Unidades de voluntarios:
Rusia:
Fuerzas militares ucranianas:
La crisis de Crimea de 2014 es una crisis diplomática internacional que sobrevino en Ucrania tras el fin del gobierno de Víktor Yanukóvich producto de las protestas del Euromaidán. Estas protestas, realizadas principalmente en la zona noroccidental del país para apoyar el acercamiento de Ucrania hacia la Unión Europea, fueron rechazadas por comunidades rusófilas de la zona suroriental del país, compuestas en su mayoría por rusos étnicos y ucranianos rusófonos.
Tras el derrocamiento de Yanukóvich el 22 de febrero de 2014, diversos grupos prorrusos se manifestaron en contra del nuevo gobierno en Kiev y proclamaron sus anhelos de estrechar sus vínculos (o inclusive reintegrarse) con la Federación de Rusia. Estas protestas se han concentrado en la península de Crimea y algunos óblast en la zona fronteriza entre Rusia y Ucrania. Varios gobiernos regionales, propusieron referendos separatistas y se produjeron una serie de revueltas militares, incluyendo tanto tropas locales como tropas rusas. El 6 de marzo de 2014, las autoridades de la República Autónoma de Crimea anunciaron la convocatoria a un referéndum para el 16 de marzo siguiente para reintegrarse formalmente a Rusia. Las autoridades de la ciudad autónoma de Sebastopol, en tanto, aprobaron su reintegración ese mismo día.
Las autoridades rusas declararon que la movilización de tropas tenía el objetivo de garantizar la integridad de los rusos habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se normalizara la situación socio-política.Estados Unidos y miembros de la Unión Europea, quienes han declarado que Rusia ha actuado de forma contraria al Derecho internacional y han amenazado con sanciones contra dicho país si no se retira del territorio ucraniano. El día 11 de marzo, Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon su independencia de Ucrania, previo restablecimiento de la constitución de 1992, ley fundamental que consideraba a la república como un territorio soberano con una ciudadanía y una policía propias, que delega voluntariamente competencias a Ucrania y tiene derecho a tomar sus propias decisiones y fija sus relaciones con Kiev con base en un tratado mutuo«El Parlamento de Crimea restablece la Constitución»., proclamando la República de Crimea, reconocida solo por Rusia. El 18 de marzo, los líderes de la República de Crimea, Serguéi Aksiónov y Vladímir Konstantínov, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el alcalde de Sebastopol, Anatoli Chali, firmaron el tratado de anexión de dos nuevos territorios federales a Rusia.
Estas operaciones militares han sido rechazadas por diversos gobiernos, especialmente porEn la Alta Edad Media, las tribus eslavas orientales ocupaban el territorio comprendido entre el Lago Ládoga, pasando por el río Dniéper, hasta el mar Negro, siendo la porción sur vasallos de los jázaros. Durante la segunda mitad del siglo IX y el transcurso del siglo X, los varegos unifican a Rusia en una federación en torno al principado de Kiev tras una serie de alianzas para enfrentar los ataques de jázaros y otros clanes turcos provenientes del Cáucaso Norte y Asia Central, y a mediados del siglo X fundan ciudades en la costa de la península de Crimea. Es en Crimea donde en 988 el príncipe Vladimiro I de Kiev se bautiza, iniciando así la cristianización de Rusia. Luego con el debilitamiento de la dinastía Rúrika y la invasión de pueblos turcos y mongoles en el siglo XIII, Rusia queda sometida a la Horda de Oro. En 1475, la península fue invadida por diversos clanes turcos (que luego se convertiría en los llamados "tártaros de Crimea"), que establecieron el Kanato de Crimea que sería un protectorado del Imperio de los turcos otomanos hasta 1777, época en que desaparecieron los últimos godos de Crimea o gotnios, etnia nativa de la zona. La economía tártara dependía fuertemente de la venta anual de miles de esclavos de origen eslavo al Imperio otomano y a otros estados islámicos, que eran capturados mediante redadas a poblados rusos y polacos; durante tres siglos se mantuvo un masivo comercio de esclavos con el cual se exportó alrededor de 2 millones de eslavos hasta bien entrado el siglo XVIII. En el Janato de Crimea, cerca del 75 % de la población consistía en esclavos.
Durante la guerra ruso-turca de 1735-1739, los rusos atacan a los tártaros y logran penetrar en la península, saquean y arrasan con todo a su paso. Finalmente tras la guerra ruso-turca de 1768-1774, la emperatriz rusa Catalina la Grande avasalla a los tártaros, y en 1783, tras una guerra civil en la península, Catalina interviene, se anexa la península y crea la gubernia de Táurida. Con la revolución bolchevique de 1917 y la creación de la Unión Soviética, en 1921 se funda la República Autónoma Socialista Soviética de Crimea, que perdura hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando debido a la supuesta colaboración de los tártaros con los nazis, Iósif Stalin deroga la autonomía crimea y deporta a los tártaros a Asia Central.
En 1954, ocupaba el puesto de Primer Secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética Nikita Jruschov, sucesor de Iósif Stalin, héroe de la Segunda Guerra Mundial y que había sido Primer Secretario del Partido Comunista de la República Socialista Soviética de Ucrania desde 1938 hasta 1949. En febrero de 1954, coincidiendo con el 300 aniversario del Tratado de Pereyáslav, la óblast de Crimea fue cedida por la RSFS de Rusia a la vecina RSS de Ucrania mediante el ukaz del Presidium del Soviet Supremo de la URSS del 19 de febrero de 1954, firmado por el Jefe de Estado de la Unión Soviética Kliment Voroshílov.
En Moscú la decisión fue aceptada «por la similitud de economías, la proximidad del territorio y los íntimos lazos económicos y culturales entre la región de Crimea y la República Socialista Soviética de Ucrania».Sebastopol, que permanece bajo administración rusa hasta 1978. En 1991, año final de la Unión Soviética, se restablece la autonomía de Crimea. A pesar de tensiones separatistas a lo largo de la década de 1990, Crimea permanece como República Autónoma de Crimea dentro de Ucrania.
Tras la transferencia, se escindeEl 24 de agosto de 1991, el parlamento ucraniano aprueba el Acta de Declaración de Independencia de Ucrania. El acta establecía a Ucrania como un estado independiente y democrático. Anteriormente, el 16 de julio de 1990, el parlamento había aprobado la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania. (Un mes antes, el 12 de junio de 1990, el primer Congreso de los Diputados del Pueblo de la RSFS de Rusia había aprobado la Declaración de Soberanía Estatal de la RSFS de Rusia.)
De acuerdo con el censo de 2001, los rusos étnicos representan el 59 % de los 2 millones de residentes de Crimea. Los ucranianos son el 24 %, mientras que los tártaros de Crimea son el 12 %. Los tártaros crimeos, que son un grupo étnico túrquico originario del territorio de la península entre los siglos XIII y XVII, han estado llegando tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, causando tensiones persistentes con los rusos sobre derechos territoriales. En Sebastópol, los rusos constituyen el 70% de la población. La mayoría de la población que vive en esta región tiene una orientación prorrusa y el idioma ruso es la lengua que predomina en un 97%.
Debido a esta fuerte relación con Rusia, existió en Crimea un importante grupo de la población que favorecía una reincorporación del territorio a la Federación Rusa. Sin embargo, a comienzos de los años 2010 este número había bajado considerablemente. Una encuesta realizada en 2012 con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo cifró en un 38% el apoyo a la anexión rusa de la península, bajando 15 puntos respecto a la medición de 2009. Un 40% de la población apoyaba mantener su autonomía dentro de Ucrania y un 9,9% proponía una Crimea independiente. En 2013, otra encuesta preguntó en diferentes regiones de Ucrania sobre su opinión respecto a una unión entre su país y Rusia. Crimea obtuvo el porcentaje más alto de apoyo, llegando al 35,9%. La misma encuesta fue repetida en febrero de 2014 (algunos días antes de la caída del gobierno de Yanukóvich) y llegó en Crimea al 41%.
Durante la década de 2000, cuando las tensiones entre Rusia y Ucrania aumentaron con probabilidad de un conflicto en torno a Crimea, un informe del Council on Foreign Relations declaró que la dispersión de la manifestación prorrusa (ya sea en apoyo de la prolongación de la flota del Mar Negro o en contra de la posible adhesión de Ucrania a la OTAN) por las fuerzas de seguridad de Ucrania podría convertirse en un detonante de una intervención rusa para proteger «a los compatriotas rusos». Esto, junto con «la falta de atención del gobierno de Ucrania a los tártaros de Crimea» y el correspondiente «cambio de enfoque de Rusia hacia ellos», podría «desencadenar una crisis de Crimea a gran escala involucrando poblaciones rusos, ucranianos y tártaros de Crimea en la península».
Históricamente, el sur del territorio ucraniano formó parte de Nueva Rusia (en ruso: Новоро́ссия, Novoróssiya). La parte occidental de Nueva Rusia (entre los ríos Dniéster y Dniéper) era conocida como Yedisán por los otomanos, la cual había sido anteriormente habitada, junto con la parte central, por la Horda Nogái.
Debido a las incesantes incursiones de los turcos tártaros y otomanos, para capturar rusos y esclavizarlos, se convirtió en una prioridad para el zar de Moscú proteger su frontera en el sur. El Imperio ruso fue ganando control sobre esta zona gradualmente en tratados de paz con el Imperio otomano tras las guerras ruso-turcas de 1735–1739, 1768–1774, 1787–1792 y 1806–1812. La colonización de la tierra, a finales del siglo XVIII, fue dirigida por el príncipe Potiomkin a quien la emperatriz Catalina "la Grande" otorgó poderes de gobernación absolutos sobre el territorio. Las tierras se concedieron generosamente a la nobleza rusa (dvoryanstvo) y se trasladó a campesinos rusos y ucranianos, en régimen de servidumbre, para cultivar lo que hasta entonces era una estepa escasamente poblada. También llegaron colonos extranjeros invitados por Catalina "la Grande" de Alemania, Polonia, Italia, Grecia, Serbia y otros países.
En 1922, tras el triunfo de los bolcheviques en la guerra civil rusa, la nueva dirigencia comunista transfiere los territorios de Nueva Rusia de Rusia a Ucrania.
Existen tropas rusas en Crimea desde el año 1783, cuando la entonces emperatriz Catalina II de Rusia anunció la creación de la Flota del Mar Negro en ese territorio. La base principal se localiza en la ciudad de Sebastopol.
Desde 1997, luego de la disolución de la Unión Soviética y de la independencia ucraniana, Rusia arrendó la base a Ucrania por un precio anual de unos 100 millones de dólares. El acuerdo se acordó por un plazo de 20 años e incluyó el estacionamiento de las flotas rusa y ucraniana en bases separadas. En 2010 el contrato de arrendamiento fue extendido hasta 2042.
En la actualidad, un 70 % de la infraestructura de la Flota del Mar Negro rusa se encuentra en Crimea. En el territorio ruso la flota solo mantiene la base de la ciudad de Novorossíisk.
La noche del 21 de noviembre de 2013, en Kiev, tuvieron lugar las primeras manifestaciones de índole europeísta debido a la suspensión de la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio entre Ucrania y la Unión Europea.
El 22 de febrero, tras varios meses de protestas y disturbios y tras el llamado Jueves Negro (20 de febrero de 2014) en el que murieron más de 60 manifestantes en este marco de tensión, los manifestantes opositores tomaron las riendas del país y ocuparon irregularmente las principales instituciones con sede en Kiev. Seguidamente, la Rada Suprema tomó el control del país en ausencia de buena parte de sus miembros y Oleksandr Turchínov asumió la coordinación del Gobierno y la presidencia del Parlamento, cayendo así el gobierno de Víktor Yanukóvich, que recibió un juicio político, y nombrándose un nuevo gobierno provisional a cargo de Arseniy Yatsenyuk. Rusia no reconoció este gobierno como autoridad legítima de Ucrania y declaró que lo ocurrido fue un «golpe de Estado».
Tras el derrocamiento de Yanukóvich del poder por segunda vez en nueve años (en la primera ocasión como primer ministro), el Congreso de diputados y gobernadores regionales del Este y Sur de Ucrania hizo un llamamiento a la resistencia y acusó a la oposición de incumplir el acuerdo de paz que había sido firmado el 21 de febrero con el destituido presidente. A partir de entonces, residentes de la mitad suroriental de Ucrania se manifestaron en contra del nuevo régimen en Kiev.
Al día siguiente de asumir el nuevo gobierno, la Rada Suprema ucraniana votó la abolición de la ley sobre las lenguas de las minorías, aprobada en 2012 y que establecía que en los raiones donde un determinado idioma fuese hablado por al menos 10 % de los habitantes, dicho idioma podía adquirir el rango de lengua cooficial. La abrogación de dicha ley afectaría a los hablantes de ruso (cooficial en todo el este y sur de Ucrania, además de algunos raiones en Kirovogrado, Cherníhiv, Sumi y Zhytómyr), húngaro (cooficial en algunos raiones de Transcarpacia) y rumano (cooficial en algunos raiones de Transcarpacia, Chernivtsí y Odesa).
La propuesta fue rechazada por muchos habitantes de las comunidades bilingües dentro de Ucrania, además de otros países vecinos con importantes minorías en el territorio ucraniano, en particular Rusia. La propuesta incluso fue rechazada por el presidente interino Turchínov, quien afirmó que si bien consideraba la ley como poco balanceada, no firmaría la ley hasta que no existiera una ley de lenguas cooficiales que permitiera reemplazarla.
Resultados de las elecciones parlamentarias de 2012. Por lo general, en el sureste del país, en zonas fronterizas con Bielorrusia, y gran parte de Transcarpacia, el electorado vota a favor del prorruso Partido de las Regiones (en azul). Por otro lado, en el centro del país, el electorado se decanta por el conservador Batkivshchyna (en magenta); en el oeste del país junto con Batkivshchyna también lidera el ultraderechista Svoboda (en granate).
La división norte-oeste vs. sur-este trasciente a las personas y se manifiesta también en el medioambiente;bioma de bosque caducifolio, mientras que la última el paisaje es de estepas. Transcarpacia posee praderas alpinas.
la primera zona presenta unEl 23 de febrero de 2014, en medio de manifestaciones europeístas, el parlamento ucraniano realiza un juicio político con el que destituye al presidente Yanukóvich por «abandonar su cargo». El parlamento asume el poder Ejecutivo y deroga la ley sobre la cooficialidad de los idiomas de las minorías a nivel municipal y provincial, lo que causa gran malestar en la población del sur de Ucrania, predominantemente de habla rusa. El Congreso de diputados y gobernadores regionales del Este y Sur de Ucrania hizo un llamamiento a la resistencia y acusó a la oposición de incumplir el acuerdo de paz que había sido firmado el 21 de febrero con el destituido presidente. Además, algunas provincias del oeste ucraniano, suprimen al otrora oficialista Partido de las Regiones y a su aliado el Partido Comunista de Ucrania.
El 24 de febrero, en Sebastópol, miles de manifestantes deponen al alcalde de la ciudad, que es designado por el parlamento de Kiev, y luego designan a un ruso étnico como nuevo alcalde. Dos días más tarde, el 26 de febrero, se forman brigadas de autodefensas, y alrededor de 3 500 personas salen de Sebastópol a Simferópol, la capital crimea. Al día siguiente, en Simferópol, grupos paramilitares rusófilos tomaron edificios gubernamentales en Crimea, incluyendo la sedes del Parlamento y del Consejo de Ministros, además de un aeropuerto civil y un aeródromo militar. El Parlamento de la República Autónoma de Crimea llevó a cabo una moción de censura y escogió a un nuevo primer ministro, también convocó un referéndum para el 25 de mayo. Al día siguiente, el novel gobierno de Kiev acusó a Rusia de intervenir en los asuntos internos de Ucrania; el gobierno ruso negó que hubiera intervenido.
El 26 de febrero, la tensión separatista con Rusia a cuenta de la península de Crimea —de mayoría prorrusa, y donde tiene su principal base naval la flota rusa del Mar Negro— va en aumento: Vladímir Putin, presidente de Rusia, pone en alerta a las Fuerzas Armadas en las zonas fronterizas con Ucrania, y ordena sorpresivamente ejercicios militares. Desde ese día en adelante, hubo informes de que soldados rusos habían establecido un puesto de control entre las principales ciudades de Crimea de Sebastopol y Simferopol.
En Simferopol, la capital de Crimea, grupos europeístas y prorrusos se enfrentan en las calles. Mientras, en Kiev, el ministro de Interior, Arsén Avákov, anuncia que va a disolver el cuerpo de antidisturbios de la policía, los Berkut. La jornada termina con el apoyo del Maidán al nuevo Gobierno de Unidad Nacional, cuyo primer ministro es Arseniy Yatsenyuk, del Bloque Yulia Timoshenko. Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania y Polonia viajaron a Kiev ese mismo día y se entrevistaron con Yanukóvich. Antes de viajar al país, expresaron su apoyo al Gobierno de Unidad Nacional mediante un comunicado en el que apuestan por la «integridad territorial» del país. «Estamos muy preocupados por la situación inestable de Crimea. Hay que hacer todo lo posible para reducir la tensión en la región oriental y promover el diálogo pacífico entre las partes», precisaron los ministros en un comunicado.
En la madrugada del 27 de febrero, un grupo de hombres armados tomaron sin encontrar resistencia los edificios del Consejo de Ministros y el Parlamento de la República Autónoma de Crimea; la bandera rusa fue izada en ambos edificios.
El 28 de febrero grupos armados prorrusos tomaron dos aeropuertos de Crimea —uno civil y otro militar— en Simferópol y Sebastopol. En los medios occidentales informaron que las tropas rusas tenían movimientos en la región, incluyendo helicópteros militares rusos que se desplazaban dentro de la península y camiones del ejército rusos que se acercaban a la capital de Crimea.
El gobierno ucraniano llegó a tildar estos hechos de «acto de invasión rusa», algo que Moscú negó con rotundidad. También dijeron que las fuerzas rusas tomaron una base aérea militar ucraniana, desembarcaron tropas en otra base aérea, y rodearon una base de guardacostas. A la vista de los acontecimientos, la Rada Suprema acordó pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El 1 de marzo, las manifestaciones contra el nuevo gobierno ucraniano se fueron extendiendo a la región industrial del Donbás, en el sureste de Ucrania, donde casi el 50% de la población es de etnia rusa y el idioma ruso es hablado por al menos tres cuartos de la población.
En ese mismo día, tras intentos de asalto a los edificios del Consejo de Ministros y del Consejo Supremo de la República Autónoma de Crimea, el autoproclamado primer ministro de la República Autónoma de Crimea, Serguéi Aksiónov, solicitó la intervención de Rusia; Aksiónov también anunció que se adelanta el referéndum al 30 de marzo. El presidente de la Federación rusa, Vladímir Putin manifestó que «Rusia no ignorará la petición de Crimea», e instó al Consejo de la Federación a que autorice el envío y empleo de tropas rusas en Ucrania, basándose en el artículo 120 de la Constitución de la Federación Rusa, «por la situación extraordinaria en Ucrania y la amenaza que pesa sobre la vida de los ciudadanos rusos»; la Cámara alta rusa aprobó por unanimidad el uso de las Fuerzas Armadas en Ucrania, a pesar de las advertencias que tanto la Unión Europea como Estados Unidos habían hecho al Kremlin para que no lo hiciera. Rusia advirtió que si el «presidente ilegítimo (Oleksandr Turchínov) usa la fuerza en Crimea y el sureste de Ucrania, será considerado como un criminal de guerra». Como consecuencia, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó una reunión urgente a las 19:00 horas (UTC ±0) para tratar el conflicto. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea también anunciaron una reunión de emergencia para el lunes día 3.
En una conversación telefónica de 90 minutos entre el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, Obama instó a Putin a que repliegue sus tropas a sus bases en Crimea por el motivo de que esta ocupación «viola la ley internacional, incluidas las obligaciones de Rusia bajo la Carta de las Naciones Unidas y el acuerdo de 1997 con Ucrania sobre las bases militares». Putin le replicó que las actuaciones de «elementos ultranacionalistas» representa «una amenaza real para la vida y la integridad de numerosos ciudadanos y compatriotas rusos que se encuentran en territorio ucraniano» y «que si se propaga la violencia a las regiones del este de Ucrania y a Crimea, Rusia se reserva el derecho de proteger sus intereses y a la población rusoparlante que reside allí». En ese mismo día luego de una conversación telefónica entre Putin y la canciller alemana Angela Merkel, Merkel comentó que Putin parece vivir en un «universo paralelo».
Entre enero y febrero de 2014 unos 675 000 ucranianos se han exiliado en Rusia debido a la inestabilidad padecida por Ucrania, según el Servicio de la Guardia de Frontera de Rusia;Bélgorod.
la mayoría lo ha hecho en la fronteriza ciudad deEl 2 de marzo, Yatseniuk calificó de «declaración de guerra» contra Ucrania el despliegue ruso en Crimea y conminó a Putin a retirar sus tropas. Además el ministerio de Defensa movilizó a los reservistas y ordenó a los comandantes militares poner en alerta a sus unidades. Mientras tanto, los Estados Unidos declaró que Rusia «no debe invadir a otro país basándose en razones inventadas con el fin de hacer valer sus intereses, (...) este es un comportamiento del siglo XIX en pleno siglo XXI», y declaró que Rusia «debe comportarse como un país del G8» y amenazó con expulsarla del bloque. Alemania rechazó la posibilidad de expulsión de Rusia del G8, ya que es el único foro de diálogo de Occidente con Moscú; no obstante, se sumó a otras seis potencias al boicot de la cumbre del G8 prevista para junio de 2014 en el balneario ruso de Sochi.
El jefe del consejo regional del Óblast de Chernihiv anunció que los rusos estaban llevando a cabo los movimientos militares en la zona fronteriza entre ambos países el 2 de marzo. El ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania dijo al día siguiente que Rusia había comenzado a acumular tropas en varios sectores de las fronteras del este con Ucrania (en los oblasts de Járkov, Luhansk y Donetsk). Más tarde, el destacamento fronterizo de Lugansk desestimó esas afirmaciones como una desinformación por los medios de comunicación. Ese mismo día, Rusia desplegó 3.500 soldados y equipo pesado en la costa del mar Báltico en Kaliningrado, cerca de las fronteras de Polonia y de Lituania, causando que Lituania y Polonia, miembros de la OTAN, pidiesen protección contra una posible invasión rusa.
Para ese mismo día, las bases militares de Ucrania en Crimea estaban bajo el control de las fuerzas militares rusas.Constitución de Ucrania.
Algunos militares rusos habían bloqueado y sitiado unidades de la marina ucraniana, obligándolos a entregarse. También ocurrieron intentos de desarme, incautación y bloqueos en otras unidades e instalaciones militares. El Frente de Crimea se hizo cargo del edificio de los sindicatos en Simferópol y bajo la bandera rusa anunciaron que protegían laMientras que, el Guetman Sagaidachni —barco insignia de la Flota ucraniana— que estaba regresando a Sebastopol después de participar en maniobras en el mar Mediterráneo y en el golfo de Adén (en el Océano Índico) en el marco de una operación de la OTAN, se negó a obedecer al nuevo Gobierno ucraniano e izó la bandera de la Armada de Rusia, debido a la renuncia del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuri Ilín.
El 3 de marzo, en el inicio de las operaciones bursátiles de la semana, el índice MICEX de la Bolsa de Moscú cae 10,8 % y el índice RTS cae 12%; esta caída fue liderada por el desplome de entre 14 y 22 % de las acciones del consorcio energético Sistemas Energéticos Unidos (21,9 %), la mineras Raspadskaya (21,2 %) y Mechel (20,1 %), los bancos VTB (17,5 %) y Sberbank (14,9% %), y la gigante gasera Gazprom (13,9 %); esto a pesar de que el Banco Central de Rusia había anunciado una subida en la tasa de interés referencial de 5,5% a 7%. Gazprom, anunció que a partir de abril podría suprimir el precio preferencial del gas natural que exporta a Ucrania, sin descartar la posibilidad de cortarle el suministro gasístico por esta haber dejado acumular una deuda ascendente a US$1 550 millones.
El mismo día, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, anunció la construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch que enlazaría la península de Crimea con Rusia. Ese mismo día el canciller ruso, Serguéi Lavrov, durante su intervención en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas declaró que Rusia persigue un objetivo enviando tropas, defender los derechos humanos y que el envió de tropas tenía como objetivo de disuadir a los radicales del uso de la violencia en Ucrania y facilitar la reconciliación nacional. Mientras que, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia afirmó que las unidades de la Flota del Mar Negro rusa, no estaban interfiriendo en los eventos internos de la política ucraniana, sino que llevaban a cabo únicamente movimientos para garantizar la seguridad de la flota y la prevención de posibles ataques de los extremistas y radicales hacia los compatriotas rusos.
El comandante de la fuerza naval ucraniana Denis Berezovsky anunció vía televisión el rechazo hacia el autodeclarado gobierno de Kiev además de declarar su lealtad hacia las autoridades y al pueblo de Crimea. El Gobierno de Crimea anunció la formación de su propio Ministerio de Defensa, y colocó al contralmirante Berezovsky al mando. Kiev decidió la destitución de Berezovsky, además de inculparlo de "alta traición". Fue reemplazado por Sergui Gayduk.
Ese mismo día, las tropas rusas capturaron la base de la Guardia de Fronteras de Ucrania en Balaklava, después de una serie de asaltos repetidos. Hubo una serie de incidentes en los que los civiles locales pidieron a los soldados rusos que no provocasen al ejército ucraniano. Cerca de la noche, cinco vehículos con soldados de la flota rusa del mar Negro se rompieron a través del puesto de control fronterizo en Kerch.
Fuentes del ministerio de Defensa ucraniano alegaron que el comandante de la Flota del mar Negro ruso, el vicealmirante Aleksandr Vitko, había emitido un ultimátum oficial a todos los militares ucranianos en servicio para rendirse a las 05:00 (UTC +2) del 4 de marzo o enfrentarse a una confrontación militar. Estas acusaciones fueron negadas por el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y por un representante de la sede de la Flota del mar Negro. La fecha límite llegó y pasó sin ningún incidente.
Observadores de derechos humanos confirmaron que soldados rusos estaban de pie abiertamente en el perímetro de la aldea ucraniana de Perevalne. El 4 de marzo de 2014, el ministerio de Defensa de Ucrania anunció que hombres armados intentaron sin éxito hacerse con el control de la nave de mando Slavutych por la fuerza. Para las horas de la mañana, 23 de las 34 unidades militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania desplegadas en Crimea juraron su lealtad a la república autónoma, según afirmó el diputado municipal de Sebastopol, Gennadi Básov, que participó en las negociaciones con comandantes ucranianos. También fue confirmado por el primer ministro.
Horas más tarde, el gobierno ruso anunció el fin de los «juegos militares»;
tras esto los mercados bursátiles de Europa se recuperaron, destacándose la bolsa moscovita que tuvo un alza de 6 % tras el colapso de la jornada previa. Para el 5 de marzo, más de 5.500 ucranianos habían solicitado la ciudadanía rusa, según afirmó el Servicio Federal de Migración de Rusia.
El Ayuntamiento de la ciudad de Sebastópol adoptó en una reunión extraordinaria del 6 de marzo la decisión de formar parte de Rusia como territorio federal. Al mismo tiempo declara su apoyo al referéndum de Crimea. Los concejales hicieron referencia en su decisión a la Carta europea de la autonomía local, las cláusulas 38 y 69 de la Constitución de Ucrania, el artículo 1 de la Convención internacional de los derechos económicos, sociales y culturales y el artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En la misma jornada, marineros rusos hundieron el crucero Ochakov que estaba fuera de servicio y se encontraba en la entrada de la bahía Donuzlav en el oeste de Crimea.
El 7 de marzo, se informó que hombres armados irrumpieron en la base militar ucraniana A-2355, en Sebastópol, y el Ministerio de Defensa ucraniano afirmó que la base había sido tomada por fuerzas rusas. Ese mismo día, unas 65.000 personas se manifestaron en el centro de Moscú para apoyar la anexión de Crimea a la Federación Rusa, culminando la manifestación con un mitin en los alrededores del Kremlin. Mientras, los dos presidentes de las cámaras del Parlamento ruso respaldaron la opción histórica de Crimea y afirmaron que apoyarían el ingreso de este territorio en la Federación Rusa si así se decidía en el referéndum.
Ese mismo día las emisiones de tres canales de la televisión de Ucrania fueron cortadas en la península de Crimea, incluida la mayor emisora local que no era administrada por el estado de Crimea, y dos que fueron sustituidas por la televisión estatal rusa.
El 8 de marzo, personal armado sin identificar abrió fuego contra un avión tripulado por miembros del Servicio de Guardia de Fronteras Estatales de Ucrania, cerca de la ciudad de Armyansk en Crimea. No se reportaron víctimas. Además, el ejército ruso entró en el territorio del pueblo Chongar en el Raión de Genichesk en el Óblast de Jersón.
Para el 9 de marzo el Gobierno de Crimea anunció que controlaba la mayoría de las unidades militares del Ministerio de Defensa ucraniano en la península. También en ese día en varias ciudades de la región oriental de Ucrania se celebraron manifestaciones solicitando referéndums para decidir su incorporación a la Federación de Rusia.
En la misma jornada, el Ministerio de Defensa de Ucrania informó que 80 soldados rusos en camiones y con el apoyo de entre 40 y 50 civiles irrumpieron y tomaron el aeródromo de la marina en Novofedorivka, en Crimea. La base aérea había sido sobrevolada previamente por cuatro helicópteros rusos Mi-24. Otra pista de aterrizaje fue capturada ese mismo día en Dzhankoy, y se informó de la presencia de tropas rusas en Kerch.
El 10 de marzo medios locales informaron que militares sin identificación tomaron el Hospital Militar de Simferópol, donde trabajaban militares ucranianos, como así también un aeropuerto militar cerca de la localidad de Saki. Mientras, Rusia siguió reforzando Crimea con más tropas a través del estrecho de Kerch donde, según testigos, se vieron decenas de camiones militares rusos dirigiéndose hacia el norte, para impedir supuestamente el avance de una brigada de paracaidistas ucraniana. En ese mismo estrecho, el depuesto presidente Yanukovich y el entonces presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, acordaron en 2010 la construcción de un puente para unir la ribera ucraniana con la rusa, que en estos momentos se está intentando acelerar para un posible bloqueo por el norte.
El 11 de marzo, el Consejo Nacional de Radio y Televisión de Ucrania ordenó a los proveedores ucranianos que a partir de las 15:00 GMT dejaran de emitir programas de los principales canales rusos. Esto provocó reacciones en Rusia, donde el ministro de Asuntos Exteriores envió un comunicado a la OSCE denunciando una «violación a la libertad de expresión». En horas de la tarde, cinco cadenas rusas dejaron de emitir en territorio ucraniano.
En el mismo día 11 de marzo, Crimea y la ciudad de Sebastopol proclamaron su independencia de Ucrania, declarando la República de Crimea con 78 votos a favor de un total de 100 miembros en el Parlamento de Crimea. La acción fue considerada ilegítima por el gobierno ucraniano, al igual que Estados Unidos. Rusia, sin embargo, consideró legítima esta declaración. Debido a esto, la Rada Suprema de Ucrania amenazó con iniciar el proceso de disolución del Parlamento de Crimea si las autoridades de la península continuaban con el proceso de anexión a Rusia. El gobierno de Crimea hizo referencia en su decisión a la opinión consultiva sobre Kosovo en el que la Corte Internacional de Justicia declaró que el derecho internacional no contiene ninguna prohibición de que tales declaraciones de independencia, un argumento que ya había sido refutado por eruditos y políticos como discutible debido al ambiente político incierto que se vive en la región.
El 13 de marzo, el presidente del Parlamento de Crimea aseguró que en caso de aprobarse el referéndum, la anexión de la península a Rusia se produciría en no más de dos semanas. Además, las autoridades de Crimea anunciaron que habían tomado el control de yacimientos de petróleo y gas en los mares Negro y de Azov, así como de las plataformas de gas y petróleo de una empresa estatal ucraniana. Al mismo tiempo, Rusia expresó su apoyo para el despliegue de una misión de observación de la OSCE en Ucrania, incluyendo Crimea. El presidente de dicha organización consideró el apoyo ruso como un «gran paso hacia adelante».
Un incidente ocurrió al mediodía cuando un avión de reconocimiento del Servicio de Guardia de Fronteras Estatales de Ucrania recibió disparos de vehículos blindados rusos cerca de la ciudad fronteriza de Armiansk, sin bajas.
La tensión militar siguió presente en la zona en vísperas del referéndum: el ejército ruso realizó maniobras militares en el mar Mediterráneo, dos días después de que buques estadounidenses, rumanos y búlgaros realizaran ejercicios navales en el Mar Negro. Además, en la misma jornada, seis cazas rusos Su-27 y tres aviones de transporte militar aterrizaron en una base militar de Bielorrusia para realizar maniobras de protección conjunta del espacio aéreo.
El 14 de marzo, las "fuerzas de autodefensa" evitaron un intento de dañar una parte de un gaseoducto en Crimea por un grupo de personas que se presentaban como agentes de la Guardia Fronteriza de Ucrania. Debido a esto, el primer ministro solicitó al Comandante de la Flota del Mar Negro, Alexander Vitko, que vigilara la estación de distribución de gas de la región con vistas a «garantizar la seguridad energética de la República Autónoma de Crimea y el buen funcionamiento de las infraestructuras».
También en Crimea se llevó a cabo una «jornada de relexión», antes del referéndum y llegaron a la región 70 observadores de varias nacionalidades.
Mientras que en Moscú se manifestaron alrededor de 18.000 personas por la situación en Crimea, de los cuales unas 15.000 en apoyo a las acciones de Rusia y unas 3.000 en contra. El 27 de febrero, el mismo parlamento de Crimea anunció la convocatoria de un referéndum regional sobre el futuro político de la región autónoma.6 de marzo el parlamento de Crimea aprobó por unanimidad una moción que preveía la incorporación a Rusia y el viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgaliev, declaró que el referéndum sobre la autonomía de la región se adelantaría al domingo 16 de marzo y consultaría sobre la ampliación de las facultades de la autonomía dentro de Ucrania o el ingreso en la Federación de Rusia. Además, las boletas estarían en tres idiomas: ruso, ucraniano y tártaro de Crimea (con el alfabeto cirílico). Este referéndum fue considerado «inconstitucional» por el Tribunal Constitucional de Ucrania, por lo que este ordenó el cese de la actividad de todas las comisiones electorales que preparaban la consulta y prohibió a las autoridades crimeas financiar el referendo. Además, varios países occidentales condenaron el referendo. Mientras, la ciudad especial de Sebastopol también celebró su propio referéndum.
ElValentina Matvienko anunció el 7 de marzo, tras una reunión con el líder del Parlamento de Crimea, que si dicha región decidía unirse a Rusia «la república será un sujeto pleno en la Federación Rusa, con todos los derechos y atribuciones». Los tártaros de Crimea anunciaron que harían un boicot y no participarían en la votación. El 13 de marzo, John Kerry anunció que si se celebraba el referéndum en Crimea, Estados Unidos y la Unión Europea aplicarían sanciones contra Rusia.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió el 15 de marzo para tratar una resolución que rechazaba la realización del referendo en Crimea. La resolución contó con el voto favorable de 13 países; además, a la propuesta elevada por Estados Unidos se sumaron Argentina, Australia, Chad, Chile, Corea del Sur, Francia, Jordania, Lituania, Luxemburgo, Mali, Nigeria, el Reino Unido y Ruanda, mientras que la República Popular China se abstuvo. La resolución fue rechazada únicamente por Rusia, que al tener derecho a veto, evitó que esta fuera aprobada.
El 16 de marzo a las 8:00 (hora local) se abrieron 1.205 colegios electorales, a las que estuvieron citados un millón y medio de crimeos. Las autoridades de la península dieron por hecho que el 70 % de los votantes apoyaría la unificación con Rusia. Las mismas autoridades también anunciaron que habría una alta participación, incluso de los tártaros de Crimea. En cuanto a los observadores, llegaron un total de 135 de 23 países. Estos declararon a los medios que el referéndum se desarrolló de manera normal y tranquila.
En Sebastopol, donde también se llevó a cabo el referéndum, hubo unas 305.000 personas habilitadas para votar y funcionaron 192 colegios electorales.
En las ciudades de Donetsk y Lugansk se celebraron al mismo tiempo mítines y manifestaciones de apoyo al referendo sobre la federalización de Ucrania y en apoyo a la consulta del sobre estatus de Crimea.
Dmitri Yarosh, líder del movimiento Sector Derecho de Ucrania, que forma parte del nuevo Gobierno, amenazó con hacer estallar un gasoducto a través de que Rusia suministra gas a Europa, según medios ucranianos. Además se reportaron ataques DDoS a los sitios del referéndum y del Parlamento de Crimea. El sitio web del referéndum fue atacado desde las direcciones de inteligencia de Estados Unidos, según el ministro de Información y Comunicaciones de Crimea, Dmitri Polonski.
A las 20:00 (hora local) finalizaron los comicios. La comisión del referéndum anunció que la participación total fue del casi 90 % en Sebastopol y un 80 % en el resto de la península. El jefe del grupo de los observadores internacionales anunció que el plebiscito se celebró de conformidad con las normas internacionales, cumpliendo con los procedimientos democráticos. Según un sondeo a boca de urna del Instituto de investigación política y sociológica de la República de Crimea, el 96.7 % de los votantes eligió la anexión a Rusia y un 2.1 % la restitución de la Constitución de 1992. Ya por la noche, y tras la difusión de los primeros resultados, hubo festejos en calles y plazas de varias ciudades de la península, principalmente en Simferopol.
En la misma jornada, los ministros de Defensa de Rusia y Ucrania acordaron una tregua en las bases de Crimea hasta el 21 de marzo, según el ministerio ucraniano de Defensa. El ejército ucraniano comenzó a reponer suministros en sus instalaciones de Crimea, según el ministerio ucraniano de Defensa, mientras que los funcionarios de Crimea dijeron que las tropas de las bases «se les daría una salida segura».
Por la noche en Moscú se organizó una caravana de 350 automóviles para apoyar la anexión de Crimea a Rusia, cuya ruta incluyó avenidas del centro de la ciudad y pasó simbólicamente por el Puente de Crimea, uno de los más reconocidos de la capital rusa.
Los resultados finales se dieron a conocer el 17 de marzo. Con una participación del 89,51 %, en Sebastopol ganó la opción de unirse a Rusia con un 95,6 %. Mientras que en el resto de la península, con una participación del 83.1 % también ganó dicha opción con el 96,77 % de los votos.
Los concejales del Ayuntamiento de Sebastopol votaron a favor de la integración de la ciudad en la Federación de Rusia como territorio federal, es decir, como una entidad aparte del resto de Crimea, con el mismo estatus de las ciudades de Moscú y San Petersburgo. El Parlamento de la República de Crimea votó con 85 votos a favor, la anexión a Rusia y declaró el «Estado soberano independiente República de Crimea». El gobierno de la República de Crimea instó a todos los países del mundo a que reconocieran el Estado constituido por el pueblo crimeo. También, una delegación del Parlamento de Crimea viajó a Moscú para reunirse con la Duma Estatal y el Consejo de la Federación para adoptar los actos jurídicos y normativos para la entrada de la península en la Federación Rusa.
Además, se decidió abandonar el huso horario de Kiev (UTC+2) y adaptar el horario de Moscú (UTC+4) a partir del 30 de marzo y se declaró al rublo ruso como moneda oficial, usándose junto con la grivna ucraniana hasta 2016.
El presidente del Parlamento de Ucrania y presidente interino en funciones del país, firmó una orden de movilización parcial de los reservistas del Ejército de Ucrania en vista del «agravamiento de la situación político-social en Crimea». Un diputado del Parlamento ucraniano presentó un proyecto de ley sobre la ruptura de relaciones diplomáticas con Moscú, la revocación de los acuerdos bilaterales y la solicitud de anexión de Ucrania a la Unión Europea y la OTAN.
El gobierno ruso pidió el reconocimiento y el respeto del derecho de Crimea a definir su futuro. También propuso a Estados Unidos y a la Unión Europea conformar un grupo de apoyo a Ucrania con una composición que sea aceptable para todas las fuerzas políticas ucranianas. En cuanto a los bienes de la petrolera Chernomorneftegaz y de la empresa de transporte de gas Ukrtransgaz situados en el territorio de la península pasaron a ser propiedad de la República de Crimea, según un comunicado, y además Rusia otorgó a la península unos 410 millones de dólares en ayuda financiera.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que permitió a observadores ucranianos inspeccionar de forma aérea las provincias rusas de Bélgorod y Kursk para que pudieran verificar la «ausencia de actividades militares» y el gobierno ucraniano llamó a su embajador en Moscú a consultas sobre la situación de Crimea. Además, Vladímir Putin firmó un decreto donde reconoció la independencia de Crimea.
En cuanto a los mercados, estos subieron mientras que las preocupaciones de los inversionistas se desvanecían ya que el referéndum transcurrió sin violencia. El Dow Jones Industrial Average aumentó en casi un 1 %. Mientras, el ministro de Defensa de Reino Unido, Philip Hammond, ofreció sus aviones de caza a la OTAN para patrullar el espacio aéreo en Europa Oriental a partir de finales de abril, principalmente en Letonia, Lituania y Estonia. Además, un avión de reconocimiento de radar se dirigió a la frontera de Ucrania para patrullar el espacio aéreo de Polonia y Rumanía.
El 18 de marzo, durante una ceremonia en el Kremlin, los líderes de la República de Crimea, Serguéi Axiónov y Vladímir Konstantínov, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el alcalde de Sebastopol, Alexéi Chaly, firmaron el tratado de anexión de dos nuevos territorios federales a Rusia. Anteriormente, Putin informó al Gobierno y ambas cámaras del Parlamento de la solicitud del Consejo Estatal de la República de Crimea de anexión a la Federación de Rusia y la instauración en Rusia de dos territorios federales nuevos. Tras esto, Putin declaró que Crimea ya era parte íntegra de Rusia.
Ese mismo día, dos personas fallecieron y dos resultaron heridas en Simferopol tras un tiroteo por parte de francotiradores. Las víctimas fueron un vigilante de la Autodefensa de Crimea y un militar ucraniano. Anteriormente, las fuerzas de autodefensa habían recibido el aviso de la presencia de un grupo de los hombres armados en el centro de la ciudad. Cuando se realizaron los procedimientos para verificar la información, desde el inmueble se abrió fuego contra los vigilantes de las autodefensas. El representante del Ministerio del Interior de Crimea señaló que los francotiradores disparaban contra los vigilantes de las autodefensas y contra una unidad militar ucraniana estacionada cerca. Tras esto, el Ministerio de Defensa de Ucrania declaró que permitía a las unidades militares presentes en la península recurrir al uso de armas. La portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Jen Psaki, declaró que Rusia abrió fuego primero, algo que dicho país rechazó. Anteriormente el gobierno ruso había calificado a los hechos como «una provocación», realizada de forma similar a los tiroteos ocurridos en Kiev.
El 19 de marzo durante una manifestación cerca del cuartel general de la Marina de Ucrania en Sebastopol, los soldados ucranianos se alinearon frente a los manifestantes. Finalmente, vehículos de las personas congregadas rompieron la línea y cerca de 800 activistas ingresaron en el cuartel general, izando la bandera rusa y la insignia de la Armada Rusa y cantando el himno de Rusia. Varios militares abandonaron el cuartel general con sus pertenencias, escoltados por las fuerzas crimeas. Además, el comandante jefe de la Flota del Mar Negro rusa se desplazó hasta allí para realizar negociaciones con el mando ucraniano. También se informó que allí capturaron al comandante en jefe de la Armada ucraniana, Serhiy Hayduk, llevándolo a un sitio desconocido. Mientras que Ministerio de Defensa de Ucrania informó de otro incidente en una base naval en Novoozerne (en Odesa), donde un tractor chocó contra las puertas del complejo y bloqueó la entrada. También se informó de la toma de otra base en Crimea por parte de fuerzas prorrusas.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, y el de Sebastopol, Alexéi Chaly, firmaron un acuerdo sobre la cooperación entre las dos ciudades. Además, el Tribunal Constitucional de Rusia reconoció por unanimidad la legitimidad del tratado de anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia. Vladímir Putin, planteó al Ministerio de Transporte ruso la tarea de diseñar y construir un puente a través del estrecho de Kerch «en dos formas»: una ferroviaria y otra para transporte automotor. El ministro de Transporte respondió que además de esas dos opciones se tiene previsto taladrar un túnel subacuático que cruce el estrecho. Además, el Servicio de Migración de Rusia inició la expedición de pasaportes rusos a los habitantes de Crimea y el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania instó al Ministerio de Exteriores ucraniano a introducir un régimen de visados con Rusia.
El Gobierno de Ucrania pidió a las Naciones Unidas que declarara Crimea «zona desmilitarizada» y que obligara a las fuerzas prorrusas a abandonar la zona.
Luego, el presidente de Ucrania dio cuatro horas a las autoridades de Crimea para que liberaran al jefe de la Armada que había sido detenido durante un «asedio» a una base de Simferopol. También señaló que «no es el primer caso de secuestro ilegal de civiles y militares en Crimea». El gobierno interino también aseguró que si las fuerzas de autodefensa crimeas no atendían al ultimátum, la respuesta de Kiev sería «contundente»; mientras que preparaba un plan de evacuación para los militares y sus familias, que continúaban en la península. El comandante en jefe de la Armada de Ucrania fue liberado el 20 de marzo tras una solicitud del ministro de Defensa de Rusia. También a instancias del ministro de Defensa de Rusia, el presidente ruso ordenó reconocer los grados militares otorgados por Ucrania y la instrucción militar recibida durante el servicio a ese país a aquellos militares en Crimea que estuvieran dispuestos a pasar al servicio en las Fuerzas Armadas de Rusia. Además, cerca del mediodía, se informó la detención del presunto francotirador del incidente en Simferópol del día 18. Se trataría de un joven de 17 años originario de Lvov.
Ese mismo día ocurrieron incidentes, donde tropas crimeas y rusas capturaron dos corbetas en Sebastopol izando banderas de la armada rusa,
también una fragata ucraniana se enfrentó con buques de guerra rusos y dos helicópteros de asalto en aguas territoriales ucranianas, hubo presencia de remolcadores en otros sitios y ocurrió un ataque a otra corbeta ucraniana con granadas. El 21 de marzo el Consejo de la Federación, ratificó el proyecto de ley sobre la anexión de la Crimea y Sebastopol y Vladímir Putin firmó la ley de la adhesión, unas horas más tarde. Ese mismo día se creó el Distrito Federal de Crimea.
Ya para ese día, el gobierno crimeo informó que un total de 72 unidades militares ucranianas emplazadas en la península izaron la bandera de Rusia y se pasaron a sus filas. En todos los casos se realizaron ceremonias donde también se entonó el himno nacional ruso.22 de marzo, las insignias de la Armada de Rusia fueron izadas por las tripulaciones de 54 navíos y lanchas de Ucrania desplegadas en Crimea, entre ellos 8 buques de guerra y un submarino.
Para elEse mismo día, el Servicio Fronterizo de Ucrania cerró la salida de la península de Crimea al territorio ucraniano.Novofederoskoe. Durante el ataque, se arrojaron bombas de humo. El ministerio de defensa ruso informó que en 189 unidades militares e instituciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la península se izó la bandera rusa. El 23 de marzo, se produjeron apagones en varios distritos administrativos de Simferópol y en otras regiones de la península a causa de una avería en dos líneas de alta tensión de la compañía estatal Ukrenergo a través de las cuales se transmite la energía eléctrica a Crimea.
El ministro de defensa ucraniano reportó que tropas rusas atacaron una base ucraniana enEl 24 de marzo el Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania decidió retirar sus tropas de Crimea. También se realizaron protestas a favor de Rusia en Praga, República Checa, y en Sofía, Bulgaria; y en la península comenzó a circular el rublo ruso. Hacia el 26 de marzo, tropas rusas asaltaron el dragaminas Cherkassy, último buque de la Armada ucraniana en Crimea que no se había sumado a la Flota rusa del mar Negro, luego de tres horas de asalto en el lago Donuzlav. Vladímir Putin ordenó el 28 de marzo, la transferencia a Ucrania del armamento de las unidades militares en Crimea que no se unieron al Ejército ruso. Mientras que el ministro de defensa ruso dijo que el repliegue de las unidades del Ejército ucraniano que manifestaron su voluntad de seguir al servicio de Kiev concluyó, y todas las instalaciones militares en Crimea están en manos rusas.
Los tártaros de Crimea decidieron el 29 de marzo crear una autonomía dentro de la nueva república rusa. El Kurultái aprobó una resolución sobre «la realización del derecho a la autodeterminación del pueblo tártaro en su territorio histórico: Crimea» para crear una autonomía nacional y territorial para los tártaros crimeos. La asamblea popular también se dirigió a la ONU, el Consejo de Europa, la Unión Europea, la OSCE y la Organización de Cooperación Islámica para que apoyen la aspiración del pueblo tártaro de Crimea a la autodeterminación.
La Cámara Baja de Rusia aprobó el 31 de marzo por unanimidad en primera lectura, la ley sobre la denuncia de cuatro tratados ruso-ucranianos que estipulan la presencia de la Flota del mar Negro rusa en territorio de Ucrania. Anteriormente, el día 28 el Ministerio de Asuntos Exteriores se comunicó con la Embajada de Ucrania en Moscú informando sobre la terminación unilateral de Rusia de los acuerdos de la flota. Vladímir Putin, firmó el 2 de abril una ley revocando los acuerdos con Ucrania sobre la Flota del mar Negro. Ese mismo día también había sido aprobada por la Cámara Alta rusa.
La noche del 7 de abril ocurrió un enfrentamiento entre un grupo de militares ucranianos y militares crimeos el punto de control de una instalación militar y una residencia militar de las afueras de la ciudad de Saki en el oeste de Crimea. El comandante del Ejército ucraniano Stanislav Karachevski fue el único fallecido. Un soldado ruso también fue herido.
El 9 de abril Rusia y Ucrania llegaron a un acuerdo para retirar de todos los buques y aeronaves de combate ucranianos de Crimea. Además, se informó que dos terceras partes de los 15.000 uniformados ucranianos acuartelados en la península expresaron su deseo de continuar el servicio militar en la Policía y Ejército rusos.
La nueva Constitución de la República de Crimea fue aprobada el 11 de abril, con la participación de 88 de los 100 diputados del Parlamento de la región. El nuevo texto constitucional estipulaba que la península es parte de Rusia.
La Rada Suprema de Ucrania aprobó el 15 de abril, con 228 votos a favor de un total de 450, una ley que define como «territorios bajo ocupación temporal» a la República de Crimea y la ciudad de Sebastopol. La normativa indicó que dichos territorios son «parte inalienable» de Ucrania y están sujetos a las leyes ucranianas, pero señala que Rusia debe indemnizar el daño económico de la «anexión» y responder por cualquier violación de derechos humanos que se produzca en la península.
El 5 de marzo el portavoz del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el contraalmirante John Kirby, anunció que su país suspendió todos los contactos militares y negociaciones sobre el comercio con Rusia, incluyendo entrenamientos, negociaciones bilaterales, visitas a los puertos y planificación de las conferencias, como así también negociaciones encaminadas a la estimulación del comercio y la inversión. Esto se debe a una presión del gobierno de Washington D.C. para evitar la decisión de Rusia de enviar tropas a Ucrania. Lo mismo fue anunciado por Canadá horas más tarde.
Además, se anunció que Robert Serry, un diplomático holandés, había sido enviado a Crimea por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para analizar la situación en el lugar. A su llegada sería el primer diplomático del organismo en arribar a la región después de que estalle la crisis. Mientras tanto, el subsecretario general, Jan Eliasson, se encuentra en Kiev. El 5 de marzo el diplomático abandonó su misión en Crimea tras algunos incidentes, mientras la sede del Gobierno regional en Donetsk cambiaba de manos repetidamente en un corto período de tiempo.
El 6 de marzo, el gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron sanciones políticas y económicas en contra de Rusia, ya que lo acusan de violar el derecho internacional por la presencia militar en Crimea. El Departamento de Estado estadounidense impuso una prohibición de visado a los funcionarios rusos y ucranianos acusados de «amenazar la soberanía e integridad territorial de Ucrania». Mientras que las naciones de la Unión Europea anunciaron que suspenderán las conversaciones bilaterales con Rusia sobre asuntos de visado, y han amenazado con prohibiciones de viajes, la congelación de activos y la cancelación de la cumbre Unión Europea-Rusia.
Europeos y estadounidenses también anunciaron planes para congelar los activos de Viktor Yanukovych, el expresidente ucraniano. Interpol dijo que está revisando una «nota roja» de petición de las autoridades de Ucrania para la detención de Yanukovych, acusado de abuso de poder y asesinato derivado de la muerte de manifestantes. Al mismo tiempo que legisladores rusos están redactando una ley que permitiría a la nación rusa confiscar bienes pertenecientes a las empresas estadounidenses y europeas si las sanciones de Occidente golpean a Moscú.
Por otra parte, ese mismo día, hombres no identificados impidieron la entrada de un equipo de analistas de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que iban a analizar el estado de las Fuerzas Armadas ucranias en Crimea y comprobar la existencia de tropas rusas desplegadas en la región. El grupo de analistas trató repetidamente y sin éxito en días posteriores de acceder a la zona, siendo rechazada su presencia por milicias armadas prorrusas. El 8 de marzo, la cancillería rusa informó que Serguéi Lavrov y John Kerry mantuvieron una conversación telefónica donde hablaron el tema de Crimea. Allí el secretario de Estado de Estados Unidos le avisó al ministro de exteriores ruso que cualquier paso de Moscú para anexar la región ucraniana a Rusia cerraría la puerta a la diplomacia.
El 7 de marzo, dos senadores estadounidenses pidieron a la FIFA que expulse a Rusia de la organización, que prohíba su participación en el Mundial de Fútbol de Brasil 2014 y que le retire a Rusia la organización de la Copa Mundial de Fútbol de 2018 con el pretexto de que Rusia ha faltado el respeto a los principios fundamentales de la FIFA.
El 11 de marzo los líderes de las siete potencias económicas del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) requirieron a Rusia que detuviera «todos sus esfuerzos para cambiar el estatus de Crimea», que retirara sus tropas de Ucrania, permitiera la entrada de observadores internacionales en Crimea y entablara negociaciones con las autoridades de Kiev, amenazando con tomar represalias.
Al día siguiente, el 12 de marzo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una resolución condenando las acciones de Rusia en Ucrania e instó a la Casa Blanca a boicotear la cumbre del G8 en Sochi. Allí también pidió a los aliados de la OTAN que suspendan la cooperación militar con Moscú, como también imponer sanciones de visados y económicas. Ese mismo día, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, hablaron por vía telefónica, discutiendo posibles vías de solución del conflicto. El 13 de marzo, Estados Unidos y Francia prepararon un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para dar apoyo al nuevo Gobierno en Kiev.
El Consejo de la Unión Europea acordó el 17 de marzo imponer sanciones contra 21 funcionarios de Ucrania y Rusia, incluyendo la prohibición de viajar y la congelación de activos. Dichas sanciones estarán en vigor durante seis meses, según anunció Federica Mogherini, ministra de Asuntos Exteriores de Italia, después de que los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reunieran en Bruselas. Barack Obama anunció sanciones contra siete funcionarios rusos (del gobierno y de ambas cámaras del Parlamento ruso) y contra el primer ministro de Crimea, el presidente del Parlamento crimeo y el presidente depuesto de Ucrania. La medida supuso el bloqueo de propiedades y cuentas que los sancionados tengan en Estados Unidos así como la prohibición de su entrada en suelo estadounidense. Esta medida generó reacciones en Rusia, donde los sancionados declararon que no poseen ni bienes ni cuentas en Norteamérica.
El 20 de marzo, la Unión Europea decidió cancelar la cumbre con Rusia. Mientras que presidente de Francia, François Hollande, declaró que Europa pasó al segundo nivel de sanciones contra la Federación de Rusia y amplía la lista negra que incluye un total de 33 personas sancionadas a causa de la cuestión ucraniana. Al día siguiente, Canadá impuso sanciones contra 14 altos funcionarios rusos, así como contra el banco ruso Rossía.
El 27 de marzo, se votó la resolución 68/262 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la integridad territorial de Ucrania, declarando «inválida» la secesión de Crimea y Sebastopol. A favor de la resolución se pronunciaron cien naciones, once votaron en contra y 58 se abstuvieron.
Estados Unidos ha enviado un grupo de ataque de portaaviones hacia el Mar Negro. El grupo incluye al portaaviones USS George H. W. Bush, además de otras diecisiete naves y tres submarinos. El George H. W. Bush transporta 90 aviones y helicópteros de varios tipos, y varios de la escuadra de F/A-18-E/F Super Hornet, algunos de los aviones de combate más avanzados del mundo. Al menos uno de los submarinos es de la clase Ohio -clase de submarinos de misiles balísticos con veinticuatro silos de misiles-.
El 5 de marzo se informó que Turquía concedió el paso a un buque de guerra estadounidense sin nombre y no al portaaviones nuclear USS George HW Bush, pero posiblemente, a la fragata de misiles guiados USS Taylor, cumpliendo los estándares de peso de la Convención de Montreaux, si se le permitirá el acceso con un límite de 21 días de estancia en el Mar Negro. Ese mismo día, El Pentágono anunció que enviaría seis aviones de combate y un avión de reabastecimiento de combustible para aumentar los cuatro que ya participan en la misión Policía Aérea del Mar Báltico. Siete F-16 estadounidenses estaban programados para participar en un ejercicio de entrenamiento en Polonia. El 6 de marzo, se anunció que 12 combatientes y 300 miembros del personal de servicio irían a Polonia. El aumento se atribuyó a las preocupaciones sobre las actividades rusas en Crimea. Otros funcionarios señalaron que era parte de una implementación de rutina para los ejercicios con las armadas de Bulgaria y Rumanía.
El 9 de marzo se ha denunciado la presencia de personal militar de la compañía privada estadounidense Blackwater Worldwide en las calles de Donetsk. A estas denuncias se le sumaron la publicación en Internet de videos donde aparecen dichos militares. A partir del 10 de marzo, aviones de la OTAN comenzaron a vigilar la frontera de Kaliningrado con Polonia y Lituania. El 12 de marzo, Bulgaria, Rumanía y Estados Unidos realizaron una serie de ejercicios conjuntos en la parte occidental del Mar Negro. Las maniobras forman parte de la preparación conjunta de las flotas de los tres países.
El 13 de marzo, funcionarios dieron a conocer una solicitud detallada el Gobierno de Ucrania pidiendo al Pentágono que le provea cantidades «significativas» de armas y municiones, equipos de comunicaciones, de apoyo de inteligencia, combustible de aviación y otros elementos. Sin embargo, las autoridades estadounidenses se negaron a «tender la mano militar» a Kiev, ya que por el momento no consideran la posibilidad de prestar asistencia militar. Al día siguiente, el Departamento de Defensa de Estados Unidos decidió ampliar «por unos cuantos días» la estancia en el Mediterráneo de su portaaviones George H. W. Bush, acompañado con otras naves.
Ese mismo día, autoridades rusas informaron que detectaron, por segunda vez, un vehículo aéreo no tripulado de vigilancia y ataque MQ-5B sobrevolando en espacio aéreo de Crimea. Representantes del Departamento de Defensa de Estados Unidos desmintieron dicha información.
El 19 de marzo, Barack Obama afirmó que su país no «tiene intención de intervenir militarmente en la crisis en Ucrania», además afirmó que «incluso los ucranianos reconocerían que no sería apropiado para nosotros luchar contra los rusos».
El 10 de marzo el destructor de la Armada estadounidense USS Donald Cook cruzó el estrecho del Bósforo rumbo hacia el Mar Negro. La maniobra se realizó en medio del agravamiento de la situación en el sureste de Ucrania. Según las autoridades estadounidenses, la presencia de su destructor es parte de los esfuerzos del Pentágono por mostrar «apoyo a los aliados de Europa del Este, preocupados por la concentración de las tropas rusas en la frontera con Ucrania».
El primer ministro de Crimea, Serguéi Aksiónov, afirmó el control sobre todas las fuerzas de seguridad en Crimea, con la ayuda de hombres armados y pidió a Putin recibir asistencia en el mantenimiento de la «paz y tranquilidad». El 1 de marzo, el presidente ucraniano en funciones, Turchynov, criticó la designación de Serguéi Aksiónov a la cabeza del gobierno de Crimea como inconstitucional.
El presidente del Congreso del Pueblo Tártaro de Crimea, Refat Chubarov, expresó su preocupación de que los tártaros de Crimea se verían amenazada como consecuencia de la toma del poder por parte de los rusos. Dijo Crimea es parte de Ucrania y advirtió sobre un colapso en el «orden mundial» si Rusia tiene éxito en la separación de Crimea de Ucrania.
El 3 de marzo, el presidente del Parlamento de Crimea, Vladímir Konstantínov, comunicó que las ciudades ucranianas de Jersón y Mykolaiv, que pertenecen a otras regiones ucranianas, quieren formar parte de la República Autónoma de Crimea. Las autoridades de Crimea anunciaron el 8 de marzo que esperan que la integración de la república a Rusia sea a fines de marzo, en caso de que sea aprobada tras el referéndum.
El 5 de marzo, la Corte de Justicia de Kiev ordenó la detención de los autoproclamados primer ministro de Crimea, Serguéi Aksiónov, y presidente del Parlamento de Crimea, Vladímir Konstantínov.
Serguéi Aksiónov afirmó el 10 de marzo que los preparativos para la anexión de la región a la Federación Rusa están ya en marcha, en previsión del resultado del referéndum del 16 de marzo. Dijo que Crimea estará lista para aplicar las leyes rusas en unos meses, el ucraniano dejará de ser idioma oficial y el Ministerio de Finanzas ya está trabajando en un calendario para adoptar el rublo en detrimento de la grivna ucraniana. Aksionov se ha comprometido a que habrá una presencia significativa de tártaros en el futuro gobierno crimeo y que su idioma, el tártaro de Crimea, también será oficial.
El 11 de marzo, Serguéi Aksiénov dijo que no hay militares rusos en las unidades locales de autodefensa de la república autónoma. Mientras que el alcalde de Sebastopol, Alexéi Chali, firmó un decreto sobre las funciones encomendadas a las fuerzas de autodefensa. Antes de esta orden no había un documento legal que regulara las actividades de dichas fuerzas.
El presidente destituido Víktor Yanukóvich pidió al presidente ruso, Vladímir Putin, emplear las Fuerzas Armadas de Rusia para restaurar el orden jurídico en Ucrania. Este pedido fue citado por Vitali Churkin, el embajador ruso ante la ONU, en la tercera reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Ucrania.
El presidente interino ucraniano Oleksandr Turchínov acusó a Rusia de «provocar un conflicto» por la invasión de Crimea. Comparó las acciones militares de Rusia de la guerra de Osetia del Sur de 2008, cuando las tropas rusas ocuparon partes de la República de Georgia, y los enclaves separatistas de Abjasia y Osetia del Sur se establecieron bajo el control de administraciones apoyadas por Rusia. Hizo un llamado a Putin a retirar las tropas rusas de Crimea y declaró que Ucrania debe «preservar su territorio y defender su independencia». El 1 de marzo, advirtió que «la intervención militar sería el comienzo de la guerra y el fin del las relaciones entre Ucrania y Rusia».
El 1 de marzo, el presidente interino colocó a las Fuerzas Armadas de Ucrania en estado de alerta y preparación para un combate.
El gobierno ucraniano ha anunciado que no reconocerá el referéndum del 16 de marzo. El presidente Oleksandr Turchínov declaró que «no es un referéndum, es una farsa, un falso y un delito contra el Estado que está organizado por los militares de la Federación de Rusia». El Presidente también anunció el 6 de marzo que «la Rada Suprema de Ucrania iniciará la disolución del Parlamento de la República Autónoma de Crimea. Vamos a defender la inviolabilidad del territorio de Ucrania».
El ministro de Defensa en funciones de Ucrania, Ígor Tenyuj, ordenó el 7 de marzo que se retiren todos los militares ucranianos que estén estudiando en centros de educación militar rusos. Mientras que el gobierno en Kiev denunció que Moscú desplegó ya hasta 30.000 soldados en Crimea. El primer ministro, Arseni Yatseniuk, ofreció a Moscú edificar un nuevo tipo de relaciones a condición de que Moscú saque las tropas de la península y que «deje de apoyar a los separatistas y terroristas que actúan en Crimea». También afirmó que «en cualquier caso debemos ser socios de Rusia (...) Pero nunca vamos a ser subordinados de Rusia, ni su filial en territorio de Ucrania, y es algo que deben entender los mandatarios rusos».
El 9 de marzo, Rustam Temirgalíyev, viceprimer ministro de Crimea, afirmó que Ucrania congeló las cuentas de la república autónoma en la tesorería estatal. El primer ministro, Arseni Yatseniuk, afirmó el 10 de marzo que participará en la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el 13 de marzo abordará la crisis en Ucrania, y pidió a Moscú que haga todo para anular el referéndum de Crimea. Ese mismo día, el ministro de defensa Ígor Tenyuj ordenó «la plena disposición para el combate», en una entrevista con una cadena televisiva ucraniana.
El 11 de marzo, durante su segunda rueda de prensa en Rostov del Don, Víctor Yanukóvich, comentó la intención de estadounidense de prestar ayuda financiera al nuevo Gobierno de Ucrania y dijo que dicho país «no tiene derecho a destinar dinero a los bandidos según sus propias leyes». Al día siguiente, el Gobierno interino puso al Ejército en estado de máxima alerta y se han iniciado ejercicios militares en todo el país. Además, el primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatsenyuk, se reunió con el Presidente Obama y el Secretario de Estado de los Estados Unidos.
El presidente interino de Ucrania, registró el 15 de marzo en la Rada Suprema un proyecto de resolución sobre la disolución anticipada del Parlamento de Crimea para «asegurar el cumplimiento del orden constitucional y contribuir a la estabilización de la situación política en su territorio». Finalmente, el Parlamento ucraniano disolvió el legislativo de Crimea. con 278 votos a favor del total de 296 diputados.
El 16 de marzo el Gobierno de Ucrania, anunció que aumentaría el presupuesto para el Ministerio de Defensa a unos 700 millones de dólares. Mientras, la frontera ucraniana con Rusia se encuentra bloqueada por fuerzas de la Guardia Nacional y se informó sobre un traslado de tropas ucranianas hacia la zona fronteriza como parte de ejercicios militares. Ucrania no reconoció la Anexión de Crimea y Sebastopol a Rusia, al igual que la independencia de los territorios que formaron parte de Ucrania entre 1954 y 2014. Según declaró un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano, Kiev consideró que la decisión de anexión «no tiene relación con la democracia, el derecho y el sentido común».
El jefe del Gobierno interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk, declaró tras la muerte de un soldado ucraniano durante un asalto el día 18 de marzo que el conflicto con Rusia por Crimea «ha pasado de la fase política a la militar». Al día siguiente, Ucrania anunció que renunció a la presidencia de turno en la Comunidad de Estados Independientes, que debía ejercer a lo largo de 2014. En la misma jornada, el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas de Ucrania recibieron la orden de estar alerta y cumplir con las decisiones de movilización de los reservistas. El secretario del Consejo de Seguridad, Andréi Parubi, informó que se realiza «el despliegue en las zonas limítrofes de Ucrania de las Fuerzas Armadas Ucranianas con la finalidad de proteger las fronteras y la integridad territorial de Ucrania».
El presidente destituido Víktor Yanukóvich pidió, el 28 de marzo, la celebración de referéndums para determinar el estado de cada región dentro de Ucrania.
Los habitantes de la zona de Arabátskaya —una pequeña franja de tierra del Óblast de Jersón que se extiende desde la península de Crimea hasta Ucrania continental, en la costa del mar de Azov— decidieron tras una reunión desplazar la frontera con Ucrania para formar parte de Rusia. El jefe del consejo de la localidad de Strelkóvoye fue acusado de «abuso de poder» y fue llevado ante la oficina local del Servicio de Seguridad Ucraniano, donde explicó que en realidad pretendían crear una «zona neutral» entre ambos países. Algunos habitantes de dicha localidad creen que deberían formar parte de Rusia.
Tras el pedido del gobierno de Crimea a Rusia, el Consejo de la Federación aprobó el envío de tropas. Rusia se reservó el derecho de proteger a la población rusoparlante que reside en Ucrania. Antes de la intervención militar, Rusia llamó a su embajador en Ucrania para realizar consultas. Mientras que, Aleksei Pushkov, el Presidente del comité de la Duma Estatal de Asuntos Exteriores ruso, dijo que la mayoría de la gente en Crimea desea el derecho de libre determinación. Comentó que se realizará un referéndum a fines de marzo para consultar sobre el futuro de la región.
El 2 de marzo, 15 mil personas en San Petersburgo, 12 mil personas en Krasnodar, y 27 mil en Moscú se manifestaron en apoyo a los ucranianos de habla rusa y/o de origen ruso. También hubo otras protestas en Rostov del Don, Briansk, Bélgorod y de otras ciudades rusas. Todas estas contaron con el apoyo de funcionarios y políticos rusos, así como de personalidades de la cultura y del deporte y miembros de organizaciones.
En una protesta contra la intervención rusa en Ucrania, que tuvo lugar cerca del edificio del Ministerio de Defensa en Moscú, 28 manifestantes fueron arrestados por la policía.Andréi Yúrov, experto del Moscow Helsinki Group, dijo que la decisión del Consejo de la Federación que permitió al presidente Putin de usar la fuerza militar en el territorio de Ucrania se tomó sobre la base de una información sin confirmar acerca de las "víctimas" de los ciudadanos en Crimea.
El 4 de marzo, en rueda de prensa, el presidente Putin afirmó que «las tropas rusas ni han entrado ni posiblemente entren en territorio ucraniano»
y detalló lo siguiente: El jefe de Estado ruso también acentuó que la anexión de Crimea a Rusia no está contemplada. Subrayó que de momento lo único que ha hecho Moscú ha sido reforzar sus instalaciones militares en el territorio ucraniano para protegerlas de riesgos potenciales debido a las amenazas crecientes que estaban recibiendo. También admitió que Rusia no reconoce al gobierno interino, y calificó los hechos como un «golpe anticonstitucional». Además, criticó a Estados Unidos y a sus amenazas de sanciones junto a Europa.
Por su parte, el presidente de la Duma Estatal, Serguéi Naryshkin declaró que «todavía no hay necesidad de recurrir al derecho de usar las Fuerzas Armadas de Rusia en Ucrania». Por la noche del 6 de marzo, Vladímir Putin, aseguró a su par estadounidense, Barack Obama, que «Rusia actúa de una manera adecuada y de conformidad con las normas del derecho internacional». Afirmó que las relaciones sus países no deben ser sacrificadas en desacuerdos en varios temas internacionales.
La empresa paraestatal gasera Gazprom anunció que por la deuda que Ucrania ha dejado acumular, no descarta que a partir de abril de 2014 pueda anular la rebaja de precios acordada en diciembre de 2013, o inclusive cortarle el suministro gasístico a Ucrania. Luego el director general, Alexéi Míler, anunció el 7 de marzo que Ucrania dejó de pagar el gas, por lo tanto la deuda de la empresa nacional de gas ucraniana, Naftogaz, ante Gazprom ascendió a 1.890 millones de dólares, por lo cual no se descarta el cese de suministro de gas a Ucrania.
El 7 de marzo, la presidenta del Consejo de la Federación de Rusia, Valentina Matvienko afirmó que «no habrá guerra entre Rusia y Ucrania». El mismo día, el portavoz presidencial Dmitri Peskov dijo que «a pesar de las profundas diferencias con Occidente sobre Ucrania, existe la esperanza de que logremos encontrar un punto de contacto». Además habló de los vínculos de Occidente con los sucesos en el país, rechazando el reconocimiento de Estados Unidos y Europa al nuevo gobierno, y afirmó que la únicas tropas rusas en Crimea son las de la Flota del Mar Negro y que Putin aún no ha desplegado tropas desde Rusia, como así también anunció que Rusia «no quiere otra Guerra Fría» y que la intención de Crimea de pasar a formar parte de Rusia es iniciativa de los habitantes de la península.
El 10 de marzo, Vladímir Putin y Serguéi Lavrov afirmaron que discuten las propuestas que Rusia hará llegar a Estados Unidos sobre la solución de la crisis en Ucrania.Francois Hollande, abordaron en conversación telefónica la posibilidad de intensificar la cooperación internacional para solucionar la crisis ucraniana. También se comunicó con el exjefe del Parlamento crimeo-tártaro. El 13 de marzo, Lavrov conversó con la secretaria del Consejo de Seguridad Nacional de Japón, Shotaro Yachi, sobre la situación en Ucrania durante un encuentro en Moscú.
Dos días después, Putin, y su homólogo francés,Ese mismo día, el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, señaló durante su intervención en el Consejo de Seguridad que «Moscú no quiere una guerra en Crimea». Resaltó que los radicales no han depuesto las armas como exige el acuerdo del 21 de febrero, acentuó que «la flota rusa del Mar Negro no interfiere» en la preparación y realización del referéndum en la península de Crimea y que «es necesario encontrar un equilibrio entre el derecho a la autodeterminación y la integridad territorial».
En una conservación telefónica con el secretario de Estado el 16 de marzo, el canciller ruso instó a Estados Unidos a usar su influencia sobre Kiev para poner fin a los desórdenes contra la población ruso parlante en Ucrania.Mijaíl Gorbachov, último presidente de la Unión Soviética, afirmó que «si anteriormente Crimea fue anexada a Ucrania en virtud de las leyes soviéticas, sin preguntar a la población, ahora el pueblo mismo ha decidido corregir ese error». También criticó las sanciones de Occidente hacia Rusia.
Ese mismo día, Vladímir Putin dijo que su país respetará la elección del pueblo de Crimea. Tras conocerse los resultados del referéndum,El 19 de marzo el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, afirmó en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada al tema crimeo que «Occidente no puede deshacerse de sus hábitos imperiales y coloniales».
Ese mismo día, la Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó una iniciativa pidiendo a Estados Unidos y a la Unión Europea que expandan las sanciones impuestas contra un grupo de legisladores a todos los parlamentarios rusos. Al día siguiente, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, dijo al secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, que las tropas rusas no planean cruzar la frontera de Ucrania. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso publicó la lista de ciudadanos estadounidenses a los que impuso sanciones (entre ellos John McCain, John Boehner, Robert Menéndez, y otros senadores y consejeros de la presidencia) en respuesta al refuerzo de las sanciones contra personas físicas y jurídicas rusas.
El día 23, la OTAN alertó de que las tropas rusas desplegadas en la frontera este de Ucrania eran suficientes para invadir Transnistria, región prorrusa de Moldavia, contigua a Ucrania. Al día siguiente, 24 de marzo, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso introdujo sanciones contra 13 altos funcionarios de Canadá, entre parlamentarios y otros funcionarios públicos, como Christine Hogan, Wayne Wouters y Andrew Sheer.
El 25 de marzo, activistas rusos lanzaron en Internet un proyecto donde cualquier ciudadano podía suscribirse para incluirse voluntariamente a la lista de sancionados por Estados Unidos. Hacia mediados de abril habían firmado más de 52.000 personas.
El 27 de marzo, el diario Védomosti citó una encuesta del Centro Levada diciendo que el 67% de los rusos estaría de acuerdo con la incorporación de diferentes regiones ucranianas a Rusia si sus habitantes apoyan esa decisión. Un 58% también respaldó el derecho de Moscú de anexar territorios de antiguas repúblicas soviéticos donde viven rusos «porque debe defender a los suyos». Mientras que un 28% se manifestó en contra.
El presidente ruso en su programa anual Línea directa el 17 de abril, donde participaron ciudadanos crimeos, afirmó que su país «nunca ha planeado ninguna anexión, ni ninguna intervención militar en Crimea» y que ante las amenazas «reales» contra la población rusohablante, Rusia decidió «apoyar» a la población de Crimea para «garantizar la seguridad de los locales y garantizar condiciones favorables para que pudiesen expresar su voluntad». También aseguró que «algún día Ucrania va a entender que Rusia no podía actuar de otro modo en Crimea».
Las reacciones internacionales a la crisis de Crimea e intervención militar rusa han sido casi siempre condenatoria de la decisión de Rusia de intervenir, y de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Tras la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y otros países aplicaron una serie de sanciones contra funcionarios y empresas.
El 27 de marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la Resolución 68/262 denominada «Integridad territorial de Ucrania».
El 17 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la Resolución 73/194 denominada Problema de la militarización de la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol (Ucrania), así como partes del mar Negro y el mar de Azov.
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