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Isla de Cuba



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Cuba, oficialmente República de Cuba,[1]​ es un país insular, asentado en las Antillas del mar Caribe. El territorio está organizado en quince provincias y un municipio especial con La Habana como capital y ciudad más poblada.

Cuba es uno de los trece países que forman la América Insular, Antillas o islas del mar Caribe, y uno de los treinta y cinco del continente americano. La isla de Cuba tiene origen orogénico. Completan el archipiélago la isla de la Juventud y más de un millar de cayos o pequeñas islas que las rodean: Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Santa María, Cayo Las Brujas, Cayo Ensenachos y Cayo Cruz, en el archipiélago conocido como Jardines del Rey; Cayo Jutías y Cayo Levisa, en el archipiélago de los Colorados; y Cayo Largo del Sur,[11]​ entre otros. Colinda, al norte, con el estado estadounidense de Florida, con las Bahamas, al oeste con México, Honduras, y al sur con las Islas Caimán y Jamaica. Al sudeste de Cuba, se encuentra la isla de La Española. Está ubicado en el extremo noroeste de las Antillas, limitando al norte con el océano Atlántico a 793 km del Triángulo de las Bermudas, que lo separa de Estados Unidos y Bahamas, al este con el Paso de los Vientos, que lo separa de Haití, al sur con el mar Caribe y al noroeste con el golfo de México. Con 11 193 470 habitantes en 2019 es el segundo país más poblado de las Antillas, después de Haití, con 109 884 km², el más extenso, y con 101,9 hab./km², el tercero menos densamente poblado, por detrás de Dominica y Bahamas. Junto a La Española, Jamaica y Puerto Rico, es una de las cuatro Antillas Mayores y la mayor isla de la región.

Previo al período de la colonización española de América iniciado en el siglo XVI, el territorio cubano se encontraba habitado por diversos pueblos amerindios. Cuba se mantuvo como colonia española hasta 1869, y como provincia española hasta la Guerra hispano-estadounidense de 1898, a partir de la participación de Estados Unidos en la guerra de Independencia cubana. El triunfo estadounidense condujo a la independencia nominal de facto como protectorado de Estados Unidos en 1902. Durante la primera mitad del siglo XX, Cuba trató de reforzar su sistema democrático, pero tras fuertes conflictos sociales y tensiones políticas, se produjo un Golpe de Estado en 1952, que dio lugar a la dictadura de Fulgencio Batista.

Batista huyó de Cuba el 1 de enero de 1959 después de más de tres años de lucha armada encabezada por el Movimiento 26 de Julio encabezado por Fidel Castro y por el Directorio revolucionario. En 1965, se fundó el Partido Comunista de Cuba, que gobierna el país desde entonces. Este fue un punto de alta conflictividad entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, al punto de llevar a ambas naciones al borde de una guerra nuclear durante el desarrollo de la Crisis de los misiles de 1962.

Cuba se autodefine como un Estado socialista de derecho y justicia social; con un sistema político de partido único gobernado por el Partido Comunista de Cuba (PCC), cuyo papel se encuentra amparado por la constitución. El sistema de gobierno ha sido calificado de dictadura,[12][13][14][15][16][17]​ principalmente por el lapso extendido y carácter autoritario del Partido Comunista.

Ocupa el puesto 70.º y 73.º, en el Índice de desarrollo humano elaborado por la Organización de las Naciones Unidas, y el 6.º entre los latinoamericanos.[18][19]​ De acuerdo con la ONU, era el único país del mundo a inicios del siglo XXI que cumplía los dos criterios que, para la organización WWF, significan la existencia del desarrollo sostenible: desarrollo humano alto (IDH 0,8) y huella ecológica sostenible (huella < 1,8 ha/p).[20]​ Según la ONU, Cuba tiene, junto con Chile unos de los índices de desarrollo humano más elevados de Latinoamérica.[21][a]

Existen diversas teorías respecto al origen del vocablo «Cuba». Una hipótesis afirma que es una deformación de la palabra taína «cubanacán» que es el nombre con que los nativos de la isla Española se referían a este territorio, según lo escrito en el diario de navegación de Cristóbal Colón; sin embargo esta propuesta ha sido criticada por el hecho de que no se conserva el diario original, sino una versión resumida, a partir de la cual se hace tal afirmación.[27]

Otra teoría al respecto es que el nombre proviene de la palabra árabe coba, que se usa para designar una mezquita con cúpula y que la isla habría sido bautizada de esa manera por la forma de las montañas vista desde Bariay, el primer sitio de Cuba en que Colón desembarcó.[27]​ Igualmente existe una hipótesis de que la isla fue bautizada en honor a la localidad portuguesa de Cuba, siendo esta idea defendida principalmente por aquellos que sostienen que Cristóbal Colón era de origen portugués.[28][29][30]

La percepción actual de los habitantes prehispánicos de Cuba viene de los relatos de los conquistadores ibéricos, llamados Cronistas de las Indias, como Bartolomé de las Casas, quien distinguió tres culturas diferentes en cuanto a rasgos étnicos, lingüísticos y de desarrollo tecnológico y social, las cuales llamó Guanahatabey, Siboney (o Sibuney) y Taína.

En el último siglo, los estudios arqueológicos, etnológicos y morfológicos han permitido indagar más en la vida de esos primeros habitantes que llegaron a la isla alrededor del 6000 a.C., en migraciones procedentes de la América continental. Esos primeros grupos eran cazadores paleolíticos de origen mongoloide.

La segunda migración, hace 4500 años, procedía de Centro y Sudamérica; tenían una fisionomía parecida a la del primer grupo. La tercera y cuarta migración procedió de las Antillas en torno al 500 a. C.

Una clasificación más atenida a la evolución de estos grupos humanos establece también tres grupos: el de la edad de la concha (Guanahatabey), el de la edad de la piedra (Siboney) y la edad de la alfarería (Taína).

Esos grupos tenían en común una organización gentilicia matriarcal, con división del trabajo por sexo y edades con una forma de religión animista y culto a los antepasados.

El 27 de octubre de 1492 llegaron a costas cubanas por la zona de Bariay, tres naves españolas, La Pinta, La Niña y la Santa María, comandadas por Cristóbal Colón, quien desembarcó al siguiente día.[31]

Entre esa fecha y el 5 de noviembre, las naves se movieron por la costa oriental de Cuba, y el viernes 2 de noviembre, designó a dos de sus hombres para que, durante seis días, se internasen en el territorio cubano.

Colón denominó a la isla de Cuba como Isla Juana en deferencia al príncipe Juan, heredero de la corona.[32]

Colón pensaba que había llegado a las Indias orientales, específicamente al Cipango (Japón) y no se imaginaba que detrás de esta pequeña isla, se encontraba un continente gigantesco, desconocido para el mundo europeo.

Según las Cartas de Indias, una vez que Colón pisó suelo cubano, se arrodilló en la arena y con la cabeza inclinada hacia arriba exclamó: «Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás».

Posteriormente, en 1494, durante su segundo viaje,[33]​ Colón descubrió la actual isla de la Juventud,[34]​ a la cuál bautizó como "La Evangelista".

En 1508, Sebastián de Ocampo realizó el primer viaje de circunnavegación de Cuba. En 1513, Diego Velázquez de Cuéllar fue enviado por los reyes de España como adelantado de la Corte para las nuevas posesiones del reino. Fue nombrado gobernador de Cuba, con la facultad de fundar villas y efectuar repartimientos de indios, entre otras.

Ya Velázquez había fundado la primera villa en territorio cubano, Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa en 1511. En 1513 fundó San Salvador de Bayamo, así preparó la fase siguiente de la conquista, la exploración del resto de la isla, paso previo a la creación de nuevas villas. En enero de 1514 se fundó La Trinidad. El 2 de febrero de 1514 se fundó la única villa de la costa norte (que sería trasladada al interior), Santa María del Puerto del Príncipe (actual Camagüey). Entre abril y mayo de 1514 se fundaron San Cristóbal de La Habana y Sancti Spíritus. El 24 de junio de 1514 se funda San Juan de los Remedios. Por último, en agosto de 1515, quedó establecida Santiago de Cuba.

Estas villas constituían la base legal, organizativa y política en cada región lo cual se lograba al establecer en cada acto de fundación, la institución del municipio, y también garantizaban la concentración y permanencia en el territorio de un núcleo conquistador mediante la vecindad.

La encomienda fue la institución que trazó el rasgo de carácter de la primera colonia. Esta institución colocaba a los aborígenes cubanos en manos de los españoles encomenderos, quienes debían cristianizarlos y enseñarles a trabajar.

El 10 de febrero de 1516, por petición de Velázquez, se creó el obispado de Cuba, cuya sede original estuvo en Baracoa y fue trasladada en 1523 a Santiago de Cuba. Esta villa sería la primera capital de la Cuba española hasta que la sede del gobernador fue trasladada definitivamente a San Cristóbal de La Habana, a mediados del siglo XVI. Por otro lado, la villa de San Cristóbal de La Habana, que había sido fundada en 1514 en la costa sur del occidente de la isla, fue trasladada de lugar en, al menos, dos ocasiones hasta que, el 16 de noviembre de 1519, quedó finalmente emplazada en su actual ubicación. Esta última fecha se considera como la fundación definitiva de la ciudad.

Cuba quedó integrada en el virreinato de Nueva España cuando este se creó en el año 1535. La isla y sus provincias conformaban la Gobernación de Cuba, que era una dependencia de la Capitanía General de Santo Domingo. Posteriormente recibió mayor autonomía desde 1764 como fruto de las reformas borbónicas llevadas a cabo en el Virreinato de Nueva España por el Conde de Floridablanca. La Gobernación de Cuba comprendía, además de la isla de Cuba, Jamaica (hasta 1655), la provincia de La Florida (desde 1567) y la Luisiana española (desde 1763). En el 1777 se constituyó la Capitanía General de Cuba como entidad sucesora de la Gobernación y con mayor autonomía y atribuciones, que incluía los mencionados territorios.


El sector económico más importante en estos primeros años de la colonia fue la extracción de oro y otras formas de minería con el empleo de aborígenes encomendados así como algunos esclavos negros que se integraron desde muy temprano al conglomerado étnico que, siglos después, constituiría el pueblo cubano. Una vez agotados los yacimientos de oro, este sector recaería sobre el cobre de Santiago del Prado.

Ya en 1503, los Reyes Católicos fundaban la Casa de Contratación de Sevilla destinada a organizar y regular el comercio español con sus nuevos territorios, lo que despertó los celos de otras potencias europeas.

A consecuencia de las guerras entre Francia y España, hicieron su presencia en el Caribe los primeros corsarios franceses, a los que se sumaron después, piratas ingleses y holandeses. Sin embargo, fueron los franceses los que atacaron la isla, como Roberto de Baal y Jacques de Sores.

Para repelerlos, la corona puso en marcha dos proyectos, ambos ventajosos para la nueva capital, La Habana. El primero fue el Sistema de Flotas o Puerto Único, mediante el cual todas las embarcaciones de las Indias Occidentales (Hispanoamérica) tenían que partir juntas rumbo a España desde el otrora Puerto de Carenas (la bahía de La Habana), lo que desarrolló un auge comercial sin precedentes en la ciudad, con el crecimiento de su población y la diversificación de su actividad por la creación de nuevos oficios. El segundo plan fue dirigido a fortificar la ciudad, el cual tuvo como precedente la construcción en 1538 de la segunda fortaleza de América, la llamada Castillo de la Real Fuerza.

De años posteriores datan las fortificaciones del Morro y la Punta, destinadas a proteger la bahía. Este desarrollo económico de La Habana contrastaba sobremanera con la reducida actividad comercial de las poblaciones alejadas, las cuales iniciaron un comercio de contrabando con los corsarios extranjeros.

En el siglo XVIII casi todas las tierras ya estaban repartidas en la isla, en particular las occidentales y las de las grandes sabanas, pero muchas se mantenían improductivas y despobladas. La producción de tabaco se incrementó entre 1713 y 1720. Paralelo al proceso tabacalero, se dio el azucarero. Las nuevas fábricas o trapiches se ubicaron en las proximidades de los centros urbanos. En 1740 se creó la Real Compañía de Comercio de La Habana, a ella se le otorgó el privilegio del control y conducción del tabaco, los azúcares y el coambre de Cuba a España, como parte del control metropolitano.

El desarrollo de las ciudades y villas fue marcadamente desigual. La Habana llegó a ser a mediados de siglo, la tercera urbe y el primer puerto del Nuevo Mundo con una activa y bulliciosa vida portuaria y comercial. En 1728 se fundó la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana y el colegio de San José, que junto a los conventos de Belén y San Francisco, imparten la enseñanza en la capital y el Seminario de San Basilio el Magno en Santiago de Cuba.

En esta etapa comienzan a observarse las primeras luchas sociales de Cuba como consecuencia de las medidas monopólicas tomadas por la Corona acentuados ahora por el "Estanco del Tabaco", que prohibía la venta del producto a particulares, colocaba un precio arbitrario y establecía las cantidades a comprar. Los movimientos se concentran en los vegueros y los cobreros, lo que dio lugar a protestas y sublevaciones, la tercera de las cuales fue reprimida mediante la ejecución de once vegueros en Santiago de las Vegas, próxima a la capital. Imposibilitados de vencer al monopolio, los más ricos habaneros decidieron participar de sus beneficios.

Al estallar la guerra de los Siete Años, entre Francia e Inglaterra, España entraría a favor de la primera. Esta contienda sirvió de escenario para que los ingleses dirigieran la mayor armada que había cruzado el Atlántico bajo la dirección de Sir Jorge Pockock con el objetivo de tomar La Habana. La ciudad fue defendida de forma combativa tanto por los criollos, dirigidos por José Antonio Gómez (capitán de milicia de la cercana villa de Guanabacoa, muerto a consecuencia de los combates) como por españoles dirigidos por el capitán español don Luis de Velasco. Sin embargo, el 12 de agosto de 1762 se firmó la capitulación de la ciudad. Al día siguiente entraban triunfantes las tropas británicas. Esta ocupación duró once meses.

El 6 de julio de 1763 tomaba posesión del gobierno de Cuba, en nombre del rey de España, el teniente general Ambrosio de Funes y Villalpando, conde de Ricla. A cambio de la estratégica posición, se le entregaba a Gran Bretaña la península de La Florida.

Las prioridades del conde de Ricla y sus sucesores ilustrados estaban dirigidas al fortalecimiento militar de la isla. Este objetivo debía cumplirse aplicando una nueva política que se basaba en la necesidad de crear una amplia base económica y ágiles mecanismos administrativos que le permitieran que el sistema defensivo fuese lo más autóctono y potente posible.

El castillo de Jagua fue erigido por el rey Felipe V de España en 1742 para proteger la bahía de Cienfuegos. En el breve período de dos años, en La Habana se reconstruyen las fortalezas del Morro, La Fuerza y La Punta; se edifican las fortalezas de La Cabaña, Atarés y El Príncipe; los fortines de La Chorrera, San Lázaro y Cojímar y se moderniza la muralla. Hacia 1774, el sistema se completó con la ampliación de los castillos de San Severino en Matanzas y El Morro, en Santiago de Cuba.

Es de destacar el diferente proceso colonizador de los españoles frente al resto de los imperios de la época. Mientras los españoles trataron de integrar a la población local y convertirla al cristianismo, los ingleses y franceses los exterminaban y repoblaban sus colonias con esclavos traídos de África. Un dato que muestra esta política es el bajo número de esclavos que el Imperio español tenía en la isla en el siglo XVIII: 50 000 frente a los 60 000 en Barbados o 300 000 en Virginia, del Imperio británico; o los 450 000 que los franceses tenían en Haití.

En cuanto a la economía, se reorganizó la administración con la creación de la Real Intendencia General de Ejército y Hacienda; la supresión de los privilegios de la Real Compañía de La Habana y la autorización del libre comercio con extranjeros; la promulgación por la corona de la nueva ley arancelaria; la liquidación del monopolio de Cádiz con la apertura al comercio de la isla de otros puertos españoles, la ejecución de planes de desarrollo urbano y el reajuste de todo el sistema de impuestos con el objetivo de que, a corto plazo, cubriese los gastos administrativos de la isla.

Bajo Ricla y su sucesor el marqués de la Torre, La Habana incrementó la pavimentación e inició el alumbrado de las calles, dispuso medidas sanitarias, e inició la construcción del primer paseo habanero, la Alameda de Paula; del primer teatro, El Principal; y del Palacio de los Capitanes Generales. Se llevó a cabo el primer censo poblacional de 1774 y se inició el trazado urbanístico de la ciudad, mediante el cual se prohibió las casas de guano y se fue imponiendo una nueva arquitectura de grandes y ostentosos palacios.

Los hacendados criollos se enriquecieron y su flamante poder se materializó en instituciones que, como la Sociedad Económica de Amigos del País y el Real Consulado, canalizaron su influencia en el gobierno colonial.

Entre 1782 y 1785 el Capitán general de la Habana y gobernador de Cuba, el ilustrado Luis de Unzaga y Amézaga, medio cubano ya que aunque nació en Málaga pasó casi toda su vida en Cuba, coordinó la ayuda a Estados Unidos, que le fueron solicitando los padres fundadores George Washington, Robert Morris, Patrick Henry para que, con el apoyo crucial de su cuñado Bernardo de Gálvez, se pudiera ganar la guerra a los ingleses, tras lo cual Luis de Unzaga y Amézaga en abril de 1783 recibió en La Habana la visita del príncipe Guillermo IV de Inglaterra, llegando a acuerdos preliminares del Tratado de paz de París como el intercambio de prisioneros o el intercambio de las Bahamas por la Florida oriental, así en la Capitanía general de Cuba, además de la Luisiana, incluirá a las Floridas. En 1784 seguirá manteniendo una buena relación vecinal con Estados Unidos, hasta el punto que tras el paso de un ciclón que desoló la isla, el gobernador Unzaga logra el comercio y dinero necesario para reconstruir varias ciudades, incluso para construir escuelas públicas, de hecho el ilustrado Unzaga está considerado el creador del primer sistema educativo público bilingüe del mundo.[35]

En este contexto hace su entrada en la escena histórica cubana un cerrado y brillante grupo de hombres de pensamiento, la "Generación del 92" o la ilustración reformista cubana. Francisco de Arango y Parreño es el más brillante expositor del proyecto socioeconómico y el de mayor agudeza política. Las principales proposiciones de este grupo liderado por Parreño eran: libre comercio de esclavos; aumento de la esclavitud para resolver las necesidades de fuerza de trabajo y eliminación de todos los obstáculos que impiden su explotación intensiva; mejoramiento y perfeccionamiento en la utilización de tierras y la aplicación de la más moderna técnica; desarrollo tecnológico de la manufactura azucarera, desarrollo científico del país, libertad de comercio y disminución de la usura en los préstamos necesarios para incrementar la agricultura y la manufactura.

Cuba se desarrolla notablemente durante la primera mitad del siglo XIX gracias a las reformas económicas del superintendente Claudio Martínez de Pinillos, quien incluso introduce el ferrocarril en 1837 en la línea La Habana-Guines, el primero de todo el mundo hispánico. Pero hacia 1802 había comenzado a observarse otra corriente en la Ilustración reformista cubana. El movimiento se aglutina alrededor del obispo de La Habana Juan José Díaz de Espada Fernández y Landa y tiene dos centros de proyección colocados bajo la dirección de aquel: el Real y Conciliar Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio y la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana. La actividad de este nuevo grupo se dirige más a la esfera social y a la del pensamiento que a la económica.

Desde el punto de vista político su proyección no es homogénea aunque todos sus integrantes muestran adhesión a las ideas políticas modernas, una tendencia descentralizadora y autonómica y la ponderación de lo cubano en formación en cuyo proceso quieren incidir. Espada es antirracista, antiesclavista, antilatifundista, crítico de la oligarquía y asume un proyecto de desarrollo sobre la base de la pequeña propiedad agraria. En esta corriente se formaron Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Antonio Saco, Felipe Poey y Domingo del Monte, entre otros.

Otra corriente política cifraba sus esperanzas de solución de los problemas cubanos en la anexión a Estados Unidos. Un sector de los hacendados esclavistas veía en la incorporación de Cuba a los Estados Unidos una garantía para la supervivencia de la esclavitud, dado el apoyo que encontrarían en los estados sureños. Estos, agrupados en el "Club de La Habana" favorecieron las gestiones de compra de la isla por parte del gobierno de Washington, así como las posibilidades de una invasión "liberadora" encabezada por algún general estadounidense en contra de España.

En esta última dirección encaminó sus esfuerzos Narciso López, general de origen venezolano que, tras haber servido largos años en el ejército español, se involucró en los trajines conspirativos anexionistas. López condujo a Cuba dos fracasadas expediciones, y en la última fue capturado y ejecutado por las autoridades coloniales en 1851.

Otra corriente separatista más radical aspiraba a conquistar la independencia de Cuba. De temprana aparición —en 1810 se descubre la primera conspiración independentista liderada por Román de la Luz—, este separatismo alcanza un momento de auge en los primeros años de la década de 1820. Bajo el influjo coincidente de la gesta emancipadora en el continente y el trienio constitucional en España, proliferaron en la isla logias masónicas y sociedades secretas. Dos importantes conspiraciones fueron abortadas en esta etapa, la de los Soles y Rayos de Bolívar (1823), en la que participaba el poeta José María Heredia ―cumbre del romanticismo literario cubano― y más adelante la de la Gran Legión del Águila Negra, alentada desde México.

El padre Félix Varela Morales, definido por Luz y Caballero como "el que nos enseñó primero en pensar", fue el iniciador de la ideología de la independencia cubana. Educador, político sagaz, filósofo, sostuvo que Cuba debía ser independiente tanto de España como de los Estados Unidos y que esa independencia solo sería real si se lograba con los propios medios y por los propios naturales. Condenado a muerte por la corona española, vivió en el exilio hasta su muerte en 1853. Su esfuerzo, sin embargo, tardaría largos años en fructificar pues las circunstancias, tanto internas como externas, no resultaban favorables al independentismo cubano.

El fracaso de la Junta de Información convocada en 1867 por el gobierno metropolitano para revisar su política colonial en Cuba, supuso un golpe demoledor para las esperanzas reformistas frustradas en reiteradas ocasiones. Tales circunstancias favorecieron el independentismo latente entre los sectores más avanzados de la sociedad cubana, propiciando la articulación de un vasto movimiento conspirativo en las regiones centro orientales del país.

El 10 de octubre de 1868 en el Ingenio "La Demajagua", que le pertenecía el hacendado Carlos Manuel de Céspedes, en la región de Manzanillo, comenzó la primera guerra de independencia cubana. Céspedes libera a sus esclavos y, sin imponerles nada, los invita a iniciar la lucha contra el colonialismo español que se imponía en Cuba. Así se iniciaba el periodo revolucionario de las luchas por la independencia de Cuba que no triunfaría hasta el 20 de mayo de 1902. En este levantamiento se traza Céspedes un programa de lucha donde expresa las causas y los objetivos del inicio de la guerra conocido como el Manifiesto del 10 de Octubre.

Sin embargo, la guerra fracasó, fundamentalmente por la falta de unidad en las fuerzas independentistas. No se pudieron alcanzar los dos objetivos principales de la lucha: la abolición de la esclavitud y la independencia.

Durante el período de la guerra que por el tiempo que se extendió tomó el nombre de Guerra de los Diez Años surgieron grandes jefes revolucionarios, que tuvieron una significación histórica en las posteriores guerras y contiendas. Es el caso de Ignacio Agramonte, Antonio Maceo, Máximo Gómez, José Maceo, Vicente García González y Calixto García, entre otros muchos.

Entre 1878 y 1895 Estados Unidos hacen importantes inversiones en Cuba, sobre todo en azúcar, minería y tabaco. Hacia 1895 ascendían a 50 millones de pesos. En esta etapa Estados Unidos intensificó su control comercial sobre Cuba.

Como consecuencia de la guerra y de las transformaciones económicas que exigían mano de obra cualificada, España decretó en 1886 la abolición de la esclavitud, lo que provocó el aumento del proletariado. A ello se unía la negativa situación comercial. Las presiones de la burguesía textil catalana habían llevado a promulgar de la Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas (1882) y el Arancel Cánovas (1891),[36]​ que garantizaban el monopolio del textil catalán obligando a Cuba absorber sus excedentes de producción.[37]​ Este privilegio en el mercado cubano asentó la industrialización en Cataluña durante la crisis de la década de 1880, derivada de sus problemas de competitividad,[38]​ a costa de los intereses de la industria cubana, lo que fue un estímulo esencial de la revuelta.[39]

Durante esta etapa se produjeron cambios que acentuaron la estructura colonial, la deformación económica y la dependencia del exterior, lo que exigía la necesidad de una guerra de liberación nacional.

Entre 1879 y 1880 tuvo lugar la Guerra Chiquita, preparada por Calixto García al frente del Comité Revolucionario Cubano de Nueva York. Se sumaron, dentro de Cuba, Quintín Bandera, José Maceo y otros. Se produjeron alzamientos de importancia en Oriente y Las Villas. España triunfó con facilidad e hizo que los cubanos sintieran la necesidad de otra preparación y organización mucho mayor. Se promovieron ideas revolucionarias y alentaron a más cubanos a la lucha. Mientras, en Cuba, se reunieron fuerzas para el alzamiento.

José Martí fue la figura cimera del siglo XIX cubano y continental. Su ideario político-social trascendió las fronteras de su patria, marcando pautas que condujesen a América Latina a su "segunda independencia". Con la creación del Partido Revolucionario Cubano, concebido como la organización única de todos los independentistas cubanos que debía conseguir los medios materiales y humanos para la nueva empresa emancipadora, y su labor como periodista de talla universal, impulsó una labor de esclarecimiento y unificación, centrada en los núcleos de emigrados cubanos, principalmente en Estados Unidos, pero con amplia repercusión en la isla. Martí impulsó una tremenda renovación dentro de las letras hispanas de fines de la centuria.[40]

El 24 de febrero de 1895 mediante un levantamiento simultáneo en Oriente y Matanzas se reanuda la lucha independentista. Aunque se provocaron levantamientos en Bayate, Guantánamo, El Cobre, Ibarra, etc., el hecho pasa a la historia como el "Grito de Baire".

Martí y Gómez, antes de partir para Cuba desde la República Dominicana, firmaron el Manifiesto de Montecristi, redactado por el primero. Este documento es considerado el programa de la revolución en la Guerra Necesaria. Martí señala que esa guerra es continuación de la anterior y que también expresa la necesidad de hacer una República nueva con iguales derechos para todos. Al final destaca el significativo latinoamericanismo de la guerra en Cuba.

Tras arribar a Cuba el 1º y 11 de abril, los tres grandes de la tercera guerra de independencia (Maceo, Gómez y Martí) se reunieron el 5 de mayo en La Mejorana y, por encima de las diferencias de enfoques, organizaron la guerra y aprobaron el plan de invasión a Occidente.

El 19 de mayo de 1895 Martí cayó mortalmente herido en la batalla de Dos Ríos, a los cuarenta y dos años de edad. Fue una pérdida irreparable para los independentistas cubanos.

Durante el verano de 1895 se extendió la lucha a Oriente, Camagüey y Las Villas. En Oriente Maceo obtuvo victorias en los combates de El Jobito, Peralejo y Sao del Indio. En Camagüey vence Gómez en los combates de Altagracia y La Larga. En Las Villas se alzan Carlos Roloff y Serafín Sánchez.

El 16 de septiembre de 1895 se produjo la Asamblea de Jimaguayú, como su paralela de Guáimaro (1869), que redactó una nueva "Constitución de la República en Armas". En ella se eligió un poder civil más reducido y práctico formado por un consejo de gobierno compuesto por un presidente (Salvador Cisneros Betancourt), un vicepresidente y cuatro secretarios. Este gobierno civil tenía atribuciones sobre los asuntos políticos y económicos pero con facultades limitadas sobre lo militar. Se planteó que tanto esta Constitución como los acuerdos de esta asamblea tendrían vigencia solo por dos años cuando se convocaría a otra asamblea.

Entre el 22 de octubre de 1895 y el 22 de enero de 1896 se produjo una de las páginas más épicas de las guerras de independencia: la Invasión a Occidente. Maceo partió desde Mangos de Baraguá con 1400 hombres y, al llegar a Camagüey, ya contaba 2500. Cuando cruzaron la Trocha de Júcaro a Morón se encontraron con Gómez, con quien constituyeron el Ejército Invasor. En Las Villas combaten en la batalla de Mal Tiempo, la más importante de la guerra, mientras que en Matanzas ejecutan la contramarcha o Lazo de la Invasión, ardid que les permitió cruzar el Occidente con más facilidad. En La Habana, ya en enero de 1896, Maceo partió a Pinar del Río y Gómez quedó protegiéndolo con la Campaña de la Lanzadera. En Pinar del Río, Maceo sostuvo combates en Las Taironas y llegó al poblado occidental de Mantua victorioso.

Valeriano Weyler sustituyó a Martínez Campos como capitán general de la isla, ordenando el Bando de Reconcentración que obligaba a miles de campesinos a trasladarse a pueblos y ciudades con el objetivo de aislar a los insurrectos en las zonas rurales.[41]​ Aunque desde posiciones cubanas se señalan las víctimas de la reconcentración en números superiores a 250 000, otros datos apuntan a 300 000 desplazados y 100 000 fallecidos víctimas de hambre, hacinamiento y enfermedades.[42]

Mientras, dirigida por Maceo, se desarrolló la Campaña de Occidente para consolidar las posiciones ganadas con la invasión, los combates de Río Hondo, El Rosario y El Rubí. En Camagüey, Gómez venció en la batalla de Saratoga y Calixto García en la toma del Fuerte San Marcos.

El 7 de diciembre de 1896 se produce la segunda gran pérdida para los independentistas cubanos: muere en el combate de San Pedro el general Antonio Maceo, a los cincuenta y un años de edad.

Entre 1897 y 1898, Gómez dirigió la Campaña de La Reforma en territorio villareño para atraer soldados españoles y aliviar el frente occidental que había perdido a Antonio Maceo el 7 de diciembre de 1896. Esta campaña consistía en emplear la guerra de guerrillas, la guerra de desgaste con emboscadas y ataques relámpago de pequeños grupos para desorientar al enemigo y llevarlos a terrenos pantanosos (manigua) para vencerlos por enfermedades y agotamiento. Cerca de 4000 insurrectos ponen fuera de combate a 25 000 soldados españoles.

Desde Oriente, Calixto García tomó las ciudades de Victoria de Las Tunas, Guisa, Jiguaní y Santa Rita con una eficiente dirección de la artillería mambisa. Mientras tanto, en Occidente se produjeron miles de acciones de mediana y pequeña escala. La suerte del colonialismo español estaba echada.

Entre finales de 1897 y comienzos de 1898 se instauró en Cuba el autogobierno autonómico. Las fuerzas cubanas ganaban cada vez más terreno y el ejército español se debilitaba rápido.[43]​ En esa situación, se produjo la intervención militar de los Estados Unidos.

En 1898 el acorazado estadounidense Maine se hundió en la Bahía de La Habana el 15 de febrero, debido a una explosión provocada por un atentado de falsa bandera,[44]​ para así intervenir en la guerra. El conflicto concluyó con la firma de un tratado de paz, el Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898 entre España y los Estados Unidos. En virtud del mismo, Estados Unidos recibió, de manos de España, el control absoluto de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam.

El 1 de enero de 1899 se iniciaba la ocupación de Cuba por los Estados Unidos a través del gobierno, que decretaba órdenes militares.

Durante este período el gobierno interventor dirige sus acciones en dos aristas: La primera fue tratar de recuperar al país de las secuelas de la guerra, para esto destinó auxilios directos a la población en alimentos y medicinas, ideó el plan de saneamiento de la isla y la creación de nuevas escuelas públicas.

La segunda fue asegurar su situación privilegiada con respecto a Cuba en la futura etapa republicana. Para ello rebaja de aranceles a productos estadounidenses que invadirán el mercado interno cubano, crea la Ley de Deslindes y división de haciendas comunales, mediante la cual el estado se apropiaría de muchas tierras las cuales serían vendidas después a empresas estadounidenses privadas, a través de la Ley ferrocarrilera favorecería las inversiones estadounidenses en esa esfera y desplazaría a los ingleses y mediante concesiones mineras las compañías estadounidenses obtienen el derecho de explotar minas en Cuba.

Mediante la Ley militar No. 301 del 25 de julio de 1900 el gobierno llama a una convocatoria a elecciones de delegados para la Asamblea Constituyente. El sistema electoral que se aplicó se basaba en el sufragio ilustrado (solo podían votar los que sabían leer y escribir) y censitario (los electores debían tener 250 pesos o más en propiedades).

La asamblea constituyente redactó y aprobó la Constitución de 1901 de carácter liberal-democrático. La Constitución de 1901 contenía las partes clásicas de toda constitución: la dogmática relativa a los derechos individuales que había conquistado y consagrado la Revolución francesa; la orgánica referente a la estructura, funciones y derechos de la organización estatal y la cláusula de reforma (Artículo 115).

En esencia se estableció un régimen republicano y representativo, estructurado en la célebre división de poderes de Montesquieu. El legislativo se componía de un Senado y una Cámara de Representantes (sistema bicameral), un poder judicial con una relativa independencia, haciendo a sus componentes inamovibles, pero dependientes del ejecutivo y a veces también del legislativo en cuanto a sus nombramientos.

Como parte de esta constitución la asamblea debía proveer y acordar con el gobierno de Estados Unidos lo referente a las relaciones que deberían existir entre ambos gobiernos. En medio de los trabajos de la comisión cubana encargada de dictaminar sobre las futuras relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, el congreso estadounidense aprueba la Enmienda Platt, con la que el gobierno de Estados Unidos se otorgaba el derecho a intervenir en los asuntos internos de la isla cuando lo entendiera conveniente.

A pesar de la oposición de los delegados a la asamblea constituyente, la presión estadounidense, que colocaba a los cubanos ante la disyuntiva de tener una república con la enmienda o continuar la ocupación, logró que esta quedara definitivamente aprobada por los cubanos el 12 de junio de 1901.

El 20 de mayo de 1902 nace la República de Cuba siendo electo Tomás Estrada Palma como su primer presidente. A este primer gobierno correspondería la tarea de formalizar los vínculos de dependencia con Estados Unidos. Aunque fue criticado por ello, logró su reelección; lo que provocó la sublevación del opositor Partido Liberal desencadenando una nueva intervención estadounidense, luego de la cual los estadounidenses crean el ejército permanente cubano, para no tener que volver a ocupar el país en un futuro.

La economía cubana había crecido muy rápidamente durante las dos primeras décadas del siglo, estimulada por la favorable coyuntura creada por la reciente guerra mundial. No obstante ese crecimiento era extremadamente unilateral, basado de modo casi exclusivo en el azúcar y en las relaciones mercantiles con Estados Unidos. Por otra parte, los capitales estadounidenses que habían afluido a la isla con ritmo ascendente eran los principales beneficiarios del crecimiento, puesto que controlaban el 70 por ciento de la producción azucarera además de su infraestructura y los negocios colaterales.

El bienestar económico derivado de este proceso revelaría una extraordinaria fragilidad. Ello se puso de manifiesto en 1920, cuando una brusca caída en el precio del azúcar provocó un crac bancario que provocó la bancarrota de las instituciones financieras cubanas.

El movimiento obrero, cuyas raíces se remontaban a las décadas finales del siglo XIX, había seguido también un curso ascendente que más tarde llegaron a constituir una verdadera oleada debido a la inflación generada por la Primera Guerra Mundial. En el Primer Congreso Obrero Independiente (1920) los obreros de diferentes tendencias políticas toman un acuerdo de gran importancia: la creación de la Federación Obrera de la Habana. Fue un paso de avance organizativo e ideológico, se destaca el líder obrero Alfredo López que desembocará en 1925 con la fundación de la Confederación Nacional de Obreros de Cuba (CNOC) que será la primera organización obrera de carácter nacional que se propuso la lucha económica y la organización del movimiento obrero y el desarrollo de la conciencia de los trabajadores.

A la par de los obreros, pero en una escala mucho mayor, se desarrolla un movimiento estudiantil e intelectual que se inicia el 20 de diciembre de 1922 con la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), uno de sus fundadores, Julio Antonio Mella, quien asume el cargo de secretario y luego el de presidente, será el gran líder de esta etapa histórica.

En marzo de 1923 un grupo de intelectuales liderados por Rubén Martínez Villena protestan públicamente por la compra fraudulenta del convento de Santa Clara, realizada por políticos del gobierno de Zayas. Este hecho, conocido como la "Protesta de los trece", marcó el inicio en Cuba del movimiento de intelectuales que comenzarán a participar en las luchas políticas del país. De este hecho se derivaron los grupos Falange de Acción Cubana y el Grupo Minorista con la parte de Villena y otros.

El ascenso de Gerardo Machado a la presidencia en 1925 representó la alternativa de la oligarquía frente a la crisis latente. El nuevo régimen intentó conciliar en su programa económico los intereses de los distintos sectores de la burguesía nacional y el capital estadounidense, ofreciendo garantías de estabilidad a las capas medias y nuevos empleos a las clases populares, todo ello combinado con una selectiva pero feroz represión contra adversarios políticos y movimientos opositores.

Bajo esta aureola de eficiencia administrativa, el gobierno intentó poner coto a las pugnas de los partidos tradicionales, pero después se fue creando descontento entre los partidos. Con ese consenso inicial logrado, Machado decidió reformar la constitución para permanecer en el poder por seis años.

Machado gobernó con una política represiva, materializada en encarcelamientos y torturas. Fueron asesinados, entre otros, los líderes Alfredo López y Julio Antonio Mella. Se ilegalizó la CNOC y persiguió al movimiento revolucionario.

En este contexto, se fue conformando una crisis generalizada, incrementada por la Gran Depresión entre 1929 y 1933, cuyos efectos en Cuba agravaron la situación existente, generando una situación revolucionaria. Casi todas las facciones de la sociedad se organizaron para hacer frente a Machado, abarcando un amplio espectro político.

El 20 de marzo de 1930 se realizó una huelga general en la que participaron doscientos mil obreros bajo la consigna "¡Abajo Machado!". Esta huelga es considerada el inicio de la revolución antimachadista junto con la Tángana estudiantil de septiembre de 1933 que culminaron en agosto de 1933 con otra huelga general. Como resultado de estas presiones, el 12 de agosto de 1933, Machado huyó del país.

La mediación del embajador estadounidense Sumner Welles no pudo evitar la caída de Machado, pero sí impidió el triunfo popular: Welles le sale al paso a la huelga y, apoyado por el partido ABC, impone como presidente a Carlos Manuel de Céspedes (hijo) que gobernará del 13 de agosto al 4 de septiembre de 1933.

El 4 de septiembre de 1933 mediante un golpe de estado, el sargento Fulgencio Batista destituye a Céspedes. Esta sublevación tiene el apoyo del Directorio Estudiantil y Batista se convierte en jefe del ejército con el grado de coronel. Este golpe de estado crea el Gobierno de la "Pentarquía" que durará apenas seis días desde el 4 hasta el 10 de septiembre de 1933. Bajo la autoridad del Directorio Estudiantil y Batista, la "Pentarquía" se transformó en el Gobierno de los Cien Días.

Este Gobierno de los Cien Días, encabezado por Ramón Grau San Martín como presidente y Antonio Guiteras[45]​ como secretario de gobernación, critica y se opone a la Enmienda Platt, tomando medidas de marcado carácter popular.[46]​ Sin embargo, a pesar del gran apoyo popular fue derrocado el 15 de enero de 1934, debido a la oposición del Partido Socialista Popular y la falta de reconocimiento de Estados Unidos.

Durante todo este período de 1934-1936 se sustenta una fragilidad política que se materializa en la toma de poder de cuatro presidentes en dos años, también se mantiene la política militarista y represiva de Batista como jefe del ejército. Se moderniza el ejército y las técnicas represivas, es ahogada en sangre la huelga general de marzo de 1935 y el 8 de mayo de ese mismo año Guiteras es ultimado a balazos por las fuerzas de Batista.[47]

Sucedido este por el período 1937-1945 de marcada estabilidad política grandes cambios democráticos en el país. Entre estos cambios se manifiestan la amnistía general para los presos políticos, mediante la cual fueron liberadas 3000 personas en el año 1937, la legalización de partidos de oposición, el restablecimiento de la autonomía universitaria en 1939 y fundamentalmente la convocatoria a una asamblea constituyente en 1939 que aprobó y redactó la Constitución de 1940.

El 10 de octubre de 1940 entró en vigor la nueva constitución, confeccionada con la intervención de todos los sectores políticos del país. La convención constituyente estuvo integrada por 76 delegados representando a 9 partidos políticos. Con esta nueva Carta Magna, que recogía importantes reivindicaciones populares, se abrió un nuevo período de legalidad institucional, fue esta una de las constituciones más avanzadas de su época.

El primer gobierno de esta etapa estuvo presidido por Fulgencio Batista, cuya candidatura había sido respaldada por una coalición de fuerzas en la que participaban los comunistas.

Durante el gobierno de Batista, la situación económica experimentó una mejoría propiciada por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, coyuntura que beneficiaría todavía más al sucesor, Ramón Grau San Martín, quien resultó elegido en 1944 gracias al amplio respaldo popular que le granjearon las medidas nacionalistas y democráticas dictadas durante su anterior gobierno.[48]

Sin embargo ni Grau, ni Carlos Prío Socarrás (1948-1952) —ambos líderes del Partido Revolucionario Cubano Auténtico—, fueron capaces de aprovechar las favorables condiciones económicas de sus respectivos mandatos.[48]

Ambos gobiernos se caracterizaron por la represión política con sucesivos asesinatos de líderes opositores como los dirigentes obreros y campesinos Jesús Menéndez, Sabino Pupo y Aracelio Iglesias, aplicando una fuerte censura de prensa mediante el decreto "Mordaza" y fomentando la creación de grupos gansteriles que controlan el negocio de la droga, la prostitución y los juegos prohibidos.[48]

Algunos militantes del Partido Auténtico, descontentos con la línea de los gobiernos auténticos, fundan en 1947 bajo la dirección de Eduardo Chibás el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). Como desprendimiento del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), el Partido Ortodoxo promete cumplir las promesas traicionadas por los auténticos. El carisma de Chibás fue decisivo en la aceptación del pueblo.[48]​ Ni siquiera el suicidio de Chibás, en 1951, logró detener el apoyo popular a su partido. Entre las filas del Partido Ortodoxo se encontraba un joven universitario, por entonces desconocido, llamado Fidel Castro.[48]

Fulgencio Batista da el golpe de estado el 10 de marzo de 1952, a pocos meses de celebrarse elecciones en la isla, en las que era casi un hecho de que saliera electo Roberto Agramonte, del Partido Ortodoxo.[48]​ La embajada estadounidense comunica al departamento de estado de los Estados Unidos que el golpe era una sorpresa, sin embargo el embajador, William Beaulac, confesó más tarde que ya sabía del plan. A las siete de la mañana del mismo 10 de marzo, Batista se entrevista con el coronel Hook, jefe de la misión de la Fuerza Aérea de Cuba, para pedirle que le comunicara al embajador que los acuerdos militares permanecerían vigentes. El golpe se realizó casi sin resistencia de Prío, a pesar de que varios estudiantes universitarios se ofrecieron inmediatamente para protegerlo.[48]​ El 27 de marzo, Estados Unidos reconoció oficialmente al régimen de Batista. Como subrayó el embajador estadounidense en La Habana, “las declaraciones del general Batista respecto al capital privado fueron excelentes. Fueron muy bien recibidas y yo sabía sin duda posible que el mundo de los negocios formaba parte de los más entusiastas partidarios del nuevo régimen”.[49]

Batista argumentó la elevada violencia y corrupción generalizada como razones para el golpe.[48]​ Un artículo publicado en New York Daily News en 1958, titulado Mobster Money Cuban Boom, describía los planes de Batista en conjunto con la mafia estadounidense de construir una red de hoteles y casinos a lo largo de todo el malecón habanero, a cambio de una millonaria suma.[27]​ Además abrió la inversión estadounidense a la minería en Moa, que el anterior presidente Prío había retenido. Aplicó una política de reducción de zafra que redujo el nivel de ingresos del país, el cual dejó de percibir 400 millones de dólares, creciendo así el desempleo a la par que se reduce el salario real y el poder adquisitivo del pueblo.[48]

Cerca de un cuarto de la población cubana era analfabeta, había una cifra similar de desempleados y casi la mitad de los niños de 6 a 14 años no iba a la escuela. Solo el 10 % de las viviendas rurales tenía electricidad. Había 200 000 campesinos sin tierra estando improductivas 300 000 hectáreas de tierra en manos extranjeras o de terratenientes cubanos. Su plan era además el mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos, la construcción de obras públicas que embellecieran a las principales ciudades, a través de las cuales desviaba millonarias sumas de dinero y conseguía atraer turismo estadounidense. Durante su gobierno cesó la violencia civil de los años pasados, para ser reemplazada por la violencia de las fuerzas militares y paramilitares. Prosperaron el hambre, la prostitución y los juegos de azar.[48]

El gobierno militar sustituyó al congreso por un consejo consultivo, eliminó la Constitución del 40 y estableció los Estatutos Constitucionales. Liquidó la libertad de expresión, de reunión, de huelga y estableció la pena de muerte. También eliminó la autonomía universitaria. Batista hizo un simulacro de elecciones en 1954, como candidato único en las que, por supuesto, resultó ganador.[48]

Como resistencia al golpe de estado surge la Generación del centenario, agrupación de jóvenes que, cumpliéndose el centenario del natalicio de José Martí, fueron abandonando progresivamente la tendencia de los ortodoxos y se inclinaron por la idea de la lucha armada.[48][50]Fidel Castro selecciona en 1953 a un grupo de más de cien hombres y los recluta para un nuevo plan de alzamiento. Luego de meses de entrenamiento en la Granjita Siboney, deciden que era momento de asaltar el Cuartel Moncada.[48][50]

Fidel Castro Ruz y un grupo de 135 revolucionarios atacaron el 26 de julio de 1953 los cuarteles militares Moncada (segunda unidad militar de importancia del país) y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.[48]​ Al fracasar esta acción, 55 de los asaltantes fueron asesinados por los soldados de Batista y hechos pasar como que murieron en combate, y otros fueron encarcelados, entre ellos Fidel, su hermano Raúl, y Juan Almeida.[48]​ Debido a la presión popular y a la madre de Fidel Castro, que tenía relaciones de amistad con la entonces primera dama, y la intervención del entonces obispo de Santiago de Cuba, Batista ofrece una amnistía a los presos políticos en 1955. Fidel Castro y sus compañeros viajan a México donde se reorganizan bajo el nombre de Movimiento 26 de Julio.[48]

El 30 de noviembre de 1956 se produce el Alzamiento de Santiago de Cuba organizado por Frank País.[51]​ Al mismo tiempo debía desembarcar el yate Granma con 82 expedicionarios que había partido desde México, entre los que se encuentran Fidel Castro, Raúl Castro, el Che Guevara, Camilo Cienfuegos y otros. Pero, por las condiciones de mal tiempo, los mismos se retrasan y llegaron el 2 de diciembre, desembarcando por la playa de Las Coloradas, una zona rodeada de manglares situado al sur del actual municipio de Niquero y a solo 5 km de Cabo Cruz, en el mismo municipio.[52]​ Luego de tres días de extenuante recorrido, los 82 expedicionarios son sorprendidos por el ejército de Batista en una zona llamada Alegría de Pío el 5 de diciembre de 1956, y en la cual se desata un desigual combate, que le serviría como un fatídico bautismo de fuego al naciente Ejército Rebelde, y pasaría a la historia como el combate de Alegría de Pío.[53]

El periodista estadounidense Jules Dubois describió al régimen de Batista: “Batista regresó al poder el 10 de marzo de 1952 y empezó entonces la etapa más sangrienta de la historia cubana desde la guerra de independencia, casi un siglo antes. Las represalias de las fuerzas represivas de Batista costaron la vida a numerosos presos políticos. Por cada bomba que estallaba, sacaban a dos presos de la cárcel y los ejecutaban de modo sumario. Una noche en Marianao, un barrio de La Habana, se repartieron los cuerpos de 98 presos políticos por las calles, acribillados de balas”. El embajador estadounidense Arthur Gardner expresó su punto de vista sobre Fidel Castro en un informe enviado al Departamento de Estado. El líder del Movimiento 26 de Julio era un “gánster” que “iba a apoderarse de las industrias americanas” y “nacionalizarlo todo”. En cuanto al dictador Batista, “dudo de que hayamos tenido mejor amigo que él”. Hacía falta entonces “apoyar al actual gobierno y promover la expansión de los intereses económicos estadounidenses”.[49]

Después, el Ejército Rebelde, luego de su reintegración en Cinco Palmas y todavía diezmado, logra llegar a la Sierra Maestra,[54]​ en donde se fortalecía cada día más con el apoyo de los campesinos y la ayuda de la clandestinidad, el cual después de más de dos años de hostilidades contra la dictadura de Batista gana en auge y lleva la lucha a todo el pueblo con el propósito de esparcirla por todo el país y lograr el ansiado triunfo revolucionario.[48]

Fidel ordena al Che Guevara y a Camilo Cienfuegos llevar la guerra hasta Occidente al frente de las Columnas 2 Antonio Maceo y 8 Ciro Redondo, quienes triunfan ante el ejército batistiano en varios combates, entre los cuales se destacan las batallas de Santa Clara y Yaguajay. A la medianoche del 31 de diciembre de 1958 Batista huye del país al conocer lo hecho por los seguidores de Fidel Castro, dejando al frente del país al general Eulogio Cantillo.[48]

Fidel Castro llama al pueblo a la huelga general para derrocar el gobierno provisional establecido con la huida de Fulgencio Batista. Finalmente entran en La Habana el 8 de enero donde se produce el definitivo triunfo de la Revolución. Una vez tomado el poder, los rebeldes formaron nuevo gobierno. Como presidente fue nombrado Manuel Urrutia Lleó y como primer ministro José Miró Cardona. Fidel Castro permanecía como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de un gobierno moderado en el que coexistían diversas tendencias.[55]

Antes de su victoria, Fidel Castro y los líderes de otros movimientos revolucionarios, redactaron el Manifiesto de la Sierra Maestra[56]​ en el que se comprometieron a "celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente al candidato que resulte electo".[57]​ A pesar de haberse comprometido a celebrar elecciones dentro de 18 meses, el gobierno descartaría cumplir con ese compromiso luego del triunfo de la Revolución. Planteando que los gobiernos anteriores habían sido perjudiciales, corruptos, para el pueblo de Cuba, imperando la corrupción y otros males, además de ser sumisos a los intereses de los Estados Unidos que intentaría manipular las elecciones.[58]​ El 30 de junio de 1974 se celebraron las primeras elecciones en Cuba, aunque fueron del tipo socialista como establece la ley cubana actual.[59]

En 1959, el Gobierno Revolucionario comenzó a promulgar una serie de decretos que finalmente llevarían a la eliminación total de la gran y mediana propiedad privada, garantizando propiedad solo sobre inmuebles particulares, bienes de carácter personal y pequeños negocios que no aparecen reflejados claramente en la constitución de 1976, pero que se permite tener a los cubanos, esto siempre que no excedan cierta cantidad de bienes dictada por el gobierno.[60]​ El 17 de mayo de 1959 se aprobó la ley de reforma agraria y de creación del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA) que se convertiría en el basamento legal para la 1.ª[61]​ y la Segunda Ley de Reforma Agraria de Cuba. Se abrió entonces un proceso de expropiaciones y nacionalizaciones que afectaron fuertemente a la clase alta y a las empresas estadounidenses. Esto fue mal recibido por el gobierno estadounidense, que incluso desde antes del triunfo comenzó a tener su diferendo con la lucha cubana.[62][63]​ Simultáneamente los sectores más conservadores en el gobierno (Miró Cardona, Urrutia, Rufo López Fresquet) fueron reemplazados, al mismo tiempo que casi toda la clase alta propietaria de las plantaciones e ingenios azucareros y un considerable sector de la clase media abandonaban el país y se instalaban principalmente en Miami. Más de un millón de cubanos han emigrado de Cuba desde ese momento; la gran mayoría de ellos se han establecido en el sur de Florida (Miami, Hialeah) y Nueva Jersey, mientras otros prefirieron España y Venezuela. También existen pequeñas comunidades en muchas otras partes del mundo.

El 7 de noviembre de 1960 el Che Guevara viajó durante dos meses por Checoslovaquia, Unión Soviética, China, Corea y Alemania Democrática. Tanto la Unión Soviética como China se comprometieron a comprar la mayor parte de la zafra cubana. Cuando finalizó la visita, Cuba tenía acuerdos comerciales y financieros, además de vínculos culturales, con todos los países del bloque comunista, relaciones diplomáticas con todos menos Alemania Oriental y acuerdos de asistencia científica y técnica con todos menos Albania.[48]

El 3 de enero de 1961, en una de las últimas medidas de su gobierno antes de entregar el poder a John F. Kennedy, el presidente Eisenhower cortó las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.[48]

El 15 de abril de 1961 aviones estadounidenses con insignias cubanas atacaron los aeropuertos de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Santiago de Cuba, causando importantes bajas. Al día siguiente se declaró el carácter socialista de la revolución, siguiendo las ideas de Karl Marx y Vladimir Lenin.[48][64]

El 17 de abril se produjo una gran invasión en la Bahía de Cochinos. Sus participantes eran exiliados cubanos entrenados y armados por la CIA en Nicaragua que tratarían de derrocar el gobierno. Llevaban cinco barcos mercantes, quince lanchas de desembarco, 1500 hombres fuertemente armados, 16 aviones B-26, 5 tanques, camiones y artillería, pero enfrentarían una fuerza de más de 30 000 hombres bien armados, entrenados y que había recibido informes de inteligencia sobre esta operación.[48][65]

Rápidamente el gobierno movilizó las Fuerzas Armadas y para la mañana del 19 de abril la brigada invasora había sido derrotada.[48][66]

A pesar de numerosas acusaciones por parte de Estados Unidos, los prisioneros de la invasión a playa Girón no fueron torturados, aunque muchos reportaron maltratos y vejaciones. Posteriormente fueron cambiados por medicinas y alimentos para niños denominando esta operación mercenarios por compotas.[48]

Cuba comenzó a establecer lazos más fuertes con la Unión Soviética, la cual le brindó apoyo y se convirtió en una gran importadora de azúcar de caña, junto con otros estados socialistas.[48]

A fines de junio de 1962, la Unión Soviética y Cuba tomaron la decisión de instalar misiles atómicos en Cuba; al recibir la Unión Soviética informe de inteligencia sobre una supuesta invasión directa de los Estados Unidos a la isla; lo que entendían era el único modo de disuadir a Estados Unidos de invadir a Cuba, además de suponer para las relaciones soviético-estadounidenses un paso más en la Guerra Fría (en agosto de 1961 se había construido el muro de Berlín, en febrero de 1962 se había producido el intercambio de prisioneros consecuencia del caso del avión espía U-2, y proseguía la implicación estadounidense en el conflicto de Vietnam). El Che Guevara tuvo una participación activa en la elaboración del tratado entre Cuba y la Unión Soviética, viajando allí a fines de agosto para cerrarlo. El hecho llevaría a la llamada crisis de los misiles de Cuba que puso al mundo al borde de una guerra nuclear y finalizaría con un dificultoso acuerdo entre Kennedy y Nikita Jrushchov, por el cual Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba y retirar los misiles que tenía instalados en Turquía apuntando a la Unión Soviética, y esta a retirar los misiles cubanos.[48]

En el transcurso de la segunda mitad de los años 60 y a lo largo de los años 70, mientras el país avanzaba en el proceso socialista, se cometieron varios errores económicos y políticos que crearon descontento entre la población. Dicha situación desembocó en el éxodo del Mariel en 1980, durante el cual 125 000 cubanos emigraron masiva y desordenadamente hacia Estados Unidos, fundamentalmente por causas económicas. Posteriormente a este proceso, la vida económica y social del país se fue flexibilizando paulatinamente a lo largo de los años 80 y 90. A partir de entonces, la emigración cubana pasa a ser fundamentalmente por causas económicas, en contraste con la emigración de los años 60 y 70, que fue fundamentalmente por causas políticas. Asimismo, los años 80 fueron los de mayor prosperidad económica para la Cuba revolucionaria,[cita requerida] en marcado contraste con los austeros años 70 y los difíciles años 90.

Durante la Guerra Fría, Cuba que quedó aislada del resto de los países americanos a excepción de México, siendo expulsada de la OEA (esta medida fue abolida en junio de 2009), y sumamente dependiente de la Unión Soviética y el bloque comunista. Cuba participó en varias guerras en Asia (Yemen y Siria) y en África (Angola, Etiopía, Congo, Zaire, Guinea-Bisáu, República Árabe Saharaui Democrática) donde derrotó al ejército de Sudáfrica en Angola, influyendo en el derrumbe del apartheid y la liberación de Namibia; también ofreció apoyo económico, logístico y político a varios movimientos guerrilleros de Centroamérica y Sudamérica.[48]

Ya desde 1989 se venían presentando los primeros problemas de abastecimiento económico en el país. El muro de Berlín cayó en noviembre de ese año y el CAME se disolvió oficialmente en junio de 1990. Esta situación llevó al gobierno cubano a decretar formalmente el llamado Período especial en tiempo de paz en marzo de 1990, fecha que tradicionalmente se toma como inicio del mismo.

Después de la caída de la Unión Soviética a finales de 1991, la economía de Cuba sufrió una crisis radicalmente acentuada por el colapso del bloque soviético, cuyas economías planificadas desaparecieron, reduciendo radicalmente la entrada de bienes materiales y alimentos.[67]​ Esa realidad política, combinada con los efectos del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos, esencialmente paralizó la isla porque las estrechas bases económicas de Cuba se concentraban en unos pocos productos con pocos compradores.[68]

La pérdida de los casi 5000 millones de dólares anuales que el gobierno de la Unión Soviética proveía a Cuba como ayuda, en forma de exportaciones garantizadas para el mercado cubano del azúcar y la obtención de petróleo barato, generó un impacto severo para la economía cubana.[68]

En 1993 la situación se agravó mucho más. El comercio de Cuba disminuyó en un 80%, y las condiciones de vida empeoraron. Asimismo, se disparó el número de inmigrantes cubanos que buscaba salvar su situación económica en los Estados Unidos.[69]

En 1995 se tomaron nuevas medidas para aliviar la situación del país. Se fomentó la inversión extranjera y se permitieron algunas muy limitadas formas de iniciativa privada. Esto hizo que poco a poco mejorase algo la economía cubana.[68][70]

En 1998 el papa Juan Pablo II hizo una visita a Cuba, en la cual se pidió algo más de flexibilidad a la sociedad cubana, así como al resto del mundo, pidiendo apertura de ambas partes.

A partir de la segunda parte de los noventa, la situación del país se estabilizó, en gran parte debido a las divisas recibidas por el turismo y por las remesas de los emigrados.[71]​ Para aquella época, Cuba tenía una casi normal relación económica con la mayoría de los países latinoamericanos, y sus relaciones con la Unión Europea (que empezó a proveerla de ayuda y préstamos) habían mejorado. China también emergió como una nueva fuente de ayuda y soporte, a pesar de que Cuba se había aliado con los soviéticos durante la división chino-soviética de los años sesenta.[72]

Sin embargo, en octubre de 2004 el gobierno cubano anunció el fin de esta política: a partir de noviembre los dólares estadounidenses no serían legales en Cuba, pero en cambio se cambiarían por pesos convertibles cubanos. Dicha medida se llevó a cabo como respuesta a la ley impulsada por el gobierno de Estados Unidos prohibiendo que Cuba usara el dólar estadounidense.[72]

En torno al año 2000, el presidente cubano Fidel Castro impulsó la que él llamó "Batalla de Ideas", un importante esfuerzo por sacar al país de la penosa crisis del Período especial y emprender una cierta modernización del país, dentro de sus limitadas posibilidades. Actualmente, el país mantiene estrechas relaciones políticas con China, Rusia, México, Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y España, entre otros países.

Cuba expande su influencia a países del mundo entero enviando médicos, medicinas y profesionales de todo tipo. El plan de alfabetización cubano Yo sí puedo se aplica en varios países de América Latina. A raíz de la catástrofe provocada por el huracán Katrina en 2005, Cuba ofreció enviar una brigada de médicos internacionalistas a las zonas dañadas de los Estados Unidos, oferta que fue rechazada por el gobierno estadounidense por considerarla "innecesaria y oportunista".

Cuba mantiene relaciones comerciales fundamentalmente con España, Canadá, Italia, China, Rusia y Venezuela. Pertenece a la ALBA, lo que la convierte en socia comercial, cooperativa y solidaria de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Honduras.

En 2006 Fidel Castro debido a una grave enfermedad hemorrágica intestinal, realizó una "Proclama al Pueblo de Cuba", en la cual cedia la presidencia de forma provisional, a su hermano menor y por entonces vicepresidente Raúl Castro.[73]​ A comienzos de 2008 Raúl fue finalmente elegido por el parlamento como nuevo presidente, tras la renuncia definitiva de Fidel. Esto fue visto equivocadamente por algunos sectores opositores como un traspaso de poder hereditario y antidemocrático, a pesar de que se cumplieron las reglas que establece la Constitución.[74]

Sin embargo, otros están esperanzados por la llamada "transformación socialista" promovida por Raúl Castro, donde se iniciaron una serie de reformas, todavía muy incipientes, para democratizar la vida en la isla. Esto ha incluido la reanudación del diálogo político con la Unión Europea y las esperanzas hacia el nuevo presidente estadounidense Barack Obama, que ha prometido un diálogo "sin precondiciones con los enemigos de Estados Unidos", con Cuba incluida.[75]

La política exterior del nuevo gobierno cubano ha sido definida como ¨exitosa¨, por los más diversos analistas.[cita requerida] Gracias al aumento de países miembros latinoamericanos que apoyan el reingreso de Cuba en la OEA,[cita requerida] finalmente fue aprobada a comienzos de junio de 2009 la posibilidad de que volviese a entrar en la organización, de la que fue expulsada en 1962. Las relaciones estratégicas con Rusia y China se han visto fortalecidas.

En 2008 Cuba entra oficialmente al Grupo de Río, lo que pone punto final al aislamiento de la isla caribeña del resto del continente. En marzo de 2009, Costa Rica anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con La Habana; después del triunfo de Mauricio Funes, candidato elegido en comicios en El Salvador, se dio a conocer como parte de su programa el restablecimiento de las relaciones con el gobierno de La Habana, de esta manera Cuba cuenta con el respaldo de todos los países del área, y aislando la política unilateral del gobierno estadounidense.[76]

En el día de apertura de la V Cumbre de las Américas, celebrada en Puerto España, el presidente estadounidense Barack Obama, en medio de presiones de sus pares latinoamericanos, encabezados por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, reconoció que el embargo económico a Cuba ha sido un fracaso a lo largo de los 47 años que se ha aplicado y que está preparado para que su administración junto con el gobierno cubano se involucren en una amplia gama de asuntos en los que incluyó derechos humanos, libertad de expresión, reformas democráticas, drogas y asuntos económicos. Esto después de que días antes levantara algunas restricciones a ciudadanos de EU con familiares en Cuba, como la de viajar a la isla o el envío de remesas y ofreció "buscar un nuevo comienzo con Cuba". El diálogo comenzó con el sí de Cuba a una propuesta hecha por Obama, para comenzar las conversaciones con respecto a la migración ilegal y el tráfico de drogas.[77]

En marzo de 2009, en medio de una reestructuración ministerial, fueron destituidos de sus cargos el vicepresidente Carlos Lage Dávila y el canciller Felipe Pérez Roque, representantes de la generación intermedia, acusados de ambición de poder y deslealtad a la Revolución. A nivel internacional, en la XXXIX Asamblea de la Organización de los Estados Americanos desarrollada en San Pedro Sula a principios del mes de junio, fue anulada la resolución del 31 de enero de 1962 emitida por este organismo, que suspendió a este país como miembro de la entidad.

A mediados de abril de 2011 en el VI congreso del gobernante Partido Comunista Cubano (PCC) aprobó 313 reformas económicas los cuales incluyen permitir viajes de turismo al extranjero y compra-venta de autos y viviendas, una mayor autonomía a las empresas estatales y medidas para impulsar las inversiones extranjeras, la eliminación de la doble circulación monetaria, el levantamiento de las restricciones para que los particulares puedan establecer pequeños negocios y cultivar tierras por cuenta propia[78][79]​ A esta nueva política se le conoce como "Actualización del Modelo Económico y Social", un equivalente cubano al "Socialismo con características chinas" o al "Doi moi" vietnamita.

En diciembre de 2014, conversaciones entre funcionarios cubanos y funcionarios estadounidenses, incluyendo Barack Obama y Raúl Castro, llevaron a un intercambio de prisioneros, y un agente no identificado de los Estados Unidos, además del contratista norteamericano Alan Gross, encarcelado en Cuba por actividades de "espionaje";[cita requerida] a cambio de la liberación de tres prisioneros cubanos encarcelados en los Estados Unidos (integrantes de los Cinco Héroes que todavía quedaban encarcelados).[80]​ Entre otras medidas, el embargo de Estados Unidos hacia Cuba si bien no se levantó, se relajó para permitir la importación, la exportación y el comercio dentro de un cierto límite entre los dos países.[81]

En julio y agosto de 2015 también se reabrieron las misiones diplomáticas (embajadas) de dichos países.[82]

El 25 de noviembre de 2016, coincidiendo con el aniversario 60 de la salida del yate Granma de México, falleció de causas naturales el líder histórico de la revolución Fidel Castro a los noventa años de edad. El gobierno cubano decretó nueve días de duelo nacional. Otras naciones también decretaron duelo de varios días.

El 4 de diciembre de 2016, después de una despedida que se prolongó más de 1000 kilómetros desde La Habana, Fidel Castro fue enterrado en Santiago de Cuba en una ceremonia privada.[83]

En junio de 2017, el presidente estadounidense Donald Trump anunció en Miami el retroceso de algunas de las medidas que Barack Obama había tomado hacia la normalización de relaciones con Cuba, y desde ese momento ha implementando medidas económicas como la activación del Título III de la Ley Helms-Burton.

El 19 de abril de 2018, es elegido Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba.[84]​ Por primera vez llegaba a la más alta posición del Estado cubano una persona nacida después del Triunfo de la Revolución. Desde su llegada al cargo estableció un cronograma para hacer reformas a la Constitución.

El 20 de enero de 2021 toma posesión Joe Biden como presidente de Estados Unidos y uno de los puntos de su programa es volver a normalizar las relaciones con Cuba.[85]

La Constitución de 1976, facultaba a la Asamblea Nacional del Poder Popular la iniciativa constituyente, por lo que se conforma una Comisión Redactora, se redacta un Proyecto Constitucional, resultando en un cambio no en una reforma como las anteriores; este proyecto se somete a análisis y discusión en una "Consulta Popular" entre agosto y noviembre de 2018. Posteriormente las propuestas fueron revisadas por la Comisión Redactora, del total, la comisión redactora realizó 760 cambios que fueron revisados por la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). En diciembre de 2018 debatió y votó los cambios; 134 artículos fueron modificados, lo que representa casi el 60 por ciento; se eliminaron tres artículos y 87 continuaron sin cambios.

La Constitución de 2019 fue ratificada en el referéndum el 24 de febrero de 2019 con un 86,8 % de votos, ejerciendo su derecho al voto 7.848.343 personas participando un 84 % del censo. Del total de 7,8 millones de votantes, un 9% votó en contra, un 2,53% en blanco, y un 1,62% de las papeletas fueron anuladas por diferentes motivos. Se declararon válidas 7.522.569 boletas, lo que representó el 95,85% de participación popular. Según datos oficiales, 6.816.169 ciudadanos votaron a favor de la nueva Constitución y se expresaron en contra 706.400, el 9% del electorado. La oposición ilegal mostró su desacuerdo absteniéndose, votando en blanco o dañando las papeletas.[cita requerida]

La nueva Constitución entró en vigor el mismo día en que 150 años atrás se comenzó a redactar la primera Carta Magna de la isla y, según Castro, es un texto "hijo de su tiempo" que "garantiza la continuidad de la Revolución y sintetiza las aspiraciones de todos los que han luchado por una Cuba de justicia social".[86]

Desde el triunfo de la Revolución Cubana (1959), el sistema político de Cuba ha sido el de un régimen totalitario; es decir un estado unipartidista convencional, con una socialización de los medios de producción.[cita requerida] Durante casi cincuenta años, el país fue dirigido por Fidel Castro, primero como primer ministro (1959) y luego como presidente del Consejo de Estado y el Consejo de Ministros (1976), posteriormente dirigido por Raúl Castro al frente de los órganos de Estado y Gobierno, en el período desde 2008 al 2018 que es elegido Miguel Díaz-Canel. Desde 2019, la forma de gobierno toma características similares a sistemas semipresidencialistas o semiparlamentarios, tomando semejanza a otros sistemas socialistas como China o Viet Nam, donde existe un Jefe de Estado y un Jefe de Gobierno con funciones específicas cada uno, pero una jerarquía bien establecida. Así queda al mando del Estado Miguel Díaz-Canel como Presidente de la República y Manuel Marrero al frente del Gobierno como Primer Ministro.

La actual Constitución de la República, promulgada en abril del 2019,[87]​ establece que Cuba es un Estado socialista de forma irrevocable, impidiendo cualquier modificación del régimen socioeconómico. La Constitución dice en su artículo 5 que

A partir de 1959, las tierras fueron sometidas a dos radicales reformas agrarias en las que se limita la tenencia de tierras a tres caballerías por una sola persona que, según la constitución de 1976, previa autorización estatal, pueden incorporar sus tierras únicamente a cooperativas de producción agropecuaria o venderlas o permutarlas al Estado, o a cooperativas y agricultores pequeños[88]​ y la autogestión de los organismos productivos. Así fue como dejaron sin tierras a muchos campesinos, grandes empresario, e instituciones no gubernamentales. Sin embargo, desde la crisis económica provocada por el fin del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), el gobierno ha promovido una apertura a la inversión de capital extranjero en condiciones de privilegio frente a la inversión que pudieran hacer los cubanos. Las inversiones del exterior son permitidas siempre que el capital extranjero no sea más del 49 por ciento del capital invertido en una industria.

Cuba es un estado unitario, y semejante a otros estados con formas de gobierno parlamentarias[¿cuál?] todos los órganos de poder surgen a partir del parlamento. No existe una clara división de poderes según la forma tradicional, pero si una división de funciones e independencia de acción aunque siempre una rendición de cuenta a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El parlamento unicameral cubano, la Asamblea Nacional del Poder Popular, es el órgano supremo del poder del estado. Único órgano con potestad constituyente, además de la función legislativa, así como la atribución de elegir al Presidente, Vicepresidente y Secretario de la propia asamblea; al Presidente y Vicepresidente de la República; a los miembros del Consejo de Estado; al Presidente y demás integrantes del Consejo Electoral Nacional; al Presidente, vicepresidentes y magistrados del Tribunal Supremo Popular; al Fiscal y Vicefiscal General; y al Contralor y Vicecontralor General de la República; además tiene la facultad de designar a propuesta del Presidente de la República al Primer Ministro y demás miembros del Consejo de Ministros. Está integrada en la actualidad por diputados electos en voto universal, libre, directo y secreto, propuestos por una Comisión Nacional de Candidaturas de entre los delegados municipales (50 %) y otras personas con reconocido prestigio político, económico, social o cultural (50 %).

Esta candidatura es ratificada o rechazada por el pueblo en las elecciones nacionales que tienen lugar cada cinco años, considerándose ratificado cada candidato que cuente con el 50 % más 1 del total de votos válidos. Los diputados representan directamente a los ciudadanos de los municipios por los que han sido postulados. Estos no están agrupados por partidos políticos, al ser Cuba un sistema unipartidista, aunque su amplia mayoría milita en el Partido Comunista de Cuba. El parlamento cubano tiene una escasa actividad plenaria, sesiona en dos períodos ordinarios al año y de forma extraordinaria cuantas veces sea convocada por Consejo de Estado o la tercera parte de los diputados. El resto del tiempo trabaja en comisiones permanentes o temporales.

El Consejo de Estado (elegido por el parlamento) tiene carácter colegiado, es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular y le rinde cuenta de sus actividades, el Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea Nacional también lo son del Consejo de Estado. No pueden integrar este órgano, los miembros del Consejo de Ministro, ni las máximas autoridades de los órganos judiciales, electorales o de control estatal. Tiene como función velar por el cumplimiento de la Constitución y las leyes, darle interpretación general y obligatoria a las mismas, velar por el control y fiscalización de los órganos del estado, exigir los acuerdos de la Asamblea Nacional, entre otras múltiples atribuciones que le dan a este órgano una posición importante en la política del país, similares a las funciones de los Senados en otros sistemas de gobierno. Este órgano tiene potestad legislativa plena, a través de decretos-leyes que deben ser ratificados por el parlamento.

El Presidente de la República, Jefe de Estado es electo por mayoría absoluta de la Asamblea Nacional del Poder Popular junto al Vicepresidente de la República de Cuba , a partir de la propuesta de candidaturas realizada por la Comisión Nacional de Candidaturas por un periodo de cinco años, renovable solo una vez y con límite de edad; 60 años en el primer período presidencial. A diferencia de otros estados con parlamentos fuertes el Presidente de la República tiene amplias atribuciones y facultades en la vida política del país además de comandar la Jefatura Suprema de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

El Gobierno de la República, está integrado por el Primer Ministro de Cuba, Jefe de Gobierno, y el Consejo de Ministros quienes ostentan las funciones ejecutivo-administrativas en el país. Sus miembros son designados por el parlamento. El Consejo de Ministros además está integrado por un número indeterminado de viceprimeros ministros (actualmente cinco), que pueden ser o no ministros, su secretario, el resto de los ministros y los presidentes de otras entidades con rango de ministerio. El gobierno cubano sesiona en pleno o selectivamente con carácter semanal.

Los otros órganos superiores son el Tribunal Supremo Popular, que encabeza el cuerpo judicial único de la nación, la Fiscalía General de la República, como garante de la legalidad de los ciudadanos e instituciones, la Contraloría General de la República, que ejerce de máximo órgano auditor de la economía y las finanzas del estado, y el Consejo Electoral Nacional el cual ejerce como órgano electoral, encargado de organizar los procesos electorales, plebiscitos y consultas populares.

A nivel local los órganos del Estado y Gobierno quedan modificados por la nueva Constitución del 2019. Los municipios se constituyen en la organización territorial de mayor importancia con autonomía; la cual recae en escoger sus dirigentes, administrar los recursos propios, decidir mediante consultas a sus ciudadanos cuestiones de interés local, entre otras.

El máximo órgano de poder local recae en las Asambleas Municipales del Poder Popular, formada por delegados electos en voto igual, directo y secreto, por cada circunscripción; esta asamblea tiene funciones específicas y tiene la facultad de elegir a su Presidente, el cual representa al Estado en su demarcación y designa al Intendente Municipal, el cual dirige la administración municipal a través del Consejo de Administración Municipal, ostentando así las funciones ejecutivo-administrativas, similares a la separación de funciones a nivel nacional.

La provincia queda constituida en una entidad con personalidad jurídica que agrupa varios municipios con similares intereses tanto económicos como culturales, es dirigido por el Gobierno Provincial del Poder Popular en sustitución de las Asambleas Provinciales del Poder Popular; formado por un Gobernador, el cual encabeza las funciones ejecutivo-administrativas de la provincia y se asiste de una entidad administrativa correspondiente; además el Gobierno Provincial es formado por un Vicegobernador y un Consejo Provincial; este último esta conformado por los Presidentes y vicepresidentes de las Asambleas Municipales y los Intendentes.

A nivel provincial no existe división de la representación del Estado y Gobierno, toda esta representación recae en el Gobierno Provincial. También queda establecida que los Gobiernos Provinciales en el ejercicio de sus funciones y atribuciones no puede asumir, ni interferir en las que, por la Constitución y las leyes, se les confieren a los órganos municipales del Poder Popular.

Según la Ley No. 128, "Ley de Símbolos Nacionales", promulgada en la La Habana, el 13 de julio de 2019, sustituyendo a la anterior ley de 1983; agregando la última la posibilidad de usar representación de los símbolos en las prendas o cambios en los materiales en los cuales se construyen. Los símbolos nacionales son:

Mientras que los atributos nacionales son: la palma real, la flor mariposa y el tocororo. La bandera de Carlos Manuel de Céspedez se consideraun símbolo histórico y tiene permitido ondear juntoa la nacional en La Demajagua y en la ciudad de Bayamo.

Desde la adopción en Cuba de la nueva "Constitución de la República en el año 2019", en su disposición transitoria primera establece que en un plazo no mayor a seis meses la Asamblea Nacional debía redactar una nueva Ley Electoral,[89]​ la cual fue aprobada por unanimidad en la sesión ordinaria, el 13 de julio de ese mismo año. La anterior Ley de 1992, quedaba así derogada ante los nuevos cambios impuestos por la actual Constitución, en cuanto a la forma de elección por el de los diferentes actores de la política nacional, provincial y municipal en Cuba. A partir de la nueva Constitución se creó un órgano de poder del Estado encargado de forma permanente de los procesos electorales, este órgano es el Consejo Electoral Nacional, electo por la Asamblea Nacional.

El mecanismo electoral no dista mucho del anterior, comenzando por la nominación de los candidatos a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, los cuales no son elegidos por partidos sino mediante asambleas de cada barrio o circunscripción electoral, donde cualquier ciudadano puede proponer a sus candidatos (bajo el sistema de una democracia sin partidos). En la asamblea se explican las cualidades de las personas propuestas, y en una votación a mano alzada de los vecinos se decide por mayoría las candidaturas finales.[90]​ Para aquellos ciudadanos elegidos la campaña electoral basta la publicación de una breve biografía y su foto. En las elecciones pueden votar todos los ciudadanos mayores de 16 años. El recuento de los votos es público, por lo que puede ser observado por cualquier ciudadano, ya sea cubano o extranjero.[91][92]​. La celebración de la elección es cada cinco años se escogen los Delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular; máximos órganos locales del poder del Estado; los Presidentes y Vicepresidentes de estas asambleas son electos por éstas en su sesión constitutiva y los mismos representan al Estado en su demarcación, estas propias asambleas designan al Intendente Municipal, nueva figura creada para atender la administración en cada municipio.

En el nivel provincial se hizo la mayor cantidad de cambios respecto a la ley anterior, desaparecen las Asambleas Provinciales del Poder Popular y en su lugar se crean los Gobiernos Provinciales encabezados por un Gobernador, un Vicegobernador y auxiliado por un Consejo Provincial, el cual está integrado por todos los máximos dirigentes del estado y el gobierno de los municipios que integran la provincia. Los Gobernadores y Vicegobernadores son electos cada cinco años por los delegados de las Asambleas Municipales convertidos en colegios electorales especiales en un mismo día y a una misma hora en todo el país a partir de candidatos propuestos por el Presidente de la República de Cuba.

La elecciones nacionales se mantienen cada cinco años por el voto libre, directo y secreto de los electores; se eligen los Diputados a la Asamblea Nacional a partir de las candidaturas propuestas por la Comisión Nacional de Candidaturas con un 50% provenientes de las asambleas locales y el otro 50% de figuras de renombre del abanico de la sociedad civil de Cuba. En cada boletas es válido un solo voto, que puede ser "voto individual" o "voto por todos" en una casilla especial que permite votar por todos los candidatos de una vez, y son elegidos todos aquellos candidatos con más de la mitad de los votos. Esta última manera de votar es promovida por el gobierno cubano, quien dice que ella constituye una muestra de unidad frente al gobierno de Estados Unidos. Además esa posibilidad es una muestra de que las decisiones deben ser colegiadas entre personas de diferentes procedencias sociales y pensamientos.[93][94]​ En febrero de 1993 se celebraron las primeras elecciones de este tipo. A estas estaban convocados siete millones y medio de cubanos, de los cuales votó un 97 %. Los grupos opositores internos llamaron a votar en blanco o nulo como fórmula de rechazo al gobierno de Castro, esperando obtener entre un un 30 % y 40 % de votos nulos, en blanco o abstenciones,[95]​ pero obteniendo solo un 7 %.[96]​ La presencia policial en las urnas fue discreta, únicamente se contó con la vigilancia de escolares.[92]Fidel Castro era uno de los 582 candidatos a diputados que, en candidaturas cerradas, se sometió al voto directo y secreto de los ciudadanos, junto con 1190 delegados a las 14 Asambleas Provinciales. Fidel Castro votó en la provincia oriental de Santiago de Cuba, por uno de cuyos distritos era candidato a diputado. En los años posteriores, han sido niños de la Organización de Pioneros José Martí los que custodian las urnas.[92]

Posterior a la elección de diputados y durante la sesión constitutiva de la Asamblea Nacional son electos, en dos momentos diferentes, a partir de candidatos propuestos por la propia Comisión, al Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Asamblea, a los miembros del Consejo de Estado y al Presidente y Vicepresidente de la República. También, en esa misma sesión la propia ley organiza la elección por el parlamento del Presidente y miembros del Consejo Electoral Nacional, del Presidente y magistrados del Tribunal Supremo Popular, así como del Fiscal General y Contralor General de la República. El Primer Ministro, los Viceprimeros ministros y demás miembros del Consejo de Ministros son designados, no electos, por lo que la reglamentación no entra dentro de las facultades de la Ley Electoral.

Históricamente desde el comienzo de estas elecciones Fidel y Raúl Castro fueron elegidos diputados para la Asamblea Nacional por más del 90 % de los votos. En la actualidad las últimas elecciones parlamentarias se realizaron en el año 2018, siendo electo diputado Raúl Castro por el municipio Segundo Frente de la provincia de Santiago de Cuba, y por el municipio Placetas de la provincia de Villa Clara, Miguel Díaz-Canel actual Presidente de la República de Cuba, las próximas elecciones están pautadas para el 2023.

El organismo encargado de la defensa del país es el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el cual administra y dirige a las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Castro esgrimió el peligro de una agresión militar para mantener unas Fuerzas Armadas que son unas de las más grandes, en relación a la población total del país, y más preparadas de América Latina, pues Cuba ha sido víctima de innumerables actos terroristas y por la oposición de lucha contra su gobierno. Estos actos han costado vidas humanas, como fue la del turista italiano Fabio Di Celmo. Además de incontables daños materiales fundamentalmente en el sector del turismo.[97]

Todo joven cubano tiene la obligación legal de cumplir el Servicio Militar Activo durante uno o dos años, dependiendo de si ha logrado matricularse o no en un centro de educación superior. El servicio militar femenino es voluntario.

Con la desaparición del llamado campo o bloque socialista o comunista, la defensa del país se vio afectada por el corte de suministro de armas y con ello el deterioro de la defensa. Ante estas circunstancias se han creado algunos medios importantes de combate en sencillas industrias del país, como buques pequeños de guerra, carros artillados y fusiles. Cada vez más los altos mandos militares cubanos se involucran en actividades empresariales tal y como sucedió en Rusia después del colapso soviético.[98]

El orden interno del país es regulado y garantizado por el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia.

Las relaciones internacionales de Cuba son gestionadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores. A raíz del encarcelamiento de casi un centenar de opositores, y el fusilamiento de tres secuestradores de una lancha de pasajeros durante la primera mitad de 2003 para emigrar hacia los Estados Unidos, la Unión Europea firmó una resolución que redujo drásticamente el nivel de las relaciones diplomáticas con Cuba.[99]​ El gobierno cubano, en respuesta, eliminó los contactos diplomáticos con la Unión Europea, hasta que, a principios de 2005 y a propuesta del gobierno español, los reanudó.[100]

Actualmente, el gobierno de Cuba mantiene estrechas relaciones con China, Venezuela, Bolivia y en general América Latina y las reanudadas relaciones con Europa principalmente con España. Sigue perdiendo miles de millones anualmente por el bloqueo económico, financiero y comercial que sostiene el gobierno de EE. UU. desde 1959. Cuba apoya incondicionalmente a países de Latinoamérica y ha ayudado a países en desastres como el terremoto de Pakistán, el tsunami de Indonesia y muchos otros países que ha solicitado ayuda humanitaria enviando brigadas médicas, alimentos y otros recursos para el beneficio de los más necesitados.[101]

Cuba tiene relaciones diplomáticas con 194 Estados. De ellos, 189 son miembros plenos de Naciones Unidas y 5 no lo son (Palestina, República Árabe Saharaui Democrática, Islas Cook, la Santa Sede y Niue). Adicionalmente, tiene relaciones con la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y Malta y también con la Unión Europea. Todo ello suma un total de 196. Además, dispone de 143 misiones diplomáticas en 116 países, de ellas, 114 embajadas, 2 consulados generales, 19 consulados, 4 oficinas diplomáticas y 4 representaciones ante organismos multilaterales.[102]

El 17 de diciembre de 2014 Estados Unidos y Cuba anunciaron que comenzarán conversaciones para restablecer las relaciones diplomáticas, que han estado interrumpidas durante más de medio siglo.[103]​ Las embajadas en las respectivas capitales de ambas naciones fueron inauguradas en agosto de 2015.

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Cuba ha firmado o ratificado:

Cuba es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, siendo elegida para la vicepresidencia del mismo en 2010.[114]

Sin embargo, el incumplimiento al respeto y defensa de algunos de los derechos humanos proclamado con la firma de estos acuerdos fue denunciado, fundamentalmente entre 2003 y 2012, por órganos internacionales y la disidencia cubana.[115][116][117][118]

A lo largo de su historia, Cuba ha tenido diferentes estructuras político-administrativas. A partir de 1976, a tenor de la aprobación de una nueva Constitución, el país adoptó una división político-administrativa completamente renovada, que estructuró el espacio geográfico del archipiélago cubano en 14 provincias y un municipio especial: la Isla de la Juventud. A su vez, las provincias fueron divididas en municipios, sumando estos últimos la cantidad de 169.

El 1 de agosto de 2010 la Asamblea Nacional aprobó una modificación de dicho modelo de organización territorial, consistente en la segmentación o partición de la antigua Provincia de La Habana en las dos nuevas provincias de Artemisa y Mayabeque,[119][120][121]​ así como en la disolución del municipio de Varadero, que se reincorporaría al de Cárdenas, quedando así dividida la República de Cuba, en la actualidad, en un total de 15 provincias, subdivididas en 167 municipios y un municipio especial. Todos estos cambios entraron en vigor el 1 de enero de 2011.


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