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Talamanca de Jarama



Talamanca de Jarama[1]​ es un municipio y localidad española de la Comunidad de Madrid. Está situado en la parte septentrional de esta comunidad autónoma, en el límite con Castilla-La Mancha. Su término se extiende sobre la comarca natural de la Campiña del Henares y por él discurre el tramo medio del río Jarama. Cuenta con una población de 4123 habitantes (INE 2021).

La villa posee un rico patrimonio histórico-artístico y en ella se conservan los vestigios románicos y románico-mudéjares de mayor valor arquitectónico existentes en el nordeste madrileño. Su casco urbano corresponde a la antigua Plaza Fuerte y al Arrabal, barrios que separa el arroyo de Valdejudíos. La población está configurada en un recinto totalmente amurallado, muy característico de Castilla, durante la Edad Media.

El municipio posee un hábitat natural con numerosas aves, en especial, la avutarda común,[2]​ rapaces como el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido y ánade real. Cuenta con cuatro monumentos catalogados como bien de interés cultural, entre los que se encuentran el ábside románico de la iglesia parroquial de San Juan Bautista y el puente romano sobre el arroyo del Caz, que se encuentra representado en el escudo.

Algunos de los edificios nobles del pueblo conservan el aspecto que tenían en el siglo XVII, lo que ha favorecido que se convierta en la capital cinematográfica de la zona. Viene siendo uno de los lugares preferidos de productores norteamericanos y españoles. En 2009 se contabilizaba ya un total de 130 películas rodadas en el municipio, a lo que se unen numerosas series de televisión.[3][4]

La villa de Talamanca de Jarama se encuentra en la zona central de la península ibérica, a 45 kilómetros al nordeste de Madrid, capital de la provincia a la que pertenece. Su altura media sobre el nivel del mar es de 645 m. El municipio tiene una superficie total de 39,36 km²

Talamanca de Jarama limita al norte con Valdepiélagos y al sur con Valdetorres de Jarama, con las que forma la Mancomunidad del Jarama. También limita al sur con Ribatejada, al oeste con El Vellón y El Molar y al este con la provincia de Guadalajara.

Administrativamente, pertenece a la comarca de la Cuenca del Medio Jarama, si bien en otras clasificaciones aparece incluido dentro de la Comarca agrícola de la Campiña. Su parroquia (San Juan Bautista) está adscrita a la Diócesis Complutense con sede en Alcalá de Henares. Asimismo forma parte del partido judicial n.º 5 de Madrid, junto con Alcobendas, El Molar, Pedrezuela, San Agustín del Guadalix, San Sebastián de los Reyes, y Valdepiélagos. Asimismo está integrada en el Registro de la Propiedad de San Sebastián de los Reyes junto con la propia sede del registro, El Molar y Valdepiélagos.[5]

El término municipal de Talamanca se encuentra en la vertiente meridional del sistema Central, en pleno valle del Jarama, río que atraviesa la parte occidental de su término, siguiendo una dirección norte-sur. Otra de las corrientes que surcan el municipio es el arroyo de Valdejudíos, que discurre en sentido oeste-este hasta llegar al casco urbano. Aquí separa la antigua Plaza Fuerte del Arrabal, poco antes de desembocar por la izquierda en el Jarama. La hidrografía del municipio se completa con el arroyo de la Galga, que también discurre por Valdetorres y Valdepiélagos, con el arroyo de San Benito (El Vellón y Valdepiélagos) y con el Caz, un canal que discurre entre el Jarama y el arroyo de Valdejudíos y que pasa bajo el Puente Romano.

Talamanca presenta una densidad de edificios sensiblemente inferior a la de su comarca y al resto de la región de Madrid (19,75). La mayoría de ellos son viviendas familiares, construidas a partir de la expansión urbana, especialmente importante, que se dio en los años 70 y que se prolongó de forma algo más moderada en las décadas posteriores. Se trata de edificios de muy pocas alturas, dedicadas mayoritariamente a vivienda secundaria (51,72 %) aunque también a residencia principal (43,05 %). Se encuentran en general fuera del antiguo recinto histórico, en la continuación de sus calles y también en algunas urbanizaciones.

Estos inmuebles se encuentran en régimen de propiedad (81,77 %) y disponen de una superficie amplia (91 m² o más y 5 o más habitaciones).

El porcentaje de suelo urbanizable del municipio es sensiblemente inferior al del resto de la comarca y al de la región, pese a que el suelo urbanizado es también menor. Esta contención sin embargo no ha repercutido en un encarecimiento significativo del suelo, dado que el incremento de población del pueblo aunque constante e importante en el medio plazo, se produce de forma paulatina y en cantidades moderadas. El valor catrastal es muy inferior al de la zona: 76,36 frente a 112,39, por lo que la vivienda es relativamente asequible.

Mediterráneo continentalizado semiárido. Bastante frío en invierno y caluroso y seco en verano. Promedio anual de temperaturas: 14 °C. Precipitación total anual con mucha variabilidad y un promedio de 445 mm; las precipitaciones son más frecuentes en las estaciones de otoño y primavera con una estación estival con muy escasas precipitaciones. Estos datos son muy similares a los de la cercana población de Alcalá de Henares, algo más lluvioso que el de la Capital, especialmente en el otoño y el invierno, aunque con una temperatura media algo menor que la de esta ciudad y que la de la ciudad de Madrid.

Es frecuente que se produzcan inversiones térmicas con fenómenos de nieblas a causa de la influencia del río. De acuerdo a la clasificación climática de Köppen Talamanca de Jarama tiene un clima de tipo Csa (Mediterráneo),[6]​ que es la variedad de clima que abarca una mayor extensión de la península ibérica y se caracteriza por ser templado y con un verano seco y caluroso.

Una gran parte del término municipal (el 70% de la superficie) coincide con la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) denominada «Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares», catalogada como ZEPA 139,[7]​ asimismo toda la zona se encuentra inscrita en el LIC ES3110001 de las Cuencas de los ríos Jarama y Henares[8]​ y por ello también forma parte de la Red Natura 2000. Es una zona declarada Área de Importancia Internacional para aves (IBA-074 “Talamanca-Camarma”). Se considera uno de los espacios naturales más valiosos de la Comunidad de Madrid en el que cría la avutarda común, acompañada por un sinfín de especies ligadas al ecosistema de los secanos cerealistas, entre las que son habituales de la zona el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido y el alcaraván. También pueden ser observados en la zona aves más frecuentes en otras áreas de la provincia de Madrid, como el águila real o imperial, el buitre negro y el buitre leonado. Entre las especies que definieron esta zona como I.B.A. se encuentran las siguientes:

El arroyo de La Galga es un curso de agua con personalidad propia dentro de la ZEPA. Nace en Villaseca de Uceda y llega de Guadalajara pasando por el término municipal para desembocar la margen izquierda del río Jarama en Valdetorres de Jarama. Va acompañado por un bosque de ribera formado por sauces, chopos, espino albar y taráis como especies más cercanas al agua, encontrándonos, a medida que nos alejamos de la zona inundable, olmos y fresnos, encinas y quejigos que van perfilando un paisaje que ofrece al espectador la visión de caminos privilegiados entre choperas y campos de cultivo. El arroyo no tiene embalses de regulación, pero el caudal está sujeto al régimen de precipitaciones y a los vertidos que sufre a lo largo de su recorrido. Así pues, es un arroyo que en periodo estival carece de caudal con un periodo de máximos absolutos correspondientes a las lluvias de invierno. Atravesando los caminos rurales de Talamanca se pueden contemplar bandadas de ánades reales y otras aves acuáticas, pequeñas rapaces, conejos y liebres. También está documentada la presencia de murciélago de herradura. En las zonas acuáticas de esta área se encuentran ejemplares de galápago leproso y de sapillo pintojo ibérico.

La riqueza en aves se extiende con muy diversas especies como el abejaruco, abubilla, águila culebrera, águila calzada, ánsar común, autillo, avefría, búho chico, estornino pinto, jilguero, lavandera blanca, mirlo común, pato colorado, pato cuchara, pico picapinos, petirrojo, ruiseñor común, o el verderón común, además de las citadas.[9]​ En la zona recreativa del Puente Romano pueden observarse además oropéndolas y pitos reales y en la Huelga de San Bartolomé, polla de agua.

En el río Jarama a su paso por Talamanca, podemos hallar diversos peces, entre los que encontramos el Barbo común, la perca sol, carpa, pez gato, etc. Asimismo se observa la siguiente vegetación acuática: algas verdes y pardas sobre el sustrato; hidrófitos flotantes como Myriophyllum spicatum emergentes como Typha angustufolia E. y Scirpus holoschoenus E., y gramíneas de ribera como Alopecurus aegualis Sobol. Por último destaca en general, dentro de la Mancomunidad del Jarama, la singularidad de espacios de inundación (charcas) heredadas de las terrazas fluviales y su explotación como graveras para el aprovechamiento humano y donde se pueden encontrar actualmente hasta once especies de moluscos de agua dulce, entre otras el radix auricularia y algunos peces propios de este tipo de aguas.

Fuera de los cursos fluviales muestra un paisaje propio de las Campiñas de la Meseta Sur, semejante a los de los municipios que la rodean, esto es, un terreno de perfil ondulado formado por anchas terrazas fluviales y compuesto por material sedimentario, suelos ricos en los que tradicionalmente se ha practicado de forma predominante la agricultura de secano, sobre todo el cereal.[10]​ Por su valor faunístico, los secanos de Talamanca son espacios inventariados como de interés regional, dentro del LIC de la zona, debido a su variada representación de aves.

Actualmente el río Jarama constituye el único corredor biológico que atraviesa la Comunidad de Norte a Sur, teniendo una importancia fundamental para el delicado equilibrio ecológico de la región.

La zona de Talamanca cuenta con varios de los enclaves de interés didáctico del norte de Madrid, una de las áreas más interesantes para realizar excursiones geológicas. La Universidad de Alcalá ha señalado en 2006[11]​ dos puntos de interés en la localidad, donde se pueden desarrollar los conocimientos de geomorfología e hidrología mediante observación areal: el PID 24 y el PID 25. Todo el territorio de la Mancomunidad del Jarama está compuesto por materiales sedimentarios, de carácter detrítico, provenientes de la destrucción de las rocas ígneas y metamórficas de la sierra de Guadarrama. Esos materiales se presentan como rocas (cuarcitas y pizarras del cuaternario) y sedimentos en forma de limo y arenas y arcillas (terciario- cuaternario).

En el cruce de la N-320 y el río Jarama. Se observa sobre un punto elevado el perfil transversal del valle medio del río Jarama: la margen izquierda, compuesta por arcillas y arenas terciaras de tonos rojizos, cubiertas por cantorrales de cuarcitas (Cuaternario) y la margen derecha, más escarpada con cerros irregulares de materiales terciarios de tonos rojizos. Bajo el puente se observan los sedimentos actuales del río, con cantos de cuarcita, y otros más pequeños de gneises y de granitos, bajo el cual se hallan cantos de pizarra de formas discoidales. En el escarpe a la izquierda del río se pueden observar sedimentos con características idénticas, lo que demuestra que el río Jarama debió discurrir en el pasado por esa cota antes de excavarse el actual valle.

Junto al Puente Romano y rodeando la chopera de la zona recreativa se puede observar el desplazamiento del cauce fluvial, que ya no transcurre bajo el puente y donde tan sólo se encuentra ahora un pequeño canal de regadío, llamado Caz que discurre desde un lugar próximo a las Huelgas de San Bartolomé, y muere junto al arroyo Valdejudíos. El río ha terminado encajándose bajo la llanura aluvial sobre la que se construyó el puente y ahora contornea, a unos cuantos metros de distancia del puente, la zona recreativa. Caminando a contracorriente podemos observar el azud o presa de Talamanca donde nace el Caz, del que actualmente es propietaria y responsable la Comunidad de Regantes de San Isidro Labrador. Antiguamente este Caz también daba servicio a viejos molinos.

Hidrogeológicamente, se pueden diferenciar dos sistemas de acuíferos conectados hidráulicamente: el acuífero Terciario Detrítico de Madrid y el acuífero del Cuaternario.

Remontándonos a épocas prehistóricas se ha descubierto en su entorno una necrópolis de la Edad del Hierro; por tanto, posterior cronológicamente a la necrópolis descubierta en su día (año 1984) en la calle Angosta de los Mancebos, que pertenecía a la Edad del Bronce.

La etimología de Talamanca se corresponde con cientos de topónimos de origen prerromano que utilizan la partícula 'Tal-', de origen antiquísimo (variante del antiguo europeo *Ta = derretirse, fluir o del íberico = la rivera, el valle) y la terminación indoeuropea *ntia, que se vinculan en ambos casos con hidrónimos. (Talamantia habría devenido en Talamantica y esta en Talamanca, al igual que ocurre con Salamantia --> Salamantica--> Salamanca, que también era originalmente un hidrónimo).[12]​ En consecuencia todas y cada una de las partículas que conforman el nombre del pueblo apuntan a la ribera y el valle del Jarama.

La tradición del pueblo hace referencia a la reina árabe Tala, que era manca, que habría otorgado un nuevo nombre, distinto del romano:

Diferentes excavaciones arqueológicas han puesto de manifiesto que el lugar estuvo habitado desde la época prerromana, aunque no cabe hablar de un asentamiento estable hasta la ocupación romana de la península ibérica.

El primer elemento inmueble de interés que surge en el término municipal de esta localidad y el primer elemento que se encuentra documentado con efectos históricos es un cementerio romano. El rastro más destacable de esta época es el Puente Romano, que aunque fue reconstruido durante la edad media en su parte más antigua data del siglo I o II; era entonces una construcción importante, que permitía cruzar el río Jarama. Las excavaciones arqueológicas realizadas en la plaza de la Constitución, donde se halla el Ábside de los Milagros, demostraron asimismo que existió un asentamiento estable durante la ocupación romana de la península ibérica.

En 1832 Juan Agustín Geán-Bermúdez ya reseñaba algunos hallazgos en la localidad en su sumario de antigüedades romanas: "En su término y á la distancia de un cuarto de legua se descubrieron ruinas y cimientos de edificios antiguos, piedras labradas, ladrillos de gran tamaño, pedazos de tejas, y cascos de barros saguntinos."

La Talamanca romana se encontraba en la confluencia de dos vías de comunicación, la que iba desde Plasencia a Caesada por el sur del sistema Central y la que unía Complutum (actual Alcalá de Henares) con Nova Augusta.[13]​ Otros autores indican que "merced a las evidencias arqueológicas puede suponerse una derivación (de la Vía 29 del Itinerario de Antonino) en dirección Este-Oeste que enlazase Miaccum con Arriaca a través de Colmenar y Talamanca. Gracias a este camino, con evidencias materiales a su paso por El Boalo, Manzanares y Colmenar el viajero se evitaría la obligación de descender la ‘rampa de Galapagar’ para ascender de nuevo a la búsqueda del camino de Caesaraugusta."[14]​ Asimismo, se habla de una vía secundaria que recorría Daganzo, Valdetorres y Talamanca siguiendo el Jarama hacia el noroeste, la cual podría conducir también a Complutum, Arganda y más allá hacia Cartago Nova[15][16][17]​ En todo caso, el Puente Romano cumplió la función de comunicar las poblaciones de la actual Campiña y especialmente Complutum con el noroeste de la región.

Algunos cronistas del siglo XVII, tratando de desvelar la identidad y ubicación de la mítica Mantua Carpetanorum (Mantua Carpetana) que aparecía reflejada en el Itinerario de Antonino, viario de las calzadas del Imperio romano elaborado a comienzos del siglo III d. C., contaron con tres posibles candidatas dentro de la actual provincia de Madrid. En lugar destacado, situaban a la capital de la Monarquía Hispánica, dejando en un lugar secundario a las localidades de Talamanca y Villamanta (estas últimas con mayores merecimientos que Madrid, por la existencia de restos de diversas construcciones en su entorno de cronología romana, hasta el día de hoy inexistentes en el casco histórico de Madrid). Asimismo, se ha identificado por parte de otros historiadores a Talamanca con la ciudad romana de Armántica, que tras la conquista romana, fue la única ciudad inmune de la zona de Madrid.[18]

Actualmente se carece de argumentos contundentes para identificar la villa de Talamanca con estas poblaciones históricas.

Talamanca de Jarama fue una ciudad visigótica de cierta relevancia.[19]​ Recientemente se halló en pleno centro del pueblo, en la plaza de la Constitución junto al Morabito, una necrópolis visigótica integrada por sepulcros sofisticadamente elaborados en ladrillo, flanqueando los restos de un ábside de la misma época, al norte del actualmente existente, y el inicio de una nave.

El rastro visigodo en la Comunidad de Madrid es muy escaso, el único impacto aparente se encuentra el desarrollo de algunos enclaves y un cierto desarrollo rural mediante el surgimiento de pequeñas aldeas y granjas. Esto fue debido a su relativa proximidad a Toledo, que era la capital del reino.

En el caso de Talamanca, la existencia de un antiguo templo religioso dota a este hallazgo de una importancia única en la región, donde solo se habían encontrado hasta ahora necrópolis y asentamientos. Entre esas necrópolis, muy próxima a Talamanca, se encuentra también una interesante necrópolis visigoda hallada junto a El Espartal en el conocido Cerro de las Losas, que data del siglo VII.

En algunas fuentes se indica que la población era conocida entonces con el nombre de Armántica y es muy posible que, por entonces, ya estuviera amurallada.

El centro peninsular fue conquistado por el Califato Omeya hacia el final del año 711, tras hacerse con la ciudad de Toledo y el valioso Tesoro Real Visigodo que estaba allí custodiado, casi todo el resto de la península ibérica también fue ocupado poco después.

Durante la época andalusí, Talamanca (طلمنكة Ṭalamanka) se convirtió en uno de los núcleos urbanos y militares más destacados de la Marca Media, un vasto territorio fronterizo en el que se levantaron numerosas fortificaciones, sobre todo en la época temprana del emirato de Córdoba con el triple objetivo de garantizar la defensa de Toledo ante las incursiones de los reinos cristianos del norte peninsular, de prevenir rebeliones en esta ciudad, muy levantisca en los primeros tiempos de al-Ándalus, así como de afianzar la presencia de la administración cordobesa en esta región. Talamanca formaba parte de la gran ruta que enlazaba la Córdoba califal con Toledo y Zaragoza. La primera noticia escrita sobre Talamanca la encontramos en el cronista cordobés Ibn Hayyan (987-1075), quien, citando a otro cronista anterior, al-Razi (888-955), afirma que Talamanca fue una de las poblaciones fortificadas en tiempos del emir Muhammad I (853-886):

La primera muralla defensiva fue construida en el año 860 (siglo IX) por orden del emir cordobés Muhamad I, mientras que la segunda llegaría en el siglo X. Estos recintos amurallados eran concéntricos y fueron ampliándose, hasta que los cristianos crearon su propia muralla entre los siglos XIII y XIV, recientemente descubierta.[21]

Era una de las poblaciones importantes de la musulmana Vía del Jarama, que enlazaba Madrid (Mayrit) con el puerto de Somosierra, pasando por Alcobendas, Talamanca y Buitrago del Lozoya.

Hasta el siglo IX Talamanca era el centro defensivo militar más importante de la actual región de Madrid junto con Mayrit (la actual ciudad de Madrid), que defendía el camino del río Manzanares, y Qal'-at'-Abd-Al-Salam (Alcalá de Henares) que defendía el curso del Henares.[22]

A partir del siglo IX, la época de mayor esplendor de la población, contó con una escuela coránica jurista.[23]​ Su principal representante fue Umar Al-Talamankí (951-1038), historiador, comentarista del Corán y jurisconsulto nacido en Talamanca y formado en Córdoba, Medina y El Cairo.

Durante el primer año del gobierno del emir de Córdoba Mohamed I (852-886), en el verano del año 853, una rebelión en Toledo continuaba con la inestabilidad política del emirato de su padre Abderramán II. Esta ocasión fue aprovechada por el rey asturiano Ordoño I para iniciar una ofensiva militar y provocar el hundimiento de la frontera media del emirato de Córdoba. En el 861 las tropas del rey cristiano, comandadas por el primer conde de Castilla, Rodrigo, tomaron circunstancialmente Talamanca provocando una gran matanza y destrucción en la ciudad. "Sobre los sarracenos alcanzó frecuentes victorias. Tomó la ciudad de Talamanca con batalla y cautivó al «rey» [gobernador, jefe del distrito] al que permitió por su voluntad ir luego libre con su esposa Balkaiz a Piedrasacra (Peña Santa)."[24]​ Algunas crónicas indican que se mató a todos los árabes que portaban armas y se apresó al resto de la población.

Tras la incursión de Ordoño, y especialmente tras la de Alfonso III en 881, que llegó a las inmediaciones de Toledo, Mayrit se hizo con la primacía defensiva de la zona y la importancia de Talamanca en la región comenzó a declinar. Los historiadores han podido constatar en las murallas numerosos episodios de destrucción en los años 861, 878, 939, 1047-1050, y 1062. A finales del siglo XI, Talamanca entra en crisis debido a la caída del califato omeya y tras estas últimas incursiones, la ciudad pasa a manos cristianas.

En 1062 se produjo un primer asalto por parte de las tropas del rey Fernando I.[25]

En torno al año 1079, y tras un indeterminado período de tiempo de asedio, su hijo Alfonso VI y sus tropas castellanas entraron en esta plaza fuerte, cabeza de puente de Castilla en las tierras musulmanas de la cuenca del Tajo y medio de presión para las negociaciones con el régulo Al-Qadir. Alfonso VI, se dirigió a la Mezquita Mayor de Talamanca, purificándola, y mandando entronizar una imagen de Santa María, de las que portaba en sus campañas de conquista, dándole la advocación de Santa María de la Almudena.

Y es que Talamanca, al igual que Madrid, tenía su Almudena: una Alcazaba ubicada al sur de la villa, en la zona en que la muralla se elevaba en forma de espolón sobre la curva del arroyo de Valdejudíos, y separada del resto de la Medina, por una muralla interna cuyo discurrir sitúan algunos estudiosos por la actual calle de los Molinos. De esta modo, la advocación a Sta. María de la Almudena en Talamanca es anterior en unos pocos años a la madrileña.

En 1085, Alfonso VI, la incorporó oficialmente a la Corona de Castilla, en el contexto de la campaña militar para la conquista de Toledo.

La Comunidad de Villa y Tierra de Talamanca se constituyó como un alfoz, sobre el antiguo "Iqlim" musulmán de Talamanca. El resto de poblaciones del "Iqlim", entre las que se encontraba Torrelaguna quedaron circunscritas en la Comunidad de Villa y Tierra de Uceda. Entre los pueblos de su alfoz, hoy repartidos entre las provincias de Madrid y Guadalajara, se contaban Torrejón (del Rey), El Casar (de Talamanca), Galápagos, Valdetorres, Valdeolmos, Valdeavero, Valdepiélagos, Fresno (de Torote), El Molar, Ribatejada y Fuente el Saz de Jarama.

En 1140 Alfonso VII lo donó en señorío a doña Urraca Fernández, hija de Fernando García de Hita, quien en principio había sido su tenente. Enseguida retornó a la Corona, y ya se constituyó en Común de realengo. Después, en 1188, Alfonso VIII lo donó a la Iglesia de Toledo.

En estas condiciones de tierra de frontera, la única propiedad defendible era la propiedad semoviente, los rebaños de ovejas, las vacadas, yeguadas y piaras de cerdos. Todavía al final del s. XII, como consecuencia de la derrota del rey leonés Alfonso VIII en la batalla de Alarcos en 1196, las tropas almohades de Yacub ben Yusufr tras intentar recuperar la plaza estratégica, punto de unión del valle del Tajo con los pasos de la sierra de Guadarrama, saquearon Talamanca de Jarama. Las crónicas árabes al referir el hecho dan a Talamanca el nombre de mediría o ciudad, como encareciendo su importancia.[26]

Pocos años después, en el 1212, la victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa integró definitivamente las tierras de la cuenca del Jarama en el reino castellano-leonés e hizo desaparecer el peligro de saqueo para siempre. Talamanca y su territorio circundante continuaron como Comunidad de Villa y Tierra.

Tras la muerte del rey Alfonso VIII en 1214, la reina Berenguela, ante la inestabilidad del reino quiso asegurarse el apoyo de Rodrigo Jiménez de Rada, Arzobispo de Toledo y uno de los artífices de la famosa batalla, al que cedió en primera instancia una serie de plazas y territorios, el más extenso de los cuales era Talamanca, con cincuenta aldeas.[27]​ De este modo quedó adscrita al Arzobispado de Toledo.

Una vez asegurado el enclave por el poder castellano, Talamanca de Jarama vivió uno de sus momentos de mayor esplendor, especialmente en el siglo XIII. El 27 de enero de 1223, el arzobispo Jiménez de Rada otorga, precisamente desde Talamanca, dos Cartas Pueblas, una de las cuales iba destinada a la villa y aldeas de Talamanca y que ampliaba enormemente un desconocido Fuero anterior, convirtiendo a la zona en uno de los principales focos repobladores de la región.[28]

Las conquistas de Fernando III el Santo por los valles del Guadiana y del Guadalquivir hicieron mudar la función de estas tierras: ya no eran tierras terminantes, sino camino de paso que, conectaba la Meseta norte con las amplias tierras despobladas de la Meseta sur.

A este momento corresponden algunas de las construcciones más notables que actualmente se conservan en el municipio, como la iglesia de san Juan Bautista, de finales del siglo XII o principios del XIII, y el ábside de los Milagros, de mediados del siglo XIII. El pueblo llegó a contar con cinco templos cristianos a lo largo de la Edad Media.

La prosperidad medieval de Talamanca de Jarama se relaciona directamente con su célebre puente romano, paso obligado en las comunicaciones entre la Submeseta Norte y la Submeseta Sur. El cobro de derechos de pontazgo constituyó una notable fuente de ingresos no sólo para el concejo, sino también para el Arzobispado de Toledo, del que aquel dependía.

A principios del siglo XIV fueron señores de Talamanca Diego Fernández de Orozco, y posteriormente su hija doña Juana de Orozco, madre de Pedro González de Mendoza, mayordomo mayor del rey Juan I de Castilla. Los Orozco era en aquella época una de las familias nobles más poderosas junto con los Mendoza. Buena parte de sus dominios se situaban en torno a Guadalajara, mientras que el de los Mendoza tenía un dominio absoluto sobre las poblaciones de la Sierra Norte. El asesinato de Íñigo López de Orozco degollado a manos de Pedro I de Castilla, durante la Primera Guerra Civil Castellana hizo que Enrique II concediera los bienes y derechos de los Orozco a los Mendoza en la figura de Pedro González de Mendoza.

Desde el punto de vista social, la población de la región madrileña durante los siglos XII, XIII y XIV estaría formada por la mixtificación de cristianos norteños que inmigran hacia el sur y los musulmanes autóctonos a los que se les permite permanecer con sus creencias (mudéjares). De esta yuxtaposición de culturas y tradiciones se beneficiaría la difusión del arte mudéjar.

Una de las primeras referencias del paso de príncipes o monarcas por el pueblo data de marzo de 1406: Enrique III inició el que sería su último de sus numerosos viajes, ya que moriría en ese mismo año. En la parte inicial de esta ruta se dirigió desde Madrid a Alcalá de Henares, desde donde transitó hacia Talamanca y Torrelaguna, para dirigirse posteriormente hacia Segovia, de nuevo Madrid y Toledo.

En abril de 1473, el hijo del rey de Aragón, Fernando, e Isabel, princesa de Asturias, residían en la fortaleza madrileña de Talamanca de Jarama. En esta localidad y en Torrelaguna tendrían posada hasta 1475, año en que Isabel ya había sido proclamada reina (diciembre de 1474). Entre la numerosa corte que les rodeaba se encontraba el poeta más considerado por Isabel de Castilla: el palentino Gómez Manrique, tío de Jorge Manrique.

Talamanca ostenta el privilegio, junto con otras ciudades como Madrid, Toledo y Valladolid de ser una de las varias capitales del imperio durante el reinado de Carlos I.[29]

Pese a estos signos aparentes de relevancia, durante el Renacimiento, la villa entró en decadencia. A finales del XV la ruta de Somosierra tenía ya poca actividad, por lo que los judíos van marchándose a otros lugares, quedando sólo catorce familias en la aljama de Algete y Talamanca. El río Jarama fue poco a poco desviándose de su cauce original, configurando un nuevo curso, a gran distancia del puente, con lo que éste quedó en desuso. En 1492 se produce el decreto de expulsión de los judíos, lo que tuvo un importante impacto en la región, afectando especialmente a los pueblos cercanos de Torrelaguna y Buitrago y a los significativos núcleos de Alcalá de Henares y Madrid.

Finalizando el siglo XV y a comienzos del XVI, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros nacido en la cercana Torrelaguna en 1430, impulsó el ennoblecimiento y crecimiento de aquella localidad, que se convirtió en la más relevante y próspera de la zona, superando a una Talamanca en declive. Se construyeron numerosos edificios civiles y religiosos en un incipiente estilo renacentista. En esta época Torrelaguna contaba con 2500 habitantes, de los que aproximadamente el 10 % eran judíos integrados en una poderosa aljama con sinagoga, cementerio y carnicería. Sin embargo, ya en 1518 la villa de Talamanca tenía una población relativamente modesta, de 400 habitantes.

Asimismo, ya durante el reinado de Felipe II, la comunidad de Talamanca pasó a ser un señorío laico y comenzó a fragmentarse. El emperador transformó radicalmente tanto Madrid (designada como capital permanente del reino en 1561), como su región circundante.

El Molar dependió de la cercana Talamanca hasta 1564, fecha en que Felipe II le concedió el Villazgo a Antonio de Equino y Zubiarre y su esposa, naturales de Azcoitia, Guipúzcoa. Tres años después se efectuó el deslinde del territorio entre Talamanca, El Vellón, un antiguo arrabal de Talamanca (el municipio actual incluye el núcleo urbano de El Espartal) y Valdetorres. También se independizaron Valdeolmos, que alcanzó el villazgo en 1563 y Fuente el Saz.

Un censo de 1571 indica que la población del núcleo de Talamanca alcanzaba tan solo 450 habitantes, habiendo sido igualada por Uceda, Fuente el Saz o Algete y ampliamente superada por Torrelaguna, Getafe y muy especialmente por Alcalá de Henares y por la villa de Madrid.

Según consta en el Archivo de los Duques de Osuna se sucedieron diversas ventas y divisiones del señorío: "El señorío de Talamanca del Jarama en 1577 fue vendido por Felipe II, a Melchor de Herrera, el marqués de Auñón, quien a su vez revenderá Talamanca a García López de Alvarado en 1585; y con ella su aldea de Alalpardo al mayordomo de la emperatriz María, hermana de Felipe II, el cual recibirá el título de conde de Villamor, el 16 de febrero de 1599, con lo que las localidades incorporadas al mayorazgo, entre ellas Alalpardo, pasarían a formar del condado de Villamor, hasta el 6 de diciembre de 1669, en que unos arruinados condes de Villamor lo venden a Teresa Sarmiento de la Cerda Mendoza, duquesa de Béjar. En 1714 la villa de Alalpardo es vendida por Juan López de Zúñiga, IX duque de Béjar, a José Felipe de Pinedo, acaudalado burgalés que gozaba de una situación privilegiada en la Corte de Felipe V, donde desempeñaba los cargos de Secretario de Indias y miembro del Consejo de S.M. en la Contaduría Mayor de Rentas. El señorío comprendía, además de la villa de Talamanca del Jarama, las villas y lugares de: Barrio de Campo Albillo, Zarzuela del Monte (hoy en Ribatejada), Valdepielagos, El Casar; El Vellón, Fuente el Saz, El Molar, Algete, Valdepiélagos, Valdetorres, Valdeolmos y Alalpardo. Y otras despobladas como Espartal, Aristón y Alberuche. Durante el siglo XVI se van independizando sus aldeas (el Vellón, el Molar, Valdetorres, Fuente el Saz...etc)".[30]

Como reflejan las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II hacia 1590, la villa de Talamanca agrupaba ya tan solo tres aldeas: "[...] La dicha villa de Talamanca tiene tres aldeas que son Zarzuela, Valdepiélagos y Alalpardo, que todas tienen como 250 vecinos, y la una está dos leguas de Talamanca, que es Alalpardo, y otro tanto Zarzuela, y Valdepiélagos media legua. [...]"

Además de este proceso de desintegración territorial, social y comercial, lo único destacable de la población en el siglo XVI fueron los conquistadores de América Gregorio Caro, uno de los fundadores de Sancti Spiritu, primera población española levantada en territorio argentino, donde fue nombrado capitán del primer fuerte construido en la población, y Diego de Sojo, de Santiago de Talamanca, en Panamá.

Ya llegado el siglo XVII se acentúa su decadencía a la que contribuyó la expulsión de los moriscos en 1610. Alalpardo también alcanzó el villazgo en 1651, independizándose de Talamanca.

En el siglo XVII, la economía de la villa se sustentaba únicamente en la agricultura y la ganadería, que habían desplazado por completo a las labores de hostelería derivadas de los desplazamientos por el puente. En esta época, los monjes de la Cartuja de El Paular (creada en 1390) fundaron un complejo agrario, cuyo edificio principal aún se mantiene en pie, y que fue enriqueciéndose durante el siglo XVIII (su última construcción, el granero, data de 1799 y se considera que junto con Getafe era el motor de la actividad económica de la Cartuja de El Paular). La granja-cartuja favoreció una cierta reactivación económica del lugar, que se volvió aún más importante muy posteriormente, ya mediado el siglo XX, cuando contribuyó a integrar la población como una relevante localización para la industria cinematográfica nacional e internacional.

Durante los siglos XVII y XVIII las propiedades permanecen concentradas prácticamente en dos manos, la de los cartujos y la de los duques de Béjar. A finales del XVIII se encuentra la siguiente referencia "El Estado Villa y Jurisdicción de Talamanca, se compone de dichas Villas y Lugares. Valde Piélagos y Barrio de Campo Albillo, siendo dueño de la Jurisdicción, Señorío y Vasallaje, Escribanía, Alcabalas y Mostrencos, el Excelentísimo Señor Duque de Béjar; está situado en el Reinado de Toledo, perteneciente a la Provincia de Guadalajara, en la Ribera del Río Jarama, y perteneció a su Excelencia dicho Estado por compra que hizo en seiscientos y diez mil reales de vellón a que se añadirán diferentes compras de hacienda raíz, fábricas de obras y otras que en aumento de dicho estado y por más valor ha hecho su Excelencia."[31]​ En 1777, la muerte sin descendientes de Joaquín López de Zúñiga Sotomayor, XII Duque de Béjar hizo que el título pasara a la familia de los duques de Osuna: los Téllez-Girón.

El 3 de mayo de 1801, el rey Carlos IV otorga a Valdepiélagos el título de Villa, una acción que estuvo apoyada por su dueña, la duquesa de Béjar y Osuna, con el incentivo -en parte- de reducir los tributos que se pagaban a Talamanca.

La invasión de España por las tropas de Napoleón y la Guerra de la Independencia supusieron cambios importantes en la distribución territorial. Con la instauración de las Cortes de Cádiz, en 1812, son abolidos los señoríos por dicha cámara, quedando adscrita Talamanca a la provincia de Guadalajara. En lo que respecta al Partido de Alcalá, al que pertenecía hasta entonces Talamanca, se produjo una división en tres nuevos partidos que vienen a coincidir con el antiguo partido alcalaíno, el de Alcalá, el de Almonacid y el de Fuente el Saz, en el que queda encuadrada Talamanca.

Finalmente, varias décadas después el Real Decreto de 30 de noviembre de 1833, en el marco de la reestructuración provincial llevada a cabo por Javier de Burgos, establece la división provincial tal y como la conocemos hoy. Es en ese momento cuando Talamanca de Jarama deja de formar parte de la provincia de Guadalajara y se integra en la provincia de Madrid.

La decadencia del pueblo se acentuó de nuevo a partir de 1835, momento en que se inició un proceso de secularización como consecuencia de la desamortización de los bienes eclesiásticos llevada a cabo por Mendizábal. Un hecho de gran relevancia, pues afectaba al 25 % del total de la extensión actual del término. Hasta 1844 no se produce la primera adjudicación de tres cuartas partes de la propiedad, al Coronel Dionisio Carreño Suero, Marqués de Noble Afán y Vizconde de Talamanca (muerto poco después y reconocido por ser el constructor del acueducto de Santiago de Cuba) y a su esposa Mariana de Mora, entre las fincas adjudicadas se encontraba la extensa y valiosísima Tabla de la Pesquería de San Román.

Así se describe a Talamanca de Jarama en la página 563 (621) del tomo XIV del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, obra impulsada por Pascual Madoz a mediados del siglo XIX:[32]

Villa con ayuntamiento de la provincia y audiencia territorial de Madrid (7 leguas), partido judicial de Colmenar Viejo (5), capitanía general de Castilla la Vieja, diócesis de Toledo (20).

Situada en terreno pantanoso en las inmediaciones del río Jarama; la combaten todos los vientos, y su clima es propenso por lo común a intermitentes e hidropesías.

Tiene 76 casas de mediana construcción; la de ayuntamiento; cárcel; escuela de primeras letras común a ambos sexos, dotada con 1.600 reales; una iglesia parroquial (San Juan Bautista), con curato de entrada en concurso, y título de arcipreste de real provisión; una ermita con la advocación de la Soledad, y el cementerio en paraje que no ofende la salud pública. Los vecinos se surten de aguas para sus usos de las de 6 fuentes que hay esparcidas por el término.

Este confina N Ucedas; E Torremocha; S El Molar y Valdetorres de Jarama, y O Torrelaguna. Se extiende ½ legua poco más o menos en todas direcciones, y comprende bastante viñedo y olivares, algunas huertas, una famosa arboleda en toda la ribera del Jarama y diferentes prados con medianos pastos; le atraviesa pasando por el pueblo un arroyo, cuyas aguas aumentan el caudal del río Jarama ya citado.

El terreno es de primera, segunda y tercera calidad.

Caminos: de herradura que dirigen a los pueblos limítrofes. El correo se recibe en la cabeza del partido por el alguacil, quien está encargado de recogerlo.

Producciones: trigo, cebada, centeno, aceite, vino, hortalizas y frutas; mantiene ganado lanar, vacuno y caballar; cría caza de liebres, conejos y perdices, y pesca de barbos, anguilas y alguna trucha.

Industria: la agrícola, 2 molinos harineros cada uno con 2 piedras, y uno de aceite.

Población: 55 vecinos, 266 almas.

Capital productivo: 6.948.667 reales. Imponible: 243.715. Contribución: 9,65 por 100.

Esta antigua población es la que reúne más datos a su favor para la reducción de la Mantua carpetana, tan célebre si no por glorias antiguas, sí por la cuestión de su correspondencia, como puede verse en el artículo Madrid. En el año 860, sin que se pueda decir cosa alguna de tiempos anteriores fuera de que hubiera sido conocida con el nombre Mantua, mencionado por Ptolomeo, fue sitiada pro cierto conde de Castilla llamado Rodrigo, el mismo que pobló a Amaya.

Desde comienzos del siglo XVIII hasta finales del XIX, se produjo una fuerte despoblación, proceso que se frenó en el siglo XX gracias a la instalación en el pueblo de dos fábricas, primeramente de harina y posteriormente de punto, lo que evitó la emigración de los habitantes hacia los grandes núcleos urbanos.

Tras la desamortización de Mendizábal el Reino de España invirtió parte de los ingresos obtenidos en el establecimiento de su primera red de carreteras. Talamanca quedó desde entonces en las proximidades de la carretera (hoy autovía) de Burgos, que pasa por localidades del entorno como la vecina El Molar, Pedrezuela o San Agustín de Guadalix, que tuvieron un desarrollo más importante a partir de entonces. En cuanto a la red de ferrocarril, careció de ella toda la zona noroeste de la nueva provincia de Madrid. Talamanca por tanto quedó bastante al margen del importante impulso centralista que se produjo en torno a la ciudad de Madrid en el XIX.[33]

A principios del siglo XX, la filoxera acabó con las viñas que había en Talamanca de Jarama. Como consecuencia de ello dejaron de funcionar las diversas bodegas, incluidas las de la Cartuja, que quedaron abandonadas o se dedicaron a otros usos.

Durante la Guerra Civil, Talamanca, con el frente situado unos pocos kilómetros al norte, cerca del río Lozoya, pareció revivir su pasado como localidad defensiva de frontera. Albergó uno de los aeródromos más importantes de las Fuerzas Aéreas de la República en la Comarca Norte de Madrid. En la “Cartuja” en Talamanca se ubicó el polvorín más grande de la zona. Su ubicación en la retaguardia de este frente le convirtió en objetivo de las bombas de las tropas que comandaba Franco desde Burgos. Quedó al margen sin embargo de las grandes batallas de Madrid; la del Jarama se produjo en el cauce bajo, más allá de Arganda. Además de la destrucción de edificios causada por los bombardeos el pueblo perdió una joya de su patrimonio: la escultura románica de la Virgen de la Fuente Santa (desaparecida o destruida en el marco de las acciones que se produjeron contra la Iglesia al principio de la contienda).

Terminada la Guerra, se canalizó con agua del Lozoya y se edificaron algunas viviendas de protección oficial.

Según los datos de los que dispone el Ayuntamiento, en 1958 se rodó la película “Los clarines del miedo”, del director Antonio Román, en el cementerio del pueblo; posteriormente la “Cartuja” se convertiría en un plató histórico de referencia en España, convirtiendo a la población en el referente cinematográfico del noroeste de Madrid y generando una actividad que ha diversificado y enriquecido su economía.

A partir de 1960 la población se incrementa gracias a la recuperación y modernización del país y a su privilegiada ubicación. Es en los años 60 cuando se crea una fábrica de punto que ofrecerá nuevos puestos de trabajo, sobre todo a las mujeres. El crecimiento continuado y paulatino de la población y la fijación de segundas residencias por parte de algunos habitantes de Madrid provoca una última transformación urbana, hasta el punto de que la mayoría de los edificios existentes en Talamanca actualmente se han construido en los últimos 50 años y ha doblado su cifra de habitantes en los últimos trece.

Además de la ya asentada actividad de la industria cinematográfica, las últimas décadas del siglo XX, la construcción y la hostelería se han añadido como nuevos sectores económicos de Talamanca de Jarama. Talamanca presenta también unas elevadas tasas de penetración de banda ancha y de conectividad telefónica en general, así como un perfil educativo de su población medio-alto.

Pese a esta positiva evolución en los últimos 50 años el sector del comercio se encuentra subrepresentado respecto a otras poblaciones de la zona, con una cifra relativamente pequeña de establecimientos y también de población ocupada en este sector. También se encuentra subrepresentado el sector del transporte habida cuenta de que actualmente carece de infraestructuras importantes para este fin, carece de estación de cercanías y juega un papel relativamente secundario en la red de carreteras de la región.

Talamanca de Jarama posee 4.012 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), relativos a 2020. Tiene una densidad de población de 90,78 hab./km², dato muy inferior al de su comarca, al del conjunto de la Comunidad de Madrid (844,53 hab/km²) y al promedio español (93,55 hab./km²), al que se ha ido aproximando en los últimos años.

Como se muestra en la tabla inferior, su población ha ido evolucionando al alza desde el año 1996, debido principalmente a su calidad de vida y proximidad a la capital:

NOTA: Las cifras de 1996 están referidas a 1 de mayo y las demás a 1 de enero. Fuente: INE

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del INE.[34]      Población según el padrón municipal de 2017 del INE. En los censos de 1900 y 1910 el municipio se denominaba Talamanca.

La población está compuesta por personas jóvenes, cuyo índice de edad se estima entre los 25 y los 40 años. Asimismo la población másculina es ligeramente más numerosa que la femenina: (1610 hombres frente a 1601 mujeres).

El municipio forma parte, a efectos de la zonificación estadística NUTS 4, de la zona con el código "07", denominada "Nordeste Comunidad", que de acuerdo con las estadísticas de la Seguridad Social es junto con el municipio de Madrid y el norte metropolitano, una de las zonas con mayor porcentaje de población activa de la región. En Talamanca, al igual que ocurre en el resto de la zona, tan sólo un 30 % realiza sus actividades dentro del término municipal. Una amplísima mayoría de los trabajadores residentes en el pueblo trabaja en el sector servicios.[35]​ El Municipio de Talamanca de Jarama tiene el Código INE 28-1454.

El Ayuntamiento de Talamanca forma parte, junto a otras localidades de su mancomunidad del Grupo de Acción Local Sierra del Jarama, que engloba once municipios y abarca desde el noroeste de la Comunidad, donde se sitúa Manzanares el Real, pasando por los municipios de Miraflores de la Sierra, Guadalix de la Sierra, Pedrezuela, El Molar, Valdetorres de Jarama, Valdeolmos – Alalpardo, hasta llegar a la zona más oriental y que sitúa en el límite de la Comunidad de Madrid a los municipios Valdepiélagos, Talamanca de Jarama, Ribatejada y Valdeavero; toda esta comarca cuenta con un total de 502 km² y más de 32.000 habitantes, con una densidad media de población de 65.57 hab/km². Esta agrupación trata de fomentar la diversificación y el desarrollo rural en una zona bastante despoblada que quedaba fuera de las amparadas por el Patronato Madrileño de Áreas de Montaña.

El pueblo se encuentra a unos 45 km al norte de la ciudad de Madrid. Se accede por carretera a través de las siguientes vías:

La Comunidad de Madrid está dividida en varias zonas concéntricas mediante las cuales se calculan algunas tarifas de billetes y abonos. En el caso de Talamanca, le corresponde la C2.

El aeropuerto de Madrid-Barajas, que entró en servicio en 1931, se encuentra a 41 km de Talamanca. Es uno de los aeropuertos principales de Europa con un volumen anual de pasajeros cercano a los 50 millones. Varias de las compañías que operan en Barajas lo utilizan como hub para sus vuelos en la península ibérica, a Latinoamérica o al resto de Europa, por lo que los pasajeros cuentan con una enorme oferta de destinos posibles.

Podemos decir que Talamanca es, en lo que se refiere a su patrimonio histórico-artístico, un lugar único en las tierras de Madrid: el punto más sureño a donde llega el románico castellano y, a su vez, el punto más norteño a donde llega la influencia del mudéjar toledano.[36]​ La tipología de su arquitectura es característica de las zonas de las vegas: tapial, adobe y entramados de madera. Destaca en Talamanca la Cartuja de los Monjes del Monasterio del Paular, así como sus puentes, sus templos y sus elementos defensivos: la muralla y las atalayas que rodean la zona.

De los cinco templos cristianos con los que llegó a contar la villa durante la Edad Media, solo se mantienen en pie la iglesia de San Juan Bautista y el Ábside de los Milagros (o El Morabito).

Existieron asimismo un templo dedicado a Santa María la Mayor o de la Almudena, y otro bajo la advocación de San Miguel.

La antigua iglesia de Santa María de la Almudena estaba enclavada al Sur del recinto fortificado, dentro de la “Almudaina”, en la calle que ahora lleva el nombre de Santa María, siendo demolida en el siglo XIX. Ya las relaciones de Felipe II, al describir esta antigua Parroquia, indican sobre la misma que "antiguamente dicen solía ser mezquita de moros y es al modo de la de Córdoba con mármoles de jaspe en ella". Esta descripción, realizada por los propios vecinos y un tanto exagerada, es pese a ello un indicio más del esplendor que alcanzó la villa en la etapa del califato. También informaban sobre las reliquias de esta iglesia: "A los cincuenta y un capítulos dicen que en la iglesia de Nuestra Señora de la Almudena hay reliquias de señor San Blas y San Laurencio".

En las inmediaciones de Talamanca, controlando los accesos al puerto de Somosierra desde el valle del Jarama, se situaron cinco atalayas. Estas atalayas fueron construidas entre los siglos IX, durante el emirato de Muhamed I de Córdoba, y X, en la época de Abd al-Rahman III. Trataban de controlar las incursiones cristianas provenientes del norte. Forman parte de un sistema defensivo y organizador de un territorio determinado que se conoce por las fuentes como Marca media del Al-Andalus y que durante el emirato y califato cordobés constituyó la frontera entre árabes y cristianos. Situadas en lugares elevados distaban unas de otras menos de dos kilómetros de modo que las torres tenían visibilidad entre sí y permitían una comunicación rápida.

Más al norte, en el término municipal de Torremocha de Jarama, dentro de la finca conocida como Casa de Oficios, se encuentra también el Torreón de Torritón, también en estado de ruina y de propiedad privada.

De este antiguo municipio, el pequeño "lugar" de Campoalbillo, otrora perteneciente al partido de Alcalá ya solo quedan las ruinas, que ofrecen una curiosa estampa, con los restos de una escueta aldea abandonada hace más de cien años. 40°43′18″N 3°28′57″O / 40.72167, -3.48250

La Fuente del Fraile, hecha en ladrillo y piedra, es una muestra de las varias fuentes que tuvo Talamanca debido a su riqueza en agua, proveniente de los numerosos arroyos que surcan la zona. 40°45′25″N 3°30′1″O / 40.75694, -3.50028

Talamanca de Jarama posee dos fiestas significativas:

También destacan las siguientes fiestas:

Talamanca de Jarama ha servido de escenario para distintas producciones cinematográficas. Es el caso del filme Alatriste (2006), dirigido por Agustín Díaz Yanes, que utilizó diferentes edificios históricos de la localidad en algunas de sus localizaciones. Otras producciones internacionales que se han rodado en todo o en parte en esta localidad son Conan el Bárbaro, 1492, Farineli il Castrato y Los fantasmas de Goya, de Milos Forman. También se han rodado conocidas películas españolas como ¡Ay, Carmela!, La Lozana andaluza, Abuelo made in Spain protagonizada por el popular Paco Martínez Soria, Extramuros, Vente a Alemania, Pepe y El Bosque Animado.

La localidad es la protagonista absoluta del cine rodado en la región, y acumula de hecho más de 130 largometrajes en su haber. Del éxito de Talamanca es culpable, en gran medida, la Cartuja, una antigua granja del monasterio de El Paular, con enorme patio, cuadra de ovejas, bodega, capilla, claustro, granero, cocina y desván, que conserva intacto, como dentro de una burbuja, el aire del siglo XVII. También ha servido de localización en múltiples películas el Puente Romano y la iglesia.

Uno de los cineastas que más ha rodado en la zona ha sido Paul Naschy, seudónimo de Jacinto Molina. También ha sido escenario de series televisivas como el Don Quijote que protagonizaron Fernando Rey y Alfredo Landa Los gozos y las sombras o los recientes Águila Roja y El Ministerio del Tiempo[4]

En Talamanca de Jarama hay un colegio público de educación infantil y primaria: "Sansueña", que cubre el primer y segundo ciclo de educación infantil, la nueva Escuela Infantil-Casa de Niños de Talamanca de Jarama (inaugurada en octubre de 2010),[41]​ y dos Centros Privados de Educación Infantil, para niños de 0 a 3 años: 'El Árbol' y el 'Estrella de Mar'

Asimismo cuenta con una Escuela Pública de Música y/o Danza, una biblioteca pública, un centro de adultos y dos centros culturales.

Cuenta con un consultorio en la Avenida de Alcalá, 2. El Centro de Salud que le corresponde está en Fuente el Saz y el hospital que da servicio al municipio es el Infanta Sofía (en San Sebastián de los Reyes), siendo el de referencia el Hospital Universitario La Paz de Madrid.

En cuanto a las actividades físicas, además de las que se pueden practicar en su entorno natural, como correr, el senderismo o el ciclismo, cuenta con un polideportivo y una piscina municipal de verano. Así como con un campo de fútbol, 4 pistas de pádel y 2 de tenis, sala de musculación y pista de frontón. Existe una escuela y un club de tenis agrupadas en el 'Club Raqueta Talamanca', donde también puede aprenderse y practicar el Pádel.

De acuerdo con los datos de la Federación de Fútbol de Madrid, existen siete equipos. El femenino se encuadra en la Primera División Regional de Madrid, mientras que el masculino se encuentra en la Segunda División Regional de Madrid, ambos están compuestos por jugadores y jugadoras con licencia de "aficionado".

En el pueblo se realizan diversas competiciones deportivas:



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