José Antonio Páez cumple los años el 13 de junio.
José Antonio Páez nació el día 13 de junio de 1790.
La edad actual es 234 años. José Antonio Páez cumplió 234 años el 13 de junio de este año.
José Antonio Páez es del signo de Geminis.
José Antonio Páez Herrera (Curpa, Capitanía General de Venezuela, Imperio español, 13 de junio de 1790—Nueva York, 6 de mayo de 1873) fue un prócer de la independencia de Venezuela. Fue general, jefe del ejército nacional y jefe militar del departamento de Venezuela. En 1826, lideró el movimiento separatista conocido como La Cosiata, el cual separó a Venezuela de la Gran Colombia, convirtiéndose en una república autónoma.
Nació en Curpa, Provincia de Barinas, el 13 de junio de 1790 (en la actualidad Estado Portuguesa). Venía de una familia de origen canario, pobre y numerosa. Fue hijo de Juan Victorio Páez y María Violante Herrera, natural de Cuara (Sur de Quibor, Lara). Vivía en una casa modesta al lado del río de su pueblo natal. Se casó el 1 de julio de 1809 con Dominga Ortiz, dedicándose al comercio de ganado, aprendió el oficio del llanero y se convirtió en un jinete experto en el manejo del lazo y la lanza.
Entre 1810 y 1813 perteneció al escuadrón de caballería dirigido por Manuel Antonio Pulido, para combatir contra el gobierno español, trabajó para el gobernador realista de Barinas, Antonio Tíscar y Pedrosa, y tras rechazar un ascenso a capitán, regresó a las fuerzas republicanas de Pulido. Avanza a la ciudad de Barinas, que había sido abandonada por los españoles como resultado de la Campaña Admirable del libertador Simón Bolívar.
Entre enero y abril de 1819, Páez libró la campaña de Apure junto a Simón Bolívar contra las tropas de Pablo Morillo, que habían invadido el Apure. En esa campaña Páez libró los combates de Caujaral, Cañafístola, Trapiche de la Gamarra y Las Cocuizas.
El 2 de abril de 1819 se produjo la batalla de Las Queseras del Medio. Los ejércitos de Bolívar y Morillo se encontraban frente a frente divididos por el río Arauca. Páez decidió atacar por sorpresa a Morillo y cruza el río con unos 150 lanceros dirigiéndose al campamento de Morillo a provocarlo a una batalla. Este destaca su caballería al mando de Narciso López, unos 1500 jinetes en total, para que destruyan a Páez. Páez emprendió la retirada teniendo en mente emplear una de sus estrategias favoritas y que tantas veces le había dado resultados que era la de simular retirada y luego volver caras al enemigo para enfrentarlo en un mejor terreno. En efecto, Páez se retiró perseguido por los realistas hasta que en el momento oportuno grita a su tropa: «¡Vuelvan caras!» cayendo sobre sus perseguidores y destruyendo la caballería realista que huye de vuelta a su campamento. Las Queseras fue el mayor triunfo de la carrera militar del general Páez: en reconocimiento a su acción, Bolívar lo condecoró con la Orden de los Libertadores al día siguiente.
Finalizada la campaña de Apure con la retirada de Morillo a la localidad llamada Calabozo, Bolívar inicia la Campaña Libertadora de Nueva Granada y a Páez le corresponden funciones de seguridad y reserva estratégica, vigilar los movimientos de Morillo y cortar en conjunción con el ejército de oriente un posible ataque de Morillo a las fuerzas de Bolívar.
A partir del 28 de abril de 1821 se iniciaron las operaciones que culminarían en la batalla de Carabobo. Páez salió de Achaguas el 10 de mayo a su reunión con Bolívar en La Casa Blanquera y las demás divisiones del Ejército Libertador. El 24 de junio se libró la batalla que selló la Independencia de Venezuela. Páez comandó la Primera División con la cual ejecuta un movimiento de flanqueo de las posiciones realistas por el norte. Tras un duro combate con los batallones Burgos y Hostalrich, los Cazadores británicos sostienen la línea mientras que Páez con la caballería fuerza el paso, entra a la sabana y ataca a la infantería española desde su retaguardia. La Torre se refugia en Puerto Cabello con unos 500 soldados. Bolívar asciende a Páez en el mismo campo de batalla a General en Jefe del ejército colombiano.
En esta batalla los españoles perdieron el 65% de su tropa; los sobrevivientes se refugiaron en el castillo de Puerto Cabello, el cual fue el último reducto de los españoles en territorio venezolano hasta que fueron expulsados de allí por Páez en 1823.
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Poco después de la Batalla de Carabobo, Bolívar nombró a Páez Comandante General del distrito militar que incluía las provincias de Caracas, Barquisimeto, Barinas y Apure. Páez salió de Valencia a los llanos de Calabozo para acabar con un levantamiento realista instigado por Francisco Tomás Morales quien se había refugiado en Puerto Cabello con los restos de ejército realista. Ese mismo año, tras haber sofocado la rebelión, Páez volvió a Valencia desde donde vigiló el sitio de Puerto Cabello. Debido a una epidemia que azotó a su ejército causándole muchas bajas, Páez vuelve con su tropa a Valencia a principios de 1822. El 11 de agosto derrota a Morales en la batalla de Naguanagua cerca de la población homónima, tras haber salido este de Puerto Cabello con el fin de tomar Valencia. Poco después Morales sale con una flotilla con destino a La Guajira para tratar de invadir Venezuela por el occidente pero es derrotado en la batalla naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823. Páez estrecha el sitio de Puerto Cabello y el 7 de noviembre toma por asalto las últimas posiciones realistas en la ciudad.
En 1825 se vivió un estado de emergencia en Venezuela por la actividad de algunas guerrillas realistas y la posibilidad de una invasión española desde Cuba, estos hechos motivaron a que el gobierno decretara una conscripción militar. Páez cumplió la orden de reclutamiento pero algunos excesos de sus reclutadores y la enemistad de la municipalidad de Caracas con él, le traen una acusación de la municipalidad al gobierno central de Bogotá por atropellos. Páez fue destituido de su puesto de Comandante General del Departamento de Venezuela y llamado a Bogotá para enfrentar un juicio. Inicialmente dispuesto a refutar los cargos, Páez debido a presiones por parte de líderes influyentes entre ellos Miguel Peña Páez cambió de idea tras el pronunciamiento favorable de Valencia, donde desconocen al nuevo comandante general Juan Escalona e instan a Páez a permanecer en el mando. El movimiento, conocido como La Cosiata se extendió por buena parte del departamento y estuvo cerca de estallar en una guerra civil, hasta que El Libertador que vino desde Perú se entrevista con Páez el 1 de enero de 1827 y para el día 19 del mismo mes decreta un indulto a todos los implicados y lo nombra Jefe Civil y Militar de Venezuela.
Páez salió fortalecido del movimiento, restituido como Comandante General del departamento y visto como el hombre que podía enfrentar la política forjada desde Bogotá por Francisco de Paula Santander.
Durante su estadía en Caracas, Bolívar le explicó el plan de la invasión a Cuba que estaría comandado por Páez con unos 10 000 infantes y 1000 jinetes. El plan no se llevó a cabo.
Los años que siguen por fin del movimiento de La Cosiata ven intensificarse los sentimientos separatistas con Páez como jefe máximo de los que deseaban la secesión. A finales de 1829 una asamblea reunida en el convento de San Francisco en Caracas, desconoció la autoridad de Bolívar y del gobierno colombiano, y entrega el poder a Páez, quien en un oficio dirigido a Bolívar lo insta a aceptar la separación de Venezuela.
José Antonio Páez, quien venía ejerciendo las funciones de jefe Civil Militar del Departamento de Venezuela (Caracas, Carabobo, Barquisimeto, Barinas y Apure) desde 1822, cargo que le fue confirmado por la Municipalidad de Valencia el 30 de diciembre de 1826, y ratificado por el Libertador en el mismo año, se alzó contra la autoridad de Simón Bolívar, y estableció el 27 de diciembre de 1829, a la edad de 39 años, un Gobierno Provisional al constituirse en Jefe de la Administración, y al mismo tiempo expidió un decreto donde convoca a la elección de Diputados para un Congreso Constituyente que se reuniría en la ciudad de Valencia el día 30 de abril de 1830.
El 29 de enero de 1830, se abrieron las Asambleas primarias para el nombramiento de los electores que habían de designar en cada Provincia a los Diputados al Congreso Constituyente. Por falta del número legal de Diputados, ya que sólo asistieron 33 de los 48 elegidos, la instalación del Congreso Constituyente de Venezuela se efectuó el 6 de mayo de 1830 en la ciudad de Valencia, y el mismo día, los congresistas decidieron que, «hasta que se resolviera otra cosa», el general José Antonio Páez continuaría en el desempeño de las funciones del Poder Ejecutivo.
El Congreso Constituyente de Venezuela sancionó el 22 de septiembre de 1830 la Constitución que debía regir la nueva República de Venezuela, la cual entró en vigencia el mismo mes.
El primer Congreso Constitucional de la República de Venezuela se instaló en la ciudad de Valencia el 18 de marzo de 1831, y el 24 del mismo mes, fueron examinados por el Senado los Registros Eleccionarios y se practicó el escrutinio legal para elegir al Presidente de la República.
Como era de esperarse, para el primer período constitucional de cuatro años, resultó elegido Presidente de la República el general José Antonio Páez, quien obtuvo 136 votos (86,07 %) de los 158 electores que sufragaron. Esta elección no fue más que el reconocimiento de una situación que se venía manifestando desde 1826, ya que desde ese año, Páez detentaba el poder material, y la República de 1831, no fue más que la «expresión militar del caudillo llanero», con el apoyo de terratenientes y los militares anti-bolivarianos.
Al día siguiente, se practicó la votación para elegir al primer Vicepresidente de la República, y como ninguno de los candidatos obtuvo mayoría legal, fue perfeccionada la elección y resultó designado por dos años, el Licenciado Diego Bautista Urbaneja.
El 11 de abril de 1831, Páez prestó juramento legal como Presidente Constitucional de Venezuela; un fragmento de su discurso ese día al tomar posesión del cargo:
Para las elecciones presidenciales del período 1835-1839, el presidente Páez apoyó al general Carlos Soublette. El 28 de enero de 1833 se reunió el Congreso Constitucional y se votó para elegir al Vicepresidente de la República para el período 1833-1837. Los votos de los electores se repartieron así; general Carlos Soublette 52 (29,21 %), doctor Andrés Narvarte 31 (17,41 %), general Bartolomé Salom 21 (11,79 %).
Como ninguno de los candidatos obtuvo las dos terceras partes de los votos requeridos por la ley, el Congreso realizó una nueva elección entre Soublette y Narvarte, siendo electo este último Vicepresidente de la República.
El presidente Páez gobernó con una paz relativa durante su período, y logró una leve recuperación de la economía devastada por la guerra. Sin embargo hubo que hacer frente a las revoluciones, como la encabezada en Oriente por el general José Tadeo Monagas; la de Caracas contra los mantuanos en 1831, y la de Gabante en 1834, y a dificultades de orden político, auspiciadas por militares descontentos: unos por no intervenir directamente en la administración pública, otros por grupos civiles y miembros de la comunidad universitaria, apoyando al médico José María Vargas a pesar de la renuencia de este a aceptar su postulación. Los militares descontentos con el régimen auparon la candidatura del general Santiago Mariño.
Páez es elegido Presidente por segunda vez en las elecciones de 1838, obtuvo 212 votos en total de 222 votos sufragantes de segundo grado. Durante su período Páez se ocupa de asuntos de defensa, transporte, así como se empiezan a sentir los efectos de la crisis económica internacional de 1838 y la creciente oposición del Partido Liberal fundado en 1840.
Páez llegó a amasar una considerable fortuna, siendo propietario de cinco hatos: San Pablo, El Frío, La Yeguera, Mata Totumo y Mata Gorda.
El Partido Liberal se acrecienta con la prédica de políticos como Antonio Leocadio Guzmán, Ezequiel Zamora y Napoleón Sebastián Arteaga. En 1846, durante el gobierno de Carlos Soublette, conservador igual que Páez, estalla una rebelión popular en los valles de Aragua, Carabobo, Guárico, llanos occidentales y oriente del país. La rebelión toma un fuerte impulso rápidamente y Páez sale a combatirla como general en jefe del ejército constitucional. Las fuerzas de Páez tras varios meses sin lograr una victoria de importancia, logran capturar en 1847 a los líderes de la revuelta: Ezequiel Zamora y José Francisco Rangel.
Entre 1850 y 1859 Páez viaja por el mundo conociendo importantes personajes. El 28 de mayo de 1859 arriba a la isla de Saint Thomas donde lo reciben las autoridades y pobladores de la isla, permanecería un corto tiempo hasta partir a los Estados Unidos donde visita Filadelfia en julio de ese año y luego Nueva York en agosto. Seguidamente viaja a Nueva Jersey en septiembre y para regresar a Filadelfia. En Nueva York pasa revista el 29 de octubre de aquella ciudad en su honor. En febrero de 1851 parte para Baltimore donde es nuevamente agasajado y de allí a Washington.
Regresa a Nueva York donde vive hasta 1854 y realiza un viaje a México donde es recibido en octubre de ese año por el presidente Antonio López de Santa Anna quien lo nombra «Miembro de la Orden de Guadalupe de México».
En 1856 viaja a Francia y es recibido por el emperador Napoleón III en el salón de los soberanos. Luego sigue su viaje por Europa central y en Múnich es recibido por el príncipe Luis de Baviera. Finalmente vuelve a Nueva York ese año.
En 1858 recibe noticias del derrocamiento de los Monagas por la Revolución de Marzo. El nuevo gobierno restablece a Páez todos sus títulos y honores y le levanta la pena del destierro, invitándolo a volver al país para encargarse del ejército y la pacificación.
Tras ser despedido de Nueva York con una parada militar mandada por el general George McClellan, Páez parte de la ciudad y llega a Venezuela en enero de 1859 siendo recibido con grandes fiestas en Puerto Cabello, Valencia y Caracas.
Al llegar a Venezuela el 18 de diciembre de 1858 el país se encuentra con una gran convulsión política y social de los grupos monaguistas, liberales y federalistas, descontentos con el gobierno del presidente Julián Castro.
Al estallar la Guerra Federal el 20 de febrero de 1859, en Coro, Páez es nombrado jefe de operaciones de Carabobo pero renuncia al cargo en abril al no obtener las facultades que exige. Retorna a Caracas el 6 de mayo donde recibe el encargo de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Venezuela en los Estados Unidos para una misión diplomática que no tuvo éxito.
Al regresar a Venezuela en 1860 gobierna el ejecutivo Manuel Felipe de Tovar, quien lo nombra comandante general de todos los ejércitos del gobierno. Al asumir la presidencia Pedro Gual y designar este como su segundo a Ángel Quintero, antiguo ministro y secretario de Páez, comienza una campaña dirigida por Pedro José Rojas con la consigna de «Quintero es la guerra, Páez es la paz» como rechazo ante una posible sucesión de Quintero a la presidencia y en apoyo de que Páez asuma el poder.
Las pugnas entre conservadores civilistas y militaristas terminó en el derrocamiento y prisión de Gual por los militares y la proclamación de la dictadura de Páez el 10 de septiembre. Todo el año 1862 y parte de 1863, conduce Páez la guerra contra los federalistas encabezados por Juan Crisóstomo Falcón. Finalmente se rinde con el Tratado de Coche, poniendo fin a las hostilidades en abril de 1863. Páez gobierna nominalmente en Caracas hasta mediados de junio y el 13 de agosto sale de Venezuela por tercera y última vez, estableciendo su residencia de nuevo en Nueva York.
En Nueva York Páez conoció al entonces ministro plenipotenciario de la Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, quien lo impresionó vivamente por sus ideas respecto a la importancia que debía darse a la educación. Entre 1868 y 1871 residió en Buenos Aires, donde se le reconoció su grado militar. En 1871 viajó a Francia y más tarde a Nueva York.[cita requerida]
El general José Antonio Páez falleció en Nueva York el 6 de mayo de 1873, cuando contaba con 82 años de edad. Su muerte se produjo a las siete y veinticinco de la mañana, en una modesta casa marcada con Nro. 42 de la calle 20 este, asistido por el médico A. K. Gardner, muere a causa una bronconeumonía, resultado de un fuerte resfriado, probablemente adquirido en los paseos a caballo que acostumbraba a realizar por Central Park en las semanas previas a su fallecimiento, debido al frío clima neoyorquino. Para el momento de fallecer, estaban a su lado, su hijo Ramón Páez Ricaurte y muchos emigrados políticos como él, la mayoría cubanos.
Había muerto casi en la miseria y en sus últimos años se le veía llevar una vieja ropa para ser remendada. Su cadáver fue embalsamado gratuitamente por el médico cubano Federico Gálvez.
Su cadáver sería sepultado en una parcela municipal del Marble Cementery por no contar con dinero suficiente para adquirir una privada. Allí permaneció durante 15 años y estuvo a punto de ser colocado en una fosa común por cuanto no había dejado bienes de fortuna a sus familiares para que estos cubriesen los gastos de un sepulcro digno y privado.
Tomás Michelena en su obra Resumen de la Vida Militar y Política del Ciudadano Esclarecido General José Antonio Páez (Tipografía El Cojo, 1899) describe el hecho de la siguiente manera:
Fue solamente en 1888 cuando los restos de Páez regresaron a su patria durante el gobierno del general Hermógenes López. Los actos que entonces se organizaron para llevar sus restos al Panteón Nacional de Venezuela se intitularon La Apoteosis del General Páez. Su cadáver había estado fuera de su tierra natal durante quince años. Crearon un monumento a José Antonio Páez en la plaza Glorias Patrias de la ciudad de Mérida.
En los departamentos de Boyacá y Cauca existen los municipios con el apellido Páez en honor al caudillo venezolano: Páez (Boyacá) y Páez (Cauca).
En Arauca el puente internacional lleva su nombre
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