La Navidad (en latín: nativitas, ‘nacimiento’)? es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En algunas de estas tradiciones también el 24, la Nochebuena (inglés: Christmas Eve, alemán: Heilig Abend) y el 26 (Second day of Christmas, zweiter Weihnachtsfeiertag) son partes impotantes de la fiesta de Navidad.
En cambio, se festeja el 7 de enero en otras Iglesias ortodoxas como la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII. El 25 de diciembre es un día festivo en muchos países celebrado por millones de personas en todo el mundo y también por un gran número de no cristianos.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche(s) consagrada(s)’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
La Navidad inicia un periodo llamado tiempo de Navidad, que finaliza con la solemnidad del Bautismo del Señor. Coloquialmente, al periodo que comienza con la Navidad y finaliza con la Epifanía del Señor también se le conoce como pascuas.
Existen varias teorías sobre cómo se llegó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús.
Los orígenes pueden variar de acuerdo a la festividad. Aunque la fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazaret no se encuentra registrada ni en el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento (Biblia), el 25 de diciembre ha sido significativo en los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno en el hemisferio norte (desde el 21 de diciembre). La adopción de esa fecha se realizó siglos después, empezando por el testimonio de Sexto Julio Africano en el año 221 acerca de la fecha de nacimiento en Judea y el calendario litúrgico filocaliano de 354 después de Cristo.
Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente. En Lucas se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas, Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. Crónicas indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno. Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia, según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.
Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío). Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre.
Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.
En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmó que «Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió». Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.
Algunas festividades que coinciden con ese periodo fueron de carácter pagano. Algunas culturas mencionan en sus rituales astrológicos a algún dios sol; tales como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlán), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo:
Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según defiende William J. Thige, ya en el siglo III se celebraría el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aun antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus).
Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354[cita requerida]. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).[cita requerida]
Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios «muy curiosos» asignan no solo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
El profesor Shemarjahu Talmon, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, investigó el pasaje del Evangelio de San Lucas (1, 5-13) en el que se cuenta que en la época en la que Herodes era rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías, marido de Isabel.
Lucas dice que "mientras Zacarías oficiaba ante el Señor, en el turno de su clase, según la usanza del servicio sacerdotal, le tocó a suertes entrar en el templo para hacer la ofrenda del incienso" y en ese momento se le apareció un ángel que le predijo el nacimiento de un hijo, que habría de llamar Juan, que sería el Bautista.
Los sacerdotes del antiguo Israel se dividían en 24 clases, que se organizaban en un orden que no variaba y que debían prestar servicio litúrgico en el templo durante una semana, de sábado a sábado, dos veces al año. La clase de Zacarías, la de Abías, era la octava en el orden oficial.
Talmon reconstruyó los turnos con la ayuda del calendario de la comunidad esenia de Qumrán. El segundo de los turnos era en septiembre. Las antiguas Iglesias de Oriente celebran la concepción de Juan el Bautista entre el 23 y el 25 de septiembre.
San Lucas el Evangelista dice que la Anunciación del arcángel San Gabriel a la Virgen María sucedió seis meses después de la concepción de Juan el Bautista (Lc, 1, 26). Las liturgias orientales y occidentales concuerdan en la identificación de esta fecha con el 31 del mes de adar, que corresponde a nuestro 25 de marzo, fecha en la que la Iglesia celebra la Anunciación y la concepción de Jesús. La fecha del nacimiento, por tanto, debería ser situada 9 meses después, es decir el 25 de diciembre.
Algunos han objetado que no pudo nacer en diciembre, ya que el Evangelio de San Lucas se habla de unos pastores que pasaban la noche al raso, lo que indicaría que no es una época invernal. Sin embargo, la respuesta estaría en las normas de pureza del judaísmo. Los rebaños de ovejas se diferenciaban en tres tipos: los compuestos solo de ovejas de lana blanca, consideradas puras y que después de pastar volvían a entrar en el redil en el centro de las poblaciones; las compuestas por ovejas de lana en parte blanca y en parte negra, que por la tarde entraban en rediles dispuestos a las afueras de las poblaciones; y las ovejas de lana negra, consideradas impuras, que no podían entrar ni en las ciudades ni en los rediles, debiendo permanecer a la intemperie con sus pastores en cualquier periodo del año. El Evangelio también dice que los pastores hacían turnos de guardia, lo que indicaría una noche larga y fría, lo que encaja con un contexto invernal.
El papa de Roma solía celebrar tres misas de Navidad. La primera era hacia la medianoche en la Basílica de Santa María la Mayor, donde según la tradición, se encuentran las reliquias del pesebre en el que fue depositado el Niño Jesús. El sumo pontífice celebraba, además, la misa para la comunidad griega de Roma en la Basílica de Santa Anastasia, quizás en recuerdo de la Anastasis o la Resurrección; que se denomina Misa de la Aurora. La tercera misa era, finalmente, la conocida como "diurna", que el papa celebraba en la Basílica de San Pedro, que se encontraba fuera de las murallas romanas, para quien vivía a las afueras, esencialmente la población rural.
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas Iglesias protestantes, llamándola «Trampas de los papistas» y hasta «Garras de la bestia», debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las celebraciones navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la época colonial de los Estados Unidos, los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desgracia en los Estados Unidos después de la Revolución, porque se consideraba una costumbre inglesa.
Después de la revolución francesa, se desarrolló su propio calendario republicano francés. Aunque los cambios en su implementación, 10 días cada semana, no tuvo mucho éxito.
En la actualidad, algunas Iglesias bautistas independientes, algunas congregaciones paraprotestantes de denominación no tradicional, como los Testigos de Jehová que tienen en Charles Taze Russell su fundador, no celebran la Navidad, porque la consideran una «festividad pagana no prescrita en la Biblia». Además, rechazan que el 25 de diciembre sea la verdadera fecha del nacimiento de Cristo. Cabe mencionar que, en sus inicios, los Testigos de Jehová celebraban la Navidad, no en carácter de celebración religiosa, sino como forma de sociabilización entre sus miembros. El cambio de actitud hacia dicha festividad se debió a las enseñanzas distintivas de su líder religioso, el juez Joseph Franklin Rutherford.
Otros, en cambio, no aceptan la tradición llamándolos de anti-navideños, algunos comparándolo con las actitudes de el Grinch. Algunas personas han tomado la festividad «no científica» como se muestra en la Guía atea de la Navidad. Bob Dorough hizo una canción en contra del éxito que transcendió White Christmas.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
En la actualidad, prácticamente todas las Iglesias cristianas históricas (Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana, diversas Iglesias protestantes, etc.) otorgan a la solemnidad de la Natividad o Navidad una importancia tal que se la antecede de un tiempo de preparación, el Adviento, de la misma forma que la Cuaresma constituye el tiempo de preparación para la Pascua.
Con la celebración de la Natividad en las vísperas del 25 de diciembre se inicia en la Iglesia católica el llamado «tiempo de Navidad», que abarca la celebración de la Sagrada Familia (domingo infraoctava de la Natividad), la solemnidad de Santa María, Madre de Dios (1 de enero, es decir, la octava de la Natividad), la solemnidad de la Epifanía del Señor (6 de enero) y la fiesta del Bautismo del Señor (domingo después de Epifanía), con la que concluye ese período. El período de la Natividad también incluye otras festividades tales como la de san Esteban, protomártir (26 de diciembre), la de san Juan, apóstol y evangelista (27 de diciembre) y la de los Santos Inocentes (28 de diciembre). En determinadas regiones se celebran festividades particulares como la de Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestra Señora de la Soledad (18 de diciembre).
Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) se celebra la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares se oficia una Misa de la Aurora que acompaña el amanecer del 25 de diciembre, de forma de vivir la noche de Navidad como una vigilia festiva. Finalmente, también se celebra la Misa del día. En la basílica de San Pedro y en el marco de la Misa del día, el papa predica un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo. Desde el «balcón de las bendiciones», imparte luego una bendición solemne conocida como Urbi et orbi (en latín: A la ciudad (de Roma) y al mundo).
Las Iglesias orientales por no aceptar el calendario propuesto por el papa Gregorio XIII, aún usan el calendario juliano y por lo tanto la Navidad la celebran el 25 de diciembre pero que, según el calendario gregoriano, es 7 de enero. Aunque la Iglesia apostólica armenia la celebra el 6 de enero, junto con la Epifanía (en la mayoría de las iglesias esa fecha se celebra el día de Reyes.
Se exceptúan las Iglesias de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre; que sí festejan Navidad el día 25 de diciembre.
Cabe señalar que en Belén, ciudad de nacimiento de Jesucristo según los Evangelios canónicos, la Navidad se celebra dos veces, pues la Basílica de la Natividad es administrada conjuntamente por la Iglesia católica, que celebra la Navidad el 25 de diciembre, y la Iglesia ortodoxa de Jerusalén que la celebra el 6 de enero.
En esa iglesia hay una caverna subterránea con un altar sobre el lugar en el que según la tradición nació Jesús. El punto exacto está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata de 14 puntas rodeada por lámparas de plata.
Aunque hasta el siglo XIX algunas Iglesias protestantes dejaron de celebrar Navidad, para desligarse del catolicismo, la mayoría, comenzando por Lutero, continuaron celebrándola el 25 de diciembre. En Estados Unidos compartieron la Navidad católicos y protestantes desde 1607, año en que se celebró por primera vez esa fiesta en Norteamérica.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o mormones, quienes no se consideran una Iglesia protestante ni reformada, sino una Iglesia restaurada, no obstante que se unen al mundo en la celebración navideña tradicional manifiestan lo siguiente:
La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos (como los Testigos de Jehová y algunas denominaciones protestantes) consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo. Así también muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la Iglesia católica o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús.
Es frecuente en algunas regiones o países la tradición de que algún personaje o personajes, visite a los niños para dejarles regalos bajo el árbol de Navidad. Aparte del origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar, debido en gran medida a la popularidad de esta celebración y a la mercadotecnia.
El siglo XIX fue cuando la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy día. Se popularizó la costumbre del intercambio de regalos y al personaje de Santa Claus y regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para expandir la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.
La Navidad es celebrada por los cristianos, pero también por gente no creyente; algunos utilizan la Navidad como festejo de convivencia social y familiar sin estar vinculada a alguna religión, mientras que otros lo reseñan en mensajes presidenciales. En muchos lugares de Europa y América hay una creciente tendencia, impulsada principalmente desde las parroquias locales, para recuperar el sentido religioso de la Navidad y su verdadero significado.
La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Uno de ellos se conoce como la Novena de Aguinaldos (16 al 24 de diciembre), costumbre católica en la que las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, consumir platos típicos de Navidad (Según el país), cantar villancicos y hacer entretenimiento temático a las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Previo al evento, se realiza la corona de Adviento, hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo, es realizada cada domingo previo al día de Navidad. Las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es recurrente en la Iglesia católica ya que la corona debe ser bendecida en la iglesia.
Otras involucran un conjunto de tradiciones de carácter diverso, tanto litúrgicas como familiares, locales o nacionales. Empezando por la cena de Nochebuena (24 de diciembre-25 de diciembre), consiste en un gran banquete que abarca desde la víspera del día de Navidad hasta pasada la medianoche. Se celebra en honor al nacimiento de Cristo que tuvo lugar en la medianoche, al comienzo del día 25 de diciembre; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, cerdo, cordero, bacalao y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia. Tradicionalmente en las familias cristianas o reuniones de cristianos se suele realizar un rezo a medianoche en honor al nacimiento de Jesús y en señal de agradecimiento a Dios.
Los belenes, pesebres o nacimientos navideños: consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo donde nació Jesús, la ''Sagrada Familia'', los animales y los pastores, también los 3 ''Reyes de Oriente'' y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del ''árbol'' de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y otros países, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María.
Los villancicos: canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como «Noche de Paz» tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.
El árbol de Navidad: un elemento decorativo para el que se suele emplear una conífera (o árboles artificiales) decorada con adornos. Al ser un árbol de hoja perenne simboliza el amor de Dios. Tiene su origen en Alemania donde el evangelizador san Bonifacio instauró la tradición. Para elaboraciones mayores, se realizan villas navideñas; representaciones de pueblos en época de nieve.
Otras celebraciones varían por región llegando a ser poco convencionales en países nórdicos.México y sus países vecinos se realizan las Posadas del 16 al 24 de diciembre en México y localidades vecinas; serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de San José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar junto a las piñatas, que consisten en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas. Según la tradición la piñata debe llevar 7 picos ya que cada uno representa los siete pecados capitales.
EnTambién se han convertido en una muestra de la época navideña, las calles, avenidas, plazas, parques, ríos, lagos o montañas ya que se transforman en hermosos escenarios para el disfrute de los habitantes del lugar o visitantes. La mayoría de las ciudades de Occidente, y una buena parte de Oriente, colocan alumbrados llamativos y coloridos, algunos de gran belleza, en sus calles, principalmente en las calles más concurridas, además de árboles de Navidad de gran tamaño, belenes, etc. También la gente coloca luces navideñas en los balcones y ventanas de sus casas. Especialmente llamativos son los adornos y alumbrados navideños de Alemania, Estados Unidos y algunas ciudades de Europa oriental e Hispanoamérica.
Otros países realizan fuegos artificiales. En Colombia se realizan con globo de papel seda es un artefacto volador que en países como Colombia se suelta durante la celebración de la Navidad; en esta temporada los medios de comunicación y las empresas lanzan campañas que buscan eliminar esta práctica por los riesgos que implica soltar un elemento como este con fuego en su interior; sin embargo sigue siendo una tradición muy arraigada a las personas y no es extraño ver globos durante el 24 y 25 de diciembre por los cielos de algunas sus más importantes ciudades.
La gastronomía es característica en Navidad. Las chocolatadas son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el panetón (pan de dulce con frutas confitadas).
La Navidad ha sido el principal motivo para los regalos entre familiares. Centros comerciales usan técnicas de marketing para motivar a compradores a realizar regalos, principalmente para satisfacer necesidades de fin de año alrededor del mundo. Varias agencias realizan anuncios publicitarios relacionados con espíritu navideño, mientras que otras ofrecen préstamos para adquirir artefactos electrodomésticos a gusto de la familia.
Papá Noel es uno de los personajes más populares. En cuanto a la combinación de colores, son el rojo y el verde profundo los más básicos.Coca-Cola, durante 1931 y 1966, cambió la perspectiva de los chicos al significado de las fiestas. Inspirado en San Nicolás de Bari, consiste en un hombre fortachón emotivo de grueso abrigo. La revista Forbes ubicó a Coca-Cola como la marca más valorizada por su campaña.
Una campaña realizada por el artista Haddon Sundblom paraLa conmemoración del Nacimiento de Jesús es, junto con la celebración de su Pasión, Muerte y Resurrección, uno de los principales acontecimientos del Año Litúrgico Cristiano. Por ello, es un tema que ha interesado a los artistas de todos los tiempos, independientemente del marco geográfico y cronológico en el que desarrollaron su actividad.
Muchas historias ficticias navideñas se recrean con temas de esperanza o relatos milagrosos. Varios han llegado a ser parte de la tradición local navideña. Entre los más populares están el ballet de Chaikovski, El Cascanueces y la novela de Charles Dickens, Cuento de Navidad (en inglés: A Christmas Carol). Estos a su vez han sido llevados al cine o televisión, con adaptaciones a algún programa en especial o sin ellas.
Las representaciones de la Navidad varían, pues van desde las representaciones del nacimiento de Cristo, hasta imágenes de eventos navideños. Entre las pinturas del nacimiento de Cristo, se encuentran las que representan la adoración de los pastores o la de los Reyes Magos. Y entre alguno sus exponentes están: Fra Filippo Lippi, Fra Angelico, Sandro Botticelli, El Greco, entre muchos otros. Y Andréi Rubliov y Kiko Argüello en iconos. En cuanto a otras imágenes navideñas, se encuentran carteles, timbres postales, tarjetas, etc.
Desde la década de 1980 numerosas series de TV han sacado al aire en su momento capítulos especiales de Navidad. Las series animadas como Los Simpson, Winnie Pooh, Peanuts, Futurama, Padre de familia, The Cleveland Show, American Dad! o de imagen real como Drake & Josh, ICarly o Big Time Rush. Algunos incluso son parte de la historia misma, en lugar de solo ser un capítulo especial. Incluso algunos animes japoneses tienen algún capítulo navideño, como Love Hina, Ranma 1/2 y Shin Chan.
En España los días de Nochebuena y la madrugada de Año Nuevo suelen emitirse espectáculos. Especial importancia tiene el programa Noche de fiesta, emitido en TVE del año 1999 al 2004. El día de Nochebuena Antena 3 emite varios capítulos de Los Simpson desde el año 2001, mientras que TVE ofrece en Nochevieja un programa de humor con alguna pareja de humoristas importantes: Cruz y raya, Los Morancos o Martes y Trece, entre otros. En los últimos años las cadenas privadas dejan la Nochebuena o Nochevieja a series con altas audiencias, como es el caso de Aquí no hay quien viva, La que se avecina, Sé lo que hicisteis..., etc.. El presentador Ramón García es la imagen típica de las campanadas con su capa, mientras que el resto de las cadenas cuenta con otros actores o presentadores famosos.
En México, Televisa sacó al aire tres telenovelas con temática navideña: Cuento de Navidad (1999), Rayito de Luz (2000) y Navidad sin fin (2001), además de que transmitió el especial de Navidad de El Chavo del Ocho. Otros canales, como Televisa o TV Azteca, emiten programas especiales enfocados a la celebración de la Navidad, como «acompañantes de mesa».
En Gran Bretaña y los países de la Commonwealth existe la tradición de que la Reina Isabel II dirija un mensaje de Navidad a las 3 de la tarde, transmitido por televisión; igualmente lo hacía el rey Juan Carlos I en España a las 9 de la noche.
En Colombia desde el inicio de la televisión en 1954, las agencias gubernamentales como las desaparecidas Inravisión y Radio Televisión Nacional de Colombia se han encargado de transmitir el rezo de la Novena de Aguinaldos, mientras que en la última década los canales privados Caracol y RCN producen sus propios especiales navideños. Desde hace más de 30 años, Caracol transmite un especial navideño de Sábados Felices y Jorge Barón Televisión produce la infaltable Fiesta de los Hogares Colombianos. El 24 de diciembre a las 8 p.m. se acostumbra emitir el saludo de Navidad del Presidente de la República al pueblo y a las Fuerzas Armadas.
Tanto el cine estadounidense como internacional realizaron películas con distintas temáticas.
Los primeros himnos específicos en honor de la Navidad datan del siglo IV, en la Antigua Roma, y fueron escritos en latín. Un ejemplo de ellos es el Veni redemptor gentium, compuesto por Ambrosio, el entonces arzobispo de Milán.
A lo largo de la historia, las canciones dedicadas a la Navidad han ido variando en estilos. Entre las conocidas se encuentran Noche de paz del siglo XIX, White Christmas de la década de 1940 o Feliz Navidad en 1970.
Diversos cantantes y grupos han publicado temas navideños o álbumes completos del tema, con canciones propias como el dúo Wham!, Paul Mccartney y Mariah Carey, entre otros. Cantantes de la generación actual como Ariana Grande y Taylor Swift, entre otros, también publicaron canciones festivas. En ocasiones, algunos cantantes también hacen adaptaciones de temas populares ya existentes, tal es el caso de Last Christmas, canción de Wham!, el cual fue interpretado con estilos diferentes a la original por Ariana Grande y Taylor Swift.
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