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Reforma bohemia



La Reforma bohemia (también conocida como la Reforma checa,[1]​ o Reforma husita), anterior a la Reforma Protestante del siglo XVI, fue un movimiento cristiano de finales del medievo y inicios de la edad moderna en el reino y en la Corona de Bohemia (actualmente la República Checa), clamando por una reforma de la Iglesia católica. Duró más de 200 años, tuvo un significativo impacto en el desarrollo histórico de la Europa Central y está considerado uno de los movimientos religiosos, sociales, intelectuales y políticos del período moderno. La Reforma bohemia produjo la primera iglesia nacional separada de la autoridad romana, los primeros movimientos religiosos apocalípticos de inicios del periodo moderno, así como la primera iglesia protestante pacifista.[1]

La Reforma bohemia no fue un movimiento internamente unificado y no permaneció inmutable.[2]​ A pesar de que se separó en múltiples grupos, algunas características fueron compartidas por todos ellos, como la comunión bajo las dos especies, rechazo por la riqueza y poder de la Iglesia, énfasis en la predicación de la Biblia en lengua vernácula y la relación inmediata entre hombre y Dios.[3][4]​ Esta Reforma incluía particularmente los esfuerzos para reformar la Iglesia antes de Jan Hus, el movimiento husita (incluyendo los taboritas y los orebitas), la Unidad de los hermanos y los ultraquistas o calixtinos.

Conjuntamente con los valdenses y los lolardos (liderados por John Wycliffe), la Reforma bohemia está considerada como la precursora de la Reforma protestante. Estos movimientos en ocasiones son referidos como la «Primera Reforma»» en la historiografía checa.[5]​ A pesar de la influencia de las reformas alemanas y suizas, la Reforma bohemia no se disolvió en ellas, aunque algunos utraquistas checos crecieron muy cercanos a los luteranos. La Reforma bohemia tuvo su propio desarrollo hasta la supresión de la revuelta bohemia en 1620. El victorioso rey restaurado Fernando II de Habsburgo decidió forzar todos los habitantes de Bohemia y Moravia a convertirse al catolicismo de acuerdo al principio cuius regio, eius religio de la Paz de Augsburgo (1555). La Reforma bohemia acabó siendo difundida en el mundo protestante y gradualmente perdió sus rasgos distintivos.[6]​ La Patente de Tolerancia publicada en 1781 por José II del Sacro Imperio Romano Germánico no comportó una restauración de la Reforma bohemia. José II no respetó la tradición religiosa bohemia y únicamente los luteranos, calvinistas y ortodoxos orientales fueron legalizados en la Corona de Bohemia y en otras partes de su reino.[2]​ A pesar de la extinción de la Reforma bohemia como movimiento cristiano distintivo, su tradición no desapareció. Muchas iglesias, y no únicamente en la República Checa, no han olvidado su legado e intentan continuar su tradición,[6]​ como por ejemplo, la Iglesia Morava (continuadora de la dispersa Unidad de los Hermanos «Unitas Fratum»), la iglesia protestante de los hermanos checos (Českobratrská církev evangelická), la iglesia husita checoslovaca (Československá církev husitská), la Iglesia de los hermanos (Církev bratrská), la Unión de los hermanos bautistas (Bratrská Jednota baptistů) y otras denominaciones.

La reforma bohemia empezó en Praga durante la segunda mitad del siglo XIV. En aquella época Praga no era únicamente la capital del rey de Bohemia, sino también del Sacro emperador romano (y Rey de los Romanos). Praga era una de las mayores ciudades de Europa, y después de Aviñón, Roma y París era la ciudad con la más alta concentración de clérigos de la cristiandad occidental.[7]​ Los inicios de la Reforma bohemia estaban muy relacionados con la crítica hacia el laxo estilo de vida de muchos clérigos. A finales de la década de 1370 e inicios de la de 1380 los teólogos de la universidad de Praga reclamaban la reforma del presbiterado decadente en el espíritu del emergente conciliarismo, para la educación de los sacerdotes mal preparados, y la aceptación cada vez más frecuente de la Eucaristía en el espíritu de la Devotio Moderna. Los representantes más significativos del movimiento reformista universitario fueron Enrique de Bitterfeld (Heinrich von Bitterfeld) y Mateo de Cracovia.[8]

Además de los teólogos universitarios había predicadores reformistas, como Conrad Waldhauser (fallecido en 1369), un agustinno de un monasterio en Waldhausen que predicó en la Ciudad vieja de Praga en alemán y en latín, especialmente contra la simonía y la baja moral.[9]​ Otro influyente predicador fue Milíč de Kroměříž, que predicó en latín, checo y alemán. Ayudó a muchas prostitutas a empezar una nueva vida. Daba la Eucaristía diariamente, lo cual era muy raro, ya que los laicos normalmente comulgaban una vez al año. Esta práctica de comunión habitual se hizo muy popular. Aunque fue un fenómeno único en Europa, se convirtió habitual en Bohemia hasta finales del siglo XIV. La cuestión eucarística convirtió en algo crucial para la naciente reforma bohemia y a la década de 1410 la comunión en las dos formas y la comunión infantil fueron introducidas en la práctica litúrgica bohemia.[10]

Mateo de Janov (fallecido en 1394), que estudió en las universidades de Praga y París, escribió Regulae Veteris et Novi Testamenti(«Principios del Antiguo y el Nuevo Testamento»), que es un libro esencial del inicio de la reforma bohemia. La Biblia era la única autoridad real en materia de fe según él y únicamente los seguidores sinceros de Cristo eran auténticos cristianos de acuerdo con su opinión.[11]

La contribución y el carácter único de la Reforma checa se puede considerar en ese momento un respeto único por la conciencia de cada ser humano. Esta tolerancia sin precedentes se hizo cumplir al menos inicialmente, en las áreas específicas de la República Checa, que, después de un empate en las guerras husitas, ninguna de las partes fue lo suficientemente fuerte como para vencer al oponente por completo. Ambas partes se vieron obligadas a encontrar una forma de coexistencia mutua en interés de su propia supervivencia, manteniendo la paz y la seguridad. Esta necesidad finalmente resultó en un esfuerzo consciente para codificar la tolerancia mutua y el respeto por la conciencia de la otra parte, lo que condujo a la paz religiosa de Kutná Hora en 1485. Fue firmado durante los últimos coletazos de los conflictos religiosos en Bohemia. Con los enfrentamientos entre el rey bohemio Vladislao II y su vecino y pretendiente Matías I de Hungría, la revuelta de la ciudad de Praga amenazó con reiniciar el conflicto religioso latente desde las guerras husitas.[12]​ Vladislao animó entonces a la nobleza a llegar a una solución pacífica.[13]

La traducción completa de la Biblia al checo a mediados del siglo XIV también contribuyó al origen de la reforma. Tras el francés y el italiano, el checo se convirtió en el tercer idioma moderno europeo al que se tradujo la Biblia completa.[14]

El representante más conocido de la Reforma bohemia fue Jan Hus. Era un influyente profesor universitario y un popular predicador en la capilla de Belén en la ciudad antigua de Praga. La capilla fue fundada en 1391 de acuerdo al espíritu de la naciente reforma. Estaba destinada para sermones en checo y podía admitir hasta 3000 personas. Jan Hus y sus amigos —como Jacob de Mies— eran escépticos ante la idea del conciliarismo, que reclamaba una reforma de la Iglesia desde arriba mediante los cardenales y teólogos. Para ellos, los cardenales y teólogos eran culpables de la misma corrupción que el propio papado. Hus creía que el jefe de la Iglesia era más bien Jesucristo que no el papa. En algunas cuestiones estaba inspirado por las ideas de John Wycliffe, teólogo y filósofo de Oxford, se puede obsrvar en su cooperación con el poder secular que los apoyaba.[8]​ Conjuntamente con Wycliffe pensaban que la aristocracia podía ayudar a la Iglesia a ser pobre y centrarse únicamente en cuestiones espirituales confiscando sus propiedades. En 1412 Jan Hus criticó la venta de indulgencias que dieron lugar a una inestabilidad en Praga, suprimida por el ayuntamiento. Cuando Hus, como resultado de un interdicto, abandonó Praga, se dio cuenta de que había un abismo entre la educación universitaria y la especulación teológica por un lado, y la vida de los curas de pueblo sin educación y los laicos que confiaban unos con los otros.[6]​ Así, empezó a escribir muchos textos en checo, como las bases de la fe cristiana o sermones, dirigidos principalmente hacia los sacerdotes que prácticamente no sabían latín.[15]

Antes de que Hus abandonara Praga, decidió hacer un paso que dio una nueva dimensión a sus esfuerzos, ya no pondría más su confianza en un rey indeciso, un papa hostil o un concilio inefectivo. El 18 de octubre de 1412 apeló a Jesucristo como juez supremo. Al apelar directamente a la máxima autoridad cristiana, el mismo Cristo, dejaba de lado las leyes y estructuras de la iglesia medieval.[16]​ Para la Reforma bohemia, este paso fue tan significativo como Las 95 tesis de Martín Lutero clavadas en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg en 1517.[17]

La ejecución de Hus en el Concilio de Constanza en 1415 comportó la radicalización de los seguidores de Hus.[8]​ En 1414, Jacob de Mies dio por primera vez la sagrada comunión bajo las dos formas a los laicos —práctica prohibida por el IV Concilio de Letrán de 1215)—, con la aprobación de Jan Hus, quien ya vivía en Constanza. La comunión bajo las dos formas, representada por un cáliz, se convirtió en el símbolo principal de la Reforma bohemia, símbolo que ha perdurado hasta la actualidad entre los cristianos no católicos de la República Checa.

Después de que Jan Hus fuera quemado en la hoguera, la Reforma bohemia empezó a oponerse contra el Concilio de Constanza y después del papa, y se convirtió en un movimiento religioso distintivo con sus propios símbolos —el cáliz—, rituales —la comunión frecuente bajo las dos formas incluso para los niños— y mártires (Jan Hus, Jerónimo de Praga). En la década del 1420 se separó de la Iglesia Católica en todas las formas, a excepción de la negación de la sucesión apostólica y de la creación consciente de una iglesia independiente.[6]

Debido a la situación política, los husitas no eran únicamente un grupo religioso sino que también se convirtieron en una facción política y militar.[18]​ El programa ideológico y político compartido por los husitas al empezar las guerras husitas estaba dentro de los Cuatro Artículos de Praga, pueden resumirse así:

Tras la batalla de Lipany el 1434, en la que los husitas moderados unidos a los católicos derrotaron a los husitas taboristas o radicales, se pudo alcanzar un compromiso con la Iglesia católica y el emperador y rey coronado de Bohemia Segismundo de Luxemburgo. El acuerdo consiguió la reconciliación entre la mayoría de los reformistas bohemios y la Iglesia romana.[20]​ El texto de la Compactata basado en los Cuatro Artículos, fue aceptado tanto por los representantes políticos checos —bohemios y moravos— como por el Concilio de Florencia, pero el papa Martín V rechazó reconocerlo.

El verano de 1419, decenas de miles de personas se encontraron para un masivo oficio religioso en una colina bautizada como «Monte Tabor», donde se fundó la ciudad de Tabor. Los llamados taboritas o radicales, practicaban una forma de economía comunal que sería de gran interés para los historiadores marxistas.[1]

Jan Žižka destacó pronto entre los líderes husitas, quienes por oposición a Segismundo de Luxemburgo eligieron rey a Ladislao Jagellón, quien no aceptó la corona por sentirse demasiado anciano, pero envió ayuda a los husitas. Segismundo consiguió ser aceptado como rey de Bohemia por el papa Martín V, quien proclamó, el 14 de mayo de 1420, una cruzada contra los husitas.[21]​ Posiblemente Jan Žižka conocía las tesis de Jan Hus y es probable que asistiese a alguno de sus sermones en la Capilla de Belén de Praga.[22]

Žižka defendió en 1421, la ciudad de Kutná Hora, en la Bohemia Central, el emperador Segismundo avanzó con un gran ejército contra los husitas. En la batalla de Kutná Hora, las fuerzas husitas lograron resistir los ataques imperiales hasta que Žižka ordenó avanzar a sus «carros de guerra» logrando romper el cerco. Las tropas husitas taboristas siguieron hostigando a las tropas imperiales, provocando la retirada del ejército de Segismundo de Bohemia.[21]

La tensión entre las tropas de Praga y Tabor fue creciendo, alcanzado su pico más alto con la fundación por parte de Zizka, en el invierno de 1422-1423, de «Tabor Menor» que serviría como base de los husitas del este de Bohemia. En julio de 1423 creó un ejército permanente conocido como la Orden militar de Žižka lo que hizo que los husitas moderados lo vieran como un peligro.[23]​ Žižka murió de peste el 12 de octubre de 1424 en Pribyslav cuando se disponía a dirigir una campaña contra Moravia. Procopio el Grande fue elegido su sucesor.[24]​​

La Iglesia Utraquista de Bohemia fue un cuerpo eclesial autónomo surgido en Bohemia y Moravia, que se veía a sí mismo como parte de la única santa Iglesia católica, pero que permaneció en una comunión meramente formal con el papa romano. Durante todo el siglo XV mantuvo la ambición de servir como una vanguardia de reforma para toda la cristiandad occidental. Durante mucho tiempo, esta iglesia, cismática desde el punto de vista romano, siguió siendo un fenómeno único en Europa. Hasta 1471, la iglesia fue dirigida por el arzobispo electo de Praga, Jan Rokycana, quien nunca fue confirmado por la Santa Sede. Después de su muerte fue dirigida por el Consistorio utraquista encabezado por su administrador. El Consistorio utraquista tuvo su sede en el casco antiguo de Praga. La iglesia continuó reconociendo la sucesión apostólica en la Iglesia Romana, e insistió en la ordenación de su clero por obispos católicos «apropiados».[25]

La iglesia era principalmente de habla checa, aunque también incluía algunas comunidades parroquiales de habla alemana. Con el surgimiento de la Reforma Protestante, la Iglesia Utraquista consideró necesario definir su identidad en relación con Roma, y también con las iglesias reformadas. Durante todo el siglo XVI, Bohemia y Moravia disfrutaron de una considerable tolerancia religiosa que no estaba limitada por el principio Cuius regio, eius religio. La defensa de su propia identidad fue un gran problema de la Iglesia Utraquista durante el período restante de su existencia, aproximadamente hasta 1622. La unión de los utraquistas con los Hermanos y los Luteranos en apoyo de la Confesión de Bohemia (1575) no pudo sino promover la separación con Roma. En consecuencia de la Carta de Majestad, emitida en 1609 por Rodolfo II del Sacro Imperio Romano Germánico, surgió una organización ilusoria unificada de la iglesia que complicó aún más el tema eclesiológico para los utraquistas, así como para los luteranos y, especialmente, los Hermanos.[25]

La principal expresión de su carácter confesional era una liturgia reformada que combinaba lenguas latinas y checas, y practicaba la comunión bajo los dos tipos para los laicos de todas las edades, incluidos los niños. Jan Hus fue considerado un santo y venerado como un mártir de la causa de la renovación de la Iglesia de Cristo. Sin embargo, un mejor conocimiento de la teología del utraquismo pertenece entre los principales deseos de la erudición histórica.[25]

La Unitas Fratrum o Unidad de los Hermanos (en idioma checo: Jednota bratrská) fue fundada en 1457 por seguidores cristianos bohemios de Jan Hus quienes se sentían decepcionados por el desarrollo religioso en su país, especialmente por las guerras que fueron dirigidas en nombre de Dios. Fueron impactados fuertemente por la enseñanza de Petr Chelčický. En su principio «La Unidad» estaba en contacto con los valdenses. Los Hermanos de Bohemia eran conocidos por su biblicismo radical. Después de una cierta vacilación decidieron negar la sucesión apostólica y establecer una iglesia distinta.[6]​ Considerados como herejes y perseguidos tanto por católicos como por utraquistas (husitas, calixtinos) se volvieron tolerantes con otras denominaciones cristianas. El acto más famoso contra la unidad de los hermanos fue el «mandato de San Jacobo» realizado por el rey Vladislao II de Bohemia y Hungría contra la Unidad de los Hermanos. Originalmente fue proclamado en la Santa Casa del Jubileo el 25 de julio de 1508, y el 10 de agosto, el rey emitió el mandato. Ordenó el cierre de las iglesias de los hermanos checos, la quema de sus libros y la transferencia de maestros a los católicos. Los gobernantes de los Habsburgo a menudo renovaron su mandato. La última vez lo hizo en 1602 Rodolfo II, probablemente por la presión de la nobleza checa católica.[26]​ No creían ser la única iglesia verdadera, incluso no querían que se les llamara iglesia, pero usaban el término unidad para describir su denominación, porque creían que había una sola Iglesia de Cristo que era invisible. Los hermanos checos representaban una comunidad exclusiva. Tomaron su forma de vida como una elección personal y no negaron la salvación de aquellos que vivían fuera de la Unidad.[27]

La Hermandad de Moravia ejecutó la primera traducción de la Biblia checa desde los idiomas originales. Este trabajo fue iniciado por el obispo de los Hermanos, Jan Blahoslav, quien tradujo el Nuevo Testamento del griego en 1564. La Biblia completa se publicó en seis volúmenes entre 1579 y 1593 con extensas anotaciones. Fue impresa en una casa fortificada de Moravia en Kralice nad Oslavou, por lo tanto se llama la Biblia de Kralice. Fue la primera Biblia checa en la que los versos fueron contados.

Además de Jan Blahoslav, otros teólogos famosos de la Unidad fueron Lucas de Praga, Jan Augusta o Jan Amos Comenius. Durante el tiempo de la Contrarreforma Intransigente en Bohemia y Moravia después de 1620, los líderes de la Unidad se vieron obligados a abandonar el país. Comenio trató de conducir a la Unidad en el exilio, pero después de su muerte la iglesia entró en declive. En 1722, la Unidad de los Hermanos fue renovada en Sajonia por emigrantes de Moravia con el apoyo de un conde local Nicolaus Ludwig von Zinzendorf. Desde ese momento, la Unidad también ha sido conocida como la Iglesia de Moravia.

Una de las consecuencias de la Reforma bohemia, o su manifestación en el movimiento husita, fue el caos de la Iglesia en Bohemia y Moravia, a nivel mundial de como sobrevivir «romana» (en una parte) y en los «compactos» recién definidos checos (en ambos tipos), se produjo como resultado de las guerras husitas. Una gran parte de sus bienes e instalaciones durante siglos estuvieron luchado por la falta de sacerdotes. La iglesia no tenía los medios para mantener al personal, incluidos los clérigos profesionales. El fenómeno de las fraternidades literarias surgió así en el entorno checo, la Hermandad literaria se originó en la segunda mitad del siglo XV como en las iglesias de la ciudad que habían coros legos. Se organizó de acuerdo con el modelo de gremios Laudis(artesanos de la alabanza)[28]​ y por lo general estaban obligados a cantar por la mañana en las misas los domingos, días de fiesta, y durante todo el Adviento.[29]

La mayoría de las hermandades literarias eran utraquistas, pero también crearon varias hermandades católicas, varias luteranas y a principios del siglo XVII se documenta por la unidad fraternal literaria en Lipnik.[30]​ Las hermandades literarias sobrevivieron hasta su prohibición mandada por José II del Sacro Imperio Romano Germánico, en 1784.[31]​ Después de su muerte, la prohibición fue revocada, pero a pesar de numerosos intentos locales, no coordinados, para reactivar de nuevo las hermandades literarias con su significado original, ni siquiera se pudieron acerca al número establecido anteriormente. El número exacto de fraternidades es difícil de determinar, se estima que hubo alrededor de 100 hermandades en Bohemia y 55 en Moravia.[32]

Aunque la mayoría de hermandades literarias eran portadores de la reforma checa polifónica, las iglesias de los Hermanos checos operaban únicamente con canciones monofónicas, debido a que la unidad del coro de hermanos se negaron, por su excesiva pompa y la incomprensibilidad del texto.[30]​ Sin embargo, existen casos documentados de que en coros fraternales el canto polifónico, a pesar de la resistencia, más adelante fue tolerado.[33]

Los utraquistas desarrollaron canciones checas en el siglo XV, incluso sin dejar el latín del todo. Los hermanos checos y luteranos reemplazaron las antífonas litúrgicas por canciones, a menudo propias, que ellos mismos había compuesto. Los llamados roratis «bohemios antiguos», una rica colección de canciones de Adviento Mehdi, son una característica específica de la Reforma bohemia, especialmente en el ambiente utraquista.[34]

La única gran fuente conservada de canto litúrgico en checo es Jistebnický kancionál, de alrededor de 1430, conservado en el Museo Nacional de Praga. Además de las canciones escritas en checo contiene cantos para la misa y oficios de culto y varios cantos polifónicos. Es probable que el manuscrito fuera hecho para las necesidades de la escuela en un lugar donde novedades litúrgicas no inspiraron la resistencia y que todavía funcionaban con servicio litúrgico institucionalizado. Aunque parece que a pesar de su himnario en lengua vernácula fue diseñado para el canto popular municipal. La principal ola de traducir canciones litúrgicas en checo se produjo en 1540 después de que las necesidades utraquistas se unieran con las hermandades literarias. Los himnarios utraquistas de segunda mitad del siglo XVI se encuentran ahora en su mayoría en una sola hermandad literaria en la República Checa fundada en el 2008 por Jiří Churáček,[35]​ que tiene su sede en Netolice, Bohemia del Sur.[33]

La Unidad de los Hermanos disfrutó exclusivamente de su lengua materna, es decir, checo o alemán —especialmente en el norte de Moravia—, durante sus reuniones y en sus composiciones de cantos.[33]

La obra de Lutero pronto se vinculó con el caso de Jan Hus. Por primera vez en relación con Martín Lutero, el nombre de Hus salió durante la famosa disputa de Lutero en Leipzig, Alemania, con su oponente, Johann Eck, en 1519. «También los concilios pueden errar». Por primera vez, Lutero también se enfrentó públicamente contra la autoridad y la infalibilidad de los concilios eclesiásticos.[36]​​

Lutero, como Hus, exigió que sus puntos de vista fueran refutados por evidencia con la Biblia. Ambos se negaron a obedecer la obediencia a las autoridades de la Iglesia. Lutero, sin embargo, en una audiencia pública en la dieta reunida en Worms en 1521, actuó con mucha más confianza que Hus en el Concilio de Constanza de 1415. A diferencia de Hus, que acabó defendiéndose ante el Consejo, Lutero incluso lo atacó.[36]​ En octubre de 1520 Lutero envió su escrito En la Libertad de un Cristiano al papa, añadiendo la significativa frase: «Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios».



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