En España se hablan varias lenguas vernáculas. El castellano o español, idioma oficial en todo el país, es la lengua materna predominante en casi todas las comunidades autónomas de España y es hablado por el 98,9 % de la población española. Seis de las diecinueve ciudades y comunidades autónomas de España tienen además, junto con el castellano, otras lenguas como cooficiales. El bilingüismo en distintos grados y en distintas situaciones comunicativas entre el castellano y otra lengua es una práctica habitual por parte de muchos de los españoles que residen en alguna de estas comunidades autónomas.
En el 2019, según la encuesta Pew, los idiomas hablados en casa eran; el español en el 81% de los hogares, el catalán en el 8%, el valenciano (variedad del catalán) en el 4%, el gallego en el 3%, el euskera en el 1% y el restante por otras lenguas.
Por comunidades autónomas, el gallego puede hablarlo el 89% de la población de Galicia, el catalán el 85% de la población de Cataluña y el 63,1% de las Islas Baleares, el euskera el 55,1% del País Vasco, el valenciano el 51,8% de la Comunidad Valenciana y en Navarra el 21,7% puede hablar euskera. En cuanto a lenguas maternas únicamente, el gallego es la del 82,8 % de los residentes en Galicia, el catalán la del 55,5 % en Cataluña y del 42,9 % en las Islas Baleares, el valenciano del 35,2 % en la Comunidad Valenciana, y el euskera es la lengua materna del 33,7 % en el País Vasco y el 14,6 % en Navarra.
Salvo el euskera, lengua aislada, todas las lenguas vernáculas habladas actualmente en España son lenguas romances, dentro de la familia de las lenguas indoeuropeas. La mayoría pertenecen al subgrupo de las lenguas iberorromances, a excepción del catalán / valenciano y el aranés pertenecientes a las occitanorromances y el aragonés, de adscripción discutida entre un subgrupo y otro.
El español o castellano es el idioma oficial de todo el país y es el hablado como lengua habitual y materna por el 80% de la población española. España es, después de México, Colombia y los Estados Unidos, el cuarto país del mundo con mayor número de hispanohablantes.
Por ciudades y comunidades autónomas, el castellano es la única lengua oficial en Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Ceuta, la Comunidad de Madrid, Extremadura, Melilla, la Región de Murcia, La Rioja y la zona no vascófona de Navarra. Es cooficial junto a otras lenguas en Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia, las Islas Baleares, País Vasco y la zona vascófona de Navarra. En todas las comunidades autónomas bilingües, salvo en Galicia, el castellano es actualmente la lengua materna de la mayoría de la población y la más utilizada en el hogar, aunque esto se debe en buena parte a los procesos migratorios ocurridos desde mitad del siglo XX.
Este predominio del castellano comenzó ya en la Edad Media en el proceso de la Reconquista con la hegemonía tanto política como cultural y económica de, primero el Reino de Castilla (en cuyo entorno nació) y posteriormente de la Corona de Castilla en el entorno peninsular, con el prestigio cultural que ello conllevó, si bien también era hablada en parte de la Corona de Aragón y en el Reino de Navarra, así como la importancia de llegar a ser lengua auxiliar (tanto comercial, de comunicación y diplomática) durante los siglos XVI y XVII.
En los siglos siguientes el castellano continuó su proceso expansivo a costa de las lenguas limítrofes con ella; esto se muestra de forma acentuada en el caso del idioma leonés y del aragonés, y también en el caso del euskera. Durante la segunda mitad del siglo XX, el franquismo apartó las lenguas regionales de la vida pública y favoreció el uso del castellano, a lo que se unieron los procesos migratorios internos ocurridos también en este siglo y que contribuyeron a la predominancia del castellano. Esta situación cambió con la llegada de la democracia a España y especialmente con la promulgación de la Constitución de 1978 que reconocía la cooficialidad de las lenguas regionales en sus respectivos territorios; a partir de entonces las comunidades autónomas bilingües impulsaron diversas políticas para normalizar el uso de sus lenguas, situación que ha tenido especial éxito en el ámbito educativo.
Los estatutos de autonomía han establecido los siguientes idiomas oficiales en sus respectivos territorios: catalán en Cataluña y en las Islas Baleares, valenciano en la Comunidad Valenciana, gallego en Galicia, euskera en el País Vasco y una parte de Navarra, y aranés en Cataluña. El catalán y el valenciano se consideran dos variedades de la misma lengua.
El catalán ("català") o valenciano ("valencià") es junto con el castellano idioma oficial en Cataluña, en las Islas Baleares y en la Comunidad Valenciana; en Aragón tiene cierto reconocimiento oficial, ya que el estatuto de autonomía define a las lenguas y modalidades lingüísticas propias como «una de las manifestaciones más destacadas del patrimonio histórico y cultural aragonés y un valor social de respeto, convivencia y entendimiento». En estos territorios el nombre oficial de la lengua es «catalán», salvo en la Comunidad Valenciana, donde el nombre oficial es «valenciano».
Además, dentro de España el catalán también se habla, pero sin ser oficial, en la parte más oriental de Aragón (conocida como Franja de Aragón) y en la comarca de El Carche, en el noreste de la Región de Murcia.
En conjunto, el catalán/valenciano es la lengua hablada en casa de forma preferente por aproximadamente 4 452 000 españoles.
El gallego (galego) es cooficial en Galicia (Constitución española de 1978 art. 3.2. y Estatuto de Autonomía de Galicia art. 5). Cuenta igualmente con "respeto y protección" en Castilla y León, conforme al art. 5.3 de la Ley Orgánica 14/2007, de 30 de noviembre, de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Forma parte, al igual que el castellano, del grupo de idiomas romances ibero-románico y está estrechamente emparentado con el portugués, con el que formó unidad lingüística (gallego-portugués) durante la Edad Media. De hecho, según algunos sigue formándola a día de hoy pese a las diferencias surgidas (ver reintegracionismo). El gallego presenta tres bloques diferentes de habla que cruzan Galicia de oeste a este; son los bloques: occidental, central y oriental, que a su vez se subdividen en distintas áreas.Se habla, además de en Galicia y norte de Portugal, en el occidente de Asturias y de las provincias de León y Zamora. Fuera del noroeste, se encuentra la fala del valle de Jálama en Extremadura, relacionada con el portugués y por tanto también con el gallego.
En Galicia, el gallego es la lengua materna del 40,9% de la población, el castellano del 30,9%, y el 25,3% tiene ambas lenguas como lenguas maternas. Por otro lado, el 50,8% de la población usa habitualmente más el gallego que el castellano, mientras que el 47,8% usa habitualmente de forma predominante el castellano.
Al igual que ocurre en otras Comunidades, el castellano es la lengua más hablada en las zonas urbanas, mientras que el gallego lo es en las zonas rurales. Es más común oír hablar gallego en la calle, a la gente del centro y oriente sur de Galicia. En conjunto, el gallego es la lengua hablada en casa de forma preferente por aproximadamente 1 302 000 personas. Otros 563 000 lo hablan de manera indistinta con el castellano.
El euskera, vasco o vascuence (euskara) es cooficial con el castellano en el País Vasco y en el tercio norte de la Comunidad Foral de Navarra. Además, cabe destacar que dentro del euskera se diferencian seis dialectos (euskalkiak), y una variedad estandarizada, el euskera batúa.
En conjunto, el vasco es hablado por casi un millón de españoles (el 2,15% de la población).
El aranés (variedad del occitano gascón hablada en el Valle de Arán, localizado en el noroeste de la provincia de Lérida) es oficial en este valle y desde 2006 en toda Cataluña con el nuevo Estatuto de Autonomía. En el Valle de Arán, el castellano es la lengua materna del 38,8% de la población, el aranés del 34,2% y el catalán del 19,4%, según los datos del censo de 2001. El aranés es la lengua materna de cerca de 2800 personas, lo que representa un 0,007% de la población de España.
El aragonés y el asturleonés (que puede incluir, según algunos autores, el cántabro e incluso el extremeño) pertenecientes al grupo romance occidental, son aún hablados de manera minoritaria en algunas zonas de España; ambos fueron declarados lenguas en peligro de extinción por la Unesco a finales del siglo XX.
Las dos lenguas están reconocidas en sus respectivas regiones, el aragonés se reconoce como «lengua propia, original e histórica» de Aragón a través de la Ley de Lenguas; el asturleones está regulado por ley en el Principado de Asturias y en Castilla y León se considera el leonés parte del patrimonio lingüístico a través del nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
El aragonés (aragonés), también llamado informalmente fabla, era hablado en la Edad Media en los Reinos de Navarra, de Aragón y de Valencia con el nombre de navarroaragonés. Actualmente la lengua se habla principalmente en los valles del Pirineo aragonés y, con un grado creciente de castellanización, se extiende poco más del sur de la ciudad de Huesca. En estas áreas se puede decir que se conserva el aragonés, con mayor o menor vitalidad. Desde finales del siglo XX se ha llevado a cabo una notable revitalización como la creación de asociaciones defensoras y promotoras del idioma, unificación de unas normas ortográficas consensuadas, e incluso se llevó un intento de su cooficialidad en varios municipios del Alto Aragón.
Hay varias asociaciones que regulan la lengua, entre las que destacan la Academia de l'Aragonés, el Consello d'a Fabla Aragonesa que son las mayoritarias pero también está la Sociedat de Lingüística Aragonesa. La lengua estaba regulada inicialmente por la Academia d'a Luenga Aragonesa, inaugurada en mayo de 2011, y posteriormente por la Academia Aragonesa de la Lengua. La Ley de Lenguas de Aragón de 2009 define que los idiomas aragonés y catalán son «lenguas propias originales e históricas» de la Comunidad Autónoma de Aragón. Una posterior Ley de Lenguas de 2013 modificó algunos aspectos de la de 2009. La ley no declara explícitamente la oficialidad de estos idiomas, tal y como preveía que lo haría la ley de lenguas, según disponía la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés de 1999. Se estima que es hablado por unas doce mil personas. Sus variedades dialectales son:
El asturleonés se habla en Asturias, con el nombre de asturiano o bable (asturianu); con el nombre de leonés (llionés), en parte de las provincias de León y Zamora; y con el nombre de mirandés (mirandés), en la comarca portuguesa de Miranda do Douro. Algunos autores incluyen también dentro de este dominio lingüístico el cántabro o montañés de Cantabria, y también las hablas de partes de Extremadura y la provincia de Salamanca (generalmente conocidas como extremeño); sin embargo autores modernos como Héctor García Gil no los incluyen dentro del dominio lingüístico nuclear asturleonés. Su uso está regulado por ley en el Principado de Asturias y su ortografía, léxico y gramática por la Academia de la Lengua Asturiana, que sin embargo no goza de fuerza vinculante para las otras zonas donde se habla; en Castilla y León el nuevo Estatuto de Autonomía considera el leonés parte del patrimonio lingüístico de la Comunidad y, como tal, establece que será objeto de protección y promoción por parte de las instituciones, quedando tales medidas a expensas de un posterior desarrollo legal; y en Miranda, donde tiene una norma ortográfica basada en la fonética portuguesa, es el único lugar de todo el dominio lingüístico donde es lengua oficial. El asturleonés cuenta con diversas variedades dialectales, agrupadas en tres bloques o dialectos principales: el occidental, hablado en Asturias, León, Sanabria (Zamora) y la Miranda portuguesa; el central, en buena parte de Asturias y base de la normativa asturiana, y el oriental. Existe en Asturias un debate sobre una posible cooficialidad del asturiano, propuesta apoyada por algunas organizaciones civiles y políticas.
Según un estudio realizado en el año 2003, el asturleonés sería la lengua materna de un 17,7% de la población de Asturias, un 20,1% tendrían asturleonés y castellano como lenguas maternas, mientras que un 58,6% de los asturianos tendrían el castellano como lengua materna.
Otros idiomas hablados por la población española son el caló, jerga de raíz española e influencias romaníes hablada muy minoritariamente por la comunidad gitana, el rifeño, hablado en Melilla, y el árabe, hablado tanto en Melilla como en Ceuta, en su variante dariya. En Asturias, además del asturleonés, también se habla gallego-asturiano o eonaviego. Incluso, existe un caso en que españoles autóctonos convertidos al Islam intentan revivir el árabe andalusí como segunda lengua.
En esta sección se tratan aspectos relacionados con la variación lingüística, las áreas de transición y los pequeños enclaves de lenguas en el dominio de otra lengua.
Algunas de las variedades dialectales principales del castellano hablado en España:
Además de las anteriores existen algunos dialectos de transición entre las áreas anteriores.
(zonas bilingües) Septentrional Dialectos de transición Dialecto andaluz
Dialecto extremeño
Dialecto manchego
Dialecto andaluz
Dialecto murciano
Como hablas de transición se conoce a aquellas que presentan rasgos de dos idiomas vecinos y que no tienen respecto de ellos suficiente autonomía léxica, gramatical o fonética:
Las lenguas signadas de España están relacionadas y parecen formar un grupo lenguas signadas emparentadas entre sí, que la mayor de parte de especialistas vinculan a la familia de lenguas signadas derivada de la antigua lenguas de señas de Francia. Si bien formalmente la legislación distingue tres lenguas diferentes:
No está claro hasta que punto representan lenguas claramente diferentes y no simplemente dialectos de la misma lengua. Por otra parte la lengua de signos de Portugal no está relacionada con estas lenguas y parece tener un vínculo de parentesco con la lengua de señas usada en Suecia y Finlandia.
Además de las lenguas signadas que son lenguas naturales. Frecuentemente se añaden medios de comunicación especiales como el silbo gomero, usado tradicionalmente La Gomera y ahora formalmente recogido en la educación de niños y adolescentes. Debe señalarse que el silbo gomero no constituye en sí mismo una lengua sino un procedimiento especial de codificar el castellano en silbidos.
Debido a la fuerte inmigración que ha recibido España desde los años 1990, han aparecido comunidades relativamente importantes de hablantes de otras lenguas. Según el censo INE del 2006, un 9,68% de la población española es de nacionalidad extranjera. Un 34,5% de estos provienen de Hispanoamérica, razón por la que la lengua más hablada entre los no nacionales residentes en España es el castellano.
Las lenguas más habladas por los ciudadanos no nacionales son, tras el castellano, las siguientes:
Se imparte como lengua extranjera principalmente el inglés. Le sigue el francés y, en menor medida, el alemán y el italiano. Hasta los años 1970 el francés era la lengua extranjera más estudiada, pero fue posteriormente adelantada por el inglés. La oferta habitual en la mayoría de los centros educativos españoles es el estudio obligatorio del inglés desde los 8 años de edad (adelantado a los 6 años de edad a partir del curso 2007/2008 ) y durante la educación secundaria (de 12 a 16 años) y Bachillerato (de 16 a 18 años), a lo que se suma la posibilidad de estudiar de forma optativa el francés durante la educación secundaria.
Sin embargo, no existe un alto porcentaje de personas que dominen estas lenguas. Según una encuesta realizada en el año 2005, tan solo el 27% de los españoles decían tener el suficiente nivel de inglés como para mantener una conversación en esta lengua, y el 12% de mantener una conversación en francés.
Según esta misma encuesta, el 56% de los españoles solo son capaces de mantener una conversación en su lengua materna (frente a un 44% de media en la Unión Europea a 25 miembros); un 44%, en al menos otra lengua aparte de en su lengua materna; y solo un 17% en al menos dos lenguas aparte de su lengua materna. Nótese que para este último dato se comprende también, por ejemplo, la capacidad de hablar en gallego o catalán por una persona cuya lengua materna es el castellano o viceversa.
Idioma oficial. Idioma reconocido o protegido pero no oficial. Idioma alóctono.
Lo siguiente son lenguas que se hablaban en el pasado en el actual territorio español en la Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna. Estas incluyen lenguas muertas como el latín y el mozárabe, y lenguas paleohispánicas como el íbero, el celtíbero, el lusitano y el tartésico.
La única lengua paleohispánica o prerromana que se conserva en nuestros días es el euskera. Las siguientes lenguas desaparecieron con la llegada del latín:
Durante la Edad Media fueron habladas algunas lenguas posteriormente desaparecidas al ser asimilados sus últimos hablantes a la lengua mayoritaria del territorio:
Las siguientes variedades lingüísticas no se hablan en España, pero derivan directamente de lenguas de España:
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