí. Escolano, erudito historiador, en el siglo XVI conoció, ya en ruinas, la casa que según la tradición fue la génesis de Rafelbuñol. La existencia de esta casa de campo (rahal en árabe), situada cerca de una corriente de agua, contribuyó al crecimiento de la población, que se convirtió en una alquería (conjunto de varios hogares) que en el año 1025 tenía más de 15 casas y aproximadamente unos 50 habitantes. En 1236 el rey Jaime I se encontraba en El Puig consiguió que Rafelbuñol pasara a control cristiano, prometiéndoles que no serían molestados y que les serían respetadas sus propiedades, sus costumbres y su religión. En 1237 la donó al caballero Gelacián de Tarba, como premio a la ayuda prestada, pero al marchar este caballero a Jaca, Rafelbuñol pasó a poder de la Corona hasta que en 1279, Pedro III donó la alquería a su escribano mayor, Raimundo Escorna. En 1280, Pedro III, expidió un permiso a favor de los moros habitantes de la alquería, extensivo a los hijos de estos, actualizando el documento firmado por su antecesor.

En 1289, Raimundo Escorna comenzó a levantar la primera capilla bajo la advocación de San Antonio Abad, que se adscribe a la parroquia de Masamagrell hasta que una bula pontifical de Inocencio VIII en 1491 la declara independiente. El pueblo perteneció al Real Patrimonio hasta el 25 de mayo de 1465, momento en el que fue vendido al Padre Jaime Dartés. Ya en 1609 pasó a manos de Antonio Belvís. Aunque la expulsión de los moriscos supuso un fuerte declive de la economía española y especialmente de la valenciana, la situación en Rafelbuñol, poblado principalmente por cristianos viejos no sufrió grandes cambios. Y en 1665 se establece el nuevo libro de "Ordenances i Capítuls", que son 88 capítulos según los cuales debía regirse y gobernarse el pueblo de Rafelbunyol, esto surge de una reunión entre Manuel Exarch de Bellvís, marqués de Benavites, y los oficiales municipales, los cuales se reunieron para pactar estos capítulos, que hacían referencia a los perjuicios causados por los animales en el campo, la vigilancia del término, la prohibición de juegos, daños en las cosechas, cuidado de las acequias, administración del Ayuntamiento y de algunos comercios (horno, carnicería, taberna).[3]

En 1676 Carlos II concedió la suprema jurisdicción (civil y criminal) al marqués de Benavites a cambio de 27.820 quinzets de velló.[21]​ En 1775 los diputados del común y el síndico estaban en pleito con el marqués de Bélgida por la libertad para vender algunos bienes independientemente de las tiendas que eran propiedad o regalía del señor. Y en 1797, ante la resistencia de pago de una serie de arriendos censales (correspondientes a los años 1795 y 1796) que no habían sido abonados en su día y la postura de no reconocimiento del Marqués de Bélgida como señor y dueño del Lugar de Rafelbunyol por parte de la Corporación Municipal, Miguel Jiménez del Río (administrador general del Señor territorial) inició un pleito en nombre del señor por el cual se solicitó a la Real Audiencia del Reino de Valencia que se llevase a cabo una "Información de Testigos" a fin de clarificar el título de Señor de dicha tierra y poner fin a los problemas de los arriendos censales. Tras escuchar los autos del juicio en los que los testigos reconocían como Dueño y Señor del Lugar de Rafelbuñol, al Excelentísimo Señor Marqués de Bélgida y de Benavites y a sus antecesores, la Real Audiencia admitió el 7 de noviembre de 1797 a Don Juan de la Cruz Belvis de Moncada como Dueño y Señor del Lugar, tras lo cual siguieron las resistencias. Finalmente se optó por la renovación de la Corporación Municipal, la cual el 14 de enero de 1798, determinó separarse del pleito y reconoció al Marqués de Bélgida como Dueño y Señor de la tierra.[22]​ Así pues, el municipio quedó en manos de los Exarch i Bellvís hasta la abolición de los señoríos por decreto de 1 de julio de 1811.

Fundada en 1862 por Ramón Llopis Rivera, continúa el trabajo su hijo (Ramón Llopis Fenollosa) y después sus nietos, Ramón Llopis Hernándiz y el maestro José María Llopis Hernándiz. En 1940 la banda ya contaba con 50 músicos y en 1975 formaba parte de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV). En 1976, de mano del director de la banda Jesús Juan Oriola, la banda se presentó al II y III Certamen Provincial de Bandas Civiles, momento en el que la banda estaba conformada por 44 miembros y 52 educandos, de los cuales solo 15 tenían instrumento. En el verano de 1977 la Banda realizó una gira de pasacalles y conciertos en Galicia y participó en el IV Concurso Provincial de Bandas Civiles, celebrado en Foyos, donde obtuvo el Tercer Premio. El año siguiente la banda participó en el Certamen Musical de Bandas de Música celebrado en la Plaza de toros de Valencia, donde obtuvo el Cuarto Premio. El 14 de septiembre de 1981 se realizó el III Festival de Bandas de Música en Rafelbuñol, patrocinado por el Ayuntamiento. El 9 de octubre de 1982 participó en el Festival de Bandas de Música de la Comarca del Campo de Murviedro y el 8 de septiembre de 1985 se celebró de nuevo el Festival de Bandas en la Plaza de la Purísima de Rafelbuñol, en el que participaron las bandas de Alfara, Náquera, Faura y Rafelbuñol.

En la actualidad la Sociedad está presidida por Jesús Castellar Garcerá y cuenta con 600 socios, 350 alumnos y 33 profesores, y está dirigida por Jesús Orón García. Desde 2003 dirige la Banda Sinfónica Ángel Martínez Escutia.[31]​ Además, cuenta con varias agrupaciones más, como son la Banda Juvenil, la Banda Infantil, la Orquesta de Cuerda, el Conjunto de metales ("Ensemble de metalls"), el Coro de la Sociedad y diversos Grupos de Cámara.

Inaugurado el 14 de marzo de 2011. Tiene capacidad para más de 420 personas, repartidas en 300 localidades en la platea y un anfiteatro de 120 localidades. El escenario cuenta con una capacidad para agrupaciones de más de 100 músicos y además cuenta con paneles móviles especiales para la realización de conciertos de cámara. Además, en su interior cuenta con aulas para el refuerzo y, debido a la cercanía de la Casa de la Música (edificio adyacente), también dispone de sus aulas. En este edificio se realizan de manera periódica conciertos y recitales.[32]

Entre los platos típicos de la localidad destacan la Caldera (arròs amb fesols i naps, arroz con judías y nabos), paella de receta tradicional (con conejo y pollo) y el arroz al horno. Entre la repostería tradicional sobresalen los almendrados, el rosigón, la coca de nueces y pasas (coca amb anous i panses), la torta Cristina, los cocotets, entre otros.[cita requerida]



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