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Latino (Estados Unidos)



El término hispano o latino se refiere a personas procedentes de algún país hispanoamericano o con algún antepasado hispánico, tanto de España, como de Hispanoamérica. El término "latino" se basa en el concepto más ambiguo de Latinoamérica (en inglés, Latin America), que abarca a los hablantes del continente americano de algún idioma romance, es decir, procedente del latín, como el español[2][3]​ o el portugués, pero excluyendo el francés, que también se habla en países de América (como Haití y Guayana Francesa), o en la Provincia canadiense de Quebec.

El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española utiliza diez definiciones distintas para la palabra "latino". Una de las definiciones principales es la de persona natural de los países de Europa y América donde se hablan lenguas derivadas del latín. Sin embargo, la palabra "latinoamericano" se define como personas de países americanos cuya lengua y cultura son prioritariamente latinas.[4]

Algunas comunidades de este origen en los Estados Unidos aplican la palabra latino principalmente como una identificación cultural; otras, en cambio, las rechazan y prefieren el término chicano o hispano.

El término «latino» fue adoptado oficialmente en 1997 para identificar un grupo étnico particular conocido indistintamente como Hispanic («hispano») o «latino». Ambos términos fueron utilizados para el Censo de 2010. Así, pues, se aplica en los censos, dándole el carácter de clasificación étnica[cita requerida] para determinar el origen nacional de sus habitantes. Su uso en los Estados Unidos es como el equivalente de mestizo. Por no responder a la realidad étnica de quienes incluye, en ocasiones el término «latino» es causa de polémica.

Este término en los Estados Unidos no deja de ser una grave tergiversación ya que todas las naciones que forman parte de América Latina cuentan con culturas que no necesariamente son iguales y la similitud que existe entre ellas es, debido a la influencia de España en su gran mayoría y Portugal, además de cultura de los esclavos traídos de África, en algunas zonas, mezcladas con España o Portugal y las nativas Americanas o simplemente Nativas Americanas con Española y Europea o ya sea Nativas Americanas o de África en las comunidades que se mantienen en estos territorios en la actualidad.

La presencia de españoles en el actual territorio de Estados Unidos se remonta al siglo XVI, precediendo al resto de países europeos, inmediatamente después de los amerindios. El primer desembarco oficial europeo fue el de Juan Ponce de León quien fue el primer gobernador de Puerto Rico, y es el que descubrió Florida, en 1513.

En 1535, el Imperio español estableció el Virreinato de Nueva España, que abarcaba territorios en los actuales Estados Unidos, América Central y su periferia, y que permanecería hasta 1821, cuando se declaró la independencia de México y de la actual República Dominicana, terminando definitivamente el dominio español en 1898, al finalizar la guerra Hispano-Estadounidense.

Después de terminada la Segunda Guerra Mundial, numerosos países atravesaron por períodos de crisis económicas, por lo que pasaron de ser países que recibían inmigrantes, a generar una población que, al no encontrar posibilidades de desarrollo económico en sus lugares de origen, inició un proceso cada vez más creciente de emigración, con principal destino hacia EE. UU.

Con la llegada de inmigrantes, se hizo patente en EE. UU. la necesidad de definir la identidad de estas personas. Habitualmente se había procedido en estos casos a recurrir a la nacionalidad o el origen étnico (ingleses, irlandeses, alemanes, italianos, chinos, japoneses, negros, etc.), pero en el caso de los inmigrantes españoles, mexicanos, centroamericanos, sudamericanos y caribeños ello era imposible pues estos no tenían una característica racial distintiva por proceder generalmente de países donde habían coexistido varios grupos humanos con distintos orígenes; generalmente lo único que tenían en común era su lengua (español o portugués). En el momento de convertirse en ciudadanos de los EE. UU., llamarles "latinoamericanos" podía resultar confuso.

Debido a que en el mundo angloparlante el gentilicio American se utiliza para los ciudadanos de los EE. UU. (en inglés no existe el gentilicio "estadounidense"), excluyendo generalmente a los demás habitantes del continente americano, al referirse a estos suelen presentarse ciertas paradojas. Así, a un estadounidense descendiente de irlandeses (Irish) se le llama Irish American, y a uno que sea descendiente de pueblos de Oriente Medio (Middle Eastern) se le denomina Middle Eastern American. Cuando este es de ascendencia latinoamericana —según esta regla— sería necesario llamarle Latin American American; esto es doblemente americano, lo que resulta cacofónico, pero si se dice una sola vez sería Latin American (latinoamericano), siendo claro que se refiere a cualquier persona de América Latina. Esta redundancia, por tener que mencionar que es americano (en tanto nacido en un país latino de América) y repetir que es "americano" (pero ya como ciudadano de EE. UU.), al ser poco sensata requirió una solución: se optó por llamarle solamente «latino», apócope de «latinoamericano», palabra tomada de la lengua española.

En la segunda mitad del siglo XX, Latino[nota 1]​ se convirtió en el término para referirse puntualmente a cualquier estadounidense con ancestros en América Latina. Este término tiene una gran difusión y aceptación entre la población anglohablante para referirse a la mayoría de las naciones americanas al sur de dicho país. Asimismo tradicionalmente se han considerado como latinos, los españoles (al igual que los portugueses, los franceses, los belgas, los italianos, los rumanos, por ser parte de los pueblos latinos de Europa etc.

Los ciudadanos de EE. UU. con ancestros de otros países de América en donde no se emplean lenguas romances (Aruba, Jamaica), son catalogados generalmente como «caribeños» (Caribbean) o «antillanos» (West Indian) más que «latinos», pues no hablan ni español ni portugués, ni están influenciados por dichas culturas. Incluso las personas de la Guayana francesa, Haití y las Antillas Francesas (que emplean el francés) se consideran a sí mismas más cercanas culturalmente al Caribe anglohablante que los latinos, esto como se dijo anteriormente es que la relación de estos países francófonos con los otros se da por el idioma, pero no por aspectos étnicos y culturales. Debido a que en lengua inglesa la palabra Latino puede referirse indistintamente al género masculino o femenino, es frecuente que los anglohablantes tengan el concepto de Latino como femenino. Aquellos que conocen la morfología de la lengua española emplean el femenino Latina.

Es necesario, en primer lugar, tener en cuenta que generalmente no se restringen a su sentido original, que es designar a grupos étnicos a los que en propiedad nombran.

Generalmente se considera países hispanoamericanos a aquellos que fueron parte de España, pero un caso particular resulta el de Brasil, pues formó parte de Portugal, y por tanto de España entre 1580 y 1640; habida cuenta de que Portugal y sus territorios integraron la Monarquía Hispánica durante dicho periodo, y el territorio que hoy día constituye Portugal fue parte de Hispania desde la conquista romana y hasta la invasión musulmana, es decir entre el siglo III a.C y el VIII d.C. Sin embargo, usualmente cuando se emplea la palabra “Hispano” en EE. UU., esta suele referirse a estadounidenses con ancestros en América Latina, excluido Brasil, y sin embargo el calificativo "Latino" incluye a los brasileños, aunque excluye a los americanos procedentes de países de otras hablas latinas como el francés.

La comunidad latinoamericana en EE. UU. (o «latina») generalmente es equiparada con otras de EE. UU. como los europeos estadounidenses (European American) o los afroamericanos (African American) por lo que se le da en consecuencia connotaciones raciales, lo cual es incorrecto pues este término no define un solo grupo étnico, sino una comunidad lingüística y en consecuencia tan diversa como en el mundo lo pueden ser la comunidad anglohablante o la francófona; sin embargo, conservan unos referentes culturales comunes más allá de la lengua.

Se ha debatido ampliamente la conveniencia del uso del término latino refiriéndose a América Latina y la utilización que se da a dicho término en la lengua inglesa. Aun cuando la palabra latino por lo general evoque histórica y geográficamente a los pueblos latinoamericanos, al considerar esta por su connotación étnica y lingüística derivada de Europa, es evidente la exclusión de la que son objeto millones de descendientes de indígenas americanos, negros, orientales asiáticos y otros grupos humanos.

El término latino es rechazado por parte de algunas de las comunidades que esta palabra abarca en su significado, pues consideran que es una generalización que vulnera sus identidades. Los latinos blancos sienten que no se deja en claro su origen europeo, en tanto que los indígenas manifiestan que ellos no se consideran latinos sino indígenas americanos y que este término es racista y eurocéntrico. En cualquier caso, opinan que constituye una falsa identidad étnica, que asocia arbitrariamente a pueblos de diferentes orígenes como uno solo; por ejemplo, al considerar como parte de un mismo grupo étnico tanto a los descendientes de españoles (criollos) como a los muchos grupos indígenas americanos y a la mezcla de estos dos.

Debido a que latino es generalmente tomado por el común de los demás estadounidenses como sinónimo de Hispanic (hispano), algunos brasileños (lusohablantes) no aceptan ser incluidos en la categoría de latino, que sin embargo es lo que con más frecuencia ocurre. Así mismo, otras personas no hispanohablantes pero originarias de países de América Latina tampoco están de acuerdo con que se les aplique dicho calificativo por considerar que con ello se ignora su verdadera procedencia étnica e identidad cultural. No obstante, el término "Hispanoamérica" podría incluir no solo países americanos que fueron territorio español, sino aquellos países americanos que fueron territorios cuya metrópolis sean países situados en la antigua Hispania romana (actual península ibérica y áreas de influencia), lo cual incluiría a Brasil en el ámbito hispanoamericano, y a Portugal y sus territorios de ultramar en el ámbito de la Hispanidad.

Por otra parte, muchos hospitales y centros de salud de EE. UU. clasifican erróneamente a los latinos/hispanos como una raza. Así, en casos en los que una enfermedad suele ser más frecuente en un determinado grupo étnico, al emplear los términos hispano/latino, se suele generar confusiones que en muchos casos impiden el que se dé una asistencia médica apropiada a estas personas, poniendo en riesgo su salud. Por ello se considera que cuando se da el mismo tratamiento a personas que pueden ser blancas, negras, amerindias, asiáticas o mestizas, se incurre en grave negligencia al ignorar sus diferentes antecedentes étnicos, y por ende, algunas susceptibilidades patológicas particulares, y para ello, se propone la creación y/o disposición de medios que permitan identificar cada grupo étnico que compone la comunidad hispana/latina.

Grupos de activistas latinos, tales como Crusade for Justice (Cruzada por la Justicia), MEChA, Brown Berets (Boinas Marrones), Black Berets (Boinas Negras) y Young Lord (Joven Caballero), a menudo prefieren el término Latino, por considerar que es más amplio, al incluir a todas las personas originarias de América Latina.

Otros prefieren usar Latin, por ejemplo, los Latin Kings. Hay quienes sostienen que el uso de Latin en lugar de Latino aumenta en la medida que los estadounidenses con origen latinoamericano se integran a la sociedad anglosajona (el modo de vida estadounidense, en inglés American Way of Life) y sus jóvenes adoptan como primera lengua el inglés; y argumentan que ello se pone de manifiesto en el sistema escolar público.

Los indígenas mexicanos, centroamericanos y sudamericanos son un grupo importante de la población hispana que ha migrado hacia los Estados Unidos, los cuales tienen características muy distintas con respecto a sus paisanos mestizos y blancos, aunque los estadounidenses los llaman Latinos.

Generalmente buscan trabajos relacionados con actividades agrícolas, pesqueras o ganaderas, ya que es muy importante la relación con la tierra y la naturaleza de la cosmogonía amerindia. Algunos sufren burlas y rechazo por parte de sus compatriotas inmigrantes no indígenas, y muchas veces no logran adaptarse a la forma de vida estadounidense; y a causa del desconocimiento de las leyes de este país, se han dado conflictos culturales o de comportamiento.

Si bien esta denominación se considera sesgada, con el paso del tiempo ha logrado obtener cada vez mayor aceptación en la comunidad hispanohablante de los Estados Unidos como señal de identidad.

En ello es patente también la influencia de la diáspora latinoamericana en EE. UU. a lo largo del s. XX y cómo esta en su proceso de adaptación a la cultura estadounidense se ha agrupado en comunidades a semejanza de los grupos nacionales que residen en Norteamérica (irlandeses, alemanes, italianos, rusos, chinos, coreanos, vietnamitas, etc.) recurriendo al uso de una lengua común como factor de identidad cultural sobre cualquier otro criterio.

La relación de dependencia económica que mantienen muchas familias de América Latina con su diáspora en EE. UU., el poder adquisitivo que tienen aquellos que regresan a sus países de origen, y la influencia de los medios masivos de comunicación se ha constituido en buena medida en remodeladores de la identidad de los pueblos mexicano, suramericanos y centroamericanos, referida cada vez más a la opinión estadounidense y menos a la europea, solo contrapuesta a la indígena americana, cada vez más revaluada.

La mayor parte de los pueblos de América Latina consideran que ser latino se refiere a su cultura o su forma de vida en la mayoría de los países de Hispanoamérica. Desde finales del s. XX cada vez más latinoamericanos se describen a sí mismos como latinos ya sean mestizos, mulatos, blancos, negros, indígenas, o asiáticos.

Entre las muchas definiciones existentes, y aunque el término "latino", literalmente, se refiera a una persona que es originaria de una cultura en la que se habla una lengua derivada del latín, lo que convertiría a los que hablan español, francés, portugués, rumano, italiano, etc. en "latinos”. Pese a lo anterior y por el contexto cultural específico en el que la expresión cobra su dimensión semiótica, esta hace referencia a lo proveniente de los territorios americanos conquistados por potencias mediterráneas, específicamente por la España de los Austrias y Borbones, por la Corona Portuguesa y por Francia. De manera que no incluye a franceses, rumanos e italianos y aunque en el área de colonización predominantemente anglosajona se presentan territorios de colonización francesa, pese a su filiación lingüística y en algunos casos, su tradición jurídica, lo cierto es que su tradición institucional —en el sentido sociológico del término— los engloba dentro del contexto cultural anglosajón, por lo que estos no se incluyen dentro de la denominación "latina”. Por todos estos sentidos y pese al origen histórico del término "latino" la expresión vulgar del mismo irónicamente, no incluye a los habitantes del Lacio, patria de los originarios latinos ni a los hablantes europeos de lenguas romances y sí a los mulatos caribeños de habla hispana, a los blancos argentinos de origen italiano, a los ítalo-argentinos, pero no a los ítalo-norteamericanos, lo que hace de la expresión un interesante caso para la pragmática, tanto hispana como inglesa.

La población definida como mexicano-estadounidense es la más numerosa y la más antigua considerando como punto de inicio la anexión a los Estados Unidos de los territorios mexicanos por el Tratado de Guadalupe Hidalgo. Los nuevos ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana continuaron con sus tradiciones e idiosincrasia culturales.

En la década de 1920 aparecen los llamados pachucos y el inicio del dialecto conocido como Spanglish, y en menor grado el español de Nuevo México; también aparecen términos como La Raza, chicano y chicanismo que buscan reforzar una identidad étnica y enfrentar la imagen étnica negativa que se tenía de los mexicano-estadounidenses en el resto de la sociedad estadounidense.

En el estado de Texas aparece el fenómeno cultural llamado Tex-mex conocido por su música y su gastronomía.

El territorio californiano posee extensos terrenos dedicados a la agricultura que requieren de mucha mano de obra. Esto trajo como consecuencia la migración temporal de mexicanos que trabajaban en precarias condiciones. En la década de 1960, César Chávez y Dolores Huerta fundaron el sindicato United Farm Workers como entidad defensora de los derechos de los trabajadores del campo y para apoyar los derechos laborales de los inmigrantes mexicanos.

La discriminación social tuvo como efecto la reafirmación de la identidad de los mexicano-estadounidenses, apareciendo la literatura, la poesía, el muralismo y la música, orientados específicamente a la historia de la comunidad. Escritores como los activistas Rodolfo Gonzales y Luis J. Rodríguez; Oscar Zeta Acosta, desaparecido en 1974; Gary Soto, Sandra Cisneros, Rudolfo Anaya, José Montoya, Tomás Rivera, M. Miriam Herrera, Rigoberto González, Rolando Hinojosa, Ana Castillo, Jimmy Santiago Baca, Gloria Anzaldúa, Harry Gamboa, Jr. son algunos importantes ejemplos.

El muralismo es otro importante medio de expresión, con ejemplos tales como el Parque Chicano en la ciudad de San Diego e innumerables murales callejeros en la ciudad de Los Ángeles.

La música popular estadounidense se enriqueció a partir de la década de 1960 con los aportes de Ritchie Valens, Trini López, Carlos Santana, Linda Ronstadt, Joan Baez, el rapero Kid Frost (La Raza, 1990) y la trágicamente fallecida Selena.

El cine también ha recibido el talento de actores como:

Y directores como:

Actualmente, la música ha sido un punto de encuentro para distintas generaciones de latinos con diversos grados de aculturamiento y raíces diversas, que de esta manera consiguen puntos en común en los distintos movimientos musicales. El pop latino, la música latina alternativa, el hip hop latino en sus distintas manifestaciones, el reguetón y mezclas de rock con una infinita gama de ritmos provenientes del Caribe y Latinoamérica son algunos ejemplos de la mezcla cultural y han producido artistas que han logrado importantes éxitos de difusión y ventas en sus distintos géneros.

La ciudad de Los Ángeles da cobijo a un movimiento local de bandas que cultivan distintas fusiones de rock, reggae, ska y reciben una influencia marcada de movimientos similares en Argentina, España, México y otros países de Iberoamérica.

Productores como el argentino Gustavo Santaolalla, dos veces ganador del Oscar y residente en Los Ángeles, y publicaciones especializadas de música latina alternativa (como www.alborde.com), han contribuido a la difusión de este género, donde convergen la diversidad musical y generalmente letras socialmente comprometidas.

Desde el año 2000 la Academia Latina de la Grabación (o LARAS por sus siglas en inglés) otorga el Latin Grammy a los artistas latinos más destacados.

Solo uno de cada diez hispanos de la alta deserción escolar tiene un GED (General Educational Development), considerado por muchos como la mejor "segunda oportunidad" camino a la universidad, la formación profesional y el servicio militar para los adultos que no se gradúan de la secundaria (high school). Por el contrario, dos de cada diez afroamericanos de alta deserción escolar y tres de cada diez blancos con tasas elevadas de abandono escolar tiene un GED, según un análisis del Pew Hispanic Center sobre los datos de logro educativo más recientes disponibles de la Oficina del Censo de 2008 sobre la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense.[9]

El nivel de acreditación relativamente bajo de GED entre los estudiantes hispanos de escuela secundaria que abandonan los estudios, es especialmente notable ya que los hispanos tienen una mayor tasa de deserción de la escuela secundaria que los afroamericanos o los blancos. Alrededor del 41 % de los hispanos adultos mayores de 20 años en los Estados Unidos no tienen un diploma regular de escuela secundaria, comparado con el 23 % de los adultos afroamericanos y el 14 % de los adultos blancos.[9]

Entre los hispanos, existen diferencias significativas entre los nacidos en el extranjero y los nativos en cuanto a las tasas de la escuela secundaria y de acreditación del GED. El 52 % de los adultos latinos nacidos en el extranjero son de alta deserción escolar, en comparación con el 25 % de los nacidos en el país. Y entre los hispanos con fracaso escolar, el 21 % de los nativos tienen un GED, comparado con solo el 5 % de los nacidos en el extranjero.[9]

Este informe del Centro Hispano Pew también analiza los resultados del mercado laboral de los adultos hispanos en función de si dejó la escuela secundaria y carecen de un GED, tienen un GED, o lleven al menos un diploma de escuela secundaria regular. Entre sus principales conclusiones está: A partir de 2008, los adultos hispanos con un GED tuvo una tasa de desempleo superior al de los adultos hispanos con un diploma de escuela secundaria, 9 % frente al 7 %. Sin embargo, los hispanos que trabajan tiempo completo que tiene GED ganan casi lo mismo anualmente (33 504 dólares) que los hispanos que trabajan tiempo completo y tiene un diploma de escuela secundaria (32 972 dólares).[9]

En febrero de 2011 se publicó en Fox News Latino un estudio que examinó la alta tasa de deserción de Latinos en las escuelas de Toronto. Alrededor del 40 % de estos estudiantes –casi el doble del número de la población total– no terminan la escuela secundaria ni hablan bien el inglés. Cerca de 350 000 latinoamericanos se encuentran ahora en Canadá. La mayor concentración –un poco más de un tercio– se han asentado en Toronto. Pero algunos dicen que el sistema escolar de Canadá no estaba preparado para una afluencia repentina de los hablantes de español, que ahora ascienden a unos 5200.[10]

Rubén A. Gaztambide-Fernández, un profesor de la Universidad de Toronto, dijo que muchos de los estudiantes le contaron a los investigadores que los pocos recursos para hablantes del español, junto con el estrés económico han afectado su rendimiento. Los profesores y sus compañeros tenían estereotipos negativos acerca de ellos, y que se crean bajas expectativas. "En los EE.UU., dependiendo de donde uno viva, todos los estereotipos sobre los latinos tienden a ser malos, pero al menos hay apenas un puñado de estereotipos", dijo Gaztambide-Fernández "Lo que encontramos en Canadá es que todos asumen que porque son de América Latina, tienen que ser mexicanos. Y debido a que son mexicanos, que son pobres, vagos y que pertenecen a una pandilla. Eso es todo[...]Las únicas imágenes que muchos canadienses consumen sobre los latinoamericanos son las provenientes de las películas de Hollywood."[10]


"o latino es un auto-designación hecha por 47 millones de estadounidenses, a partir de 2008. Tienen su origen en las naciones de habla española mayoritariamente de México y el resto de América Latina, , mientras que un porcentaje minoritario tiene sus orígenes en España. Sin embargo, hay decenas de miles de otros lugares, así: 1,1 % de los estadounidenses hispanos y latinos nacieron en Asia una cifra diminuta, por ejemplo.[11]​ Al igual que sus países de origen, el grupo es heterogéneo en varias formas, incluyendo la raza y la ascendencia.

La Oficina del Censo define "origen latino o hispano" como:

Debido a que este grupo no es (ni ha sido nunca) una raza, la mayor minoría racial en los Estados Unidos son los afroamericanos, componiendo en el 13 % de la población. El principal país de origen para los estadounidenses de origen latino es México (26,7 millones), seguido por Puerto Rico (3 millones) y Cuba (1 millón), según estimaciones de 2005.

La composición racial de los latinos está dominada por las personas que se identifican como blancos, ya que representan el 62,4 % del grupo del ACS.[13]​ La segunda posición está ocupada por los hispanos y latinos de "alguna otra raza", que constituyen el 30,5 %. Oficialmente (es decir, según el PEP. En dichas estimaciones, los hispanos de origen negro o afroamericano son el segundo grupo más grande, con 1,9 millones, o 4,0 % de todo el grupo. El resto de los hispanos se registran de la siguiente manera, primero por el PEP: un 1,6 % de indios americanos y nativos de Alaska, el 1,5 % dos o más razas, un 0,7 %, y 0,03 % nativos isleños del Pacífico de Hawái y otras. Por la ACS: 3,9 % dos o más razas, un 1,9 % negros o afroamericanos, un 1,0 % de indios americanos y nativos de Alaska, 0,4 % asiáticos y 0,05 % de nativos de Hawái y otras islas del Pacífico.[13]

La población latina es joven y de rápido crecimiento, debido a la inmigración y la tasa de natalidad.[11]​ Durante décadas ha contribuido de manera importante al aumento de población de los EE. UU., y se espera que continúe durante décadas más. Las estimaciones de la Oficina del Censo dicen que en 2050 una cuarta parte de la población total estadounidense será de origen latino.[14][15]

Según el American Community Survey, en 2005 había aproximadamente 41 870 703 de personas de ascendencia latina. Esta cifra tiene un cambio anual de 3,72 desde el año 2000 cuando se estimó en 35 308 818 latinos que residen en Estados Unidos. Los estados con mayor número de latinos son: California, Florida y Texas. En tanto que las ciudades con mayor número de latinos son Nueva York (con 7 956 113), Los Ángeles (con 3 731 437), Chicago (con 2 701 926), Houston (con 1 941 430), Phoenix (con 1 377 980).

(2011) Se calculan unos 11 millones de indocumentados en EE. UU.[16]

La revista estadounidense Latina Magazine publicó el 7 de febrero de 2011 las estadísticas sobre la mujer latina. Actualmente las latinas tienen menos tasas de exámenes médicos tanto en la mamografía y la prueba de Papanicolaou que las no latinas blancas y negras. Un mayor porcentaje de las latinas (39 %) no tienen seguro médico, más que las mujeres de cualquier otro grupo racial o étnico, y más de una cuarta parte de las latinas viven en la pobreza. Aproximadamente el 50 % de los embarazos entre las latinas no son planificados, y casi la mitad de estos embarazos terminan en aborto. Y los latinos contraen tres veces más el VIH que los no latinos.[17]

A continuación una tabla que muestra el número de latinos que había en Estados Unidos en el 2005 (según el American Community Survey) y en el 2000 (según el Censo Poblacional).

Nota: La siguiente tabla contiene los datos oficiales del Censo de los Estados Unidos de 2010 por lo que no debe ser modificada[18]

Cabe notar que no toda la población hispana en Estados Unidos habla español. Esta tabla contiene el número de hispanos, no de hispanohablantes.

En el Estado de Nuevo México, el 1 de julio de 2004 la población de origen hispano pasó a ser mayoritaria. Ésta es una mayoría consolidada al formar los hispanos la comunidad de mayor incremento poblacional. Una situación semejante no se había dado desde 1850, dos años después de que Nuevo México fuera anexionado por los Estados Unidos.

La Comisión de Derechos Civiles de los EE. UU. reconoce que en 1912 "los neomexicanos tuvieron éxito a la hora de proteger su herencia, insertando provisiones en su Constitución que hacen del español una lengua oficial igual que el inglés".

A principios del año 2013, la población blanca no hispana de Estados Unidos se equiparó a la población hispana, siendo ambas un 39 % del total de la población del estado. Se estima que California pasará a tener a finales del año 2013 y principios de 2014 una mayoría de población hispana. Según las proyecciones del propio estado, en 2020, los hispanos representarán el 40,7 % de la población y los blancos no hispanos formarán el 36,6 % y En 2030, la población será 43,9 % hispana y 34,1 % blanca no hispana.

En 2060, los hispanos constituirán el 48 % de la población contra el 30 % que representarán los blancos no hispanos.

California es el segundo estado de Estados Unidos de América donde los hispanos son el grupo racial o étnico más grande, después de Nuevo México. Los blancos no hispanos eran hasta ahora minoría en únicamente dos estados: Hawái y Nuevo México.

La sección 1632 del Código Civil de California reconoce el idioma español, de ahí que la ley Dymally-Alatorre sobre servicios bilingües, instituya un bilingüismo inglés-español, sin excluir necesariamente otras lenguas.

Según los datos del Censo de los Estados Unidos de 2012, había 53.027.708 hispanos,[19]​ el 17 % de la población de EE. UU., sin incluir la población de Puerto Rico ni los inmigrantes indocumentados hispanos, con lo que la cifra superaría los 60 millones de hispanos.[20]​ Según el censo, sobre una población total de estadounidenses mayores de 5 años cifrado en 294 003 714 en el 2012, se estimaba que hablaban español en sus casas 38 325 155 personas,[21]​ lo que equivale al 13 % de la población de Estados Unidos[22]​ De los estudios del U.S. Census Bureau, también se puede concluir, que en Estados Unidos cada vez se habla más español, pues en el 2000 solo lo hablaban en sus casas 28,1 millones,[23]​ y en el 2012 lo hablaban 38,3 millones.

De los 37,6 millones que hablan español en sus casas en el 2011, 2,8 millones no son hispanos.[24]​ Luego hay 34,8 millones de hispanos que hablan español en sus casas. Si había 52 millones de hispanos en 2011, los 17,2 millones de hispanos restantes, o son menores de 5 años, o hablan el español como segunda lengua, o solo hablan inglés u otra lengua.

Según un estudio del Centro Hispano Pew en 2011, el 82 % de los hispanos de Estados Unidos sabe hablar muy bien en español.[25]​ Además, el 76 % tienen el español como primera lengua, de ellos, la mitad son bilingües español e inglés, y para la otra mitad el español es dominante. El 24 % restante tiene el inglés como lengua dominante sobre el español.

Texas, California y Nuevo México son los primeros Estados con más hablantes nativos de español, con un porcentaje próximo al 30 %, seguidos de Arizona, Florida y Nevada, con porcentajes superiores al 20 %, Nueva York y Nueva Jersey superan el 15 % e Illinois el 13,1 %.[26]​ El porcentaje de hablantes nativos de castellano en las tres ciudades con más población de EE. UU. son, en Nueva York el 24,6 %, en Los Ángeles el 42,8 %, y en Chicago el 24,6 %. Hay ciudades donde holgadamente más de la mitad son nativos de español, en California en las ciudades de Baldwin Park, Downey, El Monte, Norwalk, Ontario, Oxnard, Pomona, Salinas, Santa Maria, en Nueva Jersey en la ciudad de Elizabeth, y en Florida en las ciudades de Kendall y Miami Beach. En las ciudades de Miami (Florida), Santa Ana (California) y El Paso (Texas), el porcentaje supera el 70 %.[27]

Por otro lado, según Centro Hispano Pew,[28]​ el 76 % de los 11,9 millones de indocumentados en EE. UU. son hispanos (9 millones), de los cuales algunos no se han inscrito en el censo todavía.

También hay que señalar, que hay 7,8 millones de estudiantes de español en EE. UU.,[29]​ de entre los cuales, muchos no son de origen hispano.

En total, la cifra de hablantes de español como primera o segunda lengua, o como lengua extranjera, podría alcanzar los 50 millones de personas,[30]​ que es más del 16 % de la población de EE. UU.

Los latinos/hispanos y sus descendientes en Estados Unidos disponen de una amplia oferta de medios de comunicación destinados a ellos.[31]​ En TV, destacan las cadenas Univisión y Telemundo y sus afiliadas. En prensa gráfica y digital, sobresalen los periódicos editados por el grupo Impremedia (que incluye La Prensa de Nueva York y La Opinión de California) y otras publicaciones como Al Día (en Dallas), La Voz de Houston (Houston) y La Voz (Arizona). En Internet, algunos medios orientados a la comunidad hispana son MSN Latino (portal de MSN y Telemundo) y Voxxi, que se diferencia por proveer contenido en inglés[32]​ ya que se orienta a los llamados latinos de segunda y tercera generación (hijos y nietos de inmigrantes).

Los 14 canales de TV en español que más se ven en EE. UU. son los que figuran en la tabla:[33]

-* En 1961 se llamaba "Spanish International Network", a partir de 1986 Univision.

-** De 2002 a 2013, se llamaba TeleFutura.

-*** A partir del 2006 es cuando se llama Mega TV.

Existen cuatro cadenas de televisión abierta clasificadas por orden de cantidad de telespectadores, según el National Hispanic Television Index de Nielsen, que mide el consumo televisivo en los hogares hispanos, en el periodo comprendido entre el 19 de septiembre de 2005 y el 20 de mayo de 2006:

Univisión con un 29% de cuota de pantalla, es la cadena preferida por los hispanos.

Telemundo con un 10% es la segunda.

TeleFutura es la cuarta preferida por los hispanos con casi un 7%, tras la cadena Fox en inglés que es la tercera.

Azteca América es la décima preferida por los hispanos.

Además, podemos contabilizar más de 70 canales que se distribuyen por sistemas multicanal como el cable, el satélite o sistemas inalámbricos de diferentes países hispanoamericanos.

Según datos del National Hispanic Television Index (NHTI) correspondientes a mayo de 2006, la proporción de hogares hispanos cableados que disponen de televisor es de un 70%.

Entre las diez primeras ofertas de mayor penetración en los hogares hispanos que tienen acceso al cable, cuatro son las versiones en español de canales de TV en inglés, que son la CNN, Fox Sports, MTV y Discovery Channel.

Sin embargo una cadena mexicana, Galavisión, es la que mayor penetración tiene con un 79,8% de los hogares hispanos que dispone de cable, seguido de la Fox Sports en español con un 48,5%. La tercera y cuarta son bilingües (español e inglés): Mun2 con un 43,6%, y MTV Tr3́s con alrededor del 40%. La quinta es Canal Discovery (Discovery Channel) con un 36,1% que pertenece a Discovery Networks que engloba a otros dos canales en español que son el Discovery Niños y el Discovery Viajar y Vivir. La sexta es la CNN en Español con un 35,5% de los hogares hispanos con cable. Cine Latino es la séptima con un 34%, Gol TV la octava con un 33%, Canal Sur la novena con un 30,9%. La décima es una conjunción de la TV Chile y la educativa Hispanic Information and Telecommunications Network.

V-me, TuVisión y Nuestra Tele Noticias 24 Horas son los canales de TV por cable y satélite de más reciente creación, en el 2008. LAT TV se creó en el 2006 y TuVisión en el 2007, mientras que Nuestra Tele Noticias 24 Horas empezó a emitir su señal en Estados Unidos solo hasta el 2009 y luego de casi un año de emisiones en Hispanoamérica. Desde el 2007 emite CaribeVisión en Miami, Nueva York y Puerto Rico.

Entre los canales españoles que se pueden recibir por satélite, se encuentran TVE (Televisión española), Antena 3, Canal 24 Horas o Barça TV.

La emisora de radio con más oyentes es Univisión Radio, seguidas de Hispanic Radio Network y Entravision Radio, pero además hay otras muchas emisoras en español:

Americans for Radio Diversity, Amor 107.5, El Cucuy, eRitmo.com, Estéreo Latino, Estéreo Sol, Frecuencia Latina, La Campeona, La Cubanísima, La Fantástica, La Favorita, La Ley 1079, La Ley 941, La Mega, La Mexicana, La Nueva, La Nueva Tropical, La Nueva 105.9, La Primerísima, La Tremenda, La Zeta, Latino Mix FM, Latino USA, Los Dudes.com, Radio Alerta, Radio América, Radio Avance, Radio Bilingüe, Radio Esperanza, Radio Fiesta, Radio Interativa FM, Radio Mambi La Grande, Radio Omega, Radio Única, Radio y Música, Ritmo Guanaco, Romance FM, Solo Para Mujeres, Stereo Fiesta, Super Estrella, Rhythm Radio, W Radio 690 AM.

La Opinión de California es el periódico en español más leído en EE. UU., seguido del diario El Nuevo Herald de Florida, y del Diario La Prensa de Nueva York, pero, además, hay multitud de periódicos en español en EE. UU.

En la siguiente lista, se enumeran algunos de los periódicos por estados:



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