La Vuelta Ciclista a España, también conocida como la Vuelta a España o simplemente La Vuelta, es una carrera por etapas profesional de ciclismo en ruta disputada a lo largo de la geografía española, entre finales de agosto y mediados de septiembre. Es una de las tres Grandes Vueltas y pertenece al calendario UCI WorldTour.
La Vuelta se disputó por primera vez en 1935. Desde su creación, la carrera ha sido suspendida en cuatro ocasiones: desde 1937 hasta 1940 debido a la Guerra Civil Española, desde 1943 hasta 1944 debido a la Segunda Guerra Mundial y a la mala situación económica de España, en 1949 y desde 1951 hasta 1954.
El ganador de la Vuelta a España obtiene 720 puntos para el Salón de la Fama del Ciclismo (Cycling Hall of Fame).
Con cuatro triunfos (2000, 2003, 2004 y 2005), Roberto Heras es el corredor más laureado de la carrera.
Se disputó el G. P. República y las primeras carreras que se corrieron a nivel nacional fueron promovidas por los fabricantes de bicicletas de Éibar. Así pues, se hizo el recorrido Éibar-Madrid-Éibar recibiendo el nombre de Gran Premio de la República.
A comienzos de 1935, Clemente López Dóriga, en colaboración con Juan Pujol, director del diario Informaciones, organizó la I Vuelta ciclista a España con un recorrido de 14 etapas y 3431 km en total. La primera etapa se disputó entre Madrid y Valladolid. Aquel año se vivió el primer gran duelo de la historia de la Vuelta entre el belga Gustaaf Deloor, a la postre vencedor, y el español Mariano Cañardo, subcampeón. La II edición de la Vuelta, que se celebró a pesar de la delicada situación política del país, significó la revalidación del título de Deloor que mantuvo el liderato desde el primero hasta el último día. Tras estas dos primeras ediciones, la ronda española sufrió un parón a causa de la Guerra Civil Española.
En 1941 se reanudó la prueba con una participación casi totalmente española y con muy poca representación extranjera. Aquel año tuvo lugar la disputa de la primera etapa contrarreloj de la Vuelta. Julián Berrendero se proclamó vencedor de la ronda española, título que revalidó un año después. Asimismo, Berrendero se convirtió en rey de la montaña durante tres ediciones consecutivas.
A causa de la Segunda Guerra Mundial y la precaria situación económica del país, volvió a producirse otro parón en la disputa de la Vuelta ciclista.
En 1945, el Diario Ya se hizo cargo de la organización y volvió a disputarse la competición, aunque de nuevo con una pobre participación extranjera. En esta ocasión fue Delio Rodríguez quien se hizo con la victoria final. Aquel año también se instauró por primera vez la clasificación por puntos, aunque no fue estable hasta 1955. Se disputaron cuatro ediciones más hasta 1950 momento en el cual el «Diario Ya» renunció a organizar definitivamente la Vuelta a España.
Hasta 1955 no se volvió a celebrar la ronda española y a partir de ese año se hizo cargo de ella el diario El Correo Español/El Pueblo Vasco. Desde entonces, la Vuelta a España se ha disputado anualmente. Además, la Vuelta pasó a celebrarse de manera estable entre los meses de abril y mayo, mientras que anteriormente su celebración había oscilado entre los meses de abril y agosto. Otra variación fue el número de participantes, hasta entonces muy bajo, que se vio duplicado, así como una asistencia mayor de grandes figuras extranjeras y nacionales.
El prestigio de la Vuelta fue creciendo y, cada vez más, se contaba con la presencia de estrellas ciclistas del panorama internacional. Durante finales de los años 1950 se produjeron los primeros triunfos en la clasificación general de ciclistas italianos y franceses. En los años 1960 lo hicieron también ciclistas alemanes y neerlandeses. En 1963, Jacques Anquetil logró liderar la clasificación general y se erigió como el primer ciclista que ganaba las tres Grandes Vueltas. Cinco años más tarde, en 1968, Felice Gimondi haría lo mismo. Solo Eddy Merckx, en 1973, Bernard Hinault que ganó en 1978 y 1983, Alberto Contador que ganó en 2008, Vincenzo Nibali que ganó en 2010 y Chris Froome que ganó en 2017 consiguieron repetir la gesta.
Antonio Karmany dominó la clasificación de la montaña durante tres años consecutivos y lo relevó Julio Jiménez, que la ganó durante otros tres años.
La formación Kas de aquellos años con Karmany, Angelino Soler, Julio Jiménez y Gabica inició la andadura de un equipazo que nació en 1958 y continuó hasta mediados de los años 80.
Rik van Looy se convirtió en el primer ciclista en repetir triunfo en la clasificación por puntos en 1965. Jan Janssen en 1968 y Domingo Perurena en 1974 hicieron lo mismo y lideraron dicha clasificación en dos ocasiones.
A mediados de los 60 el organizador de la Vuelta, El Correo Español/El Pueblo Vasco, pasó por algunos apuros económicos que pusieron en peligro la disputa de la competición. Sin embargo terminaron disputándose todas las ediciones de forma normal. En 1968 la Vuelta se vio afectada por un atentado terrorista y otras manifestaciones y se tuvo que anular la decimoquinta etapa. Por fortuna no hubo que lamentar víctimas.
La década de los 70 comenzó con el triunfo de Luis Ocaña, que ya estaba consolidado en el pelotón internacional como una de las grandes figuras del ciclismo.
José Manuel Fuente, con sus triunfos en 1972 y 1974, se convirtió en el tercer ciclista que lograba ganar dos Vueltas a España. Unos años más tarde, Bernard Hinault repitió la hazaña, algo que también logró Pedro Delgado durante los años 1980.
El Equipo Kas en los años 70 innovó en el ciclismo moderno con su forma de correr. Ciclistas como Domingo Perurena, Miguel María Lasa, Vicente López Carril, José Pérez Francés, José Pesarrodona y muchos otros alegraron con sus amarillos y azules la carrera.
El Super Ser fue otro equipo español de aquella época. Agustín Tamames y Luis Ocaña lideraron el equipo.
En 1973 el belga Eddy Merckx consiguió vencer en la Vuelta y lo hizo de una forma arrolladora, ganando seis etapas y todas las clasificaciones individuales con excepción de la montaña, en la que terminó segundo. Con el paso del tiempo, fue la única ocasión en toda la historia de la Vuelta en que hubo tres ganadores del Tour de Francia en el podio: Eddy Merckx, Luis Ocaña y Bernard Thévenet.
Freddy Maertens repitió en 1977 un dominio similar al demostrado por Merckx unos años antes, ganando trece etapas y el resto de clasificaciones individuales exceptuando la de la montaña. Andrés Oliva conseguía también ganar la clasificación de la montaña en tres ediciones de la Vuelta a mediados de los años 1970.
España vio nacer en 1978 a Bernard Hinault como estrella del ciclismo internacional. Hinault ganó ese mismo año su primer Tour de Francia. También hubo que suspender la última etapa de aquella edición, por causa de revueltas y barricadas que impidieron el transcurso normal de la misma.
En 1979 El Correo Español/El Pueblo Vasco dejó de patrocinar la ronda española, que corrió una vez más peligro de desaparición. Sin embargo, la empresa Unipublic (que sigue organizando las distintas ediciones de la Vuelta en la actualidad) con el apoyo de la ciudad de Jerez de la Frontera, se hizo cargo de la competición. Este hecho, unido a un aumento de la publicidad y a las retransmisiones por televisión, hicieron aumentar aún más el nivel de la Vuelta.
Fue la época de más popularidad de la Vuelta a España. A principios de los años 1980 destacaron dos nombres en las clasificaciones suplementarias: José Luis Laguía, que lograría imponerse cinco veces en la clasificación de la montaña, y Sean Kelly que venció en cuatro ocasiones en la clasificación por puntos y la general en 1988.
En 1982 se produjo el primer caso de desposesión del título por dopaje. Dos días después del término de la competición, Ángel Arroyo —junto a otros cuantos ciclistas— fue descalificado y perdió su victoria en favor de Marino Lejarreta. A pesar de la solicitud del contraanálisis, este volvió a dar positivo.
La edición del año siguiente supuso la primera aparición de los Lagos de Covadonga como final de etapa, una ascensión que se convertiría, con el paso de los años, en la subida más emblemática de la Vuelta a España. En 1984 se disputó la edición que terminó con la diferencia más pequeña entre el primer y el segundo clasificado. Eric Caritoux, un completo desconocido hasta entonces, logró adjudicarse la Vuelta con tan solo seis segundos de ventaja sobre Alberto Fernández, segundo clasificado, quien moriría en diciembre de ese mismo año en un accidente de tránsito y en cuyo honor la organización de la Vuelta decidió bautizar a partir de la siguiente edición a la cima de la carrera como la Cima Alberto Fernández en homenaje a este gran ciclista.
A partir de 1985 y hasta un poco después del final de la década de los 80 se observó un auge del ciclismo colombiano (con permiso de Álvaro Pino en 1986Francisco Rodríguez (tercero en el 85) u Oscar de Jesús Vargas, tercero en el 89, empiezan a tomar fuerza. Sin embargo, los líderes del ciclismo colombiano fueron Lucho Herrera, vencedor de la carrera, de la clasificación de la montaña y de varias parciales en 1987, y Fabio Parra (2º en 1989), vencedor de la clasificación de novatos en el 85, 5º en otras cuatro ocasiones y ganador de algunas etapas. A pesar del destacado papel de los colombianos, el principal dominador de la vuelta en esa época fue Pedro Delgado con dos victorias (1985 y 1989), un segundo puesto y dos terceros.
), que presentó un fuerte dominio sobre todo en las etapas de montaña. Nombres comoReseñar que durante esta década hubo buenos gregarios y buenos corredores para el recuerdo, como Federico Echave, Iñaqui Gastón, Julián Gorospe, Vicente Belda, Alberto Fernández, Raymon Dietzen, Blanco Villar, Pepe Recio, Eduardo Chozas, Marino Lejarreta, y Enrique Aja; y equipos como el Teka, Dormilón, Huesitos, Reynolds, Bh, y Orbea, que durante aquellos años corrían por las carreteras españolas.
La primera mitad de los años 1990 estuvo marcada por el dominio del suizo Tony Rominger, el primer ciclista que consiguió ganar tres veces la carrera de forma consecutiva, entre 1992 y 1994. En el año 93 Tony Rominger ganó las clasificaciones individuales. En aquellos años 1990 La Vuelta podía contar con el potencial de dos de los mejores equipos españoles que ha habido: la Once y el Banesto con destacados planteles de buenos corredores nacionales e internacionales. También puede destacarse el Clas Cajastur, que luego fue absorbido y terminó siendo el Mapei.
La edición quincuagésima de la Vuelta, disputada en 1995, coincidió con el cambio de fechas. La Vuelta a España pasó a disputarse en septiembre, cerca ya del final de temporada. Aquel año, Laurent Jalabert logró vencer en todas las clasificaciones, algo que nadie más ha logrado en la ronda española. El francés fue también vencedor en cuatro ocasiones de la clasificación por puntos, igualando el récord conseguido por Kelly en los 80.
Los dos años siguientes estarían dominados por otro suizo, Alex Zülle, que aún hoy en día posee el récord de haberse enfundado más maillots amarillos hasta la fecha (48).
En 1997, la Vuelta comenzó por primera vez en un país extranjero. Lo hizo en Lisboa, con motivo de la Expo '98.
La ascensión al Alto de l'Angliru forma parte de una etapa por primera vez en 1999, con el triunfo de José María Jiménez, cuatro veces ganador de la clasificación de la montaña. La fama del puerto creció rápidamente a causa de su dureza y la espectacularidad de la subida. A partir de esta edición se introdujo el maillot oro para identificar al líder de la general. El vencedor, el alemán Jan Ullrich, fue el primero en ganarlo.
Las primeras ediciones de los años 2000 estuvieron marcadas por el dominio de Roberto Heras, que logró alcanzar la victoria también en tres ocasiones, e incluso en 2005 lo consiguió por cuarta vez. Sin embargo, y como ya sucediera con Ángel Arroyo en 1982, fue descalificado días después del término de la competición al dar positivo en un control antidopaje, esta vez por consumo de EPO. Dicho positivo fue ratificado días después por el contraanálisis y Roberto Heras fue desposeído de su cuarto título, en beneficio del ruso Denís Menshov.
El 24 de junio de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anula la sanción por dopaje impuesta el 7 de febrero de 2006 y dictada por el Comité Nacional de Competición y Disciplina Deportiva de la Real Federación Española de Ciclismo, dejando abierta la puerta a la recuperación del título de la Vuelta a España 2005 a Roberto Heras.
El 21 de diciembre de 2012 el Tribunal Supremo de Justicia confirma la anulación de la sanción al corredor bejarano por una serie de irregularidades en la práctica de los análisis, entre ellas que las muestras se entregaron casi 40 horas después, a temperatura ambiente, por persona o empresa que se desconocía, con lo que Roberto Heras vuelve a aparecer en el palmarés de la Vuelta a España como ganador de la edición 2005, siendo además el único ciclista que ha ganado esta carrera en cuatro ediciones.
En el 2006 y tras una dura pugna con el entonces líder del UCI Pro Tour, el murciano Alejandro Valverde, resultó vencedor el kazajo Alexandre Vinokourov. En la edición de 2007 Denís Menshov volvió a alzarse con el triunfo en la general seguido, a más de tres minutos, por los españoles Carlos Sastre y Samuel Sánchez. En 2008, el ganador fue el madrileño Alberto Contador, vencedor aquel mismo año del Giro de Italia, y que conseguía así convertirse en el primer español en ganar las tres Grandes Vueltas. En 2009, la Vuelta comenzó en Drenthe, Holanda, pasando por Bélgica y Alemania. El vencedor final fue el murciano Alejandro Valverde, quien adoptó una postura conservadora sin ganar ninguna etapa y esprintando en los metros finales para lograr bonificaciones. Sus principales rivales fueron Samuel Sánchez (segundo clasificado), Cadel Evans (tercero), Ivan Basso, Robert Gesink y Ezequiel Mosquera. Todos ellos sufrieron caídas decisivas o pinchazos inoportunos como el de Evans en Monachil, que allanaron a Valverde su conquista del último jersey oro.
La edición de 2010 presenció la reimplantación del jersey rojo, que fue para Vincenzo Nibali tras imponerse en su duelo con Ezequiel Mosquera tras la caída de Igor Antón, en un año en que se subió por primera vez la Bola del Mundo.
Las ediciones posteriores al año 2010 trajeron un cambio en el modelo de la Vuelta. Se incrementaron los finales con altos o puertos explosivos que elevaron el interés de los espectadores a costa de reducir la dureza intermedia que no era tanta hasta ese momento. Además, se cambió el color del maillot de líder, que a partir de entonces fue el jersey rojo.
Así, figuras como Christopher Froome, Vincenzo Nibali, Alberto Contador, Alejandro Valverde, Joaquim Rodríguez, Nairo Quintana, Fabio Aru y Bradley Wiggins contribuyeron a internacionalizar la Vuelta. A pesar de no ascenderse tantos grandes puertos como en el país transalpino la Vuelta se sitúa como la segunda carrera en participación de primeras figuras de las tres grandes. Fue debido a que se propició que los corredores pudiesen correr el Tour y la Vuelta al ser de los mismos organizadores: Amaury Sport Organisation, y ofrecer un recorrido favorable para ello: poca dureza global pero muchos finales en alto. Hay que destacar que la organización mejoró los recorridos buscando finales nuevos con rutas por carreteras secundarias muy interesantes. Gracias a ese deseo de mejorar los recorridos, se incluyeron nuevos puertos o altos como La Camperona, Ancares, Santuario de la Virgen de Alba, Jitu de Escarandi, Mas de Costas, o la Zubia, todos finales en alto excepto Ancares.
Aparte del éxito de audiencias, esta década trajo la desaparición de equipos de ciclismo como el Euskatel. El panorama de patrocinadores españoles se complicó notablemente y apenas hay equipos locales. Muchos ciclistas no encuentran equipo en España.
Las dos últimas ediciones de la década vieron la confirmación del esloveno Primož Roglič (ganador en 2019 y 2020) y la aparición de su joven compatriota Tadej Pogačar (tercero en la Vuelta 2019 y vencedor en el Tour de 2020). Por otro lado, la Vuelta de 2020 se vio marcada por la COVID-19, que obligó a retrasar la prueba hasta el otoño. Desde el punto de vista organizativo, pese a la mínima presencia de público en las carreteras motivada por la pandemia, la carrera se pudo completar satisfactoriamente, y no se registró ningún caso de infección entre los ciclistas participantes.
Desde el año 2009, las llegadas a Madrid se hacen en la plaza de Cibeles, y no en la plaza de Lima como era el caso justo antes.
El club es reducido: Jacques Anquetil, Jan Janssen, Felice Gimondi, Roger Pingeon, Luis Ocaña, Eddy Merckx , Bernard Hinault, Joop Zoetemelk, Pedro Delgado, Jan Ulrich, Alberto Contador, Vincenzo Nibali y Christopher Froome.
Para facilitar el reconocimiento del líder en carrera, este suele portar un maillot con un color determinado, como sucede en el Tour de Francia (maillot amarillo) y en el Giro de Italia (maglia rosa). El maillot de líder de la Vuelta a España no ha sido siempre del mismo color. Hubo varias suspensiones de la carrera y los distintos organizadores que la rescataron eligieron sus colores. Empezó siendo naranja (1935 y 36), luego blanco (1941), otra vez naranja (1942), incluso fue rojo cuando la carrera la cogió el Diario Ya en 1945, aunque luego cambió a blanco con una franja horizontal hasta 1950. En 1955, El Correo resucitó la Vuelta y eligió el amarillo como distinción para el primer clasificado de la prueba, a semejanza del utilizado en el Tour de Francia. Exceptuando el año 1977, en el que el color fue naranja, el maillot amarillo se mantuvo hasta 1998 y desde 1999 hasta 2009 pasó a ser de color oro. Desde la edición de 2010 se instauró el jersey rojo, y el maillot de líder, así como el pantalón y el casco, son de color rojo.
Los líderes de las distintas clasificaciones suplementarias también llevan maillots identificativos desde 1950 (con anterioridad, aún existiendo una clasificación de la montaña oficial, no se distinguía al líder de la misma). El color azul estuvo durante bastante tiempo asociado al líder de la clasificación por puntos y el color verde al líder de la clasificación de la montaña (en algunas ediciones su coloración fue roja o granate). El color rojo se asoció durante bastantes años al liderato en la clasificación de las metas volantes. Otras clasificaciones que han existido durante la disputa de la ronda española, como los sprints especiales o la combinada, tuvieron diferentes maillots dependiendo de la edición. Desde 1994 y hasta el 2009 (ambos inclusive), el maillot de la regularidad (o por puntos) pasó a tener una tonalidad granate, mientras que el maillot de la montaña, pasó a ser blanco.
Los demás líderes de las demás clasificaciones a partir de la edición 2010 son exactamente iguales que los del Tour de Francia (salvo el de la montaña, que tiene los lunares azules en vez de rojos) para evitar confusiones a los aficionados no expertos en ciclismo.
Otra característica diferenciadora sobre otras Grandes Vueltas es que no había existido clasificación de los jóvenes hasta la edición de 2019 y en su lugar se utilizaba la clasificación de la combinada que tiene en cuenta los puestos de los corredores en la clasificación general, la clasificación por puntos y la de la montaña. En el año 2019 desaparece la clasificación de la combinada y el maillot blanco pasa a representar al mejor joven.
Las alabanzas al modelo de recorridos de la Vuelta se han centrado en que «todos los días pasa algo», debido a la elaboración de recorridos de etapas con algún tipo de aliciente, de forma que no pasen demasiados días seguidos sin que se produzca algún tipo de actividad entre los favoritos de la carrera.
Las críticas se centran en la proliferación de finales en alto, que se argumenta que impiden los ataques lejanos porque con atacar unos pocos kilómetros cada día sin riesgo vale para sacar tiempo; así como la falta de contrarreloj (tendencia que también están adoptando las otras Grandes Vueltas), que fuerce a los escaladores a atacar en montaña; y la falta de inclusión de puertos de montaña de similar dureza a los de Giro de Italia y Tour de Francia, hacen de la vuelta una carrera menor. Se critica especialmente la ausencia de puertos de paso de categoría especial que puedan romper la carrera lejos de meta, ya que en la Vuelta 2012 hubo uno (San Lorenzo) y en el Giro de Italia 2012 y el Tour de Francia 2012 hubo siete y seis, respectivamente, en cada uno. De hecho son conocidos los «especiales de paso» del Gavia y Mortirolo (en el Giro de Italia) o el Aubisque, Tourmalet y Galibier (en el Tour de Francia) mientras en la Vuelta no hay ningún puerto conocido de esas características debido a que casi siempre se utilizan como «final en alto», y el puerto más alto de la carrera casi siempre suele ser «final en alto». Además, la «etapa reina» se sitúa en las últimas jornadas con lo que no hay necesidad de arriesgar con ataques lejanos hasta después de esa etapa debido a las escasas diferencias y ya después apenas hay oportunidades para hacerlo. Todo esto provoca que todas las etapas tengan un desarrollo parecido y que las diferencias sean mínimas equiparando su desarrollo a muchas carreras de una semana.
Es significativo que históricamente la Vuelta a España sea la Gran Vuelta con menos dureza, cuando en España se encuentra la carretera más alta de Europa (pico Veleta a 3367 msnm, con múltiples vertientes y puertos para acceder a ella) y sea uno de los países más altos de Europa con 650 metros de media solo por detrás de Suiza, Andorra, Austria y Liechtenstein con la diferencia que en ellos no hay costa (habitualmente a 0 msnm). El ejemplo más significativo es que puede pasar de los 0 msnm de la Costa de Almería hasta más de 2000 msnm de la Sierra de Los Filabres en menos de 50 km.
Debido a que el criterio para catalogar un puerto de categoría especial es subjetivo en este cuadro se muestran los puertos/altos con más de 2000 msnm que hay en la península ibérica de España -se omiten las islas por motivos logísticos- y las veces que se han pasado en la Vuelta a España para demostrar el escaso uso de puertos de estas características, normalmente con más de 1 hora de ascension, en la ronda española.
En 1996 el asturiano y director de información de la ONCE, Miguel Prieto, después de visitar El Gamonal se puso en contacto con la empresa organizadora de la Vuelta Ciclista a España (Unipublic) proponiendo dicha ascensión como final de etapa. Esta propuesta no cayó en saco roto, estando como estaba en ese momento La Vuelta buscando un final de etapa del mismo renombre, resonancia y dureza como era la ascensión a los Lagos de Covadonga. En 1997 el Ayuntamiento de Riosa arregló la carretera y en 1999 fue por primera vez final de etapa. Junto a los mencionados Lagos y Sierra Nevada este puerto se convirtió en uno de los tradicionales finales en alto españoles de la ronda española al ascenderse, habitualmente, cada 3 o 4 años.
Para saber más sobre esta etapa, véase Alto de l'Angliru
Notas:
Otras clasificaciones y datos estadísticos
Ciclistas de 34 países han logrado obtener una o más victorias de etapa.
Para más datos, véase Datos estadísticos de la Vuelta a España
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