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Indiana Jones y la última cruzada



Indiana Jones y la última cruzada (título original en inglés, Indiana Jones and the Last Crusade) es una película estadounidense de aventuras dirigida por Steven Spielberg, estrenada en 1989 y producida por Robert Watts, George Lucas y Frank Marshall. Es el tercer filme estrenado de la serie cinematográfica de Indiana Jones, siendo también el tercero en términos cronológicos de la franquicia. Obtuvo un premio Óscar en la categoría de mejores efectos y edición de sonido, de un total de tres nominaciones, siendo las restantes mejor banda sonora y mejor sonido.

El guion lo escribió Jeffrey Boam, quien reelaboró los libretos redactados por Chris Columbus y Menno Meyjes. Tiempo después, Spielberg sugirió incorporar al padre del protagonista en la trama, al considerar que la película debía girar en torno a la reconciliación de un padre con su hijo durante la búsqueda del Santo Grial, elemento sugerido desde un inicio por George Lucas.

La concepción de la película se originó cuando Spielberg decidió completar la planeada trilogía de filmes de Indiana Jones. A pesar de que los resultados del Templo no habían sido malos, Spielberg había encajado mal las críticas de la película. Por ello, una de las razones de Spielberg para hacer La última cruzada, aparte de terminar la trilogía, fue «disculparse con los seguidores del personaje por la segunda película».[4][5]​ Para superar a su predecesora, los realizadores querían retomar el estilo, tanto narrativo como visual, de Los cazadores del arca perdida / En busca del arca perdida (Raiders of the Lost Ark en su título original).[6]​ La trama describe la búsqueda del padre del arqueólogo, secuestrado por los nazis, los cuales buscan el Grial para obtener la inmortalidad. Para impedirlo, Indy debe descubrir una serie de pistas relacionadas con el mismo, las cuales habrían de llevarlo directamente a la ubicación del legendario cáliz usado por Jesucristo en La Última Cena.

El reparto estuvo integrado por Harrison Ford, Sean Connery, Denholm Elliott, Alison Doody y John Rhys-Davies. El rodaje fue realizado en diversas localizaciones de España, Reino Unido, Italia, Jordania y Estados Unidos.

Tras su estreno el 24 de mayo de 1989 en Estados Unidos, La última cruzada obtuvo en su primer fin de semana de proyección una de las mejores recaudaciones en territorio estadounidense durante dicho año, con un total de USD 29 355 021,[3]​ por debajo solamente de filmes como Cazafantasmas 2 y Batman.[7]​ En total, recaudó un total de USD 474 171 806 en todo el mundo, pasando a ser considerada una de las películas más exitosas de todos los tiempos.[3]​ Por otra parte, las críticas fueron variadas, siendo elogiada a rasgos generales por sus escenas de acción y aventura, así como por la historia en torno a la reconciliación de Indy con su padre.[8]​ Casi veinte años después, en 2008, la cinta continuó con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Previamente, Lucas produjo la serie de televisión Las aventuras del joven Indiana Jones, la cual aborda las aventuras del arqueólogo durante su infancia y juventud, estrenada a comienzos de la década de 1990.

La historia comienza en 1912, cuando un Indiana Jones de trece años aparece cabalgando con su compañía de boy scouts en una zona desértica de Utah. El joven Indiana descubre a unos buscadores de tesoros furtivos en una cueva, los cuales acababan de encontrar una cruz que había pertenecido al conquistador español Francisco Vázquez de Coronado, la Cruz de Coronado.[n. 1]​ El jefe de los cazatesoros viste una chaqueta de cuero y un sombrero fedora, por lo que el joven Indiana le denomina «Fedora». Indy roba la cruz sosteniendo que debería permanecer en un museo en lugar de en una colección privada. Tras escapar de Fedora a caballo y refugiarse en un tren circense, el joven consigue un látigo en uno de los vagones, con el que termina hiriéndose el mentón, y adquiriendo una fobia a las serpientes al caer directamente en un vagón con reptiles. Aunque consigue huir con la cruz, los ladrones, en nombre de su cliente, Panama Hat (en referencia al sombrero panamá que lleva), le dicen al sheriff del pueblo donde viven que Indiana fue el ladrón y este se ve obligado a devolverla, mientras su descuidado padre, Henry Jones, sigue trabajando en su diario sobre el Santo Grial. El jefe de los ladrones, vestido de forma similar al Indiana futuro, e impresionado por el coraje del joven, le obsequia con unas palabras de aliento («Hoy has perdido, chico, pero no tiene por qué gustarte»)[n. 2]​ y le regala su sombrero fedora. Este inicio, contando la juventud del personaje, daría pie a la posterior serie de televisión "Las aventuras del joven Indiana Jones", producida en la década de los 90.

Mediante una elipsis hecha con el sombrero fedora de Indy, la historia avanza veintiséis años, dos después de los sucesos relacionados con el Arca de la Alianza. Indiana, ya adulto, se encuentra a bordo del barco de Panama Hat, el Coronado, junto a la costa portuguesa, y consigue arrebatarle finalmente la cruz antes de que el barco explote y volver a la Universidad Barnett, donde enseña. Allí, dona la cruz al museo que dirige Marcus Brody. Poco después recibe un paquete que no abre en ese momento.

Más adelante, Indiana se reúne con el millonario Walter Donovan en su apartamento. Donovan ha hecho generosas contribuciones al museo en los últimos años, e informa a Indiana de que su padre había desaparecido mientras buscaba una pista de la ubicación del Grial, del que Donovan cree que proporciona la inmortalidad. Donovan le muestra a Indiana la mitad de una antigua tablilla de arenisca con un texto en latín que parece datar del siglo XII, encontrada por unos empleados de Donovan en Anatolia. La tableta describe el escondite del Grial, pero se encuentra incompleta. Donovan también le cuenta que, según ciertos textos medievales, el hallazgo de dicha tablilla es una señal de la aparición del Grial. La segunda señal se podría encontrar en Venecia, en la tumba de un caballero de la Primera Cruzada. Donovan le cuenta que el encargado de la búsqueda del Grial en Venecia era su padre y que había desaparecido allí.

Poco después, Indiana visita el apartamento de su padre, que había sido registrado, y se percata de que el paquete que había recibido era el diario en el que su progenitor recogía todos sus hallazgos e impresiones en la búsqueda del Grial. Comprendiendo que su padre no le habría enviado el diario a menos que estuviese en dificultades, viaja a Venecia en compañía de Marcus para encontrarse con la doctora Elsa Schneider, ayudante austriaca de su padre en la búsqueda, y así seguirle el rastro a su extraviado padre. Su recorrido en Venecia comienza en la biblioteca donde fue visto la última vez. Allí, Indy reconoce una vidriera dibujada por su padre en el diario, bajo la que encuentra una «X» en el suelo, rompe una baldosa y entra en unas antiguas catacumbas inundadas de petróleo. En el interior se halla la tumba de sir Richard, el caballero de la Primera Cruzada, cuyo escudo contiene una versión completa de la información en la tablilla. Sin embargo, la Hermandad de la Espada Cruciforme, una sociedad religiosa secreta que protege el Santo Grial, incendia el petróleo de las catacumbas para matar a Indiana y a Elsa. Ante esto, Indiana derriba el sarcófago de Richard, de forma que Elsa y él pudieron resguardarse de las llamas, y así cruzar por una alcantarilla para salir de la biblioteca. Finalmente, ambos logran huir a bordo de una lancha a motor. La persecución termina cuando Jones logra capturar a Kazim, el líder de la sociedad secreta, el cual le explica que la Hermandad tiene como objetivo proteger al Grial de aquellos que lo buscan con intenciones perversas. Una vez que le convence de que su propósito es encontrar a su padre, y no el Grial, Kazim le revela que Henry está cautivo en el castillo de Brunwald, en Austria, cerca de la frontera con Alemania.

Antes de partir a Brunwald, Marcus e Indiana repasan el contenido del escudo de sir Richard. El texto del escudo habla de la antigua ciudad de Alejandreta que en la época de los Jones tenía el nombre de Iskenderun, una ciudad de la actual Turquía y entonces parte de la república de Hatay, un territorio disputado entre Turquía y el mandato francés de Siria. El diario de Henry proporcionaba instrucciones adicionales, que permitirían hallar la localización del Grial, de forma que Indiana envía a Marcus y a Kazim a Alejandreta mientras que él y Elsa parten a Brunwald para salvar a Henry. Mientras tanto, una vez en Alejandreta, Marcus, con el diario de Henry, se encuentra con Sallah, el cual intenta ayudarlo a ocultarse de una muchedumbre de gente, en la cual se hallan algunas personas trabajando para las tropas nazis que desean obtener información sobre el Grial.

Al arribar al castillo, situado cerca de Salzburgo, el aventurero descubre que se trata de un centro de mando nazi. A pesar de ello, se las arregla para rescatar a su padre. Sin embargo, poco después ambos son traicionados por Schneider y Donovan, quienes trabajan en realidad para los nazis, y cuya doble identidad tenía la finalidad de involucrar a Indiana Jones en la búsqueda del Grial. No obstante, padre e hijo logran escapar, cruzando la frontera en motocicleta con Alemania y viajando a Berlín para recuperar el diario del primero, que había sido robado por los nazis y llevado allí por Schneider para mostrar el progreso de la misión al propio Hitler.

Nada más llegar a Berlín, los Jones asisten a un acto nazi de quema de libros, donde un Indiana disfrazado intercepta a Elsa y la convence de devolverle el diario, tropezándose instantes después con Adolf Hitler. Indiana y Henry intentan salir de Alemania en un dirigible LZ-138 que se dirige a Atenas en un vuelo comercial, que despega sin que los Jones sean descubiertos. Sin embargo, al percatarse de su presencia entre el pasaje el capitán intenta regresar a Berlín, obligando a los protagonistas a escapar de la nave y abordar un avión de caza anclado al dirigible. En el proceso, deben evadir a unos cazas nazis. Para su desgracia, Henry, tratando de repeler a los aviones alemanes, accidentalmente le dispara a la cola de su propio avión y el vehículo se estrella, aunque logran salir ilesos. Posteriormente, en una playa, Henry usa su paraguas para espantar una bandada de gaviotas, que causan numerosos daños a un segundo avión perseguidor, haciendo que este se estrelle. De esta forma, los Jones son capaces de reunirse con Sallah, un antiguo amigo de Indiana, enfrentándose a los nazis, quienes han capturado a Brody en Alejandreta, poco después de reunirse con Sallah.

Tras su llegada a Alejandreta, la partida nazi, dirigida por el coronel Vogel de las SS, intenta negociar un tratado con el sultán ofreciéndole un cofre de joyas a cambio de libertad de movimiento en su territorio. El sultán accede, aunque prefiere un coche de la escolta nazi, un Rolls-Royce Phantom II, en lugar del cofre.

La partida nazi consta de camellos, caballos, escolta armada, provisiones, vehículos para el desierto y tanques. Con el mapa que portaba Brody, la partida, dirigida por Vogel, Schneider y Donovan, se dirige al cañón de la Media Luna. La Hermandad aparece también, atacando a la caravana nazi, pero es derrotada. Al mismo tiempo, Henry intenta rescatar a Brody del tanque en que está prisionero, pero también es capturado. Consecuentemente, Indy salta hacia el tanque y rescata a los prisioneros antes de que el vehículo caiga por un precipicio, lo cual causa la muerte del coronel Vogel.

Los Jones, Sallah y Brody llegan al cañón de la Media Luna, donde se encuentra el templo secreto que alberga el Grial. Los nazis les descubren y capturan y Donovan le dispara a Henry, obligando a Indiana a recuperar el Grial para curar sus mortales heridas. Guiado por el diario, Indiana sortea las trampas mortales que guardan el acceso al Grial, llegando a una sala donde el Caballero del Grial, un caballero de la Primera Cruzada que se mantiene vivo por el poder del Grial, lo ha escondido entre muchas copas falsas, mientras Donovan y Elsa le siguen. El caballero les informa de que si desean el Grial, deben elegir sabiamente, pues si se bebe de un recipiente falso, el que lo hiciese moriría al instante. Schneider toma una copa dorada incrustada de joyas para Donovan, creyendo que se trata del cáliz auténtico. El millonario bebe impacientemente, pero no se trata del verdadero Grial, y Donovan muere de manera terrible, reduciéndose a polvo y cenizas.

Tras esto, Indy que se da cuenta de que la copa debería ser más propia de un carpintero que de un rey, toma una copa modesta con un interior dorado, y bebe de ella sin dañarse. Asimismo, vuelve a llenar el recipiente con agua y cura a su padre moribundo. A pesar de la advertencia del caballero de no dejar que el Grial traspasara el Gran Sello de acuerdo a la ley de Dios, Elsa intenta salir con él y el interior del templo comienza a derrumbarse. Acto seguido, se forma una enorme grieta en el suelo y la doctora cae por ella. Aunque Indy intenta rescatarla, la mujer muere al intentar recuperar el Cáliz, que ahora yace sobre un pequeño saliente, a punto de perderse en el abismo. Igualmente, el aventurero intenta recuperar el recipiente sagrado, sin embargo, su padre lo convence de dejarlo, antes de escapar, junto con Brody y Sallah, del templo. Escenas después, Henry revela que «Indiana» era el nombre del perro de la familia, una revelación que divierte a Sallah, dando a conocer también el nombre verdadero de Indiana: Henry Jones (Junior). Al final, todos montan sus caballos, salen del cañón y cabalgan hacia el ocaso.[11]

En La última cruzada, Indiana Jones debe evitar que los nazis encuentren el Santo Grial. Para ello, tiene que rescatar antes a su padre, que ha sido secuestrado por los mismos nazis, puesto que posee un diario con la información necesaria para localizar el mítico objeto. Sin embargo, la búsqueda del Grial no es el tema principal de la película. En las tramas de búsqueda, el personaje se moldea y evoluciona a través de esta búsqueda y del éxito o fracaso en encontrar lo buscado,[13]​ lo que no ocurre en La última cruzada. Es la búsqueda de su padre lo que hace evolucionar al personaje de Indiana Jones y no la del Grial. Como en el resto de películas de la serie de Indiana Jones, el objeto buscado (el Arca de la Alianza, las piedras Shankará o la Calavera de Cristal) no es más que un McGuffin (una excusa argumental introducida para hacer avanzar el guion, utilizado el término acuñado por Alfred Hitchcock), tal como reconoció el propio George Lucas,[14]​ por lo que la búsqueda del Grial no es más que una excusa para buscar al padre. Según Lucas, la película trata del reencuentro entre un padre y su hijo y no de la búsqueda de un objeto.[12]​ La relación distanciada que Indiana mantiene con su padre es un tema que resulta común en otras películas de Spielberg, tales como E.T., el extraterrestre o Hook.[15]​ El propio Spielberg tenía una relación difícil con su padre.[12]

La exploración en La última cruzada del vínculo entre padres e hijos junto al uso de imágenes religiosas es comparable a otras dos películas de 1989, Star Trek V: la última frontera y Field of Dreams. La crítica del New York Times, Caryn James, sintió por su parte que dicha combinación en estas películas refleja las preocupaciones de la Nueva Era, donde el culto a Dios se equiparaba a la búsqueda de los padres. Asimismo, consideró que ni Indiana ni su padre se muestran preocupados por encontrar el Grial, o siquiera por derrotar a los malvados nazis, sino que más bien están interesados en encontrar un respeto profesional mutuo a través de sus aventuras. De igual manera, contrastó la destrucción bíblica del templo, con la mucho más efectiva y pacífica conversación entre los Jones, al final de la película. Ahí, notó que la madre de Indiana no está en el prólogo, concluyendo entonces que murió antes de que sucedieran los acontecimientos de la película.[16]

La última cruzada comparte la misma estructura narrativa con sus dos antecesoras. Las tres narran la búsqueda de un objeto de gran valor, tanto histórico como religioso y culminan en una elección, en la que Indiana tiene que optar entre el objeto buscado o una persona. Enfrentado a esta elección, y a diferencia de sus antagonistas, elige a la persona y no al objeto, dando cuenta de su transformación durante la búsqueda. Al final de la historia Indiana alcanza la iluminación interior: «espiritualidad sobre cinismo y necesidades comunitarias frente a metas personales».[17]

El prólogo de la película no altera esta estructura básica, puesto que las escenas iniciales de las tres películas proporcionan las pistas para entender la actitud de Indiana durante la película. Esa actitud que la propia búsqueda transforma y finalmente es rechazada por Indy. Sin embargo, el prólogo de La última cruzada no solo proporciona pistas acerca de los eventos que se producirán durante el filme, sino que también proporciona datos para comprender al personaje a lo largo de toda la saga.[18]​ Aparte de rasgos asociados a la apariencia o las fobias del personaje (el sombrero fedora, el látigo, la cicatriz en el mentón, el miedo a las serpientes), el prólogo introduce los dos modelos de Indiana en su relación con el pasado y sus tesoros: su padre, Henry Jones, un estudioso que busca la iluminación espiritual a través del estudio del pasado; el cazatesoros conocido como «Fedora», un mercenario que busca tesoros para su lucro personal, pero que le muestra una actitud de no rendición ante las dificultades.[19]

Ronald Lacey, que interpretó a Toht en El arca perdida, aparece brevemente como Heinrich Himmler. Alexei Sayle interpretó al sultán de Hatay. Por otra parte, Paul Maxwell asumió el rol de Panama Hat, el coleccionista que se quedó con la Cruz de Coronado en las escenas iniciales de la cinta. El luchador y especialista Pat Roach, quien ya había participado con tres roles en las películas anteriores, regresó nuevamente para interpretar un papel secundario, el del nazi que acompaña al coronel Vogel al dirigible. Se filmó una escena en la que Ford se enfrenta con Roach, sin embargo, fue eliminada en el montaje final.[35]​ En otro segmento borrado, el personaje de Roach aborda el segundo biplano anclado al dirigible junto con un as de la aviación de la Primera Guerra Mundial (interpretado por Frederick Jaeger), solo para morir instantes después cuando el as de la aviación cometa un error fatal en pleno vuelo.[29]

George Lucas y Steven Spielberg habían querido realizar una trilogía de películas acerca del aventurero Indiana Jones desde que el primero le compartió su visión al segundo sobre El arca perdida, en 1977.[36]​ Tras la variada recepción que la segunda entrega de Indiana Jones obtuvo, tanto por la crítica como en recaudaciones, Spielberg decidió completar la serie. Aparte de para terminar la trilogía y cumplir su promesa, para «disculparse [con los seguidores del personaje] por la segunda película».[4][5]​ Ambos tenían la intención de revitalizar la franquicia, evocando para ello el espíritu y tono transmitidos por El arca perdida.[6]​ A lo largo del desarrollo y preproducción de La última cruzada, Spielberg admitió que estaba «en una consciente regresión» dirigiendo el filme.[15]​ Debido a su participación en ésta, tuvo que rechazar las invitaciones para dirigir Big y Rain Man.[36]

Al principio, Lucas sugirió que fuera una «película sobre una mansión embrujada», encargándose la guionista Diane Thomas de redactar un boceto en base al citado concepto. Sin embargo, Spielberg rechazó dicha idea debido a su parecido con Poltergeist, que había coescrito y producido.[15]​ Debido a ello, Lucas incorporó el tema del Santo Grial, pero solo a manera de prólogo, situando así la historia en Escocia. De hecho, su idea era que el Grial tuviese un origen pagano, dejando que el resto de la cinta tratase sobre un artefacto cristiano diferente en África. Inicialmente, Spielberg rechazó la utilización del Grial, puesto que le recordaba demasiado a los Monty Python y su película sobre dicho artefacto. Además, utilizar el mito del Grial en una historia actual le parecía demasiado esotérico.[20]

Otro elemento que pesó en la concepción de La última cruzada fue no filmar simplemente otra película de aventuras, sino profundizar en el personaje de Indiana Jones.[37]

En septiembre de 1984, Lucas completó un boceto de ocho páginas de extensión titulado Indiana Jones y el Rey Mono, que continuó más tarde con un bosquejo de once páginas adicionales. En la trama, Indy se enfrenta a un fantasma en Escocia antes de encontrar la fuente de la juventud en territorio africano.[22]​ Tiempo después, Chris Columbus —que previamente había redactado los libretos de Gremlins, Los Goonies y El secreto de la pirámide, todas producciones de Spielberg— fue contratado para escribir el guion de la tercera entrega de Indiana Jones. Su primer boceto, que data del 3 de mayo de 1985, giraba en torno a un jardín de duraznos (melocotones) imperecederos. Además, tomaba como año base a 1937, justo después de que Indy combatiera al fantasma asesino del barón Seamus Seagrove III, en Escocia. Una vez hecho esto, viaja a Mozambique para ayudar a la doctora Clare Clarke (un personaje al estilo de los interpretados por Katharine Hepburn, según Lucas), que había hallado un pigmeo de 200 años. Más tarde, el pigmeo es secuestrado por tropas nazis durante una persecución en bote, así que Indiana, Clare y Scraggy Brier (un viejo amigo del arqueólogo) viajan Zambeze arriba para rescatarlo. A pesar de que en la escena de mayor clímax, Indiana Jones muere, poco después era resucitado por el Rey Mono. Otros personajes incorporados en esta primeriza versión del guion incluyen una tribu africana caníbal, el sargento nazi Gutterbugh (que tenía un brazo mecánico), una estudiante profundamente enamorada del aventurero que se había colado como polizón (llamada Betsy), así como un líder pirata conocido como Kezure (cuya descripción era similar a la del actor Toshirō Mifune), quien moriría tras ingerir un durazno al no ser «puro de corazón». Asimismo, el texto hacía mención de un tanque con una altura de tres pisos, al cual Indy lograría subir solo después de montar un rinoceronte.[22]

El segundo borrador de Columbus, terminado el 6 de agosto de 1985, cambió a Besty por Dash, el dueño expatriado de un bar que trabaja para los nazis, quien sería uno de los antagonistas principales de Indy, junto con el Rey Mono. Así, en uno de los segmentos, este último obligaría a Indiana y Dash a jugar al ajedrez con personas reales como piezas, desintegrando a las personas que fuesen comidas en la partida. Tras enfrentarse a muertos vivientes, Indiana destruye la vara del Rey Mono y se casa con la doctora Clare.[22]​ Aunque la fase de localización de exteriores había comenzado en África, Spielberg y Lucas finalmente abandonaron el concepto del Rey Mono debido a su descripción negativa de los nativos africanos,[38]​ además de que el guion resultaba ridículo y poco realista.[22]​ Más tarde, Spielberg admitió que dicho libreto le había hecho sentir, en algún momento, «muy viejo. Demasiado como para dirigirlo».[20]​ En 1997, el guion de Columbus se filtró en Internet, por lo que muchos seguidores del personaje creyeron que se trataba de un tratamiento inicial para la cuarta entrega, puesto que erróneamente había sido fechado a 1995.[39]

Insatisfecho, Spielberg sugirió incorporar al padre de Indy, Henry Jones. Sin embargo, Lucas no estaba del todo seguro pues creía que el Grial debía ser el centro de la historia. Aun así, Spielberg logró convencerlo de que la relación entre padre e hijo serviría como buena metáfora en la búsqueda de la pieza, emprendida por el arqueólogo[15]​ (Lucas admitiría que «no fue hasta que introdujimos el asunto padre-hijo dentro del mito del Grial que [el resultado] resultó apasionante para todos»).[5]​ Poco después, el 1 de enero de 1986, Spielberg contrató a Menno Meyjes, quien había colaborado en las producciones de El color púrpura y El imperio del Sol, dirigidas por el propio Spielberg, para iniciar un nuevo libreto. Meyjes logró terminarlo diez meses después. En su propuesta, Indiana se halla buscando a su padre en la fortaleza cátara de Montsegur, donde conoce a una enfermera llamada Chantal. Luego viaja a Venecia, donde aborda el Expreso de Oriente rumbo a Estambul, continuando su viaje por tren hasta llegar a Petra, donde se encuentra con su padre Henry y su amigo Sallah. En el desenlace, los nazis tocan el Grial y, acto seguido, explotan. Sin embargo, cuando Henry hace lo mismo asciende al Cielo por una escalinata. Finalmente, Chantal elige quedarse en la Tierra y se casa con Indiana Jones. Dos meses después, tras una serie de modificaciones, el guion presentó a Indiana encontrándose con su padre en el Crac de los Caballeros, mientras que la líder nazi es una mujer llamada Greta von Grimm. Asimismo, Indy se enfrenta a un demonio en el sitio donde se halla el Cáliz, al que derrota con una daga con la inscripción «Dios es Rey». En ambas versiones del tratamiento elaborado por Meyjes, el prólogo inicia con Indiana en México, donde busca la máscara de Moctezuma II antes de que un hombre con gorilas como mascotas logre encontrarla primero.[22]

Más tarde, Spielberg sugirió que Jeffrey Boam, guionista de Innerspace, se encargara de reelaborar el guion. Una vez contratado, este pasó dos semanas trabajando en el borrador junto con Lucas.[22]​ Boam le comentó entonces a este último que Indiana debía encontrar a su padre en la parte media del relato, diciendo: «Dado el hecho de que es la tercera cinta en la serie, no puedes terminarla nada más con que el protagonista encuentra el Cáliz. Así es como las dos primeras finalizaron [...] Por lo tanto creo que debemos dejar que ellos pierdan el Grial, permitiendo así que la relación padre e hijo se convierta en el punto central de la historia. Es la búsqueda arqueológica de la propia identidad de Indy y que acepte a su padre de lo que en realidad debe tratar esta nueva película [más allá de la búsqueda del Santo Grial]».[15]​ Asimismo, añadió que, desde su punto de vista, no había habido suficiente desarrollo de los personajes en los filmes anteriores de Indiana Jones.[20]​ En su primer borrador, que data de septiembre de 1987, la película habría de situarse en 1939. En el prólogo, Indiana recupera una reliquia azteca para un profesor mexicano y se presenta también un tren circense. El líder de la Hermandad de la Espada Cruciforme es Kemal, un agente secreto de Hatay, quien se une a los nazis debido a que busca el Grial para lograr con él la gloria de su país. Escenas después, le dispara a Henry y, finalmente, muere al beber del recipiente equivocado. Henry y Elsa (que tiene cabello oscuro) se hallan buscando el Cáliz para llevarlo a la Fundación Chandler, mientras que el Caballero del Grial se enfrenta a Indiana en un combate a caballo. Por otra parte, Vogel es aplastado por una roca justo cuando intenta robar el Grial.[22]

El libreto de Boam, concluido en febrero de 1988, incorporó varias de las sugerencias cómicas de Connery. Respecto al prólogo, Boam había escrito diferentes comienzos para la película, que no resultaron satisfactorios. De acuerdo con Boam se trataba de «ejercicios vacíos», puesto que no contaban nada nuevo sobre el arqueólogo, a diferencia de lo ocurrido en las dos películas anteriores. Fue Lucas quien sugirió mostrar a Indiana de joven en el prólogo, algo que fue inicialmente rechazado por Spielberg, que no quería abusar del recurso de mostrar el punto de vista de un niño, algo que había sido la base de su anterior película, El imperio del Sol. Finalmente, tras leer la última versión del guion de Boam, accedió.[40]​ Así, Spielberg, que había sido un Eagle Scout en su juventud,[41]​ optó por hacer del joven Indiana Jones un boy-scout.[36]​ En el libreto de Boam aparece también la madre de Indiana, Anna Jones (llamada Margaret en el guion de Boam), quien desaprueba a su hijo cuando este llega a su hogar portando la Cruz de Coronado, mientras que su padre se encuentra hablando por teléfono acerca de negocios. También aparece Walter Chandler, de la Fundación Chandler, aunque para entonces no era el principal enemigo de Indiana en el relato, pues caía del tanque y moría a causa de ello. Contrariamente a la versión final, es Elsa quien le dispara a Henry y luego bebe del cáliz equivocado, por lo que muere instantáneamente. Además, Indiana rescata a su padre de caer en un abismo después de que este intentara recuperar el recipiente. El personaje de Vogel muere trágicamente al ser decapitado por una de las trampas que protegen al Cáliz, y Kemal intenta hacer estallar el templo durante una cómica batalla en la que la pólvora que va dejando en el camino es encendida y apagada en repetidas ocasiones. Asimismo, aparece Leni Riefenstahl en la escena de la concentración nazi.[22]

Al mes siguiente, Boam presentó una nueva versión mejorada del texto, esta vez haciendo que, en un segmento, Henry provocara el choque de un avión al ahuyentar a varias gaviotas. El 8 de mayo de ese mismo año, Tom Stoppard revisó una vez más el escrito bajo el seudónimo de «Barry Watson».[22]​ Su labor consistió en pulir los diálogos,[27]​ y crear al personaje de Panama Hat para relacionar las escenas del prólogo en donde aparecen tanto el joven como el adulto Indiana. Igualmente, Stoppard rebautizó a Kemal como Kazim, y a Chandler como Donovan, haciendo que este último fuera quien disparara a Henry en la escena de clímax de la película.[22]

El productor del filme fue Robert Watts. En octubre de 1987 comenzó a organizar la producción, reuniendo al equipo de rodaje, la mayor parte del cual había trabajado en las dos películas anteriores. Así, reunió al director de fotografía Douglas Slocombe, el director de montaje Michael Kahn, el diseñador de producción Elliot Scott, el diseñador de vestuario Anthony Powell, el compositor John Williams, el diseñador de sonido Ben Burtt, de Lucasfilm, el supervisor de efectos especiales George Gibbs, de ILM, y el coordinador de especialistas Vic Armstrong.[20]​ En palabras de Watts, «el primer día en el set de rodaje fue como si una gran familia se reuniese de nuevo».[42]

La preproducción de La última cruzada comenzó a finales de 1987, varios meses antes del inicio de la filmación. La oficina de producción se estableció en los estudios Elstree, ubicados en el centro de Inglaterra, en los que la construcción de decorados, el diseño de producción y la confección del vestuario comenzó inmediatamente. Al mismo tiempo, se inició la selección del reparto y la localización de exteriores.[43]​ Los estudios Elstree habían sido el «Hollywood de ultramar» de Spielberg desde 1979,[44]​ cuando Lucas, que había rodado allí las primeras entregas de la serie de Star Wars, le sugirió los estudios británicos para rodar El arca perdida.[45]​ Las tres primeras películas de la franquicia de Indiana Jones se rodaron en los estudios Elstree.

Las primeras sesiones de grabación tuvieron lugar en mayo de 1988 en el sur de España, realizándose en el desierto de Tabernas, ubicado en la provincia de Almería. Spielberg había estado en Almería dos años antes, durante el rodaje de El imperio del sol.[46][47]​ La primera unidad de dirección había comenzado sus trabajos el 16 de dicho mes con la escena de persecución con el tanque, que se hizo en el paraje conocido como «Tortuga», un derrumbe de rocas negras.[48]​ Originalmente, el director había planeado que la persecución fuera una breve secuencia que se grabaría solamente en dos días. Sin embargo, diseñó guiones gráficos para dotar de una mayor acción a la escena.[6]​ Pensando que no podría superar a la persecución del camión en El arca perdida (puesto que el camión era mucho más rápido que el tanque), Spielberg prefirió entonces que la escena fuese algo más que una mera persecución, mostrando en el proceso la evolución de los personajes. Con ello, habría una historia tanto en el interior como en el exterior, incluyendo también elementos humorísticos.[23]​ Cabe señalar que la segunda unidad de dirección había comenzado las labores de filmación dos semanas antes.[29]

Tras una estancia aproximada de diez días en el desierto de Tabernas, el equipo se trasladó al resto de localizaciones de la provincia almeriense: la Escuela de Bellas Artes de la capital almeriense, donde grabó las escenas correspondientes al palacio del sultán de Hatay y tras recibir un comunicado en el que se le prohibía rodar la misma escena en el granadino Patio de los Leones,[50]​ la calle Almanzor, la playa de Mónsul (donde Henry ahuyenta a las gaviotas), la antigua pista de tierra que comunica Los Escullos con la localidad pesquera de San José, el cerro del Cinto (lugar de explotación de las minas de Rodalquilar) y el campo de aviación abandonado de Mojácar y Sierra de Cabrera (Turre).[51]​ La última escena grabada en territorio español se rodó el 2 de junio en la cercana estación de tren de Guadix, en Granada. Se trata de la escena en la que tiene lugar la captura de Brody por los nazis en el exterior de la estación de Alejandreta.[29]​ Para ofrecer una mejor ambientación histórica del lugar se añadió una mezquita junto a la estación, que fue construida en vez de ser incorporada mediante efectos visuales.[23]

Tras tres semanas en España, la filmación se reanudó en Inglaterra, donde el equipo permanecería durante diez semanas, utilizando tanto los escenarios construidos en los estudios Elstree como exteriores. La grabación de los interiores del castillo de Brunwald tuvo lugar del 5 al 10 de junio en Elstree, con el segmento del incendio siendo la última secuencia rodada de las relacionadas con el castillo. El 16 de junio, el equipo acudió al centro de conferencias de la Royal Horticultural Society de Londres para filmar los interiores del aeropuerto de Tempelhof de Berlín (el mismo sitio había sido utilizado como el interior del club Obi-Wan de El Templo).[52]​ El rodaje continuó al día siguiente, de nuevo en los estudios Elstree, con la escena del escape en motocicleta, pasando luego a rodar una serie de escenas interiores que se prolongaron hasta el 18 de junio. Posteriormente, el día 29, el equipo se trasladó al aeródromo North Weald, en el condado inglés de Essex, para grabar el segmento en el que Indiana vuela a Venecia.[29]​ Cabe señalarse que, a manera de anécdota, tanto Ford como Connery realizaron la mayor parte de la escena de la conversación en el dirigible sin pantalones, debido a las altas temperaturas del set de rodaje.[30]​ Por otra parte, Spielberg y los productores Marshall y Kennedy interrumpieron durante algunos días el proceso de filmación para enviar un alegato al Parlamento del Reino Unido a favor de preservar los estudios Elstree, los cuales habían sido vendidos a un inversor que pretendía desarrollar urbanísticamente los terrenos.[44]​ Spielberg había dado su apoyo a la campaña Elstree S.O.S. (Save Our Studios) y se había comprometido a aportar 20 millones de dólares para la compra del estudio, algo que finalmente no pudo llevar a cabo.[44][53]

Del 20 al 22 de julio se rodaron los interiores del templo del Grial. El decorado del templo, que tardó seis semanas en construirse, se sustentaba sobre 80 pies de apoyo hidráulico y diez cardanes utilizados durante la escena del terremoto. Los reajustes entre tomas duraban veinte minutos, período que tardaban los sistemas hidráulicos en volver a sus posiciones iniciales y las grietas en ser rellenadas con yeso. Aunque se intentó filmar originalmente el segmento en el que el Grial cae al fondo del templo —causando a su vez que aparezca la primera grieta en la película— en el montaje de tamaño real, el equipo terminó percatándose de que era una labor sumamente compleja y, por ende, difícil de realizar. Por lo tanto, decidieron construir una sección de piso independiente en la que se incorporó una grieta, previamente sellada con yeso. De manera similar, tuvieron que realizar varias tomas para lograr capturar la escena en la que el Grial cae en la grieta, pues debían asegurarse que este cayera en la parte correcta de la abertura.[23]​ Las noches del 25 y 26 de julio se rodaron las tomas nocturnas correspondientes a la concentración nazi y la quema de libros en el palacio de Blenheim, en Oxfordshire.[29]

El rodaje se reanudó dos días después en los estudios Elstree, en los que el director filmó rápidamente las secuencias de la biblioteca, el buque de carga portugués y las catacumbas venecianas.[29]​ La pelea en el buque portugués se grabó en solo tres días, en una cubierta de, aproximadamente, 60 por 40 metros, la cual se construyó sobre cardanes en Elstree. Se usó una docena de tanques para desechos llenos de agua —cada uno con 300 galones imperiales (unos 1 364 litros)— en la escena.[23]​ La casa de Henry se grabó en Mill Hill, en Londres, mientras que la pelea entre Indy y Kazim en Venecia, justo delante de la hélice de un barco, se filmó en un tanque de agua en los estudios Elstree. En la misma, Spielberg prefirió usar teleobjetivos para hacer parecer que los actores se hallaban más cerca de la hélice de lo que en verdad estaban.[29]​ Dos días después, el 14 de agosto, se rodó otro segmento de la persecución en bote (esta vez con embarcaciones deportivas producidas por la empresa Hacker Craft), en el puerto de Tilbury, cerca de Londres).[29]​ La toma de los botes que pasan entre dos barcos se hizo manteniéndolos separados mediante cables de tal manera que pudiera garantizarse que los botes no sufrieran daños al pasar entre ellos. A continuación los barcos fueron movidos al mismo tiempo mientras los botes navegaban entre ellos, lo suficientemente cerca como para que uno de estos últimos consiguiera raspar los costados de los barcos. Asimismo, se lanzó una lancha rápida con maniquíes en su interior desde una plataforma flotante situada entre los barcos, bajo una densa capa de fuego y humo que ayudó a ocultarla de las lentes de las cámaras. Al final, la escena de riesgo tuvo que rodarse dos veces debido a que el bote se acercó demasiado a la cámara en el primer intento.[23]​ Al día siguiente, el rodaje en Inglaterra siguió en la Real Escuela Masónica, en Rickmansworth, para grabar las escenas de la universidad donde enseña Indy, al igual que ocurriera en la producción de El arca perdida.[29]

La filmación en Venecia tomó lugar el 8 de agosto.[29]​ Para los segmentos en los que Indiana y Brody se reúnen con Elsa, así como las tomas de la persecución en bote cerca de la Plaza de San Marcos y el Palacio de los Dogos, y aquella en la que Kazim le revela al aventurero dónde se encuentra su padre,[23]Robert Watts gestionó los permisos necesarios para poder usar el Gran Canal desde las 7 de la mañana a la 1 de la tarde de ese día, evitando el paso de turistas, muy abundantes en ese mes, el mayor tiempo posible. En el proceso, el director de fotografía Douglas Slocombe situó la cámara de tal forma que no se observaran antenas parabólicas durante las tomas.[29]​ Resulta destacable añadir que la iglesia de San Barnaba, en Venecia, se usó para rodar el exterior de la biblioteca.[6]

Al día siguiente, los realizadores se trasladaron a la antigua ciudad de Petra, en Jordania, para filmar los exteriores que habrían de aparecer como el templo donde reside el Santo Grial, para la que se usó el célebre Tesoro de Petra (Al Khazneh). En realidad, solamente se utilizó ese lugar para grabar la apariencia externa del templo, puesto que Al Khazneh fue excavada en una pared de roca, mostrando al exterior únicamente su fachada.[54]​ Cabe añadirse que el equipo completo (incluyendo al reparto) fue recibido como invitado especial por los reyes Hussein y Noor. Finalmente, el reparto principal terminó sus escenas esa misma semana, tras 63 días de filmación.[29]

Tras la filmación en Europa y Jordania, el equipo se trasladó a los Estados Unidos para grabar las escenas del inicio y el final de la película. La segunda unidad de dirección rodó parte del segmento de 1912, del prólogo, del 29 de agosto al 3 de septiembre. La unidad principal comenzó el rodaje dos días después, grabando la escena del tren de circo —para la que usaron el Cumbres & Toltec Scenic Railroad que va de Antonito, en el estado de Colorado a Chama, en Nuevo México— en la ciudad de Alamosa, también en Colorado. Asimismo, rodaron escenas en Pagosa Springs el 7 de septiembre, para continuar luego en Cortez el 10 del mismo mes. Del 14 al 16 de septiembre se filmó en los estudios Universal de Los Ángeles el segmento del interior de los vagones del tren.

A continuación se grabaron las tomas del prólogo en las que aparece la tropa de boy-scouts a caballo. La localización fue el Parque nacional de los Arcos en Utah. Aunque los productores habían querido rodar originalmente esta escena en las antiguas ruinas de los indios pueblo en los acantilados en el Parque nacional Mesa Verde, las protestas de los conservacionistas y las objeciones religiosas de los indios hopi, que aún vivían en la zona, frustraron esta posibilidad, por lo que hubo que buscar otra localización.[40]​ Spielberg había considerado también rodar en Monument Valley, pero lo descartó finalmente por considerarlo «el país de John Ford».[40]​ Para representar el hogar de la familia Jones, se usó una casa ubicada cerca del parque Arches.[29]​ El 21 de febrero de 1989, se filmó la escena final de la película en la que Indiana Jones, Henry, Sallah y Brody montan hacia la puesta de sol. La localización fue un rancho situado en el saliente o «Mango de Sartén» de Texas (el Texas Panhandle), cerca de Amarillo.[29][31][55]

Tras analizar el primer corte de edición de La última cruzada, Spielberg y el director de montaje Michael Kahn sintieron que la cinta carecía de escenas de acción. A causa de ello, durante la etapa de postproducción, en marzo de 1989,[55]​ se grabó la escena de persecución en motocicleta por la frontera germano-austriaca en el monte Tamalpais y en Fairfax, ambos en California, en las proximidades del rancho Skywalker. Como detalle curioso, ni Lucas ni Spielberg estaban del todo convencidos de incluir esta última escena en la edición definitiva de la película. Solo después de habérsela proyectado a algunos ejecutivos y a un público limitado, que la recibieron positivamente, decidieron añadirla a la película.[54]

El supervisor de efectos especiales George Gibbs mencionó en algún momento que La última cruzada había sido el proyecto cinematográfico más «complejo» en su trayectoria.[23]​ Durante la producción, visitó un museo para negociar el alquiler de un pequeño tanque francés de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, al final decidió construir uno por cuenta propia.[29]​ El diseño del tanque se basó en el del modelo Mark VIII, el cual medía aproximadamente once metros de longitud y pesaba unas 28 toneladas. Antes de comenzar las obras de construcción, tomó como modelo una pala excavadora de 28 toneladas, además de añadir orugas tractoras de siete toneladas, impulsadas por un par de bombas hidráulicas automáticas, cada una conectada al motor V8 de un automóvil Range Rover. Cabe añadir que se decidió construir el tanque con acero, en lugar de aluminio o fibra de vidrio, debido a que esto permitiría mostrar de forma realista cómo un vehículo sin suspensión se desplazaría por superficies rocosas. A diferencia de su contraparte histórica —la cual solo tenía sus dos cañones laterales— el tanque de la película fue equipado con una torreta. En total, la construcción duró cuatro meses, al término de los cuales el tanque fue trasladado a Almería a bordo de un avión Short Belfast, para luego ser transportado en un camión de remolque de plataforma baja.[23]

El tanque se averió en dos ocasiones. En la primera, el brazo del rotor se rompió, por lo que se tuvo que traer un reemplazo desde Madrid. Poco después, explotaron un par de válvulas del dispositivo usado para enfriar el aceite, debido a que la soldadura se derritió y se mezcló con el aceite. Además, hacía mucho calor en su interior, aun habiendo instalado una decena de ventiladores, mientras que la falta de suspensión provocaba que el conductor fuera incapaz de evitar que el tanque temblara constantemente durante los recesos de la filmación.[23]​ Otra característica notable del tanque era que se movía solo de diez a veinte millas por hora. Debido a que hay una escena en la que Indy monta un caballo para alcanzar al tanque, Vic Armstrong comentó que era «difícil» hacer que el tanque pareciera ser más rápido que el caballo.[29]​ Para los primeros planos se usó una sección más pequeña de la parte superior del tanque, hecha de aluminio y que utilizaba orugas de goma. Esta sección se construyó a partir del remolque de un reflector, que pesaba ocho toneladas, por lo que tenía que ser remolcada por un camión con tracción a las cuatro ruedas y contaba con redes de seguridad en cada extremo para evitar lesiones a quienes se cayeran fuera.[23]​ Se usó una maqueta a escala fabricada por Gibbs para su uso en lo alto de un acantilado de quince metros situado en el lugar del rodaje. Más tarde, Industrial Light & Magic elaboró las tomas adicionales en las que se observa la destrucción del tanque, a partir de maquetas y miniaturas.[56]​ Asimismo, cabe señalar que para el avión en el cual Indiana y su padre escapan del dirigible alemán, se incorporó en el mismo un subfusil aéreo Villar-Perosa.[57]

Michael Lantieri, supervisor de los efectos mecánicos para los segmentos de 1912, percibió la dificultad para grabar la secuencia del tren. En sus propias palabras, «No es simplemente parar un tren [...] Si se pasa de su marca, son necesarios varios bloques para detenerlo por completo y hacerlo dar marcha atrás». De hecho, para la citada escena, Lantieri decidió ocultar algunas asas para que los actores y dobles de riesgo se sujetaran a ellas al saltar de un vagón a otro. Los interiores de los vagones, grabados en los estudios Universal de Los Ángeles, se construyeron sobre tubos que se inflaban y desinflaban para crear sacudidas.[23]​ Para el primer plano del rinoceronte que ataca fallidamente a Indiana Jones, se creó un robot animatrónico de espuma y fibra de vidrio en Londres. Una vez que el director manifestó al equipo su deseo de que este tuviera movimiento, se optó por mandárselo a John Carl Buechler, en Los Ángeles, quien lo volvió a modelar durante un total de tres días, con el propósito conjunto de hacer que parpadeara, gruñera, bufara y meneara sus orejas. Asimismo, las jirafas se crearon en Londres. A manera de anécdota suscitada en esta fase de producción, y debido a que las locomotoras de vapor son muy ruidosas, el equipo de Lantieri decidió comunicarse con el primer asistente del director, David Tomblin, haciendo que las jirafas sacudieran sus cabezas (asintiendo o negando) para responder sus preguntas, algo que asombró al equipo realizador.[56]​ En cuanto a los vehículos de los villanos, Lantieri eligió un modelo Ford T de 1912 así como un Saxon de 1914, montándole a cada uno el motor V6 de un Ford Pinto. Además, se colgaron sacos llenos de polvo bajo los automóviles con el fin de crear un entorno más polvoriento.[23]

Spielberg usó palomas en vez de gaviotas para la escena donde Henry intenta hacer que el avión alemán se estrelle, debido a que las gaviotas originalmente usadas en la primera toma no volaron.[6]​ En diciembre de 1988, Lucasfilm solicitó a la misma compañía que suministró las víboras y los insectos en las películas anteriores de la serie un millar de ratas grises libres de enfermedades para los segmentos de las catacumbas. A lo largo de cinco meses, alimentaron a 5000 ratas para rodar la escena. Asimismo, se incorporaron 1000 ratas mecánicas para el fragmento en el que varias ratas se incendian en las catacumbas. Además, miles de serpientes de hasta cinco razas distintas —incluyendo una boa constrictor— fueron utilizadas en la secuencia del tren, además de las víboras de goma sobre las que cae Phoenix en la misma secuencia. Debido a que las serpientes debían deslizarse de sus cajas, el equipo se vio en la necesidad de cavar en el aserrín tras haber finalizado la filmación para encontrarlas y llevarlas de vuelta a sus lugares correspondientes. Se usó a dos leones en la misma escena, los cuales se pusieron nerviosos debido al constante movimiento de balanceo y a las luces parpadeantes de las cámaras.[23]

Para el diseñador de vestuario de La última cruzada, Anthony Powell, la elaboración de la vestimenta de Connery fue todo un desafío puesto que el libreto exigía que el personaje vistiera siempre las mismas ropas en toda la trama. Para ello, se inspiró en su propio abuelo e incorporó tela tipo tweed (textil de lana similar en su textura a un material tejido a mano), así como sombreros de pesca. Además, determinó que era necesario que Henry Jones usara lentes, pero al mismo tiempo no quería ocultar mucho los ojos del actor, por lo que eligió unos de armazón sin aros. Debido a que no encontraron ninguno que le resultara cómodo a Connery durante las grabaciones, el equipo se encargó de crear unos anteojos especiales. Por otra parte, se requería que el vestuario de los personajes nazis fuera genuino, por lo que la codiseñadora de vestuario Joanna Johnston, a quien Powell le mandó algunas fotos y dibujos para que los tomara a manera de referencia histórica, compró la mayor parte en Europa del Este.[29]

Gibbs utilizó aviones de entrenamiento Pilatus P-2 del ejército suizo para los cazas alemanes. Asimismo, construyó un dispositivo basado en un motor de combustión interna con el fin de simular el sonido de un tiroteo, algo más seguro y menos costoso para la producción que disparar cartuchos de fogueo.[56]​ Cabe añadirse que para recrear la herida de bala de Henry se utilizó bicarbonato de sodio, mientras que para el segmento donde el agua vertida por el Grial cura milagrosamente la herida, se usó vinagre.[56]

Para las tomas en las que los Jones se dirigen al biplano anclado al dirigible, Industrial Light & Magic (ILM) construyó una maqueta a tamaño real de la parte inferior del dirigible. Esta maqueta estaba colgada de dos torres, con lo que quedaba suspendida en el aire a doce metros del suelo. Se subió un avión de tamaño real a una plataforma elevadora lo que permitía moverlo a voluntad durante la escena. Las maquetas a tamaño real solo se usaron para planos cortos y medios. Para las tomas generales del zepelín se usó una miniatura de 2,4 metros de largo, hecha de espuma, que incluía también una miniatura a la misma escala de un avión. Para grabar la secuencia de la separación del biplano del dirigible se usó una nueva maqueta de avión, un poco mayor que la anterior (contaba con una envergadura de 60 cm).

Para la toma de las alas del avión alemán que resultan destruidas al chocar este contra un túnel, se utilizaron técnicas de animación stop-motion. El túnel era una maqueta de 63 metros que ocupó 14 plazas del estacionamiento de ILM durante dos meses. Se construyó en secciones de 2,4 metros, con bisagras para permitir que cada sección pudiera abrirse al momento de pasar las cámaras entre las mismas. Mientras tanto, Ford y Connery grabaron sus escenas en bluescreen. La secuencia requirió que el coche en el que iban tuviera un parabrisas sucio. Sin embargo, como el parabrisas sucio podría haber interferido con el azul de la pantalla, se eliminó para ser incorporado en la toma posteriormente de forma digital. De igual manera, el polvo y las sombras resultaron de una serie de animaciones hechas con la miniatura del avión para que aparentara que había chocado con las rocas y se había llenado de polvo justo antes de su explosión. En las tomas de fondo de las gaviotas chocando con el avión perseguidor se usaron varios cientos de ornitópteros. Para los planos más cortos, ILM dejó caer cruces cubiertas de plumas sobre la cámara. Estas solo resultaron convincentes debido a que las tomas de la sesión, muy rápidas, simplemente requerían formas que emularan a las gaviotas.[56]

Por otra parte, fue Spielberg quien ideó los tres obstáculos que Indy debía afrontar antes de llegar al Cáliz.[20]​ Para el primero de ellos, específicamente para las cuchillas que el protagonista esquiva al agacharse como un penitente («Sólo el penitente pasará»), usó una combinación de cuchillas de tamaño real (aunque sin filo) en el decorado del templo y cuchillas en miniatura filmadas en bluescreen por el equipo de ILM. En cuanto a la segunda prueba, en donde Indiana tiene que deletrear «Iehova» para poder continuar con su camino, se pensó originalmente en incluir una tarántula en la escena, que treparía sobre el arqueólogo luego de que este se equivoca en la letra inicial del nombre divino en latín, eligiendo una «J» en lugar de una «I». La secuencia fue grabada pero resultó poco satisfactoria para el director, por lo que se hizo una nueva toma, esta vez con un doble suspendido a través del hoyo que se forma en el suelo, a 9 metros de una caverna, cuando Indy se equivoca de letra. Al resultar una secuencia obscura, no importó que el proceso de pintura de la localización y las maquetas usadas en cada escena se realizaran en una etapa ya avanzada de producción. Finalmente, la tercera misión, el «salto de fe» que Indy debe hacer sobre un barranco aparentemente intransitable, el cual logra superar tras descubrir un puente oculto mediante perspectiva forzada, fue creada con una maqueta de puente de poliestireno extruido (de 2,7 metros de largo por 3,9 metros de ancho) y fondos pintados. Este enfoque resultaba más barato que construir un set de tamaño completo para una secuencia de cuatro o cinco tomas. Desde el punto de observación de Indy, el puente era prácticamente invisible al ser idéntico a la pared de roca opuesta, y solo a través de un cambio de eje de la cámara es que se permite al espectador apreciar el puente oculto. La escena se había rodado varios meses antes de la construcción de la maqueta del puente en bluescreen. Sin embargo, había otro detalle que faltaba, y era relativo a la sombra de Indy. Al haberse grabado en bluescreen no había sombras. Sin embargo, al final de la escena, un rayo de luz se deja ver desde la entrada al lugar y este proyecta la sombra de Indy sobre la pared de roca situada al final del puente. Para conseguirla se utilizó una marioneta con la forma de Ford sobre la maqueta del puente para crear una sombra. Posteriormente eliminaron la marioneta de la toma y la compusieron con la toma original en bluescreen, consiguiendo que Indy tuviera su sombra.[56]

La muerte de Donovan era una escena que Spielberg quería grabar en una sola toma, puesto que así no se vería como si el actor hubiera sido maquillado entre tomas. Para ello, se añadieron cojines inflables a la frente y mejillas del actor Julian Glover, los cuales permitirían que sus ojos se vieran más pequeños durante la fase inicial de descomposición del personaje, además de usarse una peluca mecánica a la que le crecía el pelo. La escena en la que Donovan muere se grabó durante tres meses utilizando técnicas de morphing sobre tres marionetas de Donovan en diversas fases de descomposición, la cual era una técnica que ILM había logrado perfeccionar tras usarla en la producción de Willow (1988).[30]​ Una cuarta marioneta, de cuerpo entero, se utilizó para la toma en la que la ropa de Donovan se descompone. Por otra parte, poco después, comenzaron a surgir mayores complicaciones debido a que la doble de Alison Doody no había sido grabada para los últimos dos segmentos de la escena, así que el fondo y el cabello de la primera toma tuvieron que ser usados de nuevo, reacomodando de manera digital los demás rostros de las marionetas en la escena. El esqueleto de Donovan se colgó de cables al igual que una marioneta, necesitándose varias tomas para filmar el choque del esqueleto contra el muro. La dificultad radicaba en que, una vez que producía el impacto, no todas las piezas salían despedidas con el choque.[56]

A su vez, Ben Burtt se encargó de diseñar los efectos de sonido. Para simular los ruidos emitidos por las ratas, grabó a varias gallinas.[29]​ El incendio del castillo la obtuvo a partir de la manipulación digital del sonido obtenido de una taza de espuma de poliestireno. Además, viajó a bordo de un biplano para grabar los sonidos de la escena del combate aéreo, acudiendo asimismo a la demolición de un aerogenerador para el segmento en el que el avión se estrella.[56]​ Desde un inicio, Burtt tenía en mente darle una mayor importancia al disparo donde Donovan hiere a Henry, y para ello quiso incorporar un eco más resonante. Como solución, decidió disparar un revólver .357 Magnum en el aparcamiento subterráneo del rancho Skywalker.[29]​ Por otra parte, se usó un globo de caucho para simular las vibraciones del terremoto en el templo.[58]​ Es destacable mencionar que La última cruzada se estrenó en algunos cines seleccionados en formato de sonido de 70 mm Full-Field, una tecnología que permitía que los sonidos no solamente se movieran desde el frente hasta la parte posterior de una sala de cine, sino también de lado a lado.[56]

Asimismo, se utilizaron técnicas de pintura mate para crear las escenas del castillo austríaco y el aeropuerto de Tempelhof en Berlín, basadas íntegramente en el uso de edificios reales. El castillo estaba basado en una pequeña fortaleza ubicada en Alemania Occidental (para la película, los encargados de este rubro decidieron hacerla parecer más grande de lo que en realidad es). El efecto de lluvia fue creado al filmar jabón de bórax granulado contra el negro a alta velocidad. De hecho, para que no se asemejara a la nieve, se utilizó una filmación a «doble exposición» en las tomas (dicha técnica consiste en exponer por duplicado un fragmento de una película para crear dos imágenes distintas; la imagen resultante muestra a una sobrepuesta sobre la otra). Por otra parte, para emular el relámpago se recurrió a la animación por ordenador. En cuanto al aeropuerto, el equipo se basó en el edificio administrativo de en la isla Treasure, en la bahía de San Francisco. El edificio, que pertenecía entonces a una base militar, había sido una terminal de hidroaviones en la década de 1930, y poseía una arquitectura art decó adecuada para el estilo visual que se intentaba conseguir en la escena. ILM se encargó de añadir una torre de control, banderas nazis, automóviles de época y una señal que decía textualmente «Berlin Flughafen» (en español, «Aeropuerto de Berlín»). La toma del atardecer en la ciudad de la república de Hatay fue creada también mediante pinturas mate tomando como base una serie de siluetas de edificios y postes telefónicos recortadas pintadas de negro que posteriormente eran iluminadas desde atrás al tiempo que se llenaban de humo. Se usaron también pinturas mate para recrear el cielo y brindar además la apariencia de una fill light (es decir, una técnica en la que se reduce el contraste de una escena y se proporciona, en cambio, una mayor iluminación a las áreas de la imagen que están ensombrecidas) en medio de las sombras, y una rim light (esto es, el proceso de iluminación por la parte posterior de un objeto) en los bordes de los edificios.[56]

Las ilustraciones (pósteres, one-sheets, portadas de libros, VHS y DVD, etcétera) de la película fueron realizadas por Drew Struzan, que ya había participado en el proceso de ilustración de las dos películas anteriores.[59][60]

John Williams, responsable de las bandas sonoras de las películas anteriores de la serie, compuso también la de La última cruzada. Se trataba de la décima colaboración entre Williams y Spielberg hasta la fecha.[61]

La grabación se hizo en los estudios Lorimar de Culver City en California.[64]Warner Bros., a través de sus divisiones musicales Warner Bros. Records y Warner Music Group, se encargó del lanzamiento. Se lanzaron dos ediciones diferentes de la banda sonora, ninguna de las cuales contiene la totalidad de la partitura de la película.[61]​ El álbum original, publicado en 1989, contiene únicamente trece pistas, con una duración total de aproximadamente 58 minutos, apenas la mitad de la partitura.[61]​ La calidad de sonido de este primer lanzamiento fue bastante pobre,[61]​ lo que unido a la deficiente calidad de la grabación provocó la insatisfacción de los aficionados.[61]​ Su portada usaba la ilustración de Drew Struzan para el póster de la película.

A finales de los noventa, apareció la versión japonesa del álbum, con una grabación de mayor calidad. En 1997 aparecieron ediciones no autorizadas (bootlegs) conteniendo la totalidad de la banda sonora, pero con una calidad también muy deficiente.[61]

En noviembre de 2008 Concord Music Group lanzó un paquete que incluyó las bandas sonoras de las cuatro películas de la serie, Indiana Jones: The Soundtracks Collection. El sonido había sido remasterizado y ofrecía mucha mejor calidad. El paquete constaba de cinco CD, con los cuatro primeros dedicados cada uno a una película y un quinto con material adicional de las partituras de todas las películas así como una entrevista hecha a Williams acerca del proceso de composición del material sonoro.[65]​ El tercer CD, dedicado a La última cruzada incorporó composiciones inéditas a la compilación original, llegándose a 19 pistas con una duración aproximada de 76 minutos.[61]​ A diferencia de la primera edición, en la que las pistas no aparecen en el orden en el que aparecen en la película, sino en una sucesión propuesta por Williams, aquí sí se escuchan siguiendo la misma secuencia que el film. En el quinto CD se incluían, aparte de la entrevista a Williams, y cinco pistas de El arca perdida y El templo, otras seis composiciones inéditas, con una duración total de unos 15 minutos.[61]​ Aun así, quedaron sin publicar aproximadamente 20 minutos.

Seis temas diferentes aparecen en La última cruzada:[66]

A continuación se ofrece la lista de melodías que componen la versión musical extendida de la película contenida en Indiana Jones: The Soundtracks Collection:[61]

i Indica que la melodía fue incorporada en la edición expandida, distribuida por Concord Music Group en 2008.
ii Indica que incluye materia nuevo, incorporado en la edición expandida.
iii Incluye Raiders' March

Sobre la banda sonora, el equipo editorial del sitio web Filmtracks afirmó que «aunque Williams ha perdido la magia y el fino entusiasmo de El arca perdida, [..] ha mantenido su alto nivel habitual de composición de acción de tal modo que la banda sonora sigue siendo entretenida».[61]

El formato cinematográfico original es 2.39:1, y fue rodado con lentes anamórficas de la compañía Panavision.[68]

La pista de sonido original utilizaba Dolby Stereo SR en las copias en 35 mm, equivalente al 5.1 surround actual.[68]​ La pista del doblaje en castellano es estereofónica surround.[68]

Para La última cruzada se concibieron e incluso grabaron varias escenas que no aparecieron en el montaje final. Se muestran a continuación doce escenas inéditas y las razones por las que el montador Michael Kahn, George Lucas y Steven Spielberg decidieron eliminarlas del montaje final:[33][69]

Existen algunas incoherencias en el desarrollo de los eventos de La última cruzada en relación con los acontecimientos históricos reales. Por ejemplo, la frontera austro-germana dejó de existir en abril de 1938, tras el Anschluss. Aunque la acción de la cinta supuestamente ocurre durante 1938, la existencia de la frontera hace que este acontecimiento deba transcurrir antes de abril. Sin embargo, la república de Hatay solo existió entre septiembre de 1938 y 1939, por lo que existe una incoherencia temporal. Otra inexactitud no mostrada es que Hatay era una república y no un sultanato, por lo que no existe ningún sultán de Hatay. Además, la capital de la república se hallaba en Antioquía y no en Iskenderun (Alejandreta).

Asimismo, se muestra en una escena que los Jones cruzan el océano Atlántico en 1938 por medio de un avión, cuando en realidad esto no pudo hacerse sino hasta 1939. De igual forma, la escena en que Indy y su padre acuden a una quema de libros en Berlín (en 1938) no corresponde con la realidad histórica, puesto que los nazis quemaron libros fundamentalmente tras su acceso al poder, en 1933.

El viaje en dirigible está también plagado de inexactitudes. Tras la catástrofe del Hindenburg en 1937, el uso de dirigibles cesó inmediatamente, por lo que resulta imposible que los Jones pudieran haber abordado un dirigible de línea regular en 1938.[71]​ De la misma forma el modelo LZ 138 del dirigible alemán que aparece en la película es ficticio, puesto que el último dirigible realmente usado por Alemania en el periodo entre las guerras mundiales fue el modelo LZ 130 (el LZ 131 no llegó a entrar en servicio y, al igual que el LZ 130, fue desguazado para aprovechar su aluminio una vez comenzada la Segunda Guerra Mundial). Además, se tiene constancia de que no hubo dirigible alemán alguno que tuviera la capacidad de llevar aviones adosados, algo que solo llevaron a cabo algunos modelos estadounidenses como, por ejemplo, el ZRS-4.

El prólogo, cuyo desarrollo ocurre en un ficticio 1912, se refiere a una serie de hechos que les sucedieron a los creadores del personaje en la vida real. Cuando Indiana hace restallar el látigo para defenderse del león, accidentalmente se hiere la barbilla. En contraparte, Ford obtuvo una cicatriz similar en un accidente automovilístico cuando era joven.[6]​ Por otra parte, cuando Indiana adopta el apodo de su mascota malamute de Alaska, se hace referencia al nombre real del perro de Lucas.[30]​ El tren de carga, en el cual entra Indiana, es llamado como «Doctor Fantasy's Magic Caboose» (traducción: «El Furgón Mágico del Doctor Fantasía»), el cual era el nombre que utilizaba el productor Frank Marshall cuando realizaba actos de magia durante su juventud. Mientras que Spielberg sugirió la idea, Marshall se encargó de traer al montaje una caja con un fondo falso, a través de la cual se escapa Indiana,[25]​ y a su vez el diseñador de producción, Elliot Scott, opinó que el truco debería realizarse en una sola toma.[23]​ Spielberg quería originalmente que la toma de Henry con su paraguas —tras lo cual ocasiona que el ave se estrelle en el avión alemán— evocara al filme La hija de Ryan (1970).[30]​ Por otra parte, en la escena donde Indy intenta rescatar a su padre desaparecido, el aventurero se queja diciendo que tenía que haber enviado el diario de su padre a los Hermanos Marx. En realidad, Harpo Marx, en su biografía, relató que en algún instante tuvo que enviar de forma ilegal algunos documentos importantes desde territorio ruso, con el propósito de impedir que las tropas enemigas se apropiasen de ellos.[54]

La última cruzada tuvo dos doblajes al español. Uno para el español de España, hecho en Barcelona,[72]​ y otro en español neutro, para Hispanoamérica.[32]

En Estados Unidos, de acuerdo a la clasificación de la MPAA, se clasificó a La última cruzada como PG-13 (película que contiene material inapropiado para niños menores de 13 años de edad; «PG» significa Parental Guidance, esto es, «orientación paterna»).[73]​ La categoría PG-13 era, sin embargo, reciente. En 1984, la violencia explícita y las secuencias cercanas al gore de Indiana Jones and the Temple of Doom (y también de Gremlins) habían causado cierta controversia sobre su calificación como PG (aptas para todos los públicos con sugerencia de supervisión paterna a causa de la no adecuación de algún material de la película para menores).[74][75]​ Fue el propio Steven Spielberg, director de Temple of Doom y productor de Gremlins, el que sugirió al presidente de la MPAA Jack Valenti la creación de una nueva categoría. Spielberg sugirió que se introdujese una categoría PG-13 o PG-14 (orientación paterna fuertemente recomendada para menores de 13 o 14 años).[76]​ Finalmente, el 1 de julio de 1984 se introdujo la nueva categoría PG-13, indicando que algunas secuencias podrían ser inapropiadas para personas menores de 13 años. Indiana Jones y la última cruzada fue la primera película de la saga que obtuvo la calificación PG-13. Otras calificaciones dadas a la película en otros países son las siguientes:[77]

El teaser promocional de la cinta debutó en noviembre de 1988, durante las proyecciones en salas de cine de Scrooge y The Naked Gun.[79]Rob MacGregor se encargó de redactar la novela homónima a manera de tie-in, la cual fue publicada en junio de 1989. Poco después, debido a su excelente nivel de ventas, la obra fue incluida en la lista de best-sellers del New York Times.[80][81]​ Más tarde, durante la década de 1990, MacGregor empezó a escribir las primeras seis novelas que constituirían las precuelas directas de las aventuras de Indy. Tras el lanzamiento de la película, Ford donó varios sombreros fedora y cazadoras de su personaje al Instituto Smithsoniano del Museo Nacional de Historia Estadounidense.[82]

Cabe añadir que no se produjo ninguna clase de juguete para promocionar La última cruzada; según Larry Carlat, editor en jefe de la revista Children's Business, Indiana Jones «nunca tuvo éxito dentro de un nivel de juguete». Más bien, Lucasfilm promovía a Indiana como un estilo de vida propio, vendiendo accesorios que remarcaban su personalidad, tales como sombreros de fieltro, camisetas, chaquetas y relojes.[83]​ Más tarde, Hasbro distribuyó una serie de juguetes inspirados en La última cruzada a mediados de 2008.[84]

El 24 de mayo de 1989, en el fin de semana del Día de los Caídos, se estrenó en Estados Unidos Indiana Jones y la última cruzada, en un total de 2327 salas de cine, obteniendo un total de USD 29 355 021 en su primer fin de semana de estreno.[3]​ Así, se hizo acreedora a una de las tres mejores recaudaciones en su primer fin de semana en 1989, solo detrás de Cazafantasmas 2 y Batman. El primer día de su estreno recaudó USD 11 181 429, siendo la primera vez que una película logró conseguir más de 10 millones de dólares durante su primer día de lanzamiento. Además, superó el récord de las mejores recaudaciones en sus primeros seis días, con casi 47 millones, que llegaron a 77 en un plazo de doce días de proyección, y a 100 en diecinueve. Su recaudación durante el primer fin de semana de estreno no fue superado hasta 1994, por Los Picapiedra.[78]​ Para el término de ese año, se recaudaron un total de 195,7 millones de dólares tan solo en territorio estadounidense, y 450 millones adicionales en el resto del mundo.[29]​ Cabe añadirse que en Francia la película superó un nuevo récord al venderse un millón de entradas durante un plazo de dos semanas y media.[82]

Finalmente recaudó USD 197 171 806 en Estados Unidos y 277 millones a nivel internacional, para un total de USD 474 171 806 en todo el mundo. En el momento de su lanzamiento, La última cruzada se convirtió en la undécima película más taquillera de todos los tiempos.[3]​ A pesar de la fuerte competencia que tuvo con Batman, La última cruzada pasó a considerarse como la película más taquillera de 1989 en todo el mundo.[85]​ Sin embargo, Batman ocupó el primer lugar de ganancias en Estados Unidos.[7]​ Situada por debajo de El reino de la calavera de cristal, La última cruzada es la segunda película más taquillera de la franquicia de Indiana Jones en Estados Unidos, a pesar de que se encuentra por debajo incluso de El arca perdida y de The Temple of Doom, si se toman en consideración los ajustes por inflación.[86]​ Asimismo, es la quinta «película de búsqueda de tesoros» más exitosa por detrás de Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest (2006), El reino de la calavera de cristal (2008), Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl (2003) y El arca perdida (1981).[87]​ A continuación, se señalan las recaudaciones obtenidas por La última cruzada en los diversos países en los que se la proyectó, además de su fecha de estreno correspondiente:

Tras su estreno, La última cruzada obtuvo críticas mixtas. Andrew Sarris, de The New York Observer, David Denby de la revista New York, Stanley Kauffmann de The New Republic y Georgia Brown de The Village Voice mostraron su descontento respecto a la misma.[29]​ Mientras tanto, Jonathan Rosenbaum, de Chicago Reader, calificó a la película como «mecánica y sin alma».[89]​ Asimismo, Gary Franklin, de la estación televisiva KABC-TV, mencionó a su tiempo: «Todas las revistas y cadenas televisivas en el mundo han estado cantando alabanzas sobre esta reciente película épica, la cual no es más que una secuencias de peleas bien fotografiada, aunque no tan bien editada».[90]​ Igualmente, David Elliott, de The San Diego Union, apuntó: «Ruidosa, brutal e infantil, Indiana Jones y la última cruzada es una declaración de imbecilidad artística, e inclusive moral. Se trata de un relato sin historia, y pura acción sin nada de esencia».[90]​ En una crítica dispar, Leonard Maltin comentó: «Este relato deliberadamente creado a manera de antiguo 'matiné' sabatino tiene todo lo que el dinero puede comprar, aunque de hecho nunca genera un sentimiento de maravilla y expectación».[90]​ Gene Siskel, de Siskel & Ebert & The Movies, concluyó su reseña diciendo: «Aunque esta producción está muy bien hecha, además de un apasionante final, yo quería más. Más humanidad..., más ingenio..., más carcajadas. Pedía una película que se asemejara aún más a la cinta original El arca perdida».[90][91]​ A su vez, The Washington Post reseñó la película en dos ocasiones distintas; la evaluación que realizó Hal Hinson durante el debut del filme fue negativa, describiendo la historia como «una proyección aburrida donde siempre son perseguidos los personajes». A pesar de que elogió las actuaciones de Ford y Connery, sintió que la atmósfera de exploración sobre el personaje de Indiana terminó por ahuyentar su sensación de misterio, comentando que Spielberg no debió haber intentado extender la narración.[92]​ Dos días después, otro crítico de The Washington Post, Desson Thompson, publicó una reseña positiva, elogiando la aventura y la acción de la película, así como la profundidad temática sobre la relación de padre-hijo.[8]Joseph McBride, de Variety, observó que «los villanos nazis caricaturescos parecidos a los de El arca perdida fueron remplazados por otra clase de nazis más genuinos y espantosos, liderados por Julian Glover y Michael Byrne» y encontró que la escena en la que Indiana conoce a Hitler era «escalofriante».[70]​ En la biografía que hizo sobre Spielberg, agregó que la película era un poco menos «racista» que sus predecesoras.[15]​ Mientras tanto, la revista británica Empire concluyó su reseña diciendo: «La química entre sus dos estrellas es algo de ensueño, pero la historia es un tanto episódica como para considerar la película como un clásico».[89]

Peter Travers, de Rolling Stone, mencionó por otra parte que la película era «la más ingeniosa y salvaje de todas en las que aparece Indy». De manera similar, Richard Corliss, de Time, y David Ansen, de Newsweek y Vicent Canby, de The New York Times, elogiaron la cinta.[29]​ De acuerdo a Canby: «Aunque pareciera que sigue la costumbre de reconstituir mágicamente en algunos momentos a otras películas de clasificación B de épocas pasadas, La última cruzada sin duda es una de esas películas originales y entrañables», apuntando para ello la escena de la revelación de que Indiana tenía un padre que no estaba orgulloso de él, a lo cual añadió que se había llevado una «graciosa sorpresa». Además, Canby percibió que, si bien la película no coincide de manera clara con las otras dos entregas anteriores respecto a su ritmo, todavía tenía «secuencias hilarantes e inusuales», como la persecución dentro del vagón del circo. También dijo que Spielberg estaba madurando como director, al centrarse más en la relación de padre-hijo, algo igualmente subrayado por McBride en Variety.[70][94]​ Del mismo diario, The New York Times, Caryn James señaló lo siguiente: «El duelo entre padre e hijo, y entre dos actores que siempre parecen tener malicia en sus ojos, es el toque brillante en el que la película va a vivir o morir. La idea del Sr. Connery como el padre de Indiana luce demasiado exquisita para ser verdad».[90]​ De forma similar, el sitio web Filmcritic consideró lo siguiente: «Uno de los más grandes placeres de la película es ver a Connery y Ford, dos de las personas vivas más divertidas que hay, juntos en la gran pantalla. [...] Indiana Jones y la última cruzada, al igual que las otras dos cintas de la serie, trata sobre porqué la gente va al cine y vuelve una y otra vez: todos quieren creer en un mundo distinto al real. En tres décadas, los niños seguirán discutiendo sobre quién de ellos interpreta a Indy, mientras que los adultos tendrán que combatir contra la casi insoportable ansía por unirse a la diversión. Estaré entre estos últimos».[95]​ Mientras tanto, Mike LaSalle, del periódico San Francisco Chronicle, calificó a La última cruzada como «un hermoso producto, pensado y desarrollado hasta el último detalle, con ningún otro propósito más que el de deleitar, y sí que lo hace».[89][90]​ A su vez, Roger Ebert elogió la escena en la que aparece Indiana como escultista con la Cruz de Coronado; así, comparó la mencionada escena con «el estilo de ilustraciones que aparecieron en las revistas de aventuras para chicos en la década de 1940», comentando que Spielberg «probablemente había hojeado sus viejos tomos de la revista Boy's Life[...] la sensación de que puedes tropezarte con un sinfín de asombrosas aventuras sólo con el hecho de ir a una excursión con tu tropa de compañeros escultistas. Spielberg concibió esa escena en los tonos básicos y fuertes de las viejas revistas del género pulp».[93]​ Al mismo tiempo, The Hollywood Reporter consideró inclusive que Ford y Connery se merecían una nominación a los premios Óscar por sus actuaciones en La última cruzada.[29]

Mientras tanto, siguiendo la línea de comentarios positivos, el crítico de Internet, James Berardinelli, escribió que, si bien la película no alcanzó el nivel de El arca perdida, «[evitó] los bajos resultados de The Temple of Doom. Un final digno para la trilogía original, Indiana Jones y la última cruzada captura cierta sensación de diversión que infunde la primera película, mientras se usa la adición de Sean Connery para aumentar las escenas cómicas y proporcionar una dinámica de padre/hijo».[96]​ Neil Smith, de la BBC, elogió la acción, aunque comentó que el drama y la comedia entre los Jones había sido un elemento aún más memorable. En su evaluación, señaló que «el énfasis en los Jones significa que el villano venal de Julian Glover y la belleza traicionera de Alison Doodey están al margen, mientras el clímax [se convierte en] una tumba con demasiadas trampas explosivas».[97]​ Basados en 55 comentarios enumerados por Rotten Tomatoes, el 89% de los críticos alabaron a La última cruzada, dándole una puntuación media de 7,9 sobre un máximo de 10.[98]​ Finalmente, Metacritic calculó una puntuación promedio de 65 sobre 100, basada en 14 comentarios.[89]​ En 2002, la escena en la que Indy salta de un caballo a un tanque alemán en Indiana Jones y la última cruzada fue elegida como una de las diez mejores escenas de acción de todos los tiempos por un panel de expertos y televidentes de Sky Movies en el Reino Unido.[99]​ En Alemania, el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung apuntó: «[En Indiana Jones y la última cruzada] La sincronización de Steven Spielberg es perfecta, sin defectos en la tensión dramática, y el ritmo va aumentando conforme transcurre la historia, al parecer de forma indefinida».[100]

La recepción crítica en Hispanoamérica y España abundó en evaluaciones mayoritariamente positivas; a manera de análisis, el sitio español Decine21.com comentó que «[...]Como suele pasar en todas las películas de Spielberg, el orden bueno —el occidental— se ve amenazado por el orden malo —que en este caso son los nazis—. Éste es el punto de partida para llegar a una confrontación entre lo humano y lo divino».[101]​ El sitio de reseñas LaOff-Offcrítica.com, elogió la serie, diciendo que La última cruzada fue «la mejor película de la trilogía hasta el momento», tiempo antes de que se estrenará El reino de la calavera de cristal, asimismo añadió comentarios de carácter filosófico, alegando que «[...] la búsqueda del Grial es la búsqueda de uno mismo. Es encontrar los propios miedos y aceptarlos. Llegar a una comunión perfecta con lo que se es. Por eso Indiana Jones tiene que encontrar a su padre». Además mencionó el trabajo realizado por el director, y la manera en la que se desarrollan los personajes.[102]​ Igualmente, el sitio Muchocine.net, comentó acerca de la influencia que la película ha tenido sobre la serie completa, además de la forma en la que el argumento se torna «interesante y enredador», junto con varias observaciones variadas y de cómo fueron escogidos los vestuarios y de la aparición de nuevos personajes, aunque se lamentó por no haberlos incluido en las entregas posteriores; además elogió la forma en la cual se desarrolla el argumento, gracias al Grial.[103]​ Miguel Ángel Palomo, del diario español El País comentó que la película fue «quizá la menos imaginativa, aunque también la que aporta más elementos desmitificadores. [...] Vibrante prólogo».[104]​ Igualmente de España, el crítico Carlos Boyero mencionó en su reseña de El reino de la calavera de cristal: «Steven Spielberg [...dejó] el listón muy alto en Indiana Jones y la última cruzada al inventarle un padre legendario a Indiana Jones, interpretado por ese actor que ya está más allá del bien y del mal llamado Sean Connery, alguien capaz de robarle el plano, la novia y todo lo que le dé la gana al mismísimo Harrison Ford».[105]​ A su vez, el diario español ABC, de Sevilla, resumió en un párrafo el estreno de la película en territorio español, el 1 de septiembre de 1989: «De nuevo las aventuras, las maravillas visuales, las emociones en cada uno de los planos y la fascinación de unos actores que devuelven al cine, de la mano del mago de Hollywood [en referencia a Spielberg], la moda de la 'Star' como reclamo publicitario».[106]​ En otra página del mismo diario, comercializado en Madrid, se detalló: «Posee [..] el mismo ritmo trepidante de la primera entrega, idéntica imaginatividad, y no cae en el embarullamiento del filme intermedio de la serie [..] Hay, de otra parte, en el filme un sentido del humor más calibrado que el de sus precedentes, que se manifiesta en "gags" al borde de lo genial, como el del autógrafo de Hitler, o el del derribo del avión enemigo mediante el envío de asustadas gaviotas. Podrían ponerse, por supuesto, reparos al filme, como el de hacer gala de cierto mecanicismo y, sobre todo, el de ceder, en la secuencia final, a la tentación de los efectos especiales [..] Pero no parecen estos importantes, ante el caudal de diversión de la mejor clase que nos brinda».[107]

A pesar de que las críticas negativas fueron un tanto menores, el filme no estuvo exento de las mismas. El sitio de reseñas críticas de Argentina, El Arlequín, mencionó que «hay muestras visibles de agotamiento creativo» y que «la acción se ve lenta y sin adrenalina», además criticó que el trabajo de Spielberg y Lucas «debía haber sido algo mucho más brillante», consideró también que esta tercera entrega «se ve cansada y sin brío», asimismo dijo que el final de la película era «idiota».[108]​ Finalmente, el crítico mexicano Ernesto Diezmartínez Guzmán comentó de manera general que el argumento de la trama y de la inclusión de nuevos personajes, junto con la intensa acción de la cinta, conformaban todo un concepto novedoso dentro de la historia del cine, aunque sin embargo, se quejó de la falta de creatividad y de las similitudes que existen entre las dos anteriores filmes, pero a pesar de ello, consideró como definitiva y última entrega a La última cruzada, asimismo, agregó que El reino de la calavera de cristal igualmente fue fundamental en el desarrollo de la trilogía.[109]​ En Brasil, se consideró que La última cruzada era mejor que su sucesora Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.[110]​ Asimismo, fue elegida como la segunda mejor película de la serie, solo detrás de El arca perdida.[111]

La película ganó el «Óscar a la mejor edición de sonido» en la 62ª edición (1990). Asimismo, fue nominada en las categorías de «Mejor Banda Sonora» y «Mejor Sonido», pero perdió frente a La sirenita y Tiempos de gloria respectivamente. Por otra parte, Sean Connery recibió una nominación para el Globo de Oro como «Mejor Actor de Reparto».[112]​ Connery, junto con los equipos de efectos visuales y de sonido, fueron nominados igualmente en la 43° Entrega de Premios de la Academia Británica de Cine.[113]​ Mientras tanto, La última cruzada ganó el Premio Hugo, en 1990, a la «Mejor Presentación Dramática», siendo nominada a un galardón Young Artist como «Mejor Película de Drama».[114][115]​ La banda sonora de John Williams ganó un premio de la Broadcast Music, Inc., resultando nominada a un premio Grammy.[116]​ Tras el lanzamiento de la colección en DVD Las aventuras de Indiana Jones en 2003, que presentaba por primera vez La última cruzada en este formato (en una edición conjunta con El arca perdida y El templo), la colección ganó un premio Saturn y recibió varias nominaciones de los Satellite.

A continuación, se muestra un listado con los diferentes premios y nominaciones que recibió el filme tras sus diferentes estrenos internacionales, así como los relacionados con su lanzamiento en DVD en 2003.[117]

En 1989 Rob MacGregor escribió una adaptación homónima de la película, que fue publicada en junio de ese año por Ballantine Books. Este libro, junto con las novelizaciones de El arca perdida y El templo fue reimpresa en 2008 por Del Rey.. Existe una edición en español publicada en 1989 por Planeta con traducción de Enric Tremps. La novelización de MacGregor fue su primera colaboración con el universo de Indiana Jones.[118]​ Entre 1991 y 1993, y a petición de George Lucas, escribiría seis novelas más, todas originales.[118]​ Por otra parte, Ryder Windham escribió otra novela tie-in orientada al público juvenil, que fue lanzada a la venta en abril de 2008 por la editorial Scholastic, coincidiendo con el estreno en cines de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Además, el final de la película dio lugar a una serie de cuatro historietas en 1995 llamada La lanza del destino, en donde se muestra a Indiana y su padre embarcándose en una aventura, donde deben buscar la Lanza Sagrada en Irlanda durante el año de 1945.[119]La lanza del destino fue publicada en España como parte del volumen Indiana Jones Omnibus nº 2, por Norma Editorial (ISBN 978-84-9847-815).[120]

El prólogo que representa la juventud de Indiana inspiró a Lucas a crear la serie de televisión llamada Las aventuras del joven Indiana Jones, la cual fue protagonizada por Sean Patrick Flanery como el joven adulto Indiana y Corey Carrier como el Indiana de entre 8 y 10 años de edad. En cuanto al Indiana de 13 años, que en la película corrió a cuenta de Phoenix, sirvió como tema central de la serie de novelas dirigidas hacia un público adulto, cuyo título fue El joven Indiana Jones, y que comenzó a producirse a principios de 1990. A partir de la novena, la serie se convirtió en una adaptación tie-in de la serie de televisión.[121][122]

El autor alemán Wolfgang Hohlbein retomó el prólogo ambientado en 1912 en una de sus novelas de Indiana Jones (Indiana Jones und das verschwundene Volk,[123]​ en español Indiana Jones y el pueblo desaparecido, aunque no existen traducciones). La acción principal trascurre en 1943, cuando Indy trabaja con otro arqueólogo que ha encontrado el pueblo desaparecido de los anasazi.[124]​ En la novela, Indy encuentra de nuevo a Jake, nombre real de Fedora (el sitio de fanes alemán indianajones.de califica a la novela como «la peor de Indiana Jones»).[124]

Dos videojuegos basados en la película fueron lanzados por LucasArts en 1989: Indiana Jones and the Last Crusade: The Graphic Adventure e Indiana Jones and the Last Crusade: The Action Game. Un tercer juego fue producido por Taito y lanzado en 1991 para la consola Nintendo NES.

Spielberg tuvo la intención de incorporar un cameo de Connery, en su personaje de Henry, para la secuela El reino de la calavera de cristal en 2008, pero este rechazó la invitación, puesto que ya se había retirado de la actuación para entonces.[125]

El 1 de febrero de 1990 se lanzó a la venta el compilatorio The Indiana Jones Trilogy en formato VHS, conteniendo tres casetes con las películas estrenadas hasta ese momento (El arca perdida, The Temple of Doom y La última cruzada). La calidad del sonido, con tecnología Dolby, era patentada a su vez por la norma de calidad de alta fidelidad.. Casi una década después, el 26 de octubre de 1999, apareció en el mercado un casete VHS solamente con el capítulo de La última cruzada,. junto con una versión en pantalla ancha de la película, la cual además había pasado por un proceso de remasterización del audio, además de contar con tecnología THX.. Ese mismo día, se puso a la venta el paquete de cuatro casetes VHS The Adventures of Indiana Jones con la trilogía original, acompañada del capítulo Indiana Jones and the Treasure of the Peacock's Eye, emitido en 1995 como parte de la serie televisiva Las aventuras del joven Indiana Jones..

El 21 de octubre de 2003 se lanzó un nuevo paquete con cuatro discos DVD denominado Las aventuras de Indiana Jones[126]​ (The Adventures of Indiana Jones en su título original), el cual contenía las tres primeras películas del aventurero en su formato original de vídeo, contando con una remasterización de audio con tecnología THX. El disco adicional contenía una serie de documentales inéditos y creados especialmente para la edición en DVD acerca de la producción de la serie dirigidos por Lauent Bouzereau, un colaborador habitual de Spielberg. Entre los documentales, se incluía Rodando la trilogía, con un capítulo dedicado a la producción de cada una de las películas, así como otros que detallaban aspectos como las escenas de riesgo, la música y los efectos de sonido así como los efectos especiales usados en cada cinta. Los documentales tenían un formato fullscreen (4:3, «pantalla completa»), con sonido estereofónico surround en inglés y subtitulados en cada idioma.[127]​ Además, incorpora los tráileres originales y un enlace al sitio web oficial para acceder a contenidos exclusivos tales como fotografías y avances de uno de los juegos de Indiana Jones.. Al mismo tiempo, apareció un conjunto similar al anterior pero en formato fullscreen..

Más tarde, el 13 de mayo de 2008 debutó la edición especial de La última cruzada en DVD, el cual incorpora algunas características adicionales tales como una introducción narrada por Spielberg y Lucas, así como los documentales Las Mujeres de Indy: Homenaje del American Film Institute, Los amigos y enemigos de Indy, además de la secuencia de inicio del filme en forma de guion gráfico (¡El Nacimiento de un Héroe! Storyboards de la secuencia inicial de La Última Cruzada), una galería de imágenes y una versión de demostración del juego Lego Indiana Jones: The Original Adventures..[128]​ Sin embargo, para la región 4 (Centro y Sudamérica, así como Australia), no contó con material adicional alguno.[129]​ Ese mismo día, se puso a la venta un paquete con las ediciones especiales de cada una de las tres primeras cintas del arqueólogo, misma que incorporó nuevo material extra, figurando una nueva introducción a cada filme por Spielberg y Lucas, así documentales inéditos acerca de la producción de cada historia.. Meses después, en octubre de ese año, tras el estreno de El reino de la calavera de cristal, se comercializó un nuevo paquete de cinco discos DVD (Indiana Jones - The Complete Adventure Collection), el cual contiene las cuatro películas de la serie.. Esta edición venía acompañada de un par de cortometrajes para la región 4, uno de ellos denominado El regreso de una leyenda y el restante acerca del proceso de preproducción.=

Finalmente, el 18 de septiembre de 2012 Indiana Jones y la última cruzada fue lanzada en un paquete de 5 discos titulado Indiana Jones: The Complete Adventures que incluye las cuatro películas y un disco de 7 horas de material adicional. Indiana Jones y la última cruzada junto con Indiana Jones and the Temple of Doom fueron remasterizadas digitalmente, mientras que Raiders of the Lost Ark tuvo una restauración completa, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, por su parte, solo fue mejorada en puntos menores, ya que solo hacía cuatro años que había conocido su estreno en los cines.



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