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Kissinger



¿Qué día cumple años Kissinger?

Kissinger cumple los años el 27 de mayo.


¿Qué día nació Kissinger?

Kissinger nació el día 27 de mayo de 1923.


¿Cuántos años tiene Kissinger?

La edad actual es 101 años. Kissinger cumplió 101 años el 27 de mayo de este año.


¿De qué signo es Kissinger?

Kissinger es del signo de Geminis.


Henry Alfred Kissinger,[n. 1]​ registrado al nacer como Heinz Alfred Kissinger (Fürth, Baviera, 27 de mayo de 1923), es un político estadounidense de origen judeoalemán que tuvo una gran influencia sobre la política internacional, no solo de Estados Unidos con respecto a los demás países, sino también sobre otras naciones. Ejerció como secretario de Estado durante los mandatos de Richard Nixon y Gerald Ford, desempeñando este papel preponderante en la política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977, y fue consejero de Seguridad Nacional durante todo el mandato inicial del primero.[cita requerida]

Kissinger se caracterizó por llevar las riendas de un proceder internacional fuerte pero al mismo tiempo negociador, siendo el artífice de la denominada «política de distensión» con la Unión Soviética y China, país con el cual logró, durante el mandato de Richard Nixon, consolidar relaciones pacíficas.

Tuvo que hacerse cargo de poner fin a la muy criticada Guerra de Vietnam y gestionar la crisis de la Guerra de Yom Kippur, concibiendo una nueva visión de como llevar la política exterior estadounidense, al colocar como último recurso la intervención militar, siendo este nuevo proceder el que lo llevó a obtener el Premio Nobel de la Paz en 1973, gracias al alto al fuego que logró establecer en Vietnam.

Aun así, la controversia ha persistido sobre su figura, debido a la intervención de la CIA en varios Golpes de Estado sucedidos en Latinoamérica durante la década de 1970. Sus críticos lo consideran instigador de genocidios sistemáticos de grupos políticos,[1][2][3][4]​ estando ligado a varios regímenes autoritarios latinoamericanos, tales como la dictadura militar chilena de Augusto Pinochet o el Proceso de Reorganización Nacional de Argentina, así como por ser el responsable de planes represivos como lo sería la Operación Cóndor, cuya célula de origen habría sido la Escuela de las Américas. Todo esto ha ocasionado que existan numerosas iniciativas que persiguen conseguir su procesamiento ante instancias judiciales internacionales, así como la retirada de su Premio Nobel.

Ha pasado a actuar desde el sector privado, fundó la Kissinger Associates, y es accionista y cofundador de la Kissinger & McLarty Associates, así como miembro de las juntas directivas y asesor de las empresas The Hollinger Group y Gulfstream Aerospace. Además es rector de la Universidad de Georgetown y sirvió en Indonesia como Asesor General de Gobierno.

En el 2001, Kissinger fue llamado por el gabinete de George W. Bush para liderar un comité de crisis internacional a causa de los ataques del 11-S así como para que a través de su firma prestase asesoría diplomática y política al gobierno, no obstante Kissinger se retiró poco después de este proyecto.

Henry Kissinger es por mucho una de las figuras políticas y de la diplomacia más relevantes de la Historia de los Estados Unidos, tanto como controvertida. Si bien sus méritos en la política internacional son notables (apertura de relaciones con la URSS, China, entre otros), su negativa a devolver el Premio Nobel de la Paz que recibió gracias al alto al fuego que hubo en la Guerra de Vietnam y que posteriormente se rompió, así como las decenas de acusaciones de colaborar e incluso promover regímenes dictatoriales y acciones terroristas en diferentes partes del mundo, que cometieron severas violaciones a los Derechos Humanos, han ocasionado que su persona haya sido duramente criticada desde numerosas entidades tanto como por personalidades de la política o intelectuales, siendo algunos de los más conocidos el juez español Baltasar Garzón, asesor del Tribunal de la Haya, quien intentó fallidamente procesarlo por violaciones a los Derechos Humanos, y el periodista y escritor Christopher Hitchens, autor del best-seller Juicio a Kissinger.

Henry Kissinger también ha recibido críticas por ser uno de los miembros fundadores del polémico y todavía activo Grupo Bilderberg, entidad no gubernamental, en la que se reúnen varias de las personas más poderosas e influyentes de todo el mundo, incluyendo monarcas, aristócratas, políticos, empresarios y magnates.[5]

Heinz Alfred Kissinger nació en Fürth, Baviera, en una familia de judíos alemanes. Su padre, Louis Kissinger (1887-1982), fue un maestro de escuela; su madre, Paula Stern Kissinger (1901-1998), fue ama de casa. Kissinger tiene un hermano menor, Walter Kissinger. El apellido Kissinger fue adoptado en 1817 por su tatarabuelo Löb Meyer y hace referencia a la ciudad de Bad Kissingen. En 1938, huyendo de la persecución nazi, su familia se mudó a Nueva York. Kissinger pasó sus años de escuela secundaria en la sección de Washington Heights del alto Manhattan como parte de la comunidad de inmigrantes judíos alemanes allí. Aunque Kissinger rápidamente se asimiló a la cultura estadounidense, nunca perdió su pronunciado acento alemán, debido a la timidez infantil que le hizo reacio a hablar. Después de su primer año en la George Washington High School, comenzó a asistir a la escuela por la noche y trabajó en una fábrica de brochas de afeitado durante el día.

Después de la escuela secundaria, Kissinger se inscribió en el City College de Nueva York, para estudiar contabilidad y además estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard, sobresaliendo académicamente como estudiante a tiempo parcial, y continuó trabajando mientras estudiaba, desempeñándose como profesor de la propia Harvard, de la cual además recibió la mención honorífica de Summa Cum Laude al graduarse en 1950 y posteriormente obtiene de la misma institución su Maestría y también su PhD en 1952 y 1954 respectivamente.

En 1952, estando todavía estudiando en Harvard, se desempeñó como Asesor de la Junta de Estrategia Psicológica. Elaboró su tesis doctoral acerca de las hazañas como estadistas de Castlereagh y Metternich, titulada Paz, Legitimidad y Equilibrio.

Permaneció en Harvard, como miembro de la facultad en el Departamento de Gobierno y desempeñándose como profesor y catedrático. Además de 1956 a 1958 trabajó como Director del Proyecto de Estudios Especiales, el cual fue creado por él mismo y avalado por la Rockefeller Brothers Fundation. Fue director del programa de estudios de defensa de Harvard entre 1958 y 1971. También fue director del Seminario Internacional de Harvard entre 1951 y 1971.

Además, como parte de su carrera, pasó a actuar como consultor, asesor y miembro de juntas directivas de variedad de empresas, de las cuales, la más sonada en sus inicios y donde actuó como asesor fue la Corporación RAND, una compañía de producción industrial cuyo cliente más importante era nada menos que el Ejército de los Estados Unidos, estando esta compañía estrechamente ligada con el gobierno y con múltiples programas de desarrollo tecnológico y armamentístico, todas estas cuestiones le valían a la misma el ser acusada de ser una organización militarista y frecuentemente ser involucrada en todo tipo de teorías de conspiración y acusaciones de «supuestos planes secretos» para fines bélicos.

Sus estudios se vieron interrumpidos a principios de 1943, cuando fue reclutado por el Ejército de Estados Unidos ante la entrada del país a la Segunda Guerra Mundial.

Kissinger recibió su formación militar básica en el Campamento Croft en Spartanburg, Carolina del Sur, donde fue nacionalizado estadounidense a su llegada. El ejército lo envió a estudiar ingeniería en el Lafayette Collegede en Pennsylvania, pero el programa fue cancelado y Kissinger fue reasignado a la 84.ª División de infantería. Allí hizo amistad con Fritz Kraemer, un oficial e inmigrante de su natal Alemania, con el que estableció una gran amistad, a pesar de la diferencia de edad, además de ser quien le señaló a Kissinger su gran inteligencia y fluidez con el alemán, talentos que Kraemer le incentivó a usar en su favor y que aprovechó para insertar al joven Henry Kissinger en la sección de Inteligencia Militar de la División, para la cual desempeñó la misión de encargarse de las tareas de inteligencia de más riesgo durante la Batalla de las Ardenas.

Durante el avance estadounidense sobre Alemania, Kissinger fue de gran utilidad, siendo asignado a la Bekennende de la ciudad de Krefeld, debido a la falta de traductores de alemán en el personal de Inteligencia de la División. Kissinger se basó en su conocimiento de la sociedad alemana para ir destituyendo y sacando a los nazis de los cargos civiles, así como para salvaguardar a las tropas de los espías del gobierno del Tercer Reich y así restaurar una administración civil eficiente en la ciudad, una vez derrotadas las fuerzas nazis, una tarea que se realizó durante 8 días.

Posteriormente, Kissinger, fue reasignado a los Cuerpos de Inteligencia, ahora con el rango de sargento. Se le colocó a cargo de un equipo en Hannover, el cual había sido asignado para hacer un seguimiento de oficiales de la Gestapo y otros saboteadores, lo que llevó a cabo con éxito, siendo condecorado con la Estrella de Bronce.

En junio de 1945, Kissinger fue nombrado comandante de un destacamento de la CIC en el distrito de Bergstraße en Hesse, con la responsabilidad de «desnazificar» el distrito, para lo cual se le dio plenitud de poderes en los ámbitos civil y militar. No obstante; aun cuando poseía autoridad absoluta y poderes de arresto, Kissinger tuvo cuidado de evitar abusos contra la población local por parte de su comando.

En 1946, Kissinger fue reasignado a la Escuela de Inteligencia del Comando Europeo en el Campamento de Rey, para ejercer como profesor y adiestrar a los nuevos cuerpos de Inteligencia Militar, llegando a servir en este papel como empleado civil incluso después de su separación del ejército.

Sus cargos académicos y sus conexiones políticas lo lleva a formar parte del Partido Republicano y a comenzar a ascender en la escena política nacional.

En 1955, se convierte en Asesor del Consejo Nacional de Seguridad y de la Junta de Coordinación de Operaciones de Seguridad. En 1955 y 1956, fue también Director de Estudio en las Armas Nucleares y la política exterior en el Consejo de Relaciones Exteriores. Publicó su libro de las armas nucleares y la política exterior al año siguiente. De 1956 a 1958 trabajó como director de su Proyecto de Estudios Especiales avalado por la Rockefeller Brothers Foundation. Fue director del programa de estudios de defensa de Harvard entre 1958 y 1971. También fue director del seminario internacional de Harvard entre 1951 y 1971. Fuera de la academia, se desempeñó como consultor de varios organismos del Gobierno, incluyendo la Oficina de Investigación de Operaciones, el Control de armas y desarme y el Departamento de Estado y la Corporación RAND, una compañía de desarrollo industrial, tecnológico y armamentístico.

Deseoso de tener una mayor influencia en la política estadounidense, Kissinger fue partidario y asesor de Nelson Rockefeller, gobernador de Nueva York, que buscó la nominación del Partido Republicano para Presidente en 1960, 1964 y 1968; sin embargo, Kissinger obtendría su tan anhelado ascenso político, con «el candidato más improbable» de ese partido.

Richard Nixon, quien se vio reforzado tras el asesinato tanto de John F Kennedy como de Robert Kennedy, y por el desastre en el que estaba resultando la Guerra de Vietnam, condujo una campaña fuerte y exitosa, ganando la Presidencia en 1968.

Richard Nixon, convencido de las habilidades de Henry Kissinger, lo nombra Consejero de Seguridad Nacional, dejándole así la puerta abierta para comenzar su carrera en la alta política y poniéndolo al frente de todo lo referente a orden interno, seguridad y demás cuestiones referentes al ámbito.

Kissinger, pasará a desempeñar a plenitud su cargo, y se ocupará de organizar todo lo referente a la defensa y se convertirá en el asesor más cercano del presidente Nixon, así como en uno de sus más cercanos aliados y también en el único dentro del gabinete y en general de toda la Administración de Richard Nixon, que era capaz de enfrentarse de frente al presidente, aun cuando eran bien sabidos los desencuentros entre ambos.

Pero Kissinger no solo se limitó a cumplir sus funciones, sino que pasó a involucrarse en prácticamente todas las actividades del gobierno de Richard Nixon, algo que lo convirtió en indispensable para el propio presidente, quien frecuentemente hacía cambios completos de gabinetes y de directivas pero era incapaz de destituir a Kissinger, dado que aun cuando su cargo y su sueldo no le remuneraran ni le otorgaran responsabilidades sobre decenas de ámbitos, Kissinger se involucraba de lleno en cada asunto de la política estadounidense.

Robert Greene explica en su libro las 48 Leyes del Poder, esta estrategia que Kissinger empleó para prevalecer de la siguiente manera:

Kissinger, por otro lado tuvo que hacer frente a las protestas, manifestaciones y demás muestras de rebeldías por parte de las comunidades pacifista y de los sectores estudiantiles, obsesionados con el fin de la Guerra de Vietnam, así como también se encargó de tomar cartas sobre este asunto aconsejando a Nixon al respecto. Igualmente, como Asesor de Seguridad Nacional, en 1974, Kissinger dirigió el muy debatido 200° Memorando de Estudios de Seguridad Nacional

Posteriormente, Nixon se lanzaría en un intento de ser reelecto, obteniendo la nominación del Partido Republicano, con bastante ventaja y holgura, pasando a ganar las elecciones de 1972. Para el momento, Kissinger era uno de los políticos y personalidades más poderosas del gobierno y dentro del Partido Republicano. Su apoyo a la candidatura de Nixon fue crucial; con ella, la mayoría de los miembros del partido respaldaron al presidente Richard Nixon y gracias a las políticas aplicadas y sugeridas por Kissinger, gozaba de una considerable popularidad y aceptación, todos elementos que favorecieron la aspiración de reelección de Nixon.

Así, Richard Nixon, una vez reelecto, en 1972, premió a Kissinger con la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, puesto con el cual Kissinger acabaría de grabar su nombre en la historia.

Kissinger había sido Asesor de Seguridad Nacional durante prácticamente todo el primer gobierno del presidente Richard Nixon, y continuó ejerciendo dicha posición hasta el final del mismo, tras lo cual su posición oficial sería únicamente la de Secretario de Estado, ejerciendo así este cargo desde de 1973 hasta 1977. Kissinger ya había tenido una implicación amplia en los asuntos internacionales desde su anterior puesto, pero ahora con la secretaría encargada del ámbito, pasaría a «gobernar la política internacional» al máximo.

Apenas asumió su nueva posición, Kissinger se dispuso a cambiar el enfoque que hasta ahora se le había venido dando a la política internacional, asumiendo un papel, no de consejo y obediencia como normalmente se entendería, sino dominante, fuerte y hasta cierto punto autosuficiente, respecto a la política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977.

En ese período, extendió la política de distensión. Esta política llevó a una relajación significativa en las tensiones con la Unión Soviética y desempeñó un papel crucial en 1971 las conversaciones con el primer ministro chino Zhou Enlai. Las conversaciones concluyeron con un acercamiento entre Estados Unidos y la República Popular de China y la formación de un nuevo alineamiento estratégico chino-estadounidense antisoviético. Fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz de 1973 por ayudar a establecer una cesación del fuego y el retiro de los Estados Unidos de Vietnam. El alto el fuego, sin embargo, no fue duradero. Mientras que el otro premiado, el vietnamita Lê Ðức Thọ, devolvió su premio por considerar que no lo merecía por haber retornado la guerra, Kissinger no lo devolvió.[7]

Kissinger favoreció el mantenimiento de relaciones diplomáticas amistosas con las dictaduras militares de derechas en el Cono Sur y otras partes de Latinoamérica y más aún, está acusado de planificar el asesinato de una gran cantidad de militantes de izquierda en Chile, y posteriormente, en la Argentina y el Uruguay, así como de promover y respaldar a las propias dictaduras y desarrollar la Academia de las Américas, y la Operación Cóndor.

Ya como Asesor de Seguridad Nacional bajo el primer gobierno Nixon, Kissinger fue pionero en la política de distensión con la Unión Soviética, que buscaba una reducción de las tensiones entre las dos superpotencias. Como parte de esta estrategia, llevó a cabo las conversaciones de limitación de armas estratégicas (que culminaron en el Tratado SALT I - Strategic Arms Limitation Talks) y el Tratado sobre misiles anti-balísticos con Leonid Brezhnev, Secretario General del Partido Comunista soviético. Las negociaciones sobre el desarme estratégico originalmente debían iniciar bajo la administración de Lyndon Baynes Johnson, pero fueron pospuestas en protesta por la invasión de Checoslovaquia, realizada por las tropas del Pacto de Varsovia en agosto de 1968.

Kissinger, también negoció el acercamiento con la República Popular de China, al ver de antemano una gran oportunidad de futura inversión para Estados Unidos; además también determinó que su acercamiento con China, rival de la URSS, sería un muy eficiente mecanismo de presión para la última, que de acuerdo a lo que Kissinger planteaba, reaccionaría tratando de acercarse aún más a Estados Unidos.

Así, Kissinger, intentó colocar presión diplomática en la Unión Soviética. Hizo dos viajes a la República Popular de China en julio y octubre de 1971 (el primero de los cuales se hizo en secreto) para conferir con el Ministro Zhou Enlai, entonces a cargo de la política exterior China. Esto allanó el camino para la innovadora Cumbre de 1972 entre Nixon, Zhou y el Presidente del Partido Comunista de China, Mao Zedong, así como para la formalización de las relaciones entre los dos países, tras 23 años de aislamiento diplomático y hostilidad mutua.

El resultado fue la formación de una alianza tácita, antisoviética, entre China y los Estados Unidos, cuyo fin era lograr crear aún más presión sobre la URSS y comenzar a ganarle terreno, quitándole el protagonismo internacional. Mientras que la diplomacia de Kissinger llevó a cabo intercambios económicos y culturales entre las dos partes y el establecimiento de oficinas de enlace en las capitales china y estadounidense, todo ello con varias dificultades en el proceso, pues la plena normalización de las relaciones con la República Popular de China no se produciría hasta 1979, en primera instancia debido al escándalo Watergate, que eclipsó el gobierno de Richard Nixon y condujo a su renuncia y en segunda porque los Estados Unidos y la ONU continuaron reconociendo al Gobierno de Taiwán, como «el verdadero gobierno chino», siendo este país el que conservó la silla de China en el Consejo de Seguridad hasta el año de 1979.

La participación de Kissinger en Indochina comenzó desde antes de su nombramiento, incluso como Consejero de Seguridad Nacional de Nixon. En Harvard, trabajó como asesor en política exterior en la Casa Blanca y el departamento de Estado. Kissinger dice que «en agosto de 1965 […] [Henry Cabot Lodge], un viejo amigo que actuaba como embajador en Saigón, le había pedido que visitara Vietnam como su asesor. Kissinger accedió a esta proposición al realizar una gira por Vietnam en primer lugar por dos semanas en octubre y noviembre de 1965, una vez más para unos diez días en julio de 1966 y una tercera vez por unos días en octubre de 1966 […] Lodge me dio carta blanca para examinar cualquier asunto de mi elección. Me convenció del sinsentido de victorias militares en Vietnam y me hizo caer en cuenta acerca de la realidad política que yacía en nuestro país, en la cual fácilmente, se podría llevar a cabo nuestra retirada final».

En una iniciativa de paz de 1967, él mismo medió entre Washington y Hanói, lo que representó el inicio de las conversaciones entre ambos bandos.

Richard Nixon había sido elegido en 1968 con la promesa de alcanzar la «paz con honor» y poner fin a la Guerra de Vietnam. En la Oficina, y asistida por Kissinger, Nixon implementó una política de vietnamización encaminada a retirar gradualmente las tropas durante la expansión de la función de combate del Ejército de Vietnam del Sur, propiciando defender de forma independiente su régimen contra el Frente nacional para la liberación de Vietnam del Sur, una organización guerrillera comunista y el ejército norvietnamita (Ejército Popular de Vietnam). Kissinger desempeñó un papel clave en una campaña secreta en Camboya, donde se procedería a realizar un bombardeo masivo, para interrumpir las operaciones de unidades del Ejército Popular de Vietnam y Viet Cong, así como para desmantelarlas. Planificó y puso en marcha el lanzamiento de incursiones en Vietnam del Sur desde dentro de las fronteras de Camboya y reabastecer sus fuerzas mediante la Ruta Hồ Chí Minh y otras rutas, así como la incursión de Camboya de 1970 y posterior bombardeo generalizado de Camboya.

La campaña de bombardeo contribuyó al caos de la Guerra Civil de Camboya, que incapacitó a las fuerzas del dictador lon Nol para retener extranjeros. Además apoyó la insurgencia de los Jemeres rojos, que buscaron derrocar a dicho dictador en 1975. Documentos descubiertos en los archivos soviéticos después de 1991 revelan que la invasión del Norte Vietnamita de Camboya en 1970, fue lanzada a petición explícita de los Jemeres Rojos y negociada por Pol Pot junto con su segundo al mando, Nuon Chea. El bombardeo estadounidense de Camboya causó la muerte de unos 40.000 combatientes y civiles.

El biógrafo de Pol Pot y reconocido historiador, especializado en la Historia de Camboya, David P. Chandler, afirma:

Por otro lado, el escritor y periodista británico, además de un reconocido crítico del Secretario Kissinger, Christopher Hitchens, asegura en su libro Juicio a Kissinger:

Junto con miembro del Politburó Vietnam del Norte, Le Duc Tho, Kissinger fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 1973, por su trabajo en la negociación de la cesación del fuego contenidas en los Acuerdos de paz de París, donde se establecían las intenciones de «poner fin a la guerra y restablecer la paz en Vietnam», habiendo sido estos firmados en enero. Tho rechazó el premio, alegando que la paz no había sido, realmente restaurada en Vietnam del Sur. Kissinger, por su lado escribió al Comité del Nobel que aceptaba el premio «con humildad». El conflicto continuó hasta una invasión del sur por el ejército de Vietnam del Norte, que resultó en una victoria norvietnamita en 1975 y la evolución posterior del pathet Lao en Laos hacia la condición de mascarón de proa.

Artículo principal: Guerra indo-pakistaní de 1971 Véase también: Guerra Civil Camboyana

Bajo la dirección de Kissinger, el Gobierno de Estados Unidos apoyó a Pakistán en la Guerra de liberación de Bangladés en 1971. Kissinger estaba particularmente preocupado acerca de la expansión Soviética en el Asia meridional como resultado del Tratado de Amistad, recientemente firmado por la India y la URSS, por lo cual trató de demostrar a la República Popular de China (aliado de Pakistán y enemigo tanto de la India como de la Unión Soviética) el valor de una alianza táctica con los Estados Unidos, planeando y en efecto logrando usar a China, como enclave de la influencia estadounidense sobre la región, estrategia que resultó más que eficiente.

La Guerra indo-pakistaní de 1971, es también uno de los flancos de donde Kissinger recibe mayor cantidad de críticas, debido no a la guerra, ni a sus acciones per se, sino a la actitud que tomó al respecto, criticando fuertemente tanto en público como en privado a la primera ministra india Indira Gandhi y según fuentes internas, Kissinger habría llegado a insultarla, incluso en reuniones privadas con Richard Nixon, además de tener una actitud despreciativa hacia la población india en general, tratándolos como una «raza inferior».

Al respecto de la crítica situación que se daba en el Oriente Medio con el estado de Israel y también con el problema de los judíos retenidos en la URSS, donde eran llevados a campos de concentración soviéticos[cita requerida], Richard Nixon, se sentía particularmente preocupado por la posición del único hombre que no podía despedir de su gobierno y que de paso, era el encargado de la política exterior estadounidense, siendo Kissinger judío. Ante esto, Nixon, realmente creía que su Secretario de Estado asumiría una posición más que activa con respecto esto, favoreciendo a la comunidad judía internacionalmente y al propio Israel, lo cual podría poner en riesgo la delicada posición de Estados Unidos al respecto.

Richard Nixon llegó incluso a considerar el sacar de este asunto a Kissinger. De hecho, según notas tomadas por H.R. Haldeman, Nixon habría ordenado lo siguiente:

A pesar de todo lo que Nixon había considerado y previsto, Kissinger resultó estar más que desinteresado del asunto de Israel y de los judíos, de hecho, los consideraba un estorbo para el proceder político internacional de Estados Unidos.

Llegando aún más lejos, en 1973, Kissinger no sentía que lo que estaba ocurriendo en la Unión Soviética con respecto a los judíos, donde eran perseguidos, discriminados, y no podían ocupar cargos de importancia, fuese asunto de interés para la política exterior de los Estados Unidos. A tal punto llegó esto, que en una conversación con Nixon, poco después de una reunión con Golda Meir, el 1 de marzo de 1973, Kissinger dijo:

Además, Kissinger sentía que el gobierno de Israel no era más que una molestia, un grupo de enfermos que constantemente pedían ayuda al gobierno estadounidense, criticándolos por no ser más efectivos.

En una conversación con el entonces Secretario de Defensa, Robert McNamara, dijo sobre los dirigentes israelíes:

El 6 de octubre de 1973, coincidiendo con la festividad hebrea de Yom Kipur, de donde recibió su nombre la guerra, Egipto y Siria, atacaron conjuntamente y por sorpresa a Israel, traspasando la línea establecida por el armisticio del Sinaí y de los Altos del Golán, todos estos territorios que habían sido conquistados por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967. Los líderes de Egipto y Siria, Anwar el-Sadat y Hafez al-Asad respectivamente, estaban siendo respaldados y aconsejados por la URSS y su presidente Leonid Brézhnev.

Estados Unidos estaba estrechamente vinculado con Israel, pero su política de distensión con la Unión Soviética no le permitía actuar directamente en favor de dicho país, además la situación económica que se presentaría, de entrar a la guerra, sería difícil, así que Kissinger optó por la paz. Trató de negociar el fin de la Guerra del Yom Kippur, tras los sucesos ocurridos.

No obstante, Nixon decidió ir en contra de la oposición inicial de Kissinger. Ordenó que el ejército de Estados Unidos llevase a cabo la mayor operación militar aérea de la historia para ayudar a Israel el 12 de octubre de 1973. Esta acción estadounidense fue el desencadenante de la Crisis del petróleo de 1973, que afectó a los Estados Unidos y sus aliados de Europa Occidental.

Comienza, entonces, el 17 de octubre de 1973, la Crisis Petrolera de 1973, a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (que agrupaba a los países miembros árabes de la OPEP más Egipto y Siria), de no exportar más petróleo a los países que apoyasen a Israel durante la Guerra del Yom Kippur, medida que incluía a Estados Unidos y a sus aliados de Europa Occidental.

Al mismo tiempo, los miembros de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo acordaron utilizar su influencia sobre el mecanismo que fijaba el precio mundial del petróleo para cuadruplicar su precio, después de que fracasaran las tentativas previas de negociar con las "Siete Hermanas".

El aumento del precio unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo de la OPEP, provocó un fuerte efecto inflacionario y una disminución de la actividad económica de los países afectados. Estos países respondieron con una serie de medidas permanentes para frenar su dependencia exterior, siendo Kissinger clave para esta operación, pero la prioridad número uno del Secretario de Estado, así como de todo el gobierno estadounidense no era otra que poner fin a la Guerra del Yom Kipur, para luego tratar de levantar el bloqueo económico impuesto por parte de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo.

Entre tanto, ahora con apoyo militar y logístico estadounidense, Israel avanzaba con una serie de excepcionales victorias militares que lo llevaban a recuperar los territorios perdidos al inicio de la guerra y ganó nuevos territorios en Siria y Egipto, incluidas las tierras al este, de los previamente capturados, del Golán aunque perdieron parte del territorio en el lado oriental del Canal de Suez que había estado en manos israelíes desde el fin de la Guerra de seis días. Kissinger presionó a los israelíes, para que cedieran parte de los territorios recién capturados de nuevo a sus vecinos árabes, contribuyendo a las primeras fases de no-agresión entre Israel y Egipto. Esto condujo a una reanudación de las relaciones entre Estados Unidos y Egipto, amargas desde la década de 1950, dando como resultado que el país pasase de su anterior postura independiente a mantener una estrecha asociación con los Estados Unidos.

Finalmente, el 11 de febrero de 1973, Kissinger presenta su Plan para el Desarrollo de Energías Alternativas, último paso con el cual le asesta un golpe fatal al bloqueo petrolífero. Ahora con el panorama internacional a favor, el Secretario de Estado estadounidense, se anota su gran éxito, cuando los Ministros de Energía árabes, a excepción de Libia, anuncian el fin del embargo contra Estados Unidos.

El 31 de octubre de 1973, el Ministro de Relaciones Exteriores egipcio Ismail Fahmi se reúne con Richard Nixon y Henry Kissinger, luego de lo cual, tras una semana, se pone fin a los combates en la Guerra de Yom Kipur.

EL proceso de paz en el Medio Oriente finalizaría cinco años después, en 1978, cuando el Presidente estadounidense Jimmy Carter mediará los Acuerdos de Camp David, durante los cuales Israel devolvería la península del Sinaí a cambio de un acuerdo egipcio para reconocer el estado de Israel.

Consulte también: Operación Cóndor
Consulte también: Dictadura militar (Chile)
Consulte también: Proceso de Reorganización Nacional
Consulte también: Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985)

Bajo el mando diplomático de Kissinger Estados Unidos continuó reconociendo y manteniendo relaciones con gobiernos de derecha, ya fuesen dictatoriales o democráticos, respaldando y estableciendo tratados y alianzas estratégicas con cada uno de ellos, con el fin último de asegurar el predominio de las tendencias capitalistas y neoliberalistas, por sobre las izquierdistas, comunistas y socialistas en la región. Pero Kissinger llegaría más lejos que cualquiera de sus predecesores en esta región.

Kissinger respaldó y fue clave para el ascenso de tres importantes dictaduras en el Cono Sur, la Dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile y el Proceso de Reorganización Nacional en Argentina y la Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985). Además desarrolló y aplicó la Operación Cóndor, un plan ofensivo en contra de las organizaciones populares en Latinoamérica.

Tras la Revolución Cubana, liderada por Fidel Castro, que se había consolidado en el poder desde 1960, Estados Unidos había venido teniendo todo tipo de confrontaciones diplomáticas con Cuba. El país, ahora orientado hacia el comunismo y el socialismo, se convirtió en un problema para Estados Unidos, que aspiraba mantener a la región latinoamericana limpia de cualquier tendencia de izquierda.

Bajo tales aspiraciones, las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos fueron interrumpidas y el primero trató de consolidar todo tipo de problemas para la Isla Rebelde, logrando aislarla internacionalmente, además de aplicar embargos económicos, e incluso durante el gobierno de Kennedy, se llevó a cabo la Invasión de la Bahía de Cochinos, un ataque al territorio cubano.

No obstante, Kissinger inicialmente consideraba que era momento de mejorar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, rotas desde 1961 (todo el comercio de Exxon Mobil cubano había sido bloqueado en febrero de 1962, unas semanas después de la exclusión de Cuba de la Organización de los Estados Americanos, debido a la presión estadounidense). Sin embargo, rápidamente cambió de opinión y siguió la política de John F. Kennedy. Después de la participación de las fuerzas armadas revolucionarias de Cuba en las luchas de liberación en Angola y Mozambique, Kissinger determinó que a menos que Cuba retirase sus fuerzas no podrían normalizarse las relaciones entre ambos países, a lo cual Cuba se negó.

La Alianza para el progreso de John F. Kennedy finalizó en 1973. En consecuencia, era necesario empezar a determinar cuales serían las acciones a tomar con respecto a un valioso activo comercial internacional, el Canal de Panamá. Kissinger, se encargó de que en 1974 comenzaran las negociaciones sobre un nuevo asentamiento en el Canal de Panamá. Si bien el Secretario de Estado estadounidense, no logró llevar a cabo la firma de un nuevo tratado, sí fue el responsable de prepararla, siendo a escasos meses de haber asumido la presidencia, que Jimmy Carter llevó a cabo los Tratados Torrijos-Carter y la entrega del canal al control panameño.

El candidato presidencial del Partido Socialista de Chile, Salvador Allende, había sido designado presidente por el congreso nacional debido a que obtuvo apenas el 36,3 % de los votos, una mayoría relativa, frente a Jorge Alessandri que obtuvo el 35.5 %. Para esto la Democracia Cristiana Chilena le exigió la firma del Estatuto de Garantías Constitucionales que se firmaría en el marco de "la vía chilena al socialismo".

Automáticamente, en Estados Unidos, la reacción no se hizo esperar, la preocupación general era incontrolable en Washington, D.C. debido al nuevo presidente chileno, abiertamente socialista y con inclinaciones a favor de Fidel Castro y la Revolución Cubana. Allende intentaría llevar a cabo pacíficamente su programa de gobierno de profundas reformas para la época en lo político, económico y cultural.

Kissinger fue, particularmente, el mayor defensor de la necesidad de intervenir en Chile, considerando su gobierno como «comunista», y una amenaza de germen peligroso para el orden en la región, llegando a afirmar lo siguiente:

Kissinger era presidente del poderoso Comité 40, una organización de alto nivel y al lado de representantes del Departamento del Estado, de la CIA y del Pentágono, tomaban decisiones y medidas acerca de las situaciones relacionadas con el comunismo nacional e internacionalmente. La administración de Nixon autorizó la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para fomentar un golpe de Estado militar que impidiese la toma de posesión de Allende, pero el plan no tuvo éxito. El grado de participación de Kissinger en estos planes es mayor del que se creía, existiendo documentos y archivos desclasificados que demuestran que Kissinger no solo era consciente de las operaciones de Estados Unidos y la CIA en Chile, sino que él era el principal artífice detrás de tales operaciones.

Mónica González, reconocida periodista chilena ganadora del premio Cabot de la Universidad de Columbia y autora del libro La Conjura afirma:

Además, la misma Mónica González, afirmó respecto a Kissinger lo siguiente:

Las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Chile permanecieron heladas durante el mandato de Salvador Allende, siendo el hito que marcó el inicio de este distanciamientos la completa nacionalización de la industria minera de cobre chilena, hasta entonces, prácticamente propiedad de Estados Unidos, mediante la filial chilena de la estadounidense ITT Corporation, así como otras empresas chilenas. Estados Unidos afirmó que el gobierno chileno había devaluado enormemente una compensación equitativa para la nacionalización restando lo que consideró «beneficios extraordinarios». Por lo tanto, Estados Unidos consideró implementar sanciones de orden económico, pero nunca llegaron a ser aplicadas. La CIA también proporcionó financiamiento para las huelgas masivas antigubernamentales en 1972 y 1973.

La CIA, actuando en virtud de la aprobación del Comité 40 (del que Kissinger era presidente), participó en varias acciones encubiertas en Chile durante este período, ideando lo que en efecto fue un golpe de estado constitucional y, cuando esto fracasó, permaneció en contacto con elementos antigubernamentales. La CIA se enteró de una gran cantidad de asociaciones, planes y organizaciones clandestinas que buscaban establecer una dictadura militar. Aunque intencionalmente se negó a ayudar materialmente a cualquiera de ellos, también alentó a varios de estos grupos y no hizo nada para evitarlos. Aseguró a los conspiradores que tal evento sería bienvenido en Washington y los Estados Unidos se encargaría de omitir cualquier mención acerca de posibles violaciones de los derechos humanos.

El 11 de septiembre de 1973, el presidente Allende se suicidó durante el golpe de estado lanzado por el comandante en jefe de Ejército Augusto Pinochet, quien se convirtió en Presidente de facto de Chile y que ejercería una dictadura sobre el país durante 17 años. Un documento publicado por la CIA en 2000 titulado CIA, Actividades en Chile reveló que la CIA apoyó activamente a la junta militar tras el derrocamiento de Allende y que tenía muchos de los oficiales de Pinochet en pagos contactos de la CIA, a pesar de que muchos eran conocidos por estar involucrados en notorias violaciones de los derechos humanos, hasta que el candidato Demócrata Jimmy Carter derrotó al Presidente Gerald Ford en 1976.

El 16 de septiembre de 1973, cinco días después de que Augusto Pinochet había asumido el poder, el siguiente intercambio sobre el golpe de estado tuvo lugar entre Kissinger y el Presidente Nixon:

En 1976, Kissinger canceló una carta que fue enviada a Chile advirtiéndoles contra la realización de cualquier asesinato político. Orlando Letelier fue asesinado poco después, en Washington, D.C. con un coche bomba el 21 de septiembre de 1976, justo el día que la carta iba a ser enviada. El Embajador de Estados Unidos en Chile dijo que Pinochet podría tomar como un insulto cualquier insinuación de estar involucrado en el asesinato (lo estaba).

Kissinger tomó una línea similar a la que había practicado en Chile cuando la milicia argentina, dirigida por Jorge Rafael Videla, derrocó el gobierno de Isabel Perón en 1976 con un proceso llamado "Proceso de reorganización nacional" por los militares, con la que consolidó el poder, lanzamiento de brutales represalias y desapariciones contra grupos guerrilleros como ERP y Montoneros. Durante una reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores argentino, vicealmirante César Augusto Guzzetti, Kissinger le aseguró que Estados Unidos era un aliado, pero le urgió a "volver a procedimientos normales", rápidamente antes de que el Congreso de Estados Unidos volviese a reunirse y tuvieron la oportunidad de considerar las sanciones.[15]

En ocasión del golpe de estado de Argentina, el 24 de marzo de 1976, alentó y apoyó a la Junta Militar a que tomara el poder. Lo han acusado de complicidad y del estímulo en la eliminación y desaparición sistemática de miles de personas cometidas por la [Junta Militar de Argentina]] del autodenominado proceso de reorganización nacional o "guerra sucia" según han denominado varios historiadores. La aceptación de la "guerra sucia" argentina por parte de Kissinger (quien en aquel momento era Secretario de Estado de Estados Unidos) ha sido confirmada oficialmente por archivos desclasificados el Archivo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (The National Security Archive). En estos archivos se confirma de Kissinger, entre otras frases hacia la Junta militar en referencia a la guerra sucia:

En 1978 Kissinger visitó Argentina invitado por el dictador Videla. Lo hacía a título particular ya que había cesado en su cargo al ganar las elecciones presidenciales de 1976 el demócrata Jimmy Carter. En Argentina, Kissinger elogió a los militares por sus esfuerzos en lo que denominada "combatir el terrorismo". Ello provocó la indignación del embajador estadounidense, Raul Castro, que siguiendo las nuevas directrices de Carter estaba presionando a la junta militar para que respetase los derechos humanos.[17]

La Operación Cóndor, fue un plan de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de AméricaChile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia— y con la CIA de los EE. UU., llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980.

Enmarcada en la Doctrina Truman, esta coordinación se tradujo en "el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con apremios psico-físicos, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como "subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la región". El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.

Se afirma que Kissinger, en su odisea por mantener Latinoamérica, considerada el "patio trasero" de los Estados Unidos, férreamente afianzada bajo predominio y control estadounidense, habría sido el responsable o por lo menos un personaje clave en la creación, planificación y puesta en marcha de la Operación Cóndor, dado que para el año en que ésta comenzó a funcionar, 1970, Kissinger ya era Consejero de Seguridad Nacional, además de que es bien sabido que a causa de él, el Cono Sur pasó a estar dominado por dictaduras y en su desempeño como Secretario de Estado, mantuvo una política eficaz en contra de cualquier intento de expansión ideológica y política de orden izquierdista, lo que el consideraba como "combate al comunismo", en las circunstancias de la Guerra Fría.

La Operación Cóndor, se desarrolló durante más de siete años, bajo la supervisión de Kissinger, siendo sólo en sus etapas finales, ya hacia 1980, cuando este dejó de ejercer la Secretaría de Estado de Estados Unidos, las únicas en las que quizá no haya tenido injerencia.

De acuerdo a las investigaciones de varios historiadores del siglo XX, han afirmado que durante el período del Frente Nacional, Kissinger ayudó a la emancipación y posterior extensión del mismo en la presidencia colombiana, aparte de que desde su puesto logró promover la asesoría militar al ejército de la nación suramericana por medio de asesores de la CIA en la enseñanza de técnicas de tortura y asesinato encubierto a líderes sindicales de la oposición local, en el marco de la muy célebre y odiada serie de dictaduras amparadas en el continente y conocidas por ser sostenidas desde las operaciones de asesinatos sistemáticos promovidas desde la Operación Cóndor.[18]

En 1974 un golpe militar izquierdista derroca al gobierno de Marcelo Caetano en Portugal, a través de la denominada Revolución de los Claveles. La Junta de Salvación Nacional liderada por el nuevo Primer Ministro de Portugal, Adelino da Palma Carlos, consolidados como el nuevo gobierno del país ibérico, rápidamente concede la independencia a las colonias de Portugal, creando una cadena de reacciones internacionales, con respecto al destino de África.

Cuba apoya abiertamente a través de sus tropas en Angola, al Movimiento Popular de izquierda para la liberación de Angola (MPLA) en su lucha contra los rebeldes UNITA y el FNLA de derecha durante la guerra civil angoleña. Kissinger se encargó de apoyar a FNLA, liderado por Roberto Holden y a la UNITA, liderada por Jonas Savimbi, los insurgentes de La resistencia nacional mozambiqueña (RENAMO), así como la invasión de apoyo de la CIA de Angola por tropas sudafricanas. El FNLA fue derrotado y UNITA se vio obligado a llevar su lucha en la selva. Sólo bajo la Presidencia de Ronald Reagan Estados Unidos volvería a dar apoyo a la UNITA.

En septiembre de 1976, Kissinger participó activamente en las negociaciones acerca de la Guerra de Bush Rhodesia. Kissinger, junto con el primer ministro de Sudáfrica John Vorster, presionó al Primer Ministro de Rhodesia, Ian Smith para acelerar la transición de gobierno en favor de las mayorías negras del país. Con el FRELIMO en control de Mozambique y Sudáfrica, al Kissinger retirar su apoyo a manera de presión, el aislamiento de Rhodesia fue total. Según la autobiografía de Smith, Kissinger le comentó la admiración que la Sra. Kissinger le profesaba, pero Smith dijo que él pensó que Kissinger le estaba pidiéndo firmar el "Acta de defunción" de Rhodesia. Kissinger, llevando el peso de los Estados Unidos y acorralando a otras partes interesadas para presionar a Rhodesia, aceleró el fin del régimen de la minoría.

Hacia 1975, España entró en un período de crisis interna, con la enfermedad de Francisco Franco, situación que fue aprovechada por el rey Hassan II para enviar a más &&&&&&&&&0350000.&&&&&0350 000 civiles y &&&&&&&&&&025000.&&&&&025 000 militares al territorio de Sahara Occidental, con el fin de reclamarlo y anexarlo a sus dominios.

Henry Kissinger, jugó un papel clave en este proceso, siendo él, quien planificó, asesoró y organizó a los marroquíes para la Marcha Verde (1975), y auspició las negociaciones entre los representantes marroquíes y el Gobierno español, que finalizaron con la salida del Ejército español de los territorios del Sáhara y el traspaso del mismo a Marruecos y Mauritania.

Estados Unidos, encausado por Kissinger, proporcionó a Marruecos equipos, armamentos, logística y una completa organización para la operación, mientras que Arabia Saudí aportó grandes sumas de dinero para la misma, que era en extremo favorecedora, siéndolo todavía hoy en día, para los intereses de orden militares, estratégicos y económicos de los EE. UU., sobre la región. El conflicto del Sáhara Occidental, continúa todavía sin resolverse.

El proceso de descolonización portuguesa atrajo la atención de Estados Unidos a la antigua colonia portuguesa de Timor Oriental, que se encuentra en el archipiélago indonesio y declaró su independencia en 1975. El presidente indonesio Suharto fue un fuerte aliado de Estados Unidos en el sudeste asiático y comenzó a movilizar el ejército indonesio, preparándose para el estado naciente, que se había vuelto cada vez más dominado por el partido popular de FRETILIN izquierdista. En diciembre de 1975, Suharto discutió los planes de invasión durante una reunión con Kissinger y el Presidente Ford en la capital Indonesia de Yakarta. Ford y Kissinger dejaron en claro que las relaciones con Indonesia continuarían siendo fuertes y que no se oponían a la propuesta de anexión. La venta de armas de Estados Unidos a Indonesia continuó, y Suharto siguió adelante con el plan de anexión.

Se acusa a Kissinger de muchas violaciones a los derechos humanos, y de ser instigador de genocidios sistemáticos de grupos políticos.

El juez español Baltasar Garzón, célebre, entre otras muchas cosas, por haber tratado de llevar a juicio a Augusto Pinochet e intentar esclarecer los atentados contra la población civil en Argentina durante el directorio militar de Videla, envió una comisión rogatoria referente a violaciones de los Derechos Humanos a los Estados Unidos, pero el Departamento del Estado de Estados Unidos la rechazó. Igualmente existen numerosas iniciativas que persiguen conseguir su procesamiento ante instancias judiciales internacionales, así como la retirada de su Premio Nobel.

Henry Kissinger también es uno de los más conocidos miembros del Grupo Bilderberg junto a David Rockefeller, además de ostentar la posición de ser uno de su miembros fundadores originales. Ambos colaboraron de pleno con el príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld, junto con la Banca Rothschild, en los planes de nacimiento, organización y expansión del Grupo Bilderberg, entidad foco de una gran teoría conspirativa.

El Grupo Bilderberg, en sus reuniones anuales agrupa a algunos de los líderes y personajes más poderosos del planeta, para discutir acerca de todo lo que está pasando en el mundo y sus opiniones al respecto y en lo que al público concierne.

Kissinger, también ha sido objeto de críticas a causa de su relación con la muy polémica y criticada Corporación RAND, una poderosa empresa de desarrollo tecnológico, industrial y energético, que posee numerosas alianzas, contratos y acuerdos comerciales con el gobierno de los Estados Unidos, específicamente con las Fuerzas Armadas del mismo y con los Departamentos de Seguridad Nacional.

Kissinger, habría fungido de asesor de esta compañía desde el año de 1951, además de mantener estrechos vínculos con ella durante todo el período de tiempo que ejerció como Consejero de Seguridad Nacional y también como Secretario Estado.

Esta cercanía entre Henry Kissinger y la Corporación RAND, le ha valido al primero el recibir las mismas críticas que se le hacen a la empresa, acusándola de ser una organización militarista y de promover los conflictos militares, llegando al punto de haber teorías de conspiración, que vinculan a los conflictos bélicos que hubo durante el período de Kissinger en la Casa Blanca, con la Corporación RAND, basándose en la suposición de que estos conflictos representaron oportunidades multimillonarias de negocios para la misma. A pesar de todo, ninguna de estas acusaciones disponen de algún tipo de prueba que pueda justificarlas y lo cierto es que los acontecimientos que involucran a la RAND, "per se", se basan en suposiciones que son difíciles de verificar, debido a la falta de detalles acerca del trabajo, de alto secreto, llevado a cabo por la RAND para agencias de inteligencia y de defensa.

En ocasión del golpe de Estado de Argentina, el 24 de marzo de 1976, a Kissinger se le critica por haber alentado y apoyado a la Junta Militar a que tomara el poder, además de haberla respaldado tras el golpe y de paso, por haberla utilizado como herramienta para fortificar la influencia de Estados Unidos sobre el Cono Sur. Igualmente, ha sido acusado de complicidad y del estímulo en la eliminación y desaparición sistemática de miles de opositores, cometidas por la Junta Militar de Argentina del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional o "guerra sucia" según han denominado varios historiadores. La aceptación de la "guerra sucia" argentina por parte de Kissinger (quien en aquel momento era Secretario de Estado de Estados Unidos) ha sido confirmada oficialmente por archivos desclasificados el Archivo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (The National Security Archive). En estos archivos se confirma de Kissinger, emitió entre muchas otras frases hacia la Junta militar, la siguiente, en referencia a la "guerra sucia":

Se afirma su participación en la organización del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende en Chile. Se lo acusa además de haber organizado la denominada Operación Cóndor, un plan sistemático de eliminación de opositores dirigido a "combatir el comunismo" en Latinoamérica.[1][3][21][22][23][24][25][26]​ Fue sometido a proceso en Estados Unidos por el asesinato del comandante en jefe del Ejército chileno René Schneider, fallando en 2006 la Corte Suprema de ese país que su responsabilidad había sido política y no criminal.

Durante el mandato del Frente Nacional, se supone que ayudó a la emancipación y posterior extensión del mismo en la presidencia colombiana, aparte de que desde su puesto logró promover la asesoría militar al ejército de la nación suramericana por medio de asesores de la CIA en la enseñanza de técnicas de tortura y asesinato encubierto a líderes sindicales de la oposición local, en el marco de la muy célebre y odiada serie de dictaduras amparadas en el continente y conocidas por ser sostenidas desde las operaciones de asesinatos sistemáticos promovidas desde la Operación Cóndor.</ref>

Henry Kissinger apoyó al régimen indonesio del general Suharto, acusado del genocidio contra la población de Timor Oriental, además de estar involucrado con las actividades de este gobierno, así como también en la invasión a Timor Oriental. Además sirvió a dicho gobierno como Asesor General de Gobierno, otra acción que le ha sido tremendamente criticada.

Se conoce su implicación directa en los bombardeos secretos de Laos y Camboya, ordenados sin permiso del Congreso. Dichos bombardeos sirvieron para que los jemeres rojos accedieran al poder, del que se servirían para asesinar a más de dos millones de personas.

Kissinger asesoró y preparó a los marroquíes para la Marcha Verde (1975), y auspició las negociaciones entre los representantes marroquíes y el Gobierno español, que concluyeron con la retirada del Ejército español del Sáhara y la entrada al territorio por Marruecos y Mauritania. Estados Unidos proporcionó a Marruecos logística y armamento, y Arabia Saudí aportó grandes sumas de dinero para esta operación, que favorecía (y aún hoy favorece) a los intereses estratégicos y comerciales de los EE. UU. El conflicto del Sáhara Occidental aún no se ha resuelto.

Tras su salida de la Secretaría de Estado, inmediatamente le fue ofrecida a Kissinger, dictar una cátedra en la Universidad de Columbia, oferta que aceptó gustoso. Además fundó su propia firma de Asesoría Política y Diplomática, llamada Kissinger & Associates y es cofundador y actual accionista de la Kissinger & McLarty Associates, otra compañía de asesoría. Además pasó a ejercer como profesor de la Universidad de Georgetown y a ser miembro de las juntas directiva y asesor general de las compañías: Hollinger Group, un grupo de medios masivos, canales de televisión, revistas, editoriales, periódicos y demás publicaciones con sede en Chicago y la Gulfstream Aerospace, una compañía especializada en la industria del transporte aéreo y en la construcción de aviones.

Además ha continuado publicando libros, artículos y ensayos, así como también ha dado conferencias y es asesor de múltiples otras compañías.

Su firma fue contratada por el gobierno de George W Bush, para dirigir un comité de acción tras los atentados del 11-S y para prestar sus servicios como compañía asesora, pero se desentendió de este contrato poco antes de que Bush hiciera pública su idea de invadir Irak y de comenzar la Guerra de Afganistán. Además, prestó sus servicios como Asesor Político General al Gobierno de Indonesia.

El Secretario Kissinger ha escrito muchos libros y artículos sobre política exterior de Estados Unidos, los asuntos internacionales, y la historia diplomática. Entre los premios que ha recibido se encuentran:

Hablar de política exterior en el siglo XX sin nombrar a Kissinger es algo que resulta imposible. Henry Kissinger fue Secretario de Estado de los Estados Unidos de América en un período de tiempo bastante agitado en la política internacional y su proceder, así como su capacidad para solventar todo tipo de problemas que se le presentase, lo convirtieron en una referencia de la diplomacia estadounidense, siendo en gran medida el creador de variedad de tendencias o métodos de acción, en este ámbito, que todavía siguen usándose hoy por hoy (intervenciones militares, negociaciones, acciones en búsqueda de determinados intereses, entre otros).

Kissinger es admirado por unos a la vez que es odiado y temido por otros. La mayor crítica que se le hace es el sobreponer los intereses de su nación por encima del bienestar político de las demás, siendo responsable o estando vinculado a una gran variedad de dictaduras, lo que ha llevado a que muchos lo acusen de estar ligado a las múltiples violaciones a los Derechos Humanos acaecidas durante las mismas, algo que es y seguirá siendo motivo de especulación y controversia.

A pesar de todo, Kissinger inició la aplicación de un nuevo enfoque con respecto a la Guerra Fría, el cual no sería continuado por sus sucesores, que quizás hubiera dado como resultado en el futuro una relación productiva no violenta entre la URSS y EE. UU. Muchos consideran esta política de distensión con la URSS la más adecuada, entendiendo el expansionismo e imperialismo como el enfoque correcto, que es retomado por la administración Reagan, con su proyecto Guerra de las Galaxias y sus ofensivas internacionales.

Andréi Gromyko, Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética entre 1957 y 1985, dedicó algunas valoraciones sobre Kissinger en sus memorias. Lo consideraba un hombre con un comportamiento digno, competente, que preparaba bien las reuniones y con verdaderos deseos de alcanzar algún acuerdo. Matiza, sin embargo, los supuestos engaños que consiguió en algunos encuentros hacia los rusos que el exsecretario de Estado afirma en sus memorias[28]​. Gromyko coincide con Kissinger en que su oponente siguió una táctica de presión sobre el adversario en los diversos encuentros que mantuvieron[29]​:

Entre los logros de Kissinger destaca la apertura de relaciones entre China y Estados Unidos, la aplicación de una vasta serie de medidas para la producción energética alternativa, durante y posteriormente a la Crisis del Petróleo de 1973, la firma de los Tratados SALT I y la preparación del terreno para la posterior firma de su sucesor, los Tratados SALT II, el inicio del proceso de colaboración y negociación en el Medio Oriente, específicamente en el conflicto del mundo árabe, sentando las bases para la realización de los Acuerdos de Camp David, y poner fin a un muy criticado y rechazado conflicto, la Guerra de Vietnam, sobrellevar con éxito tanto la Guerra del Yom Kipur como la Guerra indo-pakistaní de 1971 y en líneas generales, conseguir con su política consolidar el poderío internacional estadounidense, así como extender y asegurar sus zonas de influencia a lo largo del mundo.

Es por esta inmensa gama de actividades que Henry Kissinger es recordado como el más emblemático Secretario de Estado de Estados Unidos, al punto de que este puesto es directamente identificado con su persona. Pocos Secretarios de Estado, por no decir ninguno, han tenido un nivel de participación y protagonismo tan grande como el suyo en los sucesos acaecidos a lo largo del mundo, convirtiéndolo en un auténtico ícono para muchas corrientes capitalistas y de derechas, tanto de Estados Unidos como del mundo.

Otras fuentes

1. Obras de Henry Kissinger

Autobiografía

Memoirs, etc.

2. Libros sobre Kissinger (biografías)

3. Otros libros sobre Kissinger




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