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Cangas del Narcea



Casa consistorial

Cangas del Narcea es el concejo de mayor superficie de la comunidad autónoma del Principado de Asturias y uno de los mayores de España. Está situado al suroeste del Principado, en el corazón de la denominada Puerta de Asturias. Su capital es Cangas del Narcea, que es atravesada por el río Narcea del que procede su nombre (valle del Narcea) y por el río Naviego (luiña). Limita al norte con Allande y Tineo, al oeste con Ibias (al que se accede por el Puerto del Connio y por el Pozo de las Mujeres Muertas y el Alto de Valvaler), al sur con Degaña (al que se accede por el Puerto del Rañadoiro) y el municipio leonés de Laciana (al que se accede por el Puerto de Leitariegos), y por el este con Somiedo.

Tiene una población de 12 947 habitantes (INE, 2017), con capital en la villa de Cangas del Narcea, y sus poblaciones con mayor número de habitantes son por este orden, la capital Cangas del Narcea, Corias, Cibuyo, Limés, Moal, Llano, Rengos y Carballo. Su capital está a una distancia de 84 kilómetros de Oviedo, y su principal vía de comunicación es la AS-15, que a través del túnel del Rañadoiro comunica con la meseta y por el llamado corredor del Narcea permite la conexión con el centro de la región.

Hasta los años 30 del siglo XX su topónimo era Cangas de Tineo, siendo el río Narcea el que le dio el nuevo nombre.[2]

Su relieve es bastante accidentado y montañoso, con profundos valles originados por el río Narcea y su extensa red de afluentes, entre los que destacan por la izquierda el Muniellos, el Coto y el Eirrondo, y por la derecha, el Naviego o Luiña (del que es tributario el Cibea), el Antráu y el de Onón. Su red hidrográfica ronda los 300 km³ de caudal, resultando ideal para la práctica de la pesca deportiva.

El río Narcea influye ricamente en el paisaje y lo hace angosto y de difícil comunicación, lo cual ha influido para que los cambios en las costumbres y arquitectura hayan sido mínimos. El diccionario geográfico de Madoz hace este apunte:

Se dan robledales y hayedos en las alturas y muchos matorrales de tejo y acebo. Más abajo hay avellanos y fresnos, escoba, brezo y helechos.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias (PORNA) pretende una utilización limitada y ordenada del territorio cangués para la conservación del ecosistema. En este plan se contempla la creación del parque natural de las Fuentes del Narcea y de Ibias, con una superficie 555 km² y en sus límites se incluyen la Reserva Natural de Muniellos, que tiene la mayor masa forestal de robles de toda la cornisa cantábrica, y la Reserva del Cueto de Arbas.

El pico más alto es el Cuetu d'Arbas, con 2007 metros de altitud, situado en el puerto de Leitariegos. Otro pico de interés es El Cabril, con 1925 metros de altitud, muy seguido por Caniechas (1924 metros).

El clima cangués, al igual que el de su vecino occidental Ibias, destaca por su peculiaridad. A grandes rasgos, exceptuando las características propias de la montaña, se puede calificar como oceánico continentalizado con importantes rasgos mediterráneos.

Se trata de un microclima único en Asturias debido a la influencia continental que deriva de su orografía y su lejanía respecto al mar. Por todo ello, sus inviernos son fríos, con mínimas absolutas que rondan los -10 °C. Por el contrario, los veranos son calurosos; las máximas superiores a los 30 ºC abundan (más de 35 de media al año por encima de esta marca), llegando incluso puntualmente en alguna jornada del verano a marcas muy cercanas a los 38-40 °C.

El hecho de que el concejo se sitúe en el extremo sur de Asturias hace que a la zona lleguen los frentes más desgastados y de forma más tangencial. A ello también contribuye el hecho de la disposición noreste-suroeste del valle del Narcea al abrigo de las sierras montañosas que se disponen por todos los flancos del concejo y la apertura del valle sólo hacia el NE. Ello repercute directamente en que las precipitaciones registradas sean sensiblemente inferiores al resto de Asturias, rondando los 800 mm anuales, un 30% menos que otras urbes como Oviedo o Gijón (de media). Los meses de julio y agosto se pueden calificar como secos, aunque existen fluctuaciones en función del año que provocan que en algunos años también se sumen como secos los meses de junio y septiembre; por lo tanto es un clima en el que es usual la existencia de una sequía estival.Señalar que a medida que nos deplazamos hacia el sur del concejo (zona montañosa) las temperaturas medias descienden y las precipitaciones aumentan, todo ello en clara relación a un clima más de montaña. Por lo tanto, las precipitaciones más escasas del concejo se encuentran en fondo de valle y en especial, en el tramo comprendido entre Tebongo y Cangas capital.

Además, la radiación de la zona es sensiblemente superior, ya que los días despejados son claramente más numerosos que en el resto de la comunidad asturiana (debido a esa característica orográfica de estar, su capital, al abrigo de las sierras occidentales) . Todos estos rasgos climatológicos repercuten en la vegetación, por lo que la presencia del haya es signicativamente inferior al resto de la región.

Por el contrario, el alcornoque y la encina hacen acto de presencia de forma testimonial, ya que requieren suelos silíceos y un clima caracterizado por elevada luminosidad y veranos secos y calurosos. El gran rey del concejo de Cangas es el roble, también en su variedad de rebollo, debido a esa mayor sequedad y radiación. El vino encuentra en Cangas un sitio perfecto, tanto en aspecto edáfico como climatológico.

Cangas del Narcea situado en la zona suroccidental de asturias, dispone del mayor número de osos pardos (ursus arctos) de todo el territorio asturiano. El lobo fue abundante en el pasado y aún hoy es el responsable de eventuales ataques al ganado. Prefiere zonas altas y abiertas.

En el concejo podemos observar infinidad de aves rapaces, entre las que hay algunas asiduas como el azor, gavilán, águila calzada, águila culebrera, águila real, cárabo... y otras que se desplazan aquí eventualmente como el alimoche o el buitre leonado.

También encontramos perdices, existiendo principalmente dos tipos en la zona: la especie cinegética de perdiz roja y la perdiz pardilla en los picos altos y las superficies más montañosas.

También hay una gran cantidad de mustélidos que habitan en los sotobosques y también en zonas cercanas a los ríos: tejón (melandru en asturiano), comadreja (muniella), marta (fuina), garduña (fuina), armiño (muniella), turón (furón), nutria (llóndriga) y un vivérrido: jineta (xeneta).

Este concejo posee un centenar de kilómetros de riberas, principalmente las del río Narcea, conteniendo así una rica fauna fluvial, destacando la trucha (truita). Hay anfibios como la salamandra (sacavera) y el tritón ibérico. También viven aquí la nutria y el desmán de los Pirineos (toupu fediondu). En las inmediaciones de los ríos están aves como el mirlo acuático (páxaru d'augua), el martín pescador o la mariquita.

Asimismo, hemos de señalar una presencia nada desdeñable de murciélago. En Muniellos se han localizado quince especies diferentes. Destaca especialmente el murciélago grande o de herradura, una de las especies más raras y amenazadas de Europa o el murciélago gigante, el mayor del viejo continente.

El concejo no tiene una similitud en restos del Paleolítico con los concejos vecinos que sí los tienen; así, los restos tumulares que en los concejos limítrofes (en Tineo y Allande) hay en gran abundancia, aquí apenas existen, al estar restringida su distribución a la zona limítrofe con Allande.

Los más arcaicos lugares donde se detectaron restos corresponden a la Edad de Hierro y la Cultura Castreña, que se halla representada con más de veinte emplazamientos de gran importancia, entre los que solo se ha excavado puntualmente el castro de Larón, en los años 1980. De época romana se documentan abundantes restos del laboreo del oro, que se pueden agrupar en tres conjuntos: en primer lugar el del valle del río Eirrondu, en segundo lugar cerca del caudal del Narcea y un tercero lugar junto al río Ibias, donde se encontraron restos de monedas y de cerámica que completan las pruebas de la presencia romana en esta zona.

Lo que sí hay es una laguna de noticias que va desde el poder romano hasta el medievo, donde empezamos a encontrar ya noticias de este territorio pero no con la configuración que tiene hoy en día el concejo de Cangas del Narcea, ya que en un primer momento sus extensiones se reducían al valle del río Naviego. Por otra parte se cree que en los siglos X y XI había en esta zona una gran presencia de aristocracia con grandes propiedades que fundaron monasterios. Todos estos pequeños monasterios cayeron bajo el predominio del de Corias, que tuvo una gran influencia en la historia de este concejo. Fue fundado por los condes Piñolo y Aldonza, pertenecientes a la más influyente nobleza asturiana, con una gran fortuna tanto en tierras como en dinero.

En el 569 esta zona aparecía como parroquia en el llamado parroquial suevo. Una vez derrotado el reino suevo por los visigodos, dos de sus monarcas, Gundemaro y Sisebuto, acuñaron moneda, probablemente durante las campañas de pacificación del norte peninsular, en una ceca denominada pésicos, pueblo celta prerromano que habitaba esta zona y que se había romanizado parcialmente.

Al lugar de Llamas del Mouro ha sido tradicionalmente atribuida la victoriosa emboscada preparada por Alfonso II en Lutos, según el decir de las crónicas, contra las tropas musulmanas de Hixam I, en retirada tras la aceifa del 794 dirigida contra Oviedo. Sin embargo, hipótesis más recientes y habitualmente aceptadas identifican aquel lugar con Los Lodos, en el actual concejo de Grado, lo cual es más comprensible ya que por allí pasa el Camino Real del Puerto de la Mesa.

Las primeras menciones escritas que se refieren con concreción a algunos lugares cangueses se hallan envueltas en el irresoluto problema de determinar qué noticias son aplicables a las fechas que indican los documentos pelagianos y cuáles son invenciones creadas en el siglo XII, algo que afecta a la mayor parte de la documentación catedralicia procedente del scriptorium del obispo Pelayo. Ejemplo de ello son los falsos textos de 896, 905 y 912, que otorgan amplísimas concesiones a la Iglesia, algunas de ellas aquí como Santa María del Moral y San Cristóbal de Roboreto, en 896; el monasterio de San Martín, junto a Cangas, en 905; y una extensísima relación en el último, que entre villas, monasterios, iglesias y sus dependencias, contabiliza más de una cuarentena de lugares del actual término de Cangas del Narcea.

En el siglo XIII, fue Alfonso X el que, con su programa de repoblación, funda una puebla a la que se llama Cangas de Sierra en 1255, centralizándose aquí la actividad administrativa y económica de esta zona.

La baja Edad Media trajo para el concejo de Cangas el paso por diferentes manos señoriales, como un modo de traer el apoyo de éstos a la corona. Fue Alfonso XI el que dio una serie de privilegios a la gente de la zona y al monasterio de San Juan de Corias, para evitar el despoblamiento de la zona.

Los siglos XIV y XV están marcados por diferentes tipos de luchas, hasta caer el concejo en manos de la poderosa familia Quiñones, siendo restituido más tarde a la corona por Enrique III, pero aun así hubo diferentes enfrentamiento entre los corregidores mandados por la corona y la familia Quiñones, que ahora ostentaban el condado de Luna, que acaba en un pleito que se resolvió en 1553 a favor del rey, consiguiendo Cangas su autonomía, con jurisdicción ordinaria de realengo.

La Edad Moderna traerá grandes cambios, tanto territoriales como administrativos, destacando la desamortización de Felipe II, que no logró derrumbar el poderío del monasterio de San Juan de Corias, que ya había ido perdiendo influencia y algunas tierras en los años anteriores, pero que seguía teniendo su influencia sobre un vasto territorio.

En los siglos XVI y XVII, el concejo de Cangas del Narcea pasa a formar parte de la Junta General del Principado. En este siglo, la dedicación del concejo es principalmente ganadera y agrícola.

En el siglo XVIII hay que destacar una actividad antiseñorial por los abusos cometidos por la nobleza, mandando un memorial al rey con todas las quejas. Este fue un largo proceso que continuará en la Audiencia de Oviedo y en el Consejo de Castilla, hasta lograr la abolición de todos los derechos señoriales.

El siglo XIX trae la guerra de la Independencia y el concejo fue invadido dos veces, con el incendio de su archivo y ayuntamiento. Pero lo más importante de esta época fue la desamortización de Mendizábal, que acabó completamente con el monasterio de San Juan de Corias, vendiéndose todo su patrimonio y quedando el monasterio abandonado durante treinta años, hasta que fue de nuevo ocupado por una comunidad de dominicos. En este siglo Cangas seguía dentro de su tradicional aislamiento, ampliado por la falta del ferrocarril, aunque a pesar de todo, la villa de Cangas empezó a tener un gran crecimiento debido a otro tipo de comunicación como fueron las carreteras Espina-Ponferrada, Cangas-Oviñana y Puente Nuevo.

El siglo XX traerá en sus comienzos un cambio de nombre; la corporación de Cangas de Tineo lo cambia por Cangas del Narcea. Esto fue debido a que la villa es ya el centro de todo este territorio y no quiere tener una dependencia de Tineo. La Guerra Civil no influyó en Cangas, pero sí la posguerra, ya que en estos lugares las partidas de guerrilleros republicanos se seguirían resistiendo. A partir de los años 1950 este concejo desarrollará su actividad minera produciendo más de la mitad de la producción regional de antracita, que en las últimas décadas de este siglo trajo un fuerte recorte en su producción, teniendo una reducción del 30% en el 2005 por los planes de reconversión.

A finales del siglo XIX se produce una emigración masiva de Cangueses hacia Argentina y en menor proporción a Cuba. Al inicio del siglo XX aumenta el número de emigrantes a Argentina. La colectividad Canguesa crea en Buenos Aires el Centro Cangas del Narcea, que sigue existiendo hasta el día de hoy. La emigración a América del Sur finaliza en la década de 1960. En esta época empieza el gran flujo migratorio hacia Europa, sobre todo a Suiza y en menor número a Francia.

El concejo de Cangas del Narcea está dividido en 54 parroquias:

Cangas del Narcea es un concejo de peculiaridades demográficas. Así, ha sufrido un éxodo rural pero no ha sido tan temprano como en el resto de Asturias ni con tanto ímpetu. La distancia geográfica entre Cangas y la zona central de la región motivó el retraso del inicio del éxodo rural, e incluso hizo que fuese mucho más lento.

Por el contrario, su capital, Cangas, sufrió un aumento de su población especialmente en la década de 1970, motivado por el auge de la actividad minera. Este aumento ha permanecido incluso hasta el siglo XXI, llegando a contar con más de 9000 habitantes y convirtiéndose en la capital del suroccidente asturiano.

Cangas extiende su arco de influencia por el resto del occidente asturiano y la comarca leonesa de Laciana.

Por el contrario, las zonas rurales del concejo han ido perdiendo población progresivamente, fruto de una emigración que comenzó a mediados del siglo XX hacia diferentes destinos, tales como la República Argentina, Madrid o la zona central de Asturias. Actualmente se percibe cierto retorno de los emigrados, especialmente de los madrileños tras la jubilación.

No obstante, el número total de habitantes del concejo disminuye en los últimos años, fruto de la decadencia de la actividad minera. Sin embargo, este descenso es significativamente menor que el experimentado en los valles mineros de la zona central asturiana en los últimos 20 años.

Con todo esto, Cangas del Narcea tiene una estructura demográfica de las más jóvenes de Asturias y su tasa de natalidad es de las más altas del Principado.

En el primer tercio del siglo XX la villa de Cangas del Narcea experimenta importantes cambios. Llega el alumbrado público, las casas tienen acceso al agua corriente y se mejora la red de alcantarillado. En 1927 se construye un cementerio fuera del casco urbano.

A partir de 1950 y debido al desarrollo de la minería y actividades terciarias aparecen nuevos barrios que se convertirán en todo un emblema de la villa: La Cogolla, Santa Catalina y el Barrio del Carmen.

En la década de los 60 se construyen los ocho bloques de viviendas del Barrio del Fuejo, obra del arquitecto Gómez del Collado. Para comunicar este barrio con la plaza de la iglesia se proyectó un puente peatonal sobre el río Narcea. El Puente Colgante, hoy emblema de la villa, fue diseñado por el arquitecto Gómez del Collado y su ejecución corrió a cargo del ingeniero vasco Juan Manuel Moraleda y la empresa Construcciones Colomina. La obra comenzó en 1971 y en mayo de 1972 estaba terminada. Su estructura está formada por unas pilastras de hormigón armado, cables en catenaria, péndolas y losetas de hormigón.

Además de este, se sitúan sobre el Narcea varios puentes más:

Cangas del Narcea es, junto con Navia, sin duda el principal motor económico del occidente asturiano, abarcando diversos subsectores económicos y siendo con creces el concejo que más puestos de trabajo genera y posee actualmente.

La urbe se ha establecido como centro judicial, hospitalario, formativo, comercial y en general de servicios de un importante sector del occidente asturiano e incluso del norte de la provincia vecina de León. A este hegemonía sobre el territorio que despeña Cangas ha contribuido el que sea la mayor concentración urbana en un amplísimo sector inter-regional que abarca Asturias, Galicia y León.

Su pasado histórico está marcado por una actividad agrícola y ganadera en la que ha irrumpido con gran fuerza el sector minero de la antracita, que constituyó un gran "boom" económico en la zona, especialmente en su capital, Cangas, que experimentó un rápido crecimiento en las décadas de 1970 y 1980.

Es en la década de 1990 cuando la crisis provocada por la reconversión minera e industrial se hace notar en el concejo. Sin embargo, la economía local consigue diversificarse hacia otros sectores, aunque la minería sigue jugando un papel importante en la misma, con la empresa Carbonar en Rengos. No en vano, Cangas del Narcea es, junto con Degaña, Ibias y Tineo los concejos con mayor producción de carbón del Principado de Asturias.

Por otra parte, Cangas del Narcea posee un importante sector ganadero y agrícola, aunque en retroceso, tendiendo hacia la producción ecológica para intentar dar viabilidad al sector. Mención merece su producción vinícola, de elaboración artesanal, que ha apostado por una producción de calidad basada en las variedades tradicionales de uva, cuya calidad y trabajo muy bien realizado años atrás se han ido reconociendo progresivamente.

El futuro económico de Cangas del Narcea depende principalmente de seguir manteniendo la primacía en el occidente astur y lograr captar nuevos servicios para el municipio. También es cada vez más importante la afluencia de turistas que visitan el concejo gracias a sus atractivos culturales y ecológicos. El Monasterio de Corias, actual Parador Nacional de Corias es un referente centrado en el turismo vinícola y de naturaleza/montaña teniendo su principal escaparate a Muniellos (Reserva de la Biosfera y mayor robledal de Europa).

En el concejo de Cangas del Narcea, desde 1979, el partido que más tiempo ha gobernado ha sido el PSOE, de la mano de José Manuel Cuervo Fernández, que ha gobernado desde 1983 hasta 2007 (véase lista de alcaldes de Cangas del Narcea).

En 2007 llegó a la alcaldía IU, el grupo con menos representación política del concejo. Este fenómeno se produjo gracias al apoyo de los seis concejales del PP, que, sumados a los tres de IU, superan a los ocho del PSOE. Este inesperado pacto puso en riesgo las negociaciones para alcanzar un gobierno de coalición entre IU y PSOE en la Junta General del Principado de Asturias, y motivó la expulsión del partido del candidato de IU y sus otros dos compañeros, tal como exigió el PSOE para retomar las negociaciones a nivel autonómico.

En 2011, los concejales de IU serían readmitidos y ganarían las elecciones. Sin embargo, gobernaría el PP (cinco concejales) apoyado por el PSOE (cuatro concejales).

Cangas del Narcea está situada a 84 km de Oviedo, a 90 km de Gijón y a 64 km de Avilés. La capital del concejo está unida a la red viaria por las siguientes carreteras:

Tiene gran cantidad de monumentos, repartidos entre iglesias, palacios, y casonas, entre las que destacaremos:

Entre los palacios y casonas rurales se encuentran:

Los monumentos más modernos son:

Destacan dentro de la arquitectura tradicional del concejo las siguientes construcciones:

Son instrumentos tradicionales en la zona el pandero, la gaita, la trompa y las castañuelas. El pandero, de forma cuadrada, es uno de los instrumentos tradicionales de la zona. Posee un armazón de madera recubierto con piel de carnero y se suele adornar con cintas de colores. En el interior lleva unas "guitarras" (hechas con tripas de cerdo) y también piedrecitas, monedas o incluso garbanzos para potenciar el sonido.

Las castañuelas, fabricadas en madera de boj, tejo o frutales de madera dura, producen un sonido fuerte y seco.

También es característica de la zona la trompa o birimbao. Se trata de un instrumento compuesto por un armazón de hierro forjado y una lengüeta de acero. Se sujeta entre los dientes con la mano izquierda mientras con la mano derecha se pulsa la lengüeta. La propia cavidad bucal hace las veces de caja de resonancia.

El baile más extendido es el "son d'arriba". Dos filas de hombres y mujeres que bailan acompañándose por las castañuelas. Otro baile muy frecuente es la jota (la de Trasmonte, la de Villarín o la jota punteada)

Entre sus muchas fiestas destacaremos:

Sus procesiones tienen gran devoción entre las que destacaremos: El Cristo de la Puchanca en Cibuyo, Nuestra Señora de Corias, la romería de San Luis de Monte, las Veigas en Besullo, etc.

Uno de los platos más típicos es el potaje o caldo de berzas.Se prepara con berzas,patatas y fabas pintas a los que se añade el famoso compango(carne,chorizo,tocino jamón y morcilla) Destaca en la zona la producción de carne de ternera,carne roxa,de la raza autóctona Asturiana de los Valles. También goza de fama la caza,principalmente: Jabalí,corzo o perdiz. Son postres típicos el arroz con leche o los frixuelos entre otros. Los frixuelos de Cangas son diferentes de los que se hacen en el resto de Asturias. Aquí se preparan fritos, formando una espiral en la sartén.

También destaca dentro de la gastronomía del concejo el queso de Genestoso. Este queso, que en el pasado se elaboraba con una mezcla de leche de cabra y vaca, hoy se elabora solo con leche de vaca. Su exterior presenta un aspecto peculiar al utilizarse en su curación un aro de esparto que deja unas marcas muy características.

Cangas del Narcea es uno de los escasos concejos de Asturias donde se produce vino. La uva se planta en espaldera, lejos del suelo, y en los lugares más empinados.

Al igual que otros vinos del norte como el chacolí o el ribeiro, resulta ácido en comparación con el resto de vinos de la península, más semejante en realidad a los vinos centroeuropeos que a los mediterráneos. La tradición vinícola procede de la época de la romanización. A partir del siglo XI los monjes benedictinos que se instalaron en Corias desarrollaron y extendieron el cultivo. En 1890 la filoxera arrasó prácticamente todas las viñas. A partir de 1940 el cultivo de vid disminuye notablemente pero con la creación de APROVICAN (Asociación de Productores y Elaboradores de Vinos de Cangas del Narcea) se produce una gran revitalización.

Cangas del Narcea cuenta con una intensa actividad deportiva durante todo el año. Entre los torneos y competiciones que se celebran de manera habitual encontramos:

Por su parte, el equipo de fútbol Sociedad Deportiva Narcea, fundado en 1962, compite desde 2013 en la categoría Primera Regional de Asturias.

También se consolida en el concejo la práctica del ciclismo y del rugby con la aparición en 2016 de la Escuela de Ciclismo "Luis Pasamontes" y de la Escuela de Rugby Narcea en 2015.



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