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Malaui



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Malaui o Malawi,[4]​ oficialmente la República de Malawi (en inglés, Republic of Malawi; en chichewa, Dziko la Malaŵi)[8]​ es un país sin salida al mar ubicado en el sureste de África, antiguamente conocido como Nyasalandia. Limita con Zambia al noroeste, con Tanzania al noreste y con Mozambique al este, sur y oeste. El país está separado de Tanzania y Mozambique por el lago Malaui, uno de los lagos con mayor superficie del continente africano. Su topónimo proviene de los antiguos reinos Maravi, una serie de estados formados por tribus bantúes que habitaron el área.

Durante el siglo X fue poblado por inmigrantes y permaneció regido por un gobierno nativo hasta 1891, cuando fue colonizado por los británicos, quienes lo gobernaron hasta 1964. Tras la disolución de la federación de Rhodesia y Nyasaland, y tras obtener su independencia, Malaui se convirtió en un estado unipartidista bajo la presidencia de Hastings Banda, quien gobernó hasta 1994, cuando le fue arrebatado el poder. Bingu Mutharika fue re-elegido en 2009[9]​ y se mantuvo en el poder hasta el 6 de abril de 2012, cuando fallece a causa de un paro cardíaco.[10]​ Tiene un gobierno democrático y multipartidista;[11]​ además cuenta con un pequeño ejército, que incluye las fuerzas armadas, una marina de guerra y una fuerza aérea. Su política exterior es prooccidente e incluye relaciones diplomáticas positivas con la mayoría de los países y participación en varias organizaciones internacionales.

Se encuentra entre los países menos desarrollados y más densamente poblados del continente.[11]​ La economía está basada en la agricultura, sobre todo de subsistencia, con una población altamente rural. El gobierno malauí depende mucho del apoyo exterior para cubrir sus necesidades económicas, aunque estas necesidades (y la ayuda ofrecida) han aumentado desde el año 2000. El gobierno afronta grandes retos en el crecimiento de la economía, educación, salud y protección del medio ambiente, y se está convirtiendo en financieramente independiente. Cuenta con varios programas de desarrollo desde 2005 que se concentran en los puntos anteriores, y el país parece estar mejorando, con grandes avances en los campos de economía, educación y salud vistos en 2007 y 2008.[11]

Tiene un bajo índice de esperanza de vida y una tasa alta de mortalidad infantil.[11]​ Además de contar con la existencia de miles de casos de sida, hecho que ha provocado la disminución de fuerzas de trabajo y el aumento del gasto gubernamental, lo cual se espera tenga un impacto importante en el Producto interno bruto (PIB) para el 2010. Existe una diversidad cultural en la población que incluye a los nativos y las minorías de asiáticos y europeos, con múltiples idiomas y diferentes creencias.[12]​ Aunque existieron conflictos tribales en el pasado, en el siglo XXI han disminuido considerablemente y el concepto de la nacionalidad malauí ha comenzado a reformarse. A pesar de los conflictos bélicos que ha habido en este país a lo largo de los años, es conocido mundialmente como "La cuna de África" o "El corazón cálido de África" (en inglés, The warm heart of Africa). Sus habitantes se caracterizan por ser hospitalarios y por rechazar el conflicto. Posee una cultura que combina aspectos locales y coloniales, incluyendo deportes, arte, bailes y música.

El área de África que actualmente abarca el país, estaba habitada por pequeños grupos de cazadores-recolectores, antes de que comenzaran a llegar oleadas de tribus bantúes que provenían del norte alrededor del siglo X. Aunque la mayoría de los bantúes continuaron hacia el sur, algunos decidieron instalarse permanentemente y fundaron tribus basados en sus ancestros comunes.[13]​ Para el año 1500 d. C., las tribus habían establecido un reino que iba desde la actual Nkhotakota hasta el río Zambeze y desde el lago Malaui hasta el río Luangwa en lo que ahora es Zambia.[14]​ Poco después del 1600, con el área gobernada en gran parte por un solo caudillo, las tribus comenzaron a relacionarse, comercializando entre ellos y haciendo alianzas con los comerciantes y militares portugueses. Sin embargo, para 1700, el imperio se había disuelto y el área fue nuevamente controlada por varias tribus independientes, lo cual fue descrito por varios navegantes portugueses en sus informes o relatos de expediciones.[15]

David Livingstone llegó al lago Malaui (entonces lago Nyasa) en 1859,[16]​ y Malaui fue originalmente conocido como Nyasalandia bajo el dominio británico,[17]​ siendo un territorio clave para unir sus dominios en el norte del continente con los del sur.[18]

Después de negociaciones con los portugueses, en 1891 se creó el protectorado de Nyasalandia, el cual alcanzó la extensión del Malaui actual hasta 1897. La colonización y las relaciones con los nativos malauíes se llevaron a cabo gracias a la cristianización y los pactos con ciertas tribus. La base principal de la economía colonial era el café.[18]​ Los administradores recibían un presupuesto de £10 000 por año, lo cual era suficiente para contratar a diez civiles europeos, dos agentes militares, setenta sijes de Panyab y ochenta y cinco cargadores de Zanzíbar. Estos pocos empleados eran los encargados de administrar y vigilar un territorio de alrededor de 94,000 km² con una población de entre uno y dos millones de habitantes.[19]

Durante la Primera Guerra Mundial, John Chilembwe, un predicador africano indignado por la participación forzosa de sus compatriotas en la guerra, organizó un violento levantamiento en los alrededores de Blantyre, precursor de los posteriores movimientos nacionalistas, los cuales, después de la Segunda Guerra Mundial comenzaron a adquirir fuerza.[20]

En 1944, los habitantes de Nyasalandia fundaron el Congreso Africano de Nyasalandia (NAC por sus siglas en inglés) para hacer llegar al gobierno británico los intereses de la población local.[21]​ En 1953, el Reino Unido unió Nyasalandia con los territorios de Rodesia del Norte y del Sur, para formar lo que se conoció como la Federación Centroafricana (CAF),[17]​ debido principalmente a razones políticas.[22]​ Esta unión puso a los nacionalistas en contra del gobierno británico, y el NAC ganó popularidad entre la población. Uno de los principales cabecillas de esta oposición fue Hastings Kamuzu Banda, que había estudiado en Europa y trabajaba como doctor en Ghana. Banda regresó a Nyasalanda en 1958 para apoyar la causa nacionalista, siendo elegido presidente del NAC y comenzó a organizar el movimiento antes de ser arrestado por las autoridades coloniales en 1959. Fue liberado en 1960, cuando colaboró en la elaboración de una nueva constitución para Nyasalandia, en la que se garantizaba la mayoría africana dentro de la cámara del poder Legislativo.[13]

En 1961, el Partido Congresista de Malaui (MCP) ganó la mayoría de puestos en la cámara del poder legislativo y Banda fue elegido primer ministro en 1963. La Federación se disolvió ese mismo año, y el 6 de julio de 1964, Nyasalandia se convirtió en un estado independiente y cambió su nombre al de Malaui. Bajo una nueva constitución, se convirtió en un estado unipartidista bajo el mandato del MCP, declarando a Banda presidente vitalicio en 1970. Por casi 30 años, Banda gobernó firmemente y suprimió a todos aquellos contrarios a los intereses del partido, asegurándose de que no tendría oposición.[23]​ Sin embargo, pese a su severidad política, la economía durante su presidencia a menudo es citada como uno de los mejores ejemplos de cómo un país pobre, sin salida al mar, densamente poblado y sin recursos minerales, puede progresar y desarrollar la agricultura y la industria.[24]​ Mientras estuvo en el poder, y usando su control sobre el país, Banda construyó un imperio empresarial que eventualmente producía un tercio del PIB del país, y que empleaba al 10% de la fuerza de trabajo.[25]

Bajo su presidencia, Malaui se embarcó en un activo programa de desarrollo económico. En política internacional, Banda mantuvo una política de neutralidad en la disputa entre el Reino Unido y Rodesia del Sur. Situando en primer plano los intereses de Malaui, mantuvo estrechas relaciones comerciales con el gobierno rebelde de Rhodesia. También mantuvo relaciones de amistad con Mozambique (gobernado por Portugal hasta 1975) y en 1967 firmó un acuerdo comercial con Sudáfrica, convirtiéndose en el primer jefe de Estado negro en visitar el país sometido al sistema de apartheid.[26]​ Su política de cordialidad hacia Sudáfrica dio lugar a duras críticas por parte de los dirigentes de otros países del África negra, por lo que la influencia de Banda en los asuntos continentales era mínima.

A comienzos de la década de 1990, el crecimiento de la economía de Malaui comenzó a estancarse, afectada por el gran peso de la deuda externa, la sequía y la llegada de refugiados mozambiqueños que escapaban de una guerra civil.[27]​ Mientras tanto, Banda se encontró con un creciente descontento nacional y críticas internacionales por la vulneración de los derechos humanos.

Bajo la presión por incrementar la libertad política, Banda accedió a un referéndum en 1993, donde la población votó una democracia multipartidista. Después de las elecciones, a finales de 1993, se creó un consejo presidencial, la presidencia vitalicia se abolió y una nueva constitución fue promulgada, terminando definitivamente con el mandato del MCP.[23]​ En 1994, se llevaron a cabo las primeras elecciones multipartidistas, y Bakili Muluzi se convirtió en presidente.[28]

De acuerdo a lo establecido en la nueva Constitución, en vigor desde ese mismo mes, Muluzi creó una comisión de derechos humanos, liberó a los prisioneros políticos y clausuró tres centros penitenciarios en los que se tenía constancia de la práctica sistemática de torturas.[29]

Como candidato del Frente Democrático Unido, Muluzi fue reelegido para un segundo mandato presidencial en los comicios celebrados el 15 de junio de 1999, tras obtener el 51,3% de los sufragios; en tanto que Gwanda Chakuamba, que se presentó al frente de la coalición formada por el MCP y la Alianza por la Democracia, obtuvo el 44,7%.[28]​ En las elecciones legislativas, llevadas a cabo ese mismo día, el partido de Muluzi no consiguió, sin embargo, la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional; obtuvo 93 escaños de los 192 que integraban la recién ampliada cámara legislativa. La coalición opositora sumó 95 diputados, 66 para el MCP y 29 para la Alianza por la Democracia.[28]

Durante su segundo mandato, Muluzi recibió constantes críticas por parte de la oposición, que denunció diversos casos de corrupción, así como los intentos del presidente para reformar la Constitución y poder aspirar a un tercer ejercicio del cargo.[30]​ Finalmente, en marzo de 2003, Muluzi anunció que Bingu wa Mutharika sería el candidato presidencial del Frente Democrático Unido en las siguientes elecciones. En estas, celebradas el 20 de mayo de 2004, venció Mutharika, que poco después sucedió a Muluzi en la presidencia. Sin embargo, en los comicios legislativos desarrollados aquel mismo día, la victoria fue para el MCP, que logró 60 escaños, por 49 del Frente.[28]

Aunque el ambiente político es descrito como "un reto", para el 2010, el sistema multipartidista aún existe.[31]​ En 2009 se llevaron a cabo, por cuarta vez en la historia del país, elecciones generales multipartidistas para el parlamento y la presidencia, en esta última resultó re-electo el presidente Mutharika.[32]

Posee un gobierno democrático y multipartidista, a cargo del presidente Lazarus Chakwera, electo el 23 de junio de 2020. La constitución actual fue promulgada el 18 de mayo de 1995. Como en otras democracias, el poder está dividido en tres: ejecutivo, legislativo y judicial. El poder ejecutivo está conformado por el presidente, que es el jefe de Estado, el primer y segundo vicepresidentes y un gabinete. El presidente es elegido cada cinco años, y el vicepresidente es elegido junto con él. Un segundo vicepresidente puede ser elegido si el presidente así lo desea, aunque deberá pertenecer a otro partido político. Los miembros del gabinete son elegidos por el presidente y pueden ser de dentro o fuera de la legislatura.[14]

El poder legislativo consiste en una Asamblea Nacional de una sola cámara, compuesta por 193 miembros que son elegidos cada cinco años; aunque en teoría la constitución del país estipula que debe existir un senado de 80 miembros, en la práctica parece no existir. Si fuese creado, el senado representaría a líderes tradicionales de una gran variedad de distritos geográficos, además de que existiría un representante en específico para grupos especiales como los discapacitados, jóvenes y mujeres. El poder judicial está basado en el modelo inglés y consiste de una Corte Constitucional, una Corte Suprema, una Suprema Corte de Apelaciones y una Corte de Magistrados. Actualmente existen nueve partidos políticos, siendo el Partido Democrático Progresista la primera fuerza política del país, seguido por el Partido Congresista de Malaui (MCP) y el Frente Democrático Unido (UDF). El sufragio es universal desde los 18 años de edad, y en 2008 el gobierno contaba con un presupuesto de 1240 millones de dólares.[14]

En febrero de 2005, el presidente Mutharika se separó del UDF para crear su propio partido, el Partido Democrático Progresista, el cual ha atraído a varios oficiales de diferentes partidos y ha comenzado a ganar varias elecciones desde 2006. Para el 2008, el gobierno del presidente Mutharika ha implementado reformas para combatir el gran problema que es la corrupción en el país, con al menos cinco miembros importantes del UDF enfrentando cargos por corrupción.[33]

No obstante, algunas organizaciones como Amnistía Internacional declararon que la discriminación está aceptada legalmente en el sistema de justicia malauí, citando como ejemplo, la homosexualidad, que en el país es ilegal y se castiga con hasta catorce años de cárcel.[34]

El ejército lo conforman las fuerzas armadas, una marina de guerra y una fuerza aérea. Entre las tres suman más de 5.500 militares, 1500 policías paramilitares y 80 aeronaves, ninguna de las cuales es un avión de caza. La marina tiene su base central en Monkey Bay a las orillas del lago Malaui.[35]

El presidente Banda estableció una política exterior prooccidente e incluye buenas relaciones diplomáticas con varios países occidentales. La transición de un estado unipartidista a uno multipartidista estrechó sus relaciones con Estados Unidos. Gran número de estudiantes viajaron a Estados Unidos para realizar sus estudios, mientras organizaciones estadounidenses como Cuerpos de Paz, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional establecieron sus bases en Malaui. Así mismo, mantuvo relaciones estrechas con Sudáfrica durante la época del apartheid, lo cual afectó sus relaciones con otros países africanos, pero tras el colapso del apartheid en 1994, ha incrementado las relaciones diplomáticas con otros estados del continente.[14]

Desde 1985, recibió muchos refugiados de otros países vecinos como Mozambique y Ruanda. De una forma u otra, este aumento de la población perjudicó la economía malauí pero también llevó a que el país obtuviera apoyo de otras naciones. Los principales donadores al país incluyen a Estados Unidos, Canadá, Alemania, Islandia, Japón, Países Bajos, Noruega, Suecia, Irlanda, y el Reino Unido; además de varias instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea, el Banco Africano de Desarrollo y la ONU. Es miembro de varias organizaciones internacionales como la ONU y varias de sus afiliadas, el FMI, el Banco Mundial, la Unión Africana y la OMS. El país ve la estabilidad económica y política como una necesidad en el sur de África, y aboga por soluciones pacíficas a través de la negociación. Además, fue el primer país en el sur de África en recibir entrenamiento de las Fuerzas de Paz de la ONU como parte de un programa de desarrollo en la zona.[14]

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Malaui ha firmado o ratificado:

Malaui está dividido en tres grandes regiones (Norte, Centro y Sur),[46]​ que a su vez se dividen en 28 distritos,[11]​ las cuales se dividen aproximadamente en 250 divisiones tradicionales y 110 divisiones administrativas.[46]​ Cada distrito es gobernado por administradores regionales y comisionados de distrito, anteriormente elegidos por el gobierno central. Sin embargo, el 21 de noviembre de 2000 se llevaron a cabo las primeras elecciones locales con el UDF ganando en el 80% del país.[14]



Se encuentra en el sur de África, no posee salida al mar y limita con Zambia al noroeste, Tanzania al noreste y Mozambique al sur, sureste y suroeste. El Gran Valle del Rift pasa por el país de norte a sur, y el este del valle colinda con el lago Malaui (también llamado lago Nyasa), con el que limita en tres cuartas partes de su frontera este.[13]​ El lago Malaui mide alrededor de 560 km de longitud y 75 km de ancho como máximo.[47]​ El río Shire corre desde el borde sur del lago y se une con el río Zambeze a 400 km del lago. La superficie del lago Malaui se encuentra a 460 m sobre el nivel del mar, con una profundidad máxima de 700 m, lo que significa que el fondo del lago se encuentra a 360 m bajo el nivel del mar. En las zonas montañosas del país alrededor del Valle del Rift, existe una altitud promedio de entre 910 y 1200 m sobre el nivel del mar, aunque algunos montes en el norte del país alcanzan los 2400 m. Al sur del lago Malaui, la meseta del Shire se eleva a 910 m sobre el nivel del mar. En esta área se encuentran los montes más altos del país: Zomba y Mulanje, los cuales alcanzan los 2100 y 3000 m, respectivamente.[13]

El clima es cálido en la parte sur del país, mientras que en las montañas del norte permanece el clima templado. La altitud modera lo que de otra forma sería un clima ecuatorial. Entre noviembre y abril las temperaturas son altas con lluvias torrenciales, las cuales llegan a su pico de intensidad en marzo. Después de marzo, las precipitaciones rápidamente disminuyen y de mayo a septiembre son escasas.[13]

La capital de Malaui es Lilongüe, pero el centro económico del país es Blantyre, con una población similar a la de la capital, de más de 700,000 habitantes.[13]​ Cuenta con dos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el parque nacional del Lago Malaui (1984) y el área del Arte rupestre de Chongoni (2006).[48]

Malaui es un país muy pobre con alta densidad de población y alta tasa de crecimiento de la misma. Además, el 76% de la población depende de la agricultura para su sustento. Los combustibles tradicionales, en particular leña y carbón de leña, constituyen el 88,6% del consumo total de energía del país.[49]​ La alta densidad de la población y la dependencia de la tierra suponen una fuerte carga para el medio ambiente en forma de búsqueda de más tierra de cultivo y de más leña. Malaui tiene una de las tasas más altas de deforestación anual en África, el 2,4%.[50]

Solo el 61% de toda la población de Malaui tiene acceso a adecuadas instalaciones sanitarias.[51]​ El tratamiento inadecuado de las aguas residuales, las filtraciones agrícolas y la erosión del suelo debida a la deforestación se combinan para contaminar gran parte del agua potable del país. Solo el 78% de la población tiene acceso a agua segura.[11]​ Además, la erosión cubre de limo los lechos de ríos y corrientes, y pone en peligro la población de peces.

No obstante, Malaui tiene una rica y variada fauna y flora. El 36,2% de la superficie total del país sigue arbolada. Los expertos creen que el lago Malaui, posee más especies endémicas de peces que cualquier otro lago del mundo.[52]​ De la superficie total del país, el 8,9% está protegido. El parque nacional del Lago Malaui, en el borde meridional del lago, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.[53]​ Pese a ello, la caza furtiva sigue siendo un problema en las zonas protegidas. El gobierno ha ratificado acuerdos medioambientales internacionales relativos a biodiversidad, cambio climático, desertificación, especies en peligro de extinción, vertidos tóxicos, conservación de la vida marina, prohibición de ensayos nucleares, protección de la capa de ozono y humedales.[11]

Los recursos de Malaui son casi por completo agrícolas. La riqueza mineral es escasa, a pesar de que hay algo de mármol y caliza. Cuenta con algunos tipos de árboles de importancia maderera, situados en los barrancos húmedos de las montañas y a lo largo de las orillas de los ríos. En las tierras altas crecen el baobab, la acacia y las coníferas. Se pueden encontrar la mayoría de las especies animales autóctonas de África, como elefantes, rinocerontes, jirafas, cebras, primates y diferentes variedades de antílopes; en las orillas de los lagos se encuentran los hipopótamos. Son muy numerosas también las serpientes y otros reptiles, así como aves e insectos. Los ríos y lagos también contienen abundantes peces.[54]

Es uno de los países menos desarrollados y más densamente poblados del mundo. La economía está fuertemente basada en la agricultura, con casi el 85% de la población viviendo en las zonas rurales. Más de un tercio del PIB y el 90% de las exportaciones provienen de la agricultura. En el pasado la economía dependía mucho de las aportaciones hechas por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y gobiernos de otras naciones.[11]​ En diciembre de 2000, el FMI dejó de enviar ayuda al país debido a la corrupción de los encargados de administrarla y otros donadores siguieron su ejemplo, lo que resultó en una caída del 80% del presupuesto para el desarrollo del gobierno malauí.[33]​ Sin embargo, en 2005 recibió más de 575 millones de dólares en ayuda. El gobierno malauí enfrenta retos en el desarrollo de una economía de mercado, mejoras en la protección del medio ambiente, lidiar con la creciente enfermedad del sida, mejorar la educación y convencer a sus contribuyentes extranjeros de que se está trabajando para convertirlo en un país financieramente independiente. Desde 2005 las mejoras en materia de economía están en manos del presidente Mutharika y el ministro de economía Gondwe.[11]​ Para el 2016, se estimó que tenía un PIB de US$21,843 mil millones y un PIB per cápita de US$1179.[6]​ La agricultura provee el 35% del PIB, mientras la industria el 19% y los servicios el restante 46%.[31]​ Es uno de los países con más bajo índice de ingreso per cápita en el mundo,[33]​ aunque el crecimiento económico en 2008 fue del 9.7% y el FMI estima que seguirá así en 2009.[55]​ La pobreza disminuye gracias a los empleos creados por el gobierno y organizaciones de ayuda, la población que vive bajo la línea de pobreza bajó del 54% en 1990 al 40% en 2006, y el porcentaje de "ultra-pobreza" disminuyó del 24% en 1990 al 15% en 2007.[56]​ Del mismo modo, la malnutrición también disminuye de forma notable desde 2005, gracias a la exitosa aplicación de programas propios contra el hambre, los cuales van en contra de lo recomendado por organismos internacionales como el Organización Mundial del Comercio o el Banco Mundial.[57]

Los principales productos de exportación son el tabaco, la caña de azúcar, el algodón, las hojas de , el maíz, las patatas, el sorgo, el ganado vacuno y el caprino. Las principales industrias del país son las procesadoras de tabaco, té y azúcar, así como los aserraderos, las plantas fabricadoras de cemento y bienes de consumo. El índice de crecimiento de producción industrial alcanza el 4.4% (2007). La electricidad del país proviene en un 96.7% de centrales hidroeléctricas y un 3.3% de combustibles fósiles (2001). El país no hace uso significativo de gas natural. Para 2005, Malaui no exportaba o importaba energía eléctrica, pero sí importa todo el petróleo usado en el país, ya que carece de yacimientos petroleros.[11]​ A comienzos de 2006, el país comenzó a mezclar petróleo crudo con 10% de etanol, producido en dos plantas del país, para reducir su dependencia hacia los combustibles importados. En 2008, comenzó investigaciones sobre vehículos impulsados únicamente con etanol, con resultados prometedores, que hicieron que el país se interesara en incrementar el uso del etanol como combustible.[58]

Para el 2007, exportaba un estimado de US$604 millones al año. La alta dependencia de la economía local hacia el tabaco (genera cerca del 70% de las exportaciones), la coloca en un lugar peligroso debido al descenso de los precios mundiales y al incremento de la presión de la comunidad internacional para reducir la producción del tabaco. El país también depende del té, el café y el azúcar, que junto con el tabaco, generan más del 90% de las exportaciones malauíes. La dependencia económica hacia el tabaco continúa creciendo, en un incremento en el total de las exportaciones del 53% al 70% entre 2007 y 2008.[11][33]​ Otras exportaciones de Malaui son el maní, productos forestales e indumentarias. Los principales destinos de las exportaciones malauíes son Sudáfrica, Alemania, Egipto, Zimbabue, Estados Unidos, Rusia y Países Bajos. Actualmente el país importa más de US$866 millones cada año, siendo las principales importaciones los alimentos, los derivados del petróleo y maquinarias. Los principales países de los que provienen las importaciones son Sudáfrica, India, Zambia, Tanzania, Estados Unidos y China.[11]

En 2006, en respuesta a las pobres cosechas en la agricultura, comenzó un programa de distribución de fertilizantes para revitalizar las tierras y aumentar los cultivos. Se reportó que este programa, impulsado por el presidente del país, mejoró radicalmente la agricultura dentro del territorio nacional, y que provocó que se convirtiera en el único exportador de alimentos para los países vecinos.[59]​ También en 2006, la cantante Madonna creó una fundación, llamada Raising Malawi, que se dedica a recaudar dinero y construir viviendas en apoyo a los huérfanos dejados por el sida. La organización construyó un centro de atención para huérfanos, y Madonna financió un documental en el que se mostraba la situación de los huérfanos malauíes.[60]​ Raising Malawi también colabora con el proyecto "Villas del Milenio" para mejorar la educación, el cuidado de la salud, la infraestructura y la agricultura en Malaui.[61]

El sistema monetario de Malaui se decimalizó en 1971, ya que anteriormente circulaba la Libra malauí, una moneda no decimal. La actual unidad monetaria es el Kwacha malauí, formado por 100 tambala (en 2005, 118,40 kwacha equivalían a un dólar estadounidense). El Banco de la Reserva de Malaui, fundado en 1965, es el banco emisor.

Malaui posee 39 aeropuertos, 6 de ellos con pistas pavimentadas. En el país existen 797 km de vías férreas, todas ellas de vía estrecha; y 15.450 km de autopistas, 6.960 km pavimentados y 8.490 km sin pavimentar. También tiene 700 km de vías marítimas en el lago Malaui y el río Shire.[11]

Cuando en 1980 se completó la línea de Salima a Mchinji en la frontera con Zambia, Malaui tenía 797 km de vías férreas en uso. Para 1999 la longitud total de las carreteras era de 28.400 km, de los cuales el 19% estaba pavimentado. El tráfico tanto de pasajeros como de mercancías en el lago Malaui es parte importante del transporte. Al Aeropuerto Internacional de Lilongüe llegan algunas líneas aéreas internacionales y regionales; Air Malawi es la compañía aérea paraestatal y proporciona vuelos nacionales e internacionales.[62]

En 1996, Malaui tenía cinco periódicos de tirada diaria, con una circulación de 25 000 ejemplares. Uno de ellos era el Daily Times, publicado en Blantyre. El gobierno dirige los servicios postales y telegráficos. En Blantyre y Lilongüe hay emisoras y estaciones de radio. Para 2007, existían 175.200 líneas telefónicas en Malaui, y 1,051 millones de teléfonos celulares (8 celulares por cada 100 habitantes), aunque el sistema telefónico es descrito como rudimentario. En 2007 había 139.500 usuarios de internet y para 2002 ya existían tres servidores web. En 2001 había catorce estaciones de radio y una estación de televisión.[11]​ En el pasado, las telecomunicaciones en Malaui habían sido nombradas como las más pobres en África, pero las condiciones se mejoraron, con más de 130.000 líneas telefónicas conectadas entre 2000 y 2007. La telefonía es mucho más accesible en las zonas urbanas, con menos de un cuarto de las líneas conectadas en zonas rurales.[63]

El 98% de la electricidad de Malaui se produce en plantas hidroeléctricas. En 2007, Malaui tenía una producción anual de 1.690 millones de kWh, además de consumir cerca de 8000 barriles de petróleo diarios.[11]

De acuerdo a estimaciones de 2008, Malaui tiene una población de casi 14 millones de habitantes, con una tasa de crecimiento de 2,39%. Los niveles de mortalidad infantil son altos, y la esperanza de vida al nacer es de 43,45 años. Existe un gran número de casos de adultos infectados de sida, en 2003 eran alrededor de 900.000 casos (14,2% de la población). Cada año mueren alrededor de 84.000 personas a causa del sida,[11]​ cada día son infectadas aproximadamente 250 personas y al menos 70% de la capacidad de los hospitales en Malaui son ocupados por pacientes infectados por esta enfermedad. El alto índice de infección provocó que disminuyera la fuerza de trabajo en un 5,8%, y se espera que el sida reduzca en un 10% el PIB del país para el 2010. El gobierno gasta más de 120.000 dólares al año en funerales de funcionarios públicos que mueren debido al sida.[33]​ Debido a las condiciones del país, existe un alto riesgo de contagio de enfermedades como son la diarrea, Hepatitis A, fiebre tifoidea, malaria, peste y esquistosomiasis.[11]​ Malaui realiza avances en la reducción de la tasa de mortalidad materna y en la promoción de la igualdad de sexos.[56]​ Las diferencias que existen entre el género masculino y el femenino en este país siguen siendo muy importantes. La mujer está destinada a contraer matrimonio y a tener hijos sin antes haber acabado la educación primaria. Aun así, existen mujeres que luchan por cambiar esta situación. Theresa Kachindamoto, dirigente tradicional del distrito de Dedza, se dedica a disolver y anular matrimonios de niñas pequeñas con el fin de permitir su vuelta a la escuela.

Natasha Annie Tonthola también lucha por la igualdad de género y, desde joven, promueve campañas en contra del acoso sexual a las niñas y proporciona apoyo y seguridad a las víctimas.

La población de Malaui se compone de varios grupos étnicos: Chewa, Nyanja, Tumbuka, waYao, Lomwe, Sena, Tonga, Ngoni y Ngonde, así como núcleos poblacionales de asiáticos y europeos. Los idiomas más hablados en Malaui son el chichewa, hablado por más del 57% de la población, el chinyanja (12,8%), el chiyao (10,1%) y el chitumbuka (9,5%).[11]​ Otras lenguas nativas son el lomwe malauí, hablado por casi 250.000 personas al sur del país; el kokola, hablado por 200.000 habitantes en el sureste; el lambya, hablado por casi 45.000 personas en la parte noroeste; el ndali, hablado por más de 70.000 personas; el nyakyusa-ngonde, hablado casi por 300.000 habitantes en la parte norte de Malaui; el sena malauí, hablado por 270.000 personas en el sur; y el tonga, hablado por 170.000 habitantes de la zona.[64]​ El uso del inglés, el idioma oficial, es muy reducido, y sus hablantes se concentran principalmente en las ciudades principales.

La emigración a países más desarrollados en búsqueda de unas mejores condiciones de vida es muy numerosa.

De acuerdo a estimaciones realizadas en 2007, aproximadamente el 80% de la población es cristiana, siendo la Iglesia católica (20%) y la Iglesia presbiteriana de África Central (13%) las que cuentan con más seguidores. También hay grupos más pequeños de anglicanos, bautistas, evangelistas y adventistas del Séptimo Día. Casi el 13% de la población es musulmana, la mayoría de ellos pertenecientes a las corrientes sunita, qadriya y sukkutu. Otros grupos religiosos presentes en el país son los judíos, rastafarianos, hindúes y bahais. Los ateos conforman el 4% de la población, aunque esta cifra incluye a los que practican religiones tribales.[65]

En Malaui, la educación primaria no es obligatoria, pero la constitución establece que los ciudadanos están obligados a cursar al menos cinco años de escuela. En 1994, el gobierno estableció de manera gratuita la educación primaria, lo que aumentó el índice de asistencia. El índice de deserción es mayor en mujeres que en hombres,[66]​ debido a problemas de seguridad en los largos viajes hasta la escuela, ya que las niñas tienen más riesgo de sufrir la violencia machista existente en el país. Sin embargo, los niveles de asistencia se han mejorado, con un incremento en las escuelas primarias de 58% en 1992 a 75% en 2007, mientras el número de estudiantes que completan los cinco años de estudio requeridos se elevó de un 64% en 1992 a un 86% en 2006. La alfabetización en los jóvenes también aumentó, de 68% en 2000 a 82% en 2007. Este incremento se debe a las mejores realizadas en los materiales escolares, una mejor infraestructura y los programas de alimentación que se han aplicado en todo el sistema escolar.[56]

El nombre «Malaui» proviene del término maravi, una tribu bantú que emigró del sur del Congo alrededor del año 1400 d. C. Al llegar al norte del lago Malaui, la tribu se dividió, mientras un grupo se dirigió al suroeste del lago y se convirtió en la llamada tribu chewa, el otro grupo, los ancestros de la actual tribu nyanja, caminaron por el borde este del lago hasta llegar al sureste del actual Malaui. Los conflictos tribales y las constantes migraciones impidieron que se formara una única sociedad malauí hasta comienzos del siglo XX. Durante el siglo pasado, las distinciones étnicas y tribales han disminuido hasta el punto de que no hay fricciones tribales importantes, aunque todavía se producen algunas divisiones regionales. El concepto de una nacionalidad malauí comienza a tomar forma alrededor de una población predominantemente rural, que en general conforma una sociedad conservadora y pacífica.[14]

La bandera de Malaui se compone de tres franjas horizontales iguales de color negro, rojo y verde con un sol rojo, superpuesto en el centro de la bandera. El color negro representa al pueblo africano, el rojo representa la sangre de los mártires de la libertad de África, el verde representa la naturaleza de Malaui y el sol representa el amanecer de la libertad y esperanza para África. La bandera nacional actual fue adoptada en 2010.[1]

El arte de Malaui se identifica por sus raíces tribales que no fueron modificadas por la influencia británica, contrario a lo que pasó con el arte de otros países dominados por el Imperio británico.[67]​ Una parte importante de la cultura de Malaui son sus danzas, como lo muestra la Compañía Nacional de Danza (anteriormente Compañía Cultural Kwacha), fundada por el gobierno en noviembre de 1987.[48]​ La música y las danzas tradicionales se pueden observar en ritos de iniciación, rituales, matrimonios y otras celebraciones por todo el país.

Las tribus nativas de Malaui tienen una gran tradición de cestería y máscaras talladas a mano, algunas de las cuales aún son usadas en ceremonias practicadas por algunos pobladores. La talla de madera y la pintura al óleo son más populares en los centros urbanos, ya que la mayoría de las piezas producidas en estas técnicas son vendidas a los turistas. Dentro del campo de la literatura, existen varias personalidades malauíes reconocidas internacionalmente, como el poeta Jack Mapanje, el escritor de ciencia ficción Paul Zeleza y los autores Legson Kayira, Felix Mnthali, Frank Chipasula y David Rubadiri.[68]

El fútbol es el deporte más popular en Malaui, el cual fue introducido por los británicos durante la época colonial. El baloncesto es otro deporte que también comienza a ganar popularidad. Aunque nunca ha logrado participar en ninguna Copa Mundial de Fútbol, la FIFA constantemente coloca a la selección nacional dentro de las mejores cien en el mundo.[69]​ Desde 1972, Malaui ha participado en ocho ediciones de los Juegos Olímpicos, sin haber ganado ninguna medalla hasta el 2010.[70]



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