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Puebla del Brollón



Vista de la localidad

Puebla del Brollón[1]​ (en gallego y oficialmente, A Pobra do Brollón)[2]​ es una villa y municipio español situado en el sur de la provincia de Lugo, en la comunidad autónoma de Galicia. Pertenece a la comarca de la Tierra de Lemos y al partido judicial de Monforte de Lemos, y además forma parte de la Ribeira Sacra.

Su término municipal está formado por 22 parroquias de carácter rural y ocupa una superficie total de 176,71 km². Cuenta con una población de 1.632 habitantes (INE 2020), que se encuentra muy diseminada, en 118 lugares o entidades de población.

El topónimo Puebla (en gallego Pobra) hace referencia a la carta puebla otorgada por el rey Sancho IV de Castilla a finales del siglo XIII, cuando comienza a conocerse como Puebla del Brollón o Puebla de San Pedro.

Oficialmente se llamó Puebla del Brollón hasta 1994.[1]​ La Ley de Normalización Lingüística aprobada por el Parlamento Gallego en 1983 cambió su denominación oficial al gallego A Pobra de Brollón.[1]​ En 1999 el nombre volvió a ser modificado, adoptándose la denominación actual, A Pobra do Brollón.[1]

El escudo de armas de Puebla del Brollón fue aprobado tras el preceptivo informe del Consejo Heráldico de Galicia, por el Gobierno autonómico según Decreto 269/2001, de 20 de septiembre de 2001,[3]​ organizado del siguiente modo:

Fue aprobada por la Xunta de Galicia el 4 de marzo de 2005.[4]​ La descripción textual de la bandera es la siguiente:

El municipio de Puebla del Brollón tiene una superficie de 176,71 km², situados entre el valle de Lemos al oeste, la sierra del Caurel al este y el río Sil al sur. Limita con los municipios de Incio al norte, Ribas de Sil al sur, Samos, Folgoso de Caurel y Quiroga al este, y Monforte de Lemos y Bóveda al oeste.

Está caracterizado por su topografía montañosa en la mitad este, donde destacan montes como O Alto da Veneira (1164 m), A Mioteira (871 m), O Home Grande (824 m) y Covallo (564 m). Al sur del municipio destaca el Cerro de Pereira (648 m), mientras que el Moncai (531 m) lo separa del municipio de Monforte de Lemos. La menor altitud del término se sitúa en la Ribera de Val de Frades, junto al río Sil, por debajo de los 210 m. El cañón del Sil constituye un valle muy profundo y estrecho, con grandes desniveles.

Las especies vegetales más importantes son el pino, el castaño, el roble y el chopo, además de arbustos como el tojo, la zarza y la retama. En los ríos predomina la vegetación de ribera, con fresnos, alisos o avellanos, entre otras especies.

La red hidrográfica del municipio pertenece a la cuenca del río Sil, que hace de frontera física por el sur en un pequeño tramo, separando al municipio de Ribas de Sil. Las cuencas de dos de sus afluentes, el Cabe y el Lor, drenan todo el territorio.

El río más importante es el Cabe, que atraviesa el municipio en dirección noreste-suroeste, pasando por Biduedo, Pacios de Veiga, Veiga, Santalla de Rey, Eixón y Fornelas. Su cuenca drena la parte occidental y central del municipio. Sus principales afluentes son el Saa y el Picarrexo.

El río Saa también atraviesa el municipio en dirección noreste-suroeste para desembocar en el Cabe a la altura de Fornelas, a los pies del Moncai. En su recorrido pasa por la capital municipal, donde recibe las aguas de su principal afluente, el Rubín. Otros afluentes son el río Lebrón y el riachuelo de As Lamelas.

El río Lor hace de frontera física con el municipio de Quiroga por el este en un tramo de su recorrido y pasa por Barxa de Lor. Su cuenca drena la parte más oriental del municipio. Su principal afluente es el Loureiro-Mazo.

En las tierras que rodean al río Sil, en el sur del municipio, se forma una pequeña ribera. El riachuelo de Trasmonte es el único que desemboca en el Sil dentro de los límites del municipio.

El clima, en la zona occidental, es oceánico continental, y hacia el este, oceánico de montaña, fruto de una mayor altitud. En la parte occidental, las temperaturas son suaves, con inviernos fríos, abundantes heladas, y veranos calurosos. El área situada dentro del dominio climático de la montaña tiene unas temperaturas medias en torno a los 11 °C, con amplias amplitudes que van de los 12 a los 15 °C. Por lo que se refiere a las precipitaciones también varían según correspondan al sector oriental (1500 m/anuales) o al occidental (1000 mm/anuales). Los meses de máximos pluviométricos son los que van de noviembre a marzo y, los mínimos corresponden a julio y agosto (25 mm).

El municipio de Puebla del Brollón se divide en 22 parroquias, todas ellas rurales, que aglutinan un total de 118 lugares o entidades de población. Dichas parroquias (con sus advocaciones entre paréntesis) son:[5][6][7]

En el término municipal se conservan en varias zonas túmulos megalíticos, propios de la cultura castreña, que ponen de manifiesto la existencia de asentamientos en la zona en la época prehistórica. Se hallan repartidos por todo el municipio: A Roda do Castro, O Castelo y As Mámoas do Chao, en Salcedo; el castro de Santa Mariña, en Castrosante; el castro de Montecelo, en Castroncelos; A Roda do Castro, en Abrence; el castro do Xunqueiro, en Óutara; el castro de Montecelo, en Fornelas; el Castro de Tras da Roda, en Lamaiglesia; el castro de Pino; el castro de Barxa; y el castro de San Lourenzo o Alende, en Cereixa, que está siendo excavado desde 2016.

Así mismo, su principal río, el Cabe, conocido como Chalibes en esa época, era ya conocido por sus propiedades ferruginosas y muy apreciado a la hora de templar las espadas de los guerreros célticos, que acudían de muchos lugares con ese fin.

A partir del siglo IX, en documentos de donaciones y fueros de monasterios como los de San Vicente del Pino, Samos, Ferreira de Pantón, Meira, Oseira, Montederramo ou Celanova, empiezan a ser citadas los iglesias y localidades de los tierras de Brollón. Lugares como Barxa de Lor, Brollón, Canedo, Castrosante, Cereixa, Domiz, Ferreiros, Ferreirúa, Lamaiglesia, Liñares, Martul, Saa o Salcedo ya aparecen en esos documentos, lo que hace suponer que estaban poblados desde mucho antes, posiblemente desde las repoblaciones del obispo Odoario y su familia, en el siglo VIII.

Hubo en la zona dos monasterios, en Vilachá y Ferreiros, que duraron poco. Los habitantes de la zona se dedicaban al cultivo del centeno, viñedos y la horticultura. Criaban ovejas, cabras, gallinas y conejos. La mayoría del terreno era monte. En aldeas como Ferreiros y Ferreirúa, como así indica su nombre, había herreros, mineros y carboneros dedicados a la fabricación de herraduras, clavos y alguna herramienta para el campo.

La inseguridad social fue abundante durante estos tiempos, como lo demuestra la existencia de torres y recintos de vigilancia, de los que solo queda el nombre: Castrobón, en Ferreirúa; Castrelado Pequeño, en Liñares, y Castrelín, en Parada dos Montes.

Brollón tuvo una jurisdicción que comprendía los lugares de Cereixa, Froxende, Parada dos Montes, Pol de Lemos, Valverde, A Raíña, Salcedo y Vales, además de los tierras pertenecientes al Monasterio de San Vicente del Pino en Monforte de Lemos.

Sin embargo, según una investigación reciente realizada por la escritora Olga Novo, hay indicios que apuntan a que la antigua villa se encontraba en la actual Santalla de Rey. Esta villa fue quemada y destruida por motivos desconocidos, probablemente enmarcados en luchas por la sucesión al trono de Castilla en la Edad Media, y trasladada al emplazamiento actual de la villa de Puebla del Brollón, conocido entonces como San Pedro de Entrambasaugas.[10]​ A finales del siglo XIII, ya empieza a aparecer en los documentos el nombre de la nueva villa: Puebla del Brollón o Puebla de San Pedro. El rey Sancho IV de Castilla otorgó el documento fundacional del lugar, la carta puebla, y su heredero Fernando IV de León y Castilla lo ratificó. Este documento contenía el reparto de tierras, deberes y derechos que se les concedía a los pobladores de Puebla del Brollón y de sus doce aldeas; y un derecho muy importante, como era depender directamente del propio rey. La repoblación propiciada por la citada carta puebla fue un éxito demográfico y económico, como se demuestra por las rentas anuales que tenían que pagar, y que a partir de entonces Puebla del Brollón apareciera en documentaciones y mapas. A este desarrollo económico no debió ser ajena su situación estratégica en el obligado paso de gentes y mercancías que querían entrar o salir de Galicia por el camino natural del valle del río Sil. La presencia de las órdenes Hospitalarias y de Santiago en las Tierras del Brollón así lo confirman.

Más adelante Puebla estuvo bajo la jurisdicción de la casa de Lemos. El 30 de julio de 1477 el rey Fernando el Católico cede a Pedro Álvarez Osorio, primer conde de Lemos, todos los derechos y rentas (ascendían a más de 20.000 maravedís) que la corona tenía en Puebla del Brollón, poniendo punto final a los conflictos que la nobleza tenía por la posesión de los tierras del Brollón desde el 23 de agosto 1424, cuando Fadrique, señor de Monforte, se las había anexionado.

La independencia que aquellas tierras habían tenido respecto de la nobleza y la iglesia motivó la participación de María Castaña, natural del Coto de Cereixa, en los sublevaciones del pueblo lucense contra los abusos del obispo de Lugo hacia 1382, así como la sublevación de toda Puebla del Brollón en la Revuelta de los Guímaros. Esta última es produjo en el siglo XV cuando los habitantes del Brollón se niegan a pagar los tributos al conde de Lemos.

A partir del siglo XV, a pesar de las reformas de la administración propiciadas por los Reyes Católicos y sus descendientes como soberanos de todo el Estado, las tierras de Brollón continuaron vinculadas a la Casa de Lemos, hasta las reformas administrativas del siglo XIX. Su economía se centraba en la agricultura (centeno y vino), ganadería y la explotación de las minas de hierro, principalmente la Cueva de las Chovas y Veneira de Roques (que llegó a tener 37 mineros) que abastecían de mineral a todas las herrerías del contorno, incluidas las tres del municipio, en Biduedo, Barxa de Lor y Loureiro.

La llegada del maíz y la patata a finales del siglo XVIII contribuyó al gran crecimiento demográfico, lo que obligó a poner en explotación tierras vacías hasta entonces y la construcción de nuevas villas. A finales del siglo XIX, las viñas sufrieron la peste de la filoxera que obligó a abandonar su cultivo hasta bien entrado el siglo XX.

Durante el siglo XIX el municipio empieza a adquirir servicios y a desarrollarse. En 1850 se construye la carretera que une Lugo y Valdeorras pasando por Puebla. En 1883 el rey Alfonso XII inaugura la línea de ferrocarril entre Madrid y La Coruña, que pasa por el municipio. En las afueras de Puebla se construye una estación, que aún funciona actualmente y que da nombre al núcleo que creció a su alrededor, A Estación.

A principios del siglo XX aumentó notablemente la población, con 7.992 habitantes en 1900 y llegando a los 8.116 en 1950. No obstante, durante la segunda mitad de siglo, la emigración de las décadas de 1960 y 1970 y el envejecimiento de sus habitantes se han traducido en una disminución paulatina de la población, que ya se sitúa por debajo de los 2.000 habitanes.

Desde las últimas décadas del siglo pasado hasta la actualidad ha ido mejorando la calidad de vida en las parroquias rurales del municipio y también en la villa de Puebla, que cuenta con la mayoría de servicios básicos. En los últimos años se han puesto en servicio un punto limpio de reciclaje y un centro para mayores, entre otros.

También está prevista una mejora en las infraestructuras de la zona, que permitirán acercar a Puebla a las principales ciudades de su entorno. Actualmente está en proyecto la autovía A-76, que unirá Ponferrada y Orense, siguiendo el trazado de la actual carretera N-120.

El municipio, que tenía en 2020 una población de 1.632 habitantes, cumple con las características de la Galicia rural. La población es regresiva, con crecimiento natural negativo y con una estructura por edades muy envejecida.

Desde mediados del siglo XX, la población no cesó en su regresión (en 1900 tenía 7992 habitantes y en 2000, 2557); una pérdida debida en su mayor parte a los efectos de la emigración, sobre todo en la década de 1950 a 1960 (en 1950 tenía 8116 habitantes, en 1960 tan solo 5444).

En las últimas décadas la regresión también se debe a la baja natalidad y la alta mortalidad. En 2007 la tasa de natalidad era de 3,1 y la de mortalidad de 16,7. El resultado de todo esto es una pirámide de población con base muy estrecha y ensanchada en sus brazos superiores: un 5% de la población tiene menos de 16 años, un 50% lo forman las edades comprendidas entre los 16 y los 65, mientras que el 45% supera los 65. Estos datos hacen que sea el quinto municipio más envejecido de España.[11]

Puebla del Brollón ha tenido la siguiente evolución demográfica desde 1877:[12][13]

La población se encuentra muy diseminada en las 22 parroquias que forman el municipio, que aglutinan un total de 118 entidades de población. La mayor parte de los habitantes se concentra en el sector occidental, mientras que la parte oriental está prácticamente despoblada debido a la orografía montañosa y de difícil acceso.

La capital municipal, la villa de Puebla del Brollón, solo concentraba en 2020 el 16% de la población total del municipio, con 257 habitantes de un total de 1.632. Los lugares más poblados tras la capital eran Salcedo (123 hab.), A Estación (112 hab.) y Piño (78 hab.). Siete lugares se encontraban despoblados.

El ayuntamiento de Puebla del Brollón está gobernado por el Bloque Nacionalista Galego, que fue el partido más votado en las elecciones municipales de 2019. El alcalde es Xosé Lois Maceda Vilariño, que accedió al cargo en 2007 y lo revalidó en las tres legislaturas siguientes. Gobierna con mayoría absoluta desde 2015.[14]

Históricamente, varios partidos han pasado por la alcaldía de Puebla del Brollón. Todos los alcaldes han agotado las legislaturas, excepto José Antonio Vázquez Calviño, que falleció en 1990 cuando era alcalde, y Manuel Casanova Pérez, que dimitió tras ser condenado por malversación junto a su predecesor Antonio Arias Armesto.[15]​ Fueron condenados a cuatro años y medio y a cinco años de cárcel, respectivamente, por apropiarse de 53 189,67 euros de subvenciones concedidas por la Diputación de Lugo.[15]

El sistema económico se fundamenta en el sector primario, que se complementa con un terciario poco especializado. Entre ambos ocupan al 90% de la población activa.

El número de explotaciones agrarias por km², es de 6,3. Las explotaciones son de tipo minifundista. La agricultura tiene una gama de cultivos reducida: patatas, maíz y centeno (en retroceso), junto a la explotación de árboles frutales (castaño). La agricultura está enfocada al mantenimiento de la cabaña ganadera, que es la que reporta un mayor beneficio al agricultor, tanto por las ventas cómo por la leche. Es evidente el predominio de la cabaña bovina sobre la porcina y la ovina. El aprovechamiento forestal es otro de los recursos de la zona, además del cultivo de la vid en Vilachá, dentro de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, subzona de Amandi.

El nivel de industrialización es prácticamente nulo, y solamente existen actividades del plano artesanal y autónomo. En los últimos años, el sector textil evolucionó bastante.

El sector terciario, escaso, se encuentra centrado en la capital municipal. Funcionalmente, este municipio depende de Monforte de Lemos tanto para servicios públicos cómo privados. Esta particularidad explicaría la ruralidad patente del municipio, pues ningún núcleo puede considerarse urbano.

Las ferias que se celebran son:

Puebla del Brollón es un municipio bien comunicado, si bien es cierto que su zona oriental es más inaccesible debido a su orografía montañosa. Está situado por carretera a 14 km de Monforte de Lemos, a 58 km de Orense, a 65 km de Lugo, a 135 km de Santiago de Compostela y a unos 150 de las principales ciudades gallegas, Vigo (153 km) y La Coruña (159 km).

En total el municipio tiene una red de carreteras asfaltadas de casi 200 km. Entre las carreteras destaca la N-120, que une el municipio con Monforte de Lemos, Orense y Ponferrada y pasa 2 km al sur de la capital municipal, junto al lugar de A Estación. Está previsto que en un futuro se construya la autovía A-76 siguiendo el mismo recorrido.

A la altura de la localidad de A Estación, de la N-120 parte un ramal que conecta con la LU-652, que llega a Bóveda donde enlaza con el corredor CG-2.2 que une Monforte y Lugo. Paralela a la N-120, se encuentra la carretera autonómica LU-933 que une el municipio con Monforte y Quiroga. También hay otra carretera local, la LU-653, que une el municipio con Incio, con el que limita por el norte.

Además, un total de 13 carreteras secundarias pertenecientes a la Diputación de Lugo vertebran el municipio. Finalmente, hay que añadir la red de carreteras de titularidad municipal, que llegan a todos los lugares y parroquias del municipio.

También cruza el municipio la línea ferroviaria León-La Coruña que cuenta con una estación en el municipio. La estación de Puebla de Brollón, muy utilizada en el siglo XX, se encuentra en la localidad de A Estación, que se formó y creció con la llegada del ferrocarril.

Actualmente solo para en ella un tren de media distancia procedente de Vigo y con destino Ponferrada, que circula diariamente y pasa por otras localidades importantes como Orense, Monforte de Lemos y El Barco de Valdeorras. Sin embargo, no existe parada de ningún tren en sentido contrario.

No obstante, la estación de Monforte de Lemos, situada a 10 km de la de Puebla del Brollón, dispone de servicios de larga distancia a las principales ciudades de España y una mayor oferta de servicios de media distancia.

Puebla del Brollón cuenta con un colegio de Educación Infantil y Primaria, el CEIP Puebla del Brollón, gestionado por la Consejería de Educación, Cultura y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia. El municipio no dispone de instituto y sus habitantes deben desplazarse a la capital comarcal, Monforte de Lemos.

En el mismo edificio que aloja el colegio, está la sede de la Escuela Municipal de Música y Danza, que oferta clases de acordeón, piano, percusión tradicional, gaita o baile tradicional, entre otras disciplinas.

En A Ferreirúa hay una escuela hogar, el Colegio Cristo Rey, fundado por la entidad religiosa Obreras de Jesús en 1960. Está alojada en la Casa Grande de Marcón y funciona como centro de protección de menores.

En sanidad pública, Puebla del Brollón cuenta con un centro de salud, gestionado por el Servicio Gallego de Salud (SERGAS). En sanidad privada, el municipio tiene una clínica dental. Además, en el municipio hay una farmacia. Todos estos servicios se encuentran en la capital municipal.

El municipio cuenta con un cuartel de la Guardia Civil, actualmente fuera de servicio,[17]​ y Protección Civil, ambos situados en la Avenida de Galicia de la capital municipal.

Una de las mayores riquezas del municipio son sus espacios naturales: el valle del Cabe y del Lor, constituyen privilegiadas parajes que invitan a ser recorridos. Otra de los parajes que merece ser visitada es la ribera del Sil en la parroquia de Vilachá, donde se encuentra un conjunto de bodegas tradicionales. En este caso, a las curiosidades etnográficas se le une la posibilidad de degustar el vino de la zona. Ya lindando con la Sierra del Caurel, se encuentra Parada dos Montes, núcleo lleno de curiosidades: los tejados de las construcciones están unidos y superpuestos para poder circular los días de invierno cuando las nevadas aislaban el lugar, y para protegerlo de los ataques de los lobos. Una vez más, la arquitectura tradicional se adapta al medio físico.

Nota: las rutas siguientes, aunque algunas tienen señalización, no están reconocidas como rutas senderistas homologadas por la Federación Gallega de Montañismo (datos públicos a septiembre de 2009).

Abundan iglesias y capillas repartidas por todo el municipio. Destaca la iglesia románica de Veiga, que se estructura con una nave rectangular y una ábside de tramo rectangular y cabecera semicircular con bóvedas de cañón y cuarto de naranja. El templo de Lamaiglesia, de 1788, posee una torre de tres cuerpos en el frontal y en el interior un retablo mayor neoclásico, otros dos neoclásicos y rococó respectivamente del siglo XVIII, un púlpito policromado, pila bautismal y dos pilas de agua bendita. La iglesia de Óutara tiene un retablo mayor popular de tipo renacentista y una imagen de Santa María del siglo XV. La iglesia de Parada dos Montes es de finales del siglo XIX pero conserva un retablo neoclásico procedente del convento de las Clarisas de Monforte de Lemos. El templo de Pinel posee un retablo mayor de estípites con tallas de interés.

En el apartado de arquitectura civil destaca una característica específica de pueblos de montaña, como Parada dos Montes o Forgas, donde los tejados de las casas están unidos y superpuestos para poder circular los días de nevadas intensas y protegerse así mejor de la intemperie o de los ataques de lobos. La arquitectura popular tiene su principal exponente en los molinos.

Con respeto a los pazos y casas grandes señalaremos las blasonadas: Casa de Díaz (Ferreiros) y Casa de Fontela (A Pobra do Brollón) ambas con sendas piedras de armas, y la Casa Grande de Marcón, que alberga el Colegio Cristo Rey. Otras casas destacables son la Casa de Barredo (Canedo), la Casa do Mesón (Castroncelos), la Casa de Balboa (Piño), la Casa da Torre (A Ferreirúa), las Casas do Castro de Lama y da Marquesa (Barxa de Lor) y la Casa da Lama (Eixón).

Asimismo, también es digno de mención un puente de Barxa de Lor, que la tradición quiere de origen romano aunque el actual es del siglo XVI. Por él pasa el Camino de Santiago de Invierno.

Una de las fiestas más populares del municipio es el Entroido (Carnaval) de la localidad de Salcedo. Se celebra en invierno con desfiles de disfraces, descenso de carrilanas, obras de teatro y otras actividades lúdicas.

El acto principal de esta fiesta es la salida del Oso de Salcedo, el Lunes de Carnaval. Un vecino disfrazado de oso con pieles de animal y con máscara recorre las calles de Salcedo acompañado de sus criados, asustando a los viandantes e intentando mancharles con sus patas llenas de hollín.

La Romería de San Vitoiro se celebra anualmente el 27 de agosto, día festivo en el municipio. Tiene lugar alrededor de una pequeña capilla situada en un valle entre montañas, a unos 8 km de la capital municipal.

San Vitoiro es el patrón de seis aldeas del municipio, situadas en esa zona montañosa, que son Penadexo, Pradelas, O Busto, Covadelas, Teixeira y Lebrón. Según la leyenda, San Vitoiro se apareció en esa zona y por eso se construyó la capilla a mediados del siglo XIX.

Las fiestas duran dos días, el 27 y el 28, y en el programa festivo destacan los actos religiosos y las fiestas y verbenas con grupos musicales. Es habitual que las familias del municipio vayan a pasar el día a la zona a comer tortillas, entre otras actividades.

El primer fin de semana de mayo se celebra la Feria del Vino de Vilachá, donde se pueden degustar los vinos cosechados en esta parroquia del municipio, situada en el Cañón del Sil, que pertenecen a la Denominación de Origen Ribeira Sacra.

La feria se celebra en una zona donde se concentran casi medio centenar de bodegas centenarias cubiertas por tejados de pizarra a dos aguas, consideradas de interés turístico. Están consideradas como de las más antiguas de la península.

Se celebra a principios de julio. Se escenifica la Revuelta de los Guímaros contra el conde de Lemos y hay exhibición de oficios tradicionales.

Festival de música tradicional gallega que se celebra un fin de semana de septiembre en el parque de Samugueiros.

Concurso que se realiza en el puente de diciembre, coincidiendo también con un concurso de tapas en el que participan los hosteleros de la localidad.

Las fiestas que se celebran en las diferentes parroquias del municipio son:

En la capital municipal se encuentra la Casa de la Cultura, que lleva el nombre de la poetisa Olga Novo, natural del municipio, y dispone de un salón de actos con capacidad para 90 personas.[18]​ En el mismo edificio se encuentran la biblioteca municipal, con préstamos a domicilio y lectura en sala, y la oficina de información juvenil. Además, las instalaciones del Colegio Público albergan la Escuela Municipal de Música y Danza.[18]

Por otra parte, varias parroquias y lugares cuentan con locales sociales, concretamente Abrence, Barxa de Lor, Canedo, Cereixa, Eixón, A Estación, Ferreiros, Ferreirúa, Lamaiglesia, Óutara, Pacios de Veiga, Piño, Saa, Salcedo y Vilachá.

El municipio cuenta con un equipo de fútbol, el Club Deportivo Brollón, que milita actualmente en la Segunda Galicia. Juega sus partidos como local en el campo municipal de Os Medos, situado al norte de la capital municipal, en la carretera de Incio. Tiene una dimensión de 108 x 69 metros, es de hierba natural y tiene una grada cubierta e iluminación.

En Puebla del Brollón también se encuentra el pabellón polideportivo municipal, que tiene unas dimensiones de 44 x 22 m y una altura de 7 a 10 m, y una pista de tenis situada en el área recreativa de Samugueiros. En Ferreirúa también hay una pista polideportiva, de 44 x 22 m, propiedad de la asociación de vecinos de esa parroquia.

También hay un club llamado Guímaro Motor Club, de aficionados al motor.



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