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Selección de fútbol de España



La selección de fútbol de España es, desde su creación en el año 1920, el equipo formado por jugadores de nacionalidad española que representa a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en las competiciones oficiales organizadas por la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).

El equipo es conocido familiarmente como «La Furia Española», rememorando el «Saqueo de Amberes» —episodio de la historia militar de España—.[2]​ También es llamado por el seudónimo de «La Furia Roja», acuñado por un periodista italiano que se refirió a él como «La Furia Rossa».[3]​ En los últimos años, se ha popularizado simplemente como «La Roja», término que hizo famoso en el país el seleccionador nacional entre 2004 y 2008, Luis Aragonés.[1]

La selección española ha disputado quince ediciones del Mundial y fue la anfitriona en 1982. En 2010, cosechó el mayor éxito de su historia al proclamarse campeona del mundo tras ganar en la final por 0-1 a los Países Bajos con gol de Andrés Iniesta, convirtiéndose así en la octava selección nacional en conseguirlo y en la primera de Europa en lograrlo fuera de su continente.[4]​ Se sitúa actualmente en la séptima plaza en la clasificación histórica de la competición y también es la séptima en el palmarés, igualada con la selección inglesa. Los reconocimientos más destacados por la conquista mundialista fueron el «Premio Príncipe de Asturias de los Deportes»[5]​ y el «Premio Laureus al Mejor Equipo Internacional» del año.[6]​ Además, fue nombrada en 2013, por sexta vez consecutiva, el «Mejor Equipo» del año por la FIFA.

Como selección afiliada a la UEFA, tiene el derecho a participar en la Eurocopa, para la cual se ha clasificado en diez ocasiones. Ha jugado cuatro finales y se ha proclamado campeona en tres ocasiones. La primera fue en 1964, jugando como anfitrión, luego de derrotar 2-1 a la Unión Soviética en el Estadio Santiago Bernabéu. Repitió éxito en 2008, después de vencer en la final a Alemania por 0-1 con gol de Fernando Torres.[7]​ Esta victoria le supuso encabezar por vez primera la Clasificación FIFA, siendo el sexto equipo que lograba liderar dicho ranking y el primero que lo conseguía sin haber ganado ningún Mundial hasta la fecha.[8]​ En 2012, se convirtió en la única selección de fútbol en ganar dos veces consecutivas el torneo, tras ganar 4-0 a Italia. Esto igualmente le convirtió en el primer combinado nacional en lograr el «triplete» de selecciones, habiendo conquistado de forma consecutiva la Eurocopa de 2008, el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012.[9]​ Además, alcanzó el subcampeonato en 1984, perdiendo la final por 2-0 ante el equipo anfitrión, Francia. Ocupa en la actualidad el primer puesto en el palmarés de la competición, igualada con la selección alemana, y es la tercera en la clasificación histórica.

España ha competido también en dos ediciones de la Confederaciones. Su mejor resultado aquí fue el subcampeonato obtenido en 2013 tras caer en la final por 3-0 contra la anfitriona, Brasil. Anteriormente, en 2009, había logrado el tercer puesto del torneo luego de vencer 3-2 a la igualmente anfitriona Sudáfrica. En la clasificación histórica de la competición, ostenta ahora mismo el quinto lugar pese a no haber alzado nunca el trofeo.

En sus participaciones —un total de tres— en los Juegos Olímpicos para selecciones absolutas, antes de modificar el COI y la FIFA las normativas referentes a las condiciones de los equipos participantes,[n 1]​ consiguió el subcampeonato en 1920 tras derrotar a la selección neerlandesa por 1-3 gracias al tanto de «Pichichi» y al «doblete» de Félix Sesúmaga.

La selección española fue creada en 1920 con el objetivo de presentar un equipo de fútbol que representase a España en los Juegos Olímpicos de ese mismo año en Amberes (Bélgica).

La selección disputó su primer partido oficial el 28 de agosto de 1920 a las 14:30 horas, en el estadio La Butte (actual Joseph Marien) de Forest (4,5 kilómetros al suroeste de Bruselas) ante unos 3 000 espectadores, donde se enfrentó en la fase previa a la selección de Dinamarca (subcampeona en las dos anteriores ediciones).[10]​ El partido fue dirigido por el árbitro neerlandés Willem Eymers bajo una llovizna persistente. España salió con el esquema 1-2-3-5, habitual en aquella época, y vistió camiseta roja, pantalón blanco, medias negras con vuelta amarilla y un escudo de un león dorado en un fondo rojo bordado en el pecho. El uniforme fue diseñado por el presidente del Comité Olímpico Español, el Marqués de Villamejor Gonzalo de Figueroa y Torres Sotomayor. Durante el torneo, el equipo también vistió un pantalón azul y una camiseta reserva azul oscuro para no coincidir con el de los rivales.[11]​ Este encuentro, que ganó por 1-0 gracias al tanto de Patricio Arabolaza en el minuto 54' tras recibir un centro de Pagaza y chutar con un disparo fuerte y pegado al poste[12]​ — primer gol oficial de la historia del combinado español—, significaría convertirse en la selección nacional número 28 en disputar un partido internacional.[n 3]​ En dicho partido, el portero Ricardo Zamora tuvo una actuación magistral que logró los aplausos de los espectadores locales y comenzó a forjar su leyenda. En la posterior fase final, a España le tocó enfrentarse a la anfitriona selección belga en cuartos de final, frente a la que cayó derrotada por 3-1 en un partido en el que los jugadores españoles no jugaron un gran partido posiblemente por el fuerte ambiente en contra del público local.[13]

Los anfitriones acabarían saliendo campeones, tras quedar descalificada la selección checoslovaca por abandonar durante la disputa de la final. Debido a ello, España pasó a incorporarse a un torneo de consolación para dilucidar las medallas de plata y bronce entre el resto de los equipos participantes. Se disputó una nueva fase previa entre los equipos que no habían alcanzado las semifinales anteriores, enfrentándose en las eliminatorias ante la selección sueca. En este partido disputado el 1 de septiembre de 1920 surgió la histórica frase de José María Belauste:

Esto hacía alusión al hecho de que Belauste se dirigió de esa forma a su compañero de equipo Sabino Bilbao que era el cargado de botar una falta cerca del área grande. Belauste, de complexión corpulenta y con un característico pañuelo de cuatro nudos en la cabeza, recibió el centro bombeado suave de Sabino y corrió con tanta fuerza, que arrolló con el pecho el esférico para introducirlo en las mallas de la portería llevándose por delante también al portero y tres de jugadores suecos para así igualar el partido.[14][15]​ Al día siguiente, un periódico neerlandés tituló: "La furia española" en referencia a la jugada de Belauste y al saqueo de Amberes por los Tercios de Flandes españoles en noviembre de 1576.[16]​ Así nacía la leyenda de la «Furia Roja».[17]Domingo Gómez-Acedo marcó posteriormente el 2-1 final. El siguiente enfrentamiento frente a la selección italiana fue saldado con una victoria por 2-0 gracias al «doblete» de Félix Sesúmaga[18]Ricardo Zamora, fue el primer jugador en ser expulsado, cuando el delantero italiano Emilio Badini cargó bruscamente contra Zamora en el minuto 78' y éste le golpeó en respuesta. Por entonces todavía no se permitían los cambios y España se quedaba con 9 ya que Francisco Pagaza se había lesionado en la primera parte. El delantero vasco Silverio Izaguirre se ofreció el puesto de portero y el árbitro le permitió que recibiría instrucciones de Zamora situado junto a la portería.[19]​ Esto les permitió luchar por las medallas frente a los semifinalistas del torneo: Países Bajos, Francia y Checoslovaquia. El equipo de los Países Bajos fue el único rival de España (ya que Francia no se presentó a disputar los encuentros y Checoslovaquia había quedado descalificada por su abandono en la final anterior), al que derrotó por 3-1 con goles de Sesúmaga, en dos ocasiones, y «Pichichi». España ganaba así la medalla de plata.[20][21][22]

Los medallistas españoles fueron Domingo Gómez-Acedo, Patricio Arabolaza, Mariano Arrate, Juan Artola, Joaquín Vázquez, José María Belauste (capitán), Sabino Bilbao, Ramón Eguizábal, Moncho Gil, Ricardo Zamora, Silverio Izaguirre, Rafael Moreno «Pichichi», Luis Otero, Francisco Pagaza, José Samitier, Agustín Sancho, Félix Sesúmaga y Pedro Vallana junto con el seleccionador Paco Bru.[23]

La primera participación de la selección en un torneo oficial resultaba así un éxito que sin embargo tardaría en repetirse.

El 9 de octubre de 1921, España disputó su primer partido en territorio nacional en el Estadio de San Mamés de Bilbao. El encuentro amistoso frente a la entonces campeona olímpica Bélgica comenzó a las 16:00 horas y fue arbitrado por el portugués Jorge Gomes Vieira ante cerca de 10 000 espectadores.[24]​ La selección española venció por 2-0 con sendos goles de Paulino Alcántara en los minutos 55' y 80'.[25][26]​ Además, para evitar coincidir con el color rojo de la selección visitante, la selección española vistió por primera vez con camiseta y pantalón blanco.[27]​ Por otro lado, España jugaría 7 encuentros amistosos frente a la vecina selección de Portugal durante toda la década de los años 20. En un encuentro amistoso de esa misma década, en 1929, venció a una de las selecciones con la que ha sostenido una histórica rivalidad, Francia, por 8-1.[28]

Pese a ser subcampeona olímpica, en la siguiente cita olímpica, en París en el año 1924, no consiguió clasificarse para la fase final tras caer derrotada ante Italia por 1-0 con un gol en propia puerta del español Pedro Vallana.[29]

El mismo rival les eliminaría en los Juegos Olímpicos de 1928 de Ámsterdam en los cuartos de final al perder por un contundente 7-1[30]​ en el partido de desempate por la igualada a un gol en el partido previo, después de haber ganado curiosamente por ese mismo resultado a la selección mexicana en los octavos de final. En este partido destacó el capitán y delantero José María Yermo Solaegui, que anotaría 3 goles. Empezaba a forjarse una rivalidad con el país transalpino.

España tuvo el privilegio de convertirse en el primer equipo no británico en vencer a la selección de Inglaterra en un partido amistoso disputado en Madrid en 1929 que finalizaría 4-3.[31]​ Con el fútbol internacional asentado y con la llegada de la profesionalización, se organizaría la primera disputa mundialista, en lo que sería el primer gran evento dedicado al fútbol de selecciones, el Mundial.

En el mes de julio del año 1930, se celebró en Uruguay la primera edición del Mundial. La Real Federación Española de Fútbol, fundada durante la década anterior y pese a haber presentado su candidatura junto a Italia, Hungría, Países Bajos y Suecia, viendo que la designación podría caer del lado del país sudamericano, retiró esta junto al resto de selecciones europeas para apoyar conjuntamente a Italia. Tras su descarte y la designación de Uruguay,[32]​ considerado el combinado más potente por salir campeón de las anteriores dos citas olímpicas de fútbol en París 1924 y Ámsterdam 1928, la Federación alegó el largo viaje y coste necesario en barco hasta llegar al país sudamericano, por lo que rechazó tomar parte en la misma, a pesar de que Uruguay decidió hacerse cargo de todos los gastos y compensar a las selecciones participantes en un intento por prestigiar el torneo. Tanto España como la gran mayoría de los equipos nacionales europeos no aceptaron la invitación para jugar el Mundial debido al enfado por considerar inapropiado que el primer gran torneo se disputase fuera de Europa y, más en concreto, fuera de Inglaterra, al ser la cuna de este deporte,[33]​ pese a que el Viejo Continente se encontraba aún maltrecho por la Primera Guerra Mundial y se avocaba por alentar la paz desde Uruguay. Nacería así, bajo la tutela del entonces presidente de la FIFA Jules Rimet, el Mundial y su trofeo de «La Diosa de la Victoria».[34]

Tres años después de la primera cita mundialista, se sucedían los encuentros entre selecciones para potenciarse. Destacó, entre ellos, el jugado por los españoles el 21 de mayo de 1933, fecha en la que se dio la mayor goleada a favor de su historia tras vencer por trece goles a cero a la selección búlgara.[35]​ El futbolista más destacado de aquel encuentro fue el debutante gallego Eduardo González «Chacho», quien anotó seis de los trece tantos, estableciendo dos marcas vigentes en la actualidad —la de máximo goleador en un partido de la selección y la de mejor resultado—.[36]

Un año más tarde, en 1934, España participó por primera vez en un Mundial. En concreto, en el de 1934 de Italia. Igualmente por primera vez, España acudía a un gran torneo futbolístico representando a la Segunda República Española. El dueño de la portería era Ricardo Zamora; la defensa la ocupaban Ramón Zabalo, Ciriaco Errasti y el líder de la zaga, Jacinto Quincoces. En el medio campo sobresalían «Lafuente», Martín Marculeta, Leonardo Cilaurren y José Muguerza. Finalmente, se contaba con unos atacantes como Martí Ventolrà, Luis Regueiro, Simón Lecue, «Chacho», Crisanto Bosch, Guillermo Gorostiza e Isidro Lángara, todo un depredador del área. Marcó un total de 17 goles en 12 encuentros, lo que le hace ser el jugador con mejor promedio goleador de la historia de la selección (1,42 goles por partido).[37]​ Dirigidos por Amadeo García de Salazar, la selección jugaba con un 2-3-5, algo muy normal en la época. Venció en octavos de final a la selección brasileña por 3-1. En aquel partido, Zamora paró un penalti a Leônidas da Silva, la gran estrella brasileña, con lo que se convirtió en el primer portero en parar una pena máxima en la historia de los Mundiales.

El combinado nacional perdería, sin embargo, en cuartos de final contra la anfitriona, la selección italiana, tras un partido de desempate. La rivalidad entre Italia y España quedaba marcada ya para la posteridad.[38]

Sería la única participación española en un Mundial hasta 1950 en el campeonato de Brasil debido a la Guerra Civil Española (1936-1939), que les impidió acudir al Mundial de 1938 que se celebró en Francia, y a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en la que no se disputó la competición.

Tras los logros obtenidos hasta la fecha, como un destacado subcampeonato en los Juegos Olímpicos, un quinto puesto en su primera participación mundialista y convertirse en la primera selección no británica en vencer a la potente selección inglesa, España participó por segunda vez en un Mundial, el de 1950, celebrado en Brasil, en donde firmaría su mejor actuación hasta la cita de 2010. El equipo, entrenado por Guillermo Eizaguirre, acabaría el torneo en la cuarta posición tras jugar la liguilla final.

En la primera fase, la selección logró tres victorias. La primera, frente a la selección estadounidense, por 3-1, tras remontar el gol norteamericano en los 10 últimos minutos. Los tantos fueron marcados por Igoa, Basora y Zarra.[39]​ En su segundo partido, el conjunto español venció a la selección chilena por 2-0, pese a que se le anularon otros dos goles más.[40]​ En el tercer choque, que se disputó en el Estadio Maracaná, el día 2 de julio, España venció por uno a cero a la selección inglesa.[41]​ El encuentro siempre sería recordado por el gol de Zarra, que marcó a los tres minutos del comienzo del segundo tiempo, y por la locución radiofónica del tanto realizada por Matías Prats Cañete.[42]​ Tras la victoria, el presidente de la Federación española de fútbol, Armando Muñoz Calero, le envió un telegrama a Franco en el que destacaba la frase «Excelencia, hemos vencido a la Pérfida Albión». Debido a ello, aunque se disculpó, fue cesado de su cargo.[43]

Posteriormente, los cuatro ganadores de cada grupo jugaron una liguilla para dilucidar al fin el campeonato. En su primer encuentro, empató a dos goles ante Uruguay, que acabó siendo la campeona del Mundial en lo que se conocería como «El Maracanazo». Posteriormente, perdería contra la selección brasileña por un claro 6-1. A pesar de encajar en ese encuentro seis goles, Antoni Ramallets se marchó del Mundial elegido como el mejor cancerbero del torneo y con el apodo de «Gato de Maracaná».[44]​ En el encuentro ante los suecos, en el que se resolvía el tercer y cuarto puesto, perdió por 3-1.[45]

España no se pudo clasificar para disputar el Mundial de 1954, celebrado en Suiza (que previamente había sido designada para organizar el campeonato anterior, pero que decidió posponerse a la siguiente edición para que así coincidiese con el 50 aniversario de la FIFA,[46]​ cuya sede central se encontraba en Zúrich), pero continuaría su crecimiento y pronto se convertiría en una de las mejores selecciones.

En la fase de clasificación, a España le tocó enfrentarse a la selección turca. En el partido de ida, venció en Madrid por 4-1 (con goles de Alsúa, Miguel, Gaínza y Venancio). Pero en el otro encuentro, perdió en Estambul por 1-0. Se jugó un mal partido y los turcos anularon por completo a la entonces estrella del equipo, Kubala. Debido a que en esa época no existía la diferencia de goles en los partidos a doble encuentro, se disputó un partido de desempate en Roma tres días después. Antes de que comenzara este, Ottarino Barassi, el presidente de la Federación Italiana, le entregó a Sancho Dávila, su homólogo en la Española, una comunicación de la FIFA. El mensaje era: «Atención equipo español situación jugador Kubala». Debido a ese telegrama (la FIFA negó siempre haberlo enviado, lo que añade aún más misterio a dicho suceso) España no se atrevió a alinear a Kubala. El partido finalizó con empate a dos goles, por lo que la clasificación en una época en la que no se realizaban tandas de penaltis se dilucidó por sorteo. El niño italiano Franco Gemma (fue el elegido como mano inocente) sacó de un sombrero el papel con el nombre de Turquía, por lo que España quedó eliminada.[47]

Para el campeonato siguiente, el Mundial de 1958 de Suecia, España tampoco logró clasificarse para la fase final. En la ronda previa europea del año 1958, España quedó encuadrada en el Grupo 9 de clasificatorio europeo junto a la selección escocesa y la selección suiza. España no comenzó bien y, tras empatar con los suizos a dos goles y perder frente a los escoceses por 4-2, debía ganar sus siguientes dos partidos y esperar que Suiza ganase a Escocia. No fue así, y pese a conseguir vencer a ambos conjuntos por sendos 4-1, sería superada por el conjunto británico por un solo punto, siendo este el que lograse la clasificación mundialista.[48]

La primera edición de la Eurocopa llegó a Francia en 1960. Fue el primer torneo entre selecciones europeas de fútbol de la historia. Los enfrentamientos fueron a doble partido con ida y vuelta en los países de las selecciones enfrentadas en cada eliminatoria y solo las dos semifinales, el encuentro por el tercer puesto y la final se disputaron en Francia.

En junio de 1959, la selección española estaba formada por grandes figuras que triunfaban en sus clubs tanto en España como en Europa. En ese momento destacaban en la selección, por un lado, jugadores como Enrique Mateos, Di Stéfano (que había ganado el Balón de Oro en 1957 y ese año ganaría el segundo) o Gento, que acababan de ganar su cuarta Copa de Europa. Por otro lado, destacaban jugadores como Ramallets (ganador del Trofeo Zamora de la temporada 1958/59), Kubala o Luis Suárez, que eran los actuales campeones de la Primera Copa de Ferias y habían ganado la Copa y la Liga.

España debutó frente a Polonia en octavos de final. En el partido de ida, disputado en Chorzów, los polacos empezarían adelantándose en el marcador con un gol de Ernest Pohl en el minuto 34. En el minuto 40, Suárez conseguiría el empate y un minuto después Di Stéfano culminaría la remontada de la selección española. Ese partido terminó con un 2-4 favorable a los visitantes, con dos goles de Suárez y otros dos de Di Stéfano.[49]​ En el partido de vuelta, disputado en octubre en el Santiago Bernabeu, España ganó por 3-0 con goles de Di Stéfano, Gensana y Gento,[50]​ quedando un parcial de 7-2 a favor de los españoles en esa eliminatoria.

El posterior sorteo de los cuartos de final deparó un enfrentamiento entre España y la Unión Soviética de Yashin, que tenía que disputarse en mayo de 1960. En esa época España no tenían relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y ambos países habían estado enfrentados en los acontecimientos ocurridos tanto en la guerra civil española, con el apoyo de Stalin al gobierno de la Segunda República, como en la Segunda Guerra Mundial, con el envío de la División Azul por parte del franquismo.

Después de la eliminatoria contra Polonia, España disputó cuatro amistosos antes del enfrentamiento contra los soviéticos. En estos partidos destacarían jugadores como Eulogio Martínez (que marcaría cinco goles), Peiró o Del Sol.[51]​ España ganó tres de estos partidos y perdió uno, contra Francia en París, por un ajustado 4-3. El último partido amistoso antes del enfrentamiento de cuartos de final de la Eurocopa fue contra Inglaterra, el 15 de mayo de 1960 en el Estadio Santiago Bernabeu, donde España ganó por 3-0, con dos goles de Eulogio Martínez y otro de Peiró.

Habían pasado siete meses desde el enfrentamiento de octavos contra Polonia y España seguía teniendo una selección con grandes figuras que seguían cosechando triunfos en Europa con sus clubs. Por un lado estaban Ramallets (ganador también del Trofeo Zamora de la temporada 1959/60), Kubala, Luis Suárez (que ese año ganaría el Balón de Oro) o Eulogio Martínez, que habían ganado la segunda Copa de Ferias, y, por otro lado, Di Stéfano, Gento o Del Sol, que habían sido protagonistas ganando la quinta Copa de Europa.

El 25 de mayo, cuando la expedición española dirigida por Helenio Herrera estaba concentrada en Madrid para viajar hacia Moscú a disputar el primer partido de la eliminatoria, vieron en la prensa el siguiente comunicado: «La Federación Española de Fútbol ha comunicado a la FIFA que quedan suspendidos los encuentros de fútbol entre las selecciones nacionales de España y de la URSS para la Copa de Europa de Naciones». La dictadura de Franco se había opuesto a que España se enfrentara a la URSS por temor a que una derrota española fuera utilizada por los soviéticos con fines políticos y, muy especialmente, porque el régimen franquista —que era anticomunista— no quería recibir a una delegación del mencionado país en suelo español. El presidente de la Federación viajó de urgencia a París para buscar una solución: jugar en campo neutral, jugar los dos partidos en Moscú, renunciar a los derechos económicos... Cualquier cosa con tal de seguir adelante. Pero de nada sirvió. Los rusos rechazaron cualquier opción. El diario Pravda había aprovechado la situación para vender que «El régimen fascista español tenía miedo al equipo del proletariado soviético» y ya no iban a dar marcha atrás. Consciente de que España hubiera sido un rival muy difícil de batir, la URSS trasladó el asunto a la UEFA y esta decretó la expulsión de España de la Eurocopa y el pase automático de los soviéticos a la fase final, que se disputaría en Francia, donde acabarían ganando la final frente a Yugoslavia. Toda Europa conoció la noticia, lo que supuso un duro golpe al prestigio de la competición en su primera edición. Pero, sobre todo, fue un mazazo para el fútbol español, que se veía privado de un más que posible éxito por motivos ajenos a lo deportivo. Tras la Eurocopa, en agosto de 1960, la UEFA decidió sancionar a España con una multa de 2000 francos suizos.[51]

Fue la primera vez que España y la URSS cruzaron sus caminos y quedó marcado un recuerdo para el futuro.

España volvía al Mundial tras las anteriormente mencionadas dos ausencias consecutivas. En la fase de clasificación del torneo, el conjunto español, dirigido por Pedro Escartín, tras su enfrentamiento correspondiente en la zona UEFA, debería disputar una plaza en la «repesca» frente al aspirante de la CAF o la AFC. Su enfrentamiento europeo fue contra la selección galesa a la que se derrotó por un 3-2 global en la eliminatoria, tras lo cual habría de disputarse la clasificación mundialista frente a la selección marroquí, vencedora de las eliminatorias de la CAF. En ella el combinado español vencería por un resultado total de 4-2, con lo que se logró el pase a su tercer Mundial.

La selección española de fútbol se presentó en el Mundial de 1962, celebrado en Chile, con un equipo dirigido por Helenio Herrera y en el que sobresalían jugadores como Luis Suárez, Paco Gento, Joaquín Peiró, Enrique Collar, Del Sol o el ya mencionado Ferenc Puskás, que hacía presagiar los mejores augurios. Faltó su figura, el nacionalizado Alfredo Di Stéfano, que se había lesionado en el antepenúltimo partido de preparación para el Mundial, perdiendo así su última gran oportunidad de participar en una Copa del Mundo (es la única de las grandes estrellas de todos los tiempos que no ha jugado en una cita mundialista), aunque viajó a Chile con la expedición española para estar al lado de sus compañeros de selección como así constan las actas de la FIFA.[52]​ El hispano argentino, nacionalizado 4 años antes, junto al hispano húngaro Ferenc Puskás, el hispano paraguayo Eulogio Martínez y el hispano uruguayo José Santamaría serían los responsables de que a la selección española se la llamase «La ONU» por ser jugadores extranjeros, es decir, no nacidos en el país, ya que por aquel entonces se permitía que un jugador pudiera defender más de una selección nacional.[53]

Encuadrada en el Grupo C, tras perder en el primer partido frente a la selección checoslovaca por 1-0[54]​ y vencer en el siguiente a la selección mexicana,[55]​ se lo jugaba todo en el tercer y último partido. No sería fácil, ya que tocaba enfrentarse a la actual campeona, la selección brasileña.[56]

El resultado, encargado de decidir la clasificación, favorecería a los brasileños, que finalmente quedaron clasificados con 5 puntos mientras que los españoles quedarían en último lugar con 2 puntos, empatados con los mexicanos y checoslovacos.

España cerraba una discreta actuación mundialista a la que llegaba como una de las mejores selecciones existentes y se volvía a casa antes de tiempo en la que sería su peor participación mundialista hasta la fecha, sin alcanzar la fase final, un hecho que sí consiguió tras terminar en 5.ª y 4.ª posición en las ediciones anteriores. Sin duda, fue una decepción debido a los grandes futbolistas que reunía el equipo y que asombraban al mundo a nivel de clubes, donde sí conquistaban títulos importantes. De nuevo, habría que esperar otra ocasión para ver a España en lo más alto del fútbol de selecciones y esta no tardaría en llegar. La próxima gran cita se celebraría en suelo español.

En la Eurocopa de 1964 de España, el equipo dirigido por José Villalonga llegó al torneo con varios jugadores de renombre, como el capitán Luis Suárez, Paco Gento, Josep María Fusté, Amancio Amaro y José Ángel Iribar.

El combinado español se clasificó para la fase final de esta edición tras vencer en la fase preliminar a la selección rumana por un 7-3 global en la eliminatoria. Como en la Eurocopa anterior, la fase de octavos y cuartos de final se jugó a doble partido en los países de los enfrentados, para a continuación disputar las semifinales y la final en territorio español.

Los octavos los disputó frente a la selección norirlandesa. En su primer encuentro, se empató a uno en San Mamés (Bilbao); debido a este resultado, Villalonga presentó su dimisión, pero esta no le fue aceptada. En el partido de vuelta jugado en Belfast, el equipo logra una victoria por la cuenta mínima y se clasifica para la próxima ronda;[57]​ en este encuentro, el portero José Casas Gris, apodado «Pepín», sustituyó al titular Araquistaín, que se lesionó en el último entrenamiento previo al encuentro. Disputó los cuartos de final contra la selección irlandesa; en la eliminatoria, un 7-1 global dio el pase a la fase final.

España, como anfitriona, disputó el 17 de junio en el Estadio Santiago Bernabéu su partido de semifinales contra la selección húngara. Tras un empate a un gol, el resultado se decidió en la prórroga. Tras los 120 minutos reglamentarios, los españoles vencerían la eliminatoria por 2-1 gracias a los goles de Jesús Pereda y Amancio Amaro (este último fue el tanto en la prórroga que daría el pase a la final).[58]

El 21 de junio y presidida desde el palco por el entonces jefe del Estado, Francisco Franco, se disputó la final del campeonato en el Estadio Santiago Bernabéu. España se enfrentaba de nuevo a la selección soviética, actual campeona de la competición, logrando la victoria por un 2-1 con goles de Jesús Pereda y Marcelino, mientras que descontó Galimzyan Khusainov.[59][60]

España ganaba de esta forma su primera Eurocopa —entonces denominada «Campeonato de Europa de Naciones»— y se colocaba como mejor selección europea tras igualar el título anterior de la propia selección soviética. Fue el primer título de la selección española y tardaría 44 años en volver a conquistar otro.

En la fase clasificatoria para este Mundial, el equipo quedó encuadrado en el Grupo 9 junto a las selecciones irlandesa y siria. A modo de protesta, el combinado asiático renunció a jugar para mostrar su apoyo a los representantes africanos por el reparto de las plazas. Así pues, la plaza mundialista se la disputaría frente a Irlanda.

Tras perder el primer encuentro por 1-0, los españoles ganaron en el partido de vuelta por 4-1 en Sevilla. El último partido se disputó en París, donde España selló su clasificación con un gol de Ufarte.[61]

España, con Villalonga al mando, llegaba al Mundial de 1966 con un combinado que no difería mucho del que venció en la final de Madrid a la URSS de Yashin. Sobresalían Iríbar, Luis Suárez, Pirri, Adelardo, Peiró, José Ufarte o Amancio.

España quedó eliminada, en la primera fase, en un Grupo B donde estaban la selección alemana federal, la selección argentina y la selección suiza. Perdió el primer partido contra los sudamericanos por 2-1[62]​ y venció a los suizos por 2-1, tras remontar con tantos de Sanchís y Amancio el gol helvético.[63]​ Este resultado dejaba de nuevo, como en el anterior Mundial, la clasificación a expensas de lo que sucediese en el último partido. Tras un primer tiempo empatado a uno con tantos de Lothar Emmerich y Fusté, Uwe Seeler definiría el encuentro al anotar el 2-1 en el minuto 84 de partido.[64]

Como vigente campeona de Europa, España disputaría la fase clasificatoria de la Eurocopa de 1968 de Italia en el Grupo 1 frente a la selección checoslovaca, la selección irlandesa y la selección turca. Desde el 3 de agosto de 1966, Domingo Balmanya fue quien tomó las riendas del conjunto nacional.[65]​ En sus enfrentamientos frente a los irlandeses, empataron a cero en Dublín[66]​ y les vencieron 2-0 en Valencia.[67]​ En su doble enfrentamiento contra Turquía, empataron a cero en Estambul[68]​ y la vencieron por 2-0 en Bilbao.[69]​En el primer choque que se les enfrentaban a los checoslovacos en Praga, cayeron derrotados por 1-0, no obstante este encuentro se recuerda más por motivos extradeportivos. En la tradicional interpretación de los himnos nacionales, que siempre se lleva a cabo, antes de comenzar un encuentro, en lugar de sonar el himno nacional de España, sonó el himno de Riego (himno de España durante la Segunda República Española). Hubo una disculpa oficial mediante una carta. «El hecho...», le escribía el presidente de la federación checoslovaca al de la española, «...ha sido causado por error y negligencia de un funcionario administrativo de nuestra sección de fútbol, lo que sin embargo nosotros lamentamos sinceramente».[70]​ En su segundo enfrentamiento, disputado en el Santiago Bernabéu, el combinado español venció por 2-1, con goles de Pirri y Gárate, lo que dejaba su clasificación en manos de los checoslovacos, que aún deberían jugar dos partidos.[71]​ Irlanda debía de vencer a Checoslovaquía en Praga, ya que a los checoslovacos les valía el empate para su clasificación. Inesperadamente, una victoria de los irlandeses por 1-2 metía a España en la siguiente ronda, tras finalizar primera de grupo con 8 puntos.[72]​ Balmanya, que había dimitido de su cargo, volvió a tomar las riendas del combinado español.

En los cuartos de final, habría de enfrentarse a la selección inglesa de Bobby Charlton, vigente campeona mundial, por un puesto en la fase final del torneo.

Tras perder el primer partido en tierras británicas por un gol a cero, con un tanto de Charlton en el minuto 84,[73]​ se tendría que buscar la remontada en Madrid. El equipo español empató la eliminatoria gracias a un gol de Amancio en el minuto 47, pero luego Peters (en el minuto 55) y Hunter (en el minuto 82) marcaron para Inglaterra, eliminando al equipo español e impidiéndole acceder a la fase final.[74][75]

Un año después, España, dirigida por Eduardo Toba, estuvo encuadrada en el Grupo 6 y tuvo como rivales en la lucha por quedar primeros para lograr una única plaza para disputar el Mundial de 1970 de México a las selecciones belga, yugoslava y finlandesa. Antes de que se empezaran a disputar los partidos de dicha fase, se preparó un partido de ensayo en Lyon ante Francia, a la cual se derrotó por 1-3. Se da la circunstancia de que España no volvería a ganarles más en suelo francés hasta 42 años después.[76]​ En sus tres encuentros de grupo, España empató 2 (a cero en Belgrado y a uno en Madrid) y perdió en Bélgica por 2-1. Con esta derrota, ya no cabía ninguna opción clasificación para la cita mundialista.[77]​ Debido a la derrota ante los belgas, Toba dimitió como seleccionador. De manera sorprendente y totalmente novedosa, la selección fue dirigida conjuntamente por Miguel Muñoz, Salvador Artigas y Luis Molowny (en esa época los entrenadores del Real Madrid C. F., F. C. Barcelona y U. D. Las Palmas, respectivamente, los 3 primeros clasificados en la Liga). En los ya intranscendentes 3 encuentros que le restaban a la fase clasificatoria, se venció a Yugoslavia por 2-1,[78]​ pero en el siguiente, celebrado el 25 de junio de 1969, perdió ante la débil Finlandia por 2-0 en Helsinki.[79]​ Dio la sensación de que con la derrota ante los finlandeses se había tocado fondo y debía de acontecer un cambio de ciclo. Y así fue, Ladislao Kubala, fue nombrado nuevo seleccionador. En el último partido de la fase, se venció a los finlandeses por 6-0.[80]

De nuevo, con Kubala al frente, estuvo encuadrada en el Grupo 4 de la fase preliminar de la Eurocopa de 1972, celebrada en Bélgica, y tuvo como rivales para lograr un único puesto que la clasificaba a la fase final de la Eurocopa a la selección soviética, a la selección norirlandesa y a la selección chipriota.

España perdió su billete a la fase final al no poder vencer a la URSS en ninguno de los dos choques en los que se enfrentaron. El jugador español más destacado en ambos partidos fue Carles Rexach. En el primer encuentro España perdió por 2-1 en Moscú, en la que significaba ser la primera vez que esta selección disputaba un encuentro en suelo soviético. En el segundo partido disputado en Sevilla se empató a cero con lo que quedaron eliminados.[81]​ En el último encuentro disputado en Inglaterra, se empató a uno ante Irlanda del Norte.[82]

La siguiente cita en la que España debía de conseguir la clasificación fue para el Mundial de 1974 en la República Federal Alemana.

La selección estuvo en el Grupo 7 junto a la selección yugoslava y la selección griega. España empató en los dos encuentros frente a los balcánicos (2-2 y 0-0) y se alzó con triunfos frente a los helenos (2-3 y 3-1). Tras la derrota de Grecia contra Yugoslavia por 2-4[83]​ y la igualdad en la diferencia de goles, España tuvo que jugar un partido de desempate en terreno neutral ante Yugoslavia el 13 de febrero de 1974 en Fráncfort del Meno. Con gol de Josip Katalinski en el minuto 10, España quedaría nuevamente eliminada.[84]

La selección superó el Grupo 4 de clasificación para disputar la fase final de la Eurocopa de 1976 en Yugoslavia, donde tuvo como rivales a la selección rumana, la selección escocesa y la selección danesa.

En sus partidos en Copenhague y Glasgow, venció por 1-3[85]​ y 1-2, respectivamente. En la capital escocesa, Iribar detuvo un penalti con el marcador en contra y Quini marcó los dos tantos de la victoria.[86]​ Luego se empató contra Escocia y Rumanía. Posteriormente venció a los daneses por 2-0 y se consiguió el empate en Bucarest (2-2).[87]

En cuartos de final, se enfrentó a la selección alemana federal, vigente campeona europea y del mundo. En el partido de ida en Madrid, el equipo español empató a un gol marcado por Santillana,[88]​ pero en la vuelta sería derrotada por 2-0 en Múnich.[89]

Tras los últimos años de fracasos, España participó nuevamente en una competición importante, el Mundial de 1978 de Argentina.

En la clasificación para la fase final, tuvo como rivales a Yugoslavia y a Rumanía en el Grupo 8. Consiguió el billete para Argentina tras una sola derrota, que se produjo en Bucarest ante la selección rumana por 1-0, y contando sus demás partidos por victorias confirmando la clasificación, esta vez sí de manera solvente, con el triunfo a domicilio contra la selección yugoslava por 0-1, gracias a un gol de Rubén Cano. Dicho partido, conocido como «La Batalla de Belgrado», se recuerda más por motivos extradeportivos sobre todo por la agresión que sufrió «Juanito» al alcanzarle una botella lanzada desde la grada por parte del público local.[90]​ La rivalidad entre España y los países balcánicos y del Este era notable.

Ya en el Mundial, España estuvo encuadrada en el Grupo C con la selección brasileña, la selección austriaca y la selección sueca. Los españoles se hospedaron en «La Martona», donde varios factores hicieron que no fuera el mejor lugar para una concentración mundialista.[91]

En su choque inaugural, en el que España jugó con brazaletes negros en memoria del recientemente fallecido presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu,[92]​ los españoles no tuvieron fortuna y acabaron perdiendo por 2-1 ante los austríacos. A catorce minutos del final y con el empate a uno en el marcador, la estrella del equipo Hans Krankl marcó el gol que le daba los dos puntos a su selección.[93]​ En el decisivo segundo encuentro, en el que necesitaban la victoria, empataron a cero goles frente al equipo de Brasil. El partido sería recordado por una jugada que tuvo lugar en el minuto 30 de la segunda parte, cuando Julio Cardeñosa falló una clara oportunidad de gol a puerta vacía tras toparse su disparo con el defensa brasileño Amaral.[94]​ En el último partido, con escasas opciones de clasificación, ya que debía esperar la victoria de Austria sobre Brasil,[95]​ el equipo español venció a Suecia por 1-0, gracias al gol de Asensi. España cayó eliminada en la primera fase con 3 puntos.[96]

Merced a la fase de clasificación, España ganó un billete para la fase final de la Eurocopa de 1980 de Italia junto a otros 6 equipos. Como novedad frente a las ediciones anteriores, que solo eran disputadas por 4 equipos, se aumentó el número de representantes a 8. Siete de ellos provenientes de la fase clasificatoria, más el equipo anfitrión que, también como novedad, se clasificaba directamente. España empezó su camino hacia la clasificación con un triunfo ante Yugoslavia por 1-2, y sumó otras dos victorias en casa ante Rumanía (1-0) y Chipre (5-0). Pero un empate a 2 ante Rumanía y una derrota ante los yugoslavos en Valencia por 0-1 pusieron en vilo la clasificación.[97]​ En su último partido en Chipre, la selección española debía de ganar para poder estar entre los 8 mejores del Continente y venció 1-3. A pesar del resultado el partido resultó dramático ya que el tercer gol español lo marcó Saura a un minuto del final.[98]​ El equipo culminó esta fase de clasificación como primero de grupo por un solo punto de diferencia.

En la fase final, fue la más débil de las cuatro que formaban su grupo tras empatar a cero con Italia[99]​ y perder ante Bélgica por 2-1[100]​ y ante Inglaterra por el mismo resultado después de fallar un penalti que hubo de ser repetido y anulársele un tanto.[101]

En la que sería la peor participación en la segunda Eurocopa de la historia española, Kubala abandonó su puesto de seleccionador tras 11 años en el cargo dados los malos resultados obtenidos.[102]

El 6 de julio de 1966, España fue seleccionada como anfitriona del Mundial de 1982 por la FIFA. Como novedad en esta edición, destacaría la participación de veinticuatro equipos por primera vez en el torneo, lo que obligó a un cambio de formato para encuadrar correctamente a todos los participantes.

El torneo fue dividido en tres fases. Una primera ronda, conformada por seis grupos de cuatro selecciones cada uno, en donde los dos primeros de cada grupo se clasificarían a la siguiente fase. Esta segunda fase estaba compuesta por cuatro grupos de tres equipos cada uno, donde el primero de cada uno pasaría a una tercera fase de eliminación directa que decidiría el título y que estaría compuesta por las semifinales y la final.

Continuando con una tradición de ediciones anteriores, la mascota del torneo fue «Naranjito».[103]

El seleccionador, tras la dimisión de Kubala, fue José Santamaría y, aún con las actuaciones anteriores, para esta edición las expectativas del equipo español eran consideradas muy buenas al jugar como equipo local, especialmente por dos razones: en el anterior gran torneo celebrado en suelo español, la Eurocopa del 64, España salió campeona y porque desde los orígenes mundialistas, las selecciones de los países organizadores siempre habían realizado un papel muy destacado. Uruguay (1930), Italia (1934), Inglaterra (1966), República Federal de Alemania (1974) y por último Argentina (1978) se proclamaron en su hogar campeones del Mundo. Brasil (1950) y Suecia (1958) fueron finalistas y Chile (1962) fue tercera. El conjunto español, presentó un grupo cuya base la formaban jugadores del campeón de Liga, la Real Sociedad, y del vencedor de la Copa del Rey, el Real Madrid. Por parte del equipo donostiarra jugaron Arconada, Zamora, Periko Alonso, López Ufarte, Satrústegui y Uralde. Por parte del conjunto merengue fueron Camacho, Gallego, «Juanito» y Santillana, y, además, el portero suplente Miguel Ángel.[104]

En la primera fase de la competición, España quedó emparejada en el Grupo 5 con la selección norirlandesa, la selección yugoslava, y la selección hondureña, y jugaría contra esos rivales en el Estadio Luis Casanova de Valencia.

En su primer partido de la competición, España se vio afectada por los nervios del debut y, con un partido muy desordenado, solo pudo empatar 1-1 frente a la débil Honduras. El tanto español fue obra de López Ufarte —de penalti— en la segunda parte, igualando el gol inicial de Zelaya.[105]​ En el siguiente partido consiguió la primera victoria por un resultado de 2-1 sobre Yugoslavia. En el minuto 10, Ivan Gudelj puso por delante a los balcánicos, pero solo 4 minutos después, el árbitro danés Henning Lund Sørensen señaló un penalti a favor del equipo local. Fue una primera ayuda a la selección española, ya que la falta había tenido lugar fuera del área. El encargado de tirar la pena máxima fue López Ufarte que lo falló, pero el colegiado mandó repetirlo y esta vez «Juanito» lograba el empate a uno.[106]​ En la segunda parte hubo dos lanzamientos que pegaron en los palos, uno por cada selección, antes de que Enrique Saura, en los momentos finales del partido lograse el trascendental tanto que daría la victoria a España.[107]

En el último partido del grupo, la selección fue derrotada por un gol a cero por la selección norirlandesa. En el minuto 48, Gerry Armstrong logró el gol irlandés tras un fallo del guardameta Arconada. España fue incapaz de empatar el encuentro a pesar de que Irlanda del Norte jugaba con inferioridad numérica desde el minuto 61 debido a la expulsión de Donaghy.[108]

A pesar de la derrota, España pasó como segunda clasificada de grupo a la siguiente fase, donde estuvo encuadrada en el Grupo B junto con la selección occidental alemana y la selección inglesa. Estos dos juegos tendrían como escenario el Estadio Santiago Bernabéu (el escenario de la gran final) de Madrid. Al haber empatado Alemania Federal e Inglaterra su primer partido, el equipo español estaba obligado a no perder el propio para continuar en el torneo. Finalmente fue eliminada tras perder 2-1 con los germanos.[109]​ En el partido frente a Inglaterra empató a cero.[110]

Debido a la gran decepción que sufrió la afición española,[111]​ el técnico José Santamaría fue destituido del cargo de seleccionador tras la que fue considerada la peor actuación de una selección organizadora de una Copa Mundial de Fútbol hasta ese año.

Después del sueño roto del Mundial de España, Miguel Muñoz, que ya había entrenado a España en 1969, volvió al cargo de seleccionador. España pasó el grupo de clasificación para disputar la Eurocopa de 1984 en Francia por delante de la selección neerlandesa, la selección irlandesa, la selección islandesa y la selección maltesa con bastantes problemas y de una manera inesperada. Antes de la disputa del último partido, encabezaban la clasificación los neerlandeses con una diferencia respecto a España de 11 goles. Esto obligaba a los españoles a derrotar a Malta por ese mismo número de goles de diferencia o más para que se hiciese efectiva la remontada. El empate a puntos y goles frente a Países Bajos clasificaba a los españoles. A todas luces, era una tarea casi imposible.

Así se llegó al 21 de diciembre de 1983, fecha del encuentro que se disputaría en el Estadio Benito Villamarín, en Sevilla, entre España y Malta. Finalmente España venció por 12-1 —un choque que transcurrido el primer tiempo iba 3-1— y logró una inverosímil clasificación.[112]

España estuvo dentro del Grupo B con la selección occidental alemana, la selección portuguesa y la selección rumana. En sus dos primeros partidos empató 1-1 con Rumanía y con Portugal, pero consiguió una sorprendente victoria contra Alemania Occidental por 1-0, marcando Maceda el gol del triunfo en el minuto 90.[113]​ España se clasificó como primera de grupo.

El 24 de junio, en el Estadio Gerland de Lyon, se disputó esa semifinal ante Dinamarca. En el minuto 7, los daneses —por mediación de Sören Lerby— se pusieron por delante en el marcador. Ya en el segundo tiempo, concretamente en el minuto 67, Maceda marcaba el tanto que valía el empate. Empatar significó que el pase a la final debía decidirse en la tanda de penaltis, que la selección española ganó por 5-4. Preben Elkjær erró su lanzamiento y Sarabia fue el encargado de marcar el suyo, lo que le daba el pase a España a su segunda final de la Eurocopa, después de 20 años. La nota más triste fue que, por acumulación de tarjetas, Maceda y Gordillo no la disputarían.[114]

Esta habría de disputarse contra los anfitriones franceses, capitaneados por Michel Platini. Se disputó el 27 de junio en el Parque de los Príncipes de París, con la presencia en el palco del entonces Presidente del Gobierno Felipe González y del Príncipe Felipe.[115]​ Tras un encuentro muy disputado, finalmente serían los franceses los que derrotasen a España por 2-0. En el primer tiempo, el defensa Battiston sacó un balón en la línea de gol tras un cabezazo de Santillana dando al traste con la mejor ocasión de los ibéricos. En el segundo tiempo, corría el minuto 57 cuando Platini, tras un lanzamiento de falta ayudado por el fallo del portero Arconada al que el balón se le escurrió por debajo de su cuerpo tras haberlo atajado, puso por delante en el marcador a «Les Bleus». Tras el primer tanto, España inició un acoso hacia la portería defendida por Bats, pero sin ningún orden. Ello, posibilitó en el tiempo extra, que Bellone marcara el segundo tanto francés.[116]

Fue una derrota dolorosa, pero España conseguía firmar su mejor actuación de los últimos años y, lo más importante, volvía a ser una selección competitiva y que habría que tener en cuenta para próximos eventos.[117]

España participó en el Mundial de 1986 tras quedar primera del Grupo 7 de la Clasificación UEFA, en donde se enfrentó a las selecciones escocesa, galesa e islandesa. Acudió a México con una plantilla joven y como actual subcampeona de Europa. Quedó encuadrada en el difícil Grupo D con la tricampeona selección brasileña, la selección norirlandesa y la selección argelina.

En la primera ronda, se clasificó como segunda tras perder frente a Brasil y vencer a Irlanda del Norte y a Argelia;[118]​ ya en octavos de final, venció a la selección danesa por 5-1.[119]​ Posteriormente, sería eliminada por la selección belga, en cuartos de final, luego de perder 5-4 en la tanda de penaltis tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario.[120]

Miguel Muñoz siguió como seleccionador y clasificaría al equipo español para la Eurocopa de 1988 en la República Federal de Alemania. En la fase de clasificación, estuvo en el Grupo 1, donde se enfrentó a la selección austríaca, la selección rumana, y la selección albanesa. Tras contar sus primeros tres partidos por victorias, una derrota frente a Rumanía por 3-1 en Bucarest,[121]​ complicó la clasificación para España. Los rumanos igualaban los 6 puntos de los españoles con aún 2 partidos por disputar. España había vencido por un 2-0 a Austria con goles de los madridistas Míchel y Manolo Sanchís[122]​ mientras los rumanos hacían lo propio frente a Albania. A falta de un último y decisivo partido, permitía que la clasificación estuviese en manos de los españoles pese al empate a puntos.

En ese último partido de la fase, la selección española necesitaba vencer por 7 o más goles a los albanos (con ello daba igual el resultado de Rumanía por la diferencia de goles), para lograr su presencia en la Eurocopa,[123]​ pero España a pesar de no conseguir ese resultado, y haber ganado por 5-0, pudo ir, con más sufrimiento del esperado, al torneo, ya que Rumanía empató a cero en Austria.[124]

En su primera Eurocopa tras el subcampeonato anterior, España estuvo dentro del difícil Grupo A con la anfitriona selección occidental alemana, la selección italiana y la selección danesa.

Los españoles comenzaron el torneo con una victoria por 3-2 frente a Dinamarca. Los goles españoles fueron marcados por Míchel, Butragueño y Gordillo, en el partido en el que los nórdicos no pudieron vengarse de la eliminación sufrida ante los españoles en el reciente Mundial de México.[125]

Pese al gran comienzo, la suerte de España se torció tras sufrir dos derrotas. La primera, ante Italia por 1-0, con un solitario gol de Gianluca Vialli,[126]​ y la segunda, ante la anfitriona, en el decisivo partido que decidiría la clasificación para alemanes o españoles. Alemania derrotó a España por 2-0 en una destacada actuación de Rudi Völler, autor de los dos tantos.[127]​ España quedaba finalmente tercera de grupo, por lo que no se clasificaría para disputar las semifinales.

Después del torneo europeo, Luis Suárez fue designado nuevo seleccionador nacional. Al equipo español se unieron hombres como Fernando Gómez, Genar Andrinua, Rafael Martín Vázquez, Roberto Fernández, José Mari Bakero, Fernando Hierro o Manolo Jiménez.[128]​ Además, confeccionó el equipo en torno a Míchel, Butragueño y Sanchís, que debían ser la columna vertebral, ya que llegaban al Mundial en su plena madurez deportiva, con «La Quinta del Buitre».[129][130]

España se clasificó como primera del Grupo 6 para el Mundial de 1990 en Italia al acabar por encima de la selección irlandesa, que se clasificaría como segunda de grupo, la selección húngara, la selección norirlandesa y la selección maltesa. Venció con autoridad todos los partidos de clasificación, salvo una derrota frente a Irlanda por 1-0 y un empate a dos goles frente a Hungría.

El equipo disputó un partido amistoso de preparación ante la selección yugoslava antes del Mundial. En él, venció 0-1 a una selección que posteriormente sería su verduga.[131]

En el sorteo, a España le tocó estar encuadrada en el torneo en el Grupo E junto con la selección belga, la selección uruguaya, y la selección surcoreana. España comenzó su andadura mundialista con un empate 0-0 con Uruguay. Partido en el que el uruguayo Rubén Sosa falló un penalti, que hubiera puesto por delante en el marcador a los «charrúas»,[132]​ lo que obligaba a ganar los siguientes dos partidos.

Ante Corea del Sur, logró imponerse por 3-1, con un gran protagonismo de Míchel. El jugador logró un «hat-trick».[133]​ En el último partido, se tomó la revancha frente a Bélgica —tras la derrota en el anterior Mundial— al vencer por 2-1 con un tanto de Alberto Górriz y otro de Míchel.[134]

Finalmente, España fue eliminada en los octavos de final por Yugoslavia tras perder por 2-1. El partido se decidió en la prórroga después de finalizar el tiempo reglamentario con empate a un gol merced al tanto de Salinas que igualaba el anterior de Dragan Stojković. Este mismo jugador eliminaría a España con un gol de falta directa en el primer tiempo de la prórroga.[135]​ Míchel fue duramente criticado tras la eliminación debido a ese lanzamiento de falta, ya que el jugador hizo ademán de retirar la cabeza para que no le golpease el esférico en ella, lo que posibilitó que la pelota superase la barrera y finalmente entrase en la portería.

España no pudo mejorar su actuación con respecto al Mundial de 1986 y finalizó el torneo en décima posición.

A pesar del discreto papel que realizó España en el Mundial de Italia, Luis Suárez continuó al frente del combinado nacional. Su principal objetivo era lograr la clasificación para la Eurocopa de 1992, que se celebraría en Suecia. El equipo español estuvo encuadrado en el Grupo 1 y tuvo como rivales a la selección francesa, la selección checoslovaca, la selección albanesa y la selección islandesa.

Tras una discreta actuación hasta la mitad del clasificatorio, se llegó al 20 de febrero de 1991, donde la selección de España cayó derrotada en París ante Francia por 3-1,[136]​ y tras ese resultado, un mes más tarde, Luis Suárez fue destituido como seleccionador,[137]​ y Vicente Miera tomó las riendas de la selección.

Pese al cambio de seleccionador, España perdió por 2-0 frente a la selección amateur de Islandia en suelo nórdico[138]​ y, apenas dos semanas después, cayó derrotada por Francia por 1-2 en Sevilla y se puso con ello fin a su imbatibilidad histórica en su ciudad talismán, que por primera vez veía perder al equipo español.[139]

En el último partido de la clasificación que jugaría el equipo, este ya se encontraba sin ninguna opción de acceder al torneo. España ganó a Checoslovaquia por 2-1 y con ello Miera consiguió su primera victoria como seleccionador.[140]​ Aún debía disputarse el último partido de grupo, ante Albania, pero debido a la intrascendencia del partido ya que ambas selecciones se encontraban eliminadas desde hacía más de un mes, la UEFA decidió suspender el partido por el escaso interés del mismo.[141]

Tras siete grandes citas de selecciones a las que España lograba certificar su participación, finalmente se quedaba fuera de la Eurocopa de Suecia, en detrimento de Francia y en tercer lugar, pese a ser la «cabeza de serie» de su grupo.

Javier Clemente fue designado nuevo seleccionador de España. El Mundial de 1994, que se celebró en Estados Unidos, se convirtió en su primer reto.

España estuvo integrada en el Grupo 3 de la Clasificación UEFA y tuvo como rivales a las selecciones danesa, irlandesa, norirlandesa, lituana, letona y albana.

Su primer partido de dicha fase lo disputó el 22 de abril de 1992, venciendo a Albania por 3-0 en Sevilla. Este fue el último choque que dirigió Vicente Miera.[142]​ Los tres partidos clasificatorios siguientes, con Clemente como seleccionador, acabaron en empate, casualmente con el mismo resultado a cero. El partido frente a la República de Irlanda, significó el adiós del conjunto nacional de Míchel y Butragueño. Martín Vázquez solo fue convocado una vez más y Manolo Sanchís nunca más lo fue desde que el técnico vasco tomó las riendas. Esto significó el punto y final del peso de «La Quinta del Buitre» en la selección nacional.[143]​ Tras una igualadísima disputa con Irlanda y Dinamarca, se tuvo que esperar a la última jornada para conocer a los equipos clasificados. Dinamarca era líder de grupo con 18 puntos, seguida por Irlanda y España, ambas con 17 puntos, por lo que los hispanos debían ganar su último encuentro de la liguilla de grupos para certificar su pase al Mundial, o bien esperar un tropiezo de los irlandeses frente a sus vecinos del norte, los norirlandeses.

En el trascendental encuentro ante los nórdicos, actuales campeones de Europa y abanderados por Peter Schmeichel, y los hermanos Michael y Brian Laudrup, las cosas se complicaron al poco de comenzar el partido. En el minuto 11, Zubizarreta fue expulsado de manera justa tras un incomprensible error al despejar un balón sin presión alguna a los pies de Michael Laudrup al que tuvo que derribar cuando ya le había regateado.[144]​ Por delante aún 80 minutos de juego. Encuentro dominado por Dinamarca, hasta que se llegó al gol que le dio el triunfo a la selección española. Corría el minuto 63 cuando un córner sacado por Andoni Goikoetxea fue rematado de cabeza por Fernando Hierro y adelantando así a España. Cañizares, sustituto de Zubizarreta, repelió todas las acciones de peligro del rival, en especial un mano a mano frente a Michael Laudrup. La casta del equipo, aún más tras la lesión de Goikoetxea a 15 minutos del final cuando ya no quedaban más cambios por realizar, permitió aguantar el resultado que dio la clasificación al equipo español para su quinto Mundial consecutivo.[144]​ Diecinueve puntos obtenidos en los 12 partidos serían el bagaje final. Irlanda y España accedían al torneo.

Ya en suelo estadounidense, Clemente utilizó al FC Barcelona como base de su equipo. Nueve de los 22 convocados pertenecían al club azulgrana: Zubizarreta, Ferrer, Goikoetxea, Guardiola, Bakero, Txiki Begiristain, Sergi, Nadal y Julio Salinas.[145]​ España estuvo encuadrada en el Grupo C con la selección alemana, actual subcampeona de Europa y vigente campeona mundial, la selección boliviana, y la selección surcoreana. En su primer partido España empató con Corea del Sur por 2-2 después de ir ganando por 2-0, a falta de 6 minutos para el final del encuentro.[146]​ Este encuentro se disputó a 44 grados centígrados.[147]​ Tres días después empataron 1-1 con Alemania, en el que en el que a priori era el partido más complicado del grupo, gracias a un gol de Goikoetxea. Los dos empates de nuevo dejaban la clasificación para la fase final a expensas del último partido.[148]​ Tras vencer 3-1 a Bolivia con una destacada actuación de José Luis Pérez Caminero, selección entrenada por el español Xabier Azkargorta, España se clasificó para disputar los octavos de final.[149]

En dicha ronda, España consiguió una clara victoria por 3-0 sobre la selección suiza, pese a jugar con nueve defensas en el once titular y ningún delantero puro. Fernando Hierro, Luis Enrique y Begiristain lograban los goles.[150]

Se llegaba a cuartos de final, cruce celebrado el 9 de julio en el Foxboro Stadium (Boston) y en el que empezaría a forjarse una negra historia. La actuación española se terminó debido a una polémica derrota ante la selección italiana por 2-1. En el minuto 25, Dino Baggio marcó el primer gol transalpino, que conseguiría empatar en el minuto 57 del segundo tiempo, Caminero. Se llegaba a los últimos momentos del choque, cuando en el minuto 83, Julio Salinas se quedaba solo en un mano a mano ante el meta Gianluca Pagliuca. El portero adivinó las intenciones del español. Se fallaba una clara ocasión de gol que hubiese podido cambiar el devenir de la selección.[151]​ Tras el error español, y cuando parecía que habría que disputar la prórroga, a tan solo tres minutos del final del tiempo reglamentario, y cuatro minutos después de la ocasión de Salinas, Roberto Baggio regateaba a Zubizarreta y marcaba el gol de la victoria italiana.[152]​ En el último minuto del tiempo de prolongación, el árbitro húngaro Sandor Puhl no señaló una clamorosa falta (que supondría penalti y expulsión del jugador): un codazo dentro del área de Mauro Tassotti a Luis Enrique, que le fracturó la nariz.[153]

La actuación de 1994 fue considerada como una de las mejores hasta la fecha a pesar de la eliminación polémica en los cuartos de final ante la que sería subcampeona del torneo.[154]

Para la Eurocopa de 1996 celebrada en Inglaterra, España logró su clasificación en el Grupo 2 de la UEFA donde tuvo como rivales a la selección danesa, actual campeona de Europa, la selección belga, y las débiles representantes selección chipriota, selección macedonia, y selección armenia.[155]

España fue la selección que más puntos acumuló, un total de 26, sin cosechar ninguna derrota, y sumar 8 victorias y dos empates, con 25 goles a favor, y tan solo 4 en contra.[156]​ Tras disputarle la fase a daneses y belgas, las más peligrosas en cuanto a nivel, y con posibilidades reales de conseguir una clasificación, España quedaría encuadrada en el Grupo B con la selección francesa, selección búlgara y la selección rumana.

Clemente, siempre criticado por su planteamiento y su estilo de juego, supo aprovechar la estructura del equipo que se llevó al anterior Mundial de los Estados Unidos, y añadió nuevos atacantes como Alfonso Pérez, y Juan Antonio Pizzi.[157]​ Inició el torneo contra Bulgaria en un empate a un gol conseguido por el debutante en una gran cita Alfonso.[158]​ En el siguiente partido frente a Francia, de nuevo se empató por el mismo resultado que frente a los búlgaros, gracias al tanto anotado por Caminero en el minuto 86 de partido;[159]​ un 1-1 final que dejaba a España al borde de la eliminación ya que la clasificación ya no dependería de ellos mismos en la última jornada. Deberían esperar acontecimientos. España estaba obligada a ganar su partido frente a Rumanía y confiar en que los franceses lograsen un resultado favorable para los mediterráneos en su enfrentamiento contra Bulgaria. Finalmente, tras derrotar al combinado rumano por 2-1, gracias a un decisivo gol de Guillermo Amor, nuevamente en el los instantes finales, concretamente en el minuto 84,[160]​ accedió a los cuartos de final de la competición merced a la también victoria francesa por 3-1. Agradecimiento al país vecino, ya que no habría podido pasar a la fase final si Francia y Bulgaria hubieran empatado a dos o más goles.[161]​ Al término del encuentro y tras finalizar la rueda de prensa, Clemente insultó gravemente a Jesús Gallego, periodista de la cadena SER, y se produjo un altercado entre ellos, donde los miembros de seguridad del estadio tuvieron que sujetar al seleccionador nacional. Horas después, Clemente pidió disculpas por lo sucedido.[162]

En los cuartos de final, tocó en suerte enfrentarse a la selección inglesa, anfitriona del torneo, teniendo como escenario el Estadio de Wembley.[163]​ Tras finalizar el encuentro con un 0-0 después de los 90 minutos más los 30 de prórroga,[164]​ en la que por primera vez se utilizó la regla del gol de oro, que no se vería hasta el encuentro en la final, España cayó en los penaltis por 4-2 tras anotar los ingleses sus 4 lanzamientos, mientras que Fernando Hierro mandaba el suyo al larguero y el de Miguel Ángel Nadal era detenido por el guardameta inglés David Seaman. Era la primera —y hasta el momento única— vez que Inglaterra conseguía ganar una tanda de penaltis en la fase final de un torneo.[165]​ Por el hecho de ser la anfitriona, en el partido hubo una discutida actuación del árbitro francés Marc Batta, que anuló un gol legal de Salinas y no señaló un penalti a favor de los intereses españoles.[166]

Nuevamente los cuartos de final, y una tanda de penaltis se cruzaban en el camino español.

Transcurrirían los estipulados dos años entre grandes citas, y de nuevo le tocaba a Europa organizar un evento de fútbol por la rotación de continentes. El elegido sería Francia que organizaba su segunda cita mundialista, el Mundial de 1998, tras el anterior, 60 años antes, del año 1938. Este sería también el segundo en el que estaría al mando de España el seleccionador Javier Clemente. El técnico vasco conformó un combinado que aspiraba a luchar entre las mejores selecciones y que estaba liderado por jugadores en plena madurez futbolística como Hierro, Nadal, «Kiko» Narváez o Luis Enrique. Junto a ellos, se incorporó al grupo una nueva generación de futbolistas, como Raúl González, Joseba Etxeberria y Fernando Morientes. A esta mezcla, se le unió la experiencia de jugadores experimentados como Zubizarreta, Sergi o Alkorta.[167]

España se clasificó para el Mundial con facilidad como primera selección del Grupo 6 de la UEFA tras no perder ningún partido, frente a la selección de Yugoslavia, a la selección checa y la selección eslovaca. Estas eran los reales competidores españoles. Aparte de estas tres selecciones, las otras 2 que formaron el grupo fueron la selección feroesa y la selección maltesa.

El combinado español fue la primera selección en ganar el billete para Francia,[168]​ a falta de disputar el último partido de grupo.

La selección española fue uno de los 14 equipos europeos que se clasificaron en el primer Mundial que se celebraba con 32 conjuntos nacionales, más que ningún otro, y estuvo encuadrada en el Grupo D junto a la selección búlgara, la selección paraguaya, y la selección nigeriana. España, considerada favorita, perdió sorprendentemente el primer partido que se disputó en Nantes ante Nigeria, tras ir ganando 2-1 al inicio del segundo tiempo, con goles de Hierro y Raúl. El conjunto africano acabó dándole la vuelta al marcador y venció por 3-2, con la involuntaria colaboración de Zubizarreta, quien empujó un balón hacia su propia portería tras un centro raso del equipo rival que no entrañaba peligro aparente. Tras ese empate a dos, transcurridos cinco minutos después, Oliseh marcó el gol de la victoria desde fuera del área.[169]​ Nunca antes la selección había recibido tres goles en contra, estando Clemente de seleccionador.[170]

En el segundo partido, España no pudo derrotar a Paraguay y empató 0-0 debido a una gran actuación del portero paraguayo, José Luis Chilavert.[171]​ En el último partido, España no pudo pasar a octavos de final a pesar de derrotar por un contundente 6-1 a Bulgaria, ya que dependía de Paraguay, quien salió vencedora por 3-1 ante Nigeria, haciendo inútil el partido español.[172]​ Nigeria y Paraguay mandaban a casa a los españoles.

Este Mundial fue, hasta 2014, el peor de España en toda su historia al acabar en la 17.ª posición. Además, hacía 20 años que no caía en la primera fase.[173]​ Un sonoro fracaso que supuso ser además el último partido oficial de Andoni Zubizarreta,[174]​ que con 126 internacionalidades sería, hasta el futuro noviembre de 2011, el jugador que más veces había vestido la elástica nacional.[175]

Las fuertes críticas y el fracaso no pudieron con el seleccionador,[176]​ que siguió al frente de la selección, y su principal tarea era clasificar a España para la Eurocopa conjunta del año 2000 de Bélgica y Países Bajos, la primera en la que dos países se repartían la organización del torneo. En su grupo de clasificación tuvo como rivales a la selección austríaca, la selección israelita, la selección chipriota y la selección sanmarinense. Grupo a priori muy fácil.

Sin embargo, en el primer partido del grupo, España cayó derrotada por 3-2 en Lárnaca ante Chipre,[177]​ y debido a ello, José Antonio Camacho sustituyó a Clemente, cesado de su cargo.[178]​ Pese a la derrota inicial, se logró el pase sin problemas, destacando las grandes actuaciones (sobre todo en territorio español), donde se conseguirían abultadas goleadas por la tremenda pegada de los hombres de Camacho. Los 12 tantos frente a los enfrentamientos con Austria, destacando la victoria por 9-0 en Mestalla,[179]​ los 15 ante San Marino, 10 ante Chipre y 5 ante Israel sirvieron para batir el récord goleador en una fase de clasificación de la Eurocopa. En total, España consiguió 42 goles en 8 partidos. Raúl fue el máximo artillero de la selección con 11 goles en 6 encuentros.[180]​ Jugadores como Raúl, Morientes y Juan Carlos Valerón resultarían claves, y a los que se sumó un joven Iker Casillas.[181]

España jugó en el Grupo C con la selección noruega, la selección eslovena y la selección yugoslava. De nuevo España comenzó su andadura en un gran torneo con una decepción, perdiendo 1-0 contra Noruega, debido a un gran error del portero español Molina y que le acabaría costando la titularidad en favor de Cañizares.[182]​ España consiguió dos victorias en lo que le restaba en la primera fase. La primera por 2-1 frente a Eslovenia, con más sufrimiento de lo esperado. En este choque, Raúl marcó el primer gol en el minuto 4, y ya en el segundo tiempo, en el minuto 59, Zlatko Zahovic empató el choque. Pero apenas un minuto después, Joseba Etxeberria puso el 2-1 final.[183]​ La segunda, en un choque que se disputó el 21 de junio en el Estadio Jan Breydel ante Yugoslavia. Un partido en el que España necesitaba la victoria para su clasificación, y en el que los balcánicos se adelantaron en el marcador hasta en tres ocasiones. A la media hora del encuentro, Savo Milošević puso el 1-0. Ocho minutos después, Alfonso Pérez empató el encuentro. En el minuto 50, Dejan Govedarica puso el 2-1, pero un minuto después, Pedro Munitis empató de nuevo el partido. En el minuto 62, Slaviša Jokanović vio la tarjeta roja por una entrada a Munitis. Pese a la inferioridad numérica, los yugoslavos por mediación de Slobodan Komljenovic en el minuto 75, se pusieron 3-2 en el marcador. En el tiempo de descuento, Gaizka Mendieta empató de penalti el choque y Alfonso a 10 segundos de finalizar la contienda marcó el gol de la victoria española tras una dejada con la cabeza de Ismael Urzaiz: 4-3, y delirio español.[184]

España acabó líder del Grupo C, y se cruzó en los cuartos de final con la selección francesa, vigente campeona mundial, en un partido que tuvo como escenario otra vez Brujas y que tuvo como resultado un 2-1, a favor de Francia. En el primer tiempo se sucedieron los tres goles. En el último minuto del choque, con toda una segunda parte de dominio francés, Fabien Barthez realizó un penalti a Abelardo Fernández, pero Raúl lo falló lanzándolo fuera de los tres palos y con ello se perdió la posibilidad de forzar la prórroga.[185]​ La prensa española acusó a la selección de dar muestras durante toda la Eurocopa de su debilidad, su nerviosismo y de carecer de once y de un sistema de juego fijo.[186][187]

Los cuartos de final eran ya una barrera maldita que se negaba a ceder ante los españoles.

España volvió a clasificarse para el Mundial de 2002 de Corea del Sur y Japón —primer Mundial organizado conjuntamente por dos países—. Encuadrada en el Grupo 7, superó a la selección austríaca, la selección israelí, la selección bosnioherzegovina y la selección liechtensteiniana.[188]

En el torneo, España estuvo durante la primera fase en el Grupo B con la selección eslovena —debutante en un Mundial— la selección paraguaya y la selección sudafricana.

Esta vez, España comenzó el campeonato con una victoria sobre Eslovenia por 3-1 con goles de Raúl, Valerón y Hierro, este de penalti.[189]​ Con este triunfo, España rompió un curioso gafe que ya duraba 52 años, el de no ganar en el primer partido que disputaba en cada edición mundialista.[190]​ Igualmente, venció a Paraguay por el mismo resultado (en la víspera del choque, Chilavert había intentado provocar al conjunto español con varias polémicas declaraciones)[191]​ remontado en el segundo tiempo, un 1-0 adverso tras un autogol de Carles Puyol,[192]​ con un «doblete» de Morientes y otra tanto de penalti de Hierro. El último partido contra Sudáfrica se cerraba una fase de clasificación perfecta tras vencer por 3-2, con un «doblete» de Raúl y un tanto de Mendieta, resultando España líder del grupo con nueve puntos y con un juego bastante convincente.[193]

En octavos de final, en el Estadio Mundialista de Suwon (Corea del Sur), los españoles consiguieron su clasificación a la siguiente ronda ante la selección irlandesa. El encuentro, comenzó de cara a favor de España, que consiguió adelantarse en el marcador con un tanto de Morientes en el minuto 8. En la segunda parte los irlandeses tuvieron la oportunidad de igualar el marcador al lanzar un penalti que detuvo Iker Casillas. Pese a la magnífica actuación del joven portero, en el último minuto del encuentro se señaló un nuevo penalti contra España, que esta vez «los del trébol» no desaprovecharon. Debido a ello, se tuvo que ir a la prórroga en la que España consiguió aguantar a los irlandeses durante los 30 minutos correspondientes, con diez hombres sobre el campo, ya que David Albelda se lesionó y no pudo ser sustituido por haberse hecho los tres cambios reglamentarios. En la tanda de penaltis, se venció por 3-2. En ella, Casillas detuvo dos lanzamientos convirtiéndose en el héroe del partido.[194][195]

No fue así en los cuartos de final donde España, que no pudo contar con Raúl por una lesión que sufrió en el anterior encuentro, cayó eliminada por la anfitriona Corea del Sur en los penaltis por 5-4 al acabar 0-0 el encuentro tras disputarse los 120 minutos reglamentarios. Joaquín Sánchez falló el penalti decisivo que clasificó a la selección asiática,[196]​ que recibió más de un favor arbitral durante el partido de manos del colegiado egipcio Gamal Al-Ghandour y de sus linieres de Uganda (Ali Tomusange) y Trinidad y Tobago (Michael Ragoonath), que anuló dos goles válidos al equipo español y un posible tercero. El primero por un gol de cabeza de Rubén Baraja anulado por una más que rigurosa falta de Helguera en el salto tras un saque de falta de Javier De Pedro. La segunda jugada polémica fue cuando en la prórroga Morientes remató a la red un centro de Joaquín que habría supuesto el final del partido al tratarse de un gol de oro, pero según el árbitro asistente había rebasado la línea de fondo, cuando claramente no lo había hecho, y que años después sería reconocido por el árbitro principal del encuentro. La última que acabó por desesperar a la delegación española fue cuando el segundo linier señalaba otro claramente inexistente fuera de juego de Luis Enrique que se quedaba solo en un mano a mano frente al portero surcoreano gracias a un pase de Joaquín Sánchez cuando se llegaba al final de la prórroga.[197]​ Especialmente llamativos los favores a Corea, que no eran tan clamorosos desde las primeras competiciones del torneo. La selección italiana, rival de éstos en la fase anterior, fue eliminada también tras otra polémica actuación arbitral.[198]

Fue la primera, y hasta ahora única vez, que España se despedía de una fase final de un Mundial sin perder ningún partido.[199]​ Tras la eliminación del conjunto dirigido por Camacho, la prensa internacional mostró su indignación hacia la FIFA, por las polémicas arbitrales que se habían vivido durante el Mundial.[200]

Los jugadores de «La Roja» más destacados en la cita mundialista, que se realizaba por primera vez en el continente Asiático, fueron el madridista Iker Casillas (que en principio no estaba llamado a ser el guardameta titular, pero tras la lesión doméstica justo antes de comenzar el campeonato de Santiago Cañizares al caérsele un frasco de colonia que le hirió el pie le abrieron las puertas de la titularidad)[201]​ y el barcelonista Carles Puyol.[202]

Tras acabar el Torneo, dos jugadores importantes para «La Roja» en la última década, Fernando Hierro y Luis Enrique anunciaron que no volverían a vestir más la elástica nacional.[203][204]​ El defensa se retiró siendo el máximo goleador histórico con 29 tantos. Igualmente, el 2 de julio, Camacho anunció que no seguiría al frente de la selección, cerrando así un ciclo, con una selección en clara proyección ascendente.[205]Iñaki Sáez fue el sustituto provisional, pero finalmente se quedó de manera definitiva con las riendas de la selección.[206]

Con Iñaki Sáez como nuevo seleccionador nacional, España logró clasificarse como segunda del Grupo 6 clasificatorio de la UEFA por detrás de la selección griega. El técnico utilizó como base de su equipo habitual al Valencia campeón de las Ligas de 2002 y 2004, siendo Marchena, Albelda, Baraja y Vicente titulares fijos, así como Raúl, que no tardó en superar el récord goleador de Hierro, lográndolo en 2003 al anotar dos goles en un amistoso contra Alemania.[207]​ La selección española tras perder ante los helenos en Zaragoza por 0-1,[208]​ y empatar tanto con la selección ucraniana por 2-2,[209]​ como con la selección norirlandesa por 0-0,[210]​ hicieron que no dependiese de sí misma para clasificarse. La otra integrante del grupo era la selección armenia. Por ello, tuvo que vencer a la selección noruega en la «repesca» y lo hizo con un resultado global de 5-1.[211]

En la Eurocopa de 2004 celebrada en Portugal, España estuvo dentro del Grupo A con la misma selección anfitriona portuguesa, la selección rusa y la selección griega con la que había disputado la fase de clasificación. Iñaki Sáez planteó una alineación de 4-2-3-1 en la que destacaban estos hombres y sus cualidades: la seguridad en la portería del madridista Iker Casillas, la eficacia defensiva del barcelonista Carles Puyol, la compenetración y su labor en el centro de campo de los valencianistas David Albelda y Baraja, la inteligencia de Valerón en el juego entre líneas y el olfato goleador del madridista Raúl González, el capitán del equipo.

A esto se le sumaron unos nuevos valores de jóvenes futbolistas como el rojiblanco Fernando Torres, el txuriurdin Xabi Alonso que ficharía ese mismo verano por el Liverpool inglés, o el valencianista Vicente Rodríguez.[212]​ Un gran bloque al que se le criticó que no hubiera sido convocado el «Pichichi» nacional de esa temporada, «Mista».[213]​ Cabe destacar, que España era el conjunto más joven que acudía de los 16 equipos participantes del campeonato, con 25,47 años de media.[214]

En el primer choque de la primera fase, España derrotó a Rusia por 1-0 con el solitario gol de Valerón.[215]​ En este choque de debut, «La Roja» contó con el apoyo de más de 15 000 seguidores españoles, era la primera vez que en un gran torneo futbolístico celebradado fuera de España, se contaba con tal masa de aficionados.[216]​ En el segundo choque, en el que se encontraba en el palco el rey Juan Carlos I, empató 1-1 contra Grecia en un mal partido, Morientes fue el primero en anotar, pero Angelos Charisteas empató en la única ocasión de gol helena.[217]

En el último encuentro, disputado en el Estadio José Alvalade de Lisboa, perdió 1-0 contra la Portugal de Luís Figo y un jovencísimo Cristiano Ronaldo merced a un gol de Nuno Gomes, en el minuto 57. Finalmente, España cayó eliminada en la primera fase de manera decepcionante. No obstante, durante los 43 primeros minutos del encuentro, a España le valía el empate a cero contra los portugueses, porque Rusia iba ganando por 2-0 a Grecia, y eso le clasificaba a cuartos. Pero el gol de Zisis Vryzas, deshizo esa posibilidad, ya que los griegos se clasificaron por tener más goles a favor.[218]

La imagen y la actitud mostrada por los jugadores durante los tres partidos del torneo fue decepcionante y muy criticada por la prensa española, que señaló principalmente a Raúl.[219]

Después de la Eurocopa, Iñaki Sáez abandonó el banquillo de España. El técnico vasco no tenía esa idea en mente[220]​ y, además, había renovado hasta el siguiente Mundial,[221]​ pero la presión de la prensa fue muy grande debido a la decepcionante actuación del equipo en el torneo europeo.[222]​ Ello hizo que, finalmente, su lugar lo ocupase Luis Aragonés.

El 17 de noviembre, la selección disputaba su partido número 500 y se celebró dicha efeméride en el Estadio Santiago Bernabéu ante Inglaterra, a la cual ganó por 1-0 con gol de Asier del Horno en el minuto 8.[223]

España empezaba a ser cuidadosamente reestructurada en todas sus líneas por el seleccionador, quien intentó dotar de un estilo propio de juego a la selección. Jugadores de toque y posesión de balón se convirtieron en la base del equipo. Aragonés prescindió de jugadores que eran fijos con Sáez, como Etxeberría o Helguera, y posteriormente de otros que solo jugaron en los primeros partidos clasificatorios, como Valerón, Luque o Morientes. Centrocampistas técnicos como Xabi Alonso y Xavi Hernández, suplentes con Sáez, cobraron mayor protagonismo con Luis y fueron el eje del equipo nacional en la siguiente década. Además, otros futbolistas del mismo perfil, como Cesc Fàbregas y Andrés Iniesta, debutaron con «La Roja» en este periodo.

El combinado nacional jugó en el Grupo 7 de la clasificación europea en busca de una plaza para el Mundial de 2006 de Alemania. Sus rivales fueron la selección serbiomontenegrina, la selección bosnioherzegovina, la selección lituana, la selección belga y la selección sanmarinense.

El equipo quedó segundo en su grupo debido a su incapacidad para superar a la primera clasificada, Serbia y Montenegro. Esto sucedió porque «La Roja», pese a no perder ningún encuentro, obtuvo cinco empates.[224]​ Por lo tanto, la selección tuvo que jugarse la clasificación a doble partido. En dicha eliminatoria, también conocida como «repesca», venció a la selección eslovaca por un global de 6-2 y logró con ello clasificarse para la fase final. Destacó la actuación de Luis García, pues anotó tres tantos en el partido de ida —que finalizó 5-1—.[225]

El 15 de mayo de 2006, Aragonés hizo pública su lista de los 23 convocados que irían a la cita mundialista. Respecto a la Eurocopa de 2004, el equipo titular sufrió una revolución, pues solo Casillas y Puyol permanecieron en él. Jóvenes talentos como Sergio Ramos, Pablo Ibáñez y David Villa fueron incorporados al once de España, así como los nacionalizados Mariano Pernía y Marcos Senna. Luis copió el sistema 4-3-3 del Barça de Frank Rijkaard, campeón de Liga y Europa en aquel año, para practicar el mismo estilo de fútbol ofensivo y vistoso.[226][227]

España quedó encuadrada en el Grupo H junto a la debutante selección ucraniana, la selección saudita y la selección tunecina.

El conjunto español empezó fuerte al vencer por 4-0 a Ucrania con una magnífica actuación que impresionó al mundo.[228]​ En este encuentro, Cesc se convirtió en el jugador español más joven en debutar en un Mundial.[229]

En su segundo partido, venció por 3-1 a Túnez remontándole a las «Águilas de Cártago» su gol inicial en la segunda parte del encuentro.[230]​ Estos tres tantos fueron obra de Raúl (con su gol igualaba a Salinas y a Hierro, siendo el tercer jugador español en marcar en tres Mundiales diferentes)[231]​ y Torres —que marcó dos—.

En el último choque, que disputó el conjunto español suplente, venció por 1-0 a Arabia Saudita.[232]​ El equipo avanzaba como primero de grupo.

En los octavos de final, cayó contra la selección francesa —capitaneada por Zidane—, la cual había logrado superar con gran dificultad la primera ronda del torneo.[233]​ España perdió por 3-1, a pesar de ir toda la primera parte por delante del marcador, gracias a un gol que marcó David Villa de penalti en el minuto 28. Pero el equipo galo no tardó en reaccionar y, poco antes de concluir la primera parte, Franck Ribéry consiguió empatar el partido. En el segundo tiempo, cuando todo parecía apuntar a la prórroga, una dudosa falta de Puyol sobre Thierry Henry propició que Patrick Vieira pusiera el marcador a favor de «Les Bleus». En el tiempo de descuento, Zidane tras una gran jugada personal marcó el tercer gol francés poniendo fin a las ilusiones españolas.[234]

En ese momento, la selección española nunca había ganado a Francia en un partido oficial. Los jugadores españoles destacados fueron los delanteros Fernando Torres y David Villa, que anotaron 3 goles cada uno.[235]

España consiguió, junto con la selección brasileña, el honorífico «Premio al Juego Limpio» del torneo.[236]

Luis Aragonés siguió al frente de España, a pesar de que en su momento dijera que abandonaría su cargo si «La Roja» no superaba los cuartos de final en el Mundial; la barrera maldita.[237]

Se habían sentado unas sólidas bases en torno a la selección que pronto darían sus frutos.[238]

España participó en la fase final de la Eurocopa de 2008 de Austria y Suiza tras lograr la clasificación en el Grupo F. Tuvo como rivales a las selecciones de Suecia, Dinamarca, Islandia, Irlanda del Norte, Letonia y Liechtenstein.

Su inicio estuvo marcado por la polémica entre el seleccionador, Luis Aragonés, y la prensa. Primero, por las dos derrotas cosechadas ante las selecciones de Irlanda del Norte por 3-2[239]​ y frente a Suecia por 2-0[240]​ y, posteriormente, por la no convocatoria del hasta entonces capitán y bandera de la selección Raúl González, que había sido fijo en todas las convocatorias desde el año 1996, convirtiéndose por aquel entonces en el máximo goleador de la historia de «La Roja» y en el segundo jugador con más encuentros disputados, solamente por detrás de Zubizarreta.[241]​ Por si fuera poco todo lo anterior, España despidió el año 2006 perdiendo 0-1 contra la selección rumana en un partido amistoso celebrado en Cádiz.[242]​ En 2007, España comenzó ganando en su primer partido del año, a la selección inglesa por 0-1, con un gol de Iniesta en el minuto 62. Era la segunda vez en su historia que España ganaba a los «Pross» en territorio británico.[243]​ Posteriormente, la selección española enderezó el rumbo a pesar de empatar a uno ante Islandia.[244]​ Pese a ese resultado, consiguió clasificarse como primera de su grupo tras sellar su pase al vencer a Suecia por 3-0.[245]​ Ya empezaba a vislumbrarse y a hacerse patentes los cambios del seleccionador y España daba los primeros pasos para convertirse en la selección del «tiquitaca».[246]​ Con un juego preciso de toque, rápido y muy vistoso que asombraría al mundo.[247]

El 17 de mayo de 2008, Aragonés dio la lista de los 23 convocados para acudir a la Eurocopa.[248]

En la fase final del campeonato, a la que España llegaba con casi dos años seguidos sin perder un partido, quedó encuadrada en el Grupo D junto a la selección sueca, la selección griega y la selección rusa.

En su primer partido, contra Rusia, consigue imponerse por 4-1 con tres goles de Villa y uno de Cesc.[249]​ El mundo futbolístico acababa de rendirse por completo al juego de la selección.[250]

En su segundo partido, ante Suecia, ganó por 2-1 con goles de Torres y Villa; el gol de «El Guaje» fue en el último minuto del encuentro.[251]

En su tercer y último partido en la fase de grupos, frente a Grecia, venció por 1-2 con goles de Rubén de la Red y de Dani Güiza, remontando el tanto inicial de Angelos Charisteas. El conjunto español jugó con un equipo de suplentes, y con esta victoria Luis Aragonés igualó a Clemente como el seleccionador nacional con más victorias, con un total de 36. Además, «El Sabio de Hortaleza» lo logró en 51 partidos, por los 62 que necesitó el vasco.[252][253]​ Con estos resultados, terminó esta fase como campeona de grupo.

Se enfrentó en la fase eliminatoria a la selección italiana para revivir una rivalidad histórica y, para más inri, en los fatídicos cuartos de final. Dicho choque se disputó el día 22 de junio en el Estadio Ernst Happel, y tras un empate a cero en los 120 minutos de juego, se llegaría a otro punto negro en la historia de la selección: las eliminatorias decididas desde los once metros. España consiguió eliminar en la lotería de los lanzamientos por 4-2 a los italianos. En ella, Casillas detuvo dos disparos, los que tiraron Daniele De Rossi y Antonio Di Natale, convirtiéndose en el héroe de la eliminatoria, mientras que los goleadores españoles fueron David Villa, Santi Cazorla, Marcos Senna y Cesc Fàbregas, errando Dani Güiza, el cuarto lanzamiento.[254]​ Después de 24 años, «La Roja» volvía a disputar una semifinal en un gran torneo futbolístico, además, cabe destacar que 88 años después, España doblegó a la selección «Azurra» en un partido oficial.

En las semifinales, disputadas en el mismo escenario en el que se disputaron los cuartos de final, venció a Rusia, a la que ya se había enfrentado en la fase preliminar de grupos. Un contundente 0-3 tras un memorable segundo tiempo, en el que se consiguieron los tres goles obra de Xavi en el minuto 50, Dani Güiza en el minuto 73 y David Silva en el minuto 81.[255]

El 29 de junio, se celebró la final contra la selección alemana en el Estadio Ernst Happel de Viena. En el palco se encontraban para apoyar al conjunto español los Reyes de España, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el cantante lírico Plácido Domingo y el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso.[256]​ Sobre el papel, los germanos eran favoritos debido a su mayor experiencia en este tipo de enfrentamientos, y es que no había que olvidar que eran la selección que dominaba Europa en cuanto a Eurocopas, con tres, y era también una de las selecciones que más mundiales poseía, con otros tres. Fue un encuentro táctico que se decantó del lado español en el minuto 33, cuando un pase al hueco de Xavi Hernández, que atravesó el centro de la defensa alemana, permitió a Fernando Torres, tras vencer en la carrera al lateral Philipp Lahm, batir a Jens Lehmann con un sutil disparo de vaselina, suficiente para pasar por encima del vencido portero. El resultado de 0-1 ya no se movería del marcador y España salía victoriosa después de muchos años de intentos fallidos.[257]

Fueron 44 años de espera para un momento muy perseguido. Además, España se aupaba a la segunda posición del palmarés de la competición, junto a Francia —ambas selecciones con dos títulos—.

Quizás, más importante que el ansiado título, fue la forma tan brillante de lograrlo, con un juego de gran habilidad técnica, vistoso y sobre todo con una superioridad futbolística patente muy por encima de la realizada por sus rivales.[258]

Xavi Hernández fue designado como el «Mejor Jugador» del torneo[259]​ y David Villa, con cuatro goles, obtuvo la «Bota de Oro».[260]​ Además, el conjunto que dirigía Luis Aragonés firmó la mejor trayectoria de un equipo en una fase final del máximo torneo europeo, con cinco victorias y un empate.[261]

Al día siguiente, los integrantes del equipo nacional español llegaron a Madrid e hicieron un desfile con un autobús panorámico hasta la Plaza de Colón, lugar que fue el centro neurálgico de los aficionados españoles durante la celebración del torneo y donde transcurrió la celebración final.[262]​ El 1 de julio, fueron recibidos primero en el Palacio de la Zarzuela por los Reyes de España, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena, para luego ser recibidos por el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Palacio de la Moncloa.[263]

Tras la conquista de la Eurocopa, España lideró en el mes de julio de 2008 la Clasificación FIFA. Se trataba de la primera vez que lo conseguía, siendo la sexta selección, después de Alemania, Brasil, Italia, Francia y Argentina, en lograrlo.[264]

Vicente del Bosque tomó el relevo de Luis Aragonés, ya que este había declarado que no seguiría en el puesto después del máximo torneo continental, hiciese el papel que hiciese España.[265]​ Vicente se mostró dispuesto desde un principio a continuar recorriendo el camino iniciado por Luis.[266]

La conquista de la Eurocopa permitía a la selección española disputar, como campeona europea, la Confederaciones de 2009 de Sudáfrica. Disputaría el título junto con la selección sudafricana, anfitriona del evento, la selección italiana, campeona mundial, la selección brasileña, campeona sudamericana, la selección estadounidense, campeona norteamericana, la selección egipcia, campeona africana, la selección iraquí, campeona asiática, y la selección neozelandesa, campeona oceánica.

El 1 de junio de 2009, Del Bosque comunicó los integrantes de la convocatoria para este torneo.[267]​ Entre dichos futbolistas, se encontraba Andrés Iniesta; sin embargo, el 6 de junio, se anunció que por problemas físicos este jugador debía dejar la concentración, siendo sustituido por el debutante Pablo Hernández.[268]

España quedó integrada en el Grupo A junto a Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica.

En su primer choque de la fase de grupos, derrotó a los oceánicos por 0-5 —Torres marcó un «hat-trick» en los primeros 17 minutos—.[269]

En el segundo partido, jugó frente a los asiáticos y venció por 1-0.[270]

En su último encuentro de esta fase, ganó a los anfitriones sudafricanos por 0-2.[271]​ España quedaba primera de grupo.

El día 24 de junio, se disputó la semifinal, en la cual que se enfrentó a Estados Unidos. Contra pronóstico, perdió 0-2 y, con esta derrota, la selección española acabó con una racha de 35 partidos invicta y 15 victorias,[272]​ estableciendo con ambos datos los récords absolutos de selecciones, el primero compartido con la selección brasileña.

En consecuencia, hubo de disputar el partido por el tercer y cuarto puesto contra Sudáfrica el 28 de junio en el Estadio Royal Bafokeng. En el minuto 73, Katlego Mphela puso por delante a la selección anfitriona, pero en apenas un par de minutos Dani Güiza le dio la vuelta al marcador con dos goles. En minuto 93, nuevamente Mphela marcó el gol del empate y el partido se tuvo que ir a la prórroga. En ella, Xabi Alonso anotó el gol de la victoria final por 3-2.[273]​ Fernando Torres y David Villa conquistaron la «Bota de Plata» y la «Bota de Bronce» del torneo con tres goles cada uno.[274]

La selección finalizaba tercera en su primera participación en el torneo.[275]

España compitió en la fase final del Mundial de 2010 de Sudáfrica tras obtener la clasificación en el Grupo 5 de la UEFA. Sus rivales fueron la selección turca, la selección belga, la selección bosnioherzegovina, la selección armenia y la selección estona.

El equipo se clasificó de forma directa como primera de grupo con un pleno de diez victorias.[276]

El 20 de mayo de 2010, Del Bosque dio la lista de los 23 convocados para acudir al Mundial, que por primera vez se celebraba en el continente africano.[277]​ La convocatoria fue confeccionada alrededor de los pilares que conquistaron la pasada Eurocopa y conservando la línea establecida en las distintas categorías españolas con la que estas obtuvieron también grandes éxitos,[278]​ que se verían refrendados con el anterior seleccionador Luis Aragonés,[279]​ marcando un estilo que acabó por resultar igual de efectivo que de vistoso. De nuevo el trabajo daría sus frutos debido a un meditado y trabajado sistema de preparación.[280]

En la primera fase del campeonato, quedó integrada en el Grupo H junto a la selección hondureña, la selección suiza y la selección chilena.

En su primer choque, fue derrotada contra pronóstico por 0-1 por Suiza. Los helvéticos lograron el gol por mediación de Gelson Fernandes en el minuto 52.[281]​ Se perdía un encuentro en el cual el conjunto español tuvo una posesión del 73%, remató 24 veces, seis entre los tres palos, y uno de esos remates impactó al larguero.[282]

En el segundo, ante Honduras, ganó por 2-0, donde Villa fue el autor de los dos tantos,[283]​ y donde se produjeron 25 remates españoles, seis entre los tres palos.[284]

En el último partido, el decisivo contra Chile,[285]​ se logró una sufrida victoria por 2-1 con goles de Villa e Iniesta que daban la clasificación como campeona de grupo. En este encuentro, el conjunto español tuvo un 100% de efectividad —los dos lanzamientos que realizó acabaron dentro—.[286]​ Así, el combinado nacional acababa como campeón de grupo.

El partido de octavos de final, contra la selección portuguesa —que tenía como gran estrella a Cristiano Ronaldo—, se celebró el 29 de junio. Fue un igualado encuentro que se resolvió por un ajustado 1-0 gracias a un gol de David Villa en el minuto 62.[287]

El 3 de julio, disputó los cuartos de final en el Estadio Ellis Park contra la selección paraguaya. España ganó por 0-1 y muchos apuros,[288]​ ya que en el minuto 52, se pitó un penalti a favor de los guaraníes, pero Casillas se lo detuvo a Óscar Cardozo.[289]​ En la jugada de vuelta fue Villa quien provocó el penalti que Xabi Alonso anotaría, pero el árbitro ordenó repetir el lanzamiento y Xabi falló en la repetición.[290]​ El gol de Villa en el minuto 81 clasificó a la selección por primera vez en su historia para una eliminatoria de semifinales en un Mundial, si bien ya había disputado la fase final en Brasil en 1950, quedando en cuarto lugar. La maldición de los cuartos de final quedaba finalmente enterrada por el momento.

En dicha ronda eliminatoria de semifinales del 7 de julio, en el Estadio Moses Mabhida de Durban, España se encontró con la selección alemana, actual subcampeona de Europa, y un rival que llegaba en gran estado de forma tras haber derrotado a la selección inglesa y la selección argentina por unos contundentes 4-1 y 4-0.[291]​ España venció por 0-1 gracias a un gol de Puyol, a la salida de un saque de esquina botado por Xavi en el minuto 72,[292]​ y la selección se clasificaba por primera vez en su historia para disputar el título de campeón del mundo.

Su rival en la final fue la selección neerlandesa. Esta se disputó el 11 de julio en el Estadio Soccer City, con la presencia en el palco de la Reina Sofía, los Príncipes de Asturias, Rafael Nadal y Pau Gasol.[293]​ Fue un partido marcado por la dureza y la agresividad con la que se emplearon los «tulipanes» durante el partido y también por un mal arbitraje del colegiado inglés Howard Webb.[294]​ Países Bajos tuvo una buena oportunidad en el minuto 60 en un mano a mano de Arjen Robben, que salvó Casillas. Tras ello, los españoles respondieron con ocasiones de Villa y de Sergio Ramos, que no encontraron fortuna. El partido acabó con empate y fue necesaria la disputa de la prórroga. En ella, Cesc estuvo a punto de lograr el gol,[295]​ pero fue finalmente Andrés Iniesta, en el minuto 116 (a cuatro del final), quien marcó el gol que proclamaba a España, por primera vez en su historia, campeona de un Mundial.[296]​ La dedicatoria del gol fue para el futbolista trágicamente fallecido Dani Jarque.[297]​ Tras convertirse Casillas, por su condición de capitán, en el primer jugador español en alzar la Copa del Mundo, millones de españoles salieron a las calles para celebrar la gesta.[298]​ En estas celebraciones, hubo que lamentar la muerte accidental de dos personas.[299]



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