El término conquistadores suele referirse a aquellos personajes que extendieron, casi siempre a través de operaciones militares, el dominio (del latín conquisitare, de conquisitum, "ganado") de un territorio, de una población, de una posición y que, por ende, dirigían los imperios a los que pertenecían. Algunos de los conquistadores más destacados de la historia universal han sido: Ciro II el Grande, Alejandro Magno, Julio César, Atila, Gengis Kan, Tamerlán, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Napoleón Bonaparte y Adolf Hitler. También se suele utilizar la denominación genérica de conquistadores, sobre todo en los idiomas no españoles, para denominar a los exploradores y soldados españoles que conquistaron gran parte de América durante el siglo XVI.
Según se cuenta, Ramsés hizo caso omiso de los consejos de sus generales y visir, lo cual causó que cayera en una emboscada de sus enemigos hititas y su ejército se viera gravemente diezmado en territorio desconocido. Las tropas egipcias huyeron del ejército hitita, y Ramsés tuvo que luchar prácticamente solo contra los enemigos guiado por el dios Amón, o eso es lo que él mismo nos dice en los monumentos donde dejó escrita su hazaña (Poema de Pentaur). Los historiadores actuales son más críticos y prefieren pensar que la batalla acabó en tablas (por no decir derrota, ya que no consiguió conquistar la ciudad), y no en una aplastante victoria de Ramsés.
Finalmente, Ramsés y Muwatalli II se dieron un respiro y el faraón regresó a las Dos Tierras, donde prosiguió con sus numerosos trabajos de construcción.
Tras la muerte de Muwatalli, se desató una lucha por el poder entre su hijo Mursili y su hermano Hattusili I, que Ramsés aprovechó para reafirmar el control en la zona, destacando guarniciones en distintas ciudades. No obstante, la guerra no acabaría hasta la llegada al trono hitita de Hattusili III, el ambicioso sucesor de Muwatalli II, que acabaría con el Tratado de Qadesh firmando la paz con Ramsés II cuando este llevaba unos 25 años en el trono.Ramsés también hizo incursiones en Libia, donde estableció varias colonias y construyó diversas fortalezas para vigilarlas, formando una línea defensiva desde Racotis (actual Alejandría) hasta El Alamein
Pero su esperanza fue vana cuando comprobó que el tirano Polícrates de Samos (quien poseía una poderosa flota) decidieron pasarse al bando persa, como también hiciera Fanes de Halicarnaso, comandante de las tropas griegas mercenarias en Egipto, y el egipcio Udjahorresne de Sais, jefe de la flota egipcia. en la decisiva batalla de Pelusio, los persas derrotaron a los egipcios. Poco después, Menfis caía en manos de Cambises. Psamético fue capturado y ejecutado tras intentar una rebelión. Las inscripciones egipcias de este periodo muestran que Cambises adoptó oficialmente los títulos y costumbres de los faraones, si bien es factible creer que no ocultó su desprecio por las costumbres y la religión egipcia
Roma vivió su período de máximo crecimiento territorial bajo la República romana (509-27 a. C..) Bajo dicho régimen, Roma se vio envuelta en una serie de guerras que hacia el 290 a.c la habían hecho dueña de Italia. Con el fin de expandir su influencia y garantizarse el control sobre la rica isla de Sicilia y posterimente el de Hispania, el primer gran conflicto internacional en el que se vio envuelta fue el de las tres guerras púnicas contra Cartago. El general más célebre de la primera guerra (264-241 a. C.), desarrollada en Sicilia, fue del bando enemigo, el general cartaginés Amílcar Barca. Con su derrota, Roma ganó Sicilia y Cerdeña, y se convirtió en una gran potencia mediterránea.
En la segunda guerra púnica (219-201 a. C.), Roma se enfrentó a Cartago por el dominio de Hispania y del Mediterráneo. En el conflicto, el más célebre de los tres, se enfrentaron los dos generales del momento: el romano Escipión el Africano, considerado uno de los mejores generales de la edad antigua, destacado por su ingenio y perspicacia para engañar al enemigo y motivar a su tropa, [cita requerida]y que fue el único general romano capaz de derrotar al audaz Aníbal. Escipión ganó para Roma toda la costa mediterránea de Hispania, y, mediante la batalla de Zama, se hizo con el control efectivo del África mediterránea occidental. Tras esta guerra, Roma pasaría a ser la principal potencia mediterránea. En la tercera guerra púnica (149-146 a. C.), Cartago fue destruida por Publio Cornelio Escipión Emiliano, famoso por haber ganado el interior de la península ibérica a Roma al vencer las guerras celtíberas (182-133 a. C.)
Afianzado su dominio occidental, Roma se centró en el mediterráneo oriental, donde destacaron Lucio Emilio Paulo Macedónico, que anexionó Macedonia (168 a. C.), Mario y Sila, que se hicieron con Numidia en la guerra de Jugurta (112 a. C.-105 a. C.), y que afianzaron la presencia romana en Asia Menor (Sila, en la primera guerra mitridática, 88-85 a. C.) y en el sur de la Galia (Mario en la guerra cimbria, 101 a. C.). Cneo Pompeyo Magno (106-48 a. C.) fue uno de los generales más destacados de la siguiente generación, ganándose el sobrenombre Magno a semejanza de Alejandro de Macedonia. Primeramente reconquistó la Hispania revelada de Quinto Sertorio (77-73 a. C.) y, comandó junto a Lucio Licinio Lúculo las tropas en la tercera guerra mitridática (75-65 a. C.), partió hacia Asia Menor, donde conquistó el Reino del Ponto, Siria, Judea, y toda Asia Menor. También Marco Licinio Craso se destacó por entonces venciendo a Espartaco.
Socio político y después enemigo de Pompeyo fue Julio César, sin duda el conquistador romano más célebre, y una de las personalidades históricas de mayor renombre. De gran inteligencia, sagacidad y con una gran capacidad de previsión, Julio César destacó por haber ganado la guerra de las Galias (58-51 a. C.), en la que se enfrentó y derrotó a centenares de tribus galas. En su informe de las mismas, De Bello Gallico, César relata la conquista mediante una serie de astutas estratagemas y unas pocas batallas que lo colocaron en el primer plano como uno de los militares de más éxito y economía de medios de la historia. También provocó, mediante su famoso cruce del río Rubicón, la segunda guerra civil de la República romana (49-45 a. C.), en la que venció a los republicanos encabezados por Pompeyo, y estableció su dictadura personal sobre Roma, al tiempo que convertía a Egipto en un cliente romano.
Tras su asesinato (44 a. C.), sus sucesores, Marco Antonio y Octavio Augusto, se enfrentaron entre sí en un conflicto del que salió vencedor el segundo, quien se hizo con el control definitivo del Estado romano y fue proclamado prínceps y emperador que en conflictos anteriores había sido fieles aliados de Roma), Roma controlaba todas las costas mediterráneas, y se adentraba hasta el Danubio y el Rin en el norte, y hasta el río Tigris en el este. Dentro del régimen imperial, destacarían por sus conquistas Claudio, que anexionó Britania y Mauritania (aunque no dirigió personalmente a las tropas, sino que se encargó de la logística y la estrategia general); Vespasiano, que participó en las campañas británicas de Claudio y aplastó una gran revuelta en Galilea.
Trajano (53-117), en 106 d. C., pacificó las regiones germánicas por los próximos 200 años; en 115 suprimió la gran revuelta judía en todo Oriente próximo, conquistó Dacia, Arabia Pétrea, Armenia, Mesopotamia, y Asiria, derrotando así al imperio parto, y llevó al imperio romano a su máxima extensión territorial.
Aureliano, que heredó un imperio fragmentado (él sólo controlaba Italia meridional y África occidental) y lo reconquistó; Diocleciano, que aplastó a los germanos y reunificó el Imperio; Juliano el Apóstata, que derrotó a los germanos en la Galia, y luego invadió Germania, haciéndoles pagar tributo; Aecio, llamado el último de los romanos que derrotó a Atila en la Batalla de los Campos Cataláunicos (451 d. C.) y recobró los territorios conquistados por aquel.
Su imperio murió con él y se convirtió en una figura legendaria de la historia de Europa. En gran parte de la Europa Occidental se le recuerda como el paradigma de la crueldad y la rapiña. Algunos historiadores,[cita requerida] en cambio, lo han retratado como un rey grande y noble, y tres sagas escandinavas lo incluyen entre sus personajes principales.
Con su mando militar, por primera vez en la historia estuvo unida Arabia en una entidad política: el Califato. Jálid resultó victorioso en cientos de combates, en muchas ocasiones contra fuerzas numéricamente superiores del Imperio bizantino, el Imperio sasánida, sus aliados y otras tribus árabes. Sus logros estratégicos incluyen la conquista de Arabia, Mesopotamia y la Siria romana desde 632 hasta 636. Es especialmente recordado por sus victorias decisivas en la batalla de Yamama, la de Ullais y la de Firaz, y sus exitosas tácticas en las de Walaŷa y Yarmuk.
Cuando el padre de Carlomagno, Pipino el Breve, murió en el 768, sus reinos fueron divididos entre sus dos hijos Carlomagno y Carlomán. Ambos reyes, fueron proclamados por la Asamblea General de los Francos con la condición de repartirse equitativamente el reino, de la misma manera que Pipino y su hermano lo habían hecho. Carlomagno luchó con diversos pueblos obteniendo la victoria y estableciendo su dominio en la mayor parte de Europa central y occidental. La influencia de Carlomagno fue decisiva durante el Medioevo. En el 770, Carlomagno buscó una alianza con los lombardos y se casó con la hija del rey Desiderio.
En el año 771 Carlomán murió repentinamente y Carlomagno se apoderó de sus territorios. No se sabe bien la razón, pero Carlomagno repudió a su esposa y Desiderio, el rey de los lombardos, dejó de ser su aliado. Una de las primeras acciones que emprendió Carlomagno como rey único de los francos fue hacerse eco de la solicitud del papa Adriano I para expulsar a los lombardos de Italia. Fue entonces cuando Carlomagno invadió Italia, derrocó a Desiderio en el 774 y asumió el título real. Adriano I conseguía recuperar las tierras que formarán los Estados Pontificios pero las amenazas continuaban en la península Itálica. El duque de Fruil, Rodgauso, se rebeló en el año 776 y Carlomagno volvió a Italia para acabar con la revuelta y una vez sofocados todos los fuegos impuso a su hijo Pipino como rey.
Fue uno de los mayores conquistadores que haya producido la raza amerindia, aunque su propio hijo Huayna Cápac y posteriormente Atahualpa expandieron las fronteras imperiales más allá de sus dominios. En el siglo XV Túpac conquistó el reino Cañari (Ecuador), llegando a los límites del reino de Quito, siendo otra de sus famosas conquistas, la del Imperio Chimú, integrando al Tahuantinsuyo toda la costa norte del Perú, conquistó casi toda Bolivia y las dos terceras partes de Chile, llegó al este hasta el país de los Mojos. Cruzó dos veces la línea ecuatorial y cuatro el Trópico de Capricornio.
Existe también cierta fábula acerca de una supuesta expedición a la Oceanía, que habría zarpado de Manta en procura de dos islas: Ninachumbi, la isla del Fuego, y Ahuachumbi, la isla Alejada, pero la arqueología no apoya tal elucubración.
Murió en su palacio de Chinchero, luego de veintidós años de reinado. Sus vasallos lo llamaron Túpac Yaya, Padre de todos los Hombres, por ser el "Señor que tanto los amaba y tanto bien les hacía". También lo nominaron el Grande y el Justiciero.
Tal y como su abuelo Fatih Mehmet, también reclamó para sí el título de Califa (en árabe significa el «sucesor» de Mahoma), «El guardián del Islam», un título que considera a su portador como el principal gobernante civil y religioso de todo el islam, tanto chiita como Suní. Selim decidió declarar la guerra al Imperio Safávida de Persia, cuyo gobernante, el Sah Ismail I, había reclamado para sí dicho título de califa. La campaña militar que siguió fue un triunfo total para Selim, cuya solidez y bravura superaron la pusilanimidad e insubordinación en su contra de los jenízaros, las tropas de la Sublime Puerta, sus más experimentados combatientes que en ese momento no estuvieron a la altura de las circunstancias.
El inicio de un viaje realizado en 1492, por un científico y marino renacentista llamado Cristóbal Colón, culminó con el descubrimiento Universal de la última «gran parte» desconocida del planeta tierra, la consiguiente exploración, y finalmente la conquista española en la América, denominada por estos, Indias Occidentales.
Este hecho se verificó con la exploración de seis islas, que se nominaron al español, y una línea de costa, en forma de V, que se refirió llanamente como «Tierra firme».
La capital política y militar de este conjunto de islas se estableció en la isla La Española (hoy compartida por Haití y República Dominicana), en cuanto comenzaron los primeros ataques de corsarios, franco-anglos, se construyó aquí una plaza fuerte, la primera en toda la América. Desde allí, Juan Ponce de León conquistó Puerto Rico y Diego Velázquez de Cuéllar ibídem Cuba. La primera fundación en el continente, «tierra firme», fue Santa María la Antigua del Darién entre Colombia y Panamá, realizada por Vasco Núñez de Balboa en 1512.
En 1519 Hernán Cortés al mando de un ejército español-totonaca-tlaxcalteca guerreó al Imperio azteca derrotándolo en 1521. El hecho es conocido como la Conquista de México y dio lugar a la formación de un reino, el Virreinato de Nueva España.
En 1531, después de dos expediciones fallidas, Francisco Pizarro dio inicio a la Conquista del Perú, también afectada por entonces por una gran epidemia de viruela, que al igual que en México había diezmado el Inca y llevado al imperio a una guerra civil. Pizarro emboscó al Inca Atahualpa para luego asesinarlo y comenzar a tomar control del imperio, que nunca llegó a ser completo, pues durante toda la etapa de implantación de colonias continuarían los focos de resistencia, las zonas libres y las insurrecciones quechuas.
Simultáneamente con la conquista se produjo una notable reducción de la población indígena, llegando a desaparecer completamente en algunos casos. Distintos investigadores y sectores han planteado el fenómeno (mientras la comunidad científica lo resuelve) como un dilema historicista: genocidio o enfermedades traídas de Europa, o a una combinación sincrética de ambos factores.
A diferencia de otros países Europeos los conquistadores españoles no tuvieron prejuicios para mezclarse con la población nativa. Una práctica habitual de los pueblos nativos por ejemplo, era ofrecer, tras una derrota militar, como signo de amistad y en señal de paz, a sus mujeres para "hacer generación", es decir, tener descendencia, inaugurar un nuevo linaje, con sus nuevos aliados.
Protegió y buscó el desarrollo de las ciencias y las artes, y acogió a numerosos filósofos. Fue mencionado como uno de los más notables poetas musulmanes. En el mundo occidental es conocido con el apelativo el «Magnífico» y en el mundo islámico como el «Codificador» o el «Legislador» (en turco Kanuni; árabe: القانونى, al-Qānūnī), debido a la profunda reforma que introdujo en el sistema legal otomano.
Sus mayores aportes a su país fueron la conquista de Siberia llevada a cabo por Yermak Timoféyevich, la creación de un nuevo código legal, el Sudébnik, la centralización del poder en la capital, la creación del Zemski Sobor y la Opríchnina, la conquista de los janatos tártaros de Kazán y Astracán y grandes reformas internas, como la reforma del ejército y la revisión del código legal.
Aquí hizo proclamar la Constitución a pesar de no ser de su agrado. Wellington se opuso a las Cortes de Cádiz y a la Constitución promulgada en 1812, manteniéndose partidario de la restauración del absolutismo del rey Fernando VII.
Aparte de que estando al mando supremo de las tropas angloespañolas, las Cortes de Cádiz le concedieron el 20 de enero la grandeza de España y el título de Conde de Ciudad Rodrigo.
Ha comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con derrotas igual de estrepitosas. Sus guerras de conquista se convirtieron en las mayores guerras conocidas hasta entonces en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos hasta entonces. Durante el periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi todo el occidente y parte central de Europa por conquistas o alianzas y solo fue tras su derrota en la Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813 que se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia en lo que es conocido como los "Cien Días" y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815.
Existen numerosos juegos que incluyen a los llamados conquistadores de la historia universal. Juegos de estrategias en tiempo real para PC, como Total War, Age of Empires II y Empire Earth: The conquerors.
Se conocen juegos de mesa, como Nabuko Generales y Conquistadores. Este último Juego fue creado en Argentina y cuenta con 48 personajes históricos reales como Napoleón, Hammurabi, Escipión el Africano, Ulysses Grant, Alejandro Magno, Wellington, Patton, Rommel, Ciro el Grande, Atila, Gengis Kan, entre otros.
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