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Cordillera andina



La cordillera de los Andes es la cordillera que ocupa la zona occidental de América del Sur bordeando toda su costa del océano Pacífico. Tiene una longitud de 8500 km por lo que es la cordillera continental más larga de la Tierra.[1]​ Desde su extremo norte, en el occidente de Venezuela, atraviesa Colombia y Ecuador; en el centro de Sudamérica atraviesa Perú y Bolivia; en el sur, sirve de frontera natural entre Chile y Argentina, y tiene su extremo austral en Tierra del Fuego. Tiene un ancho variable de entre 250 y 750 km.[2]​ Ocupa una superficie aproximada de 2 870 000 km².[3]​ Su altura media está entre 3000 y 4000 m s. n. m.,[1]​ alberga los volcanes más altos del planeta y su punto más alto es el Aconcagua, cuyos 6962 m s. n. m.[4]​ hacen de esta montaña la más alta del planeta fuera de Asia. Por su importante actividad volcánica forma parte del cinturón de Fuego del Pacífico.

En la zona central, los Andes se ensanchan, dando lugar a las mesetas elevadas del altiplano y la puna, compartidas por Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Desde el altiplano central hacia el norte del Perú y en Ecuador se vuelve angosta nuevamente y en Colombia se divide en tres ramas, una de los cuales continúa hacia noroeste entrando en Venezuela. Desde el altiplano hacia el sur, la cordillera tiene dirección general norte-sur y , zona en la que se hallan las montañas más altas. En el extremo austral, se curva y toma dirección este-oeste y se hunde en el océano Atlántico al este de la isla de los Estados.[5]

Se formó al final de la era Mesozoica, a finales del Cretácico tardío, por el movimiento de la convergencia de la placa de Nazca debajo de la placa sudamericana. Los movimientos sísmicos y la actividad volcánica posteriores han tenido más importancia en la configuración del relieve que los agentes erosivos externos. En la morfología actual se encuentran elevadas cordilleras, junto con extensos altiplanos y profundos valles longitudinales paralelos a los grandes ejes montañosos. Los valles transversales son escasos, salvo en los Andes argentinos-chilenos.

Muchos de los principales depósitos de minerales metálicos del mundo están asociados con bordes de placas convergentes, como los Andes o las montañas Rocosas.[cita requerida]

La palabra Andes viene de la expresión anti de la lengua quechua que significa oriente, punto cardinal por donde sale el Sol.[6][7][8]

La manera en que se convirtió en el nombre de la cordillera es explicada en Comentarios reales de los Incas escritos por el Inca Garcilaso de la Vega[9]​:

Otras palabra compuestas que contienen la partícula anti son: anteruna (habitante de los Andes) y anteunccuy (mal de los Andes)

El cambio del quechua Anti al castellano Andes se explica pues en quechua no se usa el sonido expresado por la consonante d.

Existe otra etimología según la cual anti podría venir de anta que significa cobre.[10][11]​ El filólogo alemán Johann Karl Eduard Buschmann probó que esto no podía ser cierto pues el quechua mantiene la a final en palabras compuestas, como en Antamarca (provincia del cobre).[12][13]

La capa sólida superficial de la Tierra, llamada litósfera, está dividida en fragmentos relativamente rígidos, llamadas placas tectónicas, que se mueven sobre la astenosfera, una zona relativamente plástica. Existen 15 grandes placas y más de 40 micro placas. Las placas incluyen una capa superior llamada corteza la que puede ser corteza oceánica o continental y así las placas pueden clasificarse en placas oceánicas y mixtas. La cordillera de los Andes se origina por la interacción de la placa oceánica de Nazca con la parte continental de la placa sudamericana. En sus zonas norte y sur, también participan en el proceso las placas de Cocos, Antártica y la microplaca de los Andes del norte.

Los límites entre placas pueden clasificarse según el tipo de movimiento relativo entre ellas. Pueden ser divergentes, convergentes o de fricción. La formación de montañas continentales, proceso llamado orogénesis, así como los terremotos, tienen lugar en los límites convergentes. En estos pueden darse procesos de subducción o colisión. Los procesos de colisión tiene lugar cuando dos masa continentales se acercan entre sí. El proceso de subducción ocurre cuando una de las placas se pliega, hacia el interior de la Tierra, y se introduce bajo la otra. Los Andes se han levantado por la subducción de placas oceánicas por debajo de la placa Sudamericana. Las placas que actualmente son subducidas son la de Cocos, Nazca y la Antártica. La subducción de las placas de Nazca tiene una velocidad de 7-9 cm/año y la de la Antártica, de 2 cm/año.[14]​ Los procesos de subducción incluyen la generación de una fosa oceánica que en el caso de los Andes es la fosa de Perú-Chile o de Atacama.

La cordillera de los Andes posee actividad volcánica que están asociados a un ángulo de convergencia de las placas oceánicas mayor a 25°[14]​ y a la fusión parcial de la cuña del manto que suele ocurrir en zonas de subducción.

El margen occidental de Sudamérica había sido escenario de varias orogenias en distintas eras geológicas. Pero el proceso principal por el cual la cordillera ha legado a su configuración actual, denominado orogenia andina viene actuando desde el Jurásico hasta el presente. Con importantes periodos de reorganización en el Cretácico (hace 90 millones de año) y el Oligoceno (30 Ma).

En los Andes peruanos y patagónicos, gran parte de los macizos corresponden a batolitos de tonalita, granito, diorita y granodiorita que corresponden a antiguas cámaras magmáticas que han sido dejadas al descubierto por una combinación de alzamiento tectónico y erosión. Las batolitos más grandes son el Batolito Costero Peruano, el Batolito Nor-Patagónico y el Batolito Sur-Patagónico.

A lo largo de su gran longitud, la cordillera de los Andes puede dividirse en sectores o zonas. Existen diversas zonificaciones de escala continental de acuerdo a diversos criterios que intentan transcender las divisiones político-administrativas, según la cual se suele hablar de Andes venezolanos, colombianos, ecuatorianos, etc.

En 1973, el geólogo Augusto Gansser[15]​ propuso una división, hoy considerada clásica[16]​, que tiene en cuenta la relación de las placas tectónicas oceánicas con el continente.

Los Andes Septentrionales y Australes tienen menos de 150 km de ancho y menos de 2500 m de altura promedio, mientras que los Andes Centrales alcanzan un ancho promedio de 800 km y alturas mayores.[24]

Tanto los Andes septentrionales como los australes son llamados también Andes de tipo colisional, por haberse formado por la abducción de la corteza oceánica. Los Andes centrales corresponden a los llamados Andes de tipo andino, desarrollados por la subducción de la corteza marina.[25]

Otra criterio para establecer una zonificación la actividad volcánica. De acuerdo a este criterio, la cordillera de los Andes se divide en cuatro segmentos de actividad:[22][14][26]

Entre ellas hay zonas sin vulcanismo, que se relacionan con un ángulo de convergencia menor a 10° constituyendo 3 zonas de subducción horizontal o sub-horizontal y una brecha de inactividad Estas son, de norte a sur[27]​:

En 2003, A. Tassara y G. Yáñez, basándose en el espesor elástico de la litosfera, propone un división de cuatro segmentos:[28]

Otros autores[29][1]​ recuperan una zonificación diferente teniendo en cuenta los nudos orográficos, que son los puntos donde convergen varias cadenas de montañas y otros criterios geográficos.

Por su posición en las zonas geoastronómicas la cordillera puede dividirse en Andes tropicales y Andes extra-tropicales. Cruzando con la zonificación anterior, los Andes septentrionales y centrales son Andes tropicales, donde se desarrollan todos los pisos térmicos, que son los distintos tipos climáticos están relacionados principalmente con la altitud. Los Andes meridionales son Andes extra-tropicales.[30]

Se caracterizan por tener cordones paralelos reunidos en nudos orográficos separados por profundos valles fluviales como en Colombia o encerrar altiplanicies como en Ecuador.[1]

Al sur de Colombia, en la frontera con Ecuador, los Andes constituyen una sola cordillera con picos volcánicos de hasta 5000 m s. n. m.; hacia el norte, en el nudo de los Pastos, se divide rápidamente en dos cordilleras llamadas respectivamente Occidental y Central —de esta última se desprende la Oriental—.

La cordillera Central está separada de la Occidental en una distancia promedio de 400 km por una falla geológica ocupada por el río Patía al sur y por el río Cauca al norte. La cordillera Oriental se separa gradualmente hacia el este, creando la cuenca del río más importante de Colombia, el Magdalena. Esta cordillera se extiende hacia el norte y en el departamento de Norte de Santander se subdivide en dos brazos. El brazo oriental penetra el territorio venezolano, donde adquiere el nombre de Cordillera de Mérida, cuyas continuaciones naturales dan paso a la formación Lara-Falcón y tienen una lejana relación con las serranías del Litoral Central (Caracas, Valencia y Maracay) y Oriental (Barcelona y Puerto La Cruz). La cordillera de Mérida es la cadena montañosa de mayor altura en Venezuela, teniendo su máximo punto en el pico Bolívar (4978 m s. n. m.).[31]​ Junto con la serranía del Perijá, compartida con Colombia, conforman el ramal venezolano de la cordillera de Los Andes. La cordillera está compuesta por diversas serranías, siendo las más conocidas la sierra Nevada de Mérida y la sierra La Culata, ambas localizadas en la zona media de la cordillera dentro del estado Mérida.

La Cordillera de Mérida se ubica en la parte occidental de Venezuela abarcando los estados Táchira, Apure, Barinas, Mérida, Trujillo y Lara, teniendo su inicio en la depresión del Táchira en la frontera entre Colombia y Venezuela, extendiéndose por unos 425 kilómetros hasta la depresión de Barquisimeto-Carora en el estado Lara.

El brazo occidental, llamado serranía del Perijá, se desprende de esta hacia el norte formando la frontera natural colombo-venezolana y gradualmente va perdiendo altura en la península de la Guajira, en el extremo norte de Colombia. En el Perijá se acerca a la Sierra Nevada de Santa Marta, un sistema montañoso aislado de los Andes, formando un valle surcado por el río Cesar.

Las tres cordilleras tienen picos principalmente de formación volcánica de más de 4000 m s. n. m. La Central y La Oriental tienen picos de más de 5000 m s. n. m. cubiertos de nieves permanentes. Muchos de estos volcanes son activos y han causado destrucción y muertes en el pasado debido a las explosiones de gas y ceniza, como también a las avalanchas de hielo y lodo. El occidente del país está sujeto a una mayor actividad telúrica lo que demuestra la inestabilidad de su naturaleza geológica. Al noroccidente de la cordillera Occidental aparece un sistema montañoso llamado serranía del Baudó, que continúa por el Darién girando al oeste hacia Panamá.

Desde la depresión de Huancabamba, camino hacia el sur, los ríos río Marañón y Santa conforman importantes divisiones, el cañón del Marañón y el callejón de Huaylas respectivamente, este último divide la cordillera Blanca de la Cordillera Negra. En dirección sur, la cordillera Occidental continúa a través de la cordillera Huayhuash y permite la formación de la meseta de Bombón, lo que orográficamente se denomina «nudo de Pasco».

Las ciudades importantes de los Andes septentrionales son Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Manizales, Pereira, Armenia, Popayán, Tunja, Cúcuta, Ibagué y Pasto en Colombia; Quito, Cuenca, Loja, Riobamba y Ambato en Ecuador; y San Cristóbal, Mérida, Valera, Trujillo y Barquisimeto en Venezuela.


Los Andes Centrales se extienden desde Perú hasta el nevado Tres Cruces, ubicado en la frontera entre la Argentina y Chile. Es la zona de mayor ancho. Se caracterizan por ser continuos y elevados; no posee un solo paso de montaña por debajo de los 4000 m.[32]​ La disposición de los cordones montañosos es de dos cordones separados por el altiplano andino.[1]​ La altura máxima del tramo norte es el nevado Huascarán (6768 m s. n. m.) y del tramo argentino-chileno, el nevado Ojos del Salado (6891 m s. n. m.).[33][34]

A sur del Nudo de Pasco, los afluentes del río Apurímac conforman una región surcada por numerosos cañones aluviales. Al norte de la cuenca del Apurímac, el Vilcanota también forma un valle aluvial que se inicia en la zona de glaciares que delimitan la Meseta del Collao. Hacia el paralelo 15°S se inicia la Zona Volcánica Central en el Sara Sara. La ya mencionada Meseta del Collao, o simplemente el Altiplano, domina el paisaje al sur de los 15 °C para el sector central de los Andes. En esta altiplanice se emplazan dos grandes lagos, el Titicaca y el Poopó, que conforman el sistema endorreico más extenso de Sudamérica. La población se concentra más en el altiplano y en la costa periandina como es el caso de la capital peruana, Lima, cuya área metropolitana llega hasta los 950 m s. n. m. Entre las ciudades interandinas más importantes localizadas en este sector de la cordillera se encuentran Arequipa, Huamanga, Puno, Tacna, Cajamarca, Huancayo y Cuzco en Perú; y La Paz, Sucre, Potosí, Cochabamba y Oruro en Bolivia.

Hacia el paralelo 22°S aparece la Puna de Atacama dominando el occidente de la zona volcánica. El clima es árido cálido y el bioma predominante es desértico.

También llamados meridionales o Andes del Sur, por su latitud se los denomina también Andes extratropicales.[30]​ Está compuesta por las siguientes subregiones:

La Cordillera de los Andes forma un eje norte-sur de influencias culturales. Una larga serie de desarrollo cultural culminó con la expansión de la civilización incaica y el Imperio Inca en los Andes centrales durante el siglo XV. Los incas formaron esta civilización a través del militarismo imperialista y de una gestión gubernamental cuidadosa y meticulosa.[35]​ El gobierno patrocinó la construcción de acueductos y carreteras además de instalaciones preexistentes. Algunas de estas construcciones todavía existen hoy. Devastados por enfermedades europeas a las que no tenían inmunidad y guerras civiles, los incas fueron derrotados en 1532 por una alianza compuesta por decenas de miles de aliados de naciones que habían subyugado (por ejemplo, Huancas, Chachapoyas, Cañaris) y un pequeño ejército de 180 españoles. dirigido por Francisco Pizarro.[36]​ Uno de los pocos sitios incas que los españoles nunca encontraron en su conquista fue Machu Picchu, que yacía escondido en un pico en el borde oriental de los Andes, donde descienden al Amazonas. Las principales lenguas supervivientes de los pueblos andinos son las de las familias lingüísticas quechua y aymara. Woodbine Parish y Joseph Barclay Pentland estudiaron gran parte de los Andes bolivianos entre 1826 y 1827.

En la actualidad, las ciudades más grandes de los Andes son Bogotá, con una población de alrededor de ocho millones, Santiago, Medellín y Cali, respectivamente. Lima es una ciudad costera adyacente a los Andes y es la ciudad más grande de todos los países andinos. Es además la sede de la Comunidad Andina.

La Paz, la sede del gobierno de Bolivia, es la capital más alta del mundo, a una altura de aproximadamente 3.650 msnm. Partes de la conurbación de La Paz, incluida la ciudad de El Alto, se extienden hasta 4.200 m (13.780 pies).

Otras ciudades en o cerca de los Andes incluyen: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén y Bariloche en Argentina; Cochabamba, Copacabana, Oruro, Potosí, Sucre y Sacaba en Bolivia; Calama y Rancagua en Chile; Armenia, Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué, Manizales, Popayán, Tunja y Villavicencio en Colombia; Ambato, Cuenca, Ibarra, Loja, Quito, Riobamba y Tulcán en Ecuador; Arequipa, Cajamarca, Cusco, Huancayo, Huánuco, Huaraz, Juliaca y Puno en Perú y Barquisimeto, Mérida, San Cristóbal y Valera en Venezuela. Las ciudades de Caracas, Valencia y Maracay se encuentran en la Cordillera de la Costa de Venezuela, que es una extensión de los Andes en el extremo norte de América del Sur.

Bogotá, la ciudad más poblada en la cordillera

La Paz, la ciudad más alta de la cordillera; el nevado Illimani an fondo.

Quito, la segunda capital más alta del mundo y de la cordillera.

Santiago, vista desde el Cerro San Cristóbal.

Las bellezas naturales de la región, las ruinas preincaicas e incaicas en Bolivia, Perú y Ecuador, y la posibilidad de acceder fácilmente a los glaciares en el sur de Argentina y Chile, han atraído al turismo en gran escala. Próximas a la cordillera se ubican ciudades como San Carlos de Bariloche o Colonia Suiza. Ushuaia posee paisajes contrastantes con los altos picos y el mar. En Venezuela, se encuentra el teleférico de Mérida, siendo este el más alto y el segundo más largo del mundo. En Chile, hay una gran cantidad de centros de esquí y de deportes invernales.

Los Andes presentan condiciones óptimas para la realización de diversos deportes como el andinismo, el senderismo y el balsismo. El esquí, el snowboarding y otros deportes invernales están muy desarrollados en Argentina y Chile. En los Andes de Transición se encuentra la mayor concentración de centros de esquí del hemisferio sur, después de Nueva Zelanda.

Estos son algunos de los centros de esquí de los Andes:

Los Andes se prolongan hacia el oriente de la isla de los Estados (Tierra del Fuego) formando una cordillera submarina denominada dorsal del Scotia, la cual solo logra aflorar por sobre las aguas oceánicas en las cumbres o sectores más elevados de la misma, generando de este modo islas, las cuales son llamadas Antillas del Sur: islas Aurora, Georgias del Sur, rocas Clerke, islas Sandwich del Sur, Orcadas del Sur y Shetland del Sur. Los Andes emergen nuevamente como cordón cordillerano en la Antártida con el nombre de Antartandes, la gran cadena montañosa de la península Antártica.

La altura máxima de los Antartandes es el monte Coman con 3657 m s. n. m., en el segmento cordillerano llamado montes de la Eternidad; se destaca también el monte Esperanza con 2860 m s. n. m. Desde los Antartandes se extiende una ramificación hacia el suroeste conocida como montes Ellsworth, cordillera baja y en gran medida subglaciar que empalma a los Antartandes con la otra gran cordillera antártica: las montañas Transantárticas. En estos, más exactamente en el segmento llamado cordillera Diamante, se ubica la mayor altitud de la Antártida Argentina y el Territorio Antártico Británico, el nunatak monte Chiriguano con 3660 m s. n. m. Hacia el Polo Sur geográfico se encuentra la meseta Polar.[39]

La mayor cumbre de la cordillera de los Andes es el Aconcagua que, con 6962 m s. n. m.,[4]​ es el segundo punto más alto del mundo después del asiático sistema de los Himalayas, además de ser la cumbre de mayor altitud de los hemisferios sur y occidental. Se ubica en Mendoza, Argentina.

Argentina y Chile comparten los picos más altos de los Andes; entre ellos, el Nevado Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo[33][40]​ y la segunda cumbre más alta del continente — de los diez volcanes más altos del planeta, seis son compartidos entre Argentina y Chile, tres están en Argentina y uno en Bolivia. Estas cumbres son seguidas por la cordillera Blanca ubicada en el Perú, la cordillera Real de Bolivia y los Andes ecuatorianos.

En el sur de Perú, cerca del Cuzco, se encuentra la cordillera de Vilcanota, donde está ubicado el glaciar Quelccaya, el glaciar más extenso de toda la zona intertropical del mundo.[41][42]​ Esta singularidad ha permitido estudiar en sus hielos los cambios climáticos ocurridos en el trópico desde la última era glaciar.

Consta que el ser humano habitó la zona desde hace 12 000 años, poco después de su llegada a América.[45]

La flora de la cordillera de los Andes comprende especialmente a la provincia fitogeográfica Altoandina, una de las secciones en que se divide el dominio fitogeográfico Andino-Patagónico.[46]​ Esta provincia fitogeográfica se extiende sobre los Andes y las cumbres de cordilleras próximas a este cordón, desde la cordillera andina de Venezuela y Colombia, a lo largo del oeste de Sudamérica, hasta la isla de los Estados. Su flora se caracteriza por presentar formaciones de estepas herbáceas, en su mayor parte, aunque también se presentan pequeños arbustales en lugares reparados. Dominan gramíneas xerófilas y dicotiledóneas rastreras o en cojín, con numerosos géneros endémicos.

Yareta (Azorella sp.)

Pajonal de ichu (Stipa ichu).

Entre las especies faunísticas características destacan los camélidos sudamericanos. De ellos, el guanaco es el más extendido, viviendo sobre los Andes desde Perú hasta la isla Grande de Tierra del Fuego. En los Andes centrales habita la vicuña, la cual convive con dos especies domésticas: la llama y la alpaca. Todos estos artiodáctilos son predados por el puma y el zorro colorado o culpeo, que prefiere cazar vizcachas de la sierra. Sin embargo, es el cóndor andino el animal arquetípico de esta cordillera, que la habita en su totalidad, desde Venezuela hasta el extremo austral. Los lagos y humedales presentan una alta diversidad de aves acuáticas, la mayoría de ellas son endémicas de las alturas andinas, destacando la cohabitación de tres especies de flamencos.

Existe una gran cantidad de especies de mariposas endémicas en los Andes. Particularmente el género Catasticta (Piérides), Lycaenidae, y las mariposas negras andinas (subtribu Pronophilina, Nymphalidae).

Cóndor andino (Vultur gryphus)

Gallito de las rocas (Rupicola peruvianus)

Guanaco (Lama guanicoe)

Vizcacha de la sierra (Lagidium viscacia)

Puma (Puma concolor)

Zorro colorado o culpeo (Lycalopex culpaeus)



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