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Economistas



La economía (del griego οἶκος oîkos 'casa' y νομός nomós 'regla, ley, prescripción'; "administración de la casa") es la ciencia social que estudia las leyes que rigen la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, así como los modelos y sistemas económicos en los que se llevan a cabo las diversas actividades económicas humanas.

Para su estudio, la economía generalmente se divide en dos grandes ramos, por un lado la microeconomía que estudia los comportamientos de los agentes económicos individuales y por otro la macroeconomía que estudia los efectos de todas las interacciones entre agentes individuales como un conjunto global.

Desde su origen, el hombre ha buscado formas de satisfacer sus necesidades, lo cual presenta muchos obstáculos pues la fuente de la mayoría de los bienes son recursos no renovables y perecederos. La combinación de estos factores, la disponibilidad o no de los bienes, las necesidades humanas y su naturaleza social dieron en su momento origen a la economía.

La economía nace de las necesidades siempre crecientes del núcleo principal de la sociedad, que es la familia.[1]​ Tal como el origen etimológico del término "economía" indica, en una casa se deben tomar muchas decisiones entre las cuales debe decidirse qué tareas serán realizadas por cada uno de sus miembros y qué recibirán a cambio. Un ejemplo de la administración natural que se da en una casa es el que, prestando su "mano de obra", cocina o lava la ropa y a manera de pago recibe un postre extra en la cena o decide qué se verá en la televisión. En suma, en una familia se deben distribuir los recursos, que son agotables, entre los diferentes miembros según sus habilidades, esfuerzos y deseos. Al igual que una casa, la sociedad enfrenta numerosas decisiones día a día.

Una sociedad debe encontrar la manera de decidir qué trabajos deben realizarse y quién llevará a cabo estas tareas. Se necesitan personas con diferentes profesiones y oficios que trabajen la tierra, otras que confeccionen ropa, otras que diseñen y construyan edificios, etc. Una vez que se han asignado las diversas tareas a los individuos que las llevarán a cabo (así como la tierra, los edificios y las máquinas), deben designarse, de igual modo, los diferentes bienes y servicios que serán producidos y la manera en la que se realizará la asignación de recursos en la sociedad.

La economía no tiene mucha dificultad ya que es una actividad natural del ser humano que deriva en buena medida de su comportamiento gregario, tal como se aprecia en otros animales que exhiben el mismo tipo de conducta como las hormigas o las abejas que entre sus individuos presentan una división de tareas muy específica, lo cual tiene como único fin asegurar la supervivencia de las complejas colonias que forman en sus hormigueros y colmenas respectivamente. Independientemente de si se hace referencia a la economía de una ciudad, de un país o a la del mundo, la economía es simplemente un grupo de personas interactuando cotidianamente entre sí. El comportamiento de una economía refleja el comportamiento de sus individuos.[2]

La economía como tal existe desde que el hombre tuvo que enfrentar la escasez de recursos y el exceso de demanda, así como la justa y eficaz repartición de los mismos.

La economía como ciencia es relativamente joven: nació en el siglo XVIII con Adam Smith, quien en su libro La riqueza de las naciones (1776), desarrolló el primer modelo de economía de mercado.

La economía es una ciencia social que estudia el comportamiento y las elecciones del hombre entre bienes alternativos, en un contexto de escasez de recursos. Es decir, la economía estudia el comportamiento del hombre ante la escasez de recursos. Por ello se dice que la actividad económica es humana, y la economía una ciencia social.

La escasez se refiere a la insuficiencia de recursos ante las necesidades siempre crecientes del hombre, y para explicarla se tiene que distinguir entre los tipos de bienes disponibles:

Al ser una ciencia social, cuyo objeto de estudio es el comportamiento económico del hombre, la economía se transforma al mismo tiempo que evoluciona el ser humano.

El problema de la economía es resolver y asignar correctamente los recursos. Para ello se deben responder las preguntas qué, cómo, cuándo, dónde y para quién producir.

En el ámbito de las ciencias sociales, la economía es la más cercana a las ciencias exactas ya que en ella se utilizan métodos matemáticos y estadísticos y sus resultados pueden ser predecibles.[3]

Entonces, la economía (como ciencia económica) es la ciencia social que estudia:

Por lo tanto, la economía puede definirse como la ciencia que estudia «cómo se organiza una sociedad para producir sus medios de existencia que, distribuidos entre sus miembros y consumidos por ellos, permiten que la sociedad pueda producirlos de nuevo y así sucesivamente, proveyendo con ello, de una forma constantemente renovada, la base material para el conjunto de la reproducción de la sociedad en el tiempo».[4]

Más allá del enfoque en los procesos económicos (extracción, transformación, producción, distribución y consumo) el análisis económico se ha aplicado a negocios, finanzas, cuidado de la salud y gobierno. También se pueden aplicar a disciplinas tan diversas como el crimen,[5]educación,[6]​ la familia, el derecho, la elección pública, la religión,[7]​ instituciones, guerra,[8]​ la ciencia[9]​ y el medio ambiente.[10]​ En el cambio al siglo XXI, el expansivo dominio de la economía en las ciencias sociales se ha descrito como el imperialismo de la economía.[11]

El fin último de la economía es mejorar las condiciones materiales de vida de las personas.[12]

En la economía hay diferentes puntos de vista, según el enfoque que se adopte. De ellos, destacan sobre todo dos: el enfoque objetivo y el enfoque subjetivo; por lo tanto, sobresalen la definición objetiva y la definición subjetiva, que refieren a dos teorías del valor (objetivo y subjetivo, respectivamente).

Los clásicos no hablaron de economía, sino de economía política. De la misma manera que los mercantilistas trataron de aumentar el fondo de capital productivo de la nación, también con el fin de aumentar la capacidad defensiva de la nación pero, combatiendo las políticas mercantilistas, trataron de lograrlo con un libre intercambio. La riqueza de las naciones (An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, en el original en inglés), escrito por Adam Smith, tiene pocos aspectos originales, pero su visión de conjunto ha influido mucho sobre los economistas posteriores. Wealth en esos tiempos significaba un fondo de capital productivo.[13]

Para un programa de crecimiento, Smith propone, en las primeras frases de su obra mayor:

La definición clásica de la corriente objetiva marxista es de Friedrich Engels, quien señala: «La economía política es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción, la distribución, la circulación y el consumo de los bienes materiales que satisfacen necesidades humanas». Karl Marx a su vez señala que la economía es «la ciencia que estudia las relaciones sociales de producción». También se le llama “la ciencia de la recta administración”, opuesta a la crematística. La corriente objetiva marxista se basa en el materialismo histórico, se refiere al concepto del valor-trabajo, por lo que el valor tiene su origen objetivo en la cantidad de trabajo requerido para la obtención de los bienes. Y es histórico porque concibe el capitalismo como una forma u organización social correspondiente a un determinado momento histórico. Esta definición ha engendrado una corriente de pensamiento económico que hoy día se le conoce como la economía política.

La definición clásica de la orientación subjetiva o marginalista es de Lionel Robbins, quien afirma: «La economía es la ciencia que se encarga del estudio de la satisfacción de las necesidades humanas mediante bienes que, siendo escasos, tienen usos alternativos entre los cuales hay que optar».[14]

El objeto de la economía es estudiar la distribución de los bienes económicos, considerando los procesos de producción, comercio, distribución y consumo de estos para satisfacer las necesidades del ser humano. En otras palabras, analiza las decisiones relacionadas entre los recursos de los que se dispone (limitados) y las necesidades que cubren (ilimitadas aunque jerarquizadas), de los individuos reconocidos para tomar dichas decisiones. El objeto de la economía es muy amplio, pues abarca el estudio y análisis de los siguientes hechos:[15]

Tierra, en economía, es el concepto que abarca a todos los recursos naturales cuyo suministro está inherentemente fijado (es decir, no cambia respondiendo a las variaciones de sus precios en el mercado).

En ese conjunto se incluyen las tierras propiamente dichas, definidas por su localización geográfica en la superficie terrestre (concepto que excluye las mejoras debidas a las infraestructuras y el capital natural, que puede ser degradado por las acciones humanas -factores biogeográficos, como el suelo, el clima, la hidrología, etc.-), los depósitos minerales del subsuelo, e incluso las localizaciones en órbita geoestacionaria y una parte del espectro electromagnético.

En economía clásica se considera la tierra como uno de los tres factores de producción, siendo los otros el capital y el trabajo; la remuneración derivada de la propiedad o el control de la tierra (o de los recursos naturales en ella incluidos) se suele denominar renta o renta de la tierra.

El trabajo o labor es la actividad que las personas realizan ya sea como deber o actividad dependiente de la profesión, necesidades y deseos de una comunidad más amplia.[17]​ Alternativamente, el trabajo puede verse como la actividad humana que contribuye (junto con otros factores de producción) hacia los bienes y servicios dentro de una economía.[18]

A lo largo de la historia y coexistiendo entre ellas ha habido muchas formas de organización del trabajo y de la producción como, por ejemplo, el trabajo de casa o desde un establecimiento, desde la esclavitud al pequeño taller artesano, pasando por la servidumbre y la aparcería . Pero desde el siglo XIX y la revolución industrial y sin desaparecer otras formas, el trabajo asalariado es la forma dominante. Actualmente aún coexisten el trabajo asalariado , el trabajo autónomo (profesiones liberales, comerciantes y otros), el trabajo informal o irregular (el cual sigue siendo salario pero sin control del fisco), la servidumbre , así como un nivel de desempleo (personas que buscan y no consiguen empleo).[19]

El salario es el valor del trabajo del pago en el mercado de trabajo, determinado en un contrato de trabajo que puede realizarse en forma individual (contrato individual de trabajo) o colectiva (contrato colectivo de trabajo).

El trabajo está esencialmente relacionado con la construcción y el uso de herramientas, y por lo tanto con la técnica y la tecnología, así como con el diseño de los procesos de trabajo y producción (véase: fordismo, taylorismo, toyotismo).

En economía, se entiende por capital un componente material de la producción, básicamente constituido por maquinaria, utillaje o instalaciones, que, en combinación con otros factores, como el trabajo, materias primas y los bienes intermedios, permite crear bienes de consumo.[20][21]​ Según Michael Parkin, el capital son las herramientas, los instrumentos, la maquinaria, los edificios y demás construcciones que se utilizan para producir bienes y servicios.

En sentido contable, se concreta en los bienes y derechos (elementos patrimoniales del activo) menos las deudas y obligaciones (pasivo), de todo lo cual es titular el capitalista. Así se dice que se capitaliza o se amplía capital cuando aumenta su activo o disminuye su pasivo o se incorporan nuevas aportaciones de socios o se reduce el endeudamiento con terceros. Cuando el pasivo es superior al activo se resuelve que la unidad económica está en situación de capital negativo (negative equity, en inglés).

El capital debe distinguirse analíticamente de la empresa en sí y de la gerencia, aunque en muchos casos los papeles sociales de capitalista o empresario y gerente se puedan dar simultáneamente en una misma persona, como suele suceder en las unidades productivas más pequeñas.

Las organizaciones son sistemas administrativos creados para lograr metas u objetivos con el apoyo de las propias personas, o con apoyo del talento humano, los recursos disponibles, entre otras. Son entidades sociales ordenadas donde coexisten e interactúan personas con diversos roles, responsabilidades o cargos que buscan alcanzar un objetivo particular.[22]

El sector privado, que se contrapone al sector público, es aquella parte de la economía que busca el lucro en su actividad y que no está controlada por el Estado.[23]​ Por contraste, las empresas que pertenecen al Estado son parte del sector público. Entonces, el sector privado está compuesto por las empresas que no son del estado y por las familias. Las organizaciones privadas sin ánimo de lucro están incluidas en el sector voluntario o tercer sector.

El sector público es el conjunto de organismos administrativos mediante los cuales el Estado cumple, o hace cumplir la política o voluntad expresada en las leyes del país.

El sector primario está formado por las actividades económicas relacionadas con la recolección o extracción y la transformación de los recursos naturales con poca o ninguna manipulación. Las principales actividades del sector primario son el sector agropecuario (agricultura y ganadería), la silvicultura (explotación forestal), la apicultura, la acuicultura, la pesca, y la caza. Usualmente, los productos primarios son utilizados como materia prima en las producciones industriales.

Los procesos industriales que se limitan a dar un valor añadido a los recursos naturales, que suelen ser considerados parte del sector primario, especialmente si dicho producto es difícil de ser transportado en condiciones normales a grandes distancias.

El sector servicios o sector terciario es el sector económico que engloba las actividades relacionadas con los servicios no productores o transformadores de bienes materiales. Generan servicios que se ofrecen para satisfacer las necesidades de cualquier población en el mundo.

Incluye subsectores como comercio, comunicaciones, centro de llamadas, finanzas, turismo, hostelería, ocio, cultura, espectáculos, la administración pública y los denominados servicios públicos, los presta el Estado o la iniciativa privada (sanidad, educación, atención a la dependencia), entre otros.

Dirige, organiza y facilita la actividad productiva de los otros sectores (sector primario y sector secundario). Aunque se le considera un sector de la producción, propiamente su papel principal se encuentra en los dos pasos siguientes de la actividad económica: la distribución y el consumo.

En el sector cuaternario, las empresas invierten para asegurar una mayor expansión, lo que se ve como un medio de generar mayores márgenes o rentabilidad de las inversiones. La investigación se dirige hacia la reducción de costes, aprovechamiento de los mercados, la producción de ideas innovadoras, nuevos métodos de producción y métodos de fabricación, entre otros. Para muchos sectores, como la industria farmacéutica, dicho sector es el de más alto valor añadido, ya que crea futuros productos de la marca de los que se beneficiará en un futuro la empresa.

La economía para su estudio se divide en dos campos: microeconomía y macroeconomía.

En las ciencias se distingue entre el análisis de lo que es y de lo que debiera ser, la economía distingue entre economía positiva que estudia lo que es (desde un punto de vista objetivo), en esta rama económica las proposiciones pueden demostrarse erróneas según las observaciones reales. Por el contrario la economía normativa estudia lo que debiera ser (desde un punto de vista subjetivo), así este enfoque depende de los juicios de valor de las personas.

En la teoría neoclásica se tiene la concepción de lo económico como un sistema cerrado y autónomo en el que los otros subsistemas (político, tecnológico, social, ecológico, ...) entran como restricciones del sistema autónomo. No obstante, aunque ha habido resistencia a la introducción de factores además del mercado en los modelos teóricos, su influencia ha sido inevitable.

Actualmente la economía se vale de distintas disciplinas para aportar una mayor consistencia lógica y empírica a sus proposiciones, así como para aumentar la capacidad de sus predicciones:

Recientemente, investigaciones de disciplinas naturales como la neurociencia (neuroeconomía)[39]​ o la física (econofísica)[40]​ están tratando de aplicar los modelos y descripciones provenientes de tales ciencias para la explicación de los diferentes comportamientos económicos. La economía, es por tanto, un área de estudio tremendamente multidisciplinar que requiere un amplio abanico de conocimientos para su completa comprensión.

Los autores clásicos hablaban de Political Economy (Economía Política), no de Economics. Con el paso de los años, el uso del vocablo Economics se hizo cada vez mayor porque los economistas querían constituir una “ciencia auténtica” como la Física (Physics) o las Matemáticas (Mathematics). Nótese el sufijo de estas palabras en inglés.

La razón de remontarnos a estos cambios en las palabras, es porque la Economía al intentar hacer ciencia pura como la Física, tomó nociones de ella: las partículas (agentes económicos), el principio de optimización (maximización de la utilidad y minimización de costos) y la convergencia al equilibrio (cuando las partículas se estabilizan en torno a unos precios).

La metodología de investigación en Economía inicialmente consiste en estudiar el sistema “sin fricciones”, para después incorporarlas.

"Ciencia lúgubre" es el apelativo que le fue dado a la economía por el historiador de la era victoriana Thomas Carlyle en el siglo XIX. Se dice que Carlyle le dio este nombre como respuesta a los escritos del reverendo Thomas Maltus, quien predijo que la catástrofe maltusiana en la que se predecía la inanición de gran parte de la humanidad por el crecimiento geométrico de la población frente al aritmético de la comida. A pesar de esto, la frase fue formulada por Carlyle en el contexto de un debate con John Stuart Mill acerca de la esclavitud, en el cual Carlyle argumentó a favor de esta, y Mill en contra.

Algunos economistas, como John Stuart Mill o Léon Walras, mantienen que la producción de riqueza no debe asociarse con su distribución.[41]

En La Riqueza de las Naciones, Adam Smith señaló muchos problemas que son también sujeto de debate. Smith atacó repetidamente los grupos alineados políticamente que querían influir en los gobiernos a su favor. En los días de Smith, estos grupos eran referidos como "facciones políticas", pero ahora son llamados grupos de "intereses especiales", un término que puede englobar a banqueros internacionales, conglomeraciones corporativas, oligopolios, monopolios, organizaciones de comercio y otros grupos.[42]

La economía, como ciencia social, es independiente de la acción política de cualquier gobierno u organización tomadora de decisiones. A pesar de esto, muchos diseñadores de políticas o individuos con una posición alta que pueden influenciar las vidas de otras personas son conocidos por utilizar arbitrariamente una plétora de conceptos económicos y retórica como vehículos para legitimar agendas políticas y sistemas de valores, sin limitar sus observaciones a asuntos relevantes a su responsabilidad.[43]​ La cercana relación de la práctica y teoría económica con la política[44]​ es un foco de contienda que puede ensombrecer o distorsionar los principios menos pretenciosos de la economía, y normalmente se confunden con agendas sociales específicas y sistemas de valores.[45]

No obstante, la economía tiene un rol legítimo a la hora de informar y guiar la política gubernamental. Recordemos que esta proviene del viejo campo de la economía política. Algunos diarios académicos de economía están realizando mayores esfuerzos para conseguir un consenso en los economistas respecto a ciertas políticas con la esperanza de conseguir un ambiente más informado políticamente. Actualmente, existe un bajo grado de aprobación entre los economistas profesionales respecto a muchas políticas públicas. Asuntos de política que se destacaron en una reciente encuesta de los economistas de la AEA incluyen la restricción al comercio, seguridad social para aquellos que acaban desempleados por la competición internacional, la comida genéticamente modificada, reciclaje, seguro de salud (varias cuestiones), mala práctica médica, barreras a entrar la profesión médica, donaciones de órganos, comida insana, deducciones hipotecarias, impuestos sobre ventas de internet, casinos, y objetivos de inflación.[46]

En Steady State Economics (1977), Herman Daly argumenta que existen inconsistencias lógicas entre el énfasis puesto en el crecimiento económico y la disponibilidad limitada de recursos naturales.[47]

Cuestiones como la independencia del banco central, las políticas de este y la retórica en los discursos de sus gobernadores, o las premisas de la política macroeconómica[48]​ monetaria o fiscal del Estado, son focos de are contienda y crítica.[49]

Deirdre McCloskey ha argumentado que muchos estudios empíricos son poco reportados, y ella y Stephen Ziliak argumentan que a pesar de que su crítica ha sido bien recibida, la práctica no ha mejorado.[50]​ Esta última contienda es controversial.[51]

Un estudio de 2002 del Fondo Monetario Internacional obsevó las "predicciones consensuadas" (predicciones de grandes grupos de economistas) que se hicieron antes de 60 recesiones nacionales diferentes en los años 1990: en el 97% de los casos los economistas no fueron capaces de predecir la contracción de un año más tarde. En las raras ocasiones en las que los economistas predijeron las recesiones de forma exitosa, subestimaron significativamente su severidad.[52]

La economía neoclásica se ha criticado bastante debido a que depende de ciertos supuestos irreales, inverificables, o altamente simplificados, que en algunos casos no hacen más que simplificar las pruebas para la conclusión deseada (no la verdadera). Ejemplos de estas asunciones incluyen la información perfecta, La maximización de beneficios y la teoría de la elección racional.[53][54]​ El campo de la economía de la información incluye tanto investigaciones económico matemáticas como de economía conductual, emparentada con los estudios en la psicología del comportamiento.[55]

Sin embargo, economistas prominentes de la corriente principal como Keynes[56]​ y Joskow han observado que gran parte de la economía es conceptual, más que cuantitativa, y difícil de modelizar y formalizar cuantitativamente. En una discusión acerca de la investigación del oligopolio, Paul Joskow señaló en 1975 que en la práctica los estudiantes serios de las economías tienden a usar "modelos informales" basados en factores cualitativos específicos de industrias particulares. Joskow tenía un sentimiento fuerte que el importante trabajo en oligopolios estaba hecho a través de observaciones informales mientras que los modelos formales fueron "sacados a relucirex post". Argumentó que los modelos formas eran poco importantes en el trabajo empírico, y el factor fundamental detrás de la teoría de la empresa, el comportamiento, fue negado.[57]

Philip Mirowski observa que:

En una serie de estudios revisados en revistas y conferencias, y libros publicados a lo largo de varias décadas, John McMurtry[59]​ ha criticado largamente aquello que denomina "suposiciones sin examinar de la economía, y su consecuente costo para la vida de las personas."[60]

Nassim Nicholas Taleb y Michael Perelman son dos escolares más que han criticado la economía convencional o "mainstream". Taleb se opone a la mayoría de la teorización económica, que desde su punto de vista sufre agudamente del sobreuso de la Teoría Platónica de las Formas, y llama a la cancelación del Premio Nobel de Economía, afirmando que el daño de las teorías económicas puede ser devastador.[61][62]​ Michael Perelman ha aportado una gran cantidad de críticas a la economía neoclásica y sus asunciones en sus libros (y especialmente en sus libros escritos a partir de 2000), además de en artículos y entrevistas.

A pesar de estos problemas, los programas convencionales de graduado en economía se están haciendo más técnicos y matemáticos.[63][64]

La economía, para Aristóteles, es la ciencia que se ocupa de la manera en que se administran unos recursos o el empleo de los recursos existentes con el fin de satisfacer las necesidades que tienen las personas y los grupos humanos.

Su objeto de estudio es la actividad humana y, por tanto, es una ciencia social. Las ciencias sociales se diferencian de las ciencias puras o naturales en que sus afirmaciones no pueden refutarse o convalidarse mediante un experimento en laboratorio y, por tanto, usan una diferente modalidad del método científico. De aquí su complejidad y alto nivel de incertidumbre, valiéndose de aproximaciones, o al menos definiendo la tendencia en el comportamiento de las variables económicas. Por otra parte, el sujeto de estudio es altamente dinámico, por lo que es arriesgado aventurarse a predecir sus comportamientos con precisión. Por otra parte, las nociones que derivan de lo que “debe ser” la economía son propias de la economía normativa y, como tales, no pueden probarse.

La ciencia económica está siempre justificada por el deseo humano de satisfacer sus propios fines. Este aspecto de la definición propuesta por Robbins es discutible y probablemente es el que menos se ha desarrollado en toda la historia del análisis económico salvo, acaso, por la Escuela Austríaca y especialmente para la producción de otros bienes y servicios. Este concepto de coste, más allá del puro concepto monetario, es propio de los economistas y se conoce como coste de oportunidad. Para asignar los recursos debe existir un criterio que permita comenzar a realizar las pruebas sociales y económicas.



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